domingo, 23 de abril de 2017

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY DOMINGO 23 DE ABRIL 2017 - DIVINA MISERICORDIA


II Domingo de Pascua – Ciclo A
Domingo 23 de Abril de 2017





Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2,42-47:

Los hermanos perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones.
Todo el mundo estaba impresionado, y los apóstoles hacían muchos prodigios y signos. Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno.
Con perseverancia acudían a diario al templo con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón; alababan a Dios y eran bien vistos de todo el pueblo; y día tras día el Señor iba agregando a los que se iban salvando.

Palabra de Dios    

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Salmo
Salmo Responsorial: 117,2-4.13-15.22-24

R/. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia

Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
Diga la casa de Aarón:
eterna es su misericordia.
Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia. R/.

Empujaban y empujaban para derribarme,
pero el Señor me ayudó;
el Señor es mi fuerza y mi energía,
él es mi salvación.
Escuchad: hay cantos de victoria
en las tiendas de los justos. R/.

La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
Éste es el día que hizo el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo. R/.

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Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 1,3-9:

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor, Jesucristo, que, por su gran misericordia, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha regenerado para una esperanza viva; para una herencia incorruptible, intachable e inmarcesible, reservada en el cielo a vosotros, que, mediante la fe, estáis protegidos con la fuerza de Dios; para una salvación dispuesta a revelarse en el momento final.
Por ello os alegráis, aunque ahora sea preciso padecer un Poco en pruebas diversas; así la autenticidad de vuestra fe, má preciosa que el oro, que, aunque es perecedero, se aquilata a fuego, merecerá premio, gloria y honor en la revelación de Jesucristo; sin haberlo visto lo amáis y, sin contemplarlo todavía, creéis en él y así os alegráis con un gozo inefable y radiante, alcanzando así la meta de vuestra fe: la salvación de vuestras almas.

Palabra de Dios

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Lectura del santo Evangelio según san Juan 20, 19-31:

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:

«Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:

«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:

«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:

«Hemos visto al Señor».

Pero él les contestó:

«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:

«Paz a vosotros».

Luego dijo a Tomás:

«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».

Contestó Tomás:

«Señor mío y Dios mío!».

Jesús le dijo:

«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».

Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.

Palabra del Señor

FELIZ DOMINGO!!





sábado, 22 de abril de 2017

SAN JUAN PABLO II Y SANTA FAUSTINA SON TESTIMONIO DE LA DIVINA MISERICORDIA, DICE PAPA FRANCISCO


San Juan Pablo II y Santa Faustina son testimonio de la Divina Misericordia, dice el Papa
 Foto: L'Osservatore Romano / Santa Faustina Kowalska






 (ACI).- El Papa Francisco alentó a seguir el ejemplo del Papa San Juan Pablo II y de Santa Faustina Kowalska, a quienes se refirió como “luminosos testimonios” de la Divina Misericordia.

Así lo indicó el Santo Padre en su discurso a los miembros de la Fundación Juan Pablo II en la audiencia que les concedió el 21 de octubre de 2016 en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico del Vaticano.


Francisco afirmó que “el Año jubilar que estamos terminando nos permite reflexionar y meditar en la grandeza de la Divina Misericordia, en un tiempo en el que el hombre, en razón de los progresos en varios campos de la técnica y de la ciencia, tiende a sentirse autosuficiente, como si estuviese emancipado de toda autoridad superior, creyendo que todo depende de sí mismo”.

En vez de ello, continuó, “como cristianos somos conscientes que todo es don de Dios y que la verdadera riqueza no es el dinero, que nos puede hacer esclavos, sino el amor de Dios, que nos hace libres”.


“La finalidad de vuestra fundación –explicó el Papa– es sostener iniciativas de carácter educativo, cultural, religioso y caritativo, inspiradas en la figura de San Juan Pablo II, cuya memoria litúrgica celebraremos mañana”.

Tras recordar que la fundación ayuda a muchos jóvenes en sus estudios, sobre todo en Europa del este, el Santo Padre los alentó a seguir apoyando a la juventud “para que puedan afrontar los desafíos de la vida siempre animados por la sensibilidad evangélica y el espíritu de fe. Formar a la juventud es una inversión para el futuro: ¡Que a los jóvenes no les sea nunca robaba la esperanza del mañana!”

El Papa recordó su viaje a Polonia a finales de julio de 2016 para presidir la Jornada Mundial de la Juventud Cracovia “donde he experimentado la alegría de la fe”.

El Pontífice dijo asimismo que “la tierra polaca ha tenido dos grandes hijos en Santa Faustina Kowalska y San Juan Pablo II, ambos apóstoles de la Divina Misericordia” y recordó algunas palabras del Papa Wojtyla escritas en su encíclica encíclica Dives in misericordia:

“Jesús, sobre todo con su estilo de vida y con sus acciones, ha demostrado cómo en el mundo en que vivimos está presente el amor, el amor operante, el amor que se dirige al hombre y abraza todo lo que forma su humanidad. Este amor se hace notar particularmente en el contacto con el sufrimiento, la injusticia, la pobreza; en contacto con toda la «condición humana» histórica, que de distintos modos manifiesta la limitación y la fragilidad del hombre, bien sea física, bien sea moral”.


A continuación el Papa citó a Santa Faustina Kowalska, quien en su diario anotó la siguiente exhortación que le hizo el mismo Señor Jesús: “Hija mía, observa mi corazón misericordioso y reproduce en tu corazón y en tus acciones su piedad, de modo que tú misma, proclames en el mundo mi misericordia inflamándola”.

El Papa Francisco concluyó animando a que “estas palabras y sobre todo los ejemplos de vida de estos dos luminosos testimonios inspiren siempre vuestro generoso esfuerzo”.

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 22 DE ABRIL DEL 2017




Todos estamos llamados a dejarnos amar.


San Marcos 16, 9-15. Sábado de Octava de Pascua


Por: H. Balam Loza, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
"Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento anuncia las obras de sus manos" (Salmo 19). Al ver tu mano en el mundo, al ver la belleza de un atardecer, al contemplar desde lo alto la majestuosidad de las montañas y al darme cuenta del gran misterio de Dios que se hace hombre y se queda en un trozo pan, tan frágil y al mismo tiempo tan grande, caigo de rodillas a tus pies y te alabo. ¡Qué grande ha sido tu amor para con el hombre! Señor, te pido que me des la gracia de estar aquí, delante de Ti, con el respeto y la veneración que le debo a mi Dios y a mi Señor. Al mismo tiempo te pido que me ayudes a abrirte las puertas de mi corazón como se le abren a un amigo, es más, al mejor amigo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 16, 9-15
Habiendo resucitado al amanecer del primer día de la semana, Jesús se apareció primero a María Magdalena, de la que había arrojado siete demonios. Ella fue a llevar la noticia a los discípulos, los cuales estaban llorando, agobiados por la tristeza; pero cuando la oyeron decir que estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron.
Después de esto, se apareció en otra forma a dos discípulos, que iban de camino hacia una aldea. También ellos fueron a anunciarlo a los demás; pero tampoco a ellos les creyeron.
Por último se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no les habían creído a los que lo habían visto resucitado. Jesús les dijo entonces: "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
¿Quién es digno de ser discípulo de Cristo y mensajero de la Buena Nueva? ¿Quién es el predilecto de Jesús? El consentido de Jesús y su mensajero es cada uno. Todos estamos llamados a dejarnos amar por Jesús, pues Él quiere tocar nuestra miseria y nuestra debilidad para que nos demos cuenta que para Él eso no es importante. No importa el pecado que podamos llevar con nosotros, no importan las tristezas que nos puedan abatir. Lo importante es dejar que Cristo las sane, pues es Él el médico que viene a demostrarnos que no hay nada imposible para Él.
En el Evangelio de hoy vemos algo que sin duda nos puede llenar de esperanza. A la primera persona a la que Jesús se aparece resucitado es a María Magdalena de la que había sacado siete demonios. Y es a ella a quien manda en primer lugar para anunciar su resurrección, para llevar su alegría y su testimonio a los que lloraban. Pero no le creyeron porque su tristeza era profunda y pensaban que no había salida, que todo había acabado. Y tuvo que venir otro mensajero y después otro, pero sólo hasta que Jesús se les apareció creyeron y su tristeza se convirtió en gozo.
¿Qué no dice a nosotros esto? Dos cosas. La primera es la necesidad de encontrarnos con Cristo, de dejar que entre en nuestros corazones y nos transforme porque sólo así podremos ser sus apóstoles y llevar la alegría al mundo de hoy, que tanto necesita de un mensaje de esperanza. La segunda cosa es que nosotros somos esos mensajeros que preparamos el camino, no somos los que convertimos a las personas o quienes damos alegría. Somos una chispa, en medio de la oscuridad, que prepara los corazones para el encuentro con Cristo. Somos los que dejamos desconcertados y demostramos que un cambio es posible, pero sólo Cristo, en el encuentro personal, es capaz de dar a los corazones lo que necesitan.
Nosotros anunciamos la resurrección de Cristo cuando su luz ilumina los momentos más oscuros de nuestra existencia y podemos compartirla con los otros; cuando sabemos sonreír con quien sonríe y llorar con quien llora; cuando caminamos junto a quien está triste y corre el riesgo de perder la esperanza; cuando contamos nuestra experiencia de fe a quien está buscando el sentido y la felicidad. Con nuestra actitud, con nuestro testimonio, con nuestra vida, decimos: ¡Jesús ha resucitado! Lo decimos con todo el alma.
(Homilía de S.S. Francisco, 7 de abril de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, Jesús, voy a llevar en el rostro una sonrisa y me esforzaré por ser amable con los demás. Además aprovechare esta semana para acercarme al sacramento de la reconciliación para hacer la experiencia personal de tu amor que supera cualquier pecado.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.9

SANTA MARÍA VIRGEN, 22 DE ABRIL


Hoy 22 de abril se celebra a Santa María Virgen, Madre de la Compañía de Jesús


 (ACI).- Desde el 22 de abril de 1541 se celebra cada año la fiesta de la Madre de la Compañía de Jesús, día en que los primeros jesuitas hicieron los votos solemnes ante la imagen de Santa María Virgen en la basílica romana de San Pablo de Extramuros.

San Ignacio narró toda la experiencia: “Cuando llegamos a San Pablo los seis nos confesamos, unos a otros. Se decidió que Íñigo dijese misa en la iglesia, y que los otros recibiesen el Santísimo Sacramento de sus manos, haciendo sus votos de la siguiente forma: Ignacio diciendo misa y justo antes de la comunión, sosteniendo un papel con la fórmula de los votos, se volvió hacia sus compañeros que estaban arrodillados, y pronunció las palabras de los votos”.


“Después de decirlas, comulgó recibiendo el Cuerpo de Cristo. Cuando terminó de consumir colocó las cinco hostias consagradas en la patena y se volvió hacia sus compañeros. Cada uno tomó el texto de los votos en su mano y dijo en voz alta las palabras. Cuando el primero terminó, recibió el Cuerpo de Cristo. Luego, por turnos, los demás hicieron lo mismo. La misa tuvo lugar en el altar de la Virgen, en el que estaba reservado el Santísimo Sacramento”.

“Cuando acabó la misa, después de orar ante los otros altares, regresaron al altar mayor, donde todos se acercaron a Íñigo. Le dieron un abrazo y el beso de la paz, con mucha devoción, sentimiento y lágrimas; así finalizaron la ceremonia de los votos y el dieron comienzo a su vocación”.

El 27 de septiembre de 1540, unos meses antes de que San Ignacio de Loyola junto a cinco compañeros (Salmerón, Laínez, Broet, Jay y Codure) hicieran los votos de pobreza, castidad y obediencia, el Papa Paulo III aprobó la Fórmula de la Compañía de Jesús y concedió licencia para hacer sus Constituciones.

FELIZ FIN DE SEMANA!!


viernes, 21 de abril de 2017

UN MILAGRO EUCARÍSTICO OCURRIÓ HACE CASI TRES SIGLOS

Un milagro eucarístico ocurrió hace casi tres siglos
Las hostias que se conservan milagrosamente desde hace siglos


Por: n/a | Fuente: GaudiumPress.org 



Entre los cientos de milagros Eucarísticos que han ocurrido a lo largo de la historia hay uno que llama la atención: el ocurrido en Siena en el año 1730, luego de que unos ladrones robaran 351 formas consagradas.

El hecho ocurrió el 14 de agosto de ese año en la Basílica de San Francisco de la ciudad italiana. De acuerdo con las memorias un tal Macchi, quien es citado por el sitio web miracolieucaristici.org, del Siervo de Dios Carlo Acutis, luego de tres días, es decir, el 17 de agosto, todas las 351 hostias fueron halladas intactas, y de manera milagrosa, al interior de una caja de limosnas en el Santuario de Santa María en Provegnano.

Fue tan significativo el hallazgo que todo el pueblo se congregó para celebrar el milagro que Dios había permitido. Las formas fueron de inmediato portadas de nuevo a la Basílica de San Francisco en una solemne procesión en la que se dio fe de la gracia otorgada desde el cielo.

Pero el verdadero acontecimiento llegó con el paso de los años, pues se observó que las hostias no habían sufrido ninguna alteración, como suele ocurrir naturalmente con el tiempo.

Así lo corroboró Fray Carlo Vipera, Superior General de la Orden Franciscana, el 14 de abril de 1780, quien decidió consumir una de las hostias y vio como ella permanecía fresca e incorrupta. Fue él quien ordenó que las 230 que quedaban -ya que las otras ya habían sido distribuidas para la comunión-, se guardasen en un nuevo sagrario, como testimonio del milagro.

Tratando de darle una explicación al fenómeno, en 1789 el entonces Arzobispo de Siena, Mons. Tiberio Borghese, pidió guardar por diez años algunas formas no consagradas en una caja de lata, que fue sellada. Al pasar la década, la comisión científica encargada de abrirla encontró gusanos y fragmentos podridos de las mismas.

Años después las hostias consagradas fueron examinadas de manera minuciosa y con instrumentos variados. Investigaciones que dieron siempre las mismas conclusiones: "Las sagradas Partículas se encuentran aún frescas, intactas, físicamente incorruptas, químicamente puras y no presentan ningún principio de corrupción", tal como se destaca en miracolieucaristici.org.

Entre los numerosos estudios practicados, llamó la atención el que realizó en 1914 Siro Grimaldi, profesor de la Universidad de Siena y director del Laboratorio Químico Municipal, con la autorización del Papa San Pío X. El investigador constató con gran asombro que la conservación singular de las hostias "constituyen un fenómeno singular, palpitante de actualidad que invierte las leyes naturales de la conservación de la materia orgánica (...) Es extraño, sorprendente, es anormal: las leyes de la naturaleza se han invertido, el vidrio se ha convertido en la sede de hongos, el pan ázimo, en cambio, ha sido más refractario que el cristal (...) Es un hecho único consagrado en los anales de la ciencia", según quedó escrito en el informe de la indagación.

San Juan Pablo II, en su visita pastoral a Siena el 14 de septiembre de 1980, fue testigo ocular del fenómeno. Al estar en devota oración frente a las hostias exclamó: "¡Es la Presencia!".

Varias son las festividades que se viven en Siena en torno a las sagradas hostias, entre ellas, la solemnidad de Corpus Christi, el septiembre Eucarístico, la adoración Eucarística los 17 de cada mes, la ofrenda de los niños que hacen la Primera Comunión, y el recuerdo de la recuperación de las formas cada 17 de agosto.

En verano las sagradas hostias son veneradas en la capilla Piccolomini, y en invierno en la capilla Martinozzi.

Fuentes de la información: miracolieucaristici.org y Aleteia.
Artículo originalmente publicado en es.gaudiumpress.org
Se autoriza su publicación desde que cite la fuente.

CREO EN LA DIVINA MISERICORDIA


Creo en la misericordia divina
Una devoción orientada a descubrir, agradecer y celebrar la infinita misericordia de Dios revelada en Jesucristo.


Por: P. Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net 




Los católicos acogemos un conjunto de verdades que nos vienen de Dios. Esas verdades han quedado condensadas en el Credo. Gracias al Credo hacemos presentes, cada domingo y en muchas otras ocasiones, los contenidos más importantes de nuestra fe cristiana.

Podríamos pensar que cada vez que recitamos el Credo estamos diciendo también una especie de frase oculta, compuesta por cinco palabras: "Creo en la misericordia divina". No se trata aquí de añadir una nueva frase a un Credo que ya tiene muchos siglos de historia, sino de valorar aún más la centralidad del perdón de Dios, de la misericordia divina, como parte de nuestra fe.

Dios es Amor, como nos recuerda san Juan (1Jn 4,8 y 4,16). Por amor creó el universo; por amor suscitó la vida; por amor ha permitido la existencia del hombre; por amor hoy me permite soñar y reír, suspirar y rezar, trabajar y tener un momento de descanso.

El amor, sin embargo, tropezó con el gran misterio del pecado. Un pecado que penetró en el mundo y que fue acompañado por el drama de la muerte (Rm 5,12). Desde entonces, la historia humana quedó herida por dolores casi infinitos: guerras e injusticias, hambres y violaciones, abusos de niños y esclavitud, infidelidades matrimoniales y desprecio a los ancianos, explotación de los obreros y asesinatos masivos por motivos raciales o ideológicos.

Una historia teñida de sangre, de pecado. Una historia que también es (mejor, que es sobre todo) el campo de la acción de un Dios que es capaz de superar el mal con la misericordia, el pecado con el perdón, la caída con la gracia, el fango con la limpieza, la sangre con el vino de bodas.

Sólo Dios puede devolver la dignidad a quienes tienen las manos y el corazón manchados por infinitas miserias, simplemente porque ama, porque su amor es más fuerte que el pecado.

Dios eligió por amor a un pueblo, Israel, como señal de su deseo de salvación universal, movido por una misericordia infinita. Envió profetas y señales de esperanza. Repitió una y otra vez que la misericordia era más fuerte que el pecado. Permitió que en la Cruz de Cristo el mal fuese derrotado, que fuese devuelto al hombre arrepentido el don de la amistad con el Padre de las misericordias.

Descubrimos así que Dios es misericordioso, capaz de olvidar el pecado, de arrojarlo lejos. "Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es su amor para quienes le temen; tan lejos como está el oriente del ocaso aleja Él de nosotros nuestras rebeldías" (Sal 103,11-12).

La experiencia del perdón levanta al hombre herido, limpia sus heridas con aceite y vino, lo monta en su cabalgadura, lo conduce para ser curado en un mesón. Como enseñaban los Santos Padres, Jesús es el buen samaritano que toma sobre sí a la humanidad entera; que me recoge a mí, cuando estoy tirado en el camino, herido por mis faltas, para curarme, para traerme a casa.

Enseñar y predicar la misericordia divina ha sido uno de los legados que nos dejó San Juan Pablo II. Especialmente en la encíclica Dives in misericordia (Dios rico en misericordia), donde explicó la relación que existe entre el pecado y la grandeza del perdón divino: "Precisamente porque existe el pecado en el mundo, al que Dios amó tanto... que le dio su Hijo unigénito, Dios, que es amor, no puede revelarse de otro modo si no es como misericordia. Esta corresponde no sólo con la verdad más profunda de ese amor que es Dios, sino también con la verdad interior del hombre y del mundo que es su patria temporal" (Dives in misericordia n. 13).

Además, san Juan Pablo II quiso divulgar la devoción a la divina misericordia que fue manifestada a santa Faustina Kowalska. Una devoción que está completamente orientada a descubrir, agradecer y celebrar la infinita misericordia de Dios revelada en Jesucristo. Reconocer ese amor, reconocer esa misericordia, abre el paso al cambio más profundo de cualquier corazón humano, al arrepentimiento sincero, a la confianza en ese Dios que vence el mal (siempre limitado y contingente) con la fuerza del bien y del amor omnipotente.

Creo en la misericordia divina, en el Dios que perdona y que rescata, que desciende a nuestro lado y nos purifica profundamente. Creo en el Dios que nos recuerda su amor: "Era yo, yo mismo el que tenía que limpiar tus rebeldías por amor de mí y no recordar tus pecados" (Is 43,25). Creo en el Dios que dijo en la cruz "Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen" (Lc 23,34), y que celebra un banquete infinito cada vez que un hijo vuelve, arrepentido, a casa (Lc 15). Creo en el Dios que, a pesar de la dureza de los hombres, a pesar de los errores de algunos bautizados, sigue presente en su Iglesia, ofrece sin cansarse su perdón, levanta a los caídos, perdona los pecados.

Creo en la misericordia divina, y doy gracias a Dios, porque es eterno su amor (Sal 106,1), porque nos ha regenerado y salvado, porque ha alejado de nosotros el pecado, porque podemos llamarnos, y ser, hijos (1Jn 3,1).

A ese Dios misericordioso le digo, desde lo más profundo de mi corazón, que sea siempre alabado y bendecido, que camine siempre a nuestro lado, que venza con su amor nuestro pecado. "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo quien, por su gran misericordia, mediante la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha reengendrado a una esperanza viva, a una herencia incorruptible, inmaculada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, a quienes el poder de Dios, por medio de la fe, protege para la salvación, dispuesta ya a ser revelada en el último momento" (1Pe 1,3-5).

17 COSAS QUE JESÚS REVELÓ A SANTA FAUSTINA ACERCA DE LA DIVINA MISERICORDIA


17 cosas que Jesús reveló a Santa Faustina acerca de la Divina Misericordia
Crédito: Alexey Gotovskiy (ACI Prensa)






 (ACI).- Desde 1931 Santa Faustina Kowalska recibió mensajes de Jesús que luego escribió en un diario de más de 600 páginas dirigido a un mundo que necesitaba y continúa necesitado de la Misericordia de Dios.

¿Es posible no escuchar lo que Jesús dijo a través de Santa Faustina acerca de su misericordia y cuál debe ser la respuesta del hombre? Benedicto XVI dijo en una ocasión “Es un mensaje realmente central para nuestro tiempo: la misericordia como la fuerza de Dios, como el límite divino contra el mal del mundo”.


En ese sentido el National Catholic Register presenta 17 cosas que Jesús reveló a Santa Faustina Kowalska sobre la Divina Misericordia en distintas partes de los 6 cuadernos de sus revelaciones privadas. Todos los cuadernos fueron compilados en un solo Diario que contiene 1828 numerales.

1. La Fiesta de la Misericordia será un refugio para todas las almas

“Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio para todas las almas y especialmente para los pobres pecadores. En ese día se abren las profundidades de mi misericordia. Yo derramo un océano entero de gracias sobre aquellas almas que se acercan a la fuente de Mi misericordia. El alma que irá a la Confesión y recibirá la Sagrada Comunión obtendrá el perdón completo de los pecados y el castigo. Ese día todas las compuertas divinas a través de las cuales la gracia fluye se abren. Que nadie tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como el escarlata”. (Diario, 699)

2. No existirá paz sino a través de la misericordia de Dios

“La humanidad no tendrá paz hasta que se vuelva con confianza a Mi Misericordia”. (Diario, 300)

3. Cuando el mundo reconozca la misericordia Dios será señal de los últimos tiempos

“Que toda la humanidad reconozca Mi misericordia insondable. Es una señal para los tiempos finales. Después vendrá el día de la justicia”. (Diario, 848)

4. La justicia de Dios es inminente cuando su misericordia es rechazada

“El que se niega a pasar por la puerta de mi misericordia debe pasar por la puerta de mi justicia...” (Diario 1146)

5. La Fiesta de la Misericordia podrá ser la última oportunidad para que muchos se salven

“Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi misericordia. Si no adoran Mi misericordia, morirán para siempre”. (Diario, 965)

6. Que Dios es el mejor de todos los Padres

“Mi Corazón desborda con gran misericordia para las almas, y especialmente para los pobres pecadores. Si solo pudieran entender que yo soy el mejor de los Padres para ellos y que para ellos es que la Sangre y el Agua fluyeron de Mi Corazón como de una fuente llena de misericordia”. (Diario 367)

7. El primer domingo después de Pascua se celebrará la Fiesta de la Misericordia

“Estos rayos protegen las almas de la ira de Mi Padre. Bienaventurado el que habitará en su refugio, porque la mano justa de Dios no lo tomará. Deseo que el primer domingo después de Pascua sea la Fiesta de la Misericordia”. (Diario, 299)

8. Dios quiere que todos se salven

“Hija mía, escribe que cuanto mayor es la miseria de un alma, mayor es su derecho a mi misericordia; (Exhorta) a todas las almas a confiar en el abismo insondable de Mi misericordia, porque quiero salvar a todos”. (Diario, 1182)

9. Los más pecadores tienen más derecho a la misericordia de Dios

“Cuanto mayor es el pecador, mayor es el derecho que tiene a mi misericordia. Mi misericordia se confirma en toda obra de Mis manos. El que confía en mi misericordia no perecerá, porque todos sus asuntos son míos y sus enemigos serán destrozados en la base de mi escabel”. (Diario 723)

10. La confianza en la misericordia de Dios de los más grandes pecadores debe ser total

“(Que) los grandes pecadores confíen en mi misericordia. Tienen derecho ante otros a confiar en el abismo de Mi misericordia. Hija mía, escribe acerca de Mi misericordia hacia las almas atormentadas. Las almas que hacen un llamado a Mi misericordia me deleitan. A tales almas les doy aún más gracias de las que piden. No puedo castigar ni aun al más grande pecador si hace un llamado a Mi compasión, pero al contrario lo justifico en Mi insondable e inescrutable misericordia”. (Diario, 1146)

11. Dios ofrece perdón completo a quien se confiese y comulgue en la fiesta de la misericordia

“Quiero conceder un perdón completo a las almas que irán a la Confesión y recibirán la Santa Comunión en la Fiesta de Mi misericordia”. (Diario, 1109)

12. No debe existir miedo de acercarse a la misericordia de Dios

“Que el alma débil y pecaminosa no tenga miedo de acercarse a Mí, ya que aunque tuviera más pecados que grano de arena en el mundo, todos se ahogaran en las profundidades inconmensurables de Mi misericordia”. (Diario, 1059)

13. La misericordia de Dios debe ser adorada y la imagen venerada

“Exijo la adoración de Mi misericordia a través de la solemne celebración de la Fiesta y de la veneración de la imagen que está pintada. Por medio de esta imagen concederé muchas gracias a las almas. Es para ser un recordatorio de las exigencias de Mi misericordia, porque incluso la fe más fuerte es inútil sin obras”. (Diario, 742)

14. Las almas recibirán gracias que no podrán contener e irradiarán a otras

“Di a todas las personas, hija Mía, que yo soy el Amor y la Misericordia. Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la lleno de tal abundancia de gracias que no puede contenerlas dentro de sí, sino que las irradia a otras almas”. (Diario, 1074)

15. La imagen de la Divina Misericordia es fuente de numerosas gracias

“Ofrezco a la gente un vaso con el cual deben seguir viniendo por gracias a la fuente de la misericordia. Ese barco es esta imagen con la firma: ‘Jesús, yo confío en Ti’”. (Diario, 327)

16. Al venerar la imagen se recibe la protección de Dios en la vida y sobre todo en la muerte

“Prometo que el alma que venerará esta imagen no perecerá. También prometo la victoria sobre sus enemigos ya aquí en la tierra, especialmente a la hora de la muerte. Yo lo defenderé como Mi propia gloria”. (Diario, 48)

17. Los que propagan esta devoción serán protegidos toda su vida por Dios

“A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa (protege) a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juez sino Salvador misericordioso. En esa última hora, un alma no tiene nada con que defenderse excepto mi misericordia. Feliz es el alma que durante su vida se sumergió en la Fuente de la Misericordia, porque la justicia no la tendrá”. (Diario, 1075).

SABÍAS QUE PUEDES OBTENER UNA INDULGENCIA PLENARIA EL DOMINGO DE LA MISERICORDIA?


¿Sabías que puedes obtener una indulgencia plenaria el Domingo de la Misericordia?



 (ACI).- Durante las apariciones del Señor de la Divina Misericordia a Santa Faustina, Cristo aseguró varias gracias a los que se acercaran a su misericordia.

San Juan Pablo II, más adelante, instituyó oficialmente la indulgencia plenaria para esta fiesta.


“Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores… El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas… Que ningún alma tema acercarse a mí, aunque sus pecados sean como escarlata”, dijo el Señor en una promesa que hizo a Santa Faustina Kowalska en una de las apariciones místicas que le concedió.

En el 2002, esta promesa de Cristo se hizo “oficial” en la Iglesia cuando, por mandato de San Juan Pablo II, la Santa Sede publicó el “decreto sobre las indulgencias recibidas en la Fiesta de la Divina Misericordia”, un don que también puede alcanzar a los enfermos y los navegantes en altamar.

En el segundo Domingo de Pascua, que este año se celebra el 23 de abril, se concede la indulgencia plenaria, con las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) al fiel que participe en actos de piedad realizados en honor de la Misericordia divina.

“O al menos rece, en presencia del Santísimo Sacramento de la Eucaristía, públicamente expuesto o conservado en el Sagrario, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo, ‘Jesús misericordioso, confío en ti’)”, dice el texto del decreto.

Asimismo se concede indulgencia parcial “al fiel que, al menos con corazón contrito, eleve al Señor Jesús misericordioso una de las invocaciones piadosas legítimamente aprobadas”.

También los enfermos y las personas que los asisten, los navegantes, los afectados por la guerra, las vicisitudes políticas o la inclemencia de los lugares “y todos los que por justa causa no pueden abandonar su casa o desempeñan una actividad impostergable en beneficio de la comunidad, podrán conseguir la indulgencia plenaria”.

Esto siempre y cuando, con total rechazo de cualquier pecado y con la intención de cumplir, en cuanto sea posible, las tres condiciones habituales recen “frente a una piadosa imagen de nuestro Señor Jesús misericordioso, el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una invocación piadosa al Señor Jesús misericordioso”.

Asimismo, si ni siquiera se pudiera hacer lo antes descrito, podrán obtener la indulgencia plenaria “los que se unan con la intención a los que realizan del modo ordinario la obra prescrita para la indulgencia y ofrecen a Dios misericordioso una oración y a la vez los sufrimientos de su enfermedad y las molestias de su vida, teniendo también ellos el propósito de cumplir, en cuanto les sea posible, las tres condiciones prescritas para lucrar la indulgencia plenaria”.

Jesucristo también prometió a Santa Faustina que cuando se rece la Coronilla de la Divina Misericordia junto a los moribundos se pondrá “entre el Padre y el alma agonizante no como el Juez justo sino como el Salvador misericordioso”.

10 COSAS SOBRE EL DOMINGO DE MISERICORDIA


10 cosas que debes saber sobre el Domingo de la Divina Misericordia



(ACI).- La Iglesia está cerca de la celebración del segundo Domingo de Pascua o Domingo de la Divina de la Misericordia. ¿Qué es y por qué es tan importante este día para los católicos? Estas son 10 cosas que debes saber al respecto:

1. El Domingo de la Misericordia se basa en revelaciones privadas

Esta celebración se lleva a cabo en el segundo Domingo de Pascua. Se basa en las revelaciones privadas de Santa Faustina Kowalska, religiosa polaca que recibió mensajes de Jesús sobre su Divina Misericordia en el pueblo de Plock, Polonia.

2. Forma parte del calendario de la Iglesia por acción de San Juan Pablo II

En el año 2000 el Papa Juan Pablo II canonizó a Santa Faustina y durante la ceremonia declaró: “así pues, es importante que acojamos íntegramente el mensaje que nos transmite la palabra de Dios en este segundo domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el nombre de ‘Domingo de la Divina Misericordia’”. (Homilía, 30 de Abril, 2000)

3. Esta revelación privada tiene efectos válidos en la liturgia

En su comentario teológico sobre el mensaje de Fátima, el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, ahora Papa Emérito Benedicto XVI, escribió: “podemos añadir que a menudo las revelaciones privadas provienen sobre todo de la piedad popular y se apoyan en ella, le dan nuevos impulsos y abren para ella nuevas formas. Eso no excluye que tengan efectos incluso sobre la liturgia, como por ejemplo muestran las fiestas del Corpus Domini y del Sagrado Corazón de Jesús”.

4. La Iglesia invita a celebrar la Divina Misericordia de varias formas

Entre otras cosas, ofrece una indulgencia plenaria: “para hacer que los fieles vivan con intensa piedad esta celebración, el mismo Sumo Pontífice (Juan Pablo II) ha establecido que el citado domingo se enriquezca con la indulgencia plenaria para que los fieles reciban con más abundancia el don de la consolación del Espíritu Santo y cultiven así una creciente caridad hacia Dios y hacia el prójimo, y una vez obtenido de Dios el perdón de sus pecados, ellos a su vez perdonen generosamente a sus hermanos”. [Decreto de la Penitenciaría Apostólica del 2002]


5. La imagen de la Divina Misericordia fue revelada por Jesús mismo

Esta imagen le fue revelada a Santa Faustina en 1931 y Jesús mismo le pidió que se pintara. Luego el Señor le explicaría su significado y lo que los fieles alcanzarán con ella.

En la mayoría de versiones Jesús se muestra levantando su mano derecha en señal de bendición, y apuntando con su mano izquierda sobre su pecho fluyen dos rayos: uno rojo y otro blanco.

“El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas (…). Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos” (Diario, 299). Toda la imagen es un símbolo de la caridad, el perdón y el amor de Dios, conocida como la "Fuente de la Misericordia".

6. Esta devoción cuenta con oraciones particulares

La Coronilla es un conjunto de oraciones utilizadas como parte de la devoción a la Divina Misericordia.

Se suele rezar a las 3:00 pm (el momento de la muerte de Jesús) utilizando las cuentas del Santo Rosario, pero con un conjunto diferente de oraciones. Puede acceder a la Coronilla en el siguiente enlace.

7. La Divina Misericordia está vinculada al Evangelio del segundo Domingo de Pascua

La imagen de la Divina Misericordia representa a Jesús en el momento en que se aparece a los discípulos en el Cenáculo –tras la resurrección–, cuando se les da el poder de perdonar o retener los pecados.

Este momento está registrado en Juan 20: 19-31, que es la lectura del Evangelio de este domingo.

La lectura se coloca en ese día porque incluye la aparición de Jesús al apóstol Tomás (en la que Jesús lo invita a tocar sus llagas). Este evento ocurrió en el octavo día después de la Resurrección (Juan 20:26) y por ello se utiliza en la liturgia ocho días después de la Pascua.

8. Los sacerdotes tienen un empoderamiento especial para administrar la Divina Misericordia

En Juan 20, 21-23 dice: “Jesús les dijo otra vez: ‘La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío’. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos’”.


9. La confesión es la acción de la Divina Misericordia hasta el fin de los tiempos

Jesús capacitó a los apóstoles (y sus sucesores en el ministerio) con el Espíritu Santo para perdonar o retener (no perdonar) los pecados.

Debido a que están facultados con el Espíritu de Dios para hacer esto, su administración del perdón es eficaz: realmente elimina el pecado en lugar de ser solo un símbolo de perdón.


10. En las revelaciones privadas Jesús le da suma importancia a su Segunda Venida

Jesús promete regresar en gloria a juzgar al mundo en el amor, como claramente lo dice en su discurso del Reino en los capítulos 13 y 25 de San Mateo.

Solo en el contexto de una revelación pública como es enseñado por el Magisterio de la Iglesia se puede situar las palabras de la revelación privada dada a Sor Faustina:

“Prepararás al mundo para Mí última venida”. (Diario 429)

“Habla al mundo de mi Misericordia….Es señal de los últimos tiempos después de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo que recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia”. (Diario 848)

“Habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día terrible, el día de Mi justicia”. (Diario 965)

“Estoy prolongándoles el tiempo de la misericordia, pero ay de ellos si no reconocen este tiempo de Mi visita”. (Diario 1160)

“Antes del Día de la justicia envío el día de la misericordia”. (Diario 1588)

“Quien no quiera pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia”. (Diario 1146)



Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en National Catholic Register.
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