martes, 9 de julio de 2013

¡NECESITABA UN ABRAZO!


¡NECESITABA UN ABRAZO!

Hace veinte años, yo trabajaba como taxista para subsistir. Lo hacía en el turno de la noche y mi taxi se convirtió en un confesionario móvil. Los pasajeros se subían, se sentaban detrás de mí en total anonimato, y me contaban acerca de sus vidas. Encontré personas cuyas vidas me asombraban, me ennoblecían, me hacían reír y me deprimían. Pero ninguna me conmovió tanto como la mujer que recogí en una noche de agosto. 

Respondí a una llamada de unos pequeños edificios en una tranquila parte de la ciudad. Asumí que recogería a algunos saliendo de una fiesta o un trabajador que tenía que llegar temprano a una fábrica de la zona industrial de la ciudad. Cuando llegué a las 2:30 am el edificio estaba oscuro excepto por una luz en la ventana del primer piso. Aunque la situación se veía peligrosa, yo siempre iba hacia la puerta. Este pasajero debe ser alguien que necesita de mi ayuda, razoné para mí. 

Por lo tanto caminé hacia la puerta y toqué... "un minuto" respondió una frágil voz. Pude escuchar que algo era arrastrado a través del piso, después de una larga pausa, la puerta se abrió. 
Una pequeña mujer de unos ochenta años se paró enfrente de mí. Ella llevaba puesto un vestido floreado, y un sombrero con un velo, como alguien de una película de los años 40. A su lado, una pequeña maleta de nylon. El apartamento se veía como si nadie hubiera vivido ahí durante muchos años. Todos los muebles estaban cubiertos con sábanas, no había relojes en las paredes, ninguna baratija o utensilio. En la esquina había una caja de cartón llena de fotos y una vajilla de cristal. La señora repetía su agradecimiento por mi gentileza.
- "No es nada", le dije. "Yo sólo intento tratar a mis pasajeros de la forma que me gustaría que mi mamá fuera tratada". 
- "Oh, estoy segura de que es un buen hijo", dijo ella. Cuando llegamos al taxi me dio una dirección, entonces preguntó: - "¿Podría llevarme a través del centro?".
- "Ese no es el camino más corto", le respondí rápidamente.
- "Oh, no importa", dijo ella, "No tengo prisa, voy camino del asilo". La miré por el espejo retrovisor, sus ojos estaban llorosos. 
- "No tengo familia"- ella continuó, "el doctor dice que no me queda mucho tiempo". Tranquilamente estiré mi brazo y apagué el taxímetro.
- "¿Qué ruta le gustaría que tomara?", le pregunté. Por las siguientes dos horas, conduje  a través de la ciudad. Ella me enseñó el edificio donde había trabajado como operadora de elevadores. Me dirigí hacia el vecindario donde ella y su esposo habían vivido cuando ellos eran recién casados. Ella me pidió que nos detuviéramos enfrente de un almacén de muebles donde una vez hubo un salón de baile, al que ella iba a bailar cuando era joven. Algunas veces me pedía que pasara lentamente enfrente de un edificio en particular o una esquina y veía en la oscuridad, y no decía nada. Con el primer rayo de sol apareciéndose en el horizonte, ella repentinamente dijo:
- "Estoy cansada, vámonos ahora". 

Me dirigí en silencio hacia la dirección que ella me había dado. Era un edificio bajo, como una pequeña casa de convalecencia, con un camino para autos que pasaba bajo un pórtico. 
Dos asistentes vinieron hacia el taxi tan pronto como pudieron. Debían haber estado esperándola. Yo abrí la cajuela y dejé la pequeña maleta en la puerta. La mujer estaba lista para sentarse en una silla de ruedas.
- "¿Cuánto le debo?", ella preguntó, buscando en su bolsa.
- "Nada", le dije.
- "Tienes que vivir de algo", ella respondió.
- "Habrá otros pasajeros", yo respondí. Casi sin pensarlo, me agaché y la abracé. Ella me sostuvo con fuerza, y dijo:
- "¡¡¡Necesitaba un abrazo!!!".

Apreté su mano, entonces caminé hacia la luz de la mañana. Atrás de mí una puerta se cerró, fue un sonido de una vida concluída. No recogí a ningún pasajero en ese turno, vagué sin rumbo por el resto del día. No podía hablar, ¿Qué habría pasado si a la mujer la hubiese recogido un conductor malhumorado o alguno que estuviera impaciente por terminar su turno?, ¿Qué habría pasado si hubiera rehusado a atender la llamada, o hubiera tocado el claxon una vez, y me hubiera ido? . En una vista rápida, no creo que haya hecho algo más importante en mi vida. Estamos condicionados a pensar que nuestras vidas están llenas de grandes momentos, pero los grandes momentos son los que nos atrapan bellamente desprevenidos, en los que otras personas pensarán que sólo son pequeños momentos. La gente tal vez no recuerde exactamente lo que tú hiciste o lo que dijiste... pero siempre recordarán cómo los hiciste sentir.

EL CIEGO BARTIMEO


EL CIEGO BARTIMEO

Nos ha podido ocurrir en variadas y numerosas ocasiones. Hemos entrado a una óptica y, antes de sentarnos frente al oftalmólogo, hemos optado por contemplar y pensar en la montura que más nos gustaba como adorno y resorte de las lentes.

Al leer detenidamente el relato evangélico de este domingo ordinario XXX concluyo que corremos ese riesgo: pedimos lo que es secundario para nuestra felicidad y obviamos aquello que, en verdad, nos la consigue.

Bartimeo no se anduvo con chiquitas. Cuando Jesús se le acercó y le preguntó “¿qué quieres que haga por ti?”…podría haber pedido el oro y el moro, la luna a sus pies o el sol las veinticuatro horas del día:

-Una mejor posición social

-Una salida a su vida familiar

-Una mayor comprensión en su entorno, etc.


¡ Pero... no !,  no se conformó con solicitar de Jesús Maestro unas simples y bonitas “monturas” para su vida. Pretendió, pidió y obtuvo lo más importante para su existencia: ¡VER! 

Muchos de los amigos que nos rodean viven en una catarata crónica (incluso también nosotros); confundimos la realidad con la verdad, la salvación con la felicidad momentánea, la paz interior con el puro fuego de artificio que se disparan desde tantos cañones interesados y ruidosos. El viejo adagio “ojos que no ven, corazón que no siente” se convierte también en pauta para pasar de largo ante la miseria humana.



¡SEÑOR…QUE PUEDA VER!

Que sea consciente de las cegueras que salen a mi encuentro.

Que esté dispuesto, siempre que haga falta, a reconocer que el mejor oftalmólogo para mis ojos eres Tú; que la escucha del Evangelio es la mejor receta, la eucaristía el colirium más saludable y certero, la oración la mejor intervención quirúrgica para saber hacia dónde y cómo mirar, una iglesia la mejor consulta para la miopía.



¡SEÑOR…QUE PUEDA VER!

Es el mundo quien al borde del camino… necesita una palabra de aliento.

Es la humanidad despistada y envilecida… llena pero vacía.

Es el ser humano que quiere… y no puede dirigirse en la dirección adecuada.

Es la tierra que en un afán de verlo y entenderlo todo… se niega a la visión de Dios.

Es el grito de aquellos que queremos estrenar “gafas nuevas” para andar por caminos nuevos sin miedo a caernos.


Que no seamos como aquel hermano nuestro que, no reconociendo la disminución en su vista, al pasar por delante de una consulta médica y confundiendo un árbol con un peatón le dijo: “yo no necesito ningún oftalmólogo…gracias a Dios veo muy bien”.

La FE, entre otras cosas, son los OJOS para situarse ante las personas, ante los acontecimientos de la vida, ante nosotros mismos, ante las dificultades o los éxitos, etc.,con una dimensión más profunda y verdadera: JESÚS.


Autor del texto: Padre J. Leoz

EL PAQUETE DE GALLETAS



EL PAQUETE DE GALLETAS

Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación, le informaron que el tren en el que ella viajaría se retrasaría aproximadamente una hora. La elegante señora, un poco fastidiada, compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua. Para pasar el tiempo buscó un banco en el andén central y se sentó preparada para la espera.

Mientras hojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario. Imprevistamente la señora observó como aquel muchacho sin decir una sola palabra estiraba la mano agarraba el paquete de galletas lo abría y comenzaba a comerlas una a una despreocupadamente.

La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera pero tampoco dejar pasar aquella situación, así que con un gesto exagerado sacó una galleta, la exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a los ojos.

Como respuesta el joven tomó otra galleta y mirándola la puso en su boca y sonrió.

La señora, ya enojada, tomó una nueva galleta y con ostensibles señales de fastidio volvió a comer otra manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho.

El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada y el muchacho cada vez más sonriente.

Finalmente la señora se dio cuenta de que en el paquete sólo quedaba la última galleta. "No podrá ser tan descarado", pensó mientras miraba alternativamente al joven y al paquete de galletas.

Con calma el joven alargó la mano tomó la última galleta y con mucha suavidad la partió exactamente por la mitad. Así con un gesto amoroso ofreció la mitad de la última galleta a su compañera de banco.

- Gracias, dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad.
- De nada, contestó el joven sonriendo suavemente mientras comía su mitad.

Entonces el tren anunció su partida. La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Al arrancar desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho todavía sentado en el anden y pensó: "¡Qué insolente, qué mal educado ser de nuestro mundo!"

Sin dejar de mirar con resentimiento al joven sintió la boca reseca por el disgusto que aquella situación le había provocado. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida cuando encontró dentro de su cartera su paquete de galletas intacto.

EL EVANGELIO DE HOY: 09.07.2013

Autor: H. Luis Fernando Hernández | Fuente: Catholic.net
La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos
Mateo 9, 32-38. Tiempo Ordinario. Cuando me ve fatigado y abatido, no piensa que soy un amargado e ingrato, sino que tiene siempre compasión de mí.
 
La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos
Del santo Evangelio según san Mateo 9, 32-38

En cuanto se fueron los ciegos, le presentaron a un mudo que estaba endemoniado. El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: «Jamás se vio nada igual en Israel».Pero los fariseos decían: «Él expulsa a los demonios por obra del príncipe de los demonios». Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: «La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rogad al dueño de la mies que envíe trabajadores a su mies».

Oración introductoria 

Tú sabes, Jesús, lo que tengo en mi corazón. Te pido que me ayudes a acudir con un corazón abierto a ti. Soy también yo una de tus ovejas, ten compasión de mí. Dispón mi corazón para hacer esta meditación contigo.

Petición

Jesús, sé mi pastor y danos sacerdotes según tu corazón.

Meditación del Papa 

Queridos hermanos y hermanas, verdaderamente el mandato misionero encomendado por Cristo a los Apóstoles nos compromete a todos. [...] Con todo, no conviene olvidar que la primera y principal aportación que debemos dar a la acción misionera de la Iglesia es la oración. "La mies es mucha -dice el Señor-- y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies". "Orad, pues venerables hermanos y amados hijos -escribió hace cincuenta años el Papa Pío XII de venerada memoria-: orad más y más, y sin cesar. No dejéis de llevar vuestro pensamiento y vuestra preocupación hacia las inmensas necesidades espirituales de tantos pueblos todavía tan alejados de la verdadera fe, o bien tan privados de socorros para perseverar en ella". Y exhortaba a multiplicar las misas celebradas por las misiones, pues "son las intenciones mismas de nuestro Señor, que ama a su Iglesia y que la quisiera ver extendida y floreciente por todos los lugares de la tierra". (Benedicto XVI, 27 de mayo de 2007).

Reflexión

Jesús, visto sin prejuicios, se nos presenta bondadoso y amable. Cuando me ve fatigado y abatido, no piensa que soy un amargado e ingrato, sino que tiene siempre compasión de mí. Por eso, Jesús nos compara con las ovejas. Las ovejas son blancas, dóciles y mansas. Por algo decimos "manso como un cordero...". Jesús ve en nosotros ovejas, no por considerarnos inferiores, sino porque Él se considera nuestro pastor. El Señor es mi pastor, nada me falta (salmo 22).

La relación entre un pastor y sus ovejas es muy singular: no deja de vigilarlas, sabe cuántas tiene, las conoce a todas. Jesús recorría todas las ciudades en su tiempo. Ahora lo sigue haciendo: recorre todos los lugares de nuestra vida y nuestra alma. Nos enseña en nuestro interior. Proclama en nuestros corazones la Buena Nueva y cura nuestras enfermedades.

A la oveja, a mí, corresponde dejar entrar a Jesús; he de ser dócil, si quiero aprender de sus palabras. Cuando leo el Evangelio, lo escucho a Él. Cuando me confieso, Él sana mis males.
Tenemos que pedir por los trabajadores, pues son pocos. Es algo que nos pide Jesús en este evangelio: que no dejemos de rogar por las vocaciones.

Jesús es el Buen Pastor. ¿Cuántas veces tengo necesidad del Buen Pastor? Los sacerdotes son los pastores que ayudan a Cristo a cuidar su rebaño. ¿Cuántas personas tenemos necesidad de los pastores que ayudan al Buen Pastor?

Dado que Cristo nos dice que pidamos al dueño de la mies por las vocaciones, hemos de tomar muy en serio esta petición.

Propósito 

Invitaré a una persona o amigo a rezar un padrenuestro y avemaría por las vocaciones.

Dialogo con Cristo 

Jesús, mi Buen Pastor, te agradezco todos los cuidados que tienes para conmigo. No soy digno de ser tu oveja, pero, dado que lo soy, nunca te apartes de mí. Soy débil y sé que lo soy, por eso, nunca permitas que me aleje de ti, que nunca me aleje de tu rebaño.
Además, Jesús, te pido aquello que tú me pides: danos sacerdotes santos según tu corazón.


«Ved si sois verdaderamente ovejas suyas, ved si de verdad lo conocéis, ved si percibís la luz de la verdad. Me refiero a la percepción no por la fe, sino por el amor y por las obras.»
De las Homilías de San Gregorio Magno, papa, sobre los evangelios
(Homilía 14, 3-6: PL 76, 1129-1130)



  • Preguntas o comentarios al autor
  • H. Luis Fernando Hernán 

    lunes, 8 de julio de 2013

    ORACIÓN POR LA SERENIDAD


    PALABRAS DE UN RELOJ


    Palabras de un reloj

    Trabajo más que cualquier mortal, pero más fácilmente porque lo hago segundo a segundo.

    Tengo que hacer miles de tic-tacs para formar un día, pero dispongo de un segundo para hacer cada uno de ellos. No los quiero hacer todos a la vez.

    Nunca me preocupo de lo que hice ayer, ni de lo que tendré que hacer mañana. Mi ocupación es de hoy... ¡aquí y ahora!

    Sé que si hago lo de hoy bien, no tendré que molestarme por el pasado ni preocuparme por el futuro.

    Tú, que eres persona, si quieres vivir tranquilo y tan feliz como yo, no trates de vivir toda tu vida, ni echarte todo el peso de tu trabajo en un solo día. ¡Vive ahora!

    Haz el trabajo de cada día en su día. Te convencerás de que si se toma tiempo, siempre hay tiempo para todo.

    Hay un modo difícil de hacer el trabajo que tiene que hacerse.

    Si quieres encontrar el modo fácil... ¡mírame a mí! Nunca me preocupo, nunca me apresuro... ¡pero nunca me retraso! Lo que tengo que hacer... ¡lo hago!... ¡Ese es el secreto!

    HABLAR CON CALLAR


    Hablar con callar


    Sí, HABLAR es fácil, pero CALLAR requiere prudencia y
    dominio.

    HABLAR oportunamente, Es acierto.
    HABLAR frente al enemigo, Es civismo.
    HABLAR ante una injusticia, Es valentía.
    HABLAR para rectificar, Es un deber.
    HABLAR para defender, Es compasión.
    HABLAR ante un dolor, Es consolar.
    HABLAR para ayudar a otros, Es caridad.
    HABLAR con sinceridad, Es rectitud.
    HABLAR de sí mismo, Es vanidad.
    HABLAR restituyendo fama, Es honradez.
    HABLAR aclarando chismes, Es estupidez.
    HABLAR disipando falsos, es de conciencia.
    HABLAR de defectos, Es lastimar.
    HABLAR debiendo callar, Es necedad.
    HABLAR por hablar, Es tontería.
    HABLAR de Dios, significa mucho amor.

    CALLAR cuando acusan, Es heroísmo.
    CALLAR cuando insultan, Es amor.
    CALLAR las propias penas, Es sacrificio.
    CALLAR de sí mismo, Es humildad.
    CALLAR miserias humanas, Es caridad.
    CALLAR a tiempo, Es prudencia.
    CALLAR en el dolor, Es penitencia.
    CALLAR palabras inútiles, Es virtud.
    CALLAR cuando hieren, Es santidad.
    CALLAR para defender, Es nobleza.
    CALLAR defectos ajenos, Es benevolencia.
    CALLAR debiendo hablar, Es cobardía.

    COMO EMBELLECER EL ALMA


    Como embellecer el alma

    El limpiador de tu Alma es el Perdón: 
    Deberás usarlo todo el tiempo; apenas veas una impureza, aplícalo. 
    No te acuestes nunca sin haber pedido perdón y sin haber perdonado. 
    El resultado será que en paz te acostarás y así mismo dormirás, y tu sueño te sustentará. 

    El hidratante de tu Alma es la Oración: 
    Si no hidratas la piel de tu rostro, se marchitará. Así, si no oras, tu alma se resecará. 
    Pero a medida que confías en Dios, el afán y la ansiedad desaparecen, y aprendes a reposar y esperar en el Señor. 

    La tonificante de tu Alma es la Alabanza: 
    Cuando alabas a Dios y vuelves a él tus pensamientos, cuando te olvidas de ti misma, sin egoísmo en tu corazón, quedas libre para que Dios ponga en ti su gozo. 

    La nutritiva de tu Alma es la Palabra: 
    Así como tu cuerpo necesita de su alimento tu alma necesita el alimento de la Palabra de Dios. Cuando te alimentas de la Palabra, la debilidad y la confusión desaparecen.
    Serás como árbol plantado junta a corrientes de aguas. 

    El protector de tu Alma es la coraza de la Fe: 
    Con la fe te protegerás de las inclemencias de la vida, mirarás por encima de las circunstancias y pasarás victoriosa en medio de las pruebas. 
    A través de ti, Dios moverá montañas y alcanzará naciones. 

    Si usas a diario estos productos de belleza, tu Alma se mantendrá limpia y tu corazón será puro. 
    Te saciarás de bien, de modo que rejuvenecerás. 
    No descuides tu oración y vivirás en paz

    EL EVANGELIO DE HOY: 08.07.2013

    Autor: Jonathan Montoya | Fuente: Catholic.net
    ¡Ten confianza, tu fe te ha salvado!
    Mateo 9, 18-26. Tiempo Ordinario. En medio de las dificultades Dios se nos presenta como la solución y no duda en manifestarnos su amor.
     
    ¡Ten confianza, tu fe te ha salvado!
    Del santo Evangelio según san Mateo 9, 18-26

    Mientras Jesús les estaba diciendo estas cosas, se presentó un alto jefe y, postrándose ante él, le dijo: «Señor, mi hija acaba de morir, pero ven a imponerle tu mano y vivirá». Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos. Entonces se le acercó por detrás una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años, y le tocó los flecos de su manto, pensando: «Con sólo tocar su manto, quedaré curada». Jesús se dio vuelta, y al verla, le dijo: «Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado». Y desde ese instante la mujer quedó curada. Al llegar a la casa del jefe, Jesús vio a los que tocaban música fúnebre y a la gente que gritaba, y dijo: «Retírense, la niña no está muerta, sino que duerme». Y se reían de él. Cuando hicieron salir a la gente, él entró, la tomó de la mano, y ella se levantó. Y esta noticia se divulgó por aquella región.

    Oración introductoria

    Señor, en este pasaje me presentas dos personajes dignos de imitar por su fe. ¡Ayúdame, Jesús, para que pueda prestar oídos a tu voz y descubrirte, experimentarte, tocarte con la fe! Quiero aprender la lección que me das en este evangelio: no se trata de saberlo todo, racionalizarlo todo, sino más bien de creer, de esperar, de amar. Madre del cielo, intercede por mí para que haga con provecho esta meditación.

    Petición

    Señor, ayúdame a caminar hoy por la senda de una fe viva, operante y luminosa que me permita a iluminar todos los acontecimientos de este día con la luz de Dios.

    Meditación

    El defecto de creer con una fe inoperante y muerta es lo que ha forjado el estado espiritual de muchos cristianos. Ahora bien, mientras tengas más fe, mayor será tu alegría en este valle de lágrimas. El testimonio más evidente nos lo da el primer personaje de este evangelio que va y se arrodilla ante Jesús y le pide la resurrección de su hija. En medio de las dificultades Dios se nos presenta como la solución y no duda en manifestarnos su amor.

    ¿Y qué decir de aquella otra mujer que padecía flujos de sangre? ¡Se curó por la fe que tenía! Y es que en el campo de la fe el riesgo no está en la posibilidad de perder, sino en el riesgo de no arriesgarse del todo. ¡Quien se arriesga sin condiciones, gana!

    Finalmente, Jesús llegó a la casa donde le necesitaban: La niña no está muerta, sino que duerme. Y se reían de él. Se burlaban de Jesús porque no tenían fe teologal. No es sólo saber algo: que Dios existe, que Cristo es Dios… no sólo es eso. También es hacer la experiencia de Dios en mi vida, en el mundo que me rodea, en la historia que vivo.

    Reflexión 

    Mientras no hay dificultades todo marcha muy bien, pero llega un momento, una circunstancia que nos molesta, un obstáculo imprevisto que se atraviesa en nuestro camino, y surgen las dudas, los problemas, las crisis. ¡Si tuviéramos más de fe veríamos que Dios permite todo esto para probarnos un poquito en la fe, en el amor que le tenemos!

    Hay dificultades, hay tentaciones contra la fe. ¡Claro que sí! Pero mil dudas no podrán resquebrajar una convicción de fe.

    Ejercitémonos en la fe buscando a Dios, buscando poseerlo en nuestro corazón reconociendo la fugacidad de la vida, de las cosas, y aceptando nuestra pequeñez y miseria.

    Propósito

    Hacer un acto de fe viva y operante; por ejemplo, hacer una buena confesión.

    Diálogo con Cristo

    Señor, te doy gracias por haberte encarnado, por hacerte hombre, por ser mi amigo inseparable, por ser Señor de mi "mundito" y de mi historia. Ahora puedo tener la certeza de que existes más allá de cuanto alcanza a ver mi mente y mis sentidos como un abismo de ternura y de perdón. ¡Gracias, Señor, por el don de la fe!

    "La fe, antes que creer en Dios, es creer a Dios" 



  • Preguntas o comentarios al autor
  • Jonathan Montoya 

    viernes, 5 de julio de 2013

    El cuadro completo de la posesión de Ángel, el mexicano al que Francisco le impuso las manos


    El cuadro completo de la posesión de Ángel, el mexicano al que Francisco le impuso las manos

                                  
    Mensaje: por cada aborto habrá un muerto por el crimen organizado.
    La posesión de Ángel salió a la luz pública por la polémica de si Francisco le había hecho un exorcismo en Pascua. A partir de ahí los periodistas salieron a investigar y encontraron una historia terrible, que vincula los crímenes de los narcos en México con el aborto (por cada aborto habrá un crimen), y su posesión, con la débil respuesta de los Obispos contra el aborto, el cual comenzará a desaparecer de México cuando hagan una cruzada de reparación y de liberación en todas las diócesis del país  



    Desde hace 14 años el michoacano Angel, de 43 años, casado y con hijos, asegura, que es atormentado por 4 demonios que no han conseguido sacarle ninguno de los 10 exorcistas en 30 exorcismos a los que ha acudido, entre ellos el padre Gabriele Amorth, exorcista oficial de la diócesis de Roma desde hace 26 años y realizador de más de 160 mil exorcismos.

    LA POSESIÓN

    Ángel recuerda que todo comenzó en 1999 mientras regresaba desde la Ciudad de México a su natal Michoacán:
    “Sentí que una energía entraba en el autobús. No la vi con los ojos, pero la percibí. Noté que se aproximaba a mí y se colocaba enfrente de mí. Y de pronto noté como una estaca que se me clavaba en el pecho y luego, poco a poco, la sensación de que se me iban abriendo las costillas”.
    El padre de 2 hijos creyó que iba a morir en ese momento, pero no fue así; sin embargo, su salud comenzó a deteriorarse: sentía piquetes en todo el cuerpo, tenía dificultades para caminar y respirar, además de insomnio que se mezclaban con pesadillas ‘relacionadas con el mal’.
    Desde entonces ha tenido trances en los que blasfema y hablas lenguas desconocidas.
     
    Los médicos, tras varios análisis, radiografías y todo tipo de pruebas, no dieron con la causa de sus problemas. Debido a su situación el hombre licenciado en Mercadotecnia por la Universidad de Guadalajara ha visto cómo su negocio de publicidad se ha ido a la quiebra.
    Después de 5 años de padecer los ‘trances’, Ángel notaba cierto alivio cuando rezaba y asistía a misa, pero aún no relacionaba sus malestares a una posible posesión. Fue hasta que asistió a la conferencia de un sacerdote ucraniano en la iglesia de San Agustín, en Morelia, Michoacán.
    Le contó sus síntomas a la persona que lo acompañaba y éste le colocó en el pecho una reliquia, Ángel afirma que vio una luz especial que lo rodeaba e inmediatamente sintió que algo le arañaba su interior… tuvo un trance; era 2004 y, por fin, recibió un diagnóstico: estaba poseído, ese día le practicaron el primer exorcismo.
    Desde entonces, Ángel empezó a buscar exorcistas, así pasó varios años ‘de exorcista en exorcista’.

    LO QUE SUCEDIÓ DESDE PASCUA DE 2013

    El domingo de Pascua, en Plaza San Pedro, el Papa Francisco llevó a cabo un exorcismo o una imposición de manos, al mexicano originario de Michoacán.
    Su llegada a Roma fue un acto de desesperación, para ver si el Papa podía hacerle el milagro. Lo acompañó el Padre Juan Rivas, L.C.
    Estando en San Pedro, Ángel se sintió desvanecer, por lo cual lo sentaron en una silla de ruedas. El P. Juan pensó que era la ocasión ideal para llevarlo a la sección de enfermos y acercarlo al Papa.
    Cuando el Papa pasó frente a ellos, el P. Juan se acercó y le dijo al Papa que Ángel era un atormentado y que nadie lo había podido liberar. Entonces el Papa intentó hacerlo.
    Inmediatamente Ángel besó el Anillo del Pescador cayó en trance, el Sumo Pontífice le puso las manos en la cabeza al tiempo que se escuchaba un alarido saliendo de la garganta del mexicano ‘como el rugido de un león’, que todos los presentes lograron escuchar y se oye en el video.
     
    Ángel cuenta que él vio que los demonios “se hacían chiquitos”, pero siguieron allí. El papa no lo logró sacarlos, en parte porque fue algo improvisado, mientras que hay requisitos previos para poder hacerlo.
    El hecho es que a los dos días, el P. Juan hizo otro intento, llevándolo con el P. Gabriele Amorth, quien es el exorcista número uno en la Iglesia, autor de varios libros sobre exorcismo.
    Ángel perdió el conocimiento durante el ritual y los demonios que trae dentro comenzaron a hablar en latín y en italiano con el Padre Amorth. Por esa conversación, el Padre Amorth logró saber lo que él mismo declaró a la prensa, a saber, que esa persona está poseída por cuatro demonios, y que esa posesión es una consecuencia y un signo.
    Como consecuencia, de que los obispos mexicanos no hicieron nada cuando se aprobó el aborto en la Ciudad de México.
    signo, de la liberación por la que México pasará una vez que se hayan liberado las diócesis del mal que vino a raíz de la omisión de los obispos cuando se aprobó el aborto,  y cuyo efecto directo son los homicidios en México. Por cada aborto habría un asesinato de parte del crimen organizado, que entre otras cosas hacen sacrificios rituales y misas negras a la “santa muerte” para obtener la protección del demonio en el negocio del narcotráfico.

    LA VIRGEN LES OBLIGÓ A HABLAR A LOS DEMONIOS

    El caso del que hablamos, el de Ángel y su posesión, está relacionado con el triunfo del Corazón Inmaculado de María, prometido en Fátima, y que está siendo frenado y su corazón ultrajado por el aborto aprobado en México desde el 2007.
    Los demonios son mentirosos por naturaleza y no querían divulgar esto, pero en los exorcismos que realizaron tanto el padre Amorth como otros sacerdotes, los demonios han sido obligados por “La Señora” (la Virgen María, en este caso de Guadalupe) para que revelen las causas de la posesión y de las vejaciones.
    También han revelado los demonios que la Virgen de Guadalupe les quitó la tierra mexicana en 1531 con su aparición y conversión de los aztecas, y que ahora ellos están tratando de dar vuelta su influencia.

    EL MENSAJE

    El mismo Amorth explicó que se trata de una posesión particular, que contiene un “mensaje”. Asegura que la causa de la posesión de Ángel sería la débil respuesta de los obispos mexicanos ante la aprobación de la legalización del aborto en la Ciudad de México.
    Afirma que para la liberación de Ángel y para librar a México de la violencia que lo sacude, los obispos tienen que cumplir ciertas condiciones:
    - Reconocimiento y condena pública y nacional del pecado del aborto.
    - Acto de reparación a María por haberle clavado una espada en su corazón y haber ofendido gravemente al Señor por quien se vive.
    - Acto de consagración (y renuncia a Satanás) de la nación entera
    .
    “En esta batalla decisiva contra Satanás, añadió, México tiene una función primordial. México es y sigue siendo una nación cristiana”.
    “La fe del pueblo es fuerte y ellos darán el aporte decisivo al Triunfo del Corazón Inmaculado de María”.
    La liberación de México, señaló el P. Amorth, se obtendrá una vez que los obispos se arrepientan de su grave omisión, y una vez que se haga una gran cruzada en que los mexicanos consagren el sufrimiento que están padeciendo mediante su ofrenda personal.
    Una mención particular se hizo de la Basílica de Guadalupe, señalando que la Santísima Virgen está muy ofendida de que en la Ciudad donde está su presencia, se estén cometiendo miles de abortos.
    Después de que los obispos hagan ceremonias de reparación y México sea liberado, entonces se podrá derogar la ley del aborto en la Ciudad de México, origen de todos esos males que sufre la nación.
    El P. Juan Rivas comentó a diversos medios que es urgente comenzar con una cruzada de reparación y de liberación en todas las diócesis del país, porque ningún esfuerzo del ejército o de la policía federal va a lograr acabar con el flagelo de la violencia hasta que no se vaya a la raíz que ocasionó ese mal. Mientras que los obispos no se arrepientan por su pecado de omisión, insiste, y los mexicanos ofrezcan humildemente su reparación y sufrimiento, el aborto y la violencia del crimen organizado seguirán creciendo.

      


    LA OPINIÓN DE LOS DEMÁS


    LA OPINIÓN DE LOS DEMÁS

    Les preguntó un maestro de novicios a sus discípulos:
    -¿Que opinión debe importarle más a un hombre?
    -La de los otros hombres-respondió uno.
    -La de su familia-opinó otro.
    -La de sus amigos-aventuró un tercero.


    Dijo el maestro:
    -Todas esas opiniones son muy importantes, pero ninguna más que la propia opinión. A los demás los podemos engañar, a nosotros mismos no. Tarde o temprano la verdad llega con su luz.
    Entonces nos vemos cuales somos y nos juzgamos sin error. Tal es el juicio final.
    No importa nada que todos los hombres digan bien de mí si de mí mismo pienso mal. Y nada importa que todo el mundo piense mal de mí si yo aprobé mi examen de conciencia.
    Los novicios quedaron en silencio. Entendieron que el tribunal superior lo lleva cada cual dentro de sí.





    PRIMER VIERNES DEL MES DE JULIO: SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


     
    Primer Viernes del Mes de Julio 

    Breve Consideración: Jesús a Santa Margarita María de Alacoque: " Sabes, hija mía, que soy un Maestro santo, y que enseño la santidad; soy puro y no podría soportar la más leve mancha. De ahí que aborrezca las almas tibias y cobardes. Aquí tienes, en mi Sagrado Corazón, un divino  purgatorio de amor, en el que te puedes purificar de toda las miserias del camino; entra en ese edén delicioso y coge, como te agrade, que ha de ser tu tabernáculo de santidad."

    ORACIÓN
    Plegaria de Reparación.

    !Oh Sagrado Corazón! Bien debido tienes el tributo de amor de todos los corazones, a quienes has querido y obligado hasta lo infinito. !Ay!, y no recibes de ellos más que ingratitudes y desvíos, sobre todo del mío, que tan merecido tiene tus enojos. Pero como eres un Corazón todo bondad, de esa misma bondad quiero valerme para mi perdón... !Oh dulcísimo Corazón! Si el dolor y la confusión de un alma que reconoce su error es capaz de satisfacerte, perdona a este mi corazón, confundido por sus propias infidelidades y sinceramente arrepentido de ellas.
    Corazón de mi Dios, a quien sólo agrada el perdonar, perdona a este pobre y miserable corazón...Todas mis potencias se juntan en una para ofrecerte humildemente este homenaje de reparación.

    !Oh Corazón de Jesús! Yo te entrego y consagro, en este instante, todo mi amor, en su propio manantial, que es mi corazón y te lo entrego con irrevocable voluntad, aunque con viva confusión, pues menosprecié por tanto tiempo la riqueza de tus bienes.
    Suplico a los más ardientes serafines que ofrezcan al Señor las llamas en que se abrasan, y reparen con ellas la poquedad del amor de todas las criaturas, y en especial del mío. Amén.
    (De Santa Margarita María de Alacoque)

    (Se recitan las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús)


    Una palabra de Margarita María de Alacoque a sus hermanos asociados: "Gocen todos los que no tienen vuestra vocación con subir al Tabor; en cuanto a nosotros, considerémonos predestinados de no conocer otro camino que el del Calvario, avalorado con los azotes y las espinas del Maestro, y sin más iruición que la de haber perdido la vida en su Corazón, que es la fuente de vida"

    (Un Padre Nuestro y Avemaría por los agonizantes y pecadores.)

    (Recitar el Acto de Consagración de Santa Margarita María de Alacoque al Sagrado Corazón de Jesús)

    Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (tres veces)

    Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.

    San José, ruega por nosotros.

    Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.




     

    EL EVANGELIO DE HOY: 05.07.2013

    Autor: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
    La vocación de Mateo
    Mateo 9, 9-13. Tiempo Ordinario. No necesitan médico los que están sanos sino los que estamos mal.
     
    La vocación de Mateo
    Del santo Evangelio según san Mateo 9, 9-13

    Cuando se iba de allí, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme». Él se levantó y le siguió. Y sucedió que estando Él a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. Al verlo los fariseos decían a los discípulos: «¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores?» Mas Él, al oírlo, dijo: «No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal. Id, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores». 

    Oración preparatoria

    Señor, yo también quiero dejar todo para estar sólo contigo en esta oración. Concédeme desprenderme de todas mis preocupaciones para poder escuchar y ser dócil a las inspiraciones de tu Santo Espíritu.

    Petición

    Señor, cúrame de todo aquello que me aleje de cumplir tu voluntad.

    Meditación del Papa

    Jesús acoge en el grupo de sus íntimos a un hombre que, según la concepción de Israel en aquel tiempo, era considerado un pecador público. En efecto, Mateo no sólo manejaba dinero considerado impuro por provenir de gente ajena al pueblo de Dios, sino que además colaboraba con una autoridad extranjera, odiosamente ávida, cuyos tributos podían ser establecidos arbitrariamente. Por estos motivos, todos los Evangelios hablan en más de una ocasión de "publicanos y pecadores", de "publicanos y prostitutas". Además, ven en los publicanos un ejemplo de avaricia: sólo aman a los que les aman y mencionan a uno de ellos, Zaqueo, como "jefe de publicanos, y rico", mientras que la opinión popular los tenía por "hombres ladrones, injustos, adúlteros". Ante estas referencias, salta a la vista un dato: Jesús no excluye a nadie de su amistad. Es más, precisamente mientras se encuentra sentado a la mesa en la casa de Mateo-Leví, respondiendo a los que se escandalizaban porque frecuentaba compañías poco recomendables, pronuncia la importante declaración: "No necesitan médico los sanos sino los enfermos; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores". Benedicto XVI, 30 de agosto de 2006.

    Reflexión

    Dios respeta en su integridad al hombre, y cuando llama a un alma a su servicio, en su solemne poder, ni la violenta, ni la atosiga, sino que con paciencia y amor la deja casi andar a la deriva o al vaivén de las circunstancias. No es fácil, por tanto, dar una respuesta como la de Mateo: pronta, sincera, total.

    San Mateo era un cobrador de impuestos, un pecador ante los ojos de todo el pueblo. Sólo Jesús fue capaz de ver más allá de sus pecados y vio a un hombre. Un hombre que podía hacer mucho por el Reino de los Cielos. Y le llamó con todo el amor y misericordia de su corazón para ser uno de sus apóstoles, de sus íntimos.

    Todos hemos recibido la vocación a la vida cristiana. Dios nos ha creado para prestarle un servicio concreto, cada uno de nosotros. Tenemos una misión, comos eslabones de una cadena. Decía el Cardenal Newman: "No me ha creado para nada. Haré bien el trabajo, seré un ángel de la paz, un predicador de la verdad en mi propio lugar si obedezco sus mandamientos. Por tanto confiaré en él quienquiera que yo sea, dondequiera que esté. Nunca me pueden desechar. Si estoy enfermo, mi enfermedad puede servirle. En la duda, mi duda puede servirle. Si estoy apenado, mi pena puede servirle. Él no hace nada en vano. ¡El sabe lo que hace!"

    Propósito

    Buscar un acercamiento o tener un acto de caridad con esa persona que «me cuesta» aceptar.

    Diálogo con Cristo

    Señor, gracias por invitarme a seguirte, a ser tu discípulo y misionero. Ardientemente deseo tener la fe y el amor suficiente para responder con prontitud a tu llamado. Quiero salir de esta oración con la sabiduría, la fuerza y la alegría, que logre contagiar de tu amor a los demás. Siguiendo el ejemplo de María, y por su intercesión, te pido que sea fermento y canal para comunicar tu amor en mi familia, en mi profesión, en el círculo de mis amigos. 

    jueves, 4 de julio de 2013

    CONSAGRACIONES AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

    Consagración individual al Inmaculado Corazón de María 

    Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía, 
    yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
    y te consagro mi cuerpo y mi alma,
    mis pensamientos y mis acciones.

    Quiero ser como tú quieres que sea, 
    hacer lo que tú quieres que haga.
    No temo, pues siempre estás conmigo.
    Ayúdame a amar a tu hijo Jesús, 
    con todo mi corazón y sobre todas las cosas. 

    Pon mi mano en la tuya para que esté siempre contigo.



    Consagración del hogar y la familia al Inmaculado Corazón de María


    ¡Oh Virgen María!, queremos consagrar hoy nuestro hogar y cuantos lo habitan a vuestro Purísimo Corazón.
    Que nuestra casa, como la tuya de Nazaret, llegue a ser un oasis de paz y felicidad por:
       -  el cumplimiento de la voluntad de Dios,
       -  la práctica de la caridad,
       -  y el abandona a la Divina Providencia,

    ¡Que nos  amemos  todos como Cristo  nos enseñó!. Ayúdanos a vivir siempre cristianamente y envuélvenos en tu ternura.

    Te pido por los hijos que Dios nos ha dado (se citan los nombres) para que los libres de todo mal y peligro de alma y cuerpo, y los guardes dentro de Tu Corazón Inmaculado. Dígnate, Madre nuestra, transformar nuestro hogar en un pequeño cielo, consagrados todos a vuestro Corazón Inmaculado. Amén.

    ¡Corazón Inmaculado de María, sálvanos! 

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    POR AMOR A LA EUCARISTÍA


    POR AMOR A LA EUCARISTÍA

    Unos meses antes de su muerte el Obispo Fulton J. Sheen fue entrevistado por la televisión nacional: "Obispo Sheen, usted inspiró a millones de personas en todo el mundo. ¿Quien lo inspiró a usted? ¿Fue acaso un Papa?". 

    El Obispo Sheen respondió que su mayor inspiración no fue un Papa, ni un Cardenal, u otro Obispo, y ni siquiera fue un sacerdote o monja. Fue una niña china de once años de edad. 

    Explicó que cuando los comunistas se apoderaron de China, encarcelaron a un sacerdote en su propia rectoría cerca de la Iglesia. El sacerdote observó aterrado desde su ventana como los guardias penetraron en la iglesia y se dirigieron al santuario. Llenos de odio profanaron el tabernáculo, tomaron el copón y lo tiraron al suelo, esparciendo las Hostias Consagradas. Eran tiempos de persecución y el sacerdote sabía exactamente cuantas Hostias contenía el copón: Treinta y dos.

    Cuando los guardias se retiraron, tal vez no se dieron cuenta, o no prestaron atención a una niñita que rezaba en la parte de atrás de la iglesia, la cual vió todo lo sucedido. Esa noche la pequeña regresó y, evadiendo la guardia apostada en la rectoría, entró en la iglesia. Allí hizo una Hora Santa de oración, un acto de amor para reparar el acto de odio. Después de su hora santa, se adentró al santuario, se arrodilló, e inclinándose hacia delante, con su lengua recibió a Jesús en la Sagrada Comunión. (en aquel tiempo no se permitía a los laicos tocar la Eucaristía con sus manos). 

    La pequeña continuó regresando cada noche, haciendo su Hora Santa y recibiendo a Jesús Eucarístico en su lengua. En la trigésima segunda noche, después de haber consumido la última Hostia, accidentalmente hizo un ruido que despertó al guardia. Este corrió detrás de ella, la agarró, y la golpeó hasta matarla con la culata de su rifle.

    Este acto de martirio heróico fue presenciado por el sacerdote mientras, sumamente abatido, miraba desde la ventana de su cuarto convertido en celda.

    Cuando el Obispo Sheen escuchó el relato, se inspiró en tal grado que prometió a Dios que haría una Hora Santa de oración frente a Jesús Sacramentado todos los días, por el resto de su vida. Si aquella pequeñita pudo dar testimonio con su vida de la Real y hermosa Presencia de su Salvador en el Santísimo Sacramento, entonces el obispo se veía obligado a lo mismo. Su único deseo desde entonces sería, atraer el mundo al Corazón Ardiente de Jesús en el Santísimo Sacramento.

    La pequeña le enseñó al Obispo el verdadero valor y celo que se debe tener por la Eucaristía; como la fe puede sobreponerse a todo miedo y como el verdadero amor a Jesús en la Eucaristía debe trascender a la vida misma.

    Lo que se esconde en la Hostia Sagrada es la gloria de Su Amor. Todo lo creado es un reflejo de la realidad suprema que es Jesucristo. El sol en el cielo es tan solo un símbolo del hijo de Dios en el Santísimo Sacramento. Por eso es que muchas custodias imitan los rayos de sol. Como el sol es la fuente natural de toda energía, el Santísimo Sacramento es la fuente sobrenatural de toda gracia y amor.

    JESÚS es el Santísimo Sacramento, la Luz del mundo.

    HUELLAS EN LA ARENA


    HUELLAS EN LA ARENA 

    Una noche un hombre tuvo un sueño. Él soñó que
    caminaba a la orilla de la playa con el Señor.
    Cruzando el cielo aparecían escenas de su vida.
    Por cada escena, él notaba dos pares de huellas:
    una que pertenecía a él, y otra al Señor.

    Cuando la última escena de su vida apareció ante él, 
    miró hacia las huellas en la arena. Él notó que
    muchas veces en el transcurso de su vida había un
    solo par de huellas. Notó también que esto sucedía en los más depresivos y tristes momentos de su vida. 
    Esto realmente le molestó y le preguntó acerca de ello:
    'Señor, tú dijiste que una vez que yo decidiera
    seguirte, tú caminarías conmigo toda la senda.
    Pero noté que durante los tiempos más difíciles
    de mi vida había sólo un par de huellas.
    No entiendo por qué me abandonaste.'
    El Señor le contestó:
    Mi precioso hijo, yo te amo y nunca te dejaré.
    Cuando pasaste por tiempo de sufrimiento y viste sólo
    un par de huellas, entonces yo te llevé en mis brazos.

    LA SEÑAL DE LA CRUZ


    LA SEÑAL DE LA CRUZ

    Como este gesto vuelve con frecuencia en mi jornada, tengo el peligro de hacerlo sin prestarle la atención que se merece. Sin embargo es precioso por su historia, por su significado y por su poder.

    Es la señal de mi fe; muestra quién soy y lo que creo. Es el resumen del Credo. Es la señal de mi agradecimiento. Tengo que hacer con amor y emoción este gesto que me recuerda que Jesús ha muerto por mí. Es la señal de mi intención de obrar, no para la tierra, sino para el Cielo. Al hacerla, y pronunciando estas misteriosas palabras

    -"EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO" me comprometo a obrar:

    • en el nombre del Padre que me ha creado,

    • en el nombre del Hijo que me ha redimido,

    • en el nombre del Espíritu Santo que me santifica. En una palabra: a actuar como hijo o hija de Dios.

    Este signo es la señal de la consagración de toda mi persona.

    Al tocar mi frente: «rezo a Dios todos mis pensamientos.

    Al tocar mi pecho: consagro a Dios todos los sentimientos de mi corazón.

    Al tocar mi hombro izquierdo: le ofrezco todas mis penas y preocupaciones.

    Al tocar mi hombro derecho: le consagro mis acciones.

    La señal de la Cruz es en sí misma fuente de grandes gracias. Debo considerarla como la mejor preparación a la oración, pero ya es en sí misma una oración, y de las más impresionantes. Es una bendición.

    Si me emociona ser bendecido por el Papa, por un obispo, ¡ cuánto más ser bendecido por el mismo Dios !.

    Señor, concédeme la gracia de hacer de mi señal de la cruz un "Heme aquí" motivador para la oración, para la acción, para mi día entero; así como una poderosa llamada de las bendiciones del cielo sobre mí.
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