Súplica a la Virgen María
Madre mía en el comienzo de este día bendíceme, que tu amor y tu oración maternales me acompañen a lo largo de toda esta jornada.
En las dificultades del trabajo, ayúdame.
Si flaqueo en mis buenos propósitos, anímame.
En las dudas y decisiones, guíame.
En mi "obscuridad" "ilumíname".
Cuando me desprecien u olviden, ámame.
En las tentaciones y peligros, defiéndeme.
En las ansiedades y angustias de mi alma, cálmame.
Si desfallezco y me faltan las fuerzas, fotaléceme.
Si cayese en pecado, sálvame.
Si me olvido de Tí, piénsame.
... Y si muriese en este día, llévame en Tus brazos a gozar de Jesús en el Cielo. Amén.
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