LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Marzo 13
Si quieres hacer mucho y piensas que haces poco, es buena señal; si juzgas que haces más de lo que te corresponde es mala señal; si crees que siempre estás a tiempo para hacer algo más, es buena señal; si piensas que ya pasó tu hora, es mala señal.
Cuando te esfuerzas por poner un granito más de arena de tu colaboración en la acción común, ofreces una buena señal; cuando te retiras prematuramente, pensando que ya hiciste lo suficiente y que ahora le corresponde poner el hombro a los demás, das una mala impresión de tí mismo, ofreces o presentas una triste figura.
No permitas que haga otro lo que tú debes hacer; no tengas inconveniente en que otro haga lo que también tú pudieras hacer; pero no dejes de hacer lo que los otros debieran hacer y no lo hacen, o lo que los otros directamente no pueden hacer.
Si somos un Cuerpo Místico, dependemos unos de otros e influimos unos en otros; ninguno puede prescindir de los otros; todos formamos un racimo. “El Dios de la paciencia y el consuelo les conceda tener los unos para con los otros los mismos sentimientos, según Cristo Jesús, para que unánimes, a una vez, glorifiquen al Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo” (Rom 15,6)
* P. Alfonso Milagro
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