martes, 9 de septiembre de 2014

EL MILAGRO DE LAS MANOS VACÍAS


Autor: José Luis Martín Descalzo | Fuente: Razones para el amor 
El milagro de las manos vacías
Tengo obligación de tener las manos llenas porque Dios se lo merece, pero no me desaliento cuando las veo vacías


El milagro de las manos vacías


En mis años de seminarista me explicaron muchas veces que también en el mundo de las almas regía el viejo principio de que «nadie da lo que no tiene». Pero la verdad es que ahora -treinta años después- yo no estoy tan seguro. Y creo que es más cierta la afirmación de Urs von Balthasar cuando escribe que «el privilegio del cristiano es poder dar más, infinitamente más, de lo que posee». Voy a ver si consigo explicarme.

Recuerdo aún hoy cuánto me escandalizó, en mis años de estudiante de teología, la conferencia de un sacerdote -un apóstol brillante y muy conocido en la España de entonces- que nos decía que no era necesario ser santos para ser eficaces apostólicamente. La idea me pareció entonces disparatada y me lo sigue pareciendo en el tono en el que aquel conferenciante lo decía: como si la inteligencia, la técnica oratoria, la picardía pudieran suplir a la santidad y el amor. Nunca he creído ni en la inteligencia ni en la técnica referidas al mundo de la gracia. Son, me parece, lo que la flanera al flan: que si se hace con huevos podridos, resultará incomible por muy buena que la flanera sea. Siempre me interesará más la carga interior de lo que se dice que los adjetivos con que se ornamenta. Aunque pienso también que unos contenidos serios exigen del orador o el apóstol tomarse muy en serio los métodos de transmisión. Pero sabiendo que son eso: simples métodos.

Sin embargo, en la idea hay una pizca de verdad y hay muchísima tal como Balthasar la formula. Y es que treinta años de ministerio me han enseñado que uno puede dar mucho más de lo que personalmente tiene. Y esto por una razón elemental: en rigor, en el mundo de la gracia ningún hombre da nada. Dios es el único que puede dar, él solo. Y la experiencia de cualquier sacerdote o de cualquier cristiano es que, si él no pone demasiados obstáculos, Dios da a través de nosotros cosas que nosotros ni llegamos a sospechar. Es lo que Bernanos llamaba «el dulce milagro de las manos vacías», a través de las cuales puede pasar el torren- te de Dios.

En el terreno sacramental esto es evidente: ¿qué son mis manos para absolver, qué mi palabra para consagrar? Alguien «funciona» dentro de mí para que eso «salga», como el vino sale de la botella sin que ella lo haya engendrado o fabricado.

Pero ocurre también en otros terrenos más misteriosos: ¿qué cristiano no ha sembrado esperanzas en días en que la creía perdida? ¿Cuántas veces hemos dado alegría a alguien y nos hemos alejado pensando que éramos nosotros quienes más la necesitábamos?

A veces te ocurren cosas misteriosas. Un día se acerca alguien a ti y te dice que desde hace veinte años se alimenta de una frase que tú le dijiste una vez. Tú preguntas de qué frase se trata. Y cuando te la dicen, tú jurarlas que esa idea jamás pasó por tu cabeza, que la dijiste casualmente. Y mira por donde la flecha fue derecha al blanco que la necesitaba.

Cualquier sacerdote sabe que tal vez ha preparado una conferencia o una homilía con todo cuidado y que, de pronto, según está hablando, le sube a los labios una frase en la que ni habla pensado. Y luego resulta que es precisamente la que alguien de los oyentes estaba necesitando.

A mí me ha ocurrido lo de venir un desconocido a darme las gracias por un articulo "o que ayudó a resolver en su casa una seria crisis. Y yo ni acordarme siquiera de haber escrito tal artículo o sobre ese tema. ¿Tengo un ángel custodio que escribe y firma con mi nombre artículos que yo no he elaborado? ¿O es que yo escribía de otra cosa, pero aquella familia --que necesitaba una respuesta- la encontró donde el autor no había ni pensado? ¡Vaya usted a saberlo!

No sé si todo esto que estoy contando será una herejía. Pero, al menos, a mi me sirve. Porque si tengo que esperar a ser santo para empezar a hablar a la gente de Dios, aún me estaría calladito. Y si sólo puedo escribir de la alegría cuando todo me va bien, me pasaría media vida ayunando letras. Comprendo que tengo obligación de tener las manos llenas porque Dios se lo merece, pero no me desaliento cuando las veo vacías. Y me encanta la idea de ser un canuto a través del que Alguien, más importante que todos nosotros juntos, sopla. Y de tanto pasarme gracias por las manos, alguna se me pegará, digo yo.

Nuestro problema está, entonces, en ser buenos transmisores, volvemos transparentes, para que pueda verse detrás de nosotros al Dios escondido que llevamos dentro. Y luego repartir sin tacañerías lo poquito que tenemos --esa pizca de fe, esa esquirla de esperanza, esos gramos de alegría-, sabiendo que no faltará quien venga a multiplicarlo como el pan del milagro. Seguros de que la pequeña llama de una cerilla puede hacer un gran fuego. No porque la cerilla sea importante, sino porque la llama es infinita.

ORACIÓN A SAN NICOLÁS DE TOLENTINO - SEPTIEMBRE 10


SAN NICOLÁS DE TOLENTINO, PRESBÍTERO, PATRONO DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO, 10 DE SEPTIEMBRE


Autor: P. Angel Amo | Fuente: Catholic.net 
Nicolás de Tolentino, Santo
Presbítero, 10 de septiembre


Patrono de las almas del purgatorio

Martirologio Romano: En Tolentino, del Piceno, en Italia, san Nicolás, presbítero, religioso de la Orden de Ermitaños de San Agustín, que, fraile de rigurosa penitencia y oración asidua, severo consigo y comprensivo con los demás, se autoimponía muchas veces la penitencia de los otros (1305).

Fecha de canonización: El 5 de junio de 1446 (Pentecostés) por el Papa Eugenio IV.


San Nicolás de Tolentino nació en Castel Sant´ Angelo, el actual Sant´ Angelo in Pontano, en 1245, y murió en Tolentino el 10 de septiembre de 1305. 

Fray Pedro de Monte Rubiano, su biógrafo, nos cuenta que su vida estuvo entretejida de singularísimas experiencias místicas y de hechos prodigiosos, confirmados en el proceso de canonización, que se abrió a los veinte años de su muerte y concluyó en 1446. En ese proceso fueron declarados auténticos 301 milagros. 

A San Nicolás de Tolentino lo invocan los que sufren injusticias, o están en peligro de perder la vida o la libertad, y también se lo invoca como protector de la maternidad y la infancia, de las almas del purgatorio, de la buena muerte, y hasta contra los incendios y las epidemias.

Fue asceta, austero pero no excéntrico, riguroso consigo mismo, pero dulce y atento con todos. En 1256 entró donde los agustinos y se ordenó en 1269 en Cingoli; durante seis años peregrinó por varias ciudades y después fijó su residencia en Tolentino en donde ejerció su apostolado sobre todo en el confesionario. Su santificación personal maduró en la sombra, haciendo fructificar los recursos espirituales que le brindaba la vida religiosa: la obediencia incondicional, el absoluto desapego de los bienes terrenales y la profunda modestia. Así se santificó, y al final de su vida pudo exclamar: “Veo a mi Señor Jesucristo, a su Madre y a San Agustín que me dicen: Muy bien, siervo bueno y fiel”. 

Aunque no se notaba exteriormente la penitencia a la que se sometía, sabemos por el testimonio de sus cohermanos que cuatro días a la semana su alimento consistía en sólo pan y agua, y los otros tres días no tocaba alimentos sustanciosos como carne, huevos, o fruta. No dormía sino tres o cuatro horas y el resto lo dedicaba a la oración.

Después de largas horas que pasaba en el confesionario, se dedicaba a visitar a los pobres, a los que les llevaba, con el permiso de sus superiores, ayudas materiales en los casos más urgentes. Los prodigios que hizo en vida y sobre todo después de la muerte tenían la finalidad de aliviar las miseries humanas. 

Cuarenta años después de su muerte, fue encontrado su cuerpo incorrupto. En esa ocasión se le quitaron los brazos y de la herida salió bastante sangre. De esos brazos, conservados en relicarios de plata desde el siglo XV, ha salido periódicamente mucha sangre. Esto contribuyó a la difusión de su culto en toda Europa y en América.

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 9 DE SEPTIEMBRE DEL 2014


Autor: María Cruz | Fuente: Catholic.net
Elección de los doce
Lucas 6, 12-19. Tiempo Ordinario. El gran secreto de la vida es... sabernos amados por Dios.
 
Elección de los doce
Elección de los doce
Del santo Evangelio según san Lucas 6, 12-19

Sucedió que por aquellos días se fue Jesús al monte a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor. Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos. 

Oración Introductoria

Señor Jesús, en varias ocasiones el Evangelio hace mención que pasaste la noche en oración… y yo que batallo para hacer mi meditación de 10, 15 ó 20 minutos. Tu oración es fruto de tu amor, de tu dependencia a Dios. Ilumíname para yo pueda crecer también en mi amor y que ahora sepa disponer mi corazón para hacer la voluntad del Padre en este día.

Petición

Jesucristo, enséñame a orar. Haz que te ame a tal punto, que me sea imposible no seguirte.

Meditación del Papa Francisco

¡Sean siempre hombres y mujeres de oración! Sin la relación constante con Dios la misión se convierte en función. Pero, ¿en qué trabajas tú? ¿Eres sastre, cocinera, sacerdote, trabajas como sacerdote, trabajas como religiosa? No. No es un oficio, es otra cosa. El riesgo del activismo, de confiar demasiado en las estructuras, está siempre al acecho. Si miramos a Jesús, vemos que la víspera de cada decisión y acontecimiento importante, se recogía en oración intensa y prolongada. Cultivemos la dimensión contemplativa, incluso en la vorágine de los compromisos más urgentes y duros. Cuanto más les llame la misión a ir a las periferias existenciales, más unido ha de estar su corazón a Cristo, lleno de misericordia y de amor. ¡Aquí reside el secreto de la fecundidad pastoral, de la fecundidad de un discípulo del Señor! (S.S. Francisco, 7 de julio de 2013).

Reflexión

En nuestra sociedad donde todo se hace para usar y tirar, las cosas salen en serie, sin características propias: los mismos modelos de zapatos, el mismo estilo de vestir, las mismas comidas, el mismo diseño de construcción, las mismas expresiones de vocabulario... queremos igualarnos tanto que perdemos hasta la identidad. La sociedad nos masifica, nos despersonaliza, nos hace iguales.

Con Dios no es así; para Él cada uno es único, singular e irrepetible: Dios no hace las cosas en serie. Dios nos conoce y nos llama por nuestro propio nombre y al identificarnos nos da el ser que nos autentifica. Su amor nos crea en cada momento porque su Palabra llega directa al corazón y desde esta interpelación nos potencia y dinamiza para la misión que cada uno trae a la vida. El gran secreto de la vida es sabernos amados. Con esta certeza nuestra vida se llena de sentido, basta que Él susurre mi nombre al oído para que todo se llene de emoción. Es la confianza de sabernos amados con un único amor, grande y fuerte.

Propósito

Sabernos amados por Nuestro Padre, Dios, con un único amor, grande y fuerte.

Diálogo con Cristo

¡Oh Dios, que desde la eternidad pensaste en mí y que en un momento concreto de la historia pronunciaste mi nombre para llamarme a la vida. Gracias por el amor que me regalas cada día. Te pido tu gracia para que siempre pueda cumplir la misión que me encomiendas y así cooperar a la salvación del mundo en nombre de tu Hijo Jesucristo nuestro Señor.

PARA HACER BIEN LA SEÑAL DE LA CRUZ


Autor: P. Evaristo Sada LC | Fuente: la-oracion.com 
Para hacer bien la Señal de la Cruz
Cuando nos marcamos con la señal de la cruz estamos diciendo: Yo soy seguidor de Jesucristo, creo en Él, le pertenezco.



La señal de la cruz es la oración básica del cristiano, lo primero que un niño o un converso aprende en la catequesis. En esta oración tan breve y tan simple se resume todo el credo y para muchos hombres y mujeres profundamente contemplativos ha sido su oración preferida.


¿Qué significa la señal de la cruz?

La cruz es la señal de los cristianos: significa el triunfo de Jesús sobre el pecado; es el símbolo de la redención que Jesucristo obtuvo para nosotros con su sangre. Su pasión de amor por el hombre le llevó a dar la vida para que tuviéramos vida en abundancia: "Nadie me la quita, soy yo quien la doy por mí mismo" (Jn 10,18) Como manso cordero llevado al matadero, Jesús soportó en la cruz el extremo del dolor físico y moral para abrirnos las puertas del cielo.

Cuando nos marcamos con la señal de la cruz estamos diciendo: Yo soy seguidor de Jesucristo, creo en Él, le pertenezco. Así como los seguidores del Anticristo tendrán su marca (cfr. Ap 14,9), así el bautizado lleva un sello indeleble en su alma y lo muestra exteriormente con la cruz.

Deja que la Virgen María tome tu mano y te guíe al santiguarte

Después de lo que vivió María en el Calvario, Ella será la mejor maestra para todo cristiano que quiera santiguarse con todos los cinco sentidos. A mí me ha ayudado contemplar la pasión de Cristo desde el corazón de la Virgen María, pidiéndole que al hacer la señal de la cruz tome Ella mi mano y me enseñe a revivir con ese gesto sencillo el momento supremo de nuestra redención.

Este texto de Santa Brígida puede servir de inspiración mientras contemplamos a Cristo Crucificado de la mano de la Virgen María:

"Déseos toda honra, Señora mía Virgen María, que con dolor visteis a vuestro Hijo hablaros desde la cruz, y con vuestros benditos oídos afligidamente lo oisteis clamar al Padre en la agonía de la muerte, y entregar en sus manos el alma. Alabada seáis, Señora mía Virgen María, que con amargo dolor visteis a vuestro Hijo pendiente en la cruz, lívido desde el extremo de la cabeza hasta la planta de los pies, rubricado con su propia sangre y tan cruelmente muerto; y con suma amargura mirasteis traspasados sus pies y manos, y su glorioso costado, y todo su cuerpo destrozado sin ninguna misericordia.

"Bendita seáis Vos, Señora mía Virgen María, que con vuestros ojos bañados en lágrimas visteis bajar de la cruz a vuestro Hijo, envolverlo en el sudario, ponerlo en el sepulcro y ser allí custodiado por los soldados. Bendita seáis Vos, Señora mía Virgen María, quetraspasado vuestro corazón con un profundo y amarguísimo dolor, fuisteis apartada del sepulcro de vuestro Hijo, y llena de pesar conducida por vuestros amigos a casa de Juan, donde al punto sentisteis alivio a vuestro gran dolor, porque sabiais positivamente que pronto había de resucitar vuestro Hijo." (Sta. Brígida de Suecia, "Revelaciones", Libro 12, Oración)

En el nombre...

Al hacer la señal de la cruz sobre nuestro cuerpo, diciendo: "En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén" nos estamos comprometiendo a obrar en el nombre de Dios. Dios reveló su nombre a Moisés; el nombre de Dios es "Yo soy el que soy" (Éxodo 3,13). Y le dijo: "Yo soy el Dios de tus padres" (Éxodo 3,6) y "Yo estaré contigo" (Éxodo 3,12) De estas tres expresiones concluimos que Dios abarca nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Quien actúa en el nombre de Dios está afirmando que tiene la certeza de que Dios le conoce, le acompaña, le sostiene y permanecerá siempre a su lado.

Cuando en la oración pedimos algo en el nombre de Jesús, nos estamos uniendo a la oración de Cristo, con la seguridad de que el Padre escucha a su Hijo. "Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré." (Juan 14, 13-14) Y si lo que pedimos es conforme a su voluntad, podemos confiar en que nuestra súplica será escuchada: "En esto está la confianza que tenemos en él: en que si le pedimos algo según su voluntad, nos escucha.Y si sabemos que nos escucha en lo que le pedimos, sabemos que tenemos conseguido lo que hayamos pedido.."(1 Juan 5,14-15) Y a veces nos concede no sólo lo que le pedimos sino incluso lo que deseamos, que Él conoce bien. Esta fue la experiencia de san Pedro aquella mañana en el lago tras una noche de pesca, cuando Jesús le mostró dónde encontrarlos. Pedro le dijo: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu Nombre, echaré las redes. Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse».



LA PERFECTA ABNEGACIÓN DE SÍ MISMO


La Perfecta Abnegación de sí mismo 


Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz de cada dìa y sìgame (Lc. 9,23). 

El desprendimiento real o afectivo de todas las cosas creadas es muy importante y absolutamente indispensable, para llegar a la PERFECCIÓN CRISTIANA.

Pero poco importaría desprenderse de los lazos de criaturas exteriores, si nuestro espíritu no lograra desembarazarse también de nuestro propio yo, que constituye el mayor de los obstáculos para volar libremente hacia Dios.

Santo Tomás afirma que EL EGOÍSMO, o amor desordenado de sí mismo, es el origen de TODOS LOS PECADOS. Y lo razona diciendo que todo pecado procede del apetito desordenado de algún bien temporal... Pero esto no sería posible si no amáramos desordenadamente nuestro propio yo, que es para quien buscamos ese bien.

De esto se desprende que el desordenado amor de sí mismo, es la causa de todo pecado. De él proceden las tres concupiscencias de que habla el apóstol San Juan (1 Jn 2,16).

LA DE LA CARNE. LA DE LOS OJOS.Y LA SOBERBIA DE LA VIDA. Que son el resumen y compendio de todos los desordenes.

El amor desordenado de sí mismo ha construido, según San Agustín, LA CIUDAD DEL MUNDO FRENTE A LA DE DIOS.

 Nos ha señalado con esto, la tendencia más perniciosa del AMOR PROPIO. Precisamente por ser la raíz y fuente de todos los pecados, las manifestaciones del amor propio son variadísimas y casi infinitas.

Pero ninguna resulta tan perjudicial para la propia santificación, como ese “GLORIARSE DE SÍ MISMO”, que constituye al propio YO, en centro de gravedad alrededor del cual han de girar todas las cosas.

 Hay almas que se buscan a sí mismas en todo, hasta en las cosas más santas.“En la oración que mantienen o prolongan cuando encuentran en ella suavidad y consuelo.Y la abandonan cuando experimentan desolación o sequedad”.

“En la recepción de los sacramentos, en los que buscan únicamente las consolaciones sensibles”. 

“En la dirección espiritual, que consideran como una nota de distinción, y en la que, por supuesto, buscan siempre el director “de moda” o el que les deja vivir en paz con sus miras egoístas y caprichosas”. 

“En los deseos mismos de santificarse, que no los subordinan enteramente a la mayor gloria de Dios y al bien de las almas, sino que los orientan a sí mismos, como el mejor ornato de sus almas acá en la tierra y para aumento de felicidad y gloria en el cielo”. No acabaríamos nunca, si quisiéramos recoger aquí las infinitas manifestaciones DEL EGOÍSMO Y AMOR PROPIO.

El alma que aspire a la perfecta unión de Dios, de nada ha de recelar tanto como de este AMOR PROPIO, que se infiltra sutilmente hasta en las cosas más santas.

Ha de examinar el verdadero móvil de sus acciones, rectificando continuamente la intención y no poniendo como blanco y fin de todas sus actividades y esfuerzos, mas que la gloria de Dios y el perfecto cumplimiento de su divino beneplácito.

 Traiga continuamente a su memoria las palabras terminantes del DIVINO MAESTRO, que hacen de la perfecta abnegación de sí mismo, la condición indispensable para seguirlo.

“SI ALGUNO QUIERE VENIR EN POS DE MÍ, NIÉGUESE A SÍ MISMO, TOME SU CRUZ DE CADA DÍA Y SÍGAME”.
 (Lc 9,23)

PENSAMIENTO MARIANO 36


EL CULTO A LA VIRGEN MARÍA: UNA MIRADA CON MIL FACETAS


Autor: Thiago de Oliveira Geraldo | Fuente: es.gaudiumpress.org 
Una mirada con mil facetas
El culto a la Virgen Madre de Dios remonta al inicio de la Cristiandad



Mucho ya se escribió y discurrió acerca de la Virgen Madre de Dios. Entretanto, nos faltan palabras para expresar cuánto debemos a su inigualable Persona. El culto a Ella remonta al inicio de la Cristiandad, y fue creciendo a lo largo del tiempo, haciéndola figurar en la pluma de los más insignes pensadores y los labios de los más elocuentes predicadores, y también en las obras de los más talentosos artistas que la Historia conoció.


A lo largo de la historia

En dos milenios de Cristianismo, la figura impar de María Santísima fue representada de las más variadas formas. En su fase inicial, la Iglesia la concibió como Virgen Orante, con los brazos abiertos en señal de oración, y sin el Niño Jesús. O también como Virgen Madre, dejando trasparecer una divina pureza en sus rasgos.

En el período románico, María es principalmente representada como Madre de Dios, majestuosa, erecta, con mirada hierática. Sentada en trono como Reina, tiene sobre las rodillas a Jesús, la Sabiduría Eterna, y lo presenta al mundo con gesto respetuoso, sosteniéndolo con las dos manos. Son las imágenes de Sedes Sapientiæ (Sede de la Sabiduría). Desde el final del siglo XII, la solemnidad cede lugar al movimiento. El Niño Dios "cambia" de posición: tal imagen lo presenta en uno de los brazos de la Madre, la otra sobre las rodillas. La figura de la Virgen gana en destaque y simbolismo: se difunden las Vírgenes Negras, coloración explicada por ciertos exegetas en un sentido místico de dolor y sufrimiento; o todavía las Vírgenes con Manzana, recordando que la nueva Eva reparó el pecado de la antigua.

En el siglo XIII, en pleno auge del gótico, todo canta la alabanza a la Santísima Virgen: innúmeras iglesias son levantadas en su honra, se multiplican en los púlpitos las referencias a Ella, y la Liturgia la celebra abundantemente. En la pintura y la escultura, la Reina y Madre toma aires de una noble dama que juega con su Hijito y lo abraza con todo afecto. "Siempre fue verdad - afirma el padre Dinarte Passos - que el estilo gótico alcanzó el ideal en todas las artes, también, por tanto, aquí en el arte mariano".1

Después de la Edad Media, se rompen los estrechos vínculos entre el arte y la Fe. La escultura y la pintura se materializan. En el Renacimiento y el período Moderno, mientras progresaba la técnica de cómo hacer, se perdía en buena medida el espíritu de cómo crear. Pero las manifestaciones de devoción a Nuestra Señora no dejaron de crecer también en esa época.

Siendo Madre, María quiere entrar en contacto con sus hijos, busca adaptarse a los buenos aspectos de ellos, les transmite mensajes. De ahí nació el culto a la Virgen María designándola por el nombre del lugar donde Ella apareció: Nuestra Señora de Fátima o Nuestra Señora de Lourdes, por ejemplo. Hay invocaciones que expresan veneración por algún aspecto de su vida, como Nuestra Señora Niña; o algún episodio del Evangelio, Nuestra Señora del Destierro, que evoca la fuga para Egipto. Hay también formas de representarla de acuerdo con las particulares circunstancias en que Ella nos ayuda: Nuestra Señora de la Peña, inspiradora de las artes y las letras; Nuestra Señora de los Mares o Nuestra Señora de la Estrada, protectora de los viajeros.

Decenas son las fiestas celebradas en honor a la Santísima Virgen a lo largo del año, pero una de ellas llama de modo especial nuestra atención: la Solemnidad de Santa María Madre de Dios, que la Iglesia conmemora el día 1º de enero. Así, el año se inicia bajo Su mirada y Su protección.

La Maternidad Divina de Nuestra Señora es tan sublime que la coloca por encima de todas las otras criaturas. Pues, según la expresión del Cardenal Cayetano: "Solamente la Bienaventurada Virgen María llegó a los confines de la divinidad por su propia operación natural, ya que concibió, dio a luz, engendró y alimentó con su leche al propio Dios".

En vista de tanta sublimidad, nadie será capaz de expresar de modo perfecto y acabado - por cualquier tipo de obra artística o literaria - las mil facetas de Aquella que, según Santo Tomás, tiene una "cierta dignidad infinita".3 ¿Podrá alguien, al menos, escoger entre varias representaciones de Nuestra Señora alguna cuya mirada exprese más adecuadamente Aquella que "llegó a los confines de la divinidad"? Lo invitamos querido lector a hacer su elección...



PENSAMIENTO DE MADRE TERESA DE CALCUTA


IMÁGENES DE SAN PEDRO CLAVER












ORACIÓN A SAN PEDRO CLAVER


ORACIÓN A SAN PEDRO CLAVER
9 de septiembre


 Oh Dios, que, con el fin de llevar el Evangelio a los esclavos negros, has dotado a San Pedro Claver de admirable amor y paciencia, concédenos, por su intercesión y ejemplo, que, superadas todas las discriminaciones raciales, amemos a todos los hombres con sincero corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Amén.

SAN PEDRO CLAVER, PRESBÍTERO JESUITA, 9 DE SEPTIEMBRE


Autor: . | Fuente: Corazones.org 
Pedro Claver, Santo
Presbítero, 9 de Septiembre
Esclavo de los esclavos

Martirologio Romano: San Pedro Claver, presbítero de la Compañía de Jesús, que en Nueva Cartagena, ciudad de Colombia, durante más de cuarenta años consumió su vida con admirable abnegación y eximia caridad para con los esclavos negros, bautizando con su propia mano a casi trescientos mil de ellos (1654).

Fecha de canonización: Beatificado el 16 de Julio de 1850 por Pío IX. Canonizado el 15 de Enero de 1888 por León XIII junto con Alfonso Rodriguez.


Nació en Verdú, España, el 26 de Junio de 1580.
Murió en Cartagena, Colombia, el 8 de Septiembre de 1654.-

Pedro Claver y Juana Corberó, campesinos catalanes, tuvieron seis hijos, pero solo sobrevivieron Juan, el mayor, y los dos mas pequeños, Pedro e Isabel. El padre apenas podía firmar su nombre, pero era un hombre trabajador y buen cristiano. La infancia de Pedro quedó oculta para la historia como la de tantos santos, incluso la de Nuestro Señor. Trabajaba en el campo con su familia.-

Pedro se graduó de la Universidad de Barcelona. A los 19 años decide ser Jesuita e ingresa en Tarragona. Mientras estudiaba filosofía en Mallorca en 1605 se encuentra con San Alonso Rodriguez, portero del colegio. Fue providencial. San Alonso recibió por inspiración de Dios conocimiento de la futura misión del joven Pedro y desde entonces no paró de animarlo a ir a evangelizar lo territorios españoles en América.-

Pedro creyó en esta inspiración y con gran fe y el beneplácito de sus superiores se embarcó hacia la Nueva Granada en 1610. Debía estudiar su teología en Santa Fe de Bogotá. Allí estuvo dos años, uno en Tunja y luego es enviado a Cartagena, en lo que hoy es la costa de Colombia. En Cartagena es ordenado sacerdote el 20 de Marzo de 1616.-

Al llegar a América, Pedro encontró la terrible injusticia de la esclavitud institucionalizada que había comenzado ya desde el segundo viaje de Colón el 12 de Enero de 1510, cuando el rey mandó a emplear negros como esclavos. Se trata de una tragedia que envolvió a unos 14 millones de infelices seres humanos. Un millón de ellos pasaron por Cartagena. Los esclavos venían en su mayoría de Guinea, del Congo y de Angola. Los jefes de algunas tribus de esas tierras vendían a sus súbditos y sus prisioneros. En América los usaban en todo tipo de trabajo forzado: agricultura, minas, construcción.-

Cartagena por ser lugar estratégico en la ruta de las flotas españolas se convirtió en el principal centro del comercio de esclavos en el Nuevo Mundo. Mil esclavos desembarcaban cada mes. Aunque se murieran la mitad en la trayectoria marítima, el negocio dejaba grandes ganancias. Por eso, las repetidas censuras del papa no lograron parar este vergonzoso mercado humano.-

Pedro no podía cambiar el sistema. Pero si había mucho que se podía hacer con la gracia de Dios. Pero hacía falta tener mucha fe y mucho amor. Pedro supo dar la talla. En la escuela del gran misionero, el padre Alfonso Sandoval, Pedro escribió: "Ego Petrus Claver, etiopum semper servus" (yo Pedro Claver, de los negros esclavo para siempre". Así fue. San Pedro no se limitó a quejarse de las injusticias o a lamentarse de los tiempos en que vivía. Supo ser santo en aquella situación y dejarse usar por Jesucristo plenamente para su obra de misericordia. En Cartagena durante cuarenta años de intensa labor misionera se convirtió en apóstol de los esclavos negros. Entre tantos cristianos acomodados a los tiempos, el supo ser luz y sal, supo hacer constar para la historia lo que es posible para Dios en un alma que tiene fe.-

A pesar de su timidez la cual tuvo que vencer, se convirtió en un organizador ingenioso y valiente. Cada mes cuando se anunciaba la llegada del barco esclavista, el padre Claver salía a visitarlos llevándoles comida. Los negros se encontraban abarrotados en la parte inferior del barco en condiciones inhumanas. Llegaban en muy malas condiciones, víctimas de la brutalidad del trato, la mala alimentación, del sufrimiento y del miedo. Claver atendía a cada uno y los cuidaba con exquisita amabilidad. Así les hacia ver que el era su defensor y padre.-

Los esclavos hablaban diferentes dialectos y era difícil comunicarse con ellos. Para hacer frente a esta dificultad, el padre Claver organizó un grupo de intérpretes de varias nacionalidades, los instruyó haciéndolos catequistas.-

Mientras los esclavos estaban retenidos en Cartagena en espera de ser comprados y llevados a diversos lugares, el padre Claver los instruía y los bautizaba. Los reunía, se preocupaba por sus necesidades y los defendía de sus opresores. Esta labor de amor le causó grandes pruebas. Los esclavistas no eran sus únicos enemigos. El santo fue acusado de ser indiscreto por su celo por los esclavos y de haber profanado los Sacramentos al dárselos a criaturas que a penas tienen alma. Las mujeres de sociedad de Cartagena rehusaban entrar en las iglesias donde el padre Claver reunía a sus negros.-

Sus superiores con frecuencia se dejaron llevar por las presiones que exigían se corrigiesen los excesos del padre Claver. Este sin embargo pudo continuar su obra entre muchas humillaciones y obstáculos. Hacia además penitencias rigurosas. Carecía de la comprensión y el apoyo de los hombres pero tenia una fuerza dada por Dios.-

Muchos, aun entre los que se sentían molestos con la caridad del padre Claver, sabían que hacia la obra de Dios siendo un gran profeta del amor evangélico que no tiene fronteras ni color. Era conocido en toda Nueva Granada por sus milagros. Llegó a catequizar y bautizar a mas de 300,000 negros.-

En la mañana del 9 de Septiembre de 1654, después de haber contemplado a Jesús y a la Santísima Virgen, con gran paz se fue al cielo. 

Beatificado el 16 de Julio de 1850 por Pío IX.

Canonizado el 15 de Enero de 1888 por León XIII junto con Alfonso Rodriguez.

El 7 de Julio de 1896 fue proclamado patrón especial de todas las misiones católicas entre los negros.

El papa Juan Pablo II rezó ante los restos mortales de San Pedro Claver en la Iglesia de los Jesuitas en Cartagena el 6 de Julio de 1986.

lunes, 8 de septiembre de 2014

IMÁGENES DE LA NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA - 8 DE SEPTIEMBRE







EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 8 DE SEPTIEMBRE DEL 2014 - LA NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA


Autor: P . Clemente González | Fuente: Catholic.net
María, Madre de Dios
Mateo 1, 18-23. Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen. Bendito el día que vio nacer a la Santísima Virgen. ¡Feliz cumpleaños, María!
María, Madre de Dios
María, Madre de Dios
Del santo Evangelio según san Mateo 1, 18-23 

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros. 

Oración 

A María el Evangelio la llama bienaventurada, porque siempre creyó en el cumplimiento de la Palabra. Te suplico, Señor, que tu Santísima Madre, cuyo nacimiento celebramos hoy, interceda por mí para que sepa escucharte y creer en lo que hoy me quieres decir.

Petición

Dios mío, aumenta mi fe, para poder imitar a María en su fidelidad.

Meditación del Papa Francisco

El Señor interviene: ha encontrado la fe que buscaba y abre un camino diverso, un camino de amor y felicidad: José -le dice- no temas de tomar contigo a María, tu esposa. De hecho el niño que ha sido generado en ella proviene del Espíritu Santo´.
Este evangelio nos muestra toda la grandeza de ánimo de José. Él estaba siguiendo un buen proyecto de vida pero Dios reservaba para él otro plan, una misión más grande.
José era un hombre que siempre sabía escuchar la voz de Dios, era profundamente sensible a su secreta voluntad, un hombre atento a los mensajes que le llegaban desde lo más profundo del corazón y desde lo alto.
No se había obstinado a seguir su proyecto de vida, no permitió que el rencor le envenenara el ánimo, sino que estuvo listo a ponerse a disposición de la novedad que, de manera desconcertante, le era propuesta.(S.S. Francisco, 22 de diciembre de 2013).

Reflexión

Según la liturgia, fue en el mes de septiembre que, hace más de veinte siglos, vino al mundo la Mujer destinada a ser Madre del Divino Salvador. Al recordar este nacimiento, venturoso entre todos para el género humano, lo invitamos a meditarlo en breve reflexión.

El nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo representó una honra incomparable para toda la humanidad. Guardadas las proporciones, también la venida de la Santísima Virgen al mundo dotó de particular nobleza al género humano. Fue Ella la creatura más perfecta hasta entonces nacida, concebida sin pecado original, a quien le fue dada, desde el primer instante de su ser, una superabundancia de gracias.

De esta manera se comprende, la afirmación de que María Santísima está para Nuestro
Señor, así como la luna para el sol: Ella representa la suave y amena luminosidad de la luna, y Él, la omnipotente y deslumbrante claridad del sol.

Hay sin duda, inmensa belleza en el despuntar del día del fulgurante astro. No obstante, en ciertas ocasiones, el aparecimiento de la luna tiene su encanto también, su poesía y su grandeza. La natividad de Nuestra Señora fue, para toda la humanidad, como un magnífico nacer de la luna: sol de las sombras, sol del reposo, sol de las largas meditaciones y de los extensos ejercicios del espíritu...

El cumpleaños del padre o de la madre son siempre un motivo de alegría que reúne a toda la familia para celebrarlo. Cada uno deja sus ocupaciones y trata de hacer feliz al festejado. Este signo externo trata de reflejar un sentimiento más profundo como es la gratitud y el amor. A nuestros padres debemos la vida. Ellos fueron el instrumento de Dios para concebirnos. Hoy celebramos el cumpleaños de nuestra madre del cielo, la Santísima Virgen María.

Como toda buena familia, la Iglesia se reúne para celebrar, festejar y agasajar a María.

Cuántas veces en nuestra vida familiar se suceden acontecimientos que, humanamente, carecen de una explicación lógica.

Cuántas veces en nuestras vidas no vemos claro, nos falta luz. Y sin embargo, Dios está ahí, como estuvo hace dos mil años en la vida de la Sagrada Familia de Nazaret.

Propósito

Celebrando el cumpleaños de la Virgen María, aprovechemos para renovar nuestra fe. Unámonos en familia en torno a ella y pidámosle que nos ayude a descubrir siempre la mano de Dios en nuestra vida. Que al igual que María y José, sepamos confiar en la Providencia buscando en todo servir y agradar a Dios.

Diálogo con Cristo

Gracias Jesús por dejarnos a María como madre y modelo de santidad. Quiero acercarme más a Ella para poder seguir mejor su ejemplo y así lograr que todo momento de mi existencia sea un paso para crecer en el amor a Dios y a mis hermanos.

SE NECESITA UN AMIGO...


SE NECESITA UN AMIGO


"No es necesario que sea hombre, basta que sea humano, basta que tenga sentimientos, basta que tenga corazón.

Se necesita que sepa hablar y callar, sobre todo que sepa escuchar.

Tiene que gustar de la poesía, de la madrugada, de los pájaros, del Sol, de la Luna, del canto, de los vientos y de las canciones de la brisa.

Debe tener amor, un gran amor por alguien, o sentir entonces, la falta de no tener ese amor.

Debe amar al prójimo y respetar el dolor que los peregrinos llevan consigo.

Debe guardar el secreto sin sacrificio.

No es necesario que sea de primera mano, ni es imprescindible que sea de segunda puede haber sido engañado, pues todos los amigos son engañados.

No es necesario que sea puro, ni que sea totalmente impuro, pero no debe ser vulgar.

Debe tener un ideal y miedo de perderlo y en caso de no ser así, debe sentir el gran vacío que esto deja.

Tiene que tener resonancias humanas, su principal objetivo debe ser el de amigo.

Debe sentir pena por las personas tristes y comprender el inmenso vacío de los solitarios.

Debe gustar de los niños y sentir lástima por los que no pudieron nacer.

Se busca un amigo para gustar de los mismos gustos, que se conmueva cuando es tratado de amigo.

Que sepa conversar de cosas simples, de lloviznas y de grandes lluvias, y de los recuerdos de la infancia.

Se precisa un amigo para no enloquecer, para contar lo que se vio de bello y de triste durante el día, de los anhelos y de las realizaciones, de los sueños y de la realidad.

Debe gustar de las calles desiertas, de los charcos de agua y los caminos mojados, del borde de la calle, del bosque después de la lluvia, de acostarse en el pasto.

Se precisa un amigo que diga que vale la pena vivir, no porque la vida es bella, sino porque se tiene un amigo.

Se necesita un amigo para dejar de llorar.

Para no vivir de cara al pasado, en busca de memorias perdidas.
Que nos palmee los hombros, sonriendo o llorando, pero que nos llame amigo, para tener la conciencia de que aún se vive".

COMUNICADO SOBRE EL PADRE NUESTRO - ARZOBISPADO DE CARACAS


NACIMIENTO DE MARÍA, UN REGALO DE CUMPLEAÑOS



Autor: Don Ángel Moreno de Buenafuente | Fuente: www.la-oracion.com 
Nacimiento de María. Un regalo de cumpleaños
Sentimos inmensa alegría, felicitamos a la Virgen María en la fiesta de cumpleaños.




Hoy, fiesta del nacimiento de la Virgen María, Estrella de la mañana, como la invoca San Bernardo, quiero poner nombres a la constelación celeste que corona a la Mujer vestida de sol y que tiene a la luna por pedestal, la dispuesta por Dios para ser madre suya.

María es la Inmaculada, la concebida sin pecado. Dios podía liberar a quien iba a ser madre de su Hijo de toda mancha de pecado, lo quiso y lo realizó. Ella es la sin-pecado.

María es la colmada de gracia, la amada de Dios; así la llama el ángel Gabriel como nombre propio, y esa identidad configura esencialmente la vida de la Nazarena.

María es la mujer creyente, la que se fía de Dios; así la saluda su prima Isabel: "Dichosa tu, que has creído". Ella es nuestra madre en la fe.

María es , que abandona su propio proyecto por el que le revela el Ángel de Dios: "Hágase en mí según tu Palabra".

María es la madre del Verbo encarnado: "Concebirás en tu vientre y darás a luz un Hijo", el Hijo de Dios. Es la madre de Jesús de Nazaret, Dios y hombre verdadero, es también verdadera Madre de Dios.

María es la contemplativa por excelencia, ella "guardaba todas estas cosas en su corazón". Maestra en acoger la Palabra, meditarla y alumbrarla.

María es la mujer servicial: "Subió deprisa a la montaña a servir a su prima". Ella se tiene por esclava, servidora del Señor, y de cuantos tengan necesidad de su ayuda.

María es la mujer agradecida, sensible a los dones recibidos. No se cree con derechos y reconoce a quien es la causa de su privilegio: "Proclama mi alma la grandeza del Señor".

María es mujer solidaria, sensible, social. La vemos actuar en el marco de una boda de manera comprometida cuando le dice a su Hijo: "No tienen vino".

María es la mujer fuerte, no se arredra frente a la dificultad. "Junto a la Cruz estaba María, su madre".

María es la mujer orante; dialogó con el Ángel, acudió al templo con angustia buscando a su Hijo, se reunió con los discípulos a la esperan del don del Espíritu Santo.

María es la mujer ensalzada, gloriosa, colocada junto a su Hijo en el cielo.

Por todos estos motivos, a la vez que sentimos inmensa alegría, felicitamos a la Virgen María en la fiesta de cumpleaños.

Por el nacimiento de María se enciende nuestra esperanza, el sentido de nuestra peregrinación. Ella, Medianera de todas las gracias, permanece en el desierto como mujer entrañable.

HOY NACE UNA ESTRELLA, LA VIRGEN MARÍA, 8 DE SEPTIEMBRE


¡FELIZ CUMPLEAÑOS VIRGEN MARÍA! , 8 DE SEPTIEMBRE, LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN


Autor: Tere Fernández | Fuente: Catholic.net 
¡Feliz cumpleaños María!
8 de septiembre. Natividad de la Santísima Virgen.


LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
8 DE SEPTIEMBRE


La Virgen María fue la Madre de Jesús y, con este hecho, se cumplieron las Escrituras y todo lo dicho por los profetas. Dios escogió a esta mujer para ser la Madre de su Hijo. Con ella se aproximó la hora de la salvación. Por esta razón la Iglesia celebra esta fiesta con alabanzas y acciones de gracias.

Un poco de historia

El nacimiento de la Virgen María tuvo privilegios únicos. Ella vino al mundo sin pecado original. María, la elegida para ser Madre de Dios, era pura, santa, con todas las gracias más preciosas. Tenía la gracia santificante, desde su concepción. 

Después del pecado original de Adán y Eva, Dios había prometido enviar al mundo a otra mujer cuya descendencia aplastaría la cabeza de la serpiente. Al nacer la Virgen María comenzó a cumplirse la promesa. 

La vida de la Virgen María nos enseña a alabar a Dios por las gracias que le otorgó y por las bendiciones que por Ella derramó sobre el mundo. Podemos encomendar nuestras necesidades a Ella. 

La fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María se comenzó a celebrar oficialmente con el Papa San Sergio (687-701 d.C.) al establecer que se celebraran en Roma cuaro fiestas en honor de Nuestra Señora: la Anunciación, la Asunción, la Natividad y la Purificación. 

Se desconoce el lugar donde nació la Virgen María. Algunos dicen que nació en Nazaret, pero otros opinan que nació en Jerusalén, en el barrio vecino a la piscina de Betesda. Ahí, ahora, hay una cripta en la iglesia de Santa Ana que se venera como el lugar en el que nació la Madre de Dios. 

Algo que no debes olvidar

María vino al mundo sin pecado original y con la gracia santificante.
La Virgen María fue escogida para ser la Madre de Dios.
La Virgen María fue pura y santa.
Al nacer la Virgen María se cumplió la promesa de Dios de que mandaría al mundo a una mujer de la que nacería el Salvador para liberarnos del pecado.

Cómo vivir la fiesta en familia 

Llevar flores a la Virgen en alguna capilla, en señal de que la amamos y dando gracias a Dios por haberla creado y escogido para esa gran misión.

Pedir a la Santísima Virgen María, para que nos consiga la gracia que más necesitemos en este momento de nuestra vida, como familia.


Oración

María, en este día que festejamos tu nacimiento, te pido que me ayudes a estar siempre cerca de ti y de tu Hijo Jesús.

PENSAMIENTO DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LA CORRECCIÓN FRATERNA


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