domingo, 4 de junio de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 4 DE JUNIO 2017 - PENTECOSTÉS


Pentecostés – Ciclo A
Domingo 4 de Junio de 2017

“El Espíritu nos pone en marcha“



Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2,1-11:

Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse.
Residían entonces en Jerusalén judíos devotos venidos de todos los pueblos que hay bajo el cielo. Al oírse este ruido, acudió la multitud y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Estaban todos estupefactos y admirados, diciendo:
«¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos, elamitas y habitantes de Mesopotamia, de Judea y Capadocia, del Ponto y Asia, de Frigia y Panfilia, de Egipto y de la zona de Libia que limita con Cirene; hay ciudadanos romanos forasteros, tanto judíos como prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las grandezas de Dios en nuestra propia lengua».

Palabra de Dios    

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Salmo

Salmo Responsorial: 103,1ab.24ac.29bc-30.31.34

R/. Envía tu Espíritu, Señor,
y repuebla la faz de la tierra

Bendice, alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas. R/.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu espíritu, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra. R/.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras;
que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor. R/.

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Segunda lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12,3b-7.12-13:

Hermanos:
Nadie puede decir: «Jesús es Señor», sino por el Espíritu Santo.
Y hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común.
Pues, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

Palabra de Dios

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Secuencia

Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequia, sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.

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Lectura del santo Evangelio según san Juan 20,19-23:

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Palabra del Señor

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS!!!


Hoy es Pentecostés, Solemnidad del Espíritu Santo y nacimiento de la Iglesia


 (ACI).- Hoy se celebra la Solemnidad de Pentecostés, que conmemora la Venida del Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles, cincuenta días después de la Resurrección de Jesucristo.

El capítulo dos del libro de los Hechos de los Apóstoles describe que “de repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo”.


San Juan Pablo II al reflexionar sobre este acontecimiento en su encíclica "Dominum et Vivificantem" señaló que “el Concilio Vaticano II habla del nacimiento de la Iglesia el día de Pentecostés. Tal acontecimiento constituye la manifestación definitiva de lo que se había realizado en el mismo Cenáculo el domingo de Pascua”.

“Cristo resucitado vino y ‘trajo’ a los apóstoles el Espíritu Santo. Se lo dio diciendo: ‘Recibid el Espíritu Santo’. Lo que había sucedido entonces en el interior del Cenáculo, ‘estando las puertas cerradas’, más tarde, el día de Pentecostés es manifestado también al exterior, ante los hombres”.

Posteriormente, el Papa de la familia cita el documento conciliar “Lumen Gentium”, en el que se resalta que “el Espíritu habita en la Iglesia y en el corazón de los fieles como en un templo (cf. 1 Co 3,16; 6,19), y en ellos ora y da testimonio de su adopción como hijos (cf. Ga 4,6; Rm 8,15-16 y 26). Guía la Iglesia a toda la verdad (cf. Jn 16, 13), la unifica en comunión y ministerio, la provee y gobierna con diversos dones jerárquicos y carismáticos y la embellece con sus frutos (cf. Ef 4,11-12; 1 Co 12,4; Ga5,22)”.

LOS SÍMBOLOS DEL ESPÍRITU SANTO


Símbolos del Espíritu Santo



Al Espíritu Santo se le representa de diferentes formas:

Agua: El simbolismo del agua es significativo de la acción del Espíritu Santo en el Bautismo, ya que el agua se convierte en el signo sacramental del nuevo nacimiento.

Unción: Simboliza la fuerza. La unción con el óleo es sinónima del Espíritu Santo. En el sacramento de la Confirmación se unge al confirmado para prepararlo a ser testigo de Cristo.

Fuego: Simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu.

Nube y luz: Símbolos inseparables en las manifestaciones del Espíritu Santo. Así desciende sobre la Virgen María para "cubrirla con su sombra". En el Monte Tabor, en la Transfiguración, el día de la Ascensión; aparece una sombra y una nube.

Sello: Es un símbolo cercano al de la unción. Indica el carácter indeleble de la unción del Espíritu en los sacramentos y hablan de la consagración del cristiano.

La Mano: Mediante la imposición de manos los Apóstoles y ahora los Obispos, trasmiten el "don del Espíritu".

La Paloma: En el Bautismo de Jesús, el Espíritu Santo aparece en forma de paloma y se posa sobre Él.

IMÁGENES DE JUNIO, MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
















sábado, 3 de junio de 2017

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 3 DE JUNIO DEL 2017


Amarte por ser Tú
San Juan 21, 20-25. VII Sábado de Pascua


Por: H. Iván Yoed González, L.C. | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Dios te salve, María. Tú eres llena de gracia. El Señor está contigo. Eres bendita. Bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, madre mía y madre de Dios. Ruega por mí. Ruega por mis hermanos y mis hermanas. Ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.


Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 21, 20-25
En aquel tiempo, Jesús dijo a Pedro: "Sígueme". Pedro, volviendo la cara, vio que iba detrás de ellos el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había reclinado sobre su pecho y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va a traicionar?". Al verlo, Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ¿qué va a pasar con éste?". Jesús le respondió: "Si yo quiero que éste permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué? Tú, sígueme".
Por eso comenzó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no habría de morir. Pero Jesús no dijo que no moriría, sino: 'Si Yo quiero que permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿a ti qué?'.
Este es el discípulo que atestigua estas cosas y las ha puesto por escrito, y estamos ciertos de que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús y creo que, si se relataran una por una, no cabrían en todo el mundo los libros que se escribieran.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Me gusta compararme con los demás. No sé, experimento como un tipo de oscura satisfacción en la certeza de saber que soy mejor en algo, no importa lo que sea. De verdad, tantas veces alimento la falsa convicción de que mi valor proviene de lo que pueda yo añadir a mi persona. Adornos, adornos, adornos: los hay en material y en espiritual. Llámense riquezas o virtudes.
Pero ¿no los he perdido tantas veces? Un día creo haber alcanzado una virtud, otro día la pierdo. Un día alcanzo un logro, otro día me frustro. En ocasiones he estado convencido de que no sirvo para nada, o que me he equivocado de camino. Y pienso, "si tan sólo tuviera las oportunidades que ya dejé detrás de mí" De verdad que no existe nada más triste que el permanecer en un error por la tristeza de haberlo cometido. ¡Y, sin embargo, para Dios las cosas son tan distintas!…
No son mis virtudes, ni mis talentos, ni mis logros, ni siquiera mi nombre "bonito" o "feo", ni mi apariencia "agradable" o no. No son mi modo de hablar, ni mi modo de vestir, ni mis ocupaciones, ni siquiera mis más profundos pensamientos. Nada, nada de eso es por lo que Dios me quiere. Desde luego que, con cada una de esas cosas, con cada instante, a decir verdad, puedo agradar a Dios. Pero no  poreso  Dios me quiere.
No ha preocuparme mi entrega, mi virtud, mi santidad, mi avance, mi retroceso, nada ha de preocuparme de cara a los demás. No he de compararme preguntándote: "Señor, ¿qué va a pasar con éste?". No. Amarte incondicionalmente, ése es mi deseo. Mis inclinaciones y mi competitividad, quizá nadie me las quitará. Quizá nadie logrará quitarme aquella vanidad que a veces me parece ser la única motivación de mi vida. Pero sí que quiero que mi corazón, aun contra la corriente de mí mismo, se dirija sólo a Ti. Porque quiero amarte como Tú me amas. Ésa es la gracia que hoy te pido.
Tú me amas por ser yo. Yo te amo por ser Tú.
"Sin embargo, ser sanado allí convirtió a Pedro en un Pastor misericordioso, en una piedra sólida sobre la cual siempre se puede edificar, porque es piedra débil que ha sido sanada, no piedra que en su contundencia lleva a tropezar al más débil. Pedro es el discípulo a quien más corrige el Señor en el Evangelio. El más "apaleado". Lo corrige constantemente, hasta aquel último: "A ti qué te importa, tú sígueme a mí". La tradición dice que se le aparece de nuevo cuando Pedro está huyendo de Roma. El signo de Pedro crucificado cabeza abajo, es quizás el más elocuente de este receptáculo de una cabeza dura que, para ser misericordiada, se pone hacia abajo incluso al estar dando el testimonio supremo de amor a su Señor."
(Meditación de S.S. Francisco,  2 de junio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
En la noche de hoy me tomaré unos minutos para mirar mi día y ver si mi corazón buscó, sobre todo, agradar a Dios con lo que hice.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

JUNIO, MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 3

Junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús
Una reflexión para cada día del mes de junio.



Corazón amantísimo de Jesús digno de todo amor y de toda mi adoración; movido por el deseo de reparar y de lavar las ofensas graves y numerosas hechas contra ti, y para evitar que yo mismo me manche de la culpa de la ingratitud,  te ofrezco y te consagro enteramente mi corazón, mis afectos, mi trabajo y todo mi ser.

Por cuanto son pobres mis méritos, ¡oh Jesús!, te ofrezco mis oraciones, mis actos de penitencia, de humildad, de obediencia y de las demás virtudes que practicaré hoy y durante mi vida entera hasta el último suspiro.

Propongo hacer todo por tu gloria, por tu amor y para consolar a tu Corazón. Te suplico aceptes mi humilde ofrecimiento por las manos purísimas de tu Madre y Madre mía María.

Dispón de mí y de mis cosas, Señor, según el beneplácito de tu Corazón. Amén.

P. León Dehón




Día 3: La corona de espinas

Si observas al Corazón de Jesús, pruebas un sentimiento de pena. Es coronado de espinas, mana sangre, es traspasado su Corazón. Es el símbolo de la vida de Jesús. Nacido en medio de sufrimientos, abraza al dolor, abraza una cruz, la lleva al Calvario, muere crucificado.

Jesús valora el dolor y crea una escuela: "Quien quiera venir en pos de mí, tome su cruz" (Mt.16,24). Es una frase un poco amarga, un poco triste, pero es así. El dolor cristiano está para purificar, para santificar las almas.

La cruz que Él te da es aquella que es buena para ti. Trata de tener devoción a tu cruz; ámala, como la amaron los Santos, como la amó Jesús.




OCHO CLAVES PARA COMPRENDER PENTECOSTÉS


8 claves para comprender Pentecostés



 (ACI).- Este domingo la Iglesia celebra la Fiesta de Pentecostés, día en que se cumplió la promesa de Cristo a los apóstoles, de que el Padre enviaría al Espíritu Santo para guiarlos en la misión evangelizadora. Para comprender más de esta fecha, aquí presentamos 8 claves:

1) ¿Qué significa el nombre Pentecostés?

Proviene de la palabra griega que significa "quincuagésimo" (pentecoste). La razón es que Pentecostés es el quincuagésimo día (en griego, pentecoste hemera) después del Domingo de Pascua (en el calendario cristiano).

Este nombre se empezó a usar en el período tardío del Antiguo Testamento y fue heredado por los autores del Nuevo Testamento.

2) ¿Qué otros nombres tiene esta festividad?

La fiesta de las semanas

La fiesta de la cosecha

El día de los primeros frutos

Hoy en día en los círculos judíos se le conoce como Shavu`ot (en hebreo, "semanas"). Además, se le conoce con diferentes nombres en varios idiomas.

En los países de habla inglesa también se le ha conocido como "Whitsunday" (Domingo Blanco), nombre que se deriva probablemente de las prendas blancas de los recién bautizados.

3. ¿Qué clase de fiesta fue Pentecostés en el Antiguo Testamento?

Fue un festival para la cosecha y significaba que esta estaba llegando a su fin. Deuteronomio 16 dice:

“Luego contarás siete semanas; las contarás desde el día en que comiences a cortar el trigo. Entonces celebrarás la fiesta de las Siete Semanas a Yahvé, tu Dios, haciéndole ofrendas voluntarias según lo que hayas cosechado por la gracia de Yahvé, tu Dios”. (Dt. 16:9-10)

4. ¿Qué representa Pentecostés en el Nuevo Testamento?

Representa el cumplimiento de la promesa de Cristo al final del Evangelio de San Lucas:

“Les dijo: ‘Todo esto estaba escrito: los padecimientos del Mesías y su resurrección de entre los muertos al tercer día. Luego debe proclamarse en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados, comenzando por Jerusalén, y yendo después a todas las naciones, invitándolas a que se conviertan. Ustedes son testigos de todo esto. Ahora yo voy a enviar sobre ustedes lo que mi Padre prometió. Permanezcan, pues, en la ciudad hasta que sean revestidos de la fuerza que viene de arriba’”. (Lc. 24:46-49)

5. ¿Cómo es simbolizado el Espíritu Santo en los eventos del día de Pentecostés?

Hechos 2 recuerda:

“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la casa donde estaban, y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresaran”.

Este pasaje contiene dos símbolos del Espíritu Santo y su actividad: el viento y el fuego.

El viento es un símbolo básico del Espíritu Santo; la palabra griega que significa "Espíritu" (Pneuma) también significa "viento" y "aliento". Aunque el término usado para "viento" en este pasaje es pnoe (un término relacionado con pneuma), al lector se le da a entender la conexión entre el viento fuerte y el Espíritu Santo.

En relación al símbolo del fuego el Catecismo señala:

Mientras que el agua significaba el nacimiento y la fecundidad de la vida dada en el Espíritu Santo, el fuego simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu Santo. El profeta Elías que “surgió […] como el fuego y cuya palabra abrasaba como antorcha” (Si 48, 1), con su oración, atrajo el fuego del cielo sobre el sacrificio del monte Carmelo (cf. 1 R 18, 38-39), figura del fuego del Espíritu Santo que transforma lo que toca. Juan Bautista, “que precede al Señor con el espíritu y el poder de Elías” (Lc 1, 17), anuncia a Cristo como el que “bautizará en el Espíritu Santo y el fuego” (Lc 3, 16), Espíritu del cual Jesús dirá: “He venido a traer fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviese encendido!” (Lc 12, 49). En forma de lenguas “como de fuego” se posó el Espíritu Santo sobre los discípulos la mañana de Pentecostés y los llenó de él (Hch 2, 3-4). La tradición espiritual conservará este simbolismo del fuego como uno de los más expresivos de la acción del Espíritu Santo (cf. San Juan de la Cruz, Llama de amor viva). “No extingáis el Espíritu” (1 Ts 5, 19). (CIC 696)

6. ¿Hay una conexión entre las "lenguas" de fuego y el hablar en otras "lenguas" en este pasaje?

Sí. En ambos casos la palabra griega para "lenguas" es la misma (glossai), y el lector está destinado a entender la conexión.

La palabra "lengua" se utiliza para significar tanto una “llama (fuego)” como “lenguaje”.

Las "lenguas como de fuego" que se distribuyen y se almacenan sobre los discípulos, provocan que empiecen a hablar milagrosamente en "otras lenguas" (es decir, los idiomas)

Ese es el resultado de la acción del Espíritu Santo, representado por el fuego.

7. ¿Quién es el Espíritu Santo?

Según el Catecismo de la Iglesia Católica, el Espíritu Santo es la "Tercera Persona de la Santísima Trinidad". Es decir, habiendo un sólo Dios, existen en Él tres personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esta verdad ha sido revelada por Jesús en su Evangelio.

El Espíritu Santo coopera con el Padre y el Hijo desde el comienzo de la historia hasta su consumación, pero es en los últimos tiempos, inaugurados con la Encarnación, cuando el Espíritu se revela y nos es dado, cuando es reconocido y acogido como persona. El Señor Jesús nos lo presenta y se refiere a Él no como una potencia impersonal, sino como una Persona diferente, con un obrar propio y un carácter personal.

8. ¿Qué significa la fiesta de Pentecostés para nosotros?

La solemnidad de Pentecostés es una de las más importantes en el calendario de la Iglesia y contiene una rica profundidad de significado. De esta forma lo resumió Benedicto XVI el 27 de mayo del 2012:

“Esta solemnidad nos hace recordar y revivir la efusión del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y los demás discípulos, reunidos en oración con la Virgen María en el Cenáculo (cf. Hch 2, 1-11). Jesús, después de resucitar y subir al cielo, envía a la Iglesia su Espíritu para que cada cristiano pueda participar en su misma vida divina y se convierta en su testigo en el mundo. El Espíritu Santo, irrumpiendo en la historia, derrota su aridez, abre los corazones a la esperanza, estimula y favorece en nosotros la maduración interior en la relación con Dios y con el prójimo”.



Traducido por y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en National Catholic Register.

EL ESPÍRITU SANTO CONVIERTE HOMBRES TEMEROSOS EN VALIENTES CRISTIANOS, PAPA FRANCISCO


El Espíritu Santo convierte hombres temerosos en valientes cristianos, asegura el Papa
Por Eduardo Berdejo





VATICANO, 03 Jun. 17 / 01:28 pm (ACI).- Durante la Vigilia Ecuménica de Pentecostés, el Papa Francisco aseguró que “la obra del Espíritu Santo transforma hombres cerrados a causa del miedo en valientes testigos de Jesús”, como hizo por ejemplo con el apóstol Pedro, quien había negado tres veces a Cristo.

El Santo Padre presidió la vigilia en el Circo Máximo de Roma y en la que participaron más de 30 mil personas, la gran mayoría miembros de la Renovación Carismática Católica Mundial que este 2017 celebra su 50° aniversario de fundación.

Las celebraciones por el Jubileo de Oro de la Renovación Carismática se iniciaron en la Santa Sede el 31 de mayo con simposios, visitas a los centros de oración, entre otras actividades, y culminarán mañana con la Misa de Pentecostés que presidirá el Pontífice.

Ante los miles de fieles y miembros de otras confesiones cristianas, el Santo Padre recordó el pasaje de los Hechos de los Apóstoles que narra la llegada del Espíritu Santo al cenáculo, donde estaban reunidos los discípulos de Jesús. “Hoy estamos aquí como en un cenáculo pero a cielo abierto porque no tenemos miedo. A cielo abierto, con el corazón abierto a la promesa del Padre. Todos reunidos, todos aquellos que profesamos que Jesús es el Señor”, afirmó.

El Pontífice recordó que la misión de los discípulos de Jesús es anunciar la Buena Nueva del Evangelio a todos los pueblos y que la paz es posible. Esto, afirmó, “es posible si estamos en paz entre nosotros” los cristianos, pero no lo será si “acentuamos las  diferencias y estamos en guerra entre nosotros”.

El Papa señaló que “es obvio que tenemos diferencias, pero deseamos ser una diversidad reconciliada”. En ese sentido, recordó que la Renovación Carismática Católica, a la que llamó “una corriente de gracia del Espíritu”, “nació ecuménica porque el Espíritu Santo es el que crea la unidad”.

En ese sentido, el Santo Padre señaló que se escogió el Circo Máximo para celebrar la Vigilia de Pentecostés “porque aquí durante las persecuciones fueron martirizados muchos cristianos, por la diversión de aquellos que estaban mirando”.

“Hoy existen más mártires que ayer. Aquellos que matan a los cristianos, no les preguntan si eres ortodoxo, católico, evangélico, luterano o calvinista. No. ‘Tú eres cristiano’ y enseguida lo degollan. Y esto es el ecumenismo de la sangre”, expresó.

Francisco dijo que “hoy es más urgente que antes la unidad de los cristianos. Unidos pero por obra del Espíritu Santo (…), y juntos tratar de explicar las diferencias, pero en camino” porque el Espíritu necesita el camino.

Jubileo de Oro de la Renovación Carismática

En su meditación, el Papa Francisco también se refirió a los 50 años de la fundación de la Renovación Carismática Católica.

El Pontífice indicó que cuando una persona llega a los 50 años las fuerzas empiezan a decaer. Sin embargo, señaló que también “es un momento de la vida para reflexionar. Es el momento de la reflexión, la mitad de la vida, y yo les diría es el momento para ir adelante con más fuerza (…), agradeciendo por lo recibido y enfrentando lo nuevo con confianza en la acción del Espíritu Santo”.

El Pontífice recordó que la Iglesia nace en Pentecostés. “El Espíritu Santo, la promesa del Padre anunciada por Jesucristo es quien hace la Iglesia, la esposa del Apocalipsis. Una única esposa”, afirmó.

Asimismo, alentó a la Renovación Carismática Católica a ser “un lugar privilegiado para transitar el camino hacia la unidad”. “Esta corriente de gracia es para toda la Iglesia, no solo para algunos, y ninguno de nosotros es el patrón y todos los demás servidores. Todos somos siervos, todos somos servidores de esta corriente de gracia”, señaló.

Francisco también destacó “el poder de la oración de alabanza”. “Puede ser que este modo de orar no le guste a algunos, pero es cierto que se inserta plenamente en la tradición bíblica”, afirmó.

El Papa indicó que el cristiano vive en su corazón el gozo del anuncio de la Buena Nueva, pero advirtió que una alabanza profunda sin servicio a los demás “no basta”.

“Les deseo un momento de reflexión, de memoria de los orígenes, para dejar atrás todas las cosas añadidas por el propio yo y transformarlas en una escucha de la acción del Espíritu Santo que sopla donde quiere y como quiere”, invitó Francisco.

Previo a la vigilia, los miles de peregrinos venidos de 127 países recibieron el saludo de Michelle Moran, presidenta de los Servicios de la Renovación Carismática Católica Internacional (ICCRS por sus siglas en inglés); y de Gilberto Barbosa, presidente de la Fraternidad Católica.

Asimismo, escucharon cuatro testimonios sobre la vocación, la familia, la curación y la evangelización; así como la meditación del P. Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia.

En la Vigilia de Pentecostés también estuvieron presentes líderes evangélicos qué durante la mañana fueron recibidos en audiencia por el Papa Francisco.

CINCO COSAS QUE DEBEMOS SABER SOBRE EL ESPÍRITU SANTO


5 cosas que todo católico debe saber sobre el Espíritu Santo




(ACI).- Pentecostés es el día en que los cristianos recuerdan cuando Jesús, después de su Ascensión al cielo, envió al Espíritu Santo a sus discípulos. Posteriormente los apóstoles salieron a las calles de Jerusalén y comenzaron a predicar el Evangelio, y "los que acogieron su Palabra fueron bautizados. Aquel día se les unieron unas 3.000 almas." (Hechos 2:41)

En la siguiente nota se presentan algunos puntos para entender quién es el Espíritu Santo.


1) El Espíritu Santo es una persona

El Espíritu Santo no es una "cosa" o un "qué", el Espíritu Santo es un "Él" y un "quién". Él es la tercera persona de la Santísima Trinidad, aunque pueda parecer más misterioso que el Padre y el Hijo, es tan persona como ellos.


2) Es completamente Dios

Que el Espíritu Santo sea la "tercera persona de la Trinidad" no significa que sea inferior que el Padre o el Hijo. Las tres personas, incluyendo el Espíritu Santo, son totalmente Dios y “tienen una sola divinidad, gloria igual y coeterna majestad”, como dice el Credo de Atanasio.

3) Siempre ha existido, incluso en los tiempos del Antiguo Testamento

Aunque aprendemos la mayoría de cosas sobre Dios-Espíritu Santo (así como de Dios-Hijo) en el Nuevo Testamento, Éste siempre ha existido. Dios existe eternamente en tres personas. Así que, cuando lea acerca de Dios en el Antiguo Testamento, recuerde que se trata de las tres personas de la Trinidad, entre ellos el Espíritu Santo.

4) En el Bautismo y la Confirmación se recibe el Espíritu Santo

El Espíritu Santo puede estar activo en el mundo de formas misteriosas y que no siempre se comprenden. Sin embargo, una persona recibe el Espíritu Santo de una manera especial por primera vez en el Bautismo (Hechos 2:38), y luego es fortalecido en sus dones en la Confirmación.


5) Los cristianos son templos del Espíritu Santo

Los cristianos tienen al Espíritu Santo que habita en ellos de una manera especial, y por lo tanto, existen graves consecuencias morales, como explica San Pablo:

“Huyan de las relaciones sexuales prohibidas. Cualquier otro pecado que alguien cometa queda fuera de su cuerpo, pero el que tiene esas relaciones sexuales peca contra su propio cuerpo ¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que han recibido de Dios y que está en ustedes? Ya no se pertenecen a sí mismos. Ustedes han sido comprados a un precio muy alto; procuren, pues, que sus cuerpos sirvan a la gloria de Dios”. (1 Cor 6:18-20)



Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en ChurchPop.

IMÁGENES DE PENTECOSTÉS





NARDOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 3


Nardo del 3 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, refugio del Niño Dios!

Meditación: En una Doncella latía un Pequeño que renovaría la tierra vacía, ya que en ella sembraría semillas para llenarla de Vida. Aquel pequeño Corazón era el Sol que con Su calor nos enseñaría lo que es el Amor, con Su Luz a no perdernos en la oscuridad, con Su Omnipotencia a aumentar nuestra Fe, con Su silencio el valor de hacernos pequeños y con Su Presencia la Única Senda, pues El es el Rey.

Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!

¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.

Florecilla: Comulguemos pidiéndole al Señor tener un corazón pequeño, y que sea El nuestro único sustento.

Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 3 DE JUNIO


Los cinco minutos de María
Junio 3



Durante veinte siglos, la Iglesia ha ido meditando como María, y con su ayuda, la palabra de Dios, el misterio de Cristo; parte integrante de este misterio es María y la misma Iglesia.

El encargo de Jesucristo -“He aquí a tu Madre”- lo ha cumplido la Iglesia, meditando sobre María como parte integrante del Misterio de Cristo y aun como personificación y punto culminante de la misma Iglesia.

Así dice el Concilio: “La Iglesia en la Beatísima Virgen ya llegó a la perfección… Por eso los fieles levantan sus ojos hacia María… como modelo de virtudes” (LG 65).

Santa María, reina de los ángeles, que tus hijos seamos los ángeles de la tierra.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ FIN DE SEMANA




viernes, 2 de junio de 2017

JUNIO, MES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DÍA 2

Junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús
Una reflexión para cada día del mes de junio.



Corazón amantísimo de Jesús digno de todo amor y de toda mi adoración; movido por el deseo de reparar y de lavar las ofensas graves y numerosas hechas contra ti, y para evitar que yo mismo me manche de la culpa de la ingratitud,  te ofrezco y te consagro enteramente mi corazón, mis afectos, mi trabajo y todo mi ser.

Por cuanto son pobres mis méritos, ¡oh Jesús!, te ofrezco mis oraciones, mis actos de penitencia, de humildad, de obediencia y de las demás virtudes que practicaré hoy y durante mi vida entera hasta el último suspiro.

Propongo hacer todo por tu gloria, por tu amor y para consolar a tu Corazón. Te suplico aceptes mi humilde ofrecimiento por las manos purísimas de tu Madre y Madre mía María.

Dispón de mí y de mis cosas, Señor, según el beneplácito de tu Corazón. Amén.

P. León Dehón



Día 2: Fuente de salvación


En cada página del evangelio, el Corazón de Jesús habla de la fe. Por la fe Jesús cura las almas, sana los cuerpos y resucita a los muertos. Cada uno de los milagros es el fruto de la fe; cada palabra suya es una incitación a la fe.

La fe es necesaria como el pan que comes, como el aire que respiras. Con la fe eres todo; sin la fe no eres nada. Con frecuencia nuestra fe es lánguida como una llama a punto de extinguirse. Cuando en los campos, en las casas, en las oficinas, en las tiendas, se mofan de tu fe ¿sientes el coraje de defenderla sin sonrojarte, sin respeto humano? Cuando las pasiones te asaltan ferozmente,  ¿Te acuerdas que con un acto de fe resultas invencible porque Dios combate por ti y contigo?


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