jueves, 5 de octubre de 2017

PRIMER VIERNES DEL MES DE OCTUBRE, SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


 PRIMER VIERNES DEL MES DE OCTUBRE
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Breve consideración: Jesús a su sierva Margarita María: " Me he acercado a ti, hija mía, para sustituir mi alma por la tuya, mi espíritu por el tuyo, mi Corazón por tu corazón, a fin de trocar nuestras vidas. Tú sabes no quiero participación en tu cariño; así es que todas tus facultades de amar, de pensar y de padecer queden sepultadas, junto con tu voluntad, en la llaga de mi pecho; ahí encontrarás valor para vencerte a ti misma; ahí hallarás inefables delicias en la muerte de ti misma y en la victoria de mi Corazón"



ORACIÓN
CONTRATO DE AMOR, EN FORMA DE PLEGARIA:

Yo te suplico, Jesús mío, que no  me hagas conforme a la vida (la cual, según nuestros sentidos, es vida de muerte) que llevas en el Santísimo Sacramento, donde te haces obediente hasta el aniquilamiento a la sola voz del Sacerdote. Haz, Salvador mío, que en honra de tu obediencia y anonadamiento, sea yo también humilde y obediente por amor y para gloria de tu Sagrado Corazón.

Por Ti, Jesús, sacrifico mi libertad y mi propia voluntad a la tuya, y esto sin reservas. Detesto de todo corazón y renuncio  los respetos, repugnancias y desabrimientos que me sugiera  el amor prohibido, en cuanto me sea mandado o prohibido.

Este es el contrato que mi corazón hace con el tuyo,  !Oh Divino Jesús!, de obrar en todo por amor y con humildad, pues quiero vivir y morir en este ejercicio de amor perfecto. Suplícote que te hagas dueño de mi corazón y de cuanto pueda darte gloria en mí, en el tiempo y en la eternidad. Amén.

Santa Margarita María de Alacoque.



DÉCIMA PROMESA que se cumple para el mes de Octubre:

DARÉ A LOS SACERDOTES LA GRACIA DE MOVER LOS CORAZONES MÁS EMPEDERNIDOS.


Bendigamos a Jesús por esta preciosa promesa, y  pidámosle la cumpla con todos sus apóstoles, recitando las Letanías del Sagrado Corazón de Jesús.

V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, ten piedad de nosotros.
R: Cristo, ten piedad de nosotros.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, óyenos.
R: Cristo, óyenos.
V: Cristo, escúchanos.
R: Cristo, escúchanos.

V: Dios, Padre celestial,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Hijo, Redentor del mundo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Espíritu Santo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Trinidad Santa, un solo Dios,

R: ten piedad de nosotros.

V: Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
R: Ten piedad de nosotros.
V: Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el
seno de la Virgen María, R/.
Corazón de Jesús, unido substancialmente al
Verbo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, de majestad infinita, R/.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, R/.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor, R/.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad, R/.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, R/.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, R/.
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, R/.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, R/.
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros
de la sabiduría y la ciencia, R/.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud
de la divinidad, R/.
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus
complacencias, R/.
Corazón de Jesús, en cuya plenitud 
todos hemos recibido, R/.
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, R/.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia, R/.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan, R/.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, R/.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, R/.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, R/.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, R/.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, R/.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, R/.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, R/.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, R/.
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, R/.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren
y esperan, R/.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, R/.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: perdónanos, Señor.

V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: óyenos, Señor.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: ten piedad y misericordia de nosotros.
V: Jesús, manso y humilde de corazón,
R: haz nuestro corazón semejante al Tuyo.
V: Sagrado Corazón de Jesús,
R: en Vos confío.

V: Sagrado Corazón de María,
R: salvad el alma mía.

V: Jesús y María os quiero con toda mi alma,
R: salvad almas y salvad el alma mía.



Una palabra de Santa Margarita María Alacoque a sus hermanos asociados: "Abismada en el divino Corazón pude ver los tesoros de amor y de gracia que reservaba a los que se sacrifican por procurar su reinado de este culto, y al mismo tiempo el bien incalculable que conseguirán para gloria de Jesús y en provecho de las almas, con este apostolado omnipotente".


Un PadreNuestro y Avemaría por los agonizantes y pecadores.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos Confío!!



ACTO DE CONSAGRACIÓN
SE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN

Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para simpre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.

Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.

Haz también de mi  corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén


Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (Tres veces)
Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.
San José, Ruega por nosotros.
Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.

COMPARTIR EL MEJOR MAÍZ


Compartir el mejor maíz



La generosidad es una virtud que te pone en sintonía con Dios que es todo amor y donación de sí mismo. Cada día puedes empezar a ser generoso en gestos pequeños. Con la práctica se te irá abriendo el corazón, descubrirás la alegría de dar y comprobarás, maravillado, que recibes mucho más de lo que das.

Un agricultor, cuyo maíz siempre había obtenido el primer premio en la Feria del Estado, tenía la costumbre de compartir sus mejores semillas de maíz con todos los demás agricultores de los contornos. Cuando le preguntaron por qué lo hacía, dijo: "En realidad, es por puro interés. El viento tiene la virtud de trasladar el polen de unos campos a otros. Por eso, si mis vecinos cultivaran un maíz de clase inferior, la polinización rebajaría la calidad de mi propio maíz. Ésta es la razón por la que me interesa enormemente que sólo planten el mejor maíz"

Más bien que buscar el beneficio personal, pregúntate cómo puedes servir. En lugar de querer poseer más, trata de compartir tus bendiciones, guiado solamente por el deseo de ayudar a satisfacer las necesidades de los otros. Hay quienes poseen poco y lo dan todo. Estos son los que creen en la vida y en su generosidad, y su cofre jamás se verá vacío.


* Enviado por el P. Natalio

6 FORMAS DE CULTIVAR LA HUMILDAD


6 formas de cultivar la humildad
La humildad es la base de la vida espiritual completa. Sin esta virtud, nunca avanzaremos en la santidad


Por: Sam Guzman | Fuente: The Catholic Gentleman // PildorasDeFe.net 




Si ustedes leen CatholicGentleman.net de vez en cuando, sabrán que frecuentemente el autor habla allí acerca de la importancia de la humildad. Los santos aclaran muy bien que la humildad es el fundamento de todo crecimiento espiritual. Si no somos humildes, no somos santos. Es así de sencillo.

Pero por muy sencillo que se diga que debemos ser humildes, no siempre resulta fácil ponerlo en práctica. De manera que, quiero hablar acerca de seis métodos para cultivar la virtud de la humildad.

1.- Ora por la gracia de la Humildad

Se puede decir con seguridad que ninguna virtud se formará en nuestras almas si no es por medio de la oración frecuente. Si realmente deseas ser humilde, ora cada día por esta gracia, pidiéndole a Dios ayuda para sobreponerte a tu amor propio.

“Debemos pedirle humildad diariamente a Dios y con todo nuestro corazón, pedir también la gracia de saber que somos nada, y que nuestro bienestar corporal y espiritual proceden de Él únicamente”. (San Juan María Vianney)

2.- Acepta humillaciones

Tal vez la manera más dolorosa pero más efectiva de aprender a ser humildes sea el aceptar humillaciones y situaciones vergonzosas. El padre Gabriel de Santa María Magdalena explica:

"A muchas almas les gustaría ser humildes, pero muy pocas desean la humillación; muchas le piden a Dios que las haga humildes y oran fervientemente por esto, pero pocas quieren ser humilladas.

Sin embargo es imposible ganar humildad sin humillación; de la misma manera en la que estudiando se adquiere conocimiento, así por medio de la humillación obtenemos humildad.

Mientras solamente deseemos esta virtud de la humildad, pero no estemos dispuestos aceptar los medios para llegar a ella, ni siquiera estaremos en el camino adecuado para adquirirla. Aún si en algunas ocasiones logramos actuar humildemente, esto podría ser el resultado de una humildad superficial y aparente en lugar de una humildad real y profunda.

Humildad es verdad; por lo tanto, digámonos que dado que no poseemos nada de nosotros mismos sino solamente el pecado, es precisamente por eso que recibimos solamente humillación y desprecio.

3.- Obedece a superiores legítimos

Una de las manifestaciones más claras del orgullo es la desobediencia (irónicamente, la desobediencia y la rebelión son reconocidas como virtudes en la sociedad moderna occidental). Satanás cayó por su orgullo, Non serviam: “No serviré”.

Por otro lado, la humildad siempre es manifestada por medio de la obediencia a la autoridad legítima, ya sea tu jefe o el gobierno. San Benedicto dice “el primer grado de humildad es la pronta obediencia”.

4.- Desconfía de ti mismo

Los santos nos dicen que cada pecado que cometemos se debe a nuestro orgullo y autosuficiencia. Si desconfiamos de nosotros mismos y depositamos toda nuestra confianza en Dios no pecaremos jamás.

Dom Lorenzo Scpuoli fue más lejos y dice:

“La desconfianza de sí es un requisito en el combate espiritual y sin esta virtud no podemos esperar vencer nuestras pasiones más débiles, ni mucho menos ganar la victoria completa”.

5.- Reconoce tu insignificancia

Otra manera muy efectiva de cultivar la humildad es meditar en la grandeza de Dios, mientras simultáneamente reconocemos nuestra propia insignificancia en relación a Él. San Juan María Vianney lo pone de esta manera:

¿Quién puede contemplar la inmensidad de Dios sin humillarse a sí mismo hasta hacerse polvo ante el pensamiento de que Dios creó el cielo de la nada, y que con una palabra puede convertir el cielo y la tierra en nada nuevamente?

Un Dios tan grande, y cuyo poder es inagotable; un Dios lleno de perfección; un Dios con una eternidad interminable; su inmensa justicia, su providencia, que reina sobre todo de manera sabia, y que cuida todo con tal esmero, ¡y nosotros somos nada!

6.- Piensa mejor de otros que de ti mismo

Cuando somos orgullosos, inevitablemente pensamos que somos mejores que los demás. Oramos como el Fariseo, “Señor, te agradezco porque no soy como otros hombres”. Este farisaísmo es increíblemente dañino para nuestras almas, y es detestable para Dios.

Tanto las Escrituras como los santos afirman que el único camino seguro es considerar a todos como mejores que nosotros mismos. San Pablo dice:

“No hagan nada por rivalidad o vanagloria. Que cada uno tenga la humildad de creer que los otros son mejores que él mismo.” (Filipenses 2:3)

Thomas de Kempis resume esta enseñanza en el Capítulo 7 de su clásico La Imitación de Cristo:

"No te estimes por mejor que los demás, porque no seas quizás tenido por peor delante de Dios, que sabe lo que hay en el hombre.

No te ensoberbezcas de tus obras buenas, porque son muy distintos de los juicios de Dios los de los hombres, al cual muchas veces desagrada lo que a ellos contenta.

Si algo bueno hay en ti piensa que son mejores los otros, pues así conservarás la humildad.

No te daña si te pospones a los demás, pero es muy dañino si te antepones a solo uno. Continua paz tiene el humilde; más en el corazón del soberbio hay emulación y saña muchas veces".

Conclusión

No hay duda:

la humildad es la base de la vida espiritual completa. Sin esta virtud, nunca avanzaremos en la santidad.

Sin embargo, la humildad no es simplemente una idea abstracta que debe ser admirada, es una virtud que debe ser aprendida y practicada en las circunstancias dolorosas de la vida diaria.

Esforcémonos en ser humildes a imagen de Cristo que “se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres”.

17 COSAS QUE JESÚS REVELÓ A SANTA FAUSTINA ACERCA DE LA DIVINA MISERICORDIA


17 cosas que Jesús reveló a Santa Faustina acerca de la Divina Misericordia
Crédito: Alexey Gotovskiy (ACI Prensa)





 (ACI).- Desde 1931 Santa Faustina Kowalska recibió mensajes de Jesús que luego escribió en un diario de más de 600 páginas dirigido a un mundo que necesitaba y continúa necesitado de la Misericordia de Dios.

¿Es posible no escuchar lo que Jesús dijo a través de Santa Faustina acerca de su misericordia y cuál debe ser la respuesta del hombre? Benedicto XVI dijo en una ocasión “Es un mensaje realmente central para nuestro tiempo: la misericordia como la fuerza de Dios, como el límite divino contra el mal del mundo”.

En ese sentido el National Catholic Register presenta 17 cosas que Jesús reveló a Santa Faustina Kowalska sobre la Divina Misericordia en distintas partes de los 6 cuadernos de sus revelaciones privadas. Todos los cuadernos fueron compilados en un solo Diario que contiene 1828 numerales.

1. La Fiesta de la Misericordia será un refugio para todas las almas

“Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio para todas las almas y especialmente para los pobres pecadores. En ese día se abren las profundidades de mi misericordia. Yo derramo un océano entero de gracias sobre aquellas almas que se acercan a la fuente de Mi misericordia. El alma que irá a la Confesión y recibirá la Sagrada Comunión obtendrá el perdón completo de los pecados y el castigo. Ese día todas las compuertas divinas a través de las cuales la gracia fluye se abren. Que nadie tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como el escarlata”. (Diario, 699)

2. No existirá paz sino a través de la misericordia de Dios

“La humanidad no tendrá paz hasta que se vuelva con confianza a Mi Misericordia”. (Diario, 300)

3. Cuando el mundo reconozca la misericordia Dios será señal de los últimos tiempos

“Que toda la humanidad reconozca Mi misericordia insondable. Es una señal para los tiempos finales. Después vendrá el día de la justicia”. (Diario, 848)

4. La justicia de Dios es inminente cuando su misericordia es rechazada

“El que se niega a pasar por la puerta de mi misericordia debe pasar por la puerta de mi justicia...” (Diario 1146)

5. La Fiesta de la Misericordia podrá ser la última oportunidad para que muchos se salven

“Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi misericordia. Si no adoran Mi misericordia, morirán para siempre”. (Diario, 965)

6. Que Dios es el mejor de todos los Padres

“Mi Corazón desborda con gran misericordia para las almas, y especialmente para los pobres pecadores. Si solo pudieran entender que yo soy el mejor de los Padres para ellos y que para ellos es que la Sangre y el Agua fluyeron de Mi Corazón como de una fuente llena de misericordia”. (Diario 367)

7. El primer domingo después de Pascua se celebrará la Fiesta de la Misericordia

“Estos rayos protegen las almas de la ira de Mi Padre. Bienaventurado el que habitará en su refugio, porque la mano justa de Dios no lo tomará. Deseo que el primer domingo después de Pascua sea la Fiesta de la Misericordia”. (Diario, 299)

8. Dios quiere que todos se salven

“Hija mía, escribe que cuanto mayor es la miseria de un alma, mayor es su derecho a mi misericordia; (Exhorta) a todas las almas a confiar en el abismo insondable de Mi misericordia, porque quiero salvar a todos”. (Diario, 1182)

9. Los más pecadores tienen más derecho a la misericordia de Dios

“Cuanto mayor es el pecador, mayor es el derecho que tiene a mi misericordia. Mi misericordia se confirma en toda obra de Mis manos. El que confía en mi misericordia no perecerá, porque todos sus asuntos son míos y sus enemigos serán destrozados en la base de mi escabel”. (Diario 723)

10. La confianza en la misericordia de Dios de los más grandes pecadores debe ser total

“(Que) los grandes pecadores confíen en mi misericordia. Tienen derecho ante otros a confiar en el abismo de Mi misericordia. Hija mía, escribe acerca de Mi misericordia hacia las almas atormentadas. Las almas que hacen un llamado a Mi misericordia me deleitan. A tales almas les doy aún más gracias de las que piden. No puedo castigar ni aun al más grande pecador si hace un llamado a Mi compasión, pero al contrario lo justifico en Mi insondable e inescrutable misericordia”. (Diario, 1146)

11. Dios ofrece perdón completo a quien se confiese y comulgue en la fiesta de la misericordia

“Quiero conceder un perdón completo a las almas que irán a la Confesión y recibirán la Santa Comunión en la Fiesta de Mi misericordia”. (Diario, 1109)

12. No debe existir miedo de acercarse a la misericordia de Dios

“Que el alma débil y pecaminosa no tenga miedo de acercarse a Mí, ya que aunque tuviera más pecados que grano de arena en el mundo, todos se ahogaran en las profundidades inconmensurables de Mi misericordia”. (Diario, 1059)

13. La misericordia de Dios debe ser adorada y la imagen venerada

“Exijo la adoración de Mi misericordia a través de la solemne celebración de la Fiesta y de la veneración de la imagen que está pintada. Por medio de esta imagen concederé muchas gracias a las almas. Es para ser un recordatorio de las exigencias de Mi misericordia, porque incluso la fe más fuerte es inútil sin obras”. (Diario, 742)

14. Las almas recibirán gracias que no podrán contener e irradiarán a otras

“Di a todas las personas, hija Mía, que yo soy el Amor y la Misericordia. Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la lleno de tal abundancia de gracias que no puede contenerlas dentro de sí, sino que las irradia a otras almas”. (Diario, 1074)

15. La imagen de la Divina Misericordia es fuente de numerosas gracias

“Ofrezco a la gente un vaso con el cual deben seguir viniendo por gracias a la fuente de la misericordia. Ese barco es esta imagen con la firma: ‘Jesús, yo confío en Ti’”. (Diario, 327)

16. Al venerar la imagen se recibe la protección de Dios en la vida y sobre todo en la muerte

“Prometo que el alma que venerará esta imagen no perecerá. También prometo la victoria sobre sus enemigos ya aquí en la tierra, especialmente a la hora de la muerte. Yo lo defenderé como Mi propia gloria”. (Diario, 48)

17. Los que propagan esta devoción serán protegidos toda su vida por Dios

“A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa (protege) a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juez sino Salvador misericordioso. En esa última hora, un alma no tiene nada con que defenderse excepto mi misericordia. Feliz es el alma que durante su vida se sumergió en la Fuente de la Misericordia, porque la justicia no la tendrá”. (Diario, 1075).

EL RETO DE OCTUBRE, EL SANTO ROSARIO


“El reto de octubre”



Cada mes del año tiene su particularidad, su fecha emblemática, su determinación litúrgica, su día axial, según el variado y hermoso calendario católico. Y octubre, además de ser el Mes de las Misiones, lo es, también, el Mes del Rosario.

Mucho se ha insistido en los efectos benéficos para el espíritu, para el alma, para la vida eterna del rezo del Santo Rosario. No es necesario volverlo a repetir en este artículo. Lo que si vale la pena es presentar el rezo de esta oración mariana por excelencia como un reto: “El reto de octubre”.

Se trata de un reto singular, presentado por Gretchen R. Crowe, en OSV Newsweekly, en su número del pasado 20 de septiembre. Que este octubre el reto sea rezar 31 Rosarios, uno por día.

Un reto para todos, sin distinción de edad o de estado. Para religiosos y laicos, para matrimonios y solteros, hombres, mujeres, jóvenes, niños…

Crowe dice que ha empleado mucho tiempo pensando sobre el Rosario y rezándolo en este año. Y está segura que no hay mejor época para enfocarse en el rezo del Rosario que este mes de octubre de 2017, cuando la Iglesia celebra el centésimo aniversario de las apariciones de la Virgen en Fátima.

El 13 de octubre marca la fecha final de las apariciones de María a los pastorcitos; aparición que es conocida como “el día en que bailó el sol”.

Además, el 7 de octubre está marcado por el calendario de la Iglesia como el Día de Nuestra Señora del Rosario, razón por la cual se ha instituido el mes completo dedicado a meditarlo.

“Todos estos acontecimientos nos llevan -dice Crowe- a una conclusión inevitable: la creación del reto de los 31 días del rezo de Rosario”.

Y a continuación, da cinco pasos para iniciar el reto, y para acabarlo, por supuesto:

1- Selecciona tu Rosario favorito.
Es bueno que elijas un Rosario –de los varios que has de poseer– que sea tu favorito, el que más sentido o significado tenga personalmente para ti. Crowe da el ejemplo del suyo: un bello rosario de cuentas rojas que le regaló su esposo y el cual llevaba en sus manos el día en que se casaron. “¿Cuál es tu favorito?”, pregunta la autora del artículo en OSV Newsweekly.

2- Identifica el lugar y el tiempo en el que vas a rezar.
Puede ser en tu comunidad, en tu casa, de camino al trabajo, mientras haces ejercicio en el parque, en la sala de tu casa antes de la cena, antes de ir a la cama… “no importa dónde, si es algo consistente”.

3- Busca una intención en la que te puedas enfocar durante tu oración.
Puede ser la misma todos los días o cambiar durante cada una de las semanas que componen el mes, cualquier intención que funcione para tu situación particular es buena.

4- Hazlo con una persona que se identifique contigo.
Esta persona puede ser un amigo, un familiar, alguien que trabaja contigo o que va al templo al que tú asistes… No tienen que rezar personalmente juntos; deben ser socios y animarse uno al otro: “¿Ya rezaste tu Rosario el día de hoy?”, se podrían preguntar sistemáticamente durante el mes. Por ello, trata con alguien que te rete y no que sea condescendiente contigo.

5- Reza, reza, reza el Rosario. Cada día. Por 31 días.



© Jaime Septién       - Aleteia

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 5 OCTUBRE


Los cinco minutos de María
Octubre 5




Jesús está ahora intercediendo por nosotros y María está unida a Él, buscando ayudarnos. Si María en la tierra vivió sólo para Cristo, con mayor razón quiere ahora conducirnos a todos a Él.

María está en el cielo con plena conciencia y conocimiento de nuestras necesidades y su amor hacia nosotros la impulsa a socorrernos; de ahí debe surgir en nosotros la voluntad de acudir a la celestial Señora y la plena confianza con la que debemos invocarla, pidiendo su protección.

Madre de los pobres, te invocamos con confianza porque tú conoces nuestras necesidades y porque tu amor de madre no se agota jamás.



* P. Alfonso Milagro

SANTA FAUSTINA KOWALSKA, 5 OCTUBRE

Santa María Faustina Kowalska
5 de octubre



Elena Kowalska, nació en Glogowiec en 1905, cerca de Cracovia, en Polonia. Unas pocas semanas antes de su vigésimo cumpleaños, entró a la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de Misericordia, adoptando el nombre María Faustina. En 1928 tomó los votos definitivos como monja.

El comienzo de la devoción a la Divina Misericordia
El 22 de Febrero de 1931, tuvo una visión de Jesús en el pueblo de Plock, Polonia. Sor Faustina relata en su diario lo que Nuestro Señor le dijo de esta manera:

"Pinte una imagen de acuerdo a esta visión, con las palabras 'Jesús, en Vos confío' Yo deseo que esta imagen sea venerada, primero en tu capilla y luego en el mundo entero."

"Yo prometo que, el alma que venere esta imagen, no perecerá. También prometo victoria sobre sus enemigos aquí en la tierra, especialmente a la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé con mi propia Gloria."

"Los dos rayos indican Agua y Sangre. El rayo pálido significa el Agua que hace las almas justas. El rayo rojo significa la Sangre que es la vida de las almas."

"Estos dos rayos salieron de las profundidades de Mi tierna Misericordia, cuando Mi corazón agonizado fue abierto por la lanza en la Cruz."

A partir de 1931, Faustina, tuvo una serie de revelaciones de Jesús. Todas ellas las escribió en su diario de más de 600 páginas. Durante casi 20 años, estuvo prohibida la devoción a la Divina Misericordia. Desde el 15 de abril de 1978, la Santa Sede permitió la práctica de esta devoción.

Sor Faustina murió de tuberculosis, el 5 de octubre de 1938, en Cracovia. Sus restos mortales yacen en la capilla del convento bajo la milagrosa imagen de la Divina Misericordia, fue beatificada el 18 de abril de 1993 y canonizada el 30 de abril del 2000 por S. S. Juan Pablo II.

Extractos de los Mensajes de Nuestro Señor, según algunos extractos del diario de Santa Faustina

Sobre la Imagen.
"Ofrezco a los hombres la vasija con la que han de seguir viniendo a la fuente de la misericordia para recoger las gracias. Esa vasija es esta imagen con la firma: Jesús, en Vos confío"

Sobre la Coronilla.
"Alienta a las personas a recitar la Coronilla que te he dado... Quien la recite, recibirá gran misericordia a su hora de la muerte. Los sacerdotes la recomendaran a los pecadores como su último refugio de salvación. Aún si el pecador mas empedernido recite esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia de Mi infinita Misericordia. Deseo conceder gracias inimaginables a aquellos que confían en Mi Misericordia."

"Escribe que cuando reciten esta Coronilla en presencia del moribundo, Yo me pondré entre mi Padre y el, no como Justo Juez sino como Salvador Misericordioso."

Sobre la Festividad.
"Yo quiero que esta imagen sea solemnemente bendecida el primer domingo después de Pascua; ese domingo ha de ser la Fiesta de Mi Misericordia."

"En aquel día están abiertas las entrañas de Mi Misericordia. Derramaré un mar entero de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia; el alma que se confiese [dentro de ocho días antes o después] y comulgue [el mismo día] obtendrá la remisión total de culpas y castigos"

La Hora de la Misericordia (Las Tres de la Tarde)
"Te recuerdo, hija mía, que tan pronto como suene el reloj a las tres de la tarde, te sumerjas completamente en mi Misericordia, adorándola y glorificándola; invoca su omnipotencia para todo el mundo, y particularmente para los pobres pecadores; porque en ese momento la Misericordia se abrió ampliamente para cada alma."

"A la hora de las tres imploren Mi misericordia, especialmente por los pecadores; y aunque sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en Mi desamparo en momento de agonía. Esta es la hora de gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré entrar dentro de Mi tristeza mortal. En esta hora, no le rehusare nada al alma que me lo pida por los méritos de Mi Pasión."

Sobre la Novena.
"Deseo que durante esos nueve días traigas almas a la fuente de Mi misericordia, que de allí podrán tomar fuerza y consuelo y cualquier gracia que necesiten en las adversidades de la vida, especialmente en la hora de la muerte."

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 5 OCTUBRE 2017


Vigésimo sexta semana del Tiempo Ordinario - Año Par
Hoy es: Témporas de acción de gracias y petición (5 de Octubre)

“ Pedid y se os dará ”


Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio 8, 7-18:
Habló Moisés al pueblo, diciendo: -«Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra buena, tierra de torrentes, de fuentes y veneros que manan en el monte y la llanura, tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados, tierra de olivares y de miel, tierra en que no comerás tasado el pan, en que no carecerás de nada, tierra que lleva hierro en sus rocas, y de cuyos montes sacarás cobre, entonces comerás hasta hartarte, y bendecirás al Señor, tu Dios, por la tierra buena que te ha dado.
Pero cuidado, no te olvides del Señor, tu Dios, siendo infiel a los preceptos, mandatos y decretos que yo te mando hoy.
No sea que, cuando comas hasta hartarte, cuando te edifiques casas hermosas y las habites, cuando críen tus reses y ovejas, aumenten tu plata y tu oro, y abundes de todo, te vuelvas engreído y te olvides del Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto, de la esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con dragones y alacranes, un sequedal sin una gota de agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres, para afligirte y probarte, y para hacerte el bien al final.
Y no digas: “Por mi fuerza y el poder de mi brazo me he creado estas riquezas. “ Acuérdate del Señor, tu Dios: que es él quien te da la fuerza para crearte estas riquezas, y así mantiene la promesa que hizo a tus padres, como lo hace hoy.»

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Salmo
Salmo: 1 Cro 29, 10. R. Tú eres Señor del universo.
Tuyos son, Señor, 
la grandeza y el poder, 
la gloria, el esplendor, la majestad,
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. R.

Tú eres rey y soberano de todo.
De ti viene la riqueza y la gloria. R.

Tú eres Señor del universo, 
en tu mano está el poder y la fuerza, 
tú engrandeces y confortas a todos. R.

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Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5, 17-21

Hermanos:
El que es de Cristo es una criatura nueva. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.
Todo esto viene de Dios, que por medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos encargó el ministerio de la reconciliación.
Es decir, Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirle cuentas de sus pecados, y a nosotros nos ha confiado la palabra de la reconciliación.
Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios.

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Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 7, 7-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a dar una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará cosas buenas a los que le piden!»

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Reflexión del Evangelio de hoy
No te olvides del Señor

El texto del Deuteronomio nos señala una situación harto frecuente entre los creyentes. La fe implica una confianza absoluta y entrañable en el Dios del amor, que es Padre y, por tanto, nos quiere y acepta como somos y busca nuestro bien y el de todos los hombres… Cuando las cosas nos van bien (o creemos que es así), muchos no reparamos en Dios, nuestra fe se vuelve acomodaticia y meramente teórica. Pero cuando llegan las dificultades, acudimos prontamente a los rezos (normalmente los aprendidos), a las “promesas” que más parecen chantajes… Pero falta la verdadera fe que es confianza en un Padre que siempre está con nosotros. Si supiéramos “ver” con los ojos de Dios, conocer su Palabra, comprometernos con el Reino desde el amor desinteresado y compasivo a los demás… de seguro seríamos realmente conscientes de cómo Dios se revela, aun en las dificultades, durante toda nuestra vida y en todo lo que nos rodea.

El que es de Cristo es una criatura nueva
Precisamente el texto de la carta de San Pablo es como una continuación del anterior del Deuteronomio. En Cristo se hace totalmente visible el plan de Salvación de Dios para con los hombres. Cristo, en quien Dios se hace hombre, nos constituye en criaturas nuevas, plenamente capaces no ya de reconciliarnos con el Dios del Amor, pero no de una manera pasiva. Jesús nos compromete en este plan. El cristiano es “otro” Cristo y somos especialmente enviados a predicarlo, a hacerlo visible, tangible con nuestras palabras y testimonio ante nuestros hermanos los hombres.

Pero todo esto, siendo importante, no basta. La Iglesia, que somos todos, solo tiene sentido si nos implicamos con una Fe viva y comprometida que vaya más allá de los rituales y oraciones aprendidas. El cristiano es un hombre de oración porque pone su vida en manos de Dios y esa oración es capaz de llevarla a la vida, a la suya y a la de los demás, a predicarla como Santo Domingo o el beato Raimundo de Capua, hombres de oración y predicación, grandes reformadores de religiosidades acomodaticias.

Llamad y se os abrirá
El Evangelio de San Mateo nos sitúa en el sermón del Monte, donde el Señor establece con cierto detalle su “programa” del Reino. No se trata de fórmulas acomodaticias, como tantas veces ocurre en nuestra clase política, sino de profundas convicciones nacidas de la experiencia profunda en un Dios que quiere profundamente al hombre y quiere liberarlo de todas sus esclavitudes.

Por esa razón, tras la amonestación severa de no juzgar a los demás y ser consciente de nuestras profundas carencias, nos habla de la oración en el sentido que ya hemos iniciado en el texto anterior. Orar es ponerse en manos de Dios confiando incondicionalmente en Él. Nadie puede considerarse plenamente creyente si no ora, si no es consciente de que Dios está presente en su vida y lo quiere. Toda oración requiere siempre la escucha de su Palabra, hacerle partícipe de mi propio ser y actuar y, sobre todo, ponerse a su disposición. La verdadera oración es “la que me da que hacer”, la que suscita de parte de Dios una Misión… y no solamente alivio terapéutico.

San Agustín, como recordaba recientemente el papa Francisco, decía “Tengo miedo cuando pasa el Señor… que pase y no me dé cuenta” Por eso la oración implica la misión… porque el Señor se hace presente en diversas situaciones, personas… Desde ahí y solo desde ahí, nos dice el Señor que pidamos, que busquemos y que siempre le llamemos… en la seguridad de que no nos va a defraudar.

El beato Raimundo de Capua, cuya memoria celebramos hoy, fue maestro general de la Orden de Predicadores en unas circunstancias muy difíciles para la Iglesia, inmersa en el Cisma de los papas del siglo XIV y para la propia Orden, que corría peligro de “olvidar“ su carisma fundacional. Fue un hombre clarividente que alentó en su misión a Santa Catalina de Siena y consiguió del papa la plena incorporación del laicado en la Orden.

¿Cómo es mi vida de oración? ¿Rezo solamente o lo escucho y procuro ponerme a disposición del Señor?

¿Percibo en mí o en quienes me rodean el olvido de Dios cuando las cosas “nos van bien”?

¿Cómo podemos implicar a quienes solo rezan con frases aprendidas a orar?… ¿o quizás nos limitamos a criticarlos olvidando que somos predicadores?


D. Carlos José Romero Mensaque, O.P.
Fraternidad Fray Bartolomé de las Casas (Sevilla)

BUENAS TARDES!!!





miércoles, 4 de octubre de 2017

CARA A CARA


Cara a cara



En la Biblia encontramos pensamientos inspirados por Dios, capaces de levantar el ánimo por más deprimido que estés. En Isaías (43) el Señor te dice: “Tú eres de gran precio ante mis ojos, porque eres valioso y yo te amo. No tengas miedo, yo estoy contigo”. Por más baja que esté tu autoestima, esta declaración de Dios tiene una poderosa eficacia para ponernos de pie.

A caminar sin ti, Señor, no atino; tu palabra de fuego es mi sendero;
me encontrarás cansado y prisionero del desierto, del cardo y del espino.

Descansa aquí conmigo del camino, que en Emaús hay trigo en el granero,
hay un poco de vino y un alero que cobije tu sueño, Peregrino.

Yo contigo, Señor, herido y ciego; tú conmigo, Señor, enfebrecido,
el aire quieto, el corazón en fuego. Y en diálogo sediento y torturado
se encontrarán en un solo latido, cara a cara, tu amor y mi pecado. Amén.

“Día tras día, Señor de mi vida, quede delante de Ti, cara a cara. De manos juntas, quedaré delante de Ti, Señor de todos los mundos, cara a cara. En este mundo que es tuyo, en medio de las fatigas, del tumulto, de las luchas, de la multitud agitada, he de mantenerme delante de Ti, cara a cara. Y, cuando mi tarea en este mundo estuviere acabada, oh Rey de Reyes, solo y en silencio, permaneceré delante de Ti, cara a cara”. Hermosa oración para completar el soneto del día.


* Enviado por el P. Natalio

10 CONSEJOS DE SAN FRANCISCO DE ASÍS PARA SER UN SANTO


Consejos de San Francisco de Asís para ser santo
San Francisco de Asís, un santo querido por muchos e inspiración para todos. No te pierdas estos consejos


Por: Karla Estrada Navarro | Fuente: PadreSam.com 




San Francisco de Asís es un Santo de la Iglesia Católica. Es un Santo amado por muchos. Es un Santo que hizo mucho bien a la Iglesia y lo continúa haciendo hasta hoy.  Nació en Asís, Italia en 1182 y falleció en Asís el 3 de octubre 1226.  Fundador de la orden de los Frailes menores – la Orden Franciscana-, San Francisco fue un hombre cuyo testimonio de vida nos muestra que toda persona es capaz de convertirse radicalmente al Señor. Hoy celebramos su vida y es un momento óptimo para aprender de él.

¿Cuántas veces nos hemos sentido tristes ante la realidad dura de la fragilidad humana? ¿Cuántas veces hemos pensado que es imposible ser santo? San Francisco nos enseña a través de su vida que sí es posible ser santo… con Dios.

Es por ello que te traigo 10 consejos de San Francisco, extraídos de la Regla Bulada (Rb) – aprobada con bula del Papa Honorio III el 29 de noviembre de 1223) y de las Admoniciones (Adm), ambos escritos por San Francisco. Estos escritos pueden servirnos a nosotros de apoyo para buscar una vida santa.

Busca una confianza Infinita en Dios y su Providencia: San Francisco cuando se convirtió al Señor, su cambio fue tal que, de ser un joven acaudalado, pasó a ser un joven que pedía limosna, sin temor alguno. Esto fortaleció su confianza en Dios. De tal manera que en la Regla bulada de los hermanos menores, San Francisco inicia diciendo “En el nombre de Dios”. (Rb 1, 1).  Luego, expresa que su regla de vida es “… viviendo (…) sin nada propio…” (Rb 1, 1). Muchas veces nosotros nos afanamos por tener bienes materiales sin olvidar que Dios va proporcionando cada día lo que necesitamos. Si sientes que desconfías de Dios, búscale. Él te fortalecerá.

Procura una Fe radical en el Cuerpo y Sangre de Jesús: San Francisco en las Admoniciones invita a contemplar con ojos de fe la Santa Eucaristía: “al ver con los ojos corporales el pan y el vino, veamos y creamos firmemente que son su santísimo cuerpo y sangre vivos y verdaderos” (Adm 2, 21). ¿Cuándo fue la última vez que recibiste el Cuerpo y Sangre de Cristo? Ese pan y ese Vino que, gracias a la acción del Espíritu Santo, se convierten en Cristo mismo, puede renovar todo tu ser. No dudes en pedir más amor por tal milagro de amor que Jesús nos ha hecho participes.

Presta atención total a la Santa Misa: Fue en la Santa Misa donde San Francisco comprendió la manera que Dios quería que viviera. Después de escuchar el Santo Evangelio acerca del envío de los discípulos a proclamar la Buena Noticia, San Francisco exclamó: «Esto es lo que yo quiero, esto es lo que yo busco, esto es lo que en lo más íntimo del corazón anhelo poner en práctica». ¿Cuándo fue la última vez que viviste con fervor la Santa Misa? La Santa Misa es el memorial donde se celebra el sacramento de nuestra fe. Si vas con un corazón dispuesto, podrás ver que la Palabra de Dios está viva y quiere hablarte hoy.

Ten orden en tu vida: El testimonio de vida de San Francisco fue tan impactante que movió a otros a convertirse y seguirle en pos de Dios. De tal manera que, San Francisco, al ver que el número de hermanos iba creciendo, decidió ordenar sus consejos de manera que todos vivieran bajo una misma forma de vida. Es por ello que se llama “Regla y Vida” (Rb 1, 1). ¿Quieres ordenar tu vida? Empieza por tu cuarto. Dios no es un Dios de confusión (1 Co 14, 33), así que una manera de ser santo es ordenar poco a poco todo tu alrededor. Se necesitan pequeños pasos para ir ordenando todas las piezas de tu existencia.

Ve en el otro a Jesús mismo: San Francisco lo expresó claramente: “Y dondequiera que estén y se encuentren unos con otros los hermanos, muéstrense mutuamente familiares entre sí” (Rb 6, 8). ¿Te imaginas encontrarte con Jesús, ¿Cómo lo tratarías? Pues todos los días tienes oportunidad de verle en el rostro de tu hermano, de tratarle bien, como se merece, a través de tu trato con tu hermano.

Vive en paz con Dios y con los demás: San Francisco nos anima a través de sus palabras a buscar la paz en todo momento, A evitar pleitos innecesarios y a no perder de vista que la paz va de la mano con la confianza puesta en el Señor. “Aconsejo, también, amonesto y exhorto a mis hermanos en el Señor Jesucristo, a que, cuando van por el mundo, no litigue, ni se enfrente a nadie de palabra ni juzguen a otros sino sean afables, pacíficos y mesurados, mansos y humildes, hablando a todos honestamente, según conviene.” (Rb 3, 10-11). De igual manera, nos recuerda que “Son en verdad pacíficos aquellos que, en medio de todas las cosas que padecen en este mundo, conservan la paz en su alma y en su cuerpo, por el amor de nuestro Señor Jesucristo.” (Adm 15,2). Es por ello que, a pesar de la persecución, San Francisco nos recuerda que debemos tener paciencia (Rb 10,9).

Sé el rostro misericordioso de Dios para el prójimo: En ocasiones cuando alguien nos falla, es fácil juzgarle, cuestionarle e incluso condenarle por la herida que ha causado en nosotros. Sin embargo, una manera de ser santo es vivir lo que San Francisco nos recuerda: “Y deben evitar airarse o turbarse por el pecado de alguno, porque la ira y la turbación impiden en sí y en los otros la caridad.” (Rb 7, 3). Corregir con caridad. Eso es un signo de santidad. “…Amonesten a sus hermanos y corríjanlos humilde y caritativamente…” (Rb 10, 1).

Rodéate de amistades basadas en Dios: Para todos es conocido que San Francisco tuvo amigos, y dentro de esas amistades estuvo Santa Clara de Asís. Hay un escrito de San Francisco que le dirige a Santa Clara y las jóvenes que le acompañaban donde le expresa: “Quiero y prometo, por mí mismo y por medio de mis hermanos, tener siempre diligente cuidado y especial solicitud de ustedes, lo mismo que de ellos.” (ForVi). Qué importante es buscar cuidar a los que amas hasta de ti mismo. Además, San Francisco nos enseña que es “Dichoso el siervo que ama y respeta tanto a su hermano cuando está lejos de él como cuando está con él y no dice a sus espaldas lo que no puede decir con caridad delante de él” (Adm 25, 1)

Cree plenamente que eres creado a la imagen de Dios Padre y tienes dignidad de hijo de Dios: El mundo nos puede decir cualquier tipo de mensajes, pero no debes olvidar que “…Cuánto te ha encumbrado el Señor, pues te creó y te formó a imagen de su amado hijo según el cuerpo y a semejanza suya según el espíritu” (Adm 5, 1). No importa lo que pase en tu vida, recuerda que eres hijo de Dios y El está de tu lado porque quiere que seas santo.

¡Anhela el cielo!: Finalmente, si quieres ser santo tu meta es una: EL CIELO. Pero no basta decirlo, debes anhelarlo y enmarcar toda tu vida en búsqueda de ese objetivo, llegar al cielo. Es por eso que San Francisco exclamaba: “Son verdaderamente limpios de corazón los que desprecian las cosas terrenas, buscan las celestiales y nunca dejan de adorar y contemplar al Señor Dios vivo y verdadero con corazón y alma limpios”. (Adm 16, 2).

En este día, no dudes en pedir la intercesión de San Francisco de Asís, mira en él, un ejemplo que, si dejamos actuar a Dios en nuestras vidas, somos capaces de alcanzar la santidad día a día. ¡Ánimo

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 4 OCTUBRE


Los cinco minutos de María
Octubre 4



La gloria de María y la gloria de los santos es la gloria del Cuerpo de Cristo; la Iglesia celestial ya no está en peregrinación sino en gloria, y María es la más santa de todos los miembros del Cuerpo de Cristo glorificado.

Crecemos en la esperanza de alcanzar también nosotros el estado de gloria de que ellos gozan; esperamos ansiosamente que se realice en nosotros lo que creemos que el Espíritu de Dios ha realizado ya en María.

Nuestra Señora de la esperanza, alienta nuestro deseo de construir en la tierra el Reino anunciado por tu Hijo, y acrecienta nuestra esperanza de contemplarte en el cielo glorificada junto a Dios.


* P. Alfonso Milagro

ORACIÓN DE SAN FRANCISCO DE ASÍS


Oración de San Francisco de Asís

El Señor te bendiga y te guarde.
Te muestre su rostro y tenga
piedad de ti.
Te dirija su mirada y te de la paz 
El Señor te bendiga

S. Francisco
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