¿Cuál es el Emoji que más usan los católicos?
POR NICOLÁS DE CÁRDENAS | ACI Prensa
Este 17 de julio muchos celebran el “Día Mundial del Emoji”, y en esta ocasión dos sacerdotes conocidos en redes sociales reflexionan sobre el uso de estas imágenes y cuál es el más común entre los católicos.
El Día Mundial del Emoji es una fiesta instituida en 2014 por Jeremy Burge, creador de la Emojipedia y de los World Emoji Awards, que premian cada año a los pictogramas más utilizados de entre las novedades del último año.
Los Emoji son caracteres reconocidos por Unicode, el estándar internacional de codificación y pueden ser leídos en todas las plataformas digitales, aunque su interpretación visual depende de cada una de ellas.
Muchos de ellos pueden tener diversos significados, dependiendo de factores fundamentalmente culturales y religiosos.
Así, una de las polémicas de mayor recorrido es sobre el significado real del emoji que representa dos manos unidas, palma contra palma.
Preguntado por el uso de emoticonos desde el punto de vista religioso, el P. Francisco Javier “Patxi” Bronchalo, sacerdote de la Diócesis de Getafe (España), coincide en que es este Emoji “el más común entre católicos para indicar que se reza por alguna intención”.
El presbítero señala además que este hecho es “curioso”, porque el icono que indica el teclado cuando se escribe la palabra rezar corresponde a una persona de rodilla o, incluso el que representa dos manos abiertas una junto a la otra.
En su opinión, el de las manos juntas “es más un choque de manos, o pedir algo por favor, pero en la conciencia de la gente, hasta de los menos creyentes, está este significado de rezar”.
Según se detalla en la Emojipedia, el origen de este símbolo se remonta al año 2010 cuando fue aprobado por Unicode bajo la descripción de “persona con las manos juntas”. De hecho, en sus primeras versiones, el emoji respondía claramente a esa descripción.
Con el paso de los años, se fue simplificando hasta tener el aspecto sencillo actual, en el que solo se ven esas dos manos palma contra palma.
Pero, según se detalla, “rara vez se usa para chocar los cinco, a pesar de que a menudo se sugiere como tal por las funciones de búsqueda del teclado Emoji”.
La Emojipedia sostiene que, o bien responde a un gesto que significa “por favor” o “gracias” en la cultura japonesa o, alternativamente, significa rezar en muchos ámbitos religiosos.
Pero este no es el único emoji que puede ser utilizado en un contexto religioso. En el año 2016 un proyecto sustituyó al menos un 15% de las palabras de la Biblia con Emojis, sobre la base de la versión protestante conocida como Biblia del Rey Jacobo. Para ello se utilizaron emoticonos diferentes, como la corona, la bombilla, la paloma, etc.
La plataforma Emojicombos también ofrece la posibilidad de crear “frases” de emojis con contenido religioso bíblico.
Consultado por ACI Prensa, el P. Jesús Silva, de la Archidiócesis de Madrid, confirma que utiliza numerosos emoticonos en su día a día, empezando por el de las manos juntas. Pero también el de una persona con aureola, la cara de la que salen tres corazones, el brazo que muestra el bíceps o los emojis de iglesias, entre otros.
Las posibilidades del uso quedan abiertas sin más límite que la creatividad apostólica, pues “todos los hijos de la Iglesia, de común acuerdo, tienen que procurar que los medios de comunicación social (...) se utilicen eficazmente en las obras de apostolado”, como se explica desde 1964 en el decreto conciliar Inter mirifica firmado por Pablo VI.
En esta línea, San Juan Pablo II definió los medios de comunicación en su encíclica Redemptoris missio como “el primer areópago de la edad moderna” y alertó de que “no basta usarlos para difundir el mensaje cristiano y el Magisterio auténtico de la Iglesia, sino que conviene integrar el mensaje mismo en esta ‘nueva cultura' creada por la comunicación moderna”.
El Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales mantiene esta línea magisterial y ya en 2002 alentaba en su documento “La Iglesia e Internet” a que “la gente en todos los sectores de la Iglesia use Internet de modo creativo para asumir sus responsabilidades y realizar la obra de la Iglesia”.
“No es aceptable quedarse atrás tímidamente por miedo a la tecnología o por cualquier otra razón”, expresa el documento.