LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
24 de abril de 2013
Sería desastroso confundir "comunión" con "comunismo". El comunismo hace camaradas; la política podrá llegar a agrupar compañeros; solamente la comunión humana es la que hace verdaderos hermanos; y solamente la comunión con Cristo y en Cristo es la que vuelve a esos hermanos en hermanos en Cristo, auténticos cristianos.
La comunión supone una unión de ideales, de sentimientos, de mentalidad, de meta final; la comunión es obra del entendimiento; pero es sobre todo el corazón el que se encarga de unir mentes, ideales, metas y sentimientos.
Comunión, común-unión, unión de todos en un solo fin, como estamos unidos en un mismo Bautismo, en una misma fe, en un mismo Señor y Padre celestial; es Dios el único que es capaz de unir de esa forma tan íntima a los hombres.
Por eso, cuando los hombres pretenden unirse entre sí, prescindiendo de Dios, llegar n al comunismo, al compañerismo, a lo sumo a la unión humana, pero nunca a la verdadera fraternidad evangélica.
"No os olvidéis de hacer el bien, de ayudaros mutuamente; ésos son los sacrificios que agradan a Dios" (Heb, 13, 16). Si, pues, deseo agradar al Señor, ya tengo señalada la norma de mi conducta: ayudar a los demás y ofrecer el sacrificio en común con mis hermanos; la oración en común.
Extraído del Libro: "Los cinco Minutos de Dios" de Alfonso Milagros
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