Con el diablo no se dialoga advierte el Papa Francisco
Por Miguel Pérez Pichel
(ACI).- La condenación eterna consiste en alejarse del Señor. Así lo ha indicado el Papa Francisco en su homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta. Para evitarlo, el Santo Padre señala que hay que evitar dialogar con el diablo para evitar caer en su trampa de mentiras y engaños.
“Es un mentiroso –indicó–. Aún más: es el padre de la mentira, que genera mentiras. Es un estafador. Te hace creer que si comes de esta manzana serás como un Dios. Te la vende de ese modo y tú la compras, y al final te estafa, te engaña y te arruina la vida”.
El Pontífice se preguntó cómo podemos hacer para no dejarnos engañar por el diablo. “Jesús nos enseña cómo: no dialogar nunca con el diablo. Con el diablo no se dialoga. ¿Qué hizo Jesús con el diablo? Lo alejaba”.
De hecho, incluso en el desierto, Jesús “nunca utilizó su propia palabra, porque era muy consciente del peligro. En las tres respuestas que da al diablo se defiende con la Palabra de Dios, la Palabra de la Biblia”.
Por otro lado, Francisco explicó en qué consiste el infierno. “La condenación eterna no es una sala de tortura. Eso es una descripción de esta segunda muerte”. La condenación eterna “es una muerte”. “Los que no serán recibidos en el Reino de Dios es porque no se han acercado al Señor. Son aquellos que avanzan por su propio camino, alejándose del Señor, pasando de largo del Señor. Esos desaparecen por sí solos. La condenación eterna consiste en ese constante desviarse de Dios”. Alejarse para siempre “del Dios que da la felicidad, del Dios que te quiere tanto”.
Si “abrimos nuestros corazones”, como nos pide Jesús, y no andamos a nuestro aire, tendremos “la alegría de la salvación, el Cielo y la tierra nuevos”.
“La esperanza que abre los corazones al encuentro con Jesús. Esto es lo que esperamos: el encuentro con Jesús. ¡Es bello, muy bello! Él nos pide ser humildes y que digamos: ‘Señor’. Sólo esa palabra, y Él hará el resto”.
Evangelio comentado por el Papa Francisco:
Lucas 21:29-33
29 Les añadió una parábola: «Mirad la higuera y todos los árboles.
30 Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca.
31 Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca.
32 Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.
33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
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