Daré mi vida
San Juan Crisóstomo fue condenado al destierro por el emperador. Al saber tal noticia, un inmenso gentío se reunió en la catedral, y Juan Crisóstomo pronunció uno de sus más hermosos sermones.
Decía: “¿Que me destierran? ¿A qué sitio me podrán enviar que no esté mi Dios allí cuidando de mí?
San Juan Crisóstomo fue condenado al destierro por el emperador. Al saber tal noticia, un inmenso gentío se reunió en la catedral, y Juan Crisóstomo pronunció uno de sus más hermosos sermones.
Decía: “¿Que me destierran? ¿A qué sitio me podrán enviar que no esté mi Dios allí cuidando de mí?
¿Que me quitan mis bienes? ¿Qué me pueden quitar si ya los he repartido todos? ¿Que me matarán? Así me vuelvo más semejante a mi Maestro Jesús, y como Él, daré mi vida por mis ovejas…”.
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