domingo, 22 de diciembre de 2024

IMÁGENES Y GIFS DE FELIZ NAVIDAD

 



















































POR QUÉ JESÚS ES MEJOR QUE SANTA CLAUS



 Por qué Jesús es mejor que Santa Claus



Santa Claus vive en el Polo Norte

JESÚS está en todas partes.

Santa Claus se pasea en trineo

JESÚS se pasea por el viento y camina sobre las aguas.

Santa Claus viene una vez al año ...

JESÚS es una ayuda siempre presente.

 

Santa Claus llena tus calcetines con regalitos...

JESÚS suple todas tus necesidades.

Santa Claus baja por tu chimenea sin invitación...

JESÚS se detiene en tu puerta y toca, después entra a tu corazón cuando tú lo invitas.

Para ver a Santa Claus tienes que hacer cola...

JESÚS está tan cerca como el hecho de mencionar su nombre.

Santa Claus te deja sentarte en sus piernas...

JESÚS te deja descansar en sus brazos.

 

Santa Claus no se sabe tu nombre, todo lo que puede decir es "Hola pequeño, ¿cómo te llamas?"...

JESÚS sabe tu nombre desde antes de que nacieras. No solo sabe tu nombre, también sabe tu dirección. Él sabe tu historia y tu futuro.

Santa Claus tiene una barriga que parece llena de mermelada...

JESÚS tiene un corazón lleno de amor.

 

Todo lo que Santa Claus puede ofrecer es ¡HO HO HO!

JESÚS ofrece salud, ayuda, esperanza.

Santa Claus dice "No llores..."

JESÚS dice "Descansen vuestras preocupaciones en mí, que yo cuidaré de vosotros."

Los pequeños ayudantes de Santa Claus hacen juguetes...

JESÚS hace nueva vida, repara corazones lastimados y arregla hogares rotos.

Santa Claus puede hacerte sonreír ...

JESÚS te da la alegría, que es tu fuerza.

Santa Claus deja regalos debajo de tu árbol ...

JESÚS fue nuestro regalo y murió en un árbol.

¡YA VIENE EL SALVADOR! - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 22 DE DICIEMBRE DE 2024



 ¡Ya viene el Salvador!


¡Qué tranquilidad experimentamos, cuando está a punto de cumplirse la promesa hecha por alguien de quien nos podemos fiar plenamente! Del cumplimiento no nos cabe ninguna duda. Tan solo nos resta esperar la hora.

 

Éste es el sentimiento predilecto que nos propone vivir, hoy, la Liturgia que celebramos, mientras oramos para que se adelante el tiempo de la salvación, como leemos en Isaías: ‘Rociad, cielos, de arriba, y las nubes destilen la justicia; ábrase la tierra y prodúzcanse la salvación y la justicia’.

 

El profeta Miqueas señalaba ya con el dedo el pueblo de Belén, lugar del nacimiento, diciéndonos que el que vendrá, nos trae la paz y la liberación. Ahora que se acerca la Navidad, hemos de preparar nuestro corazón para celebrar con gozo y profundidad la venida del Liberador.

 

Para ello, mientras que mucha gente se preocupa únicamente de comprar, regalar, felicitar, enderezar su casa y adornarla, programar comidas de hermandad y viajes, nosotros, sin despreciar nada de todo aquello, pondremos nuestra determinación más generosa en prepararnos nosotros mismos por dentro, mientras pedimos con ahínco al Señor que nos renueve y nos permita ver el resplandor de su mirada, para que seamos salvos.

 

La segunda lectura nos ha revelado que Jesús viene para entregarse por nosotros y que, eliminando los sacrificios de animales y otros ofrendas, ahora se ofrece a sí mismo, desde el momento de su concepción, saliendo fiador a favor nuestro, para purificarnos del pecado y enriquecernos con el bálsamo de su divinidad. Desde aquel momento, queda en evidencia que está dispuesto a llegar por nosotros hasta la ofrenda de su cuerpo, hecha de una vez para siempre, para

cumplir la voluntad de Dios.

 

Éste es el resumen del misterio salvador de Jesús: El Niño que nace en Belén, dándonos motivos entrañables de meditación y de gozo, es el mismo que, al final de su vida pública, se entregará por la salvación de la humanidad. De este modo nos da a entender cuál es el camino que nos conviene elegir: vivir para los demás y para Dios de tal manera, que no nos contentemos con dar de lo nuestro (nuestras cosas), antes nos equipemos de tal generosidad, que seamos capaces de darnos a nosotros mismos, contribuyendo a que la gente sea más feliz, en un mundo cada día más hermoso.

 

Hoy hacemos una mención especial de María, la Madre de Jesús. El estado de ánimo de una madre que espera, la fe en el Mesías de quien ella es portadora, la actitud misionera acercando su misterio a Isabel para que participe de él desde el primer momento, convierte a María en portadora de Dios a los otros, en anunciadora de la Buena Noticia, en evangelizadora universal. La eficacia de su presencia se manifiesta inmediatamente, pues el hijo de Isabel ha recibido la influencia del Mesías con la sola presencia de María y salta de gozo en las entrañas de su madre. En adelante, ninguno estará cerca de Jesús sin sentir los efectos de su salvación; y nadie estará cerca de María, sin percibir al mismo tiempo la presencia benéfica de Jesús.

 

¿Estamos nosotros tan cerca de María por la devoción confiada y tan cerca de Jesús por la fe y la esperanza, como para poder experimentar los efectos de la salvación a semejanza de Juan el Bautista?

.

Mons. Eric Prat

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 22 DE DICIEMBRE DE 2024 - IV DOMINGO DE ADVIENTO



 Domingo 4 (C) de Adviento

Domingo 22 de diciembre de 2024



1ª Lectura (Miq 5,1-4): Esto dice el Señor: «Y tú, Belén Efratá, pequeña entre los clanes de Judá, de ti voy a sacar al que ha de gobernar Israel; sus orígenes son de antaño, de tiempos inmemorables. Por eso, los entregará hasta que dé a luz la que debe dar a luz, el resto de sus hermanos volverá junto con los hijos de Israel. Se mantendrá firme, pastoreará con la fuerza del Señor, con el dominio del nombre del Señor, su Dios; se instalarán, ya que el Señor se hará grande hasta el confín de la tierra. Él mismo será la paz».



Salmo responsorial: 79

R/. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

Pastor de Israel, escucha, tú que te sientas sobre querubines, resplandece; despierta tu poder y ven a salvarnos.


Dios del universo, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña. Cuida la cepa que tu diestra plantó, y al hombre que tú has fortalecido.


Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que tú fortaleciste. No nos alejaremos de ti: danos vida, para que invoquemos tu nombre.


2ª Lectura (Heb 10,5-10): Hermanos: Al entrar Cristo en el mundo dice: «Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, pero me formaste un cuerpo; no aceptaste holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije: He aquí que vengo —pues así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí— para hacer, ¡oh Dios!, tu voluntad». Primero dice: «Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, pero me formaste un cuerpo; no aceptaste holocaustos ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la ley. Después añade: «He aquí que vengo para hacer tu voluntad». Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

Versículo antes del Evangelio (Lc 1,38): Aleluya. Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho. Aleluya.

Texto del Evangelio (Lc 1,39-45): En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».



«¡Feliz la que ha creído!»

Mons. Ramon MALLA i Call Obispo Emérito de Lleida

(Lleida, España)


Hoy es el último domingo de este tiempo de preparación para la llegada de Dios a Belén. Por ser en todo igual a nosotros, quiso ser concebido —como cualquier hombre— en el seno de una mujer, la Virgen María, pero por obra y gracia del Espíritu Santo, ya que era Dios. Pronto, en el día de Navidad, celebraremos con gran alegría su nacimiento.


El Evangelio de hoy nos presenta a dos personajes, María y su prima Isabel, las cuales nos indican la actitud que ha de haber en nuestro espíritu para contemplar este acontecimiento. Tiene que ser una actitud de fe, y de fe dinámica.


Isabel, con sincera humildad, «quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: ‘(...) ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?’» (Lc 1,41-43). Nadie se lo había contado; sólo la fe, el Espíritu Santo, le había hecho ver que su prima era madre de su Señor, de Dios.


Conociendo ahora la actitud de fe total por parte de María, cuando el Ángel le anunció que Dios la había escogido para ser su madre terrenal, Isabel no se recató en proclamar la alegría que da la fe. Lo pone de relieve diciendo: «¡Feliz la que ha creído!» (Lc 1,45).


Es, pues, con actitud de fe que hemos de vivir la Navidad. Pero, a imitación de María e Isabel, con fe dinámica. En consecuencia, como Isabel, si es necesario, no nos hemos de contener al expresar el agradecimiento y el gozo de tener la fe. Y, como María, además la hemos de manifestar con obras. «Se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel» (Lc 1,39-40) para felicitarla y ayudarla, quedándose unos tres meses con ella (cf. Lc 1,56).


San Ambrosio nos recomienda que, en estas fiestas, «tengamos todos el alma de María para glorificar al Señor». Es seguro que no nos faltarán ocasiones para compartir alegrías y ayudar a los necesitados.

EL PAPA FRANCISCO ALERTA SOBRE LOS CHISMES Y CELEBRA LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA EN SUS MENSAJES DE NAVIDAD 2024



El Papa alerta sobre los chismes y celebra la importancia de la familia en sus mensajes de Navidad 2024

Por AC Wimmer

21 de diciembre de 2024



El Papa Francisco pronunció dos mensajes de Navidad en el Vaticano este sábado, advirtiendo sobre los “efectos destructivos” del chisme, mientras celebraba la importancia de la vida familiar y el servicio humilde.

“Una comunidad eclesial vive en armonía alegre y fraternal en la medida en que sus miembros caminan por el camino de la humildad, negándose a pensar y hablar mal unos de otros”, señaló el Papa en su discurso anual de Navidad a la Curia Romana el 21 de diciembre.

El Santo Padre advirtió que el chisme “daña los lazos sociales, envenena los corazones y no lleva a nada”, mientras se dirigía a cardenales y altos funcionarios del Vaticano. Les instó a practicar la autoacusación en lugar de acusar a los demás, basándose en las enseñanzas de los primeros maestros espirituales cristianos.

El Vaticano anunció este sábado que, debido al mal tiempo y los síntomas de resfriado que se han manifestado en los últimos días, el Papa rezará Ángelus del domingo desde la capilla de la Casa Santa Marta, en lugar de la ventana habitual del Palacio Apostólico, también en vista de los compromisos de la próxima semana.

Antes de comenzar su reflexión el 21 de diciembre, el Pontífice se refirió al conflicto en curso en Gaza, deplorando el sufrimiento y la “crueldad”.

Rezar juntos durante la temporada navideña

En un discurso separado dirigido a los empleados del Vaticano y sus familias, el Papa comparó la Ciudad del Vaticano con “un gran panal” lleno de actividad en sus calles, patios, pasillos y oficinas. Agradeció a aquellos que trabajan y no pudieron asistir al encuentro, pero que hicieron posible que se llevara a cabo.

El Ppa enfatizó la virtud teológica de la humildad, conectándola con el misterio de la Encarnación y, particularmente, con el nacimiento del Señor. Animó a los trabajadores del Vaticano a ver sus tareas diarias como una participación en “los Nazaret ocultos de sus tareas particulares” que ayudan a llevar a la humanidad a Cristo.

Hablando con los empleados y sus familias reunidos en la Sala Pablo VI, Francisco subrayó la importancia de la vida familiar, instando especialmente a prestar atención a los abuelos. “¿Visitan a sus abuelos? ¿Viven sus abuelos en la familia o viven en una casa de retiro sin que nadie los visite?”, preguntó el papa.

Animó a las familias a rezar juntas durante la temporada navideña, especialmente frente al nacimiento. “Sin oración no se avanza, ni siquiera en la familia. Enseñen a sus hijos a rezar”, instó Francisco.  

El Papa describió la Curia Romana como un “taller” donde diversos roles contribuyen a difundir las bendiciones de Dios por todo el mundo. Enfatizó que el servicio humilde refleja “el camino de Dios mismo, que en Jesús se digna compartir nuestra condición humana”.


Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA. 

IV DOMINGO DE ADVIENTO - 22 DE DICIEMBRE DE 2024 - ORACIÓN PARA ENCENDER LA CUARTA VELA DE ADVIENTO




 Hoy celebramos el Cuarto Domingo de Adviento 2024: “Dichosa tú, que has creído”

 ACI Prensa

22 de diciembre de 2024



Hoy celebramos el Cuarto Domingo de Adviento y la Iglesia nos invita a contemplar a María Virgen, pronta a dar a luz.

Ella, desde aquel "¡Sí!" con el que respondió al ángel el día de la Anunciación, empezó a preparar su humilde hogar al mismo ritmo con el que iba preparando el corazón para acoger a su Hijo Jesús, el Salvador.

Y, ahí no queda todo. La Doncella de Nazareth no se queda ensimismada, apartada de las necesidades de los demás: sale al encuentro de su prima Isabel sin temor, llevando a su bebé, Jesús, en el vientre. La "Virgen del Adviento" acude en ayuda de quien está en necesidad. Todo el amor del mundo se está gestando en el vientre de María. ¡Benditos nueve meses!

Así, con consideraciones como estas, la Iglesia, en su sabiduría, nos recuerda que es Ella, María Santísima, quien nos abre de par en par las puertas de la Navidad. Ella es la garantía de que podemos alcanzar el cielo.


Sugerencia práctica

Es hora de acudir a la Virgen María. Ella está por dar a luz y lleva nada menos que a Dios en su vientre. Ese niño será reconocido como el Salvador de las Naciones. ¡Cuánto gozo habrá experimentado la Madre de Dios!


Acompañemos a la Virgen con nuestra oración: te recomendamos que hagas la Oración Familiar del Cuarto Domingo de Adviento. ¡Que sea ocasión para amar más a Jesús, y contemplar cómo María lo amó!


Lectura del Evangelio del Cuarto Domingo de Adviento según San Lucas:

(Lc 1, 39-45)

En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea y, entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la creatura saltó en su seno.

Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”.



Oración familiar para el Cuarto Domingo de Adviento ACI Prensa

Redacción Central



Este 22 de diciembre es el Cuarto Domingo de Adviento, la espera está por concluir y el Señor está más cerca que nunca de nosotros. Vivamos estos días que faltan junto a Santa María y San José. Como ellos, centremos la mirada en lo que está por suceder y dejemos todo lo que quedó atrás. 

En la Oración familiar de hoy encenderemos la cuarta y última vela de la Corona como símbolo de esperanza porque Dios estará en medio de su pueblo trayendo la alegría y la paz. Por eso, oremos junto a María, “Morada de la Luz”, y pidamos la gracia que necesitamos para acoger al Niño Jesús con amor y humildad. Ella nos recuerda que “... la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros” (Jn 1, 14).


Antes de la oración

Te recomendamos poner la corona de Adviento en un lugar especial de la casa, en torno al cual se reúnan los miembros de la familia. Al lado de la corona se puede colocar una imagen de la Virgen, procurando iluminar el ambiente con una luz cálida, que favorezca el espíritu de recogimiento.

No olvides revisar el texto de la Oración familiar previamente. Se debe nombrar un MONITOR para que dirija la oración -puede ser el papá o la mamá-, así como un LECTOR (o lectores, según se desee, para distribuir las distintas partes de la oración, de manera que puedan participar el mayor número de personas). Los demás participarán con sus respuestas, cantando o haciendo peticiones.

Las velas correspondientes a los TRES domingos anteriores deben estar encendidas antes de iniciar la Oración familiar. Uno de los participantes encenderá la cuarta y última vela de la Corona de Adviento durante la cuarta estrofa de la canción “Hoy se enciende una llama”.

NOTA: Te sugerimos leer o revisar previamente el texto completo de la Oración familiar, especialmente las indicaciones en letra cursiva dentro del texto, que no deben ser leídas en voz alta, pero que siempre deben ser tomadas en cuenta por el MONITOR. Cuando todo esté coordinado se prosigue a iniciar la oración.


Liturgia para el Cuarto Domingo de Adviento 2024

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MONITOR: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

TODOS: Que hizo el cielo y la tierra.


MONITOR:

Alegrémonos porque el Señor está cerca de nosotros y viene a traernos la salvación. La espera llega a su fin, por eso hoy encenderemos la cuarta y última vela de nuestra corona. Que este símbolo nos recuerde la proximidad de la venida del Señor Jesús. ¡Dios Hecho Niño viene a reconciliar los corazones y estamos alegres! ¡Crece la esperanza! Iniciemos la oración de esta semana cantando MORADA DE LA LUZ (u otro canto apropiado).


TODOS CANTAN:

CELEBREMOS UNIDOS A LA VIRGEN MARÍA,

PORQUE ESTÁBAMOS CIEGOS Y NOS DIO A LUZ EL DÍA,

PORQUE ESTÁBAMOS TRISTES Y NOS DIO LA ALEGRÍA.


1. Mujer tan silenciosa y encumbrada, ahora más que el sol, 

recibes en tu vientre al mismo Dios, al que es tu Creador.


2. Lo que Eva en una tarde misteriosa buscando nos perdió, 

Tú, Madre, lo devuelves florecido en fruto salvador.


3. Tú que eres bella puerta del Rey sumo, Morada de la Luz,

la puerta nos abriste de los cielos al darnos a Jesús.


LECTOR:

Lectura tomada del Evangelio según San Lucas:

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor».

María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho grandes cosas en mí: ¡su Nombre es santo!» (Lc 1, 39-49).


MONITOR:

La presencia del Señor Jesús entre nosotros nos llena de gozo y alegría. Es la Madre quien nos lo hace cercano; es Ella quien refleja la Luz de su Hijo y permite que esta llegue hasta nosotros, iluminando nuestras vidas. Cantemos ahora HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto apropiado):


TODOS CANTAN:

(Al inicio de la cuarta estrofa del canto, la persona designada previamente enciende la cuarta vela)****


HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA

EN LA CORONA DE ADVIENTO,

QUE ARDA NUESTRA ESPERANZA

EN EL CORAZÓN DESPIERTO

Y AL CALOR DE LA MADRE

CAMINEMOS ESTE TIEMPO.


Un primer lucero se enciende

anunciando al Rey que viene

preparad corazones,

allánense los senderos.

Crecen nuestros anhelos al ver

la segunda llama nacer.

Como dulce rocío vendrá

el Mesías hecho Niño.

Nuestro gozo hoy quiere cantar

por ver tres luceros brillar

con María esperamos al Niño

con alegría.

Huyen las tinieblas al ver

cuatro llamas resplandecer

ya la gloria está cerca

levanten los corazones.


MONITOR:

Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios, acudiendo a la intercesión de la Virgen María. Respondamos después de cada petición: POR INTERCESIÓN DE TU MADRE, ESCÚCHANOS SEÑOR.

(Peticiones libres)

Recemos ahora un Padrenuestro, un Avemaría y Gloria.

MONITOR:

Digamos juntos la Oración de petición como preparación para el Jubileo 2025:

TODOS:

Señor, fuente de toda sabiduría, 

guíanos durante este Año dedicado a la Oración 

en el camino que nos llevará a celebrar el próximo Jubileo. 

Dónanos corazones abiertos y mentes iluminadas 

para comprender y vivir plenamente 

los dones de la misericordia y del perdón.

Amén.

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...