domingo, 25 de agosto de 2013

SEMBREMOS SÓLO AMOR


Sembremos sólo amor...


Una persona, un gesto, puede cambiarnos la vida. Pero así como pueden cambiárnosla a nosotros, también pueden cambiársela a los demás. Por eso es importante que siempre recordemos que somos personas, y que somos dueños de nuestros gestos. Y que al vivir en un mundo de relación, en contacto con otras personas, nuestra propia persona y nuestros gestos pueden cambiar la vida de los demás.

¿Nos pusimos a pensar simplemente en el valor de una sonrisa? Cuán diferente nos sentimos cuando se nos recibe con una sonrisa en lugar de una mueca o sólo con indiferencia. Qué distinto nos predispone la amabilidad, una palabra cálida, un gesto de cariño, una caricia, un beso, una manifestación de ternura... En cambio la groseria, el desprecio, la indiferencia, el maltrato, pueden destruirnos.

Tratamos de ir por la vida sembrando amor y respeto; y no siempre recibimos lo mismo. Pero eso no debe hacer que nosotros cambiemos, porque, entonces, estaríamos imitando modelos que repudiamos. 

Si algo nos lastima tratemos de cambiarlo; y si no podemos, apartémonos de ello. Pero no emulemos su accionar. Recordemos que esas, nuestras acciones, pueden cambiar la vida de los demás. Y lo lindo es cambiar la vida de los demás para bien, para mejor. Lo bueno es cambiar lágrimas por sonrisas, tristeza por alegría, desprecio por consideración, odio por amor, maldad por bondad...

Siempre, lo bueno, es cambiar malo por bueno. Obremos de modo tal que, en nuestro paso por la vida de los demás, sembremos sólo amor. Seguramente cosecharemos más de lo que nos podemos imaginar...

sábado, 24 de agosto de 2013

UNA SONRISA

Una sonrisa
Autor: Madre Teresa de Calcuta


Una sonrisa en los labios alegra nuestro corazón,
conserva nuestro buen humor,
guarda nuestra alma en paz,
vigoriza la salud,
embellece nuestro rostro
e inspira buenas obras.

Sonriamos a los rostros tristes,
tímidos, enfermos, conocidos,
familiares y amigos.

Sonriámosle a Dios con la aceptación
de todo lo que El nos envié y
tendremos el merito de poseer
la mirada radiante de su rostro
con su amor por toda la eternidad.

Las palabras de Cristo son muy claras,
pero debemos entenderlas como una
realidad viviente, tal como El las propuso.
Cuando El habla de hambre,
no habla solamente del hambre de pan,
sino hambre de amor, hambre de ser
comprendido, de ser querido.

El experimentó lo que es ser rechazado porque
vino entre los suyos y los suyos no lo quisieron.
Y El conoció lo que es estar solo,
abandonado, y no tener a nadie suyo.

Esta hambre de hoy, que esta rompiendo vidas
en todo el mundo destruyendo
hogares y naciones, habla de no tener hogar,
no solamente un cuarto con
techo, pero el anhelo de ser aceptado,
de ser tratado con compasión, y que
alguien abra nuestro corazón para recibir
al que se sienta abandonado.

EL EVANGELIO DE HOY: 24.08.2013

Autor: P Clemente González | Fuente: Catholic.net
El encuentro con Natanael
Juan 1, 45-51. Fiesta Bartolomé apóstol. Bartolomé permaneció vacilante hasta que escuchó las palabras de Jesús... ¡alabándole!
 
El encuentro con Natanael
Del santo Evangelio según san Juan 1, 45-51


En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice: Aquel de quien escribieron Moisés y la Ley y los Profetas lo hemos encontrado: a Jesús, hijo de José, de Nazaret. Natanael le replicó: ¿De Nazaret puede salir algo bueno? Felipe le contestó: Ven y verás. Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño. Natanael le contesta: ¿De qué me conoces?Jesús le responde: Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Natanael respondió: Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. Jesús le contestó: ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores. Y le añadió: Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del Hombre.

Oración introductoria

Jesús, eres el hijo de Dios, el rey de mi vida y mi mejor amigo, maestro y pastor. Me tomas de la mano y me conduces al Padre. Me insistes en la conversión, pues sólo un corazón decidido puede a orar en la fe. Ayúdame a orar disponiendo mi corazón para hacer la voluntad del Padre.

Petición

Señor, concédeme buscar la santidad en la coherencia y en el cumplimiento de tu voluntad.

Meditación del Papa

Volviendo a la escena de la vocación, el evangelista nos dice que, cuando Jesús ve que Natanael se acerca, exclama: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño". Se trata de un elogio que recuerda al texto de un Salmo: "Dichoso el hombre [...] en cuyo espíritu no hay fraude", pero que suscita la curiosidad de Natanael, quien replica sorprendido: "¿De qué me conoces?". La respuesta de Jesús no se entiende en un primer momento. Le dice: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi". Hoy es difícil darse cuenta con precisión del sentido de estas últimas palabras. Según dicen los especialistas, es posible que, dado que a veces se menciona a la higuera como el árbol bajo el que se sentaban los doctores de la ley para leer la Biblia y enseñarla, está aludiendo a este tipo de ocupación desempeñada por Natanael en el momento de su llamada. [...] Concluyendo, podemos decir que la figura de san Bartolomé (Natanael), a pesar de la falta de noticias, nos dice que la adhesión a Jesús puede ser vivida y testimoniada incluso sin realizar obras sensacionales. El extraordinario es Jesús, a quien cada uno de nosotros estamos llamados a consagrar nuestra vida y nuestra muerte. Benedicto XVI, 4 de octubre de 2006.

Reflexión

¿De este pueblo tan pequeño puede salir algo bueno? Estas fueron las palabras que San Bartolomé, también llamado Natanael, dijo a Felipe, sorprendido ante la noticia de que había un gran hombre venido desde Nazaret.

Natanael permaneció vacilante hasta que escuchó las palabras de Jesús, alabándole. Cristo demuestra que conoce perfectamente el interior del hombre, y por eso se permite elogiarle en público. ¿Y qué diría Jesús de nosotros? ¿Podría repetir las palabras que dirigió al santo que hoy contemplamos? Y tú, ¿qué opinión tienes de ti mismo?

Lo que en realidad somos está recogido en nuestra conciencia. Ella nos avisa ante la bondad o maldad de nuestros actos, antes y después de hacerlos. Por eso, el que actúa guiado por una conciencia recta, tiene la seguridad de llevar una vida honrada, ante sí mismo, ante los hombres y ante Dios.

Formar una buena conciencia es gran parte del secreto de nuestro obrar. ¿Y cómo se forma? Con criterios objetivos, válidos para todos y siempre. Por ejemplo, los diez mandamientos son la ayuda básica para saber qué debemos hacer y qué hay que evitar. Y una vez que hemos establecido fuertemente los principios, es necesario mantenerse firme en ellos.

Propósito

Restar importancia a mis puntos de vista, para estar más abierto a la opinión de los demás.

Diálogo con Cristo 

Jesús, frecuentemente soy escéptico y desconfío en que puedo alcanzar la santidad, porque no me dejo transformar por tu gracia y no cumplo la voluntad de Dios. Por eso te pido, hoy, que abras mi espíritu, mi corazón, mi entendimiento, para que sepa reconocerte siempre y darte el lugar que te corresponde en mi vida.

viernes, 23 de agosto de 2013

NUNCA TE QUEJES


Nunca te quejes
Autor: Pablo Neruda


Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tu has hecho lo que querías en tu vida. 

Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar 
corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error. 

Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y 
acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tu siempre has de ganar. 

No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar. 

No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente. 

Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin eliminarlos morirán. 

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias porque tu mismo eres tu destino. 

Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es: el pretexto de los fracasados.

ORACIÓN A SANTA ROSA DE LIMA


ORACIÓN A SANTA ROSA DE LIMA

Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que supiste lo que es amar a Jesús con un corazón tan fino y generoso. Tú que despreciaste las vanidades del mundo para abrazarte a su cruz desde tu más tierna infancia. Tú que profesaste una gran ternura y dedicación a los más desvalidos sirviéndolos como al mismo Jesús. Tú que amaste con filial devoción a la Virgen María.  Enséñanos tus grandes virtudes para, siguiendo tu ejemplo, podamos gozar de tu protección en la tierra y de tu compañía en el Cielo. Por Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.



Señor, Dios nuestro, Tú haz querido que Santa Rosa se consagre totalmente a ti,
por su amor virginal, y por su penitencia de amor.

Haz que guiados por el ejemplo de su caridad, seamos fecundos en el servicio de amor al prójimo, como buenos testigos del amor de Cristo.

Guiados por el ejemplo de Santa Rosa,
fortalece Padre, nuestro amor a ti
y a nuestros hermanos, junto a quienes queremos alabarte y bendecirte,
por los siglos de los siglos. Amén.

NO TE RINDAS


No te rindas

Aunque te sientas triste,
piensa en un mañana pleno de alegría ,de 
satisfacciones, y de sueños realizados, y 
entonces  comprenderás que también los errores son 
indispensables para aprender.

No te rindas!
Aunque te sientas solo,
piensa en todas las personas que te
brindaron afecto durante tu vida, y sabrás
que en el tiempo venidero, también
amaras y serás amado. 

No te rindas!
Aunque te sientas derrotado,
piensa siempre en la victoria luminosa

que te espera al final del camino, y descubrirás

que las caídas te muestran el poder

de tu fe y de tu fuerza.

No te rindas!
Aunque te sientas perdido,
piensa en la esperanza que anida en lo
profundo de tu corazón, rescátala y sal a
recorrer el sendero señalado, con la
mirada puesta en el cielo

No te rindas! Dios camina contigo!

ORACIÓN PARA IRRADIAR A CRISTO


ORACIÓN PARA IRRADIAR A CRISTO
(JOHN HENRY NEWMAN)

Amado Señor,

Ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya.

Inunda mi alma de espíritu y vida.

Penetra y posee todo mi ser hasta tal punto que toda mi vida solo sea una emanación de la tuya.

Brilla a través de mí, y mora en mi de tal manera que todas las almas que entren en contacto conmigo puedan sentir tu presencia en mi alma.

Haz que me miren y ya no me vean a mí sino solamente a ti, oh Señor.

Quédate conmigo y entonces comenzaré a brillar como brillas Tú; a brillar para servir de luz a los demás a través de mí.

La luz, oh Señor, irradiará toda de Ti; no de mí; serás Tu, quien ilumine a los demás a través de mí.

Permíteme pues alabarte de la manera que más te gusta, brillando para quienes me rodean.

Haz que predique sin predicar, no con palabras sino con mi ejemplo, por la fuerza contagiosa, por la influencia de lo que hago, por la evidente plenitud del amor que te tiene mi corazón. Amén.

JESÚS, MÉDICO DE MÉDICOS


EL EVANGELIO DE HOY: 23.08.2013

Autor: P Clemente González | Fuente: Catholic.net
Amarás a Dios con todo tu corazón
Mateo 22, 34-40. Tiempo Ordinario. Este amor a Dios debe salir de nuestro corazón y convertirse en amor a los hombres.
 
Amarás a Dios con todo tu corazón
Del santo Evangelio según san Mateo 22, 34-40

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se acercaron a Jesús y uno de ellos le preguntó para ponerlo a prueba: Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley? Él le dijo: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.

Oración introductoria

Jesús, gracias por recordarme que lo más importante es amarte en los demás. El mantener una relación personal contigo en la oración debe ser la prioridad en mi vida. Creo, espero y te quiero, ilumina mi oración para que el amor me transforme.

Petición

Señor, enséñame a ser fiel y amar a los demás con tu caridad divina.

Meditación del Papa

En la Sagrada Escritura, la llamada al amor del prójimo está unida al mandamiento de amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas. Por consiguiente, el amor al prójimo responde al mandato y al ejemplo de Cristo si se funda en un verdadero amor a Dios. Así es posible para el cristiano hacer experimentar a los demás a través de su entrega la ternura providente del Padre celestial, gracias a una configuración cada vez más profunda con Cristo. Para dar amor a los hermanos, es necesario tomarlo del fuego de la caridad divina, mediante la oración, la escucha asidua de la Palabra de Dios y una vida centrada en la Eucaristía. Vuestra vida cotidiana ha de estar impregnada de la presencia de Jesús, ante cuya mirada estáis llamados a poner también el sufrimiento de los enfermos, la soledad de los ancianos o las dificultades de las personas con discapacidad. Saliendo al encuentro de estas personas, servís a Cristo: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis" dice el Señor. (Benedicto XVI, 9 de febrero de 2013).

Reflexión:

La religión consiste en amar a Dios. El versículo que cita Jesús (Dt 6, 5) es parte del Shema: el “credo” básico y esencial del judaísmo. Esta frase, con la cual también hoy se da inicio a cada servicio litúrgico hebraico, es el primer texto que todo joven hebreo aprende de memoria. Significa que debemos dar a Dios un amor total, un amor que controla nuestras emociones, que dirige nuestros pensamientos y que mueve cada una de las acciones.

La verdadera religión comienza con el amor y la entrega total de la vida a Dios. Este amor a Dios debe salir de nuestro corazón y convertirse en amor a los hombres. Observemos el orden de los mandamientos: primero debe venir el amor a Dios y después el amor al prójimo. Sólo podemos querer verdaderamente a los hombres si amamos a Dios. Esto sucede porque hemos sido creados a su imagen y semejanza.

También en la sociedad actual el amor a Dios es un factor insustituible. Si eliminamos el amor a Él, con más facilidad se abre el camino a la impaciencia, a la rabia y al odio entre lo hombres. Así, la paz y la convivencia fraternal desaparecen.

Diálogo con Cristo 

Jesús, dame la gracia de amar a los demás con todo mi esfuerzo y buena voluntad. Que mi amor no sea sólo un buen, pero vago, deseo sino que se concretice en buenas obras. Quiero contemplarte, experimentar tu cercanía para que pueda aprender a querer a los demás, especialmente a los más cercanos, como Tú me quieres.

Propósito

Examinar mi conciencia y, honestamente, evaluar la espontaneidad, la profundidad y la extensión de mi caridad hacia los demás, especialmente con aquellos que supuestamente amo más. 

jueves, 22 de agosto de 2013

AYÚDAME, SEÑOR...


AYÚDAME, SEÑOR...

Ayúdame Señor, que mis fuerzas flaquean,
Ayúdame, Tu que tanto conoces mi pesar,
Ayúdame a no perder nunca la sonrisa
Y a regalar siempre alegría a los demás.

Ayúdame Señor, a perdonar a quien me hiere,
Y a olvidar las injusticias que hacen mal,
Ayúdame a mitigar el dolor del que sufre
Y a extender mi mano con dulzura y mucha paz.

Ayúdame Señor, a no pecar preparando el camino
Que a Ti me lleve en poco tiempo mas,
Y a sembrar el sendero que hacia Ti hoy transito
Con semillas de amor, de fe y de humildad. Amén


EUCARISTÍA: MISTERIO DE FE



Eucaristía: el Misterio de Fe
Es un Pan que se ofrece, una Sangre que se derrama y limpia, una Presencia que conforta y consuela.


¿Por qué llamamos a la Eucaristía Misterio de Fe? 
Porque la Eucaristía requiere y presupone la fe. 

Se nos dice que es Cristo quien celebra la Eucaristía, y vemos a un hombre subir las gradas del altar, y oímos una voz humana, y vemos un rostro humano y unas facciones humanas. ¡Qué fe! 

Se nos dice que asistimos al Calvario, al Viernes Santo, y vemos unas paredes frías, unos bancos o sillas. ¡Qué fe! 

Se nos dice que Dios nos habla en las lecturas, y escuchamos una voz humana, a veces femenina, a veces masculina. ¡Qué fe! 

Se nos dice que todos los ángeles asisten absortos y comparten nuestra misa, alrededor del altar, y nosotros sólo vemos unas velas, un mantel y unos monaguillos, y gente de carne y hueso. ¿Dónde se han escondido los ángeles? ¡Qué fe! 

Se nos dice que Dios está real y sacramentalmente ahí presente, bajo las especies del pan y vino, y nuestros ojos no ven nada, sólo oímos una voz humana, a veces entrecortada por sollozos o por algún ruido de niños. ¡Qué fe! 

Se nos dice que, después de la consagración, ese trozo de pan que vemos es el Cuerpo de Cristo, y nos sabe a pan, y sólo a pan, y vemos pan, sólo pan. Y sin embargo, ¡es verdaderamente el cuerpo de Cristo! ¡Qué fe! 

Se nos dice que somos una comunidad de hermanos, y vemos a veces a gente extraña, que ni siquiera conocemos y con la que no siempre estamos en plena comunión. ¡Qué fe! 

Se nos dice que la Misa termina en misión, y resulta que yo termino igual, vuelvo a casa a hacer lo mismo de siempre, a la rutina de siempre, a las penas de siempre, a los sufrimientos de siempre. 


Sí, la eucaristía es un misterio de fe. Y sólo quien tiene fe, podrá entrar en esa tercera dimensión que se requiere para vivirla y disfrutarla. 

¿Cómo preparó Cristo a sus discípulos para la eucaristía, misterio de fe? 

Primero en Cafarnaúm les hizo la promesa. Después en Jerusalén, en el Cenáculo, la institución. Allí hizo realidad la gran promesa. 

Lo veían día a día entregado a los demás. Se hacía pan tierno para los niños, consuelo para los tristes, consejo para los suyos, médico para los enfermos. Jesús vivía a diario las exigencias de la eucaristía. Donación y banquete que alimenta, sacrificio que se ofrece, presencia que consuela. 

La Eucaristía no son ideas bonitas, no son discursos demostrativos. Es un Pan que se ofrece, una Sangre que se derrama y limpia, una Presencia que conforta y consuela. Y esto fue Cristo durante su vida aquí, en la tierra, y hoy, en la eucaristía, en cada Sagrario. Y, mañana, en el cielo. 

Llegó el día de la gran promesa que narra San Juan en el capítulo 6 de su evangelio: Yo soy el Pan vivo; quien me come, vivirá. El pan que les daré es mi carne, para la vida del mundo. Sonaba duro: comer su carne, beber su sangre, no estaban acostumbrados a ese lenguaje. 

¿Cuál fue la repuesta de los oyentes? 

La incredulidad. Muchos le abandonaron, les parecía un escándalo, les parecía una irracionalidad, les parecía un canibalismo. ¡Esto es insoportable! Este rechazo fue ciertamente una profunda desilusión para Jesús. 

Miró a sus Apóstoles, esperando encontrar en ellos la fe, la adhesión, el afecto: ¿También vosotros queréis marcharos?. Jesús estaba dispuesto a dejarlos irse si no creían en la eucaristía, que acababa de anunciarles. Es que no es posible seguir a Cristo sin creer en la eucaristía. 

Afortunadamente, la confesión de Pedro, en nombre de todos, permitió a los apóstoles continuar en el seguimiento del Maestro. Jesús siempre exigió la fe en la eucaristía. Sólo con la fe y desde la fe, comulgando obtendremos los frutos que Él nos quiere dar. Si no, sólo recibimos un trozo de pan, pero sin ningún fruto. 

La Eucaristía requiere un impulso de fe siempre renovado. Hay que dar un gran salto, de lo visible a lo invisible. Esto se da en cada Sacramento. Ese salto es la fe. 

Jesús pidió fe a sus primeros seguidores. ¿Acaso queréis iros? Renovemos nuestra fe cada vez que vivamos la eucaristía. Señor, creemos, pero aumenta nuestra credulidad. Creemos, pero queremos crecer en nuestra fe. 


Preguntas o comentarios al autor
P. Antonio Rivero LC: 

EL EVANGELIO DE HOY: 22 DE AGOSTO DEL 2013

Autor: Misael Cisneros | Fuente: Catholic.net
Parábola del banquete nupcial
Mateo 22, 1-14. Tiempo Ordinario. Todos estamos invitados a participar del gran banquete que celebrará en el cielo.
 
Parábola del banquete nupcial
Del santo Evangelio según san Mateo 22, 1-14

Tomando Jesús de nuevo la palabra les habló en parábolas, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir. Envió todavía otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados: "Mirad, mi banquete está preparado, se han matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda." Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio; y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron. Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad. Entonces dice a sus siervos: "La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda." Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales. «Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda, le dice: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?" El se quedó callado. Entonces el rey dijo a los sirvientes: "Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos».

Oración introductoria

Dios mío, me invitas, me llamas incansablemente a tener un encuentro misterioso en el amor. Tu iniciativa me conmueve. Ayúdame a elevar mi corazón hacia Ti para saber corresponder a tanto amor, participando dignamente en este banquete de la oración.

Petición

Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

Meditación del Papa

Cómo es posible que este comensal haya aceptado la invitación del rey y, al entrar en la sala del banquete, se le ha abierto la puerta, pero no se ha puesto el vestido de bodas? ¿Qué es este vestido de bodas? En la Misa in Coena Domini de este año, hice referencia a un bello comentario de san Gregorio Magno a esta parábola. Él explica que ese comensal ha respondido a la invitación de Dios a participar en su banquete, tiene, en cierto modo, la fe que le ha abierto la puerta de la sala, pero le falta algo esencial: el vestido de bodas, que es la caridad, el amor. Y san Gregorio añade: "Cada uno de vosotros, por tanto, que en la Iglesia tiene fe en Dios ya ha tomado parte en el banquete de bodas, pero no puede decir que lleva vestido de bodas si no custodia la gracia de la Caridad". Y este vestido está tejido simbólicamente por dos leños, uno arriba y el otro abajo: el amor de Dios y el amor del prójimo. Todos nosotros somos invitados a ser comensales del Señor, a entrar con la fe en su banquete, pero debemos llevar y custodiar el vestido de bodas, la caridad, vivir un profundo amor a Dios y al prójimo. Benedicto XVI, 9 de octubre de 2011.

Reflexión

Podría sonar demasiado extraño este evangelio porque, ¿cómo es posible que alguien rechace la invitación a una boda donde habrá vino, música y buen ambiente? Al menos hoy día son pocos los que rechazarían esta oferta tan especial. Pero es claro que esta parábola Cristo nos la dibujó así para que comprendiésemos que todos estamos invitados a participar del gran banquete que celebrará en el cielo.

Sólo nos hace falta cumplir un requisito que el evangelio lo pone como algo externo pero que en realidad en las bodas se le da demasiada importancia y es el vestido. Es necesario e indispensable entrar con el ajuar apropiado al gran banquete que Cristo nos invitará, este ajuar es la vida de gracia. Por eso expulsaron de la boda al hombre que no llevaba el traje apropiado, porque no estaba en vida de gracia. Y la gracia, como la llama santo Tomás de Aquino, es "nitior animae" es decir, esplendor del alma, presencia de Dios en nuestra alma.

Es claro que Jesús no puede habitar en un lugar en donde no tiene amigos, y tampoco nosotros nos deberíamos atrever a presentarnos a la boda que Él organiza cuando no le tenemos por amigo. Esto es la vida de gracia, conservar su amistad y por tanto rechazar enérgicamente todo lo que pudiese ofenderle: revistas indecentes, películas deshonestas, compañías perjudiciales, ofensas a nuestros padres o hermanos, críticas etc.

Es difícil conservar esta amistad con Cristo, pero si realmente lo tenemos por amigo no nos atreveremos a ofenderle, sino que al contrario nos esforzaremos por ser cada día mejores amigos de Él.

Propósito

Ser sincero con todos y en todo, fortaleciendo esta actitud en el sacramento de la reconciliación.

Diálogo con Cristo 

Jesús, el vestido de bodas que necesito es el del amor. Cuántas veces doy más importancia a mi propia satisfacción en vez de centrar mi atención y esfuerzo en alcanzar la verdadera comunión contigo. Con la intercesión de María, ayúdame a valorar tu invitación a la santidad, optando siempre por la virtud en vez del pecado, amando desinteresadamente en vez de buscar mi propia conveniencia, siendo humilde en vez de orgulloso 

ORACIÓN A LA REINA DEL CIELO: VIRGEN MARÍA


ORACIÓN A LA REINA DEL CIELO: VIRGEN MARÍA
(Imprimatur concedido por el Papa San Pío X el 8 de junio de 1908)

Augusta Reina de los Cielos y Señora de los Angeles, a Ti que has recibido de Dios el poder y la mision de aplastar la cabeza de Satanas, pedimos humildemente que envies legiones celestiales para que, bajo Tus ordenes, persigan a los demonios, los combatan por todas partes, repriman su audacia y los precipiten en los abismos. 
Quien como Dios? 
!Oh buena y tierna Madre, siempre seras nuestro amor y nuestra esperanza!
!Oh Divina Madre, envia a los Santos Angeles para defenderme, y aleja de mi al cruel enemigo!
Santos Angeles y Arcangeles defendednos y guardadnos.
Amen.

miércoles, 21 de agosto de 2013

DÍA DEL CATEQUISTA - 21 AGOSTO - ORACIÓN


ORACIÓN DEL CATEQUISTA

Me has llamado, Señor,
a continuar tu obra de anuncio del Reino
que inaguró entre nosotros
Jesús, tu Hijo y nuestro hermano.

Con los profetas te quiero gritar:
Mira, Señor, que no soy más que un joven
que no sabe hablar.
Pero, a pesar de todo, 
aquí estoy para hacer tu voluntad
y proclamar a todos
que Tú eres el Dios de la Vida
el Dios de la Misericordia.

Tú, Señor, conoces muy bien
toda mi vida y mis dudas;
mis fragilidades y debilidades.

Solo quiero que mi vida esté a tu disposición
como lo estuvo la de María,
creyente sencilla y Madre buena.

Señor, que sepa hacer resonar
tu mensaje en mi comunidad,
en el lugar donde vivo
para que la buena noticia llegue a todos
y el mundo crea en el Evangelio.

Amén

ACEPTACIÓN


Aceptación
Autor: Regina Hill 
Aceptación significa que puedes encontrar en tu corazón la serenidad que te libere del pasado con sus errores y pesares, te transporte hacia el futuro con una perspectiva nueva, y te haga apreciar la oportunidad de una nueva vida.

Aceptación significa que cuando haya momentos difíciles en tu vida, sabrás hallar el amparo y el consuelo para aliviar tus pesares. Hallarás nuevas aspiraciones y esperanzas, e indulgencia en tu corazón.

Aceptación no significa perfección para siempre. Solo significa que te sobrepondrás a la imperfección.

Aceptación es la senda hacia la paz, para liberarte de lo peor. Conservar lo mejor, y hallar en tu alma la esperanza que te acompañe toda la vida.

Aceptación es la mejor defensa del corazón, el mayor bien del amor, y la manera más fácil de seguir creyendo en tí y en los demás.

ABRA LA PUERTA


Abra la puerta
Autora: Ana Lucía Santana


Si abres una puerta, puedes o no entrar a una sala.
Puedes o no, entrar y quedarte observando la vida .
Pero si vences la duda, el miedo, y entrás, das un gran paso:
En esta sala se vive.
También hay un precio... son innumerables puertas las que descubres.
El gran secreto es saber cuándo y cuál puerta debemos abrir.
La vida no es rigurosa, ella propicia errores y aciertos.
Los errores pueden ser transformados en aciertos cuando con ellos se aprende.
No hay seguridad en el error eterno.
La vida es generosa. En cada sala que uno entra, descubre tantas otras
puertas.
La vida enriquece y ennoblece a la persona que se arriesga a abrir nuevas puertas, a mirar nuevos horizontes.
La vida privilegia a quien descubre sus secretos.
Pero la vida también puede ser dura y severa.
Si no traspasas la puerta, tendrás siempre la misma puerta delante.
Es la repetición ante la creación, es la monotonía monocromática ante la
multiplicidad de los colores, el estancamiento de la vida ...
Para la vida, las puertas no son obstáculos sino , diferentes pasajes.
Es importante el poder atreverse a pasar por la puerta de lo desconocido, no
sabremos que nos traerá, pero seguro será bueno y mejor...

EL EVANGELIO DE HOY: 21.08.2013

Autor: P. Clementre González | Fuente: Catholic.net
Parábola de los trabajadores de la viña
Mateo 20, 1-16. Tiempo Ordinario. Cristo necesita tus manos, tu inteligencia, tu servicio, para hacer algo por los demás.
 
Parábola de los trabajadores de la viña
Del santo Evangelio según san Mateo 20, 1-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo: Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido. Ellos fueron. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: ¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar? Le respondieron: Nadie nos ha contratado. Él les dijo: Id también vosotros a mi viña. Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz: Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros. Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno. Él replicó a uno de ellos: Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno? Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.

Oración introductoria

Señor Jesús, Tú sabes que es lo que más me conviene. Cuenta conmigo, llámame, a la hora que quieras, para trabajar en tu viña. Tú eres fiel a tu Palabra y estás más interesado que yo en mi bien espiritual, por eso confío plenamente en Ti. Quiero escuchar tu voz. Habla, Señor, estoy a la escucha.

Petición

Señor, quiero trabajar por Ti, quiero desgastarme por Ti, quiero poner todo lo que soy a tu servicio. Ilumíname para saber cómo y dónde servirte.

Meditación del Papa

La parábola del Evangelio de Mateo sobre los trabajadores llamados a jornada en la viña nos hace comprender en qué consiste esta diferencia entre la justicia humana y la divina, porque hace explícita la delicada relación entre justicia y misericordia. La parábola describe a un agricultor que asume trabajadores en su viña. Lo hace sin embargo en diversas horas del día, de manera que alguno trabaja todo el día y algún otro sólo una hora. En el momento de la entrega del salario, el amo suscita estupor y provoca una discusión entre los jornaleros. La cuestión tiene que ver con la generosidad -considerada por los presentes como injusticia- del amo de la viña, el cual decide dar la misma paga tanto a los trabajadores de la mañana como a los últimos en la tarde. En la óptica humana, esta decisión es una auténtica injusticia, en la óptima de Dios un acto de bondad, porque la justicia divina da cada uno lo suyo y, además, incluye la misericordia y el perdón. Benedicto XVI, 18 de diciembre de 2011.

Reflexión

¿Quién dice que ya no hay trabajo? Jesucristo, en esta parábola, viene a ofrecernos uno: el trabajo por su viña, por su Iglesia. ¿Y con qué moneda nos pagará? Con la vida eterna.

Es necesario ver cuánta necesidad hay en el mundo. No sólo en las misiones; también en nuestra ciudad, en nuestra parroquia, quizás también en nuestra propia familia. Porque a unos les falta el pan y a otros el alimento espiritual, que es la palabra de Dios. ¡Qué importa la edad o los medios que tengamos! Cada uno tiene una vocación muy concreta que Dios le ha regalado, una misión insustituible. ¿Cuál es la mía? Mi primera misión es la de ser cristiano, por algo estoy bautizado. Y un cristiano lo es en la medida que da testimonio con su vida.

¿Hay otras maneras de trabajar en la viña del Señor? Desde luego: la oración, el consejo acertado, la ayuda económica, etc. Hay que echarle un poco de imaginación, y seguro que encontraremos un apostolado que nos venga a la medida. Y si no, pregúntale a tu párroco.

Cristo te necesita. Necesita tus manos, tu inteligencia, tu servicio para hacer algo por los demás. Decídete a ser un apóstol y prepárate para el premio de la vida eterna.

Oración introductoria

Señor Jesús, Tú sabes que es lo que más me conviene. Cuenta conmigo, llámame, a la hora que quieras, para trabajar en tu viña. Tú eres fiel a tu Palabra y estás más interesado que yo en mi bien espiritual, por eso confío plenamente en Ti. Quiero escuchar tu voz. Habla, Señor, estoy a la escucha.

Propósito

Renunciar a los sentimientos de descontento y saber agradecer diariamente a Dios, los talentos que me ha dado.

Diálogo con Cristo 

Señor, que diferente es tu justicia a la del mundo. Mezquinamente busco la recompensa de lo que hago por el bien de los demás, olvidando que eso que creo que es extraordinario, es simplemente mi obligación. Tú eres infinitamente misericordioso y me colmas con la gratuidad de tus dones. Dame lo único que necesito, la gracia de salir de esta oración decidido a darlo todo por tu causa; a vencer el miedo, la rutina y los cálculos egoístas.

ORACIÓN POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO Y POR NUESTROS SERES QUERIDOS FALLECIDOS


ORACIÓN POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO Y POR NUESTROS SERES QUERIDOS FALLECIDOS

Oh buen Jesús, que durante toda tu vida te compadeciste de los dolores ajenos, mira con misericordia las almas de nuestros seres queridos que están en el Purgatorio. Oh Jesús, que amaste a los tuyos con gran predilección, escucha la súplica que te hacemos, y por tu misericordia concede a aquellos que Tú te has llevado de nuestro hogar el gozar del eterno descanso en el seno de tu infinito amor. Amén.

Concédeles, Señor, el descanso eterno y que les ilumine tu luz perpetua.

Que las almas de los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz. Amén.

¿QUÉ ES EL PURGATORIO?


Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
¿Qué es el purgatorio?
¿No se supone que se nos perdonan todos los pecados en la confesión?



¿Qué es el purgatorio?
Es indudable que muchos católicos nos cuestionamos qué será eso tan misterioso que llamamos Purgatorio, porque lo hemos escuchado de pequeños en la catequesis, en casa, en algunas oraciones, etc.

Respondiendo en pocas palabras, el Purgatorio es el estado en el que van todas las almas, que, aún muriendo en gracia de Dios, no han llegado en su vida a purificar el daño que han ocasionado con sus pecados.

Pero... ¿De qué hay que “purgarse”? ¿No se supone que se nos perdonan todos los pecados en la confesión?

Con la confesión quedan perdonados nuestros pecados y quedamos libres del castigo eterno que nos merecíamos. Pero la confesión no repara el daño que hemos ocasionado. Ése, debemos repararlo nosotros con nuestras buenas obras o con nuestro sacrificio.

Entenderlo es tan fácil como pensar que rompimos un vidrio de la casa del vecino. Corremos a su casa y le pedimos perdón. Nuestro vecino nos perdona de todo corazón y seguimos siendo tan amigos como antes. Pero... ¡el vidrio sigue igual de roto!

Los que aún estamos vivos, podemos reparar el daño que hemos ocasionado con los grandes medios que nos ofrece la Santa Madre Iglesia como los sacramentos, la oración diaria a Dios, las obras de misericordia, la predicación de la Palabra de Dios, las indulgencias plenarias, la vida de caridad y de santidad.

El otro modo, que es la forma menos recomendable para reparar la pena temporal, es pasar por el Purgatorio.

Cuentan de santos que han tenido la visión del Purgatorio que hubiesen preferido sufrir lo más terrible de esta vida por mil años, que estar un solo día en el Purgatorio. Allí se va para una purificación en profundidad, una limpieza que cuesta grandes pesares y malestares, pero necesaria para nuestra buena salud.

El purgatorio existe, debe existir porque nadie entra a las Bodas del Reino de los Cielos con la piel y la ropa llena de mugre. Es necesario entrar con el mejor vestido. Y en donde se nos lava hasta el punto de quedar dignos para el paraíso y con el traje adecuado, es en el Purgatorio. Nadie nos obligó a ensuciarnos, lo hicimos por libre disposición. Pero si queremos ser buenos invitados, no se nos ocurrirá entrar indignamente presentados, desearemos estar limpios, muy limpios, como se merece el Esposo de las Bodas.

El Purgatorio, por tanto, existe y es más que un lugar, es un estado de purificación, con un fuego que nos arrancará nuestros errores de raíz y los disolverá en su fuego, con el dolor de los que se sanan de una herida.

No es para nada igual que el Infierno, pues en el Infierno reinan el odio y la desesperación eterna y en el Purgatorio reinan el amor y la esperanza, la firme convicción de la salvación eterna. Todo allí será sufrir pero sólo para lograr amar verdaderamente al Señor que nos esperará con los brazos abiertos en su eterno Convite Celestial.

martes, 20 de agosto de 2013

ORACIÓN PARA PEDIR TRABAJO A SAN JUDAS TADEO



ORACIÓN PARA PEDIR TRABAJO A SAN JUDAS TADEO

San Judas Tadeo, intercesor de todo problema difícil consígueme un trabajo en que me realice como humano y que a mi familia no le falte lo necesario en ningún aspecto de la vida, que lo conserve a pesar de las circunstancias y problemas adversos. Que en el progrese mejorando siempre mi calidad y gozando de salud y fuerza. Y que día a día trate de ser útil a cuantos me rodean. Asocio tu intercesión a la Sagrada Familia, de la cual eres pariente y prometo difundir tu devoción como expresión de mi gratitud a tus favores. Amén.






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