LA SANTA MISA
Catecismo Mayor de San Pío X
Esencia, institución y fines del santo sacrificio de la Misa
1. ¿Es la Eucaristía solamente sacramento?
La Eucaristía, además de sacramento, es también el sacrificio perenne de la nueva ley dejado por Jesucristo a su Iglesia para ser ofrecido a Dios por mano de los sacerdotes.
2. ¿Qué es la santa Misa?
La santa Misa es el sacrificio del Cuerpo y Sangre de Jesucristo, que se ofrece sobre nuestros altares bajo las especies de pan y de vino en memoria del sacrificio de la Cruz.
3. ¿Es el sacrificio de la Misa el mismo de la Cruz?
El sacrificio de la Misa es sustancialmente el mismo de la Cruz, en cuanto el mismo Jesucristo que se ofreció en la Cruz es el que se ofrece por manos de los sacerdotes, sus ministros, sobre nuestros altares; mas, cuanto al modo con que se ofrece, el sacrificio de la Misa difiere del sacrificio de la Cruz, si bien guarda con éste la más íntima relación.
4. ¿Qué diferencia y relación hay entre el sacrificio de la Misa y el de la Cruz?
Entre el sacrificio de al Misa y el de la Cruz hay esta diferencia y relación: que en la Cruz, Jesucristo se ofreció derramando su sangre y mereciendo por nosotros, mientras en nuestros altares se sacrifica Él mismo sin derramamiento de sangre y nos aplica los frutos de su pasión y muerte.
5. ¿Qué otra relación guarda el sacrificio de la Misa con el de la Cruz?
La otra relación que guarda el sacrificio de la Misa con el de la Cruz es que el sacrificio de la Misa representa de un modo sensible el derramamiento de la sangre de Jesucristo en la Cruz; porque, en virtud de las palabras de la consagración, se hace presente bajo las especies del pan sólo el Cuerpo, y bajo las especies del vino sólo la Sangre de nuestro Redentor; si bien, por natural concomitancia y por la unión hipostática, está presente bajo cada una de las especies Jesucristo vivo y verdadero.
6. ¿Es el sacrificio de la Cruz el único sacrificio de la nueva ley?
El sacrificio de la Cruz es el único sacrificio de la nueva ley, en cuanto por él aplacó el Señor la divina justicia, adquirió todos los merecimientos necesarios para salvarnos, y así consumó de su parte nuestra redención. Más estos merecimientos nos los aplica por los medios instituidos por Él en la Iglesia, entre los cuales está el santo sacrificio de la Misa.
7. ¿Para qué fines se ofrece la santa Misa?
El sacrificio de la santa Misa se ofrece a Dios para cuatro fines: 1º, para honrarle como conviene, y por esto se llama latréutico; 2º, para agradecerle sus beneficios, y por esto se llama eucarístico; 3º, para aplacarle, para darle alguna satisfacción de nuestros pecados y para ofrecerle sufragios por las almas del purgatorio, por lo cual se llama propiciatorio; 4º, para alcanzar todas las gracias que nos son necesarias, y por esto se llama impetratorio.
8. ¿Quién es el que ofrece a Dios el sacrificio de la santa Misa?
El primero y principal oferente de la santa Misa es Jesucristo, y el sacerdote es el ministro que en nombre de Jesucristo ofrece el mismo sacrificio al eterno Padre.
9. ¿Quién instituyó el sacrificio de la santa Misa?
El sacrificio de la santa Misa lo instituyó el mismo Jesucristo cuando instituyó el sacramento de la Eucaristía y dijo que se hiciese en memoria de su pasión.
10. ¿A quién se ofrece la santa Misa?
La santa Misa se ofrece a solo Dios.
11. Si la santa Misa se ofrece a solo Dios, ¿por qué se celebran tantas Misas en honor de la Santísima Virgen y de los Santos?
La Misa que se celebra en honor de la Santísima Virgen y de los Santos es siempre un sacrificio ofrecido a solo Dios; se dice, empero, que se celebra en honor de la Santísima Virgen y de los Santos a fin de que Dios sea alabado en ellos por las mercedes que les hizo y nos dé más copiosamente por su intercesión las gracias que nos convienen.
12. ¿Quién participa de los frutos de la Misa?
Toda la Iglesia participa de los frutos de la Misa, pero en particular: 1º, el sacerdote y los que asisten a la Misa, los cuales se consideran unidos al sacerdote; 2º, aquellos por quienes se aplica la Misa, así vivos como difuntos.
Manera de asistir a la santa Misa
13. ¿Qué cosas son necesarias para oír bien y con fruto la santa Misa?
Para oír bien y con fruto la santa Misa son necesarias dos cosas: 1ª, modestia en el exterior de la persona; 2ª, devoción del corazón.
14. ¿En qué consiste la modestia de la persona?
La modestia de la persona consiste de un modo especial en ir modestamente vestido y en guardar silencio y recogimiento.
15. ¿Cuál es la mejor manera de practicar la devoción del corazón mientras se oye la santa Misa?
La mejor manera de practicar la devoción del corazón mientras se oye la santa Misa, es la siguiente:
1º. Unir desde el principio nuestra intención con la del sacerdote, ofreciendo a Dios el santo sacrificio por los fines para que fue instituido.
2º. Acompañar al sacerdote en todas las oraciones y acciones del sacrificio.
3º. Meditar la pasión y muerte de Jesucristo y aborrecer de corazón los pecados que fueron causa de ella.
4º. Hacer la Comunión sacramental.
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