LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Setiembre 13
Hay quienes corren el riesgo de comprometerse para toda su vida; hay quienes adoptan como norma de su vida el "¡no te metas!" egoísta y estéril.
Una cosa es meterse y otra muy distinta es entrometerse.
Está bien que no te entrometas en la vida de los demás; déjales su libertad personal y reconoce el derecho que tienen a mandar ellos en su vida.
Pero "métete" con ellos siempre que eso les suponga un bien; métete, es decir, preocúpate por su bien, por sus problemas, por sus necesidades.
No te aísles dentro de ti mismo, no te cierres en tus propias necesidades y problemas; no limites tu preocupación solamente a ti y a los tuyos.
Convéncete más bien de que, de una u otra forma, todos los seres humanos son "los tuyos"
“El Señor preguntó a Caín: ‘¿Dónde está tu hermano Abel?’ ‘No lo sé’, respondió Caín. ‘¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?’ (Gn 4,9). Caín pecó por matar a su hermano; pero es que ya lo había matado al despreocuparse de él. Despreocuparse de hermanos es despreocuparse de Dios, que es el Padre de ambos.
* P. Alfonso Milagro
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