Autor: P . Sergio Córdova LC | Fuente: Catholic.net La historia del Pastor y las ovejas | |
Juan 10, 27-30. Pascua. Jesús es nuestro Pastor, pero nosotros tenemos que esforzarnos por ser ovejas buenas. | |
En aquel tiempo dijo Jesús: Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno. Oración introductoria Señor, esta meditación es una oportunidad para continuar celebrando tu Pascua de Resurrección. Saber que me amas, que me pides mi ayuda en la nueva evangelización y que esperas tanto de mí me anima a ofrecerte mi fe y devoción. Te agradezco y te bendigo por todo tu amor. Petición Señor, mi buen pastor, concédeme tener siempre mi conciencia clara: ¡Soy conocido y amado infinitamente! Meditación del Papa Benedicto XVI Volvamos al Evangelio, y a la palabra del pastor. "El buen pastor da su vida por la ovejas". Jesús insiste en esta característica esencial del verdadero pastor que es él mismo: "dar la propia vida". Lo repite tres veces, y al final concluye diciendo: "Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre". Este es claramente el rasgo cualificador del pastor tal como Jesús lo interpreta en primera persona, según la voluntad del Padre que lo envió. La figura bíblica del rey-pastor, que comprende principalmente la tarea de regir el pueblo de Dios, de mantenerlo unido y guiarlo, toda esta función real se realiza plenamente en Jesucristo en la dimensión sacrificial, en el ofrecimiento de la vida. En una palabra, se realiza en el misterio de la cruz, esto es, en el acto supremo de humildad y de amor oblativo. Dice el abad Teodoro Studita: “Por medio de la cruz nosotros, ovejas de Cristo, hemos sido reunidos en un único redil y destinados a las eternas moradas." (Benedicto XVI, 29 de abril de 2012). Reflexión Seguramente todos habremos visto, en más de una ocasión, un rebaño de ovejas pastando. Una enorme masa de algodón sobre una alfombra verde, natural, y un pastor que las apacienta. Es una escena muy hermosa y pintoresca, y no deja de suscitarnos un sentimiento de simpatía, sobre todo cuando vemos a las ovejillas casi recién nacidas brincando entre las demás ovejas del rebaño. Es una imagen lírica y bucólica que ha inspirado a muchos poetas, músicos y artistas como tema de sus composiciones. Baste recordar, por ejemplo, las famosas Églogas del gran poeta latino Virgilio, la novela pastoril “La Galatea”, de Cervantes; o tantas otras obras literarias que describen bellamente la vida del campo: Boscán, Garcilaso de la Vega, Góngora, Tirso de Molina, Lope de Vega. En la música, tenemos la magistral Sexta Sinfonía de Beethoven, también llamada “Pastoral”. Y en el campo de la pintura, tantísimos cuadros de todas las épocas: Fra Angélico, Giotto, Botticelli, Monet, Degas y miles más. Pero mucho antes que todos estos personajes del arte y de las letras, alguien más habló de pastores y de ovejas, y de una manera muchísimo más profunda y sublime: nuestro Señor Jesucristo. Y también los profetas. En su lenguaje teológico-espiritual, el Pastor es Dios, y las ovejas, el pueblo elegido. Y en la predicación del Señor, el Pastor es Él mismo y las ovejas, nosotros, su Iglesia. El profeta Ezequiel, por ejemplo, tiene todo un capítulo de su libro en donde habla de los malos pastores que se apacientan a sí mismos –o sea, los falsos guías del pueblo, que vinieron antes de nuestro Señor-; y, en contraposición, nos presenta al pastor fiel, que es el mismo Dios. De éste se expresa con tonos muy delicados: "Yo mismo –dice el Señor- iré a buscar a mis ovejas y las reuniré. Como recuenta el pastor a sus ovejas el día en que la tormenta dispersa a la grey, así recontaré yo a mis ovejas, y las pondré a salvo en todos los lugares en que fueron dispersadas el día del vendaval... Yo mismo apacentaré a mis ovejas y yo mismo las llevaré a la majada –dice el Señor Yahvé-. Buscaré a la oveja perdida, traeré a la extraviada, vendaré a la herida, curaré a la enferma y guardaré a las fuertes y robustas" (Ez 34, 11-12. 15-16). Y continúa así todo el capítulo. Imagen perfecta de este pastor es nuestro Señor Jesucristo. El evangelio de Juan nos presenta, por su parte, el hermoso discurso de Jesús en donde Él mismo se define como el buen Pastor, el verdadero. Éste apacienta a sus ovejas con amor, fidelidad, justicia y misericordia. A éste lo conocen las ovejas, oyen su voz y las ovejas lo siguen; no hacen caso a los extraños porque no conocen su voz (Jn 10, 1-6). Y "conocer", en lenguaje bíblico, es mucho más profundo que en nuestra lengua vernácula. Es el conocimiento del amor, de la intimidad, de la familiaridad, de la entrega total por el amado. Así lo expresa a continuación Jesús: "Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.Yo soy el buen Pastor; el buen pastor da la vida por sus ovejas… Yo soy el buen Pastor, y conozco a las mías, y las mías me conocen a mí… y pongo mi vida por las ovejas" (Jn 10, 10-15). Estas palabras nos evocan la bellísima oración del Salmo 23: "El Señor es mi Pastor, nada me falta. Me hace recostar en verdes pastos y me lleva a frescas aguas. Recrea mi alma, me guía por senderos seguros por el amor de su nombre. Aunque camine por cañadas tenebrosas, no temo mal alguno, porque Tú estás conmigo. Tu vara y tu cayado son mis consuelos". ¡Qué delicia y qué seguridad ser apacentados por un Pastor así! La imagen del buen Pastor ha sido representada miles de veces en el arte cristiano de todos los tiempos: en pinturas, esculturas, iconos… y también en la literatura de los Santos Padres, de los teólogos y de los poetas. San Agustín, por ejemplo, tiene un estupendo sermón en el que comenta el capítulo 34 de Ezequiel, que acabamos de citar, en donde dice: "Para vosotros, como obispo, soy vuestro pastor; pero con vosotros, como cristiano, soy también oveja del rebaño de Cristo". Hace poco me escribió un amigo y me envió un soneto compuesto por él mismo. Me gustó mucho, y creo que hoy nos viene como anillo al dedo. Dice así: "Tú me dices, Señor: Pace confiado,/ sólo sigue mi voz y su latido,/ siega el tacto voraz y el fino oído,/ ven a mi fuente y quedarás saciado,/ que aquí tengo tu sitio reservado./ Reposa en mí tu corazón dolido,/ en mi pecho adormece tu gemido/ y deja, calmo, el sueño a mi cuidado./ Yo soy el Pastor que guarda Su ganado/ y busca el corderillo lacerado,/ con música de flautas atraído/ y entre zarzas y espinos atrapado./ Tu mano firme hunde en mi costado./ No dudes más, aún tengo el pecho herido". Este poema me hizo recordar aquel otro soneto, de Lope de Vega, de una inspiración religiosa de altos vuelos, que comienza así: "Pastor, que con tus silbos amorosos/ me despertaste del profundo sueño:/ tú que hiciste cayado de este leño/ en que tiendes los brazos poderosos"... Sí, Jesucristo es nuestro buen Pastor. Él ha dado su vida y su sangre por nosotros, para redimirnos de nuestros pecados, para darnos vida eterna. Hemos sido comprados al precio de la sangre de Cristo –como nos dice san Pedro en su primera epístola (I Pe 1, 18-19). Por eso, sus ovejas "no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de su mano". Pero, para ello, también nosotros tenemos que esforzarnos por ser ovejas buenas de este buen Pastor. Dejémonos, pues, apacentar y conquistar por Él siendo dóciles en el cumplimiento amoroso de su santísima voluntad sobre nosotros. Seamos buenas ovejas por nuestra fe y amor a Él, por la obediencia, la vida de gracia y la fidelidad sincera a sus mandamientos. |
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domingo, 21 de abril de 2013
EL EVANGELIO DE HOY - EL BUEN PASTOR
ORACIÓN DE CONFIANZA A LA DIVINA MISERICORDIA
Oración de confianza a la Divina Misericordia
Señor:
Tu, que no te repites una sola vez en el numero infinito de los seres
humanos que creaste en el mundo, y que, por lo tanto, me hiciste también a mi diverso de los demás, para que me gestara distintamente:
Te pido hoy la capacidad de conocer ese proyecto novedoso de vida, que es mi vida, para que lo vaya realizando con la libre opción de cada momento.
Haz que sea consciente de este altísimo deber que me impusiste al crearme.
Aleja de mi la tentación de refugiarme en la masa, quedarme en el molde de muchos y anularme por rutina.
Concédeme la iniciativa e imaginación para aspirar cada día a objetivos originales, a empresas inéditas.
Pero sobre todo, Señor, ayúdame a crearme a mi mismo, a forjar el estilo de mi personalidad, conforme al proyecto único e irrepetible que has concebido para mi, y en mi, desde toda la eternidad.
Señor: que conozca mi vocación en tu plan de salvación, y me anime a seguirla cueste lo que costare.
Amen.
QUÍTAME LO QUE QUIERAS PERO NO LA ALEGRÍA
Quítame lo que quieras pero no la alegría
Son innumerables los beneficios que acarrea una simple sonrisa: ahuyenta la tristeza, la melancolía, la depresión...
Cuenta una anécdota que yendo santa Teresa a hacer las escrituras de una de las fundaciones, preguntó al escribano, después de hechas, cuánto eran sus honorarios. Éste le contestó con desparpajo:
– Solamente un beso.
Y la santa se lo dio, natural y sonriente, al tiempo que exclamaba:
– Nunca una escritura me salió tan barata.
El pueblo ha visto en Santa Teresa de Jesús la santa del buen humor, de la gracia y del donaire. Estaba dotada verdaderamente de gracias naturales como la jovialidad, espontaneidad, cordialidad, afabilidad y sencillez. María de la Encarnación nos dice que "era muy discreta, y alegre con gran santidad, y enemiga de santidades tristes y encapotadas, sino que fuesen los espíritus alegres en el Señor, y por esta causa corregía a sus monjas si andaban tristes, y les decía que mientras les durase la alegría les duraría el espíritu".
La vida de sacrificio y penitencia no la consideraba reñida con la alegría. Tanta importancia daba a la hora de la recreación como a la de la oración. Así ponía gran empeño en que las monjas participaran del momento de la recreación y pudieran compartir libremente. En cierta ocasión, estando en Medina del Campo, reprimió severamente a la hermana Alberta, que se quejaba: "¿Ahora nos llaman a cantar? Mejor fuera para contemplar".
Gozaba de gran libertad para hablar de sí misma, de sus dolores y achaques. Bromeaba con la Inquisición, ponía apodos con gracia. Al pintor Fray Juan de la Miseria, que la retrató, le dijo: "Dios te perdone, Fray Juan, que ya que me pintaste podías haberme sacado menos fea y legañosa".
Santa Teresa fue una mujer madura, capaz de maravillarse y asombrarse de las cosas de cada día. Ella nos dejó esta frase célebre: "También entre los pucheros anda Dios", gozó con todo lo creado. De su fe en este Dios cercano, vivo en cada cosa y acontecimiento, le brotó esa alegría natural y contagiosa. A brazo partido luchó para que sus monasterios gozaran de este ambiente de libertad donde se respirase a un Dios alegre, capaz de llenar de felicidad cualquier corazón humano.
Un grupo de matrimonios americanos que regresaban a su patria acudió a visitar a la Madre Teresa. Al despedirse le pidieron un consejo para su vida de familia. "Sonrían a sus mujeres", dijo a los hombres. "Sonrían a sus maridos", dijo después a las mujeres. Extrañado alguno de ellos, preguntó a la religiosa: "¿Usted está casada?". Y la Madre Teresa, sin perder la sonrisa, sorprendió a los presentes con esta respuesta: "Naturalmente que estoy casada. Y créame que no siempre me es fácil sonreír a mi marido. Porque Jesús es un esposo muy exigente".
¿Si podemos enamorarnos de personas y de cosas, si nuestro corazón queda prendado de una puesta de sol o de un paisaje tropical, por qué no nos vamos a poder enamorar de Dios? Dichosos aquellos que se enamoran radicalmente de Dios, porque su vida será una fuente inagotable de paz, de alegría y de felicidad.
El amor a Dios es un mandato para todos los creyentes. No es especialidad o exclusividad de una cultura, época, edad o estado. Lo que importa es el amor, no la manera de expresar ese amor.
Se puede amar en el silencio de una noche y en medio del bullicio del día. No dejamos de amar a los nuestros cuando trabajamos o cuando estamos de brazos cruzados, cuando sonreímos o cuando lloramos. Lo que importa es amar.
Siempre que amamos a Dios lo debemos demostrar con la vida amando al hermano. Y al hermano también se le puede demostrar el amor de mil maneras. La mamá ama a su hijo cuando lo mece, cuando lo corrige, cuando le da de comer, cuando lo lleva al médico...
El cristianismo se puede vivir de varias formas. Lo importante no es el modo que se elige, la vocación o profesión. Lo importante es ser y vivir lo que se cree, pues cualquier trabajo se pude hacer a la perfección o rayando la mediocridad. Y si uno es mediocre, no es por la profesión o vocación que se ejerce, sino por la talla de la propia persona.
Podemos sonreír a todo y en todo. Un poco de alegría vale más que todo el oro del mundo. Son innumerables los beneficios que acarrea una simple sonrisa: ahuyenta la tristeza, la melancolía, la depresión... La sonrisa rejuvenece, sana las heridas del pasado, abre horizontes al futuro y pone alas en el alma. La sonrisa es la mejor medicina para el cuerpo y para el alma. La alegría más auténtica nace del corazón.
Consciente san Pablo de la importancia de la alegría, repetía machaconamente a los cristianos que siempre estuvieran alegres. No nos debe extrañar, pues, el consejo de la Madre Teresa a los matrimonios: "Sonrían". Quizá debamos repetir con Neruda: "Quítame el pan, si quieres, quítame el aire, pero no me quites tu sonrisa porque moriría".
Preguntas o comentarios al autor
P. Eusebio Gómez Navarro OCD
sábado, 20 de abril de 2013
EL EVANGELIO DE HOY
Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net ¿También ustedes se quieren marchar? | |
Juan 6, 60-69. Pascua. Solo en Cristo encontraremos el lugar que esperamos. Él tiene palabras de vida eterna. | |
En aquel tiempo muchos discípulos de Jesús al oírle, dijeron: Es duro este lenguaje. ¿Quién puede escucharlo? Pero sabiendo Jesús en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza? ¿Y cuando veáis al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?... El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y son vida. Pero hay entre vosotros algunos que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y decía: Por esto os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo concede el Padre. Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él. Jesús dijo entonces a los Doce: ¿También vosotros queréis marcharos? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios. Oración introductoria Dios mío, no quiero ser de los que traicionan, porque ¿a quién iría? Sólo Tú me puedes dar la luz y fuerza que necesito para dejar mi autosuficiencia y mi egoísmo. Creo, espero y te amo, permite que pueda tener un encuentro contigo en esta oración. Petición Dios mío, no permitas que las preocupaciones del mundo me distraigan en mi oración. Meditación del Papa "¿También vosotros queréis marcharos?" Esta pregunta provocadora no se dirige sólo a los que entonces escuchaban sino que alcanza a los creyentes y a los hombres de todas las épocas. También hoy muchos se escandalizan ante la paradoja de la fe cristiana. La enseñanza de Jesús parece "dura", demasiado difícil de acoger y de practicar. Entonces hay quien rechaza y abandona a Cristo; hay quien trata de adaptar su palabra a las modas desvirtuando su sentido y valor. "¿También vosotros queréis marcharos?". Esta inquietante provocación resuena en el corazón y espera de cada uno una respuesta personal. Jesús, de hecho, no se contenta con una pertenencia superficial y formal, no le basta una primera adhesión entusiasta; es necesario, por el contrario, participar durante toda la vida en su pensar y querer. Seguirle llena el corazón de alegría y dan sentido pleno a nuestra existencia, pero comporta dificultades y renuncias, pues con mucha frecuencia hay que ir contra la corriente. (Benedicto XVI, 23 de agosto de 2009). Reflexión Varias personas piensan que la doctrina de la Iglesia es inaceptable. ¿Por qué el Papa no permite el aborto, ni la eutanasia, ni el uso de los anticonceptivos? ¿Por qué los curas no pueden casarse? Y por eso muchos deciden dar la espalda a la Iglesia. La historia se repite. Los discípulos de Jesús no podían con toda la doctrina. Sobre todo, aquello de comer el Cuerpo de Cristo. Por eso, muchos de ellos se echaron atrás y no volvieron a ir con Él. Jesús se quedaba solo. Cada uno prefería buscar la felicidad por su cuenta, al margen de la voluntad de Dios. Apenas le quedaba una docena de seguidores, sus apóstoles. ¿Y vosotros, también queréis marcharos? Terrible pregunta. Pero estupenda respuesta: ¿A quien vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna. Es triste ver cómo miles de personas caen diariamente en manos de las sectas, buscando otras palabras diferentes a las de Cristo, que son las que defiende la Iglesia. Sin embargo, no debemos perder la esperanza de que un día se darán cuenta del engaño de esos grupos y decidirán regresar al seno de la familia católica, porque es allí donde se encuentran las verdaderas palabras de Jesús. Propósito Delicadeza y alegría para darle todo a Dios, y dárselo en el amor. Diálogo con Cristo Jesús mío, quiero seguirte día a día y servirte en los demás. No quiero marcharme ni quedarme atrás, quiero caminar al paso que necesita la Iglesia. Cumplir con mis deberes de estado y con mi apostolado de extender tu Reino por medio de la caridad. Por eso te doy gracias por este momento de oración que puede transformar mis deseos en una hermosa realidad. |
20 PROMESAS A QUIENES LLEVEN EL ROSARIO
20 PROMESAS A QUIENES LLEVEN EL ROSARIO (FISICO).
Las 20 Promesas de la Virgen a quienes lleven consigo el santo Rosario :
1- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, los llevaré hasta Mi Hijo.
2- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, los ayudaré en sus empresas.
3-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, aprenderán a amar la Palabra y la Palabra los hará libres. Ya no serán esclavos.
4- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, amarán a Mi Hijo más y más.
5- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un conocimiento más profundo de Mi Hijo en sus vidas diarias.
6-
Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un deseo profundo
de vestir con decencia para no perder la Virtud de la modestia
7-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, crecerán en la virtud de la castidad.
8-Todos
los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán una conciencia más
profunda de sus pecados y tratarán sinceramente de enmendar sus vidas.
9-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un profundo deseo de difundir el mensaje de Fátima.
10- Sobre todos que lleven piadosamente el Rosario, derramaré las gracias de las que soy medianera.
11-Todos que lleven piadosamente el Rosario, serán llenados de un profundo deseo de rezarlo y meditar sobre los misterios.
12- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán paz en sus vidas diarias.
13-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, serán reconfortados en momentos de tristeza.
14-
Todos los que lleven piadosamente el Rosario, se les concederá el poder
de tomar decisiones sabias a través del Espíritu Santo.
15-
Todos los que lleven piadosamente el Rosario, los llenaré de un
profundo deseo de llevar el Escapulario café del Monte Carmelo.
16- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, venerarán Mi Inmaculado Corazón y el sagrado Corazón de Mi Hijo Jesús.
17-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, no tomarán el nombre de Dios en vano.
18-Todos
los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán una profunda compasión
por Cristo crucificado y crecerán en su amor por El.
19-
Muchos de los que lleven piadosamente el Rosario, serán sanados de
enfermedades físicas, mentales y emocionales; así que llevadlo a los
enfermos y moribundos.
20- Las familias que lleven piadosamente el Rosario, tendrán paz en sus hogares.
NO ES PESO SI HAY AMOR ....
NO ES PESO SI HAY AMOR
Un
arqueólogo fue al Himalaya de peregrinación. Por aquél entonces, los templos antiguos
situados a gran altura eran muy complicados de alcanzar y mucha gente simplemente ya no
volvía. Se llegaba a través de pequeños senderos al borde de precipicios
extraordinariamente profundos, con nieves perpetuas. Tan sólo un pequeño resbalón y
todo habría acabado. Ahora los caminos están en mejores condiciones, pero en el tiempo
del que hablamos eran muy difíciles. El arqueólogo iba cansado, aún llevando muy poco equipaje (porque llevar mucho equipaje a esas alturas se hace imposible). Además, según se asciende, se hace más difícil respirar.
Delante de él, vio a una niña que no tendría más de diez años, cargando a un niño, muy gordito, sobre sus hombros. Ella iba sudando, respirando pesadamente, y cuando el hombre pasó a su lado le dijo: Niña, debes debes estar muy cansada. Llevas mucho peso sobre ti.
La niña le respondió: Usted es quien lleva peso, esto no es un peso, esto es mi hermanito.
Moraleja: Muchas veces pensamos que no podemos presentarnos ante Dios por miedo a que seamos una carga para Él, pues pensamos que al igual que el nuestro, el amor de Dios es limitado y condicionado. El amor de Dios es tan grande que no lo podemos entender, solamente aceptar. Siempre que el enemigo te haga pensar que Dios no tiene tiempo para ti y que eres una carga para Dios, debes recordar que Dios no lleva "cargas", te lleva a ti que eres su creación, y en cuanto al tiempo es solamente una limitación de nosotros los humanos.
Afortunadamente el amor de Dios es permanente..
(WEB CATOLICO DE JAVIER)
MARÍA Y UNA PREGUNTA DE JESÚS....
Autor: Marír Susana Ratero | Fuente: Catholic.net María y una pregunta de Jesús… | |
¿Quién es mi Madre? Pues, la que hizo la Voluntad de mi Padre y si queréis ser realmente mi hermano, mi hermana y mi madre, debes hacerte, hijo de esta Madre. | |
Madre, en la Misa de hoy se ha leído una parte del Evangelio que mucho me cuesta comprender… y me quedo mirando tu imagen, buscando en ti las palabras que no hallo. Más, Tu siempre eres respuesta a tus hijos cuando la búsqueda es sincera, llena de amor y confianza.. - Ven, hija- y te sigo… ya se hace costumbre al alma el seguirte, porque siempre tu compañía me deja mejor trazado el camino hacia Tu Hijo… Llegamos a Cafarnaúm. Jesús está en casa. Se ha juntado tanta gente que ni siquiera puede comer. Nos acercamos sin entrar. Nos quedamos junto a la puerta. Allí también se hallan los primos de Jesús (la palabra "hermano", en hebreo, abarca a los primos y parientes) La gente reparó en ti. Es que tu presencia jamás pasa inadvertida para tus hijos. La Llena de Gracia, la que ganó por humildad los más grandes regalos de amor del Padre. La Llena de gracia y en la puerta… esperando, sin hacer ostentación de tus privilegios de Madre. Y Jesús te ve… y saca de tu presencia una profunda enseñanza… Le dice la gente "Tu Madre y tus hermanos te buscan, ahí afuera" La escena es clara, la distancia prudente… Y Jesús nos habla entonces acerca de ti… - ¿Quién es mi Madre?- Y sus ojos brillan de manera especial… como haciendo eco a esta pregunta, como diciendo: - ¿Sabéis vosotros quién es, realmente, esa simple mujer que todos conocen? ¿Sabéis acaso que Ella está en el Corazón del Padre desde antes de la Creación del mundo? ¿Sabéis que sólo en Ella hallé mi complacencia para venir del Padre hasta vosotros? ¿Conocéis que los días que habité en su purísimo vientre fueron los más serenos, los más parecidos a la Mansión del Padre de donde venía? - ¿Quién es mi Madre?-repite tu Hijo, María, y veo tu mirada baja, humilde, sencilla… Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, sentados esperando una palabra, un camino… si, Tu Hijo, Madre, les habla a los que se acercan a El y allí se quedan, en espera, Tu Hijo les muestra el camino. El camino que Tú has recorrido… - Pues, la que hizo la Voluntad de mi Padre (y Jesús volvió a escuchar en su Corazón tus palabras de la Anunciación "Hágase en mi Su Voluntad") y si queréis ser realmente mi hermano, mi hermana y mi madre, debéis haceros, en vuestro corazón, hijos de esta Madre… Extiendes tu Mano, Madrecita, buscando la mía, como siempre, como cada día aún cuando no lo noto, más aún cuando te creo ausente… Miro a Jesús a los ojos y mi corazón susurra un "gracias" tembloroso y emocionado, un silencioso "gracias"" que Jesús escucha en las profundidades de mi alma… Y me dejo llevar por Ti, María, para aprender, en Tu Corazón, el camino de la Voluntad del Padre… Amiga mía, amigo mío que lees estas líneas. María tiende hacia ti su Mano. Tómala confiado, que Ella te llevará por un camino corto, perfecto, fácil y seguro, donde Jesús te espera para decirte "hermana mía, hermano mío" |
DIOS ES UNA PERSONA
Dios es una persona
Hablar
con Dios es como hablar con las personas: el Padre, el Hijo, el
Espíritu Santo. Por que este es nuestro Dios, uno y trino, no un dios
indefinido y difuso, como un espray esparcido un poco por todas partes.
Este es el significado de la reflexión propuesta por el papa Francisco en la homilía de la misa celebrada en la mañana del jueves 18 de abril en la Domus Sanctae Marthae, a la que asistieron los directores y funcionarios de la Inspección de Seguridad Pública del Vaticano.
Concelebraron con el papa, entre otros, el arzobispo Angelo Becciu, sustituto de la Secretaría de Estado; los obispos Charles Scicluna, obispo auxiliar de Malta, y Flavio Roberto Carraro, obispo emérito de Verona. Asimismo, los prelados José Bettencourt, jefe de protocolo de la Secretaría de Estado, Antonio Scotti, jefe de la oficina de la primera sección de la Secretaría de Estado, y Giuseppe Saia, coordinador nacional de los capellanes de la Policía del Estado italiano.
La ceremonia estuvo dirigida por monseñor Guillermo Javier Karcher, maestro de ceremonias papales. Entre las personalidades presentes, estuvieron los prefectos Alessandro Marangoni, director adjunto de la Policía, y Salvatore Festa, director de la oficina de enlace entre el Vaticano y el Ministerio del Interior de Italia, así como Enrico Avola, director de la Inspección de Seguridad Pública
en el Vaticano.
Es el Señor quien "nos habla de la fe", comenzó así la homilía del papa. Él nos dice «creer en él. Pero primero nos dice algo más: "Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió”. Ir a Jesús, encontrar a Jesús, conocer a Jesús es un don del Padre. Es un regalo. La fe es un don. Un regalo que recibimos en el bautismo, pero que luego debe desarrollarse en la vida, crecer en nuestro corazón, extenderse en las obras que hacemos. La fe es un don, y los que tienen esta fe, tienen vida eterna. Podemos preguntarnos: "¿Tenemos fe?". "Sí, sí, yo creo en Dios." "¿Pero en cuál Dios tú crees?". "¡Bueno, en Dios!" ¿Cuántas veces escuchamos esto "en Dios"? Un dios difuso, un dios-espray, que está un poco en todas partes, pero no se sabe lo que es. Creemos en Dios que es Padre, que es Hijo, que es Espíritu Santo. Creemos en las personas, y cuando hablamos con Dios hablamos con personas: o hablo con el Padre, o hablo con el Hijo, o hablo con el Espíritu Santo. Y esta es la fe».
Refiriéndose a la primera lectura de los Hechos de los Apóstoles (8, 26-40), el papa se centró en la figura del eunuco etíope, tesorero de la reina Candace, quien tenía una fe poco madura y sólida, "una fe que se iniciaba”. Sin embargo, "tenía buena voluntad. Había venido a Jerusalén para orar, para adorar a Dios, y leía al profeta Isaías. Tenía una cierta inquietud en el alma. Se la había metido el Padre para atraerlo a Jesús. Y este hombre, cuando Felipe se acercó a él y le preguntó: "¿Entiendes lo que estás leyendo?", le responde que no. Y cuando Felipe le anuncia a Jesús, este hombre siente que esta es una buena noticia. Siente el gozo. Empieza a sentir una alegría especial. Y tan grande fue la alegría que al ver el agua, dice,
"¡Bautízame ahora! ¡Quiero seguir a Jesús!"
Esto, señaló el papa Francisco, es algo que debería hacernos reflexionar: «Pensemos: no era un hombre de la calle, un hombre común. Era un ministro de economía, ¡eh! Podemos pensar que estaba un poco apegado al dinero. También podemos pensar que era un 'arribista', porque había renunciado a la paternidad por su carrera, ¿no? Pero todo esto se viene abajo ante la invitación del Padre a encontrar a Jesús. Esta es la fe. Y después Jesús nos dice cómo es su camino, nos enseña las actitudes de los que le siguen: en las bienaventuranzas, después en nuestra actitud. "Para seguirme, estas son las cosas que hacer: las Bienaventuranzas». A lo que se añaden las actitudes descritas en el «capítulo 25 de Mateo, sobre el juicio final: "Tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me ofrecieron agua, estuve enfermo y me visitaste" (Mateo 25, 31-46). Son las actitudes de los discípulos de Jesús. Quien tiene fe, tiene la vida eterna, tiene la vida. Pero la fe es un don, es el Padre quien la da. Nosotros debemos seguir por este camino».
Nos puede pasar también a nosotros, observaba el papa, el ir por ese camino, mientras estamos absortos en nuestros pensamientos. Además, "todos somos pecadores y siempre tenemos algunas cosas que no van", aunque el Señor nos perdona "si pedimos perdón siempre: ¡y hacia adelante, sin desanimarnos!".
Es posible, por lo tanto, que sobre dicho camino nos suceda lo mismo que pasó con el tesorero etíope. Una vez vuelto a salir del agua después del bautismo --dijo el papa Francisco--, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y él "no le vio más. Y lleno de alegría siguió su camino".
Era la alegría de la fe, "la alegría de haber encontrado a Jesús, la alegría que solo nos la da Jesús, la alegría que da paz: no la que da el mundo, la que da Jesús. Esta es nuestra fe", aquella que nos "hace fuerte, nos hace alegres", y que se alimenta siempre en la vida "con pequeños encuentros diarios con Jesús".
Al final de la Misa, después de la oración a san Miguel Arcángel, patrono de la Policía del Estado, el papa agradeció a todos los presentes "por el servicio que realizan en la sociedad. Un servicio difícil; un servicio para el bien común, para la paz común. Un servicio que es peligroso, también, para la vida. Un servicio que --como le hemos pedido a san Miguel Arcángel--, requiere rectitud de la mente, fuerza de voluntad, honestidad con los afectos, serenidad. Muchas gracias por este servicio. Que el Señor les
bendiga mucho".
Tomado de L'Osservatore Romano del 18 de abril de 2013
Traducido del italiano por José Antonio Varela V.
Este es el significado de la reflexión propuesta por el papa Francisco en la homilía de la misa celebrada en la mañana del jueves 18 de abril en la Domus Sanctae Marthae, a la que asistieron los directores y funcionarios de la Inspección de Seguridad Pública del Vaticano.
Concelebraron con el papa, entre otros, el arzobispo Angelo Becciu, sustituto de la Secretaría de Estado; los obispos Charles Scicluna, obispo auxiliar de Malta, y Flavio Roberto Carraro, obispo emérito de Verona. Asimismo, los prelados José Bettencourt, jefe de protocolo de la Secretaría de Estado, Antonio Scotti, jefe de la oficina de la primera sección de la Secretaría de Estado, y Giuseppe Saia, coordinador nacional de los capellanes de la Policía del Estado italiano.
La ceremonia estuvo dirigida por monseñor Guillermo Javier Karcher, maestro de ceremonias papales. Entre las personalidades presentes, estuvieron los prefectos Alessandro Marangoni, director adjunto de la Policía, y Salvatore Festa, director de la oficina de enlace entre el Vaticano y el Ministerio del Interior de Italia, así como Enrico Avola, director de la Inspección de Seguridad Pública
en el Vaticano.
Es el Señor quien "nos habla de la fe", comenzó así la homilía del papa. Él nos dice «creer en él. Pero primero nos dice algo más: "Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió”. Ir a Jesús, encontrar a Jesús, conocer a Jesús es un don del Padre. Es un regalo. La fe es un don. Un regalo que recibimos en el bautismo, pero que luego debe desarrollarse en la vida, crecer en nuestro corazón, extenderse en las obras que hacemos. La fe es un don, y los que tienen esta fe, tienen vida eterna. Podemos preguntarnos: "¿Tenemos fe?". "Sí, sí, yo creo en Dios." "¿Pero en cuál Dios tú crees?". "¡Bueno, en Dios!" ¿Cuántas veces escuchamos esto "en Dios"? Un dios difuso, un dios-espray, que está un poco en todas partes, pero no se sabe lo que es. Creemos en Dios que es Padre, que es Hijo, que es Espíritu Santo. Creemos en las personas, y cuando hablamos con Dios hablamos con personas: o hablo con el Padre, o hablo con el Hijo, o hablo con el Espíritu Santo. Y esta es la fe».
Refiriéndose a la primera lectura de los Hechos de los Apóstoles (8, 26-40), el papa se centró en la figura del eunuco etíope, tesorero de la reina Candace, quien tenía una fe poco madura y sólida, "una fe que se iniciaba”. Sin embargo, "tenía buena voluntad. Había venido a Jerusalén para orar, para adorar a Dios, y leía al profeta Isaías. Tenía una cierta inquietud en el alma. Se la había metido el Padre para atraerlo a Jesús. Y este hombre, cuando Felipe se acercó a él y le preguntó: "¿Entiendes lo que estás leyendo?", le responde que no. Y cuando Felipe le anuncia a Jesús, este hombre siente que esta es una buena noticia. Siente el gozo. Empieza a sentir una alegría especial. Y tan grande fue la alegría que al ver el agua, dice,
"¡Bautízame ahora! ¡Quiero seguir a Jesús!"
Esto, señaló el papa Francisco, es algo que debería hacernos reflexionar: «Pensemos: no era un hombre de la calle, un hombre común. Era un ministro de economía, ¡eh! Podemos pensar que estaba un poco apegado al dinero. También podemos pensar que era un 'arribista', porque había renunciado a la paternidad por su carrera, ¿no? Pero todo esto se viene abajo ante la invitación del Padre a encontrar a Jesús. Esta es la fe. Y después Jesús nos dice cómo es su camino, nos enseña las actitudes de los que le siguen: en las bienaventuranzas, después en nuestra actitud. "Para seguirme, estas son las cosas que hacer: las Bienaventuranzas». A lo que se añaden las actitudes descritas en el «capítulo 25 de Mateo, sobre el juicio final: "Tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me ofrecieron agua, estuve enfermo y me visitaste" (Mateo 25, 31-46). Son las actitudes de los discípulos de Jesús. Quien tiene fe, tiene la vida eterna, tiene la vida. Pero la fe es un don, es el Padre quien la da. Nosotros debemos seguir por este camino».
Nos puede pasar también a nosotros, observaba el papa, el ir por ese camino, mientras estamos absortos en nuestros pensamientos. Además, "todos somos pecadores y siempre tenemos algunas cosas que no van", aunque el Señor nos perdona "si pedimos perdón siempre: ¡y hacia adelante, sin desanimarnos!".
Es posible, por lo tanto, que sobre dicho camino nos suceda lo mismo que pasó con el tesorero etíope. Una vez vuelto a salir del agua después del bautismo --dijo el papa Francisco--, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y él "no le vio más. Y lleno de alegría siguió su camino".
Era la alegría de la fe, "la alegría de haber encontrado a Jesús, la alegría que solo nos la da Jesús, la alegría que da paz: no la que da el mundo, la que da Jesús. Esta es nuestra fe", aquella que nos "hace fuerte, nos hace alegres", y que se alimenta siempre en la vida "con pequeños encuentros diarios con Jesús".
Al final de la Misa, después de la oración a san Miguel Arcángel, patrono de la Policía del Estado, el papa agradeció a todos los presentes "por el servicio que realizan en la sociedad. Un servicio difícil; un servicio para el bien común, para la paz común. Un servicio que es peligroso, también, para la vida. Un servicio que --como le hemos pedido a san Miguel Arcángel--, requiere rectitud de la mente, fuerza de voluntad, honestidad con los afectos, serenidad. Muchas gracias por este servicio. Que el Señor les
bendiga mucho".
Tomado de L'Osservatore Romano del 18 de abril de 2013
Traducido del italiano por José Antonio Varela V.
viernes, 19 de abril de 2013
EL PASADO ES HOY
Autor: Oscar Schmidt | Fuente: www.reinadelcielo.org El pasado es hoy | |
Para Dios, el tiempo es siempre el ahora: tiempo de reparar tantas faltas y ofensas | |
El entendimiento de los tiempos de Dios nos permite también darle otro sentido a la necesidad de que obremos en beneficio de la Obra Celestial. Nuestra curiosidad nos desvía a tratar de saber qué es lo que va a ocurrir y cuando, pero los tiempos de Dios no son nuestros tiempos: es mejor obrar en el presente y dejar que el futuro se desarrolle de acuerdo a los designios de la Divina Providencia. Pero, ¿y el pasado?. Tendemos a ver el pasado como un libro cerrado, algo que terminó. Pero si Jesús vio en el Getsemani los pecados de los hombres y mujeres del futuro, ¡quiere decir que nos estaba viendo a nosotros actuar hoy en día!. Nuestras buenas acciones de hoy son un consuelo para lo que Jesús tuvo que ver hace dos mil años, y eso, bajo los tiempos de Dios, está ocurriendo en este momento. También, tristemente, nuestras faltas de hoy engrosan el dolor de Jesús en aquel momento, porque para El, todo esto ocurre hoy en el chispazo que para el Creador representa la historia completa del hombre. ¡Que maravilla!. La historia la escribimos nosotros, a cada instante. Nunca es tarde, ni temprano. Para Dios, el tiempo es siempre el ahora: tiempo de reparar tantas faltas y ofensas a Su Santo Nombre. Si en este momento rezo o abro mi corazón a Cristo, le quito un poco del peso que siente en el Getsemani. Y digo “siente” porque bajo este concepto de tiempo Divino, el Getsemani es ahora, Jesús está viendo nuestra vida desde el huerto en este mismo momento. Y también Su paso con la Cruz a cuestas es en este momento, y Su Crucifixión, y Su Santa Muerte y Resurrección. Todo forma parte del mismo plano, a los Ojos de Dios. Es como si el Corazón de Dios fuera un enorme estanque, sin tiempo ni espacio, en el que se van volcando las acciones de la humanidad, a lo largo de toda su historia, desde el Génesis hasta el futuro Retorno del Señor en Gloria. Y ese estanque está permanentemente recibiendo gotas de Sangre y de Miel. Sangre por los pecados, Miel por el amor que emana de nuestras buenas acciones. El libre albedrío que Dios nos regaló nos permite optar entre hacer caer Sangre en el estanque, o miel que endulce el Corazón de Cristo, nuestro Cristo. Y si hacemos caer miel ahora, le damos a Jesús un motivo más para que El se consuele en el Getsemaní frente a la traición, Pasión y Muerte que está por enfrentar. Es como decirle: ¡Señor, claro que no es en vano, aquí también estoy yo junto a Ti compartiendo Tu momento de dolor!. ¿Sientes a Jesús en el Huerto en este momento, viendo tu corazón y mendigando un poco de dulce amor?. Si, ahora mismo, pidiéndote que hagas algo para compensar toda la Sangre que brota de Su Cuerpo ante la vista de tanto pecado, pasado, presente y futuro. |
jueves, 18 de abril de 2013
SI COMES DE ESTE PAN, VIVIRÁS PARA SIEMPRE
Autor: Ignacio Sarre | Fuente: Catholic.net
Si comes de este pan, vivirás para siempre
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Juan
6, 44-51. Pascua. Como el cuerpo es sostenido por el alimento, así
nuestra alma necesita de la Eucaristía.
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Nadie puede venir a mí, si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo le resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: Serán todos enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo. Oración introductoria Señor, creo en ti. Creo que por amor te has quedado en la Eucaristía para darme el pan que me da la vida. Confío en tu planes divinos y te pido en esta oración una fe que me haga ver mucho más allá de las preocupaciones, de las tristezas, para poder caminar siempre hacia delante. Petición Señor, ayúdame a amarte más, a quererte más, a buscar solamente lo que a ti te agrade. Meditación del Papa Después de que el día anterior había dado de comer a miles de personas con solo cinco panes y dos peces. Jesús revela el significado de ese milagro, es decir, que el tiempo de las promesas se ha cumplido: Dios Padre, que con el maná había alimentado a los israelitas en el desierto, ahora lo envió a Él, el Hijo, como verdadero Pan de vida, y este pan es su carne, su vida, ofrecida en sacrificio por nosotros. Se trata, por lo tanto, de acogerlo con fe, no escandalizándose de su humanidad; y de lo que se trata es de "comer su carne y beber su sangre", para tener en sí mismo la plenitud de la vida. […] Y redescubramos la belleza del sacramento de la Eucaristía, que expresa toda la humildad y la santidad de Dios: el hacerse pequeño, Dios se hace pequeño, fragmento del universo para reconciliar a todos en su amor. La Virgen María, que dio al mundo el Pan de la vida, nos enseñe a vivir siempre en profunda unión con Él. (Benedicto XVI, 19 de agosto de 2012). Reflexión Tenemos hambre, hambre de Dios. Necesitamos el pan de vida eterna. Quizás hemos probado otros banquetes y hemos descubierto que no sacian nuestro deseo plenamente. Pero Cristo se revela como el alimento que necesitamos, el único que puede colmar nuestras necesidades y darnos la fuerza para el camino. El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que en la comunión recibimos el pan del cielo y el cáliz de la salvación, el Cuerpo y la Sangre de Cristo que se entregó para la vida del mundo (cfr. CIC 1355). Como el cuerpo es sostenido por el alimento, así nuestra alma necesita de la Eucaristía. Cristo baja del cielo al altar, por manos del sacerdote. Viene a nosotros y espera que también nosotros vayamos a El, que le busquemos con frecuencia para recibirle, para visitarle en el Sagrario. Es pan de vida eterna, según su promesa: Que todo el que ve al Hijo y cree en El tenga la vida eterna. Quien vive sostenido por la Eucaristía, crece progresivamente en unión con Dios, y viéndole en este mundo bajo el velo de las especies del pan y el vino, nos preparamos para contemplarle cara a cara en la vida futura. Propósito Acercarme a la Eucaristía debidamente preparado y con la máxima frecuencia posible. Diálogo con Cristo Señor Jesús, me das el pan que necesito para poder vivir plenamente mi vocación. ¿Realmente «aprovecho» este sacramento? ¿Estoy consciente de que la Eucaristía no es un símbolo, que eres Tú, un Dios vivo, hecho hostia, el que voy a recibir en mi interior? Te suplico que esta meditación me lleve a contemplarte en la Eucaristía y nunca permitas que se me haga una costumbre, un rito o un hábito sin sentido. |
martes, 16 de abril de 2013
lunes, 15 de abril de 2013
ORACIÓN POR LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO
Oración por las Benditas Ánimas del Purgatorio
María, Reina del Purgatorio, te ruego por aquellas almas por las cuales tengo o pueda tener alguna obligación, sea de caridad o de justicia.
Dios te salve María...
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz.
Así sea.
María, Reina del Purgatorio: te ruego por las almas más abandonadas y olvidadas y a las cuales nadie recuerda; tú, Madre, que te acuerdas de ellas, aplícales los méritos de la Pasión de Jesús, tus méritos y los de los santos, y alcancen así el eterno descanso.
Dios te salve María...
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz.
Así sea.
María, Reina del Purgatorio: te ruego por aquellas almas que han de salir más pronto de aquel lugar de sufrimientos, para que cuanto antes vayan a cantar en tu compañía las eternas misericordias del Señor.
Dios te salve María...
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz.
Así sea.
María, Reina del Purgatorio: te ruego de una manera especial por aquellas almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la divina Justicia. Ten compasión de ellas, ya que no pueden merecer sino sólo padecer; abrevia sus penas y derrama sobre estas almas el bálsamo de tu consuelo.
Dios te salve María...
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz.
Así sea.
María, Reina del Purgatorio: te ruego de modo especial por aquellas almas que más padecen. Es verdad que todas sufren con resignación, pero sus penas son atroces y no podemos imaginarlas siquiera. Intercede Madre nuestra por ellas, y Dios escuchará tu oración.
Dios te salve María...
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz.
Así sea.
Virgen Santísima, te pido que, así como me acuerdo de las benditas ánimas del Purgatorio, se acuerden de mí los demás, si he de ir allá a satisfacer por mis pecados. En ti, Madre mía, pongo toda mi confianza de hijo, y sé que no he de quedar defraudado.
Amén
María, Reina del Purgatorio, te ruego por aquellas almas por las cuales tengo o pueda tener alguna obligación, sea de caridad o de justicia.
Dios te salve María...
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz.
Así sea.
María, Reina del Purgatorio: te ruego por las almas más abandonadas y olvidadas y a las cuales nadie recuerda; tú, Madre, que te acuerdas de ellas, aplícales los méritos de la Pasión de Jesús, tus méritos y los de los santos, y alcancen así el eterno descanso.
Dios te salve María...
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz.
Así sea.
María, Reina del Purgatorio: te ruego por aquellas almas que han de salir más pronto de aquel lugar de sufrimientos, para que cuanto antes vayan a cantar en tu compañía las eternas misericordias del Señor.
Dios te salve María...
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz.
Así sea.
María, Reina del Purgatorio: te ruego de una manera especial por aquellas almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la divina Justicia. Ten compasión de ellas, ya que no pueden merecer sino sólo padecer; abrevia sus penas y derrama sobre estas almas el bálsamo de tu consuelo.
Dios te salve María...
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz.
Así sea.
María, Reina del Purgatorio: te ruego de modo especial por aquellas almas que más padecen. Es verdad que todas sufren con resignación, pero sus penas son atroces y no podemos imaginarlas siquiera. Intercede Madre nuestra por ellas, y Dios escuchará tu oración.
Dios te salve María...
Dales, Señor, el descanso eterno.
Y luzca para ellas la luz perpetua.
Descansen en paz.
Así sea.
Virgen Santísima, te pido que, así como me acuerdo de las benditas ánimas del Purgatorio, se acuerden de mí los demás, si he de ir allá a satisfacer por mis pecados. En ti, Madre mía, pongo toda mi confianza de hijo, y sé que no he de quedar defraudado.
Amén
ANCLADO EN LA ESPERANZA
Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net Anclado en la esperanza | |
A veces quedamos anclados en el pasado, inmovilizados por la pena ante lo sucedido. Una y otra vez nos lamemos la herida. | |
Ocurrió. Cometí ese pecado que tanto daño me hizo. Falté a una promesa dada. No ayudé a un familiar que me necesitaba. Traicioné la confianza de un amigo. O, simplemente, fui víctima de los actos que otros cometieron con una malicia que me llena de rabia. Ocurrió. A veces quedamos anclados en el pasado, inmovilizados por la pena ante lo sucedido. Una y otra vez nos lamemos la herida. La pena domina nuestras almas. Vivir así, con la mirada puesta en los errores pasados, puede llevarnos hacia la apatía y la desgana, hacia tristezas enfermizas, hacia reproches continuos hacia otros o hacia uno mismo. Tenemos, sin embargo, un presente en nuestras manos y un futuro abierto a mil posibilidades. Miradas de amigos y familiares me invitan a dar un paso hacia adelante, sin dejarme apresar por las arenas movedizas de un pasado que no puedo cambiar. Incluso Dios mismo me mira con un afecto particular, intenso. Me busca para lavar mis faltas. Me invita a perdonar a quien me haya traicionado. Me lanza a edificar mi vida no desde lágrimas amargas sino desde una esperanza que viene de lo alto. Necesito dejar de lado actitudes malsanas que me arrastran a la pereza. Sólo entonces empezaré a vivir anclado en la esperanza. Amanece un nuevo día. Dios me renueva su amor de Padre y me regala su gracia. Tomado de su mano puedo emprender esta jornada con el deseo de dar mi tiempo, mis cualidades y mi corazón al servicio de quien necesita a su lado una mano amiga y llena de esperanza. |
domingo, 14 de abril de 2013
¿HAY POLVOS INVISIBLES?
Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net ¿Hay polvos invisibles? | |
No hay polvos invisibles. Hay corazones encogidos o corazones grandes, corazones descuidados y corazones atentos. | |
Ocurre en la vida familiar o en el lugar de trabajo: unos ven ciertas cosas, otras ven otras. Nacen, entonces, reproches y quejas: “¿No ves el polvo encima del televisor?” “¿No te das cuenta de que siempre queda encendida la luz de tu cuarto?” “¿Por qué siempre dejas papeles por los suelos?” “¿Cuándo vas a empezar a limpiarte los zapatos?” Mientras uno percibe claramente el polvo y no descansa hasta eliminarlo, otro quizá ni se percata de su presencia, o lo ve con indiferencia, como parte de la vida: no siente la menor necesidad de buscar un trapo para mejorar la limpieza de la casa. Los ejemplos mencionados son sencillos, pero a veces llevan a tensiones fuertes en la vida de la familia o del grupo. Otras situaciones son mucho más graves. Una persona se emborracha y no se da cuenta del daño que hace a los suyos. Un joven dedica sus tardes a matar el tiempo con música o con juegos electrónicos, y no percibe para nada el dolor que provoca en sus padres. Un adulto vive con un egocentrismo obsesivo y no capta las necesidades de quienes viven a su lado... El corazón de cada ser humano percibe y capta lo que hay “afuera” según valores y principios internos. Si uno vive para satisfacer sus gustos, para realizar sus proyectos, para huir de todo sacrificio, para escabullirse de cualquier responsabilidad... llegará un día en que no será capaz de ver ni el polvo en los muebles del pasillo ni las lágrimas de sus padres que sufren al verle hundirse en una pereza patológica. En cambio, si uno tiene cariño hacia las personas y hacia el ambiente en el que vive. Si uno cuida los detalles de su ropa para dar gusto a los que ama. Si uno aprende a percibir el estado de ánimo de los otros para evitarles disgustos y para contentarles en todo lo que sea bueno y sano. Si uno abre los ojos y da gracias por tantos gestos de cariño de los seres queridos... entonces verá polvos y arrugas en la ropa, y, sobre todo, captará al vuelo con qué palabras y con qué acciones puede hacer más felices a quienes viven a su lado. No hay polvos invisibles. Hay corazones encogidos o corazones grandes, corazones descuidados y corazones atentos. Cada día modelo un poco mi conciencia. Si aprendo a dejarme ayudar por quienes me aman, si me abro a Dios que busca lo mejor para sus hijos, tendré unos ojos muy abiertos y un alma enorme, grande, disponible para el servicio y la entrega a mis hermanos. |
sábado, 13 de abril de 2013
¿QUÉ ES EL REIKI?
Eduardo es un joven español que ha explicado su experiencia con el Reiki y la Nueva Era a ReL.
"Yo aprendí en mis carnes que las ofertas de la Nueva Era no son lo que parecen, que las supuestas energías que te venden no son energías, no vienen ni de la tierra, ni muchísimo menos de Dios. La gente no sabe dónde se está metiendo", denuncia Eduardo.
La forma más común de caer en el Reiki es sufrir alguna enfermedad y buscar algo alternativo, a menudo por consejos de amigos, pseudo-terapeutas, etc...
- Uy, tú lo que necesitas es que te hagan un poco de Reiki...
- Rei... ¿qué? ¿Eso qué es lo que es?
- ¡Reiki, hombre! Es una terapia buenísima para todo… Te cura y te mejora todo tipo de enfermedades físicas y psicológicas. Incluso te puede ayudar a morir, si es que ya ha llegado tu hora. Puede ser como una terapia o tratamiento paliativo…
Diálogos así, señala Eduardo, llevan al Reiki a muchas personas.
Sin formación sobre el mal y lo sobrenatural
"Te quedas con cara de póker. Suele resultar que tú eres (como lo era yo) un total analfabeto en temas religiosos. De pequeño te bautizaron, pero tú no te acuerdas. Hiciste la Primera Comunión vestido de blanco, porque la hacían tus amigos pero realmente no te habías enterado muy bien de lo que estabas haciendo. Y jamás ningún cura en 12 años de colegio católico y catecismo te habló sobre el mal, Satanás, el demonio... Nunca te advirtieron que no debes abrir una puerta al demonio, que después cerrarla cuesta meses o años de oración y de ni-te-imaginas", explica Eduardo.
Y así la persona se apunta un teléfono, llama y acude a su primera sesión de Reiki.
El anzuelo del bienestar
»El Reiki habla de una técnica japonesa de energía canalizada para la sanación. Te explican que tenemos chakras -puntos energéticos en el cuerpo- y seguramente nos dirán que tenemos el aura de color un poco pálido y que eso denota enfermedad. Y te dicen que no te preocupes porque impondrán sus manos sobre nuestro cuerpo y todo se irá yendo progresivamente…
»Y el problema es que eso parece al principio. Llegas a notar una pseudo sensación de bien estar, una falsa sanación de síntomas… Es un anzuelo para que pienses que todo eso es maravilloso. También piensas: Uy, yo aquí tomando medicamentos y destrozándome el hígado, cuando todo esto se puede resolver con una imposición de manos".
El segundo paso, dice Eduardo, es preguntar al operario:
- Oye, perdona, y para hacer esto, ¿qué es lo que hay que estudiar?
- Pues nada en especial, esto lo puede hacer todo el mundo -suele ser la respuesta. -Solamente tienes que hacer un sencillo curso y pasado el primer nivel ya uno empieza a ser canal de energía y ya la empiezas a notar en las manos. Y a partir de ahí ya no tienes que venir a que te lo hagamos aquí, porque tú mismo ya puedes autosanarte.
"El tercer paso si eres un poco curioso, como yo lo fui en su día, es apuntarte al siguiente curso que hagan", señala Eduardo. "Y no se crean ustedes que en estos cursos se mete gente rara, con problemas sociales o con una vida diferente a la de cualquiera. No, esos cursos están llenitos de gente de toda edad y clase social. Especialmente jóvenes como yo, ansiosos de poder sanar a otra gente. Jóvenes que no saben que le están abriendo la puerta al demonio".
Amor, meditación y buen rollito
»Llegas al curso y un grupo de gente te habla de paz, amor, meditación y buen rollito… Energía positiva para tu vida y la capacidad de auto-sanación que tiene el mundo entero. Una energía que Dios repartió a la tierra.
»Según algunos de ellos, a los sacerdotes no les conviene contar esto porque a ellos les interesa tener el poder de sanación de enfermos en exclusiva. Y te dicen aquello de: “con la iglesia hemos topao, ya sabes”. Y tú lo ves todo claro y piensas que puede que tengan toda la razón e inmediatamente te metes en vereda con los chakras, las capas, el aura, la reencarnación, los seres de luz, los maestros de luz, etc… Y te compras un millón de libros porque acabas de descubrir un maravilloso mundo nuevo".
»Durante ese curso, se realiza un ritual. Antes, te dan una enseñanza teórica sobre chakras y un batiburrillo de todas las religiones del mundo mezcladas y manipuladas. Y eso se convierte en el dogma de fe número uno en tu vida. Ya hasta te apetece comprarte una túnica y pintarte un lunar en la frente, el tercer ojo".
Das permiso para sentir las energías
"Después te sometes a un ritual donde te hacen un bailecito japonés y das permiso para sentir las energías. Te tiras 3 horas intentando aprender un símbolo japonés. Te pones a dibujarlo hasta que ya te sale hacerlo sobre un papel, sobre una pared y sobre un cuerpo, hasta que ya lo dibujas con la vista sin tener que trazarlo. Luego, otras 2 horas para aprenderte su extraño nombre en japonés. Pero a las pocas horas, al fin, el símbolo ya es tuyo. Y ya empiezas a utilizarlo. Hay que repetirlo 3 veces para “llamar a la energía curativa”. Y a partir de ahí ya empiezas a sentir esa energía, como eléctrica en las manos. Y te dicen que se puede utilizar para todo.
»Vas a tu casa, marcas la casa entera con el símbolo y se lo cuentas a tus amigos y amigas y vecinos y a la gente que más aprecias en la vida y les dices: amigo, amiga, tienes que aprender a hacer esto.
»El paso siguiente es reunir a tu grupo de amistades más fiel y convencerlos para que ellos también se hagan el curso… Hasta que lo hacen…
Maestros invisibles y cosas sobrenaturales
»Y el penúltimo paso antes de enfermarte, es meterte ya en esa secta hasta puntos insospechados y de repente ir descubriendo que los maestros de Reiki (se alcanza el grado de maestría cuando te has sometido a 4 rituales fantásticos, cada uno con sus símbolos japoneses) son capaces de hacer cosas “sobrenaturales”.
Según Eduardo, a partir de cierto nivel, los "maestros de Reiki" parecen realmente ser "capaces de adivinar cosas, saber cuándo va a haber un terremoto, entender lenguas muertas, ver espíritus pasando por por el salón de su casa". Además, ellos mismos explican que obedecen las órdenes de un invisible "guía espiritual” que según ellos es un “ángel de luz” que es el encargado de guiarlos por su camino espiritual.
Así, lo que empezaba como "una energía curadora", impersonal, canalizable... pasa a ser, a niveles altos, una relación con entidades espirituales invisibles que otorgan conocimientos ocultos.
Es decir, el Reiki implica el trato con las entidades espirituales malignas que la tradición judeocristiana y la Iglesia llama demonios.
El demonio se cobra su precio
"El demonio, que ya sabe que tú lo sabes, no va a permitir que tú vayas contando esto tan alegremente por ahí. Irá a por ti. Lo más leve que te podrá hacer es empezar a arruinarte la vida en todos sus campos, especialmente en el económico/laboral. No te extrañes si tienes una racha de mala suerte que perdura en el tiempo y que no se termina nunca. Ni te extrañes de discusiones en tu hogar que no sabes ni porqué empiezan ni mucho menos, porqué no se terminan nunca. Y luego empezarás a enfermar en mayor o en menor medida. Todo es progresivo, no suele ser de un día para otro", afirma Eduardo.
»Las personas que practican el Reiki, en general no están conscientes de que están llamando a los espíritus de Reiki cuando envían Reiki o están iniciando a otros. Invitan a los espíritus del Reiki dibujando el símbolo japonés de un demonio específico y les invitan llamando su nombre 3 veces, de esta manera pueden enviar la energía Reiki a alguien. También por los mismos símbolos, inician a alguien espiritualmente al Reiki, abriendo, por rituales, acceso a estos espíritus del Reiki para que el fluir de la energía Reiki pueda venir. Los Reikianos son engañados por las manifestaciones y el bienestar a corto plazo".
Eduardo identifica así los 5 dibujos clásicos de la iniciación en el Reiki:
1- Dai-ko-myo, demonio principal, soberano del Reiki
2- Hon-cha-se-shonen, el espíritu de contacto del Reiki. Símbolo y espíritu para el segundo nivel de Reiki, para hacer contacto con una persona o una situación distante. Significado: “de mi divinidad a la tuya”. Se usa en todas las iniciaciones e incluso está escrito en la mano en el ritual para el segundo nivel de Reiki.
3- Sei-heki, espíritu de guía, del Reiki. Símbolo y espíritu para el segundo nivel de Reiki, para influir en los niveles subconscientes. Se puede usar en la manipulación de personas. Este espíritu revela mucho sobre la gente y sus situaciones, y envía esta información al "tercer ojo". Este símbolo también se usa en todas las iniciaciones de Reiki.
4-Tjoko-rei, principal espíritu del Reiki. Símbolo y espíritu para el segundo nivel, activa o incrementa la energía reiki que se envía sobre alguien. Significa: "dios, ven aquí", mandando actuar a la divinidad del reiki.
5- Ling, espíritu principal del Harbori-reiki. Símbolo y espíritu para enviar o incrementar energía: es popular en España.
Hay muchas diferentes formas de reiki que usan otros símbolos, dan nombres a espíritus (ling, raku, dragon de fuego, etc y demonios del satanismo). Cada maestro de Reiki es libre de mezclarlo con lo que quiera. Eduardo señala distintos gurús orientales y líderes de sectas que han creado su variante: reiki de Osho o Reiki de Bagwan, Reiki de Saibaba, Reiki de Yoga, de Karuna, de Harbori, de Rainbow-reiki...etc.
Cuando los materialistas hacen espiritismo
Eduardo señala que muchos usuarios de Reiki son personas vagamente materialistas, atraídos por esa idea de una energía que no es religiosa, y es difícil explicarles lo que se descubre a niveles más avanzados: que es un edificio construido sobre el trato con espíritus. "A la gente a la que le he intentando explicar que esto viene del demonio, se han echado a reir y se piensan que el que estoy en una secta soy yo", lamenta. Sin embargo, la experiencia pastoral de sacerdotes exorcistas católicos de todo el mundo confirma lo vivido por Eduardo.
»Tengo más de 50 amigos y amigas metidos en esto, y estoy rezando para que no se enfermen como yo lo hice, pero creo que es inevitable. En la escuela de masajes que hay en los bajos de mi edificio anuncian cursos de 2º nivel de reiki por 200 euros. ¿Qué se supone que tengo que hacer? ¿Rezar Rosarios, rociar con agua bendita el local? Es complicado hacerles entender que están invocando demonios japoneses en el edificio donde vivo".
Por eso, pide "instruir a los jóvenes en los colegios y en las parroquia".
Para los ateos, tiene un mensaje muy concreto. "Si eres ateo y no crees en nada, al menos no hagas nada: mejor eso, que hacer algo de lo que te puedes arrepentir el resto de tu vida".
Eduardo también cree que el gesto de imposición de manos del reiki es como una mofa o burla del demonio respecto a la oración con gesto de imposición de manos de los cristianos, como se da por ejemplo en la Renovación Carismática Católica, "que en Latinoamérica es muy normal que ayuden en las liberaciones, mientras que aquí en España estamos a uvas como con casi todo".
Los 5 consejos para dejarlo
Eduardo añade 5 recomendaciones para los que ya se metieron en el reiki y quieren dejarlo.
"Si ya te metiste y ya empezaste a darte cuenta de tu gran error, estos son mis consejos:
1- Haz una Confesión completa de vida. Busca un sacerdote y confiesa todo. Empieza por decirle que faltaste al primer mandamiento y que hiciste una práctica espiritual que es una gran ofensa a Dios. Arrepiéntete de corazón y recibe absolución. Infórmate bien de lo que conlleva cumplir los mandamientos porque en España, casi nadie los está cumpliendo.
2- A partir de ese momento, haz vida 100% cristiana. Misa y comunión diaria. Rezar mínimo un Rosario al día.
3- Busca en Internet oraciones católicas de sanación, liberación y renuncia al mal, y rézalas.
4- Haz alguna novena pidiendo una completa sanación y liberación. Esto no es magia, salir de esto se tarda y es proporcional al tiempo que hayas estado practicando…
5- En casos muy graves, busca un sacerdote exorcista experimentado.
Eduardo aporta su correo electrónico ( victimasdeldemonio@gmail.com ) en el que está dispuesto a recibir consultas, comentarios y también "sugerencias, direcciones de exorcistas de cualquier parte del mundo y todo lo que pueda ayudar en estos temas".
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"Yo aprendí en mis carnes que las ofertas de la Nueva Era no son lo que parecen, que las supuestas energías que te venden no son energías, no vienen ni de la tierra, ni muchísimo menos de Dios. La gente no sabe dónde se está metiendo", denuncia Eduardo.
La forma más común de caer en el Reiki es sufrir alguna enfermedad y buscar algo alternativo, a menudo por consejos de amigos, pseudo-terapeutas, etc...
- Uy, tú lo que necesitas es que te hagan un poco de Reiki...
- Rei... ¿qué? ¿Eso qué es lo que es?
- ¡Reiki, hombre! Es una terapia buenísima para todo… Te cura y te mejora todo tipo de enfermedades físicas y psicológicas. Incluso te puede ayudar a morir, si es que ya ha llegado tu hora. Puede ser como una terapia o tratamiento paliativo…
Diálogos así, señala Eduardo, llevan al Reiki a muchas personas.
Sin formación sobre el mal y lo sobrenatural
"Te quedas con cara de póker. Suele resultar que tú eres (como lo era yo) un total analfabeto en temas religiosos. De pequeño te bautizaron, pero tú no te acuerdas. Hiciste la Primera Comunión vestido de blanco, porque la hacían tus amigos pero realmente no te habías enterado muy bien de lo que estabas haciendo. Y jamás ningún cura en 12 años de colegio católico y catecismo te habló sobre el mal, Satanás, el demonio... Nunca te advirtieron que no debes abrir una puerta al demonio, que después cerrarla cuesta meses o años de oración y de ni-te-imaginas", explica Eduardo.
Y así la persona se apunta un teléfono, llama y acude a su primera sesión de Reiki.
El anzuelo del bienestar
»El Reiki habla de una técnica japonesa de energía canalizada para la sanación. Te explican que tenemos chakras -puntos energéticos en el cuerpo- y seguramente nos dirán que tenemos el aura de color un poco pálido y que eso denota enfermedad. Y te dicen que no te preocupes porque impondrán sus manos sobre nuestro cuerpo y todo se irá yendo progresivamente…
»Y el problema es que eso parece al principio. Llegas a notar una pseudo sensación de bien estar, una falsa sanación de síntomas… Es un anzuelo para que pienses que todo eso es maravilloso. También piensas: Uy, yo aquí tomando medicamentos y destrozándome el hígado, cuando todo esto se puede resolver con una imposición de manos".
El segundo paso, dice Eduardo, es preguntar al operario:
- Oye, perdona, y para hacer esto, ¿qué es lo que hay que estudiar?
- Pues nada en especial, esto lo puede hacer todo el mundo -suele ser la respuesta. -Solamente tienes que hacer un sencillo curso y pasado el primer nivel ya uno empieza a ser canal de energía y ya la empiezas a notar en las manos. Y a partir de ahí ya no tienes que venir a que te lo hagamos aquí, porque tú mismo ya puedes autosanarte.
"El tercer paso si eres un poco curioso, como yo lo fui en su día, es apuntarte al siguiente curso que hagan", señala Eduardo. "Y no se crean ustedes que en estos cursos se mete gente rara, con problemas sociales o con una vida diferente a la de cualquiera. No, esos cursos están llenitos de gente de toda edad y clase social. Especialmente jóvenes como yo, ansiosos de poder sanar a otra gente. Jóvenes que no saben que le están abriendo la puerta al demonio".
Amor, meditación y buen rollito
»Llegas al curso y un grupo de gente te habla de paz, amor, meditación y buen rollito… Energía positiva para tu vida y la capacidad de auto-sanación que tiene el mundo entero. Una energía que Dios repartió a la tierra.
»Según algunos de ellos, a los sacerdotes no les conviene contar esto porque a ellos les interesa tener el poder de sanación de enfermos en exclusiva. Y te dicen aquello de: “con la iglesia hemos topao, ya sabes”. Y tú lo ves todo claro y piensas que puede que tengan toda la razón e inmediatamente te metes en vereda con los chakras, las capas, el aura, la reencarnación, los seres de luz, los maestros de luz, etc… Y te compras un millón de libros porque acabas de descubrir un maravilloso mundo nuevo".
»Durante ese curso, se realiza un ritual. Antes, te dan una enseñanza teórica sobre chakras y un batiburrillo de todas las religiones del mundo mezcladas y manipuladas. Y eso se convierte en el dogma de fe número uno en tu vida. Ya hasta te apetece comprarte una túnica y pintarte un lunar en la frente, el tercer ojo".
Das permiso para sentir las energías
"Después te sometes a un ritual donde te hacen un bailecito japonés y das permiso para sentir las energías. Te tiras 3 horas intentando aprender un símbolo japonés. Te pones a dibujarlo hasta que ya te sale hacerlo sobre un papel, sobre una pared y sobre un cuerpo, hasta que ya lo dibujas con la vista sin tener que trazarlo. Luego, otras 2 horas para aprenderte su extraño nombre en japonés. Pero a las pocas horas, al fin, el símbolo ya es tuyo. Y ya empiezas a utilizarlo. Hay que repetirlo 3 veces para “llamar a la energía curativa”. Y a partir de ahí ya empiezas a sentir esa energía, como eléctrica en las manos. Y te dicen que se puede utilizar para todo.
»Vas a tu casa, marcas la casa entera con el símbolo y se lo cuentas a tus amigos y amigas y vecinos y a la gente que más aprecias en la vida y les dices: amigo, amiga, tienes que aprender a hacer esto.
»El paso siguiente es reunir a tu grupo de amistades más fiel y convencerlos para que ellos también se hagan el curso… Hasta que lo hacen…
Maestros invisibles y cosas sobrenaturales
»Y el penúltimo paso antes de enfermarte, es meterte ya en esa secta hasta puntos insospechados y de repente ir descubriendo que los maestros de Reiki (se alcanza el grado de maestría cuando te has sometido a 4 rituales fantásticos, cada uno con sus símbolos japoneses) son capaces de hacer cosas “sobrenaturales”.
Según Eduardo, a partir de cierto nivel, los "maestros de Reiki" parecen realmente ser "capaces de adivinar cosas, saber cuándo va a haber un terremoto, entender lenguas muertas, ver espíritus pasando por por el salón de su casa". Además, ellos mismos explican que obedecen las órdenes de un invisible "guía espiritual” que según ellos es un “ángel de luz” que es el encargado de guiarlos por su camino espiritual.
Así, lo que empezaba como "una energía curadora", impersonal, canalizable... pasa a ser, a niveles altos, una relación con entidades espirituales invisibles que otorgan conocimientos ocultos.
Es decir, el Reiki implica el trato con las entidades espirituales malignas que la tradición judeocristiana y la Iglesia llama demonios.
El demonio se cobra su precio
"El demonio, que ya sabe que tú lo sabes, no va a permitir que tú vayas contando esto tan alegremente por ahí. Irá a por ti. Lo más leve que te podrá hacer es empezar a arruinarte la vida en todos sus campos, especialmente en el económico/laboral. No te extrañes si tienes una racha de mala suerte que perdura en el tiempo y que no se termina nunca. Ni te extrañes de discusiones en tu hogar que no sabes ni porqué empiezan ni mucho menos, porqué no se terminan nunca. Y luego empezarás a enfermar en mayor o en menor medida. Todo es progresivo, no suele ser de un día para otro", afirma Eduardo.
»Las personas que practican el Reiki, en general no están conscientes de que están llamando a los espíritus de Reiki cuando envían Reiki o están iniciando a otros. Invitan a los espíritus del Reiki dibujando el símbolo japonés de un demonio específico y les invitan llamando su nombre 3 veces, de esta manera pueden enviar la energía Reiki a alguien. También por los mismos símbolos, inician a alguien espiritualmente al Reiki, abriendo, por rituales, acceso a estos espíritus del Reiki para que el fluir de la energía Reiki pueda venir. Los Reikianos son engañados por las manifestaciones y el bienestar a corto plazo".
Eduardo identifica así los 5 dibujos clásicos de la iniciación en el Reiki:
1- Dai-ko-myo, demonio principal, soberano del Reiki
2- Hon-cha-se-shonen, el espíritu de contacto del Reiki. Símbolo y espíritu para el segundo nivel de Reiki, para hacer contacto con una persona o una situación distante. Significado: “de mi divinidad a la tuya”. Se usa en todas las iniciaciones e incluso está escrito en la mano en el ritual para el segundo nivel de Reiki.
3- Sei-heki, espíritu de guía, del Reiki. Símbolo y espíritu para el segundo nivel de Reiki, para influir en los niveles subconscientes. Se puede usar en la manipulación de personas. Este espíritu revela mucho sobre la gente y sus situaciones, y envía esta información al "tercer ojo". Este símbolo también se usa en todas las iniciaciones de Reiki.
4-Tjoko-rei, principal espíritu del Reiki. Símbolo y espíritu para el segundo nivel, activa o incrementa la energía reiki que se envía sobre alguien. Significa: "dios, ven aquí", mandando actuar a la divinidad del reiki.
5- Ling, espíritu principal del Harbori-reiki. Símbolo y espíritu para enviar o incrementar energía: es popular en España.
Hay muchas diferentes formas de reiki que usan otros símbolos, dan nombres a espíritus (ling, raku, dragon de fuego, etc y demonios del satanismo). Cada maestro de Reiki es libre de mezclarlo con lo que quiera. Eduardo señala distintos gurús orientales y líderes de sectas que han creado su variante: reiki de Osho o Reiki de Bagwan, Reiki de Saibaba, Reiki de Yoga, de Karuna, de Harbori, de Rainbow-reiki...etc.
Cuando los materialistas hacen espiritismo
Eduardo señala que muchos usuarios de Reiki son personas vagamente materialistas, atraídos por esa idea de una energía que no es religiosa, y es difícil explicarles lo que se descubre a niveles más avanzados: que es un edificio construido sobre el trato con espíritus. "A la gente a la que le he intentando explicar que esto viene del demonio, se han echado a reir y se piensan que el que estoy en una secta soy yo", lamenta. Sin embargo, la experiencia pastoral de sacerdotes exorcistas católicos de todo el mundo confirma lo vivido por Eduardo.
»Tengo más de 50 amigos y amigas metidos en esto, y estoy rezando para que no se enfermen como yo lo hice, pero creo que es inevitable. En la escuela de masajes que hay en los bajos de mi edificio anuncian cursos de 2º nivel de reiki por 200 euros. ¿Qué se supone que tengo que hacer? ¿Rezar Rosarios, rociar con agua bendita el local? Es complicado hacerles entender que están invocando demonios japoneses en el edificio donde vivo".
Por eso, pide "instruir a los jóvenes en los colegios y en las parroquia".
Para los ateos, tiene un mensaje muy concreto. "Si eres ateo y no crees en nada, al menos no hagas nada: mejor eso, que hacer algo de lo que te puedes arrepentir el resto de tu vida".
Eduardo también cree que el gesto de imposición de manos del reiki es como una mofa o burla del demonio respecto a la oración con gesto de imposición de manos de los cristianos, como se da por ejemplo en la Renovación Carismática Católica, "que en Latinoamérica es muy normal que ayuden en las liberaciones, mientras que aquí en España estamos a uvas como con casi todo".
Los 5 consejos para dejarlo
Eduardo añade 5 recomendaciones para los que ya se metieron en el reiki y quieren dejarlo.
"Si ya te metiste y ya empezaste a darte cuenta de tu gran error, estos son mis consejos:
1- Haz una Confesión completa de vida. Busca un sacerdote y confiesa todo. Empieza por decirle que faltaste al primer mandamiento y que hiciste una práctica espiritual que es una gran ofensa a Dios. Arrepiéntete de corazón y recibe absolución. Infórmate bien de lo que conlleva cumplir los mandamientos porque en España, casi nadie los está cumpliendo.
2- A partir de ese momento, haz vida 100% cristiana. Misa y comunión diaria. Rezar mínimo un Rosario al día.
3- Busca en Internet oraciones católicas de sanación, liberación y renuncia al mal, y rézalas.
4- Haz alguna novena pidiendo una completa sanación y liberación. Esto no es magia, salir de esto se tarda y es proporcional al tiempo que hayas estado practicando…
5- En casos muy graves, busca un sacerdote exorcista experimentado.
Eduardo aporta su correo electrónico ( victimasdeldemonio@gmail.com ) en el que está dispuesto a recibir consultas, comentarios y también "sugerencias, direcciones de exorcistas de cualquier parte del mundo y todo lo que pueda ayudar en estos temas".
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-"He tratado muchos que vienen del reiki, ¡es como el espiritismo, es abrir una puerta a los espíritus!", dice el exorcista de Cartagena
-El padre Gareth Leyshon avisa: «Personas en Reiki muestran actividad demoníaca en grado de opresión»
-Escribe a ReL una católica creyente y bien formada: el Reiki la atrapó... hasta que rezaron por ella
-Los obispos de EEUU critican el Reiki como una falsa sanación espiritual
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