LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Mayo 21
Tomar a cargo la felicidad de otro es el primer movimiento y la primera exigencia del verdadero amor; y es que el amor no se fija en sí, sino que se fija en la persona amada.
Luego, siempre que te busques a ti mismo en primera línea, no amas con auténtico amor, siempre que prefieras tu propia satisfacción o utilidad a la satisfacción y tranquilidad de los otros, no amas de verdad.
Es decir, no amas a los otros, te amas a ti mismo; pero como amarse a sí mismo en detrimento de los otros es destruirse a sí mismo, y eso no es amarse, solamente te amarás a ti mismo cuando ames de veras a los otros, cuando te entregues por los otros, cuando te preocupes por los otros, cuanto te sacrifiques a ti mismo por los otros.
No te olvides: para que el amor sea verdadero, ha de ser total, único y entregado. Cuando uno se sirve de otro sin una perspectiva de entrega profunda, es imposible el amor.
“Soporto estas pruebas por amor a los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación que está en Cristo Jesús y participen de la gloria eterna” (2 Tim 2,10). Rubén Darío escribió: “hemos de acordarnos que somos hermanos, hemos de acordarnos del dulce Pastor, que crucificado, lacerado, exánime, para sus verdugos imploró perdón”.
* P. Alfonso Milagro
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