¿Cómo vivir intensamente el Año Santo y lo que resta del Adviento?
(ACI).- El Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera, compartió algunas sugerencias para vivir intensamente el Adviento y el Año Santo de la Misericordia, como un tiempo especial de alegría en el que los cristianos deben plasmar su fe en obras concretas.
En la homilía de la Misa que presidió en el tercer domingo de Adviento en la Catedral Primada, en el día en abrió la Puerta Santa del templo por el Año de la Misericordia, el Purpurado dijo que “el Adviento a fondo es tiempo de acción para conseguir una alegría profunda”.
“Ante la expectativa del Mesías, "En aquel tiempo, la gente le preguntaba a Juan el Bautista: ¿Qué debemos hacer?". Es la actitud que nosotros debemos adoptar, si queremos celebrar el Año Santo y prepararnos de verdad a la Navidad”, dijo luego según informa el SIAME.
Por ello, afirmó, “hay que aterrizar en la acción cristiana, si no queremos engrosar las filas de los contradictorios creyentes no – practicantes”.
“La fe se demuestra con obras, sino, está muerta, no es verdadera fe. El Bautista es muy claro: ‘Quien tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene ninguna, y quien tenga comida, que haga lo mismo’. ‘No cobren más de lo establecido... No extorsionen a nadie ni denuncien a nadie falsamente, sino conténtense con su salario’”.
El Arzobispo resaltó que “la celebración del Año de la Misericordia y la preparación a la Navidad en serio es un cumplimiento cada vez mejor de los deberes propios ante los derechos fundamentales de los demás: vida, vestido, vivienda y alimento”.
Se trata, explicó, “de practicar una justicia cada vez mayor, respetando la dignidad de las personas y repartiendo equitativamente cargas y beneficios”.
“Si alguien piensa que es más alegre una preparación folklórica, convénzase de que esa alegría superficial sólo será gozo profundo si llega a la práctica de la justicia. Y sobre todo del amor. Porque el Jesús misericordioso nacido en Belén nos salvó por el amor, y del amor nos juzgará en la tarde de la vida”, aseguró el Cardenal Rivera.
En la homilía, el Primado de México dijo que en Adviento “estamos alegres porque ‘Aguardamos la alegre esperanza: la aparición gloriosa de nuestro Salvador’. Condición previa para que aflore en nuestra conciencia el gozo navideño es el deseo de la visita de Jesús a nuestra vida aquí y ahora”.
“En el Evangelio de hoy se nos resalta que el pueblo estaba en expectación por la venida del Mesías prometido. ¿Estamos nosotros de verdad esperando la llegada de Jesús, o simplemente celebramos un aniversario histórico? ¿De verdad queremos celebrar un año Santo como camino nuevo para nuestra vida?”, cuestionó.
Tras señalar que otros esperan “mesías políticos” o “magos de las finanzas”, el Cardenal interrogó a los presentes: “pero, nosotros los cristianos, ¿de verdad esperamos, a Aquel que puede cambiar nuestra vida y nuestra historia?”
“La liturgia de este domingo además de motivarnos a la alegría, nos presenta varios rasgos del Mesías auténtico, para abrir nuestro deseo de su venida y para que no lo confundamos con ningún otro mesianismo por atractivo que parezca”.
“Nuestro mundo –subrayó el Purpurado mexicano– se muere de frío porque está impregnado de odio, indiferencia y egoísmo. Nuestro mundo sólo puede revivir y transformarse por el calor del amor con que nos vino a inflamar Jesús”.
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