Como incienso…
Hoy te presento un responsorio brevísimo pero muy bonito. Es especial para ambientarte al empezar a orar: ayuda a ponerse en la presencia del Señor con sentimientos de profunda fe y devoción. Ante todo revisa su estructura: repetición de la primera frase, engarce de la tercera con la primera. Y la terminación: “Gloria” y primera frase. Es simple.
V. Suba, Señor, a ti mi oración.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.
V. Como incienso en tu presencia.
R. A ti mi oración.
V. Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Suba, Señor, a ti mi oración.
Hermoso símbolo de tu oración es el incienso, humo aromático que sube de las resinas esparcidas sobre brasas. De tu corazón ardiente de amor sube tu oración al Dios Altísimo que hace tanto por ti, porque te ama, y está dispuesto a escucharte y enviarte el auxilio oportuno. El aroma de tu oración humilde es agradable al Señor que conoce tu interior.
* Enviado por el P. Natalio
No hay comentarios:
Publicar un comentario