LA PACIENCIA
¡Los momentos más duros de la vida son aquellos cuando todo lo que sabemos de Dios no nos ayuda a obtener resultados!
Es cuando aprendemos acerca de Su silencio.
Cuando Dios no habla, es que Él está:
- enseñando, incluso en la quietud;
- permitiéndonos crecer mediante el esfuerzo para pensar, estudiar y llegar a conclusiones, mientras Él está cerca con sonrisa silenciosa y ojo vigilante.
La fe viene por el oír.
¡La paciencia viene por el silencio!
Paciencia es lo que Dios te da cuando las cosas malas no cambian. Es su sedante para el corazón atribulado. Es el bálsamo con que Él te frota en los músculos adoloridos, cuando sientes como que te están estirando hasta el punto de descoyuntarte.
Son tiempos, cuando el dolor dura tanto, que sólo Dios puede darte la paciencia necesaria, la pura gracia para sostenerte a través de ello.
En resumidas cuentas, la paciencia no es más que fuerza aprovechada, poder enfocado, y fe que se toma tiempo.
Escucha: ..."y corramos resueltamente al combate que se nos presenta.
Fijemos la mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús, el cual, en lugar del gozo que se le ofrecía, soportó la cruz sin tener en cuenta la infamia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.
Piensen en aquel que sufrió semejante hostilidad por parte de los pecadores y así no se dejarán abatir por el desaliento".
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