Guía para la oración
Esta guía para la
oración busca ser un método para meditar en la vida y enseñanzas del
Señor Jesús. «La meditación, como señala el Catecismo de la Iglesia
Católica, es, sobre todo, una búsqueda. El espíritu trata de comprender
el porqué y el cómo de la vida cristiana para adherirse y responder a lo
que el Señor pide.» Así, asistidos con la Gracia de Dios buscamos en la
oración discernir cuál es su plan de amor para nosotros y nos nutrimos
para responder a el con generosidad. El método de meditación que se
propone es un camino que se inicia en la mente, transforma en el corazón
y nos conduce a una acción concreta y cotidiana orientada a nuestra
santificación y a la de nuestros hermanos.
1. Invocación inicial:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
2. Preparación:
a. Acto de fe en la
presencia de Dios: Consciente de que el Señor está conmigo, explicito en
mi fe en Él y mi deseo de abrir mi mente y mi corazón a su presencia, y
de permanecer en ella durante la oración.
b. Acto de esperanza en
la misericordia de Dios: Reconozco que soy pecador y me acojo con
esperanza a la misericordia de Dios que sale a mi encuentro.
c. Acto de amor al
Señor Jesús y a Santa María: Manifiesto mi adhesión a la persona del
Señor Jesús y a Santa María, nuestra Madre.
3. Cuerpo:
a. Mente:
- Medito en el en sí
del texto: Se trata de una aproximación objetiva. Busco entender qué
dice el texto. Me acerco al texto bíblico y lo interperto desde y en la
enseñanza de la Iglesia.
- Medito en el en sí-en
mí del texto: Se trata de una aplicación del texto a la propia
realidad. Hago una apropiación del mensaje buscando descubrir qué me
dice la Palabra del Señor en este momento concreto de mi vida.
b. Corazón:
- Elevo una plegaria
buscando adheririme de cordialmente a aquellos que he descubierto con la
mente y abriéndole mi corazón al Señor.
c. Acción:
- Resoluciones
concretas: A la luz de lo meditado, pongo medios concretos y
proporcionados que me permitan despojarme de aquello que me sobra o
revestirme de aquello que me falta en mi camino de conformación con el
Señor Jesús.
4. Conclusión
- Breve acto de agradecimiento y súplica: al Señor Jesús y a Santa María.
- Rezo de la Salve u otra oración mariana.
5. Invocación final:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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