miércoles, 18 de octubre de 2017

10 CONSEJOS PARA DESCUBRIR TU VOCACIÓN


10 consejos para descubrir tu vocación
Teniendo claro que Dios nos llama a ser santos ¿Cuás es mi camino para lograr esa meta?


Por: Karla Estrada Navarro | Fuente: PadreSam.com 




Si estás leyendo esto es porque más de alguna vez te has hecho la pregunta: ¿Cuál es mi vocación? Hacerse esta pregunta significa que te has dado cuenta de que, Dios es tu Padre, te ama y quiere lo mejor para ti y tú, quieres seguirle. O pueda que no sepas mucho acerca de qué es la vocación, no tengas mayor idea o incluso… te de miedo este tema en la vida cristiana, puede que sea hasta un tema tabú. Sin embargo, si estás aquí es porque te ha ganado la curiosidad y has vencido un miedo al leer este texto. No te vayas, seguro Dios quiere decirte algo hoy.

¿En qué piensas cuando escuchas la palabra “vocación”? En efecto, normalmente pensamos en los sacerdotes, en los religiosos, en los consagrados, y ahí está el primer error, pensar que la vocación es solo para los que se consagran. Todos los cristianos tenemos una vocación, la santidad: “Él nos ha salvado y nos ha llamado para una vocación santa, no como premio a nuestros méritos, sino gratuitamente y por iniciativa propia. Esta llamada, que nos concedió en Cristo Jesús desde la eternidad.” (2º Carta a Timoteo 1, 9).

Teniendo claro que Dios nos llama a ser santos, ahí entendemos que ésta se puede vivir de diferentes maneras: vocación al matrimonio, vocación a la vida sacerdotal o vida consagrada, laicos consagrados. También entendemos que la vocación es (1) una llamada de parte de Dios y, al mismo tiempo, (2) una respuesta de amor a Dios para servirle hasta el final de nuestros días, sea cual sea la vocación a la que nos llama Dios.

“¿Qué quiere Dios de mí?” es una pregunta que le compete a todo cristiano.  Por eso, tanto si tienes claro lo que quieres, o si no tienes idea de a dónde te llama Dios, acá te dejo estos 10 consejos para encontrar una respuesta.

1. Asume tus dudas. Pueda que pienses que eres raro por cuestionarte cuál es tu vocación, pero no, no eres raro, eres un enamorado de Dios que quiere agradarle. No te recrimines si sientes que tienes dudas respecto a la vida vocacional. Al contrario, solo asumiendo tu realidad, podrás ser verdaderamente libre. ¡Alégrate, estás en el camino hacia el cielo!

2. Pide ayuda, busca un director espiritual. Ante tanta confusión, ideas y sentimientos encontrados, es normal no hallar la salida. Es comprensible si te sientes confundido, indeciso… y es por eso que es muy recomendable que busques a un director espiritual, un sacerdote con el que hagas un acompañamiento espiritual. Es por ello que debes pedirle a Dios que ponga en tu camino un director espiritual que te ayude a descubrir cuál es tu vocación. Si ya tienes un director espiritual, dale gracias a Dios por ello. No dejes de rezar por él para que sea un canal limpio de la voz y amor de Dios para ti.

3. ¡Manos a la obra y a rezar! Asumidas las dudas, junto con tu director espiritual debes empezar el camino llamado “discernimiento”, es decir, pedir un corazón dispuesto y un oído atento para descubrir cuál es la voluntad de Dios para tu vida. Mediante una vida sacramental sólida y una vida de oración constante, Dios te irá revelando cuáles son los pasos por dar. En estos momentos, la lectura de la Palabra es un elemento fundamental. Trata de tener una disciplina en tu vida de oración, porque así el corazón se pondrá en sintonía con la voz de Dios. Pide siempre prudencia para ver todo de acuerdo a la voluntad de Dios.

4. ¡Alto, no corras! No hay por qué apresurarse. Quizá sonará duro lo que te diré, pero: la vocación debe elegirse por convicción, no por decepción. En este discernimiento, la virtud de la paciencia es importante y vital. San Ignacio de Loyola decía: “En tiempos de desolación, no hacer mudanza”. Por ende, si estás pasando quizá una decepción amorosa o una decepción por alguna figura de la Iglesia: detente, respira y pide iluminación a Dios. No tomes decisiones permanentes sobre sentimientos pasajeros.

5. No dejes que tu historia familiar sea un obstáculo para encontrar tu llamado. Es aquí una de las razones más importantes de un acompañamiento espiritual. Quizá tu historia esté marcada por momentos difíciles a causa del matrimonio de tus padres o quizá tus padres no estén de acuerdo con la idea de que formes una familia basada en el matrimonio o estén en contra de los sacerdotes o religiosos… ¡No desfallezcas! Recuerda que este es un camino donde Dios te llama a seguirle, sea cual sea la vocación. Por eso, es normal encontrar obstáculos o heridas que sanar, pero si te dejas guiar por Dios, y tienes paciencia, Él te irá revelando que, a pesar de cualquier oposición o problema, con Él siempre encontrarás la felicidad.

6. ¡No te quedes en lo abstracto! Descubrir la vocación que Dios tiene para ti, es un salto de fe, se debe confiar plenamente la vocación y la misión al Señor. No te estanques en el miedo, o en lo idealista… busca, habla. Si tu sientes que estás llamado a la vida consagrada/religiosa habla con sacerdotes y religios@s, que te compartan su carisma. Busca en internet los diferentes carismas existentes. Lo genial de nuestra Iglesia es que, ¡somos ricos en carismas! Si sientes que tu vocación es la vida matrimonial, busca ejemplos de matrimonios virtuosos tanto en la historia de la Iglesia como en la actualidad. Ni el matrimonio ni la vida consagrada es un juego, asegúrate de conocer bien los compromisos de cada vocación. La única manera de quitarte la curiosidad es visitar, ir a la vida real y cotidiana.

7. ¡Fuera miedos! Sí, quizá es el paso más difícil, pero es el más necesario. Es normal tener miedo, es un gran paso el identificar cuál es tu vocación… pero de la mano de Dios, tu director espiritual y tu corazón dispuesto, las cosas irán cayendo por su propio peso. Desde el momento que te des cuenta que esto es un diálogo de amor entre Dios y tú, ¿por qué tener miedo? Es Dios, tu Padre que quiere salir a tu encuentro. No dudes en pedirle su Auxilio. Él sabe que somos miedosos, sabe cuánto nos puede costar hacerle esa pregunta: ¿A dónde me quieres, Señor? Pero no tengas miedo al compromiso. Este camino es de valientes y si estás aquí es porque Dios sabe que eres capaz de vivir la radicalidad del Amor. Recuerda lo que nos dice San Juan “No hay temor en el amor; sino que el amor perfecto expulsa el temor” (1 Jn 4, 18). No vivas en el miedo, vive en el Amor.

8. No pierdas la paz. No desistas, el camino de discernimiento vocacional puede ser difícil y hasta un desierto, pero no olvides que Dios está contigo, camina a tu lado y te alimenta como a Elías cuando se rindió (1a Reyes 19, 7). Si ves que no avanzas en el camino, respira, “ten calma contigo mismo y mira a dónde vas”, como dice Martín Valverde. Recuerda a San Francisco de Sales: “Ten paciencia con todas las cosas, pero sobre todo contigo mismo”. ¡Ojo! Tampoco huyas de la decisión. Paciencia no es sinónimo de cobardía. (Sí, sé que es posible que dé un ataque de pánico… pero respira, Dios no se muda. Él te sigue esperando).

9. Ampárate de María y los Santos. Como te he dicho, no eres el primero con estas preguntas, en Nuestra Iglesia podemos encontrar tantos ejemplos – matrimonios, sacerdotes, religiosas, laicos consagrados – que pasaron por este momento en el que tú te encuentras ahora. No estás solo. Pídele ayuda a nuestra Santa Madre, que te ayude a decir como ella “FIAT”: Hágase en mi según tu Palabra.

10. ¡Mírate al espejo! Sí, te recomiendo que busques el espejo más cercano y te digas: “Soy hijo de Dios y Dios me ama.” Él te conoce, Él te creó con amor y te llamó a la existencia para ser feliz y servirle en santidad. Mírate al espejo y descubre en ti los anhelos más profundos de tu corazón. Si sientes que no te conoces, pídele ayuda al Espíritu Santo para que te enseñe tu alma. Si sientes que te faltan las fuerzas o el valor para dar el paso definitivo, no tengas miedo. Él está contigo. Santa Teresita del niño Jesús dijo: “el buen Dios no puede inspirar deseos irrealizables, por eso puedo, a pesar de mi pequeñez, aspirar a la santidad”. Recuerda que la vocación no será solo para ti, sino para toda nuestra Iglesia. Eres importante para Dios y para la Iglesia. Así como eres, Dios te llama. Con tus dudas, con tus pecados, con tus debilidades, con tus fortalezas. Así, Así te quiere Dios.

Como dijo en una ocasión la Hermana Glenda: “Él te hará desear lo que Él te quiere regalar”. Ten paciencia, pídele con constancia y humildad que te revele sus planes de Amor para ti. Ponte en camino, Dios está enamorado de ti, te quiere en sus brazos y en su Sagrado Corazón. Y ese mismo Amor nos irá diciendo cuál es la vocación que nos llevará al cielo a su lado, para gloria de Él y para salvación del mundo.

PAPA FRANCISCO ANIMA A NO TEMER A LA MUERTE


El Papa anima a no temer a la muerte: “Jesús mantendrá la llama de nuestra fe”
Por Miguel Pérez Pichel
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




VATICANO, 18 Oct. 17 / 03:22 am (ACI).- El Papa Francisco, durante su catequesis pronunciada en la Audiencia General celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano, animó a tener esperanza ante la muerte, a confiar en Jesús, porque Él es “la resurrección y la vida” y mantendrá viva la llama de la fe en los últimos momentos de vida, “nos tomará de la mano para decirnos: “¡levántate, álzate!”.

En su catequesis, el Santo Padre habló sobre la esperanza cristiana con la realidad de la muerte, “una realidad que nuestra civilización moderna tiende cada vez más a apartar. De ese modo, cuando llega la muerte, a alguien cercano o a nosotros mismos, no nos encontramos preparados”.

A pesar de ello, el Pontífice recordó que la naturaleza humana está muy vinculada a la muerte, y prueba de ello es que “los primeros signos de civilización humana transitan por medio de este enigma. Podríamos decir que la civilización humana nació con el culto a los muertos”.

“La muerte desnuda nuestra vida”, indicó. “Nos hace descubrir que nuestros actos de orgullo, de ira, de odio, eran vanidad. Nos arrepentimos de no haber amado lo suficiente y de no haber buscado lo esencial. Y, al mismo tiempo, vemos aquello realmente bueno que hemos sembrado”.

Francisco señaló que Jesús otorgó luz sobre el misterio de nuestra muerte: “Con su comportamiento nos autoriza a sentirnos doloridos cuando una persona se va. Él se sintió profundamente afectado ante la tumba de su amigo Lázaro, y se echó a llorar. Con esa actitud, sentimos a Jesús mucho más cercano, lo sentimos como a nuestro hermano”.

Entonces, Jesús rezó al Padre, fuente de vida, y ordena a Lázaro que salga del sepulcro. “¡Y entonces resucita! La esperanza cristiana se basa en esa actitud que Jesús asume contra la muerte humana”.

El Papa se refirió a otro episodio evangélico que refuerza la esperanza cristiana ante la muerte: “En otro fragmento del Evangelio se habla de un padre cuya hija estaba muy enferma, y se dirige con fe a Jesús para que la salve. No hay figura más conmovedora que la de un padre o una madre con un hijo enfermo. Rápidamente, Jesús se dirige con aquel hombre, que se llamaba Jairo, junto a su hija, pero entonces llegó una persona procedente de la casa de Jairo y le dice que la hija ya ha muerto y que ya no es necesario molestar al Maestro”.

Sin embargo, Francisco subrayó la enorme fe de Jairo. “Jesús le dice: ‘No temas, solo ten fe’. Jesús sabe que el hombre está tentado a reaccionar con rabia y desesperación, y le pide que custodie la pequeña llama que permanece encendida en su corazón: la fe. Luego llega a su casa y saca a la niña de la muerte y la devuelve viva a sus seres queridos”.

Además, en su catequesis, el Santo Padre recordó las propias palabras de Jesús: “Yo soy la resurrección y la vida, quien crea en mí, incluso si muere, vivirá. ¿Crees en esto?”. “¡Eso es lo que Jesús nos repite a cada uno de nosotros siempre que la muerte viene a desgarrar los tejidos de la vida y los afectos!”.

“Toda nuestra existencia se juega aquí entre la fe y el precipicio del miedo”. “Todos somos pequeños e indefensos delante del misterio de la muerte”, aseguró. Sin embargo, “gracias a ella podemos custodiar en ese momento en el corazón la llama de la fe”.

En el momento de la muerte, concluyó el Papa, “Jesús nos tomará de la mano, del mismo modo que tomó de la mano a la hija de Jairo, y nos dirá: ‘¡Levántate, álzate!’”.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 18 OCTUBRE


Los cinco minutos de María
Octubre 18



Busca a Dios, pues, si lo buscas, lo encontrarás y, si lo encuentras, toda tu vida cambiará de “color” y de sentido.

La humilde Virgen de Nazaret atrajo a Dios a su Corazón por su sencillez.

Ella, cuando el Ángel la saludó como Madre de Dios, no se envaneció sino que se llamó a sí misma “la humilde esclava del Señor”.

Busquemos a Dios con la humildad de María y lo encontraremos con ella y como ella.

Madre de los humildes, concédenos un corazón sencillo donde pueda habitar el Señor.



* P. Alfonso Milagro

SAN LUCAS EVANGELISTA, 19 OCTUBRE

San Lucas, Evangelista
Etim.:Del latín, Lucas, del griego, Loukas. "Portador de luz"

18 de octubre
Su símbolo es un toro o novillo
El Señor viene detrás de sus predicadores


Autor del tercer Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles, en el que se narran los orígenes de la vida de la Iglesia hasta la primera prisión de Pablo en Roma.

Posiblemente escribió entre 70AD y 80AD. Probablemente en los dos años que San Pablo estuvo preso Cesarea (Hechos 20, 21). 
Se destaca como evangelista y como historiador. 

Lucas recibió la fe alrededor del año 40. Habrá conocido a Pablo en Antioquía. Ninguno de los dos conocieron a Jesús durante su vida en la tierra. Sin embargo Lucas supo escribir cuidadosamente guiado por el Espíritu Santo, lo que escuchó de los testigos oculares. Es el único que narra la infancia de Jesús y el que trata mas sobre La Virgen María. Quizás porque ella misma le instruyó en Efeso.

Lucas escribe para el mundo gentil. Resalta el aspecto universal de la redención. La predicación a todas las naciones, comenzando por Jerusalén (Cf Lc. 24, 46-47). El está conciente de los peligros de la legalidad judía, las herejías y la frivolidad pagana. Su Evangelio muestra una atención especial hacia los pobres, los pecadores arrepentidos y hacia la oración. 

Lucas nace de padres paganos en Antioquia y es el único escritor del Nuevo Testamento que no es israelita. Es de cultura griega y dirigió su mensaje a gentiles cristianos. Estaba muy bien educado en la literatura y era médico.

San Lucas fue discípulo fiel de San Pablo quién lo describe como "Lucas, el médico querido" (Col 4,14). Desde su prisión de Roma Pablo dice a su discípulo Timoteo: «Lucas sólo queda conmigo».  San Juan Crisóstomo le llamó: «Incansable en el trabajo, ansioso de saber y sufrir, Lucas no acertaba a separarse de Pablo».

En los Hechos de los apóstoles, Lucas se incluye en los viajes de San Pablo: "fuimos a... navegamos a..."   En uno de esos viajes se embarcaron desde Troas a Fenicia. Otro viaje los llevó desde Fenicia a Jerusalén. Mas tarde fueron juntos a Roma, en cuyo viaje sufrieron naufragio y otros peligros. 

Según la tradición murió mártir en Acaya, colgado de un árbol. Sus reliquias se encuentran en la Basílica de Santa Justina, Padua, Italia. Estudios conducidos allí en 1998 concuerdan con los datos sobre San Lucas conocidos por la tradición. 

Patrón de: artistas, doctores, cirujanos, solteros, carniceros, encuadernadores, cerveceros, escultores, notarios...

Representado con: libro, novillo alado, médico, pintando ícono de Nuestra Señora.
Según la tradición fue también pintor de la virgen. 

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 18 OCTUBRE 2017


Lecturas bíblicas de hoy Miércoles 18 octubre 2017
Vigésimo octava semana del Tiempo Ordinario - Año Par

Hoy es: San Lucas Evangelista (18 de Octubre)
“ Estáis cerca del Reino de Dios ”



Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 4,9-17a:
Dimas me ha dejado, enamorado de este mundo presente, y se ha marchado a Tesalónica; Crescente se ha ido a Galacia; Tito, a Dalmacia; sólo Lucas está conmigo. Coge a Marcos y tráetelo contigo, ayuda bien en la tarea. A Tíquico lo he mandado a Éfeso.
El abrigo que me dejé en Troas, en casa de Carpo, tráetelo al venir, y los libros también, sobre todo los de pergamino. Alejandro, el metalúrgico, se ha portado muy mal conmigo; el Señor le pagará lo que ha hecho. Ten cuidado con él también tú, porque se opuso violentamente a mis palabras. La primera vez que me defendí, todos me abandonaron, y nadie me asistió. Que Dios los perdone. Pero el Señor me ayudó y me dio salud para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran los gentiles.

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Salmo
Sal 144,10-11.12-13ab.17-18 R/. 

Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, 
que te bendigan tus fieles; 
que proclamen la gloria de tu reinado, 
que hablen de tus hazañas. R/.

Explicando tus hazañas a los hombres, 
la gloria y majestad de tu reinado. 
Tu reinado es un reinado perpetuo, 
tu gobierno va de edad en edad. R/.

El Señor es justo en todos sus caminos, 
es bondadoso en todas sus acciones; 
cerca está el Señor de los que lo invocan, 
de los que lo invocan sinceramente. R/.

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Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 10,1-9

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. 
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el reino de Dios."»

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Reflexión del Evangelio de hoy

El Señor me dio fuerzas para anunciar íntegro el Evangelio
El autor de este texto se sitúa en los últimos días de Pablo, quizá como recurso para reforzar su autoridad. Sus letras trasmiten sentimiento de soledad ante el previsible fin, pues unos lo han abandonado por la dureza del momento y otros han sido enviados a misionar. Lucas es el que permanece a su lado. En este estado de cosas, quiere tener consigo a Timoteo, a quien encarga venga con Marcos, de cuyo abandono en el primer viaje no guarda mal recuerdo. Añade un recado personal: que le traigan la capa y los pergaminos, que bien le vendrán para el inminente invierno. Le sobrevienen, además, dos recuerdos no muy alegres: el proceder de Alejandro y la soledad en la que le dejaron sus colaboradores en una, para el autor, falta de lealtad. El apóstol, no obstante, lo afirmado, no se arredra porque bien sabe, y así lo atestigua, que siempre ha tenido la ayuda de Dios Padre para anunciar el evangelio de Cristo Jesús, incluso ante auditorios y tribunales paganos. No está lejos la meta de su quehacer apostólico, y es de agradecer la sinceridad: la salvación que ha recibido de Dios por su fidelidad al Evangelio de Jesús es la que le conduce al reino de Cristo el Señor. Experiencia dura y difícil, lo que no obsta para dejarnos un testimonio creyente de fidelidad al amor de Dios y a la Palabra de su Hijo más allá de obstáculos y sinsabores.

Estáis cerca del Reino de Dios
El evangelio de Lucas alude a la misión de los Doce, y completa la acción apostólica con el envío de los setenta y dos que, de dos en dos,  Jesús ordena que vayan cual mensajeros o precursores. Hágase una lectura literal o simbólica, lo cierto es que es indudable la intención misionera y universal que rezuma todo el evangelio de Lucas: la Palabra de Dios debe ser conocida por todo el mundo porque para la salvación de todas las personas ha puesto Dios su tienda entre nosotros. El propósito del envío es que preparen los caminos que después recorrerá el Maestro; la estrategia no puede ser otra que la austeridad y sencillez para que quede siempre patente que la fuerza está en Dios Padre y nunca en la persona que presta su voz a la Palabra; los procedimientos a desarrollar están indicados con claridad: dad vida, trabajad la salud de la gente, ayudad a vivir, anunciad contra viento y marea la cercanía de Dios Padre con todos, en especial con los pequeños y sufrientes. En una palabra, adelanten la presencia de Jesús de Nazaret con todos los que esperan y necesitan la venida del Dios-con-nosotros. Y tengan bien claro que en el salario del apóstol está, puede estar, el rechazo y la incomprensión. Es el momento para renovar la confianza en aquel que nos ha enviado y disfrutará con todos los apóstoles y misioneros la alegría vivida por anunciar la Palabra que da vida y faculta a todo hijo de Dios a manifestarse fuerte frente al mal.  

Misericordia es una experiencia creyente que asociamos felizmente a San Lucas y su evangelio. Compañero de Pablo en su misión nos ha dejado en su evangelio las páginas que más y mejor nos hablan de la ternura cercana de un Dios que prefiere ejercer siempre de Padre.

¿Cómo nos entrenamos en la fuerza que da la confianza en Dios para superar las dificultades de la comunidad en su testimonio y predicación?


Fr. Jesús Duque O.P.
Convento de Santo Domingo de Scala-Coeli (Córdoba)

BUENOS DÍAS!!





martes, 17 de octubre de 2017

NO JUZGUES


NO JUZGUES



 Él quería que sus hijos aprendiesen a no juzgar de manera apresurada. Por eso, a lo largo del año, mandó que cada uno de ellos viajase hasta una localidad distante, donde había un peral plantado.

Después de que volviese el último hijo, el hombre los reunió y pidió a cada uno que les describiera lo que habían visto.

El primero dijo que el árbol era feo y retorcido.

El segundo hijo manifestó su desacuerdo, indicando que el árbol tenía hojas verdes y estaba cubierto de preciosas flores de aroma tan dulce que él se arriesgaría a decir que eran las flores más graciosas que había visto.

El tercer hijo argumentó que estaban confundidos, ya que el árbol estaba repleto de frutos dorados, bellos y sabrosos. El árbol estaba tan cargado de frutos que estaba arqueado y lleno de vida.

El último hijo no estuvo de acuerdo con los demás, diciendo que el árbol no tenía flores ni frutos, aunque sí hojas coloridas con los más bellos tonos de rojo y dorado.

El hombre explicó a sus hijos que todos estaban en lo cierto, pues cada uno había visto el árbol en una estación diferente. Agregó que no se puede juzgar un árbol o a una persona por sólo una estación.

La vida sólo puede ser cuantificado al final, cuando todas las estaciones se completen. Quien desiste delante del invierno, pierde las delicias de las demás estaciones.

SANTOS CON BUEN HUMOR


Santos con buen humor



1.- San Juan Pablo II
El Papa peregrino dejó una gran herencia espiritual a la Iglesia con sus conmovedores mensajes, su cercanía y sus gestos de cariño y piedad. También dejó en los corazones de los fieles el eco de su risa, como aquella vez en la que asistió a una actuación en el Vaticano de un payaso llamado Diego Poole.
Poole, conocido como el “Payaso Japo”, realizó seis espectáculos para el Pontífice y en algunos videos se puede ver a San Juan Pablo II riendo a carcajadas.
El payaso asistió a la ceremonia de canonización celebrada en Roma en el 2014 y contó a ACI Prensa que “no hay imágenes grabadas del Papa riéndose tanto y gracias a eso tenemos ya la imagen para siempre de un Papa que era profundamente humano, muy alegre, y muy simpático”.

2.- San Juan Bosco
Este santo italiano era muy alegre y carismático, especialmente con los jóvenes y niños. Se dice que cuando tenía problemas se le veía aún más alegre y esto se debe a su confianza en Dios y María Auxiliadora.
San Juan Bosco solía decir que la alegría, el estudio y la piedad eran “el mejor programa para hacerte feliz y que más beneficiará tu alma”. También expresaba que si uno desea tener una vida tranquila y alegre, hay que procurar “estar siempre en gracia de Dios”.
Además, en una ocasión le dijo a su alumno Santo Domingo Savio: “aquí hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres”.

3.- San Felipe Neri
San Felipe Neri tuvo muchos dones y es el patrón de los educadores y humoristas. Desde pequeño expresaba su alegría y mostraba tanta bondad, que la gente solía llamarlo “Felipín el bueno”. En 1533, a los 18 años, tuvo una experiencia mística que lo motivó a renunciar a una vida opulenta para seguir el llamado al sacerdocio.
Viajó a Roma para estudiar filosofía y teología, pero abandonó esta ocupación para dedicarse a ser catequista. Realizaba obras de caridad y visitaba hospitales, tiendas, bancos y otros lugares públicos para evangelizar. Su sentido del humor y su simpatía lo ayudaron a cumplir con su cometido.
El día de su muerte, ocurrida el 25 de mayo de 1595, su médico le dijo: "Padre, jamás lo había encontrado tan alegre", y el sacerdote de 80 años respondió: "Me alegré cuando me dijeron: vayamos a la casa del Señor".

4.- San Lorenzo
San Lorenzo era diácono y uno de los siete hombres de confianza del Papa San Sixto. En el año 257 el emperador Valeriano publicó un decreto de persecución contra los cristianos y el santo soñaba con morir mártir.
Un año después, el alcalde de Roma, que era un hombre codicioso, le pidió que le traiga los tesoros más valiosos de la ciudad y Lorenzo se los llevó a los pobres y enfermos a los que les daba limosna. El alcalde se enfureció y mandó a que lo acostaran en una parrilla de hierro.
Tras un momento de estarse quemando en la parrilla, el santo dijo a sus verdugos: “"Ya estoy asado por un lado. Ahora que me vuelvan hacia el otro lado para quedar asado por completo". Cuando estuvo totalmente quemado exclamó: “La carne ya está lista, pueden comer". Su martirio conmovió a muchos romanos e hizo que se convirtieran al cristianismo.

5.- San Félix
En latín, “Félix” significa “aquel que se considera feliz o afortunado” y este santo italiano vivió a plenitud el significado de su nombre. Desde niño tuvo fama de ser alegre, piadoso y llegó a tener experiencias místicas.
Cuando alguien lo insultaba, San Félix le respondía con humor: “voy a pedir a Dios que te haga un santo”.
Tras ingresar a la orden de los franciscanos, pedía que le redoblaran las penitencias y mortificaciones. También se destacó por su bondad hacia los más pobres.


© ACI Prensa

SE TÚ MISMO


Sé tú mismo



Cada persona es un ser único, por naturaleza. “Cuando Dios crea un persona rompe el molde”, dice el proverbio. Por lo tanto el mejor consejo que puedo darte es: sé tú mismo. Pero sé lo mejor de ti mismo. Ten valor de ser diferente y seguir tu propio camino. No hagas vanos intentos de imitar ciegamente a los demás.

No tengas miedo de estar solo, de mirarte interiormente y de encontrarte en tu silencio. Ten miedo de ser solitario, aislado de tus hermanos, desconfiado, sin amigos y sin comunicación. Nunca temas decir la verdad o expresar con claridad lo que sientes y afirmar aquello que has visto o has oído. Teme más bien engañarte a ti mismo, autoconvencerte de la mentira o colocar máscaras en tu rostro. Sé tú mismo en donde estés, aceptando a los otros como son. Vive con intensidad y dinamismo. Rompe tus murallas y levántate y la vida será para ti un canto, y cada día será una fiesta (Sandy Macchi).

Para fortalecer esta decisión de ser tú mismo, puedes decirte: “Proclamaré mi singularidad ante el mundo. No intentaré imitar a otros. Soy una cosa rara, y existe valor en todo lo raro. Soy un ser único de la naturaleza”. Esto es honrar al Creador que te dio cualidades valiosas para una misión destacada. De allí la importancia de conocerte y valorarte a ti mismo.



* Enviado por el P. Natalio

PAPA FRANCISCO PIDE CRISTIANOS QUE ESCUCHEN LA PALABRA DE DIOS


El Papa pide cristianos que escuchen la Palabra de Dios y no cristianos “insensatos”
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 17 Oct. 17 / 05:02 am (ACI).- En la homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este martes 17 de octubre, el Papa Francisco hizo un llamado a no caer en la “insensatez” que consiste en la incapacidad de escuchar la Palabra de Dios, y que lleva a la corrupción.

Siguiendo la lectura del Evangelio del día y de la primera carta de San Pablo a los Romanos, el Santo Padre identificó a 3 grupos citados en el Evangelio como “insensatos” por dejarse arrastrar hacia la corrupción.

Por un lado, señaló a los doctores de la Ley, “que se vuelven corruptos porque se preocupaban de hacer bellas las cosas por fuera, pero no por dentro, donde surge la corrupción”. Eran “corruptos de la vanidad, de la apariencia, de la belleza exterior, de la justicia exterior”, explicó el Papa.

En segundo lugar, el Pontífice citó a los paganos, “corruptos de la idolatría, que cambiaron la gloria de Dios por la de los ídolos”. Francisco señaló que esta corrupción se da también en el mundo actual, con idolatrías de hoy como el consumismo, o tratar de construir un dios cómodo.

Por último, también como insensatos que caen en la corrupción a aquellos cristianos que se dejan corromper por la ideología, aquellos que dejan de ser cristianos para convertirse en “ideólogos del cristianismo”.

Esta insensatez mostrada por estos tres grupos consiste en “no escuchar, en una incapacidad para escuchar la Palabra, cuando la Palabra no entra porque no la dejo entrar voluntariamente, porque no la escucho”.

“El insensato no escucha –afirmó el Santo Padre–. Piensa que escucha, pero no escucha. Siempre hace lo que quiere y por eso la Palabra de Dios no puede entrar en su corazón y elimina todo lugar para el amor. Y si finalmente entra, entra descafeinada, entra transformada por mi visión de la realidad. Los insensatos no saben escuchar. Esa sordera es la que les lleva a la corrupción. Si no entra la Palabra de Dios, no hay lugar para el amor y, finalmente, no hay lugar para la libertad y lleva a la esclavitud”.

El Papa, finalmente, invitó a los presentes a preguntarse: “¿Escucho yo la Palabra de Dios? ¿La dejo entrar?”.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Lucas 11:37-41

37 Mientras hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa.

38 Pero el fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer.

39 Pero el Señor le dijo: «¡Bien! Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad.

40 ¡Insensatos! el que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior?

41 Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros.

ORACIÓN POR LAS VOCACIONES A LA VIDA SACERDOTAL Y RELIGIOSA

Congregación Religiosa Oblatos de San José  - Provincia del Perú



ORACIÓN POR LAS VOCACIONES
"Rogad al Dueño para que envíe operarios a su mies”



Te pedimos por el don de vocaciones sacerdotales y religiosas
para que en todas partes sea amado tu Corazón.
Despierta en muchos jóvenes
una vocación sincera, alegre y entusiasta;
con un espíritu de bondad, humildad y sencillez y que quieran
compartir su vida como voceros de tu Evangelio.
Esto te lo pedimos por intercesión
del Inmaculado Corazón de María
y de San José nuestro protector.
Amado sea en todas partes el Sagrado Corazón de Jesús.
Por siempre. Amén.

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 17 OCTUBRE 2017


Lecturas bíblicas de hoy Martes 17 Octubre 2017
Vigésimo octava semana del Tiempo Ordinario - Año Impar

 Hoy es: San Ignacio de Antioquía (17 de Octubre)

“ El evangelio es fuerza de salvación de Dios ”


Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (1,16-25)

Yo no me avergüenzo del Evangelio; es fuerza de salvación de Dios para todo el que cree, primero para el judío, pero también para el griego. Porque en él se revela la justicia salvadora de Dios para los que creen, en virtud de su fe, como dice la Escritura: «El justo vivirá por su fe.» Desde el cielo Dios revela su reprobación de toda impiedad e injusticia de los hombres que tienen la verdad prisionera de la injusticia. Porque, lo que puede conocerse de Dios lo tienen a la vista; Dios mismo se lo ha puesto delante. Desde la creación del mundo, sus perfecciones invisibles, su poder eterno y su divinidad, son visibles para la mente que penetra en sus obras. Realmente no tienen disculpa, porque, conociendo a Dios, no le han dado la gloria y las gracias que Dios se merecía, al contrario, su razonar acabó en vaciedades, y su mente insensata se sumergió en tinieblas. Alardeando de sabios, resultaron unos necios que cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes del hombre mortal, de pájaros, cuadrúpedos y reptiles. Por esa razón, abandonándolos a los deseos de su corazón, los ha entregado Dios a la inmoralidad, con la que degradan ellos mismos sus propios cuerpos; por haber cambiado al Dios verdadero por uno falso, adorando y dando culto a la criatura en vez de al Creador. ¡Bendito él por siempre! Amén.

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Salmo
Sal 18,2-3.4-5 R/. El cielo proclama la gloria de Dios

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R/.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R/.

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Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,37-41)

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se puso a la mesa.
Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: «Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades. ¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo.»

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Reflexión del Evangelio de hoy
El evangelio es fuerza de salvación de Dios para todo el que cree
San Pablo, que no se avergüenza del evangelio y del Señor del evangelio,  dirigiéndose a los romanos nos habla de dos clases de personas. Los que aceptan por la fe a Dios y encuentra ahí su salvación. “El justo  vivirá por su fe”.

Pero para San Pablo hay otro grupo de hombres, los que habiendo conocido y llegado a Dios por las obras que ha hecho y que “Dios mismo se lo ha puesto delante”, sin embargo, le rechazan y “tienen la verdad prisionera de la injusticia”. “Alardeando de sabios, resultaron necios que cambiaron la gloria de Dios inmortal por imágenes del hombre mortal, de pájaros, cuadrúpedos y reptiles”.

En tiempo de san Pablo y en nuestro tiempo, hay quienes desechan al Dios verdadero y adoran, en diversas versiones, a otros seres, a distintas creaturas. Gran equivocación, pues dioses no hay más que uno, el Dios presentado por Jesucristo, el único que puede ayudar al hombre, con su luz, con su amor, a vivir con sentido, con esperanza, con alegría, a encontrar la salvación y alejarse de la perdición. 

Limpiar la copa por fuera y rebosar por dentro de robos y maldades
 Sabemos la importancia que los guardianes de la religión judía daban a los preceptos legales. Había hasta 613 mandatos que regulaban minuciosamente la vida del fiel judío. Muchos de ellos eran prescripciones externas, y el peligro era quedarse en lo  externo y olvidarse de lo interior. La gran innovación de Jesús fue dar mucha más importancia al interior de la personas que a lo exterior, a lo de fuera. De muchas maneras tocó Jesús este tema. El árbol bueno da frutos bueno, el árbol malo da frutos malos. El corazón bueno da frutos buenos, el corazón malo da frutos malos. El corazón es el centro de las decisiones y acciones del hombre. De él, del interior de la persona, brotan los actos buenos y los actos malos. Por lo que hay que cuidar es nuestro interior, nuestro corazón. Cuando el fariseo que había invitado a comer a Jesús se sorprende de que Jesús no se lave las manos antes de comer, como estaba mandado por la ley, le dijo: “Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades”.

Celebramos hoy la fiesta de San Ignacio de Antioquía que murió el año 107. Famosas las cartas que escribió camino del martirio, donde expresa su fuerte deseo del encuentro pleno con Dios. Pide a su fieles que no hagan nada que impida ser martirizado, pues “soy trigo de Dios y he de ser molido por los dientes de las fieras… todo mi deseo y mi voluntad están puestos en aquel que por nosotros murió y resucitó”. 


Fray Manuel Santos Sánchez
Convento de Santo Domingo (Oviedo)

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 16 y 17 OCTUBRE


Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro
16 octubre



La Virgen María amó, y amó en tal grado, que ofreció su propio Hijo a la muerte, a fin de que no viviéramos alejados de Dios.
En la Virgen María nunca hubo ninguna falsía, ningún doblez; fue siempre veraz, siempre auténtica, siempre fiel en todo y para todos. Por eso la invocamos cono "la Virgen fiel".

Nuestra Señora de la intimidad con el Espíritu Santo, enséñanos a relacionarnos con Dios en lo más íntimo de nuestro ser.


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Los cinco minutos de María
Octubre 17




María Santísima fue en todo mujer y en todo Madre de Dios; ella no hizo nunca ninguna distinción entre estas realidades, dándonos a nosotros la más hermosa lección de cómo debemos vivir los cristianos nuestra realidad bautismal en la dimensión humana. En nosotros no puede separase el cristiano del hombre, ni el hombre del cristiano.

No existen circunstancias en las que obremos como hombres y no como cristianos o como cristianos y no como hombres.
Nuestra Señora de la fidelidad, concédenos una fidelidad sin fisura ni distinción a nuestra vocación humana y a nuestra vocación cristiana.


* P. Alfonso Milagro 

FELIZ MARTES!!!





lunes, 16 de octubre de 2017

LO ESENCIAL ES INVISIBLE


“Lo esencial es invisible”



“Escucha, Israel: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón estas palabras que yo te dicto hoy. Incúlcalas a tus hijos, y háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte»” (Dt 6, 4-7). Precepto clave y fundamental que recorre todas las páginas de la Biblia.

En tu vida, hay cosas que son accidentales y secundarias; y otras que son esenciales y prioritarias; de las primeras, podrás prescindir en determinadas circunstancias; de las segundas, nunca podrás olvidarte. Examina qué es principal para ti y qué es secundario, y vive según tu respuesta. Pero ten cuidado de no equivocarte en tus apreciaciones; no sea que al equivocarte en tus juicios, te equivoques en tu vida; porque hay equivocaciones que no arrastran a mayores consecuencias, mientras que otras producen verdaderas catástrofes. Hay que poner las cosas en su lugar en la escala de valores; sería desastroso trastornar esos valores; piensa que el primer lugar, por ser el primer valor, le corresponde siempre y únicamente a Dios.

Según las palabras de la Biblia, se trata, de tener un amor tan firme a Dios que siempre lo tengamos en el primer lugar de nuestro afecto, preocupaciones, tiempo… Hay un motivo fundamental para eso: Dios nos ama tanto, se ha jugado tanto por nosotros, que no nos queda sino organizar toda nuestra vida como respuesta coherente a su inmensa bondad.


* Enviado por el P. Natalio

INVITADOS AL BANQUETE


Invitados al banquete



Hay un estribillo de un canto, que sobre todo en el tiempo de Adviento, recobra especial relevancia: “es Cristo quien invita, alegra el corazón, viste el alma de fiesta que viene tu Señor”. La Eucaristía, sigue solicitando de nosotros actitudes de fiesta y de encuentro, de alegría y de perdón, de caridad y de justicia. Son, todas ellas, diferentes costuras del auténtico traje de fiesta que desea el Señor para aquellos que acudimos, con debilidades pero con confianza, al banquete pascual.

Como Rey, Dios, domingo tras domingo, prepara un banquete de bodas en cada altar. Convoca con campanas y cánticos a su pueblo para que escuche su Palabra, para que lo sientan cercano. Unos somos sensibles a su llamada y acudimos. En otros, ese tañido de convocatoria y de invitación, hace tiempo que dejó de ser decisivo y de marcar la orientación del Día del Señor.

Como Rey, Dios, el día primero de cada semana, intenta disuadirnos de esa pereza que nos aleja de él, de esa tentación que supone decir a todo “sí” (deporte, campo, playa, montaña) dejando en inferioridad de condiciones a la misa dominical por ejemplo.

-A un banquete no se va por obligación. Pero, cuando uno deja de comer, su cuerpo se debilita, su organismo se desequilibra. ¿No ocurre algo parecido en la vida de muchos cristianos? Comenzaron por dejar la misa, olvidaron la oración y han acabado teniendo a Dios como un eterno desconocido.

-A un banquete no se va por la fuerza. Pero, como educadores, también los padres, hemos de saber transmitir a los hijos que la Eucaristía es un magnífico regalo de Dios, un momento intenso para vivir y celebrar la presencia del Señor. ¿Por qué muchos padres indican, valoran, exigen cualquier otro camino a sus hijos antes que aquel que conduce a la Eucaristía?

-A un banquete no se acude por simple cortesía. Dios no necesita nuestras alabanzas pero, la Eucaristía, cada fin de semana, es una fuente que emana muchos sentimientos que en el mundo escasean. La Eucaristía es pan para los que quieren ser fuertes ante un mundo que nos debilita.

¿Por qué hacemos del domingo un torbellino de actividades y no damos prioridad a algo que es mucho más profundo como la Eucaristía? ¿Por qué en el domingo todo sí y Dios no?

San Juan Pablo II nos dejó una exhortación apostólica sobre la Eucaristía. Entre otras cosas decía que no era cuestión de celebrar cosas extraordinarias, cuanto el recuperar, revivir, saborear y potenciarla más y mejor.

Que nadie, ni el rumbo ni las modas de los nuevos tiempos, nos rompan la tarjeta de invitación que desde el cielo, Dios como Rey, nos hace llegar para que compartamos este don, gracia, encuentro, sacramento y fiesta que hace del domingo un día diferente al resto de los días de la semana.

Dejar a un lado la Eucaristía dominical, a la larga o la corta, implica dejar a Cristo de lado y dejar nuestra vida interior sin un contraste con la Palabra, con la comunidad, con la iglesia y con nosotros mismos. ¡No seamos desagradecidos!


© Padre Javier Leoz

EL SÍNDROME DE JONÁS


El síndrome de Jonás
Homilía de la Misa matutina en la Capilla de la Domus Sanctae Martahe, el Lunes 14 de octubre de 2013


Por: SS Francisco | Fuente: Catholic.net 




Hay una grave enfermedad que amenaza hoy a los cristianos: el «síndrome de Jonás», aquello que hace sentirse perfectos y limpios como recién salidos de la tintorería, al contrario de aquellos a quienes juzgamos pecadores y por lo tanto condenados a arreglárselas solos, sin nuestra ayuda. Jesús en cambio recuerda que para salvarnos es necesario seguir el «signo de Jonás», o sea, la misericordia del Señor. Es éste en sustancia el sentido de la reflexión que propuso el Papa Francisco durante la misa celebrada el lunes 14 de octubre.

Comentando las lecturas de la liturgia, tomadas de la carta de san Pablo a los Romanos (1, 1-7) y del Evangelio de Lucas (11, 29-32), el Pontífice inició precisamente por aquella «palabra fuerte» con la que Jesús se dirige a un grupo de personas llamándolas «generación perversa». Es «una palabra —observó— que casi parece un insulto: esta generación es una generación perversa. ¡Es muy fuerte! Jesús, tan bueno, tan humilde, tan manso, pero dice esta palabra». Sin embargo, como explicó el Pontífice, Él no se refería ciertamente a la gente que le seguía; se refería más bien a los doctores de la ley, a los que buscaban ponerle a prueba, hacerle caer en una trampa. Era toda gente que le pedía signos, pruebas. Y Jesús responde que el único signo que se les dará será «el signo de Jonás».

¿Pero cuál es el signo de Jonás? «La semana pasada —recordó el Papa— la liturgia nos ha hecho reflexionar sobre Jonás. Y ahora Jesús promete el signo de Jonás». Antes de explicar este signo, el Papa Francisco invitó a reflexionar sobre otro detalle que se deduce de la narración evangélica: «el síndrome de Jonás», lo que el profeta tenía en su corazón. Él «no quería ir a Nínive y huyó a España», dijo el Santo Padre. Pensaba que tenía las ideas claras: «la doctrina es ésta, se debe creer esto. Si ellos son pecadores, que se las arreglen; ¡yo no tengo que ver! Este es el síndrome de Jonás». Y «Jesús lo condena. Por ejemplo, en el capítulo vigésimo tercero de san Mateo los que creen en este síndrome son llamados hipócritas. No quieren la salvación de esa pobre gente. Dios dice a Jonás: pobre gente, no distinguen la derecha de la izquierda, son ignorantes, pecadores. Pero Jonás continúa insistiendo: ¡ellos quieren justicia! Yo observo todos los mandamientos; ellos que se las arreglen».

He aquí el síndrome de Jonás, «que golpea a quienes no tienen el celo por la conversión de la gente, buscan una santidad —me permito la palabra— una santidad de tintorería, o sea, toda bella, bien hecha, pero sin el celo que nos lleva a predicar al Señor». El Papa recordó que el Señor «ante esta generación, enferma del síndrome de Jonás, promete el signo de Jonás». Y añadió: «En la otra versión, la de Mateo, se dice: pero Jonás estuvo en la ballena tres noches y tres días... La referencia es a Jesús en el sepulcro, a su muerte y a su resurrección. Y éste es el signo que Jesús promete: contra la hipocresía, contra esta actitud de religiosidad perfecta, contra esta actitud de un grupo de fariseos».

Para aclarar más el concepto, el Obispo de Roma se refirió a otra parábola del Evangelio «que representa bien lo que Jesús quiere decir. Es la parábola del fariseo y del publicano que oran en el templo (Lucas 14, 10-14). El fariseo está tan seguro ante el altar que dice: te doy gracias Dios porque no soy como todos estos de Nínive ni siquiera como ese que está allí. Y ese que estaba allí era el publicano, que decía sólo: Señor ten piedad de mí que soy pecador».

El signo que Jesús promete «es su perdón —precisó el Papa Francisco— a través de su muerte y de su resurrección. El signo que Jesús promete es su misericordia, la que ya pedía Dios desde hace tiempo: misericordia quiero, y no sacrificios». Así que «el verdadero signo de Jonás es aquél que nos da la confianza de estar salvados por la sangre de Cristo. Hay muchos cristianos que piensan que están salvados sólo por lo que hacen, por sus obras. Las obras son necesarias, pero son una consecuencia, una respuesta a ese amor misericordioso que nos salva». Las obras solas, sin este amor misericordioso, no son suficientes.

Por lo tanto «el síndrome de Jonás afecta a quienes tienen confianza sólo en su justicia personal, en sus obras». Y cuando Jesús dice «esta generación perversa», se refiere «a todos aquellos que tienen en sí el síndrome de Jonás». Pero hay más: «El síndrome de Jonás —afirmó el Papa— nos lleva a la hipocresía, a esa suficiencia que creemos alcanzar porque somos cristianos limpios, perfectos, porque realizamos estas obras, observamos los mandamientos, todo. Una grave enfermedad, el síndrome de Jonás». Mientras que «el signo de Jonás» es «la misericordia de Dios en Jesucristo muerto y resucitado por nosotros, por nuestra salvación».

«Hay dos palabras en la primera lectura —añadió— que se relacionan con esto. Pablo dice de sí mismo que es apóstol, no porque haya estudiado, sino que es apóstol por llamada. Y a los cristianos dice: vosotros sois llamados por Jesucristo. El signo de Jonás nos llama». Que la liturgia del día, concluyó el Pontífice, nos ayude a comprender y a hacer una elección: «¿Queremos seguir el síndrome de Jonás o el signo de Jonás?».
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