domingo, 8 de noviembre de 2020

IMÁGENES DE MANUALIDADES DE CORONA DE ADVIENTO Y PESEBRE NAVIDEÑO PARA IMPRIMIR
































 Belén Recortable con Cajas de Cerillas.

Una sencilla y curiosa forma de hacer un pequeño Nacimiento del Belén mediante el recorte de las figuras, pegándolas a las cajas de cerillas (Vaciarlas de cerillas antes por los más pequeños ).







Para imprimir las imágenes:
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Belén para recortar

Belén para imprimir, cortar y doblar



Imprime la página en cartulina.

Recorta la cuna, las figuras y su base siguiendo las líneas negras.

Recorta las ranuras que permitirán que los personajes se pongan de pie.

Dobla por las líneas punteadas.

Empuje las muescas de las bases en las de los personajes.



















PAPA FRANCISCO RECUERDA QUE LA META DEFINITIVA DE LA VIDA ES EL ENCUENTRO CON DIOS


 

Papa Francisco recuerda que la meta definitiva de la vida es el encuentro con Dios

Redacción ACI Prensa

 Foto: Vatican Media



El Papa Francisco invitó a no olvidar que la meta de nuestra vida es “la cita definitiva con Dios” por lo que animó a realizar buenas acciones y a no absolutizar el presente.

Así lo dijo el Santo Padre antes de dirigir el rezo del Ángelus este Domingo 8 de noviembre.

Tras comentar el pasaje del Evangelio de San Mateo en el que Jesús relata la parábola de las diez vírgenes invitadas a una fiesta de bodas “símbolo del Reino de los cielos”, el Papa animó a realizar buenas acciones inspiradas en el amor del Señor para cambiar de vida y a convertirse a partir de hoy, y no dejarlo para mañana.

“Si queremos estar preparados para el último encuentro con el Señor, debemos cooperar con él a partir de ahora y realizar buenas acciones inspiradas en su amor”, advirtió.

En esta línea, el Santo Padre destacó que “con esta parábola, Jesús quiere decirnos que debemos estar preparados para el encuentro con Él. No solo para el encuentro final, sino también para el compromiso diario en vista de ese encuentro, para el cual no basta la lámpara de la fe, también se necesita el aceite de la caridad y las buenas obras”.

“La fe que verdaderamente nos une a Jesús es la que, como dice el apóstol Pablo, ‘actúa por la caridad’. Esto es lo que representa la actitud de las muchachas prudentes. La reserva de aceite, que tomaron junto con las lámparas, indica las buenas obras realizadas en colaboración con la gracia. Ser sabios y prudentes significa no esperar el último momento para corresponder a la gracia de Dios, sino hacerlo activamente de inmediato”, afirmó.

Sin embargo, el Pontífice reconoció que “lamentablemente sucede que nos olvidamos de la meta de nuestra vida, es decir, la cita definitiva con Dios, perdiendo así el sentido de la espera y absolutizando el presente”.

“Cuando uno absolutiza el presente, mira solo el presente, pierde el sentido de la espera, que es muy hermoso, esperar el Señor es muy necesario, y también nos lleva fuera de las contradicciones del momento”, añadió.

En este sentido, el Papa alertó que “esta actitud excluye cualquier perspectiva del más allá: hacemos todo como si nunca tuviéramos que partir para la otra vida. Y entonces solo nos preocupa poseer, emerger, tener una buena colocación...” y agregó que “si nos dejamos guiar por lo que nos parece más atractivo, por la búsqueda de nuestros intereses, nuestra vida se vuelve estéril; no acumulamos reservas de aceite para nuestra lámpara, y se apagará antes del encuentro con el Señor”.


“Si, por el contrario, estamos atentos y hacemos el bien correspondiendo a la gracia de Dios, podemos esperar serenamente la llegada del novio. El Señor también puede venir mientras dormimos: esto no nos preocupa, porque tenemos la reserva de aceite acumulada con las buenas obras de cada día”, explicó el Papa.

Finalmente, el Santo Padre invitó a invocar “la intercesión de María Santísima, para que nos ayude a vivir, como ella, una fe activa: ella es la lámpara luminosa con la que podemos atravesar la noche más allá de la muerte y alcanzar la gran fiesta de la vida”.

A continuación, el Evangelio comentado por el Papa Francisco:


San Mateo 25, 1-13

1 «Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. 2 Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes.

3 Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; 4 las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas.

5 Como el novio tardara, se adormecieron todas y se durmieron. 6 Mas a media noche se oyó un grito: "¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!" 7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas.

8 Y las necias dijeron a las prudentes: "Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan." 9 Pero las prudentes replicaron: "No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis."

10 Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta.

11 Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: "¡Señor, señor, ábrenos!" 12 Pero él respondió: "En verdad os digo que no os conozco." 13 Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora.

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 8 DE NOVIEMBRE DEL 2020



 Lecturas de hoy Domingo 32º del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Hoy, domingo, 8 de noviembre de 2020




Primera lectura

Lectura del libro de la Sabiduría (6,12-16):

La sabiduría es radiante e inmarcesible, la ven fácilmente los que la aman, y la encuentran los que la buscan; ella misma se da a conocer a los que la desean. Quien madruga por ella no se cansa: la encuentra sentada a la puerta. Meditar en ella es prudencia consumada, el que vela por ella pronto se ve libre de preocupaciones; ella misma va de un lado a otro buscando a los que la merecen; los aborda benigna por los caminos y les sale al paso en cada pensamiento.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 62,2.3-4.5-6.7-8

R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío


Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,

mi alma está sedienta de ti;

mi carne tiene ansía de ti,

como tierra reseca, agostada, sin agua. R/.


¡Cómo te contemplaba en el santuario

viendo tu fuerza y tu gloria!

Tu gracia vale más que la vida,

te alabarán mis labios. R/.


Toda mi vida te bendeciré

y alzaré las manos invocándote.

Me saciaré como de enjundia y de manteca,

y mis labios te alabarán jubilosos. R/.


En el lecho me acuerdo de ti

y velando medito en ti,

porque fuiste mi auxilio,

y a la sombra de tus alas

canto con júbilo. R/.




Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (4,13-17):


No queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es lo que os decimos como palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos y quedamos para cuando venga el Señor, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, cuando se dé la orden, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.


Palabra de Dios


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,1-13):


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Se parecerá el reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: "¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!" Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas." Pero las sensatas contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis." Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: "Señor, señor, ábrenos." Pero él respondió: "Os lo aseguro: no os conozco." Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.»


Palabra del Señor





«¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!»


Hoy, se nos invita a reflexionar sobre el fin de la existencia; se trata de una advertencia del Buen Dios acerca de nuestro fin último; no juguemos, pues, con la vida. «El Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio» (Mt 25,1). El final de cada persona dependerá del camino que se escoja; la muerte es consecuencia de la vida -prudente o necia- que se ha llevado en este mundo. Muchachas necias son las que han escuchado el mensaje de Jesús, pero no lo han llevado a la práctica. Muchachas prudentes son las que lo han traducido en su vida, por eso entran al banquete del Reino.

La parábola es una llamada de atención muy seria. «Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora» (Mt 25,13). No dejen que nunca se apague la lámpara de la fe, porque cualquier momento puede ser el último. El Reino está ya aquí. Enciendan las lámparas con el aceite de la fe, de la fraternidad y de la caridad mutua. Nuestros corazones, llenos de luz, nos permitirán vivir la auténtica alegría aquí y ahora. Los que viven a nuestro alrededor se verán también iluminados y conocerán el gozo de la presencia del Novio esperado. Jesús nos pide que nunca nos falte ese aceite en nuestras lámparas.

Por eso, cuando el Concilio Vaticano II, que escoge en la Biblia las imágenes de la Iglesia, se refiere a esta comparación del novio y la novia, y pronuncia estas palabras: «La Iglesia es también descrita como esposa inmaculada del Cordero inmaculado, a la que Cristo amó y se entregó por ella para santificarla, la unió consigo en pacto indisoluble e incesantemente la alimenta y la cuida. A ella, libre de toda mancha, la quiso unida a sí y sumisa por el amor y la fidelidad».


Rev. P. Anastasio URQUIZA Fernández MCIU

(Monterrey, México)

SANTORAL DE HOY DOMINGO 8 DE NOVIEMBRE DEL 2020

 

Antolín Pablos Villanueva, BeatoAntolín Pablos Villanueva, Beato
Sacerdote y Mártir, 8 de noviembre
Manuel Sanz Dominguez, BeatoManuel Sanz Dominguez, Beato
Sacerdote y Mártir, 8 de noviembre
Isaías Boner, BeatoIsaías Boner, Beato
Sacerdote Agustino, 8 Noviembre
Juan Duns Escoto, BeatoJuan Duns Escoto, Beato
Doctor Sutil, 8 Noviembre
Adeodato, SantoAdeodato, Santo
LXVIII Papa, 8 Noviembre
Godofredo de Amiens, SantoGodofredo de Amiens, Santo
Obispo, 8 de noviembre
Los Cuatro Santos CoronadosLos Cuatro Santos Coronados
Mártires, 8 Noviembre

BUENOS DÍAS!!!





 

sábado, 7 de noviembre de 2020

LECTURAS BÍBLICAS PARA LOS CUATRO DOMINGOS DE ADVIENTO 2020




 LECTURAS BÍBLICAS PARA LOS CUATRO DOMINGOS DE ADVIENTO









MISA PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO 2020:
Tiempo de Adviento.


PRIMERA LECTURA DE LA MISA
Lectura del Profeta Isaías 63, 16b-17;64, 1. 3b-8.

Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es «nuestro redentor». Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema? Vuélvete por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste y los montes se derritieron con tu presencia. Jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él. Sales al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas airado y nosotros fracasamos: aparta nuestras culpas y seremos salvos. Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento. Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas al poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano. No te excedas en la ira, Señor, no recuerdes siempre nuestra culpa: mira que somos tu pueblo.


SALMO RESPONSORIAL
Salmo responsorial Sal 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19

V/. Señor, Dios nuestro, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

R/. Señor, Dios nuestro, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

V/. Pastor de Israel, escucha, tú que te sientas sobre querubines, resplandece. Despierta tu poder y ven a salvarnos.

R/. Señor, Dios nuestro, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

V/. Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña, la cepa que tu diestra plantó y que tú hiciste vigorosa.

R/. Señor, Dios nuestro, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

V/. Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que tú fortaleciste. No nos alejaremos de ti; danos vida, para que invoquemos tu nombre.

R/. Señor, Dios nuestro, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.


SEGUNDA LECTURA DE LA MISA
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los 
Corintios 1, 3-9

Hermanos:
La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi Acción de Gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. El os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el tribunal de Jesucristo Señor Nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo Señor Nuestro. ¡Y El es fiel!

Aclamación del Evangelio
Aleluya Sal 84, 8

Aleluya, aleluya.
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.
Aleluya.

EVANGELIO DE LA MISA
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 13, 33-37.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
—Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.
Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.
Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.
Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡velad!







MISA SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO 2020:
Tiempo de Adviento.


PRIMERA LECTURA DE LA MISA
Lectura del Profeta Isaías Is 40, 1-5. 9-11.

Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios;
hablad al corazón de Jerusalén, gritadle: que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen,
pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados.
Una voz grita: En el desierto preparadle un camino al Señor;
allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios;
que los valles se levanten, que los montes y colinas se abajen,
que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale.
Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos —ha hablado la boca del Señor—.
Súbete a lo alto de un monte, heraldo de Sión,
alza con fuerza la voz, heraldo de Jerusalén, álzala, no temas,
di a las ciudades de Judá: aquí está vuestro Dios.
Mirad: Dios, el Señor, llega con fuerza, su brazo domina.
Mirad: le acompaña el salario, la recompensa le precede.
Como un pastor apacienta el rebaño, su mano los reúne.
Lleva en brazos los corderos, cuida de las madres.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo responsorial Sal 84, 9ab-10. 11-12. 13-14

V/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

V/. Voy a escuchar lo que dice el Señor: «Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»

La salvación está ya cerca de sus fieles y la gloria habitará en nuestra tierra.

R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

V/. La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra y la justicia mira desde el cielo.

R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

V/. El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto.

La justicia marchará ante é1, la salvación seguirá sus pasos.

R/.. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.


SEGUNDA LECTURA DE LA MISA
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pedro 3, 8-14.

Queridos hermanos:
No perdáis de vista una cosa: para el Señor un día es como mil años y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa, como creen algunos. Lo que ocurre es que tiene mucha paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. El día del Señor llegará como un ladrón.
Entonces el cielo desaparecerá con gran estrépito; los elementos se desintegrarán abrasados y la tierra con todas sus obras se consumirá.
Si todo este mundo se va a desintegrar de este modo, ¡qué santa y piadosa ha de ser vuestra vida! Esperad y apresurad la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos consumidos por el fuego y se derretirán los elementos. Pero nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con Él, inmaculados e irreprochables.

Aclamación del Evangelio
Aleluya Lc 3, 4. 6

Si no se canta, puede omitirse.
Aleluya, aleluya.
Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; y todos verán la salvación del Señor.
Aleluya.

EVANGELIO DE LA MISA
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 1, 1-8

Comienza el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios.
Está escrito en el Profeta Isaías: Yo envío mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino. Una voz grita en el desierto: Preparadle el camino al Señor, allanad sus senderos.
Juan bautizaba en el desierto: predicaba que se convirtieran y se bautizaran, para que se les perdonasen los pecados. Acudía la gente de Judea y de Jerusalén, confesaban sus pecados y él los bautizaba en el Jordán. Juan iba vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Y proclamaba : —Detrás de mí viene el que puede más que yo, y yo no merezco agacharme para desatarle las sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo.






MISA TERCER DOMINGO DE ADVIENTO 2020


La Iglesia Católica Romana, de acuerdo con el Calendario General Romano, celebra en Domingo, 2020-12-13 lo siguiente:

Santa Lucía, virgen y mártir, Memoria 2020:

PRIMERA LECTURA DE LA MISA
2 Co 10, 17-11, 2

SALMO RESPONSORIAL
Salmo Responsorial Sal 30, 3cd-4. 6 y 8ab. 16bc y 17

EVANGELIO DE LA MISA
Mt 25, 1-13



TERCER DOMINGO DE ADVIENTO 2020:
Tiempo de Adviento.


PRIMERA LECTURA DE LA MISA
Lectura del Profeta Isaías Is 61, 1-2a. 10-11.

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos y a los prisioneros, la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos, ante todos los pueblos.

SALMO RESPONSORIAL
Salmo responsorial Lc 1, 46-48. 49-50. 53-54

V/. Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador.
R/. Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador.

V/. Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.

R/. Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador.

V/. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mi: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

R/. Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador.

V/. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel su siervo, acordándose de la misericordia.
R/. Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador.

SEGUNDA LECTURA DE LA MISA
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 5, 16-24.

Hermanos:
Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. En toda ocasión tened la Acción de Gracias: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno.
Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro ser, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la Parusía de nuestro Señor Jesucristo.
El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.

Aclamación del Evangelio
Aleluya Is 61, 1

Aleluya, aleluya.
El Espíritu del Señor está sobre mí,
me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres.
Aleluya.

EVANGELIO DE LA MISA
Lectura del santo Evangelio según San Juan 1, 6-8. 19-28.

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.
Los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran:
—¿Tú quién eres ?
El confesó sin reservas:
—Yo no soy el Mesías.
Le preguntaron:
—Entonces ¿qué ? ¿Eres tú Elías ?
Él dijo:
—No lo soy.
—¿Eres tú el Profeta?
Respondió:
—No.
Y le dijeron:
—¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿Qué dices de ti mismo?
Él contestó:
—Yo soy «la voz que grita en el desierto: Allanad el camino del Señor» (como dijo el Profeta Isaías).
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:
—Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?
Juan les respondió:
—Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mi, que existía antes que yo y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.






MISA CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO 2020:
Tiempo de Adviento.


PRIMERA LECTURA DE LA MISA
Lectura del segundo libro de Samuel 2 Sam 7, 1-5. 8b-11. 16.

Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al Profeta Natán:
—Mira: yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda.
Natán respondió al rey:
—Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo.
Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor:
—Ve y dile a mi siervo David: «¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella?
Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré
que animales lo aflijan como antes, desde el día que nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel.
Te pondré en paz con todos tus enemigos, te haré grande y te daré una dinastía. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia y tu trono durará por siempre.»

SALMO RESPONSORIAL
Salmo responsorial Sal 88, 2-3. 4-5. 27 y 29

V/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

V/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades.

Porque dije: «tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad».

R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

V/. Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades.»

R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

V/. Él me invocará : «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.» Le mantendré eternamente mi favor, y mi alianza con él será estable.

R/. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.


SEGUNDA LECTURA DE LA MISA
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 16, 25-27.

Hermanos: Al que puede fortalecernos según el evangelio que yo proclamo, predicando a Cristo Jesús —revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en la Sagrada Escritura, dado a conocer por decreto del Dios eterno, para traer a todas las naciones a la obediencia de la fe—, al Dios, único Sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Aclamación del Evangelio
Aleluya Lc 1, 38

Aleluya, aleluya.
Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.
Aleluya.

EVANGELIO DE LA MISA
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1, 26-38.

A los seis meses, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando a su presencia, dijo:
—Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres. Ella se turbó ante estas palabras, y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:
—No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la
casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Y María dijo al ángel:
—¿Cómo será eso, pues no conozco varón?
El ángel le contestó:
-El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.
María contestó:
—Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.

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