sábado, 22 de noviembre de 2014

PREPÁRATE PARA LA FIESTA DE CRISTO REY: DOMINGO 23 DE NOVIEMBRE DEL 2014



¡Prepárate para la fiesta del Rey del universo! 
Fiesta de Cristo Rey
23 de noviembre 2014, último domingo del año litúrgico
Por: Tere Vallés | Fuente: Catholic.net



Último domingo del Año Litúrgico
Cristo es el Rey del universo y de cada uno de nosotros.

Es una de las fiestas más importantes del calendario litúrgico, porque celebramos que Cristo es el Rey del universo. Su Reino es el Reino de la verdad y la vida, de la santidad y la gracia, de la justicia, del amor y la paz.



Un poco de historia

La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de Marzo de 1925.
El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.

Posteriormente se movió la fecha de la celebración dándole un nuevo sentido. Al cerrar el año litúrgico con esta fiesta se quiso resaltar la importancia de Cristo como centro de toda la historia universal. Es el alfa y el omega, el principio y el fin. Cristo reina en las personas con su mensaje de amor, justicia y servicio. El Reino de Cristo es eterno y universal, es decir, para siempre y para todos los hombres.

Con la fiesta de Cristo Rey se concluye el año litúrgico. Esta fiesta tiene un sentido escatólogico pues celebramos a Cristo como Rey de todo el universo. Sabemos que el Reino de Cristo ya ha comenzado, pues se hizo presente en la tierra a partir de su venida al mundo hace casi dos mil años, pero Cristo no reinará definitivamente sobre todos los hombres hasta que vuelva al mundo con toda su gloria al final de los tiempos, en la Parusía.


Si quieres conocer lo que Jesús nos anticipó de ese gran día, puedes leer el Evangelio de Mateo 25,31-46.

En la fiesta de Cristo Rey celebramos que Cristo puede empezar a reinar en nuestros corazones en el momento en que nosotros se lo permitamos, y así el Reino de Dios puede hacerse presente en nuestra vida. De esta forma vamos instaurando desde ahora el Reino de Cristo en nosotros mismos y en nuestros hogares, empresas y ambiente.

Jesús nos habla de las características de su Reino a través de varias parábolas en el capítulo 13 de Mateo:
“es semejante a un grano de mostaza que uno toma y arroja en su huerto y crece y se convierte en un árbol, y las aves del cielo anidan en sus ramas”;
“es semejante al fermento que una mujer toma y echa en tres medidas de harina hasta que fermenta toda”;
“es semejante a un tesoro escondido en un campo, que quien lo encuentra lo oculta, y lleno de alegría, va, vende cuanto tiene y compra aquel campo”;
“es semejante a un mercader que busca perlas preciosas, y hallando una de gran precio, va, vende todo cuanto tiene y la compra”.

En ellas, Jesús nos hace ver claramente que vale la pena buscarlo y encontrarlo, que vivir el Reino de Dios vale más que todos los tesoros de la tierra y que su crecimiento será discreto, sin que nadie sepa cómo ni cuándo, pero eficaz.

La Iglesia tiene el encargo de predicar y extender el reinado de Jesucristo entre los hombres. Su predicación y extensión debe ser el centro de nuestro afán vida como miembros de la Iglesia. Se trata de lograr que Jesucristo reine en el corazón de los hombres, en el seno de los hogares, en las sociedades y en los pueblos. Con esto conseguiremos alcanzar un mundo nuevo en el que reine el amor, la paz y la justicia y la salvación eterna de todos los hombres.

Para lograr que Jesús reine en nuestra vida, en primer lugar debemos conocer a Cristo. La lectura y reflexión del Evangelio, la oración personal y los sacramentos son medios para conocerlo y de los que se reciben gracias que van abriendo nuestros corazones a su amor. Se trata de conocer a Cristo de una manera experiencial y no sólo teológica.

Acerquémonos a la Eucaristía, Dios mismo, para recibir de su abundancia. Oremos con profundidad escuchando a Cristo que nos habla.

Al conocer a Cristo empezaremos a amarlo de manera espontánea, por que Él es toda bondad. Y cuando uno está enamorado se le nota.

El tercer paso es imitar a Jesucristo. El amor nos llevará casi sin darnos cuenta a pensar como Cristo, querer como Cristo y a sentir como Cristo, viviendo una vida de verdadera caridad y autenticidad cristiana. Cuando imitamos a Cristo conociéndolo y amándolo, entonces podemos experimentar que el Reino de Cristo ha comenzado para nosotros.

Por último, vendrá el compromiso apostólico que consiste en llevar nuestro amor a la acción de extender el Reino de Cristo a todas las almas mediante obras concretas de apostolado. No nos podremos detener. Nuestro amor comenzará a desbordarse.

Dedicar nuestra vida a la extensión del Reino de Cristo en la tierra es lo mejor que podemos hacer, pues Cristo nos premiará con una alegría y una paz profundas e imperturbables en todas las circunstancias de la vida.

A lo largo de la historia hay innumerables testimonios de cristianos que han dado la vida por Cristo como el Rey de sus vidas. Un ejemplo son los mártires de la guerra cristera en México en los años 20’s, quienes por defender su fe, fueron perseguidos y todos ellos murieron gritando “¡Viva Cristo Rey!”.

La fiesta de Cristo Rey, al finalizar el año litúrgico es una oportunidad de imitar a estos mártires promulgando públicamente que Cristo es el Rey de nuestras vidas, el Rey de reyes, el Principio y el Fin de todo el Universo.




QUE VIVA MI CRISTO

Que viva mi Cristo, que viva mi Rey
que impere doquiera triunfante su ley,
que impere doquiera triunfante su ley.
¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Cristo Rey!

Mexicanos un Padre tenemos
que nos dio de la patria la unión
a ese Padre gozosos cantemos,
empuñando con fe su pendón.

Él formó con voz hacedora
cuanto existe debajo del sol;
de la inercia y la nada incolora
formó luz en candente arrebol.

Nuestra Patria, la Patria querida,
que arrulló nuestra cuna al nacer
a Él le debe cuanto es en la vida
sobretodo el que sepa creer.

Del Anáhuac inculto y sangriento,
en arranque sublime de amor,
formó un pueblo, al calor de su aliento
que lo aclama con fe y con valor.

Su realeza proclame doquiera
este pueblo que en el Tepeyac,
tiene enhiesta su blanca bandera,
a sus padres la rica heredad.

Es vano que cruel enemigo
Nuestro Cristo pretenda humillar.
De este Rey llevarán el castigo
Los que intenten su nombre ultrajar.

SANTA CECILIA, MÁRTIR Y VIRGEN, 22 DE NOVIEMBRE

Cecilia, Santa
Mártir, 22 de noviembre

Por: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net



Virgen y Mártir

Martirologio Romano: Memoria de santa Cecilia, virgen y mártir, que, según la tradición, consiguió la doble palma por amor a Jesucristo, en el cementerio de Calixto, en la vía Apia de Roma. El título de una iglesia en el Transtíber lleva desde antiguo su nombre (s. inc.).

La gran devoción popular hacia la virgen y mártir romana hizo que el nuevo calendario litúrgico conservara su memoria, a pesar de que faltan documentos históricos anteriores al siglo VI. Esta devoción y el mismo patrocinio de Santa Cecilia sobre la música sagrada se deben efectivamente al relato de su martirio, titulado Pasión, fechado después del año 486. En ella la fundadora del “título” de la basílica de Santa Cecilia en Trastévere es identificada con una santa homónima, enterrada en las catacumbas de San Calixto y que habría sufrido el martirio durante el imperio de Alejandro Severo, hacia el 230.

En la Liturgia de las Horas se lee: “El culto de Santa Cecilia, bajo cuyo nombre fue construida en Roma una basílica en el siglo V, se difundió ampliamente a causa del relato de su martirio, en el que es ensalzada como ejemplo perfectísimo de la mujer cristiana, que abrazó la virginidad y sufrió el martirio por amor a Cristo”.

Cecilia, noble y rica, iba todos los días a la Misa celebrada por el Papa Urbano en las catacumbas próximas a la Vía Apia, y una multitud de pobres la esperaban porque conocían su generosidad. En el día de su boda con Valeriano, mientras el órgano tocaba, ella cantaba en su corazón: “solamente para el Señor” (de este pasaje de su Pasión tuvo origen el patrocinio de Cecilia sobre la música sagrada); después, llegada la noche, la joven le dijo a Valeriano: “Ninguna mano profana puede tocarme, porque un ángel me protege. Si tú me respetas, él te amará, como me ama a mí”.

Al contrariado esposo no le quedó otro remedio que seguir el consejo de Cecilia, hacerse instruir y bautizar por el Papa Urbano y después compartir el mismo ideal de pureza de la esposa, recibiendo en recompensa su misma gloria: la palma del martirio, al que por gracia divina se asoció también el hermano de Valeriano, Tiburcio.

Aunque el relato del martirio parece fruto de una piadosa fantasía, históricamente es cierto que Valeriano y Tiburcio fueron mártires y que fueron enterrados en las catacumbas de Pretestato. Después del proceso, narrado con abundancia de detalles por el autor de la Pasión, Cecilia fue condenada a la decapitación, pero los tres poderosos golpes del verdugo no lograron cortarle la cabeza: esto se debió a que, según el relato, Cecilia había pedido al Señor la gracia de ver al Papa Urbano antes de morir.

En espera de esta visita, Cecilia pasó tres días en agonía, profesando su fe. No pudiendo decir ni una palabra, expresó con los dedos su credo en Dios uno y trino.


ORACIÓN A SANTA CECILIA, VIRGEN Y MÁRTIR, 22 DE NOVIEMBRE


IMÁGENES DE SANTA CECILIA, 22 DE NOVIEMBRE






viernes, 21 de noviembre de 2014

¿QUE DIJO HOY EL PAPA FRANCISCO SOBRE LOS COBROS EN LAS PARROQUIAS?


¿Qué dijo el Papa Francisco sobre los cobros en las parroquias?

Foto L'Osservatore Romano




VATICANO, 21 Nov. 14 / 10:56 am (ACI).- La homilía de la misa matutina del Papa Francisco en la residencia Santa Marta ha tenido como protagonistas a aquellos que tienen la tentación de hacer negocio en las parroquias en lugar de servir para que la gente se encuentre con el Señor.

El Pontífice ha comentado el popular pasaje del Evangelio en el que Jesús expulsa a los mercaderes del templo. Según ha explicado, Jesús actúa de esta manera porque “el templo había sido profanado”, profanado “con el pecado tan grave que es el escándalo”.

Comentando la escena, el Santo Padre ha explicado que “la gente es buena, iba al Templo, no tenía en cuenta estas cosas; buscaba a Dios, rezaba… pero debía cambiar las monedas para poder hacer ofrendas”.

El Pueblo de Dios “iba al templo, no por esta gente, por los que vendían, sino que iban al templo a encontrarse con Dios” y “allí se daba la corrupción que escandalizaba al pueblo”.

A continuación, se refirió al escándalo que un cristiano puede generar con su comportamiento, “con nuestras costumbres no sacerdotales en el Templo, el escándalo del comercio, el escándalo de la mundanidad… Cuantas veces vemos que entrando en una iglesia, todavía hoy, está la lista de precios”, por recibir el bautismo, la bendición, las intenciones de la Misa, lo que hace que se escandalice el pueblo.

El Papa Francisco contó una anécdota sobre este asunto: “una vez, apenas ordenado sacerdote, estaba con un grupo de universitarios, y quería casarse una pareja de novios. Habían ido a una parroquia: pero querían casarse con una Misa. Y allí, el secretario parroquial dijo: ‘No, no se puede’, ‘¿Pero por qué no se puede con la Misa? Si el Concilio recomienda hacerlo siempre con una Misa…’- ‘No, no se puede, porque si dura más de 20 minutos no se puede’ -‘Pero ¿por qué?- ‘Porque hay otros turnos’ -‘Pero nosotros queremos Misa’- ‘Entonces paguen dos turnos’. Y para casarse con la Misa tuvieron que pagar dos turnos. Esto es un pecado de escándalo”.

Para aclarar el asunto, el Papa precisó que “cuando los que están en el Templo, sean sacerdotes, laicos, secretarios, que tienen que manejar la pastoral del templo, se convierten en negociantes, el pueblo se escandaliza”.

“Y nosotros somos responsables de esto. También los laicos, ¿eh? Todos. Porque si hoy veo que en mi parroquia se hace esto, debo tener la valentía de decírselo al párroco a la cara. Y la gente sufre ese escándalo. Es curioso: el Pueblo de Dios sabe perdonar a sus sacerdotes, cuando tienen una debilidad, resbalan hacia un pecado…. Sabe perdonar".

"Pero hay dos cosas que el Pueblo de Dios no puede perdonar: un sacerdote apegado al dinero o un sacerdote que maltrata a la gente. ¡Esto no lo perdona! Y el escándalo, cuando el Templo, la Casa de Dios, se convierte en una casa de negocios, como el matrimonio: se alquila la Iglesia”.

En definitiva, “no se puede servir a dos señores: o le das culto al Dios viviente o le das culto al dinero, a las riquezas”, dijo el Papa, quien a continuación dio las claves para entender por qué Jesús actúa de esta manera: “Pero, ¿por qué Jesús la ha tomado contra el dinero, contra las riquezas? Porque la redención es gratis, la gratuidad de Dios es la que Él viene a traernos, la gratuidad total del amor de Dios. Y cuando la Iglesia se convierte en negocio, se dice que… la salvación no es tan gratuita… Por esto Jesús coge el látigo en la mano para hacer este rito de purificación en el Templo”.

Para terminar, el Pontífice recordó que la liturgia de hoy celebra la Presentación de la Virgen en el Templo. “Que Ella nos enseñe a todos, a todos los párrocos, a todos los que tienen responsabilidades pastorales, a mantener limpio el templo, a recibir con amor a los que vienen, como si cada uno de ellos fuese la Virgen”, concluyó.

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 21 DE NOVIEMBRE DEL 2014


Mi casa es casa de oración
Tiempo Ordinario


Lucas 19, 45-48. Tiempo Ordinario. A la Iglesia hemos de acudir con la confianza de un niño pero con un corazón que ore y busque el encuentro con Dios. 


Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Lucas 19, 45-48
Entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían, diciéndoles: «Está escrito: Mi casa será casa de oración. ¡Pero vosotros la habéis hecho una cueva de bandidos!» Enseñaba todos los días en el Templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y también los notables del pueblo buscaban matarle, pero no encontraban qué podrían hacer, porque todo el pueblo le oía pendiente de sus labios.

Oración introductoria
Señor, así como purificaste el templo de Jerusalén, te suplico vengas hoy a este encuentro en la oración para que me muestres qué tengo que expulsar de mi vida para quedar purificado, reconciliado, digno de Ti, porque anhelo que vengas hacer en mí tu morada.

Petición
Espíritu Santo, ilumina mi entendimiento para conocer la voluntad divina sobre mí.

Meditación del Papa Francisco
Los que gestionaban el Templo eran ladrones. Eran sacerdotes, pero ladrones. Iban detrás del poder, detrás del dinero, explotaban a la gente, se aprovechaban de las limosnas, de los regalos y el Señor les castiga fuerte. Esta es la figura del cristiano corrupto, del laico corrupto, del sacerdote corrupto, del obispo corrupto, que se aprovecha de su situación, de su privilegio de la fe, de ser cristiano y su corazón acaba corrupto, como sucede a Judas. De un corazón corrupto sale la traición. Judas traiciona a Jesús. [...]
El poder de la santidad, la novedad de Jesús es que trae consigo la Palabra de Dios, el mensaje de Dios, es decir el amor de Dios por cada uno de nosotros. Jesús, acerca a Dios a la gente y para hacerlo se acerca Él: está cerca de los pecadores. Jesús perdona a la adúltera, habla de teología con la Samaritana, que no era un angelito. Jesús busca el corazón de las personas, Jesús se acerca al corazón herido de las personas. (Cf. S.S. Francisco, 14 de enero de 2014, homilía en Santa Marta).
Reflexión
El pasaje de hoy nos muestra una cara de Jesús muy sorprendente. Tras haber llorado por Jerusalén, parece contradictorio contemplar un primer momento de ternura y otro de dureza casi seguidos en el tiempo.

Los sumos sacerdotes, los escribas y notables del pueblo saben muy bien de qué se trata todo esto y quieren quitarlo de en medio, que no les paralice ni boicotee sus negocios.

Parece que Jesús se enfada con mercaderes y vendedores, y en parte es así. Pero su enfado no viene por su profesión, su enfado no va dirigido a los de fuera del templo, va dirigido a los de dentro. Esto que parece una apreciación sin importancia la tiene y mucha, pues el mensaje que Jesús quiere transmitir va encaminado a cada uno de nosotros. Sí, a cada uno de los cristianos que vamos a visitar el templo, a cada uno de los sacerdotes y religiosos que sirven de manera especial al Señor y a cada uno de los que llevan la iglesia con una responsabilidad mayor y de dirección. El mensaje es único: " mi casa es casa de oración ". ¿Qué querrá decirnos Jesús con esto? Quizás esté pensando en las personas que muchas veces usamos la iglesia como medio para nuestros intereses, quizás esté pensando en cada hijo suyo que frecuenta los sacramentos y no se acaba de convencer de que lo importante verdaderamente es servir sin ser visto, sin sacar tajada, sin que nadie lo note.

A la Iglesia hemos de acudir de puntillas, con la confianza de un niño pero con un corazón que ore, que busque el encuentro verdadero con Dios, y no con los hermanos que pueden terminar en negociaciones ajenas al dueño de la casa. La Iglesia indudablemente es un misterio, y está llena de humanidad, y cuenta con fallos humanos.

Con nuestra vida sincera y sencilla y nuestra actitud orante formamos también esa otra Iglesia, que es la que vale: la Iglesia de los Santos, la Iglesia que es camino de Salvación, la Iglesia compañera nuestra en la gran aventura de encontrarnos con Dios.

Propósito
Acudir a la Iglesia con la confianza de un niño, pero con un corazón que ore, que busque el encuentro verdadero con Dios.

Diálogo con Cristo 
¡Gracias Padre, Señor del cielo y de la tierra, por este momento de oración! ¡Gracias por el don de tu amistad, de tu gracia y de tu misericordia! No quiero escatimar esfuerzo alguno por crecer en mi vida de oración, con tu gracia, lo podré lograr.

AMIGOS


Amigos


Si tuviera millones de amigos le pediría a cada uno una moneda y seria millonario.

Si tuviera 500 mil amigos les pediría tomarnos de las manos para unir el país.

Si tuviera 200 mil amigos, fundaría una ciudad donde todo el mundo me saludaría con una sonrisa.

Si tuviera 25 mil amigos, la empresa de teléfonos me cortaría la línea cada vez que cumpliera años.

Si tuviera 6 mil amigos, me gustaría ser padrino de 6 mil niños.

Si tuviera mil amigos, tendría mil manos para mi.

Si tuviera 365 amigos, pasaría cada día del año con uno de ellos.

Si tuviera 100 amigos, tuviera cada día cien consejos.

Si tuviera 10 amigos, mi madre tendría 10 hijos más.

Si tuviera 4 amigos, tendría aseguradas cuatro manos que cargaran mi ataúd.

Si tuviera 2 amigos, seria 2 veces mas feliz...

Pero si tuviera un solo amigo, no necesitaría tener mas.

MADUREZ



Madurez
Autor: Ann Landers


Madurez es la habilidad de controlar la ira y resolver
las discrepancias sin violencia o destrucción.

Madurez es paciencia. Es la voluntad de posponer el
abrazo inmediato en favor de un beneficio de largo
plazo.

Madurez es perseverancia, es la habilidad de sacar
adelante un proyecto o una situación a pesar de fuerte
oposición y retrocesos decepcionantes.

Madurez es la capacidad de encarar disgustos y
frustraciones, incomodidades y derrotas, sin queja ni
abatimiento.

Madurez es humildad. Es ser suficientemente grande
para decir "me equivoque". Y cuando se esta en lo
correcto la persona madura no necesita experimentar la
satisfacción de decir "Te lo dije".

Madurez es la capacidad de tomar una decisión y
sostenerla. Los inmaduros pasan sus vidas explorando
posibilidades para al fin no hacer nada.

Madurez significa confiabilidad, mantener la propia
palabra, superar la crisis. Los inmaduros son
maestros de la excusa. Son los confusos y
desorganizados. Sus vidas son una confusión de
promesas rotas, amigos perdidos, negocios sin terminar
y buenas intenciones que nunca se convierten en
realidad.

Madurez es el arte de vivir en paz con lo que no se
puede cambiar.

CON MARÍA, EL DÍA DE SU PRESENTACIÓN EN EL TEMPLO


Con María, el día de su presentación en el Templo
Este día, la Santa Iglesia festeja el día en que, pequeñita, María fue presentada en el Templo.


Por: María Susana Ratero | Fuente: Catholic.net



Al meditar sobre tu vida, Madre querida, nos queda siempre en el alma alguna enseñanza, un prudente consejo, un camino...

Este 21 de noviembre la Santa Iglesia festeja el día en que, pequeñita, fuiste presentada en el Templo.

Por más que intento, Madrecita, no puede descubrir mi corazón una enseñanza en esta parte de tu vida. Me quedo en oración. Acabo de recibir a tu Hijo bajo la apariencia de pan. Así, mi corazón hecho pregunta se postra ante ti.

Enséñame, Madre...

Me abrazas el alma y siento que te acompaño en tan hermoso día.

Vas llegando al Templo de la mano de tus padres. La mano de Joaquín te llena de fuerza y confianza. La de Ana te sostiene un equipaje de amor, besos y abrazos para que te acompañe en el viaje trascendental que emprendes.

Con tu inocencia, jamás perdida, y tu ternura, exquisitamente multiplicada en años venideros, vas acercándote al lugar del que tanto te han hablado y vas aprendiendo a abrazarte al Dios eterno que conociste de la boca de tus amados padres.

Por estas cosas de la imaginación una María mamá, tal como me la recuerda la imagen de la Parroquia, me acompaña a descubrir a una María niña.

Vamos subiendo las escalinatas... Al llegar al último escalón distingo, a una prudente distancia un personaje conocido...

¡ Madre! ¿Acaso esa mujer que está allí, observando de lejos es... ?

-Si, hija, es Ana, la profetisa.

Claro, según dice la Escritura: "... casada en su juventud, había vivido siete años con su marido. Desde entonces había permanecido viuda y tenía ochenta y cuatro años. No se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día con ayunos y oraciones" (Lc 2, 36-37)

Ana... quien años más tarde hablaría "... acerca del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén"...(Lc 2,38)

Ana... mira a esta niña de ojos dulces, belleza serena y sonrisa de cielo.

Ana... guarda ese rostro en su corazón, pues el rostro de María es inolvidable.

Me descubro nuevamente arrodillada en la Parroquia. Te miro con el alma, María, y descubro de tu mano la enseñanza. Simple y profunda. Simple como una mujer viuda mirando de lejos. Profunda, como el amor que nos tienes.

¡Nadie puede olvidarte, Madre!. Una vez que se te ha conocido, no es posible el olvido.

Aunque pasen muchos años entre el encuentro y el abrazo... entre la mirada y la sonrisa.

Nadie, que te haya visto, aunque sea una vez, puede olvidarte. Verte... no con los ojos del cuerpo, sino con los del alma. El encuentro es interior. El abrazo, único.

Mi corazón está feliz pues me has enseñado, una vez más, que meditar en tus ejemplos no es en vano, ni "pérdida de tiempo". Meditar en ti calma las angustias del alma, encamina los pasos del corazón y nos acerca a tu Hijo.

Este 21 de noviembre quiero pedirte que subas conmigo las escalinatas de mi vida. Que me lleves de la mano y me proveas de un imprescindible equipaje interior. Que sepa mantener ese equipaje meditando siempre en tus virtudes y ejemplos.

Feliz recuerdo de tu Presentación, Madre.

Hermano que lees estas sencillas líneas. Acompaña a María recordando con ella este día. Acompáñala con una oración, con un pensamiento, con una obra de caridad... Suma tu sencilla ofrenda a la que hizo de su vida la más pura ofrenda de amor.

ORACIÓN A LA PRESENTACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA AL TEMPLO


ORACIÓN A LA PRESENTACIÓN 
DE LA VIRGEN MARÍA AL TEMPLO

Oh Dios, que quisiste que en este día 
fuese presentada en el templo la Santísima 
Virgen María, morada del Espíritu Santo: 
suplicámoste por su intercesión nos concedas 
merecer ser presentados en el templo de 
tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. 

Amén.




LA PRESENTACIÓN DE NUESTRA SEÑORA AL TEMPLO, FIESTA, 21 DE NOVIEMBRE



La Presentación de Nuestra Señora al Templo

Fiesta, 21 de noviembre


Por: Mario Sgarbossa y Luiggi Giovannini




La memoria de la Presentación de la Santísima Virgen María, tiene una gran importancia, porque en ella se conmemora uno de los “misterios” de la vida de quien fue elegida por Dios como Madre de su Hijo y como Madre de la Iglesia. En esta “Presentación” de María se alude también a la “presentación” de Cristo y de todos nosotros al Padre.

Por otra parte, constituye un gesto concreto de ecumenismo con nuestros hermanos de Oriente. Esto se puede apreciar en el comentario de la Liturgia de las Horas que dice: “En este día, en que se recuerda la dedicación de la iglesia de Santa María la Nueva, construida cerca del templo de Jerusalén en el año 543, celebramos junto con los cristianos de la Iglesia oriental, la “dedicación” que María hizo de sí misma a Dios desde la infancia, movida por el Espíritu Santo, de cuya gracia estaba llena desde su concepción inmaculada”.

El hecho de la presentación de María en el templo no lo narra ningún texto de la Sagrada Escritura; de él, sin embargo, hablan abundantemente y con muchos detalles algunos escritos apócrifos. María, según la promesa hecha por sus padres, fue llevada al templo a los tres años, en compañía de un gran número de niñas hebreas que llevaban antorchas encendidas, con la participación de las autoridades de Jerusalén y entre el canto de los ángeles. Para subir al templo había quince gradas, que María caminó sola a pesar de ser tan pequeña. Los apócrifos dicen también que en el templo María se nutría con un alimento especial que le llevaban los ángeles, y que ella no vivía con las otras niñas sino en el “Sancta Sanctorum”, al cual tenía acceso el Sumo Sacerdote sólo una vez al año.

La realidad de la presentación de María debió ser mucho más modesta y al mismo tiempo más gloriosa. Por medio de este servicio a Dios en el templo, María preparó su cuerpo, y sobre todo su alma, para recibir al Hijo de Dios, viviendo en sí misma la palabra de Cristo: “Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la practican”.

IMÁGENES DE LA PRESENTACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA NIÑA AL TEMPLO - 21 DE NOVIEMBRE









NUESTRA SEÑORA DE LA PRESENTACIÓN DEL QUINCHE, ADVOCACIÓN MARIANA, 21 DE NOVIEMBRE


Nuestra Señora de la Presentación del Quinche
Advocación Mariana, 21 de noviembre
Por: n/a | Fuente: Corazones.org
Patrona de Ecuador



La imagen de Nuestra Señora de la Presentación del Quinche es una hermosa escultura en madera, tallada en el siglo XVI por Don Diego de Robles, extraordinario artista al que se deben otras imágenes de María de gran popularidad y veneración.


Según algunos testimonios, la Virgen se apareció a los indios en una cueva prometiéndoles librarlos de los peligrosos osos que devoraban a los niños. Por otra parte, los que habían encargado la confección de la imagen a Don Diego, no le pagaron por ella, por lo que decidió entonces dársela en vez a los indios oyacachis a cambio de unos tablones de fino cedro que este necesitaba para sus trabajos. Los caciques quedaron admirados cuando vieron llegar a Diego Robles con la imagen de la Virgen a cuestas y reconocieron en ella los mismos rasgos de la Señora que se les había aparecido y les había hablado en la cueva. Sin duda, la Virgen quiso visitar primero a sus hijos mas pobres para atraerlos al Señor de los Señores quien ella lleva en sus brazos.

Quince años permaneció la imagen al cuidado de los indios hasta que en 1604, el obispo del lugar ordenó su traslado al poblado del Quinche, de donde finalmente tomó su nombre. La imagen, que es una fina talla en madera de cedro de unos 62 cm. de alto, está revestida por un amplio y hermoso ropaje de brocado cubierto de gemas, y bordado con hilos de oro y plata que sólo dejan ver su rostro moreno y apacible. La Virgen lleva un cetro en la mano derecha y con la izquierda sostiene el Niño en actitud de bendecir, mientras sostiene una esfera de oro coronada por una cruz.

A los pies de la imagen, la peana y la gran media luna, ambas de plata pura, y las pesadas coronas imperiales de oro y piedras preciosas, manifiestan la generosidad del pueblo ecuatoriano que gusta ver a su patrona resplandeciente, vestida siempre con las mejores galas. El rostro de Jesús evoca las facciones de los niños mestizos de aquellas sierras. Mestizo es el color de la Madre, síntesis del alma del inca y del español. Su fina nariz está enmarcada por un delicado rostro ovalado de labios delgados y boca pequeña; sus ojos achinados y su mirada triste con los párpados entrecerrados o caídos le confieren una dulzura única. Por eso esta advocación es tan popular en Ecuador, especialmente entre los indios que llaman con afecto "la Pequeñita" a su protectora del cielo.

Es de admirar la variedad de cantos que se entonan en honor de la Virgen del Quinche, con textos en quechua, en jíbaro y en otros diversos dialectos de la región y también en castellano; muchos de ellos se cantan desde hace cuatro siglos. La imagen fue coronada en 1943 y su fiesta se celebra el 21 de noviembre. El templo actual fue declarado Santuario Nacional en 1985

jueves, 20 de noviembre de 2014

CALENDARIO DE ADVIENTO 2014


EL PAPA FRANCISCO NOS DICE: EL HAMBRIENTO NOS PIDE DIGNIDAD, NO LIMOSNA


El Papa: el hambriento nos pide dignidad, no limosna
El Santo Padre participa en la 2ª Conferencia Internacional sobre nutrición en la FAO y advierte que cuando falta la solidaridad en un país, se resiente todo



Ciudad del Vaticano, 20 de noviembre de 2014 (Zenit.org) 



"Dar de comer a los hambrientos para salvar la vida en el planeta". Esta ha sido la petición del santo padre Francisco durante su visita esta mañana a la sede de la FAO en Roma, en ocasión de la 2ª Conferencia Internacional sobre nutrición a la que asisten representantes de 170 países del mundo.


"La total unidad de propósitos y de obras, pero sobre todo el espíritu de hermandad, pueden ser decisivos para soluciones adecuadas", ha iniciado Francisco. Asimismo, ha asegurado que Iglesia "siempre trata de estar atenta y solícita respecto a todo lo que se refiere al bienestar espiritual y material de las personas, ante todo de los que viven marginados y son excluidos, para que se garanticen su seguridad y su dignidad".

De este modo, ha observado que los destinos de cada nación están más que nunca enlazados entre sí, como los miembros de una misma familia. Pero, ha advertido, "vivimos en una época en la que las relaciones entre las naciones están demasiado a menudo dañadas por la sospecha recíproca, que a veces se convierte en formas de agresión bélica y económica, socava la amistad entre hermanos y rechaza o descarta al que ya está excluido". Y esto lo sabe bien "quien carece del pan cotidiano y de un trabajo decente", ha indicado el Papa.

Así ha expresado su deseo de durante este Congreso, en la formulación de compromisos, "los Estados se inspiren en la convicción de que el derecho a la alimentación sólo quedará garantizado si nos preocupamos por su sujeto real, es decir, la persona que sufre los efectos del hambre y la desnutrición". A propósito, ha reconocido que "tal vez nos hemos preocupado demasiado poco de los que pasan hambre". Por ello, "duele constatar" que la "lucha contra el hambre y la desnutrición se ve obstaculizada por la prioridad del mercado y por la preminencia de la ganancia". Con voz firme, el Santo Padre ha advertido que "mientras se habla de nuevos derechos, el hambriento está ahí, en la esquina de la calle, y pide carta de ciudadanía, ser considerado en su condición, recibir una alimentación de base sana. Nos pide dignidad, no limosna". Esta frase ha provocado un fuerte aplauso de los presentes.

A continuación, el Pontífice ha indicado que los planes de desarrollo y la labor de las organizaciones internacionales deberían tener en cuenta el deseo de ver que se respetan en todas las circunstancias los derechos fundamentales de la persona humana y, en nuestro caso, la persona con hambre.

El interés por la producción, la disponibilidad de alimentos y el acceso a ellos, el cambio climático, el comercio agrícola, "deben ciertamente inspirar las reglas y las medidas técnicas", ha solicitado Francisco. Pero, ha proseguido, la primera preocupación debe ser la persona misma, aquellos que carecen del alimento diario y han dejado de pensar en la vida, en las relaciones familiares y sociales, y luchan sólo por la supervivencia.

Haciendo referencia a su antecesor, el santo Papa Juan Pablo II, Francisco ha explicado que en la inauguración de la Primera Conferencia sobre Nutrición, en 1992, puso en guardia a la comunidad internacional ante el riesgo de la 'paradoja de la abundancia': hay comida para todos, pero no todos pueden comer. Por desgracia, ha advertido el Papa, esta 'paradoja' sigue siendo actual.

Por otro lado, ha advertido sobre el reto de la falta de la solidaridad, "la queremos sacar del diccionario" y nuevamente ha provocado el aplauso del público. "Cuando falta la solidaridad en un país, se resiente todo el mundo", ha precisado. Al igual que "los seres humanos, en la medida en que toman conciencia de ser parte responsable del designio de la creación, se hacen capaces de respetarse recíprocamente, en lugar de combatir entre si", los Estados, "concebidos como una comunidad de personas y de pueblos, se les pide que actúen de común acuerdo, que estén dispuestos a ayudarse unos a otros mediante los principios y normas que el derecho internacional pone a su disposición".

De este modo, el Santo Padre ha indicado que la ley natural habla un lenguaje que todos pueden entender: amor, justicia, paz, elementos inseparables entre sí. Francisco ha subrayado que también los Estados y las instituciones internacionales "están llamados a acoger y cultivar estos valores, en un espíritu de diálogo y escucha recíproca".

Cada mujer, hombre, niño, anciano, debe poder contar en todas partes con estas garantías, ha pedido el Papa. Y es deber de todo Estado "suscribirlas sin reservas, y preocuparse de su aplicación". La Iglesia Católica - ha afirmado- trata de ofrecer también en este campo su propia contribución, mediante una atención constante a la vida de los pobres en todas las partes del planeta,

A continuación, ha subrayado que "ninguna forma de presión política o económica que se sirva de la disponibilidad de alimentos puede ser aceptable". Improvisando en su discurso, Francisco en este punto ha afirmado que "aquí pienso en nuestra hermana Tierra". Y ha recordado una frase que escuchó a un anciano "Dios siempre perdona, los hombres a veces, la Tierra nunca". Por eso ha pedido cuidar de la hermana Tierra, para que no nos responda con la destrucción.

Para finalizar su discurso, el Santo Padre ha pedido a Dios "que bendiga a todos los que, con diferentes responsabilidades, se ponen al servicio de los que pasan hambre y saben atenderlos con gestos concretos de cercanía". Asimismo ha pedido para que la comunidad internacional "sepa escuchar el llamado de esta Conferencia y lo considere una expresión de la común conciencia de la humanidad: dar de comer a los hambrientos para salvar la vida en el planeta".

(20 de noviembre de 2014) © Innovative Media Inc.

EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 20 DE NOVIEMBRE DEL 2014



Jesús llora sobre Jerusalén
Tiempo Ordinario

Lucas 19, 41-44. Tiempo Ordinario. Hoy intentaremos no ser el motivo de las lágrimas de Jesús. 


Por: P . Clemente González | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según san Lucas 19, 41-44
En aquel tiempo, al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella, diciendo: ¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, en que tus enemigos te rodearán de empalizadas, te cercarán y te apretarán por todas partes, y te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita. 

Oración introductoria
Jesús, este tiempo de oración es una oportunidad para mostrarte mi amor, ilumínalo porque hay muchas cosas que me distraen. Mírame, Señor, con ese amor con que miraste a Jerusalén y ven a hospedarte en mi alma para poder resistir las tentaciones del mundo.

Petición
Señor, haz que venga hoy tu salvación a mi alma.

Meditación del Papa Francisco
También esta enseñanza de Jesús es importante verla en el contexto concreto, existencial en la que Él la ha transmitido. En este caso, el evangelista Lucas nos muestra Jesús que está caminando con sus discípulos hacia Jerusalén, hacia su Pascua de muerte y resurrección, y en este camino les educa confiándoles lo que Él mismo lleva en el corazón, las actitudes profundas de su alma.
Entre estas actitudes están el desapego de los bienes terrenos, la confianza en la providencia del Padre y, también, la vigilancia interior, la espera activa del Reino de Dios. Para Jesús es la espera de la vuelta a la casa del Padre. Para nosotros es la espera de Cristo mismo, que vendrá a cogernos para llevarnos a la fiesta sin fin» (S.S. Francisco, 11 de agosto de 2013).

Reflexión
Jesús también lloraba, igual que tú. Tenía sentimientos, se alegraba con las buenas noticias de sus discípulos y se entristecía con la muerte de su amigo Lázaro. Igual que nosotros. Por eso conoce perfectamente el corazón humano, pues Él pasó por los mismos estados de ánimo que experimentamos nosotros.

Aquí le vemos llorar por Jerusalén, la ciudad del pueblo elegido, con quien Dios estableció su Alianza. Desde hacía siglos había escogido a Abrahán y a sus descendientes, confió a Moisés la misión de sacar al pueblo de la esclavitud, le dio un Decálogo, le guió con amor, le envió profetas y le preparó para la venida de su Hijo. ¡Cuánto esperaba Dios de ese pueblo! Sin embargo, vino Jesús a este mundo "y los suyos no le recibieron".

La historia de Israel puede ser muy bien nuestra historia. El Señor pensó en cada uno de nosotros y nos dio la vida a través de nuestros padres. Luego nos hizo sus hijos adoptivos en el Bautismo. Y no ha cesado de derramar gracias para que seamos santos... Sin embargo, somos como la Jerusalén por la que Jesús lloró: fríos, insensibles a todos estos dones. ¿Cuántas veces meditamos en el sacrificio que hizo Jesús en la cruz por nuestros pecados (los de cada uno)?

Hoy intentaremos no ser el motivo de las lágrimas de Jesús. Vamos a acogerle y a poner en práctica su mandato -el de la caridad con todos-, pidiéndole que perdone nuestras infidelidades y nos dé a conocer "su mensaje de paz".

Propósito
Hacer un esfuerzo por aprovechar más los medios de formación y crecimiento espiritual que me ofrece mi parroquia.

Diálogo con Cristo
Señor, no puedo cerrar mi corazón y ahogar en mi egoísmo mi celo apostólico. Fortaléceme, hazme generoso para crecer en el amor y dedicarme a mi misión con ahínco, y así, hacer cuanto pueda para que la Nueva Evangelización llegue a muchas más personas.

 

EL DOMINIO DEL TEMOR



EL DOMINIO DEL TEMOR



Varios años atrás, un circo de televisión bien conocido desarrolló un acto que incluía tigres de bengala. El acto se hacía en vivo delante de una numerosa audiencia. Una noche, el entrenador entró en la jaula con varios tigres y la puerta se cerró de forma rutinaria detrás de él. Las luces inundaban la jaula y las cámaras de televisión se acercaban para que la audiencia pudiera ver cada detalle mientras él, con su habilidad, imponía a los tigres en el ritmo adecuado.

En medio de la actuación, pasó lo peor: las luces se apagaron. Él se sobrecogió y rápidamente pidió ayuda a Dios diciendo internamente: ¡Padre, ayúdame! Por casi treinta largos segundos, el entrenador estuvo encerrado con los tigres en la oscuridad. Con su visión nocturna superior, los tigres podían verlo, pero él no los veía a ellos. Cuando regresaron las luces, con calma terminó su actuación.

Cuando le preguntaron al entrenador cómo se sintió, él admitió sentir un frío temor al principio, pero luego -dijo-, se dió cuenta de que aunque él no podía ver a los felinos, ellos no lo sabían. Él dijo: "Solo continué haciendo sonar mi látigo y hablándoles hasta que las luces regresaron. Ellos nunca supieron que yo no les podía ver tan bien como ellos me veían a mí."

Nosotros no podemos ver a Dios con nuestros ojos, pero Dios nos ve en todo momento. Si nos encomendamos a Él con fe, siempre velará por nosotros.

ESTAMPAS CON ORACIONES A CRISTO REY





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