domingo, 3 de septiembre de 2017

NOVENA AL SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA, DEL 3 AL 11 DE SEPTIEMBRE


Novena al Santísimo Nombre de María
Oraciones para cada día de la novena, la puedes hacer tantas veces desees, de manera especial los días previos a la festividad 
(3 al 11 de septiembre)


Por: n/a | Fuente: oracionesydevocionescatolicas.com 




Por la señal de la Santa Cruz, líbranos Señor Dios de todos nuestros enemigos. Amén

ACTO DE CONTRICIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonareis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Oh piadosísima virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, dignaos admitir estos obsequios que humildemente consagramos a gloria de vuestro Nombre Sacrosanto. Indignos somos que nos escuchéis, mas vuestra piedad no sufrirá el alejarnos de Vos.

Vuestro amor nos trae, vuestra piedad nos convida, y la multitud de gracias que nos habéis dispensado en medio de nuestras iniquidades, nos obliga y empeña a bendecir con todas las ansias de nuestro corazón, las grandezas admirables de vuestra alma y de vuestras perfecciones y prerrogativas inestimables comprometidas en el Nombre Augusto y venerable que recibisteis del Cielo. Sea bendito por toda la eternidad, Alábenles las criaturas, todas del Cielo, de la Tierra y del abismo. Nosotros por todas, le bendecimos y loamos, esperando poder hacerlo eternamente en la Gloria. Amén


JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.


ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Dulcísima y amabilísima Virgen MARIA, que os dignasteis tomar bajo vuestra soberana protección el benéfico Instituto de las Escuelas Pías, y honrarle y defenderle con el escudo de vuestro Nombre Sacrosanto; vednos aquí, Señora, y Madre nuestra, que emulando la devoción de vuestro fervoroso y amante siervo San José de Calasanz, nos acogemos también a la sombra saludable de tan Augusto Nombre, confesándole gloria del cielo, consuelo de los mortales, terror de los infiernos. Reconoced, o Virgen bendita, en nosotros a vuestros hijos, acordándoos que el Unigénito del eterno Padre y también unigénito, vuestro no se desdeñó de apellidarnos sus hermanos. Dadnos, os pedimos una perpetua y devota memoria de vuestro suavísimo Nombre. Sea este como manjar dulcísimo, como sabroso alimento para nuestras almas. Ampárenos en nuestros peligros, en nuestras tribulaciones y angustias, y en la hora de nuestra muerte. No pereceremos, si nos hacéis la gracia de que sepamos invocarle devotamente, y con fervor. Venga también, oh Madre, sobre nosotros todos cuantos nos hemos congregado para celebrar vuestro venerable Nombren, la bendición divina que alcanzasteis de JESÚS para las Escuelas Pías. Continuad protegiendo esta santa Institución , a sus individuos, discípulos y bienhechores,, para bien de la Iglesia y salvación de las almas. Logremos todos por vuestra intercesión una vida penitente, y una muerte santa en el ósculo del Señor. Amén.


PRIMER DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, cuyo santísimo y augusto Nombre , que significa Mar de gracia nos descubre, que el Altísimo se complació en Vos desde toda eternidad , y por lo mismo os preservó de la culpa original, en atención a los méritos previstos del Redentor del mundo, que había de nacer de Vos: recibid el sincero parabién que os damos no solo por esta primera y especialísima gracia, con que fuisteis enriquecida en vuestra Concepción inmaculada, sino también por todos los demás dones, privilegios, prorrogativas y distinciones, que la Beatísima Trinidad se dignó reunir en vuestra alma, para que fueseis verdaderamente un mar inmenso de gracias celestiales. Refluya, Madre nuestra, en nosotros ese piélago soberano y alcáncenos vuestra poderosa intercesión auxilios eficaces, con que solicitemos, obtengamos y conservemos la divina gracia, para que asemejándonos en la santidad a Vos, no desmerezcamos el título de hijos vuestros, y después de celebrar en la tierra las glorías de vuestro Nombre, bendigamos en el cielo con Vos al que vive y reina Dios por los siglos de los siglos. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.


SEGUNDO DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

0h Virgen Madre MARIA, cuyo Augusto Nombre de Iluminadora en su significación nos declara haber sido Vos en vuestro nacimiento la brillante Aurora, que anunció al mundo la próxima llegada del Eterno Sol de Justicia Cristo JESÚS. Seáis bendita, Oh Madre nuestra, por aquella luminosa claridad, con que comenzasteis desde luego a disipar las tinieblas del mundo, iluminándole con los ejemplos de vuestra vida inocentísima y con los beneficios de vuestra ilimitada misericordia. Dignaos, Señora, iluminar nuestras almas con la memoria de vuestras admirables y puras costumbres, y con los celestiales auxilios, que nos alcance vuestra solícita piedad. Vuestros ejemplos sean antorcha que guíe nuestros pasos, e ilumine nuestras sendas: vuestra misericordia alumbre los ojos de nuestro corazón, para que no durmamos en la muerte del pecado. Aparezca vuestro Nombre sacrosanto en medio de nuestras últimas agonías, y devotamente pronunciado disipe los temores de nuestras almas, ahuyente de nosotros y nuestras habitaciones a los espíritus infernales y selle los últimos alientos de nuestra vida opaca que, terminada así felizmente, prosigamos cantando vuestras alabanzas por toda la eternidad. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.


TERCER DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, cuyo Nombre Augusto interpretado Estrella del Mar nos demuestra que fuisteis por Dios destinada para guía y consuelo de los mortales, mientras fluctuamos por el turbulento mar de este mundo. Ved, Señora, y ved con ojos compasivos cuan terribles son las olas de molestas tentaciones que nos combaten, cuan formidables los escollos de los malos ejemplos, que continuamente se presentan a nuestra vista. Y nosotros débiles zozobramos a cada paso y perdemos el rumbo de nuestra patria.

El oculto cielo se nos oculta, y el abismo se abre bajo nuestros pies, porque pecamos, y después que pecamos, somos acometidos de la desconfianza y de la desesperación. Oh cuantas veces, Virgen santa, si no hubiera sido por Vos, habríamos desconfiado de la divina misericordia! Bendita seáis, Madre piadosísima, que cual Estrella del mar habéis aparecido en nuestros corazones turbados con la memoria de nuestras culpas, y habéis restituido a nuestras almas la calma y la serenidad. No os ocultéis jamás a nuestra vista, no permitáis que nuestro corazón os olvide, o deje de invocaros con fervorosa confianza. Porque ciertos estamos, oh MARIA, que siguiendo vuestra dirección no nos extraviamos , y pensando en Vos no erramos: que con vuestra ayuda no caemos, y que con vuestra protección, nada tenemos que temer; que si Vos nos guiais no nos fatigamos, y si nos sois propicia arribaremos con felicidad al puerto de la bienaventuranza, donde por siempre cantaremos las glorias de vuestro Nombre. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.


CUARTO DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, cayo venerable Nombre significando Señora nos recuerda el dominio que ejercéis sobre las celestiales, terrenas e infernales criaturas. Grande admiración, oh Madre, consuelo y alegría nos causa el contemplaros Señora universal. Sois Señora de los Ángeles, y ante Vos, humana criatura, se postran reverentes los soberanos espíritus, que muchos siglos antes de que Vos nacieseis, solo se postraron ante el supremo Creador. Pero vuestra santidad casi infinita, y vuestra dignidad de Madre de Dios os ha colocado sobre las celestiales jerarquías. Oh ¡que grandeza la vuestra, Virgen poderosa! Si os obedecen los Ángeles bienaventurados ¿cuánto de Vos temblarán los espíritus malignos? Y que felicidad para nosotros, que Vos tengáis tal dominio! He aquí, Señora, nuestros ojos se dirigen siempre a vuestras manos. De ellas nos ha venido cuanto bueno poseemos, de ellas esperamos recibir cuanto necesitamos, por ellas queremos ofrecer al Señor cuanto de bueno practiquemos con su gracia. Nuestro corazón suspira por amaros, ansían nuestros labios bendeciros, desea veneraros nuestro espíritu y nuestra alma se complace en suplicaros. Admitid, Señora, nuestros obsequios y ejerciendo vuestro dominio contra los enemigos de nuestras almas , alejadlos de nosotros en la hora de nuestra muerte , para que libres de su tiranía nos gocemos eternamente en vuestra amable servidumbre. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.


QUINTO DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, cuyo santo Nombre interpretado Mirra del mar, nos descubre los frutos admirables de vuestras virtudes perfectísimas. Fuisteis de cierto, Madre nuestra, mirra suavísima y escogida en la presencia del altísimo. Atraído por su olor el Rey de la Gloria descendió del seno del eterno Padre a morar en vuestro vientre y engendrasteis así Vos en el mundo la perla de la inmortalidad. Llena después de amargura en la pasión de vuestro querido JESUS y abrasada en el fuego de la caridad más sublime, exhalasteis una suavidad tan fragante, que embalsamó los cielos y la tierra recreando maravillosamente a sus moradores. La Iglesia se goza aun percibiendo el aroma exquisito de vuestro corazón sacrificado por los pecadores al pié de la cruz en la cima del Calvario. Oh Madre querida, seamos semejantes a ti los que nos gloriamos de ser hijos vuestros. La memoria de vuestras penas toleradas por nuestro amor, amargue nuestros corazones con la mirra de la compunción y encendidos nuestros pechos en el amor de JESUS ofendido, destilen esta mirra nuestros ojos en abundantes lagrimas, y destílenla nuestras manos en obras de virtud y penitencia. Seremos entonces buen olor de Jesucristo, y el Señor no rehusará habitar en nuestras almas por su gracia, hasta que logremos con la misma ser coronados de gloria en la feliz eternidad. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.


SEXTO DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, que os dignasteis interpretar vuestro sagrado Nombre Madre de misericordia a fin de consolar a un siervo vuestro en la hora de su muerte. ¿A quién mejor que a Vos clamaremos nosotros miserables y desolados implorando el alivio de nuestros males y miserias? ¿A quien mejor que a Vos, verdadera Madre de misericordia? Oh Madre santa, Madre única, Madre inmaculada, Madre incorrupta, Madre de misericordia, Madre de piedad y de indulgencia, abrid vuestro seno piadoso y recibid en él a los que estamos muertos por la culpa. Hijos pródigos pero ya arrepentidos clamamos a Vos, y con todas las veras de nuestro corazón llenos de confianza os apellidamos Madre nuestra. Y recordamos oh con cuanto agradecimiento, las veces innumerables, que nos habéis protegido, defendido y excusado con el divino Padre.  Qué fuera ya de nosotros sin vuestra mediación, Madre amantísima! Continuad, Virgen pía, vuestros oficios de maternal misericordia para con nosotros desdichados pecadores. Vos sois nuestro refugio. Vos nuestro consuelo; en Vos está nuestra esperanza durante la vida, y en Vos confiaremos, cuando acercándose el momento de comparecer ante el tribunal de Jesucristo, pida justicia contra nosotros nuestro común enemigo. Haced, oh Madre, que en aquel instante os invoquemos fervorosos y responded piadosa a nuestra invocación; tomad a vuestro cargo nuestra defensa, y aplacado el divino Juez por vuestra intercesión logremos con Vos bendecirle por los siglos de los siglos; Amen.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.



SÉPTIMO DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, toda dulzura, y toda suavidad como lo declara vuestro Nombre sacrosanto. ¿Quién podrá dignamente celebrar la dulzura de vuestro trato y la benignidad de vuestra condición? Una sola palabra vuestra llenó de alegría al mundo y regalando dulcemente los oídos del divino Esposo, os hizo al mismo tiempo Esposa suya,  Madre de Dios. Saludasteis a vuestra prima Isabel, y apenas vuestra dulce voz resonó en sus oídos, el hijo que llevaba en sus entrañas, dio saltos de gozo y ella misma fue llena del Espíritu Santo. Oigamos, Madre nuestra, también vuestra voz; habladnos, Madre dulcísima, eficazmente al corazón. Ya sabemos, que nos diréis como a los sirvientes de las bodas de Cana; Haced lo que mi Hijo os diga: Dadnos pues que llegue a los oídos de nuestra alma esta vuestra voz, y dadnos voluntad de cumplirla con prontitud y perfección. Habladnos así mismo, Madre querida, en la hora de nuestra muerte, allí entre los clamores y remordimientos de nuestra conciencia suene vuestra voz en nuestros oídos: cuando en medio de nuestras agonías os digamos: Madre, oigamos de vuestros labios el dulce nombre de hijos, y consolados y reanimados con tal palabra volemos en vuestros brazos a bendecir para siempre vuestro Nombre en las moradas eternas de la gloria. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.



OCTAVO DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, cuyo sagrado Nombre nos revela vuestra celestial hermosura. Nosotros, Madre bella, nos complacemos singularmente en contemplaros superior en belleza a todas las criaturas sensibles e insensibles producidas por la sabia mano del Omnipotente. Con indecible gozo de nuestra alma os predicamos hermosa cual la luna en su plenitud y escogida como el sol. Os miramos y admiramos toda linda, toda bella, sin mancha alguna ni sombra de pecado o de ignorancia. Nos congratulamos de tener una Madre, que fue siempre objeto de las complacencias del Altísimo; alábenla los astros de la mañana, y cuya hermosura celebran el sol y la luna admirados, con júbilo universal de los hijos de Dios. Oh felicísima, oh bellísima, oh hermosísima sobre todas las hermosuras inferiores al Creador. Cautive, Madre querida, vuestra casta belleza nuestros corazones, y enamorados estos de vuestras gracias singulares, jamás sean presa del amor profano, ni se dejen seducir de la pasajera hermosura de los cuerpos corruptibles. Agrádenos solamente la belleza de la virtud, la hermosura de la gracia, el resplandor de la inocencia, estas bellezas que no pasan con los años , que no se marchitan con la enfermedad , estas bellezas que la muerte perfecciona y eterniza. Amemos, oh MARIA, tu belleza celestial, y para poder gozarla conservemos por tu intercesión limpias de toda culpa nuestras almas , a fin de que terminada nuestra carrera mortal, logremos ser eternos admiradores de vuestra belleza en la mansión de los justos. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.


NOVENO DÍA.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

 Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar, y la Inmaculada Concepción de María Santísima, Madre de Dios y Señora nuestra, concebida sin pecado original en el primer instante de su ser. Amén.

Oh Virgen Madre MARIA, cuyo sagrado Nombre interpretado por el Crisóstomo: Gran Milagro, nos revela vuestra suma perfección, y nos enseña a miraros como la criatura predilecta del Altísimo. Así es en verdad, Madre nuestra, con placer indecible lo reconocemos y confesamos. Milagro sois de la gracia que se anticipó a la muerte de Jesucristo para redimiros en virtud suya y librarnos de la culpa original. Milagro sois del divino Espíritu, por cuya soberana operación brillan en Vos juntamente la flor de la Virginidad, y los frutos de la Maternidad, siendo Virgen fecunda y Madre intacta. Milagro sois que al cielo asombra, contemplándoos criatura y Madre del Creador. Haced, oh Madre, que la consideración de tanta grandeza vuestra excite en nuestras almas vivos deseos de contemplaros eternamente, y que para conseguir tanta dicha nos resolvamos de una vez a renunciar al pecado y practicar las máximas del Evangelio, cuya fiel y constante observancia nos haga merecedores de gozar de vuestra presencia y bendecir con Vos en el cielo al que vive y reina Dios por los siglos de los siglos. Amén.

JACULATORIA
A tu amparo y protección,
Madre de Dios, acudimos
No desprecies nuestros
Y de todos los peligros,
Virgen gloriosa y bendita,
Defiende siempre a tus hijos.

Se rezarán cinco Ave Marías con un Gloria, y se hará en silencio la súplica de la gracia especial que se solicita.

Se reza la oración final para todos los días.

FELIZ DOMINGO!!





sábado, 2 de septiembre de 2017

LA DEVOCIÓN DE LOS 5 SÁBADOS: UN PEDIDO DE LA VIRGEN DE FÁTIMA Y EL MISMO CRISTO


La devoción de los 5 sábados: Un pedido de la Virgen de Fátima y el mismo Cristo
Crédito: Daniel Ibañez (ACI Prensa)





 (ACI).- Si bien puede considerarse como una devoción poco conocida, la Virgen de Fátima y luego también Jesús, pidieron a Sor Lucía realizar y difundir la devoción de los cinco primeros sábados de mes en honor del Inmaculado Corazón de María.

Precisamente, contando desde esta semana, hay cinco primeros sábados hasta que se cumpla el centenario de la última de las apariciones de Fátima el 13 de octubre.

El Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) explicó que esta devoción consiste en que cada primer sábado de mes, durante cinco meses seguidos, se realicen diversos actos de piedad con la intención de reparar los pecados contra el Inmaculado Corazón de María.

Aquí todo lo que debe saber sobre esta tradición.

¿Cómo practicar la devoción?

Los actos de piedad cada primer sábado de mes son: confesarse (de preferencia ese mismo día o unos días antes), comulgar, rezar el Rosario completo y hacerle compañía a María al menos quince minutos, meditando los misterios del Rosario.

¿Qué obtiene quien practique esta devoción?

La Virgen María promete a su hijo “asistirle en la hora de su muerte con las gracias necesarias para que pueda salvarse”, es decir, tener la posibilidad de no morir en pecado mortal. Esta devoción no es un “pase gratuito” para librarse del infierno a los que mueran sin arrepentirse.

¿Por qué en sábado?

Santo Tomás de Aquino decía que el sábado siguiente al Viernes Santo, la única que permaneció firme en su fe fue María, y por eso la Iglesia, para honrarla, le dedica ese día.

¿Por qué cinco sábados?

Jesús se le apareció a sor Lucía en la noche del 29 al 30 de mayo de 1930 y le explicó que “hay cinco tipos de ofensas y blasfemias pronunciadas contra el Inmaculado Corazón de María”.

La primera es en contra de su Inmaculada Concepción; segundo, contra su virginidad perpetua; tercero contra su maternidad divina, rehusando recibirla como Madre de la humanidad; en cuarto lugar, los que procuran infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada; y finalmente, los que la insultan directamente en sus sagradas imágenes.

UNA NUEVA OPORTUNIDAD


Una nueva oportunidad




Había un hombre muy rico que poseía muchos bienes, una gran estancia, mucho ganado, varios empleados y un único hijo, su heredero. Lo que más le gustaba al hijo era hacer fiestas, estar con sus amigos y ser adulado por ellos.

Su padre siempre le advertía que sus amigos solo estarían a su lado mientras él tuviese algo que ofrecerles; después, le abandonarían.

Un día, el viejo padre ya avanzado en edad, dijo a sus empleados que le construyan un pequeño establo. Dentro de él, el propio padre preparo una horca y junto a ella, una placa con algo escrito: “Para que nunca desprecies las palabras de tu padre”

Más tarde, llamó a su hijo, lo llevó al establo y le dijo:

-Hijo mío, yo ya estoy viejo y, cuando yo me vaya, tú te encargaras de todo lo que es mío… Y yo sé cuál será tu futuro. Vas a dejar la estancia en manos de los empleados y vas a gastar todo el dinero con tus amigos. Venderás todos los bienes para sustentarte y cuando no tengas más nada, tus amigos se apartarán de ti. Solo entonces te arrepentirás amargamente por no haberme escuchado.  Fue por esto que construí esta horca. ¡Es para ti! Quiero que me prometas que, si sucede lo que yo te dije, te ahorcarás en ella.

El joven, para no contradecir al padre prometió que si, pensando que eso jamás podría suceder. Sonrió, pensó que era un absurdo.

Pero el tiempo paso, el padre murió y su hijo se encargó de todo, así como su padre había previsto, el joven gastó todo, vendió los bienes, perdió sus amigos y hasta la propia dignidad. Desesperado y afligido, comenzó a reflexionar sobre su vida y vio que había sido un tonto. Se acordó de las palabras de su padre y comenzó a decir:

-Ah, padre mío… Si yo hubiese escuchado tus consejos… Pero ahora es demasiado tarde.

Apesadumbrado, el joven levantó la vista y vio el establo. Con pasos lentos se dirigió hasta allá y entrando, vio la horca y la placa llenas de polvo y entonces pensó:

-Yo nunca seguí las palabras de mi padre, no pude alegrarle cuando estaba vivo, pero, al menos una vez, haré su voluntad. Voy a cumplir mi promesa. No me queda nada más.

Entonces, el subió los escalones y se colocó la cuerda en el cuello, y pensó: “Ah, si yo tuviese una nueva oportunidad” Entonces, se tiró desde lo alto de los escalones y por un instante, sintió que la cuerda apretaba su garganta… Era el fin. Pero el brazo de la horca era hueco y se quebró fácilmente y el joven cayó al piso. Sobre él cayeron joyas, esmeraldas, perlas, rubíes, zafiros y brillantes, muchos brillantes…

La horca estaba llena de piedras preciosas y una nota también cayó en medio de ellas. En ella estaba escrito: “Esta es tu nueva oportunidad. ¡Te amo mucho! Con amor, tu viejo padre”.

Dios es exactamente así con nosotros. Cuando nos arrepentimos, podemos ir hasta Él y siempre nos da una nueva oportunidad.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 2 DE SEPTIEMBRE



Los cinco minutos de María
Setiembre 2




Ruega a María antes de comenzar toda empresa, antes de realizar cualquier acción apostólica.

Ruégale que asegure el fruto de tu acción; no has hecho más que sembrar; si Dios no envía la lluvia y el sol, tu semilla quedará estéril.

Ruégale que repare tus errores y torpezas, que cambie tus desaciertos en gracias.

Virgen María, por ti la bendición del Padre ha brillado sobre los hombres. Haz de mí un auténtico testigo de Cristo.



* P. Alfonso Milagro 

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 2 DE SEPTIEMBRE 2017


Vigésimo primera Semana del Tiempo Ordinario - Año Impar
Sábado 2 de Septiembre


“ …al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene ”




Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 4, 9-11

Hermanos:
Acerca del amor fraterno no hace falta que os escriba, porque Dios mismo os ha enseñado a amaros los unos a los otros.
Como ya lo hacéis con todos los hermanos de Macedonia.
Hermanos, os exhortamos a seguir progresando: esforzaos por mantener la calma, ocupándoos de vuestros propios asuntos y trabajando con vuestras propias manos, como os lo tenemos mandado.



Salmo
Sal 97, 1. 7-8. 9 R. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.

Cantad al Señor un cántico nuevo, 
porque ha hecho maravillas: 
su diestra le ha dado la victoria, 
su santo brazo. R.

Retumbe el mar y cuanto contiene, 
la tierra y cuantos la habitan; 
aplaudan los ríos, aclamen los montes. R.

Al Señor, que llega para regir la tierra. 
Regirá el orbe con justicia 
y los pueblos con rectitud. R.


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 25, 14-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
-«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
"Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco."
Su señor le dijo:
"Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor."
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
"Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos."
Su señor le dijo:
"Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor. "
Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo:
"Señor, sabia que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo."
El señor le respondió:
"Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabias que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y rechinar de dientes."»


Reflexión del Evangelio de hoy
Esforzaos…trabajando con vuestras propias manos

El texto de la primera lectura nos presenta el primer escrito del Nuevo Testamento (año 51). Pablo evangeliza Tesalónica, junto a Silas, en su segundo viaje misionero. Sin embargo, tiene que huir precipitadamente a Atenas, dejando a medias la evangelización de la ciudad por la oposición que encuentra en los judíos (Hch 17,5-10). Esta comunidad queda con una formación cristiana deficiente, con dificultades en lo relativo al amor fraterno, y no tienen claro lo que respecta a la parusía del Señor (segunda venida del Señor) y a la resurrección de los muertos, lo que conlleva un mal planteamiento de la vida en relación al trabajo. Consideran que si el Señor va a venir pronto, ya no es necesario trabajar, ni ocuparse de los asuntos de la vida cotidiana. Ante la imposibilidad de Pablo de volver a la ciudad y completar la formación, decide escribir esta carta.

Precisamente el texto que nos presenta la liturgia de hoy es una exhortación al amor fraterno y al trabajo. Respecto al primero, Pablo afirma que Dios les ha enseñado a amarse los unos a los otros, pero han de seguir progresando en ese camino. El amor es una tarea permanente que no puede descuidarse. Exige continuamente poner en juego todo lo que somos y tenemos, puesto que es el primer testimonio, es signo y preludio de la fraternidad universal del Reino.

En relación al trabajo, como hemos visto, los tesalonicenses, en la espera inmediata de la venida del Señor, han decidido que ya no es necesario trabajar. En este contexto, Pablo, anima a vivir el trabajo como forma de honestidad: “el que no trabaja que no coma” (2 Ts 3,10). Vivir del propio trabajo dignifica al ser humano y a la vez constituye el empeño por construir un mundo mejor, más justo, más humano, más fraterno. No podemos olvidar que todas las dimensiones del ser humano han de ser leídas y vividas a la luz de la Buena Noticia del Reino, también el trabajo. Esto nos lleva a preguntarnos: ¿cómo vivo mi actividad laboral: ¿es sólo un medio de vida? ¿Lo vivo como una forma de construir un mundo más humano?¿Comparto con otros el trabajo, como un bien escaso que es?

Siervo negligente y holgazán
El texto del evangelio de hoy pertenece al discurso escatológico de Jesús (24,3-25,46). Nuestra parábola está en la línea de otras anteriores, en que se invita a vigilar atenta y responsablemente, mientras se espera la segunda venida del Señor. Tiene tres partes:

a) El Señor se marcha y entrega a cada siervo una cantidad (14-15)

En la ausencia del Señor era posible que éste repartiera una serie de bienes a sus empleados para que negociaran con ellos. Hay que subrayar que al distribuir los talentos, no se da a todos lo mismo sino a cada uno según “su capacidad” (v. 15). Con ello se indica que nadie se ve exigido por encima de sus posibilidades Dios no nos pide lo que no podemos dar.

b) Descripción de lo que hace cada uno en su ausencia(16-18)

A continuación el texto indica que los dos primeros “inmediatamente se ponen a negociar (ergázomai)” (vv.16-17). Este verbo en el evangelio mateano tiene el matiz de trabajar por Cristo (Mt 7,23). Ambos obtienen el doble de lo recibido; en cambio, el último, lo esconde en tierra (v. 18), lo que llevara al relato a centrarse en él.

c) El dueño vuelve y pide cuentas (19-30)

A la vuelta del Señor se presentan uno a uno para rendirle cuentas. Para los dos primeros se repítela misma fórmula: “Siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor (vv. 19-21; 22-23). Hay que señalar que el dueño no remarca el dinero obtenido, sino el haber hecho fructificar al máximo lo recibido. Contrasta el tercero (vv.24-30), quien devuelve intacto el talento.

Este siervo no ha hecho nada censurable, sólo ha cumplido con su deber: no ha robado a su amo, ni ha perdido la propiedad que se le había confiado y por supuesto, la restituye intacta. A pesar de todo, el amo le reprende duramente: “siervo negligente y holgazán”. El Señor le amonesta porque se ha limitado a conservar; no ha puesto en juego el espíritu de iniciativa, ni ha arriesgado nada. La parábola critica a aquellos que sabiéndose discípulos de Jesús, no son capaces de ir más allá de lo establecido y lo mandado, no asumen correr riesgos, poniendo su inteligencia, iniciativa y creatividad al servicio del Reino. Éste exige todas nuestras capacidades y habilidades para que pueda desplegar en nosotros y nuestros hermanos, su fuerza humanizadora. La parábola constituye un despertador a la responsabilidad personal en esta tarea ¿Soy consciente de los talentos recibidos sin compararme con los de nadie? ¿Soy capaz de correr riesgos y poner toda mi creatividad e inteligencia al servicio del proyecto de Jesús?


Hna. Mariela Martínez Higueras O.P.
Congregación de Santo Domingo

12 RAZONES POR LAS QUE LA BIBLIA ES UN LUGAR DE ENCUENTRO CON JESÚS


12 razones por las que la Biblia es un lugar de encuentro con Jesús
No es un libro pasado de moda


Por: Sebastián Campos | Fuente: Catholic-link.com 




Familiarizarnos con la Biblia es tremendamente importante para los que hacemos apostolado, pero no solo porque tengamos que usarla como un recurso para preparar nuestras actividades o encontrar lindos versículos que darán nombre a nuestros encuentros o serán el lema inspirador de alguna de las actividades que realizamos, sino porque es Dios mismo hablándonos de su amor quien está entre esas líneas.

Cómo acercarse a ella, cómo usarla en la oración y cómo profundizar en su estudio, no siempre es cosa fácil, por eso hemos querido compartir contigo esta galería en donde buscamos motivarte a su lectura pero sobre todo a que puedas abrir tu corazón para recibir a Dios que habita en su Palabra.

1. No es solo información... Dios nos habla a través de ella

Si te has dado el tiempo de mirar programas en esos canales que dan documentales, seguro has visto cosas tituladas algo así como: "los misterios de la Biblia" o los "secretos de la Biblia". Aunque puede que los tenga, es mejor idea mirar a la Biblia como un texto escrito por amor, para acompañar a la humanidad de parte de Dios, no para contarnos hechos históricos y con la intención de tener un lenguaje oculto e indescifrable.

Si quieres información, para eso están los libros de historia, y de hecho hay muchos y muy buenos.


2. No la veas solo como un instrumento apologético

Seguro te ha pasado que intentas defender la fe desde la Palabra de Dios y para eso te preparas, marcas los textos controversiales, buscas argumentos dentro de la misma Biblia para contra argumentar los que te dan.

Claro que la Biblia contiene todo lo necesario para defenderse por sí misma, está llena de verdad y si la estudiamos seriamente, vamos a encontrar elementos para defender nuestra fe, pero es mejor que te acerques a ella no solo para buscar buenas e ingeniosas respuestas para un debate, sino para encontrar la voz de Dios, tan necesaria para nuestras vidas.

3. Está escrita en clave de amor

No te quedes solo con los acontecimientos históricamente bélicos en donde una nación se ponía en guerra contra la otra. Tampoco te quedes con los castigos de parte de Dios para aquellos que no hicieron su voluntad.

Jesús nos ha venido a explicar las escrituras con su propia vida. La Palabra de Dios fue escrita para decirnos que Él nos ama y nos quiere a su lado. Quizás el lenguaje no siempre nos ayuda tanto a comprender esa idea, pero con el corazón abierto y acercándote a ella con ternura, encontrás pasajes como:"Con cuerdas de ternura, con lazos de amor los agraria; fui para ellos como quien alza a un niño hasta sus mejillas o se inclina hasta él para darle de comer" (Oseas 11, 4).

4. Se lee como una carta de amor, no como un libro de historia

Si te ha tocado recibir una carta escrita a mano por quien amas, esas que se escribe uno cuando el amor de la juventud te hace explotar de pasión; seguro que la leías con una actitud diferente a como leías el periódico.

Muchos de los acontecimientos que se relatan en la Biblia no son históricos, sino que están escritos en un lenguaje metafórico para darnos a entender una idea.

Muchas de las historias que aparecen ahí tienen como objetivo tocar nuestros corazones para que nos acerquemos a Dios y el Papa Benedicto XVI lo tiene muy claro cuando nos dice que:"en primer lugar, es preciso leer la Biblia no como un libro histórico o literario cualquiera, por importantes, hermosos o relevantes que sean sus contenidos y su autor. La Biblia hay que leerla como Palabra de Dios, es decir, entablando una conversación con Dios, que me habla y me llama a través de su Palabra. Hay que llamar a esta puerta, como afirmaba San Agustín, "he llamado a la puerta de la Palabra para encontrar finalmente lo que el Señor me quiere decir", con alma orante, con espíritu humilde, con disposición del corazón, con apertura de la mente".

5. Es el relato más apasionante de la historia... por eso lo contamos a todo el mundo

Imagina nada más que Dios se pone a crear todo por amor. Luego desarrolla un plan magistral, en donde el único objetivo es que a aquellos a los que creó para que fueran libres, libremente regresen a él y descubran porqué han sido creados. Todo eso, explicado a través de un pueblo escogido, matizado con incontables prodigios y asombrosos sucesos. Y de final para el infarto, el mismo Dios baja a la tierra para decirnos que nos ama y nos quiere de regreso. Y además la historia no se queda corta de signos milagrosos, prodigios y cosas solo dignas de Dios. ¿Acaso no te apasiona una historia así?.

Por eso, porque es una buena noticia, los cristianos amamos la Palabra de Dios.

6. Su estudio sí o sí debe ser espiritual, no solo teórico

Es importante estudiarla y conocerla, pues nuestra fe tiene sus cimientos en ella, pero el que sea estudiada teóricamente no le quita lo espiritual. La Lectio Divina es una metodología que a muchos ayuda a poder acercarse a la Biblia de forma orante y sencilla.

Son 4 pasos: Lectura, Meditación, Oración y Contemplación y te compartimos el sitio web "Lectionautas" en donde hay mucha información sobre como realizarla, hay muchas ayudas y Lectio Divina hechas para ayudarnos a entrar en el método.

Así como este método, hay muchos más, pero la CELAM (Conferencia Latinoamericana de Obispos) nos propone esta.

7. No es un conjunto de buenas frases

Gracias a las populares tarjetas del tipo "pan de la Palabra" o "pan de vida", algunos han tomado el hábito de acercarse a la Biblia solo como una buena frase para poner bajo una foto en nuestras redes sociales, aunque algunos más "espirituales" lo toman una especie de predicción sobre el futuro o como una instrucción de parte de Dios para aplicarla en la vida.

De hecho hay quienes abren la Biblia azarosamente esperando encontrar alguna respuesta arbitrariamente poniendo el dedo sobre el primer versículo que ven.

Dios nos quiere hablar a través de su Palabra, pero no quiere que la usemos al azar. Imagina como sería que hoy Dios te muestre el siguiente versículo:

"Entonces Judas, arrojando en el templo las monedas, se retiró, luego fue y se ahorcó" (Mateo 27, 5).

¿Qué haces después de ese versículo? Mejor nos acercamos a ella sin el azar ni con versículos aislados. Si deseas saber que quiere decirte Dios hoy, revisa el Evangelio del Día, que son las lecturas que se utilizan en misa hoy en todo el mundo.

8. Familiarízate con ella... es para ti

Cuenta un relato que dos Obispos iban sentados en un avión de viaje a una reunión. Uno de ellos tenía una Biblia espectacular, bordes dorados, las tapas de cuero con motivos en relieve, una edición de verdad de lujo y muy bien cuidada, se notaba que para él era un tesoro. El otro tenía una Biblia Latinoamericana, muy a mal traer, con las hojas todas dobladas en las esquinas, las tapas con un poco de cinta adhesiva para mantenerlas en su lugar; estaba llena de marcadores, subrayada, con papeles saliendo de ella por todas partes... Realmente era lo que podemos llamar: "una Biblia de combate". El de la Biblia de lujo, mirando con desprecio y sorpresa le dice: "Monseñor, ¿Cómo puede tratar así a la Sagrada Bíblia, acaso no le da vergüenza?" A lo que el otro responde: "Vergüenza me daría usar la Biblia como un adorno, seguro cuando el Señor inspiró a los autores, lo hizo para que la leyéramos, eso es lo que hago a diario y muchas veces."

¿Cómo está tu Biblia? ¿Es sólo un adorno en el velador o su lectura forma parte de tu vida?

9. El vicio de los que hacemos apostolado: usarla como una herramienta

Aquellos que hacemos apostolado, como tú y como yo, sin darnos cuenta, en ocasiones caemos en un hábito que, aunque no está mal, tampoco está para nada bien: tomamos la Biblia solo cuando tenemos que preparar algo, la usamos como una herramienta para nuestro apostolado y nada más.

Nos pasa sin querer, pero al estar sumergidos en muchas actividades pastorales, estamos siempre con la Biblia en la mochila, toda marcada y subrayada, pero todo lo que tenemos destacado son los textos que vamos a usar en nuestra próxima charla o reflexión en nuestra comunidad y de lo que menos hay, son aquellos textos en los que Dios nos ha hablado al corazón en nuestra oración íntima.

La Palabra de Dios también es para nosotros, no solo para que se la expliquemos a aquellos a quienes servimos. Léela también para ti.

10. Debemos intepretarla con ayuda

Es buena idea acercarse a ella con todas las ganas posibles, pero al mismo tiempo con prudencia, pues su interpretación no siempre es cosa fácil. De hecho el que sea interpretada de forma arbitraria, es lo que condice a errores en la fe.

El Papa Benedicto XVI, un experto en asuntos relacionados a la Biblia nos dice que:

"La Sagrada Escritura nos introduce en la comunión con la familia de Dios. Por ello, no se puede leer a ráfagas y a ventoleras. No basta con una lectura individual, menos aún con una búsqueda y sensibilidad fundamentalista. Hay que dejarse ayudar por los grandes maestros de la Palabra de Dios que tienen experiencia de la fe, que han penetrado en el sentido de la Sagrada Escritura, y por los miembros de nuestras propias comunidades. Por supuesto, que es precisa una lectura personal de la Biblia. Pero lectura personal no significa hacerlo fuera de la comunión de la Iglesia".

11. Es una buena idea recordar que fue escrita por hombres en un contexto

Lo primero es que no debes olvidar que lo que nosotros leemos son "traducciones de la Biblia", habiendo unas más fieles que otras, por lo tanto, aunque el mensaje es el mismo, el lenguaje puede cambiar. Por eso es bueno tener más de una traducción e ir comparando. Considerando que es una traducción, es importante saber de qué lengua se tradujo y así comprender un poco del contexto en que fue escrita. Muchos libros fueron escritos en hebrero, otros tantos en griego, algunos en arameo.

Comprendiendo eso, es más fácil acercarse a aquellos pasajes que hablan del rol de la mujer o del culto y celebraciones religiosas. Todo lo que está escrito, aunque inspirado por Dios, también está bajo las costumbres y cultura de la época, por lo tanto averiguar sobre ese contexto, es importante para no equivocarse en la interpretación.

12. Recuerda siempre el mensaje principal que contiene: Dios te ama

Sobre la Biblia, hay una cosa que no debes olvidar nunca: el tema principal de toda la Sagrada Escritura es que Dios te ama, te quiere a su lado, hace todo lo posible porque experimentes ese amor y luego, tu misma salgas a contarle a todo el mundo sobre cómo tu corazón es renovado por su misericordia.

Te invitamos a que guardes en tu corazón esta declaración de amor de parte de Dios para ti: "Y es que tú vales mucho para mi, eres valioso y yo te amo" (Isaías 43, 4a).

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 1 DE SEPTIEMBRE


Los cinco minutos de María
Setiembre 1



María mediadora es el canal de la gracia y de las gracias que han de obrar en los hombres la renovación de la fe y de la vida cristiana y es a la vez el camino que ha de conducirlas a Jesús con la mayor facilidad y el menor riesgo.

María lleva en pos de sí los corazones de los pueblos, que, cuanto más marianos son, más cristianos se sienten, y cuanto más cristianamente viven, más se acercan a María.

Virgen María, verdaderamente bendita, que cambiaste en bendi
ción la maldición que pesaba sobre Eva, enséñanos a bendecir los dones de la vida.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ FIN DE SEMANA






jueves, 31 de agosto de 2017

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES

La imagen puede contener: 10 personas, personas sonriendo, personas de pie e interior
Oblatos de San José - Lima, Perú




ORACIÓN POR LOS SACERDOTES



"Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño,
te rogamos que por el inmenso amor y misericordia
de Tu Sagrado Corazón,
atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes.
Te pedimos que retomes en Tu Corazón
todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino,
que enciendas de nuevo el deseo de santidad
en los corazones de aquellos sacerdotes
que han caído en la tibieza,
y que continúes otorgando a tus sacerdotes fervientes
el deseo de una mayor santidad.
Unidos a tu Corazón y el Corazón de María,
te pedimos que envíes esta petición a Tu Padre celestial
en la unidad del Espíritu Santo. Amén."

EL PODER DE LA HUMILDAD


El poder de la humildad



Afirma santo Tomás que Cristo nos recomendó por encima de todo la humildad, porque con ella se anula el principal impedimento para nuestra santificación. Todas las demás virtudes derivan de ella su valor. Sólo a ella le concede Dios sus dones, y los retira cuando ella desaparece. La dignidad y grandeza del hombre es don de Dios; su miseria, fruto de su corazón extraviado.

El abad san Macario, marchaba un día, desde la represa hacia su celda llevando hojas de palmera, cuando se encontró de pronto con el diablo. El espíritu tenebroso quiso impresionarlo con una hoz que llevaba en su mano, pero le fue imposible. Entonces le dijo: —¿Qué fuerza emana de ti, Macario, que soy impotente contra ti? Todo lo que tú haces, yo lo hago también: tú ayunas y yo no como nada; tú velas y yo no duermo. Pero, me aventajas en un punto. Macario le preguntó cuál era. Él le dijo: —Tu humildad. Por su causa yo no puedo nada contra ti.

Escribió santa Faustina Kowalska: “A un alma humilde Dios no niega nada; ella influye en el destino del mundo entero; Dios la eleva hasta su trono y cuanto más ella se humilla tanto más Dios se inclina hacia ella, la persigue con sus gracias y la acompaña en cada momento con su poder. Tal alma está unida a Dios de modo más profundo”. Aprecia los actos de humildad.


* Enviado por el P. Natalio
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