SOLEMNIDAD DE CRISTO REY
DOMINGO 22 DE NOVIEMBRE 2015
Hoy, con la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo, coronamos el Año Litúrgico. Todo lo que ha acontecido en nuestras iglesias, en nuestras comunidades, en nuestras parroquias, en nuestra vida personal (cristianamente hablando) ¿Lo hemos centrado en Jesús?
El Año Litúrgico es un inmenso arco que hemos recorrido (Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua y la cadencia semanal).
Y Jesús es la piedra angular: la clave que sostiene todo.
Hemos caminado, de la mano de Jesús, durante estos meses. Hemos compartido, en el altar, la Eucaristía. Su amor inmenso en el calvario. Sus horas de gloria en la mañana de Resurrección. Hemos asistido emocionados a encuentros y desencuentros con los escribas y con los fariseos. Hemos visto como, Jesús, es un Dios que salva al hombre y sana a enfermos, ciegos, cojos, lisiados y que es capaz de ofrecer alimento allá donde exista la escasez.
¡Cómo no va a ser, siendo así, Rey del Universo! ¿Dónde hemos visto a alguien que, como Jesús, se desviva hasta exprimir su sangre en la cruz? ¿En quién hemos visto, sino en Jesús, un interés por el pobre hasta defenderlo y ponerlo en el lugar que le corresponde? ¿Dónde encontrar a otro, que no sea Jesús, apostando por el hombre, animándole a seguir adelante y a levantarse tras los tropiezos de cada día?
¡Gracias, Señor! Después de estos domingos. Después de haber escuchado tu Palabra. De haber entrado en comunión contigo, por la oración, no podemos menos que exclamar que Tú eres el Rey que nos salva; la fuente que nos da vida; la luz que nos ilumina; la mano que nos conduce; el poder que nos hace falta.
P. Javier Leoz
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