martes, 5 de enero de 2016

CONFÍO Y NO TEMO


Confío y no temo



“Descarguen en el Señor todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes”. Si lees y meditas la Biblia, encontrarás esta exhortación y otras semejantes. Te ayudarán a fortalecer tu confianza en Dios que te ofrece refugio “a la sombra de sus alas mientras vienen calamidades” de cualquier clase y magnitud. “No temas, contigo estoy. Yo te amo”, te asegura Dios.

Ya no temo, Señor, la tristeza, ya no temo, Señor, la soledad;
porque eres, Señor, mi alegría tengo siempre tu amistad.
Ya no temo, Señor, a la noche, ya no temo, Señor, la oscuridad;
porque brilla tu luz en las sombras ya no hay noche, tú eres luz.
Ya no temo, Señor, los abismos, ya no temo, Señor, la inmensidad;
porque eres, Señor, el camino y la vida, la verdad. 

Está alerta porque vendrán tentaciones de cobardía, desanimación y desesperanza. El enemigo entrará en tu imaginación para levantar en el aire castillos de dificultades insuperables. Déjale a Jesús el cuidado de todas tus cosas y verás que todo te irá mejor. Abandónate en él y todo se resolverá con tranquilidad según sus designios. La confianza en el Señor es la clave.


* Enviado por el P. Natalio

TARJETAS DE SALUDOS DE FELIZ DÍA DE REYES














ASÍ FUERON LAS ÚLTIMAS HORAS DE LOS MÁRTIRES CLARETIANOS ASESINADOS EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA


Así fueron últimas horas de mártires claretianos asesinados en la Guerra Civil Española
Por Blanca Ruiz



 (ACI/EWTN Noticias).- En la localidad de Barbastro, Huesca (España) se encuentra el Museo de los Mártires Claretianos. Un lugar donde se pueden ver las pertenencias, cartas e incluso los restos mortales del grupo de 51 religiosos claretianos que murieron a causa de su fe durante la persecución religiosa de la Guerra Civil y en cuyos últimos días se inspiró la película “Un Dios Prohibido”.

Sobre estos mártires ACI Prensa conversó con el religioso claretiano José Beruete que contó, entre otras cosas, que muchos de los cráneos de estos testigos de fe están rotos porque “aunque sabían que iban a morir, iban cantando. Los milicianos no lo entendían y querían hacerles callar golpeándoles con la culata de los fusiles”.

Este grupo de mártires claretianos fue beatificado en 1992 por San Juan Pablo II. Posteriormente la congregación decidió abrir el museo que ofrece “un mensaje de fe, perdón y reconciliación, de amor a Jesucristo, a la Virgen María ya la Iglesia así como a la Congregación Claretiana de la que formaban parte”.

Durante esa persecución religiosa también fue asesinado Ceferino Giménez Malla, más conocido como El Pelé, un laico gitano perteneciente a la orden tercera de San Francisco.

Al año suelen pasar unas 5 mil personas. Beruete apunta que “el número de visitantes aumentó bastante después del lanzamiento de la película ‘Un Dios Prohibido’”.

Entre las reliquias está una reproducción del maletín de médico en el que escondieron las formas sagradas cuando fueron detenidos. Durante su encierro en un colegio convertido en cárcel en la zona, el cocinero escondía cada día un trozo de hostia dentro del pan que recibían en la comida para que pudieran comulgar. “La comunión clandestina les dio fuerza para vivir esos días heroicos”, explican.  

También se pueden ver las últimas cartas que escribieron en el papel que envolvía algunos alimentos que recibían en donde queda patente el perdón a sus enemigos y la paz que mantenían a pesar de que sabían que iban a morir.

Uno de los claretianos presos, el beato Faustino Pérez, dejaba por escrito que después de que murieran el día anterior 6 de sus hermanos presos, en el día en el que escribe la carta sabe que otros 11 serán enviados al paredón.

Sin embargo describe esos duros momentos como llenos de serenidad: “esperamos el momento con generosa impaciencia y cuando ha llegado, hemos visto besar los cordeles con los que los ataban, y a otros dirigir palabras de perdón a la turba armada; cuando va en el camión hacia el cementerio los oímos gritar: ¡Viva Cristo Rey! Responde el populacho, rabioso, ¡muera! ¡muera!”.

“Morimos todos contentos, sin que nadie sienta desmayos ni pesares, morimos todos rogando a Dios que la sangre que caiga de nuestras heridas no sea sangre vengadora”, escribe el mártir apuntando que decía esto “en nombre de todos los mártires de Barbastro”.

La Guerra Civil Española (1936-1939) se caracterizó por una violenta persecución religiosa y el anticlericalismo especialmente presente en la sociedad.

Durante los años que duró murieron miles de sacerdotes, laicos y religiosos muchos de los cuales han sido beatificados posteriormente como mártires ya que murieron conscientes de que el motivo era su fe.

Esta persecución religiosa también comprende la destrucción del patrimonio artístico religioso y documental.

Más información: http://www.martiresdebarbastro.org/es/historia.html

LA NOCHE DE LOS REYES MAGOS


La noche de los Reyes Magos
Noche mágica y misteriosa...¡Qué bonito sería pensar que esta noche todos duermen con esta espera maravillosa! 
Por: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net 




Noche de Reyes...

Noche mágica y misteriosa...

Noche que hace palpitar aceleradamente los corazones infantiles y que al cerrar sus ojos para dormir, los hará soñar con la tierna ilusión de una muñeca o de un tren de bonitos colores. Porque a pesar de que ahora los juguetes han alcanzado perfecciones insospechadas y técnicas admirables, nada podrá igualar al maravilloso encanto y tierna sencillez de una muñeca "vestida de azul" o de un tren de alegres y vivos colores.

Sueñan los niños y porque sus almas son inocentes y tienen fe, encontrarán sobre sus zapatitos, que esta noche brillan de tan limpios que están, los juguetes anhelados... "porque se portaron bien" y escribieron una carta que siempre empezó así: Queridos Reyes Magos....y los mágicos personajes, Melchor, Gaspar y Baltasar, vendrán al conjuro de esos deseos ingenuos, con sus hermosas capas, con dos coronas y un turbante, para dejar sus regalos.

De tanto pensar en ellos, sienten los niños que en el silencio de esta noche han oído como un rumor de pasos, roce de sedas, terciopelos y brocados... Son los tres Reyes Magos que han pasado. Y ojalá que esos niños guarden para siempre la ilusión y magia de esta noche tan singularmente bella para que, cuando adultos, en sus nuevos hogares, siempre haya una "noche de Reyes". ¡Qué bonito sería pensar que esta noche todos los niños duermen con esta espera maravillosa!

Pero el cuadro tiene su claro-oscuro. Las sombras que nos estrujan el corazón de miles y miles de niños que esta noche no pondrán sus zapatitos porque no los tienen, porque sus pies caminan descalzos sobre la tierra de este Planeta. Que no pedirán ni un tren ni una muñeca sino un mendrugo de pan para tener algo que comer en esta noche de Reyes. Estos niños nos están gritando con el grito silencioso de su presencia, que de nada sirven los tecnicismos de esta era si a los hombres se nos ha endurecido el corazón. Pobre humanidad, envanecida y orgullosa...¡de qué podemos estarlo! si los hombres se matan y los niños tienen hambre.

Hacer a los niños felices sería el mejor regalo y más aún para nuestras conciencias. Que la mejor meta al llegar el año 2016 sería que no existiera un solo niño sobre la faz de la tierra, en la calle, con hambre y descalzo.

Será sin duda el mas severo juicio al que seremos sometidos ante el Creador, porque estuvieron a nuestro lado y no los quisimos ver, tuvieron hambre y no les dimos de comer, tuvieron sed y no les dimos de beber...

Esta noche, noche de Reyes, la humanidad entera y cada uno de nosotros, tendríamos que convertirnos en un Rey Mago, abrazar contra nuestro pecho a un chiquitín, besar sus mejillas sucias, sus ojos tristes y caer de rodillas y pedirles perdón.

CALENDARIOS RELIGIOSOS 2016




FELIZ MARTES!!


lunes, 4 de enero de 2016

EL EVANGELIO DE HOY: 4 DE ENERO DEL 2016


Jesús proclama la Buena Nueva del Reino 
Navidad


Mateo 4, 12-17. 23-25. Navidad. Jesús nos invita a convertirnos porque... ¡El Reino de los cielos ya ha llegado! 


Por: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 4, 12-17. 23-25
Al enterarse Jesus de que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea. Y dejando Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí; para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías:¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, allende el Jordán, Galilea de los gentiles!. El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido. Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado.» Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Su fama llegó a toda Siria; y le trajeron todos los que se encontraban mal con enfermedades y sufrimientos diversos, endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los curó. Y le siguió una gran muchedumbre de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea, y del otro lado del Jordán.

Oración introductoria
Creo en Ti Señor porque eres la Verdad misma. Espero en Ti porque eres la Misericordia infinita. Te amo, pero ayúdame a amarte más porque Tú eres el único digno de ser amado sobre todas las cosas.

Petición
Señor, cúrame, hazme ser fiel a tu amor. Concédeme ser un apóstol esforzado y fiel de tu Reino.

Meditación del Papa Francisco
Con sus invitaciones a la conversión, este tiempo viene providencialmente a despertarnos, a sacudirnos de la apatía, del riesgo de seguir adelante por inercia. La exhortación que el Señor nos dirige por medio del profeta Joel es fuerte y clara: “Convertíos a mí de todo corazón”. ¿Por qué debemos volver a Dios? Porque algo no está bien en nosotros, no está bien en la sociedad, en la Iglesia, y necesitamos cambiar, dar un viraje. Y esto se llama tener necesidad de convertirnos. Una vez más este tiempo nos dirige su llamamiento profético, para recordarnos que es posible realizar algo nuevo en nosotros mismos y a nuestro alrededor, sencillamente porque Dios es fiel, es siempre fiel, porque no puede negarse a sí mismo, sigue siendo rico en bondad y misericordia, y está siempre dispuesto a perdonar y recomenzar de nuevo. Con esa confianza filial, pongámonos en camino.» (Cf. S.S. Francisco, 5 de marzo de 2014).

Reflexión
Todos somos testigos de la gran luz que nos ha iluminado. Cristo niño se ha hecho hombre por amor a nosotros para convertirse en la luz que guiará nuestros pasos.

Se dice que cuando la noche es más oscura es cuando más brillan las estrellas. Podríamos decir también que cuando más oscuro es nuestro peregrinar por este mundo es cuando más brilla la luz de Cristo en nuestros corazones. Cuando más solos nos sentimos es cuando Cristo está más cerca de nosotros. Porque como dice el profeta Isaías: "este mundo camina en tinieblas pero ya ha visto una gran luz que viene a salvarle". No permitamos que la ceguera de nuestro egoísmo entenebrezca la luz de Cristo en nuestros corazones. Tengamos bien abiertos los ojos de la fe en Dios para caminar por la senda del verdadero amor y de la verdadera esperanza.

Sabemos por el evangelio de hoy que el Reino de los cielos ha llegado, pero ¿cómo le hemos recibido? ¿Nos hemos dado cuenta de su llegada? O por el contrario, ¿hemos permitido que otras luces que no es la de Cristo guíen nuestra vida? No gastemos nuestro fuego en otros infiernillos. Confiemos en que Jesús es la verdadera luz que nos traerá aquella felicidad que buscamos en las cosas de este mundo. Porque sólo Cristo llenará las ansias de felicidad que buscamos.

Propósito
Conocer, para vivir, la Palabra de Dios. Leer y meditar el evangelio de cada día.

Diálogo con Cristo
Jesús, quiero tener esa disponibilidad que tuviste siempre para con los demás. Abre mis ojos y mi corazón a las necesidades de quienes están más cerca. Quiero saber salir de mí mismo, de mi comodidad, para ser un auténtico misionero de tu amor en tu Iglesia. Que mi única ilusión sea la de poder gastar, minuto a minuto, la vida que me has ha dado, siguiendo fielmente las indicaciones de tus Pastores.

HACIA LA PERFECCIÓN

 
Hacia la perfección



· Sólo podemos dar a los demás lo que tenemos dentro de nosotros.

· Asume el compromiso personal de hacer lo que quieras y de querer lo que hagas. ¡Hoy! 

· En cada uno de nosotros hay sitio para el amor. Sólo debemos dejarlo entrar.

· Nada es de tu propiedad, y cuanto antes te des cuenta de ello, más estarás en condiciones de conectar con el portentoso principio de la abundancia.

· Contempla cada obstáculo como si éste constituyera una oportunidad.

· Cuando aparezca un problema, abórdalo con serenidad y úsalo para aprender algo.

· El conocimiento es la aceptación silenciosa de lo que es.

· Perdonar es ejercer la facultad de dar amor en las circunstancias más difíciles.

· El acto de dar es la clave del perdón.

· Sólo recibimos aquello que permitimos que entre.

¿QUIÉN ES JESÚS PARA TI?


¿QUIÉN ES JESÚS PARA TI?



¿Quién es Jesús para ti? Jesús no fue un astronauta de un lejano planeta, ni un mago que practicaba artes mágicas, aprendidas en Egipto. Jesús no fue un hombre común y corriente como tú y como yo. Él, a la vez que era hombre, era también Dios y con su vida nos ha enseñado a conocer a un Dios bueno, cariñoso y bondadoso, amigo y cercano a los hombres, sus hijos. Él nos enseñó con su vida la más grande y hermosa verdad que jamás el mundo entero pudo conocer: DIOS ES AMOR. Dios te ama a ti. Jesús te ama tal y como eres en este momento.

No necesitas cambiar para que te ame. Tú eres su hijo y quiere ser tu amigo: “ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando” (Jn 15,14). Por eso, si nadie te quiere, si todos te rechazan, si eres demasiado anciano o enfermo o feo o ignorante o pobre o pecador, él te ama y te dice: “Hijo mío, tus pecados te son perdonados” (Mc 2,5). “No tengas miedo, porque yo estoy contigo y tú eres de gran precio ante mis ojos, porque eres valioso y yo te amo mucho” (Is 43,43).

Y ahora respira profundamente y sonríe: Dios te ama, Jesús te ama, tu vida tiene pleno sentido y Dios espera mucho de ti y cuenta contigo para la gran tarea de la salvación del mundo.


* A. Peña

CUANDO TE CREES ESTRELLA Y ERES COMETA


Cuando te crees estrella y eres cometa
Es bueno sentir que hemos sido luz para muchos amigos, y que ellos nos han iluminado a su vez.


Por: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net 





Nuestra vida hay que cimentarla sobre roca, como nos enseña Jesús en el Evangelio, de forma que cuando pasen tormentas y lluvias, no se derrumbe.

Para tener una vida cimentada sobre roca, se necesitan sólidas bases, esas bases se construyen paso a paso y con mucho esfuerzo. Construir la vida con valores, principios, convicciones, buenas decisiones, es construir en roca y eso traerá como resultado una vida estable y duradera, así como las estrellas. Ese es mi deseo para ti con esta reflexión.

Hay personas estrellas.

Hay personas cometas.

Los cometas pasan, apenas son recordados por las fechas que pasan y vuelven. Las estrellas permanecen.

Hay mucha gente cometa, pasan por nuestra vida apenas por instantes; no cautivan a nadie, y nadie los cautiva. Gente sin amigos, pasan por la vida sin iluminar, sin calentar, sin marcar presencia. Así son muchos artistas, brillan apenas por instantes en los escenarios de la vida, y con la misma rapidez que aparecen, desaparecen. Así son muchos reyes y reinas: de naciones, de clubes deportivos o concursos de belleza. Así mismo son hombres y mujeres que se enamoran y se dejan enamorar con la mayor facilidad.

Así son personas que viven en una misma familia y pasan por el otro sin ser presencia, sin existir.

Lo importante es ser estrella. Hacer sentir nuestra presencia. Ser "luz", "calor", "vida".

Los Amigos son estrellas. Los años pueden pasar, surgir distancias; pero en nuestros corazones quedan sus marcas.

Ser cometa no es ser amigo, es ser compañero por instantes, explotar sentimientos, aprovecharse de las personas y de las situaciones, es hacer creer y hacer dudar al mismo tiempo. La soledad es el resultado de una vida cometa. Nadie permanece, todos pasan y nosotros también pasamos para ellos.

Es necesario crear un mundo de "estrellas", verlas y sentirlas todos los días, poder contar con ellas todos los días, todos los días ver su luz y sentir su calor. Así son los amigos, "estrellas en nuestras
vidas", se puede contar con ellos, ellos son refugio en los momentos de tensión, luz en los momentos obscuros, pan en los momentos de debilidad, seguridad en los momentos de desánimo.

Al mirar los cometas, es bueno no sentirnos como ellos, ni desear el amarrarnos de su cola; al mirar los cometas, es bueno sentirse "estrella"; dejar por sentada nuestra existencia, nuestra constante presencia. Haber vivido y construido una historia personal.

Es bueno sentir que hemos sido luz para muchos amigos, y que ellos nos han iluminado a su vez. Es bueno sentir que hemos sido calor para muchos corazones, y que esos corazones nos arroparon cuando el frío nos castigó. Ser "estrella" en este mundo pasajero, en este mundo lleno de personas cometas es un desafío, pero por encima de todo, una recompensa. Es nacer y haber vivido, y no haber existido apenas.

Para ustedes: "estrellas de verdad".

¿QUÉ TIPO DE LLAVES TIENE LA IGLESIA?


¿Qué tipo de llaves tiene la Iglesia?
Son llaves que vienen de Dios que abren y cierran el acceso al Reino de los cielos, llaves de misericordia.
Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net 




Las llaves sirven para cerrar y para abrir. Dejan pasar o lo impiden. Liberan o encarcelan.

También en la Iglesia hay llaves. Pedro las recibió del mismo Cristo: las llaves del Reino de los cielos.

"A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos" (Mt 16,19).

¿Qué tipo de llaves tiene Pedro? Son llaves que vienen de Dios y sirven para los hombres. Son llaves que abren y cierran el acceso al Reino de los cielos. Son llaves de misericordia.

Con esas llaves la Iglesia católica, durante siglos, ha buscado abrir el tesoro de la salvación a todos los hombres. No porque la Iglesia tenga unos privilegios especiales, sino porque simplemente quiere cumplir la misión que Cristo le ha encomendado.



Cuando el corazón siente el peso de sus pecados, cuando el cansancio de la lucha lleva al desaliento y al miedo, cuando el diablo susurra que no podremos cambiar, podemos mirar ante nosotros y ver una puerta abierta: es la puerta de la misericordia.

Cristo vino al mundo para eso: para anunciar el Reino, para predicar la conversión, para sacrificarse y abrirnos el cielo, para mostrarnos el rostro misericordioso del Padre.

La Iglesia recibe de Cristo unas llaves maravillosas. Con la mirada puesta en la Cruz y en la mañana de Pascua, tenemos la certeza de la victoria del Buen Pastor, de Aquel que es la verdadera Puerta para las ovejas: "si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto" (Jn 10,9).

El banquete está preparado. Las llaves han abierto la puerta. Hay que vestirse con traje de bodas (buenas obras) y llenarnos de esperanza. "Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su Esposa se ha engalanado y se le ha concedido vestirse de lino deslumbrante de blancura - el lino son las buenas acciones de los santos" (Ap 19,7‑8; cf. Mt 22,11).

Pedro, ¿pesan las llaves? No te preocupes. Cristo ha rezado por ti. Confía y abre. Mira a tu Maestro y camina. Con tus lágrimas y tu humildad, grita y recuerda al mundo que el Señor nos ha preparado un lugar en los cielos, junto a su Padre, para siempre (cf. Jn 14,3).

ADORACIÓN AL NIÑO JESÚS


ADORACIÓN AL NIÑO JESÚS



Os adoro, amable Niño del pesebre, el más humilde y el más grande de los hijos de los hombres y el más pobre y el más rico, el más débil y el más poderoso.

Os bendigo, porque os habéis dignado descender hasta mí, para ser mi modelo en la práctica de todas las virtudes, mi guía en las dificultades de la vida y mí, consuelo en los días de aflicción.

Os amo, porque venís a mí con amor infinito; con amor generoso, al que no cansan mis ingratitudes; con amor obsequioso, que se anticipa a los tardíos impulsos de mi corazón; con amor paciente, que espera mi conversión para amarme más tiernamente aun. Por eso, con el corazón lleno de agradecimiento, de rodillas al pie de este lecho de paja, os adoro, bendigo y amo, con todo el fervor de mi alma, y me atrevo a levantar mis ojos hasta mi Dios, que se digna mirarme.

ESTAMPAS CON ORACIONES AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS







UN MINUTO CON EL NIÑO JESÚS


UN MINUTO
CON EL NIÑO JESÚS



Bendiceme, Niño Jesús y ruega por mi sin cesar. Aleja de mí, hoy y siempre el pecado. Si tropiezo, tiende tu mano hacia mi. Si cien veces caigo, cien veces levántame. Si me dejas Niño, ¿que será de mi? En los peligros del mundo asísteme. Quiero vivir y morir bajo tu manto. Quiero que mi vida te haga sonreír. Mirame con compasión, no me dejes Jesús mio. Y, al final, sal a recibirme y llevame junto a Ti. Tu bendición me acompañe hoy y siempre. Amén.

FELIZ SEMANA!!!



domingo, 3 de enero de 2016

EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 3 DE ENERO DEL 2016


Vimos su estrella en el Oriente y venimos a adorarle
Navidad


Mateo 2, 1-12. Solemnidad Epifanía. Esos magos le llevaron unos regalos al Niño Dios, pero no se dieron cuenta de que ellos fueron quienes recibieron el mayor regalo. 


Por: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 2, 1-12
Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.» AL oír esto, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén. Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel.Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella. Después, enviándolos a Belén, les dijo: Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle. Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino. 

Oración introductoria
Jesús, vengo a este rato de meditación para contemplarte y adorarte, como aquellos magos de Oriente. Ayúdame a encontrarte, como ellos lo hicieron, en los brazos de María.

Petición
Jesús, dame la gracia de buscarte siempre. Que seas Tú la causa de todas mis alegrías.

Meditación del Papa Francisco
Los Magos consiguieron superar aquel momento crítico de oscuridad en el palacio de Herodes, porque creyeron en las Escrituras, en la palabra de los profetas que señalaba Belén como el lugar donde había de nacer el Mesías. Así escaparon al letargo de la noche del mundo, reemprendieron su camino y de pronto vieron nuevamente la estrella, y el Evangelio dice que se llenaron de “inmensa alegría”. Esa estrella que no se veía en la oscuridad de la mundanidad de aquel palacio.
Un aspecto de la luz que nos guía en el camino de la fe es también la santa “astucia”. Es también una virtud, la santa “astucia”. Se trata de esa sagacidad espiritual que nos permite reconocer los peligros y evitarlos. Los Magos supieron usar esta luz de “astucia” cuando, de regreso a su tierra, decidieron no pasar por el palacio tenebroso de Herodes, sino marchar por otro camino.  (S.S. Francisco, 6 de enero de 2014).
Reflexión
Hoy es uno de esos días en que todos quisiéramos de nuevo ser niños. ¡Qué alegría y qué ilusión al habernos ido a la cama pensando: "Esta noche pasarán por casa los Magos de Oriente y dejarán en ella muchos regalos para mí" El ejemplo de estos "magos" (en la actualidad equivaldrían a una especie de astrónomos y no a aquellos que aparecen y desaparecen un conejo de su sombrero) es un ejemplo de fe y de sencillez. Su vida estaba resuelta. Eran felices. Tenían una familia maravillosa. ¿Para qué despeinarse? ¡Vaya ganas de complicarse la vida! Y sin embargo, ven la estrella y no tardan en seguirla.

Tenían fe y supieron descubrir en el brillo de esa estrella diminuta, que a ratos se les escabullía, el paso de Dios por sus vidas. Y es que, hace falta tener los oídos interiores bien limpios para escuchar la voz de Dios. El rey Herodes, a través de estos magos, recibió también una invitación de Dios para sumarse a los que adorarían al Niño. Pero la basura del egoísmo y el ruido del poder acumulado en sus oídos, no le permitieron escuchar. Se quedó en su palacio y se ensució el alma con la muerte de tantos inocentes. La sencillez de los magos, se nos presenta unida a su fe, en el momento del encuentro con el Niño: Y de hinojos le adoraron, abriendo sus cofres, le ofrecieron como dones de oro, incienso y mirra...

Unos hombres venían de oriente. Ellos habían visto una estrella diferente a las demás. Una estrella nacida hacía unos días, lo que equivaldría a un fenómeno extraordinario. Lo comentan con todos los habitantes de la ciudad en donde están. La ciudad se sobresalta por tal anuncio. ¿Qué harías si hoy te preguntaran si has visto la estrella que acaba de nacer? Al menos yo me sentiría confuso, dado que no soy un astrónomo, además las noches las ocupo en otras cosas que en estar mirando el cielo.

Estos hombres los recordamos hoy. Hace más de dos mil años que observaron el fenómeno de la estrella, y aún hoy se observa este milagro. Una estrella ha nacido, y nace en esta Navidad, y nacerá en las siguientes navidades. Esa Estrella la llamamos Jesús. Un Niñito nacido un lejano 24 de diciembre, y que sigue recibiendo la visita de unos magos cada año. Unos magos que eran de oriente y que hoy los niños del mundo quieren muchísimo. Esos magos le llevaron unos regalos al Niño Dios, pero no se dieron cuenta de que ellos fueron quienes recibieron el mayor regalo, el conocimiento de Dios a través de la Fe.

Ojalá que en este día, escuchemos la voz del recién nacido. Y si no la percibimos, lavémonos los oídos, curemos nuestra sordera de alma y no nos quedemos solos y tristes como Herodes.

Propósito
Vayamos al portal de Belén y con fe y sencillez, desde lo más profundo de nuestro corazón, adoremos a Jesús, prometiéndole que seguiremos siempre su estrella.

Diálogo con Cristo
La adoración de los magos me recuerda lo cerca que estás siempre, esperando que me dé el tiempo para contemplar y apreciar el infinito amor que me ofreces. Mi entorno social ofrece tantas falsas alegrías que necesito, como los magos, seguir tu estrella que muestra el camino, que aunque a veces parezca difícil, es el único donde podré encontrar la felicidad verdadera. Señor, ayúdame a salir a predicar tu mensaje de amor, dame la gracia de salir de mí para ejercer una labor de fermento dentro de mi familia y en el círculo de mis amigos, para comenzar a vivir un cristianismo militante, dinámico, lleno de celo, que nunca pierde de vista la estrella de tu amor.

EL MILAGRO DE MADRE TERESA DE CALCUTA


El milagro de Madre Teresa
 Fecha: 19 de Diciembre de 2015


“Mi experiencia profesional me ha puesto más veces frente a eventos difícilmente explicables desde el punto de vista científico, pero lo que sucedió en 2008 a un ingeniero brasileño es realmente increíble…”

Así lo indica el profesor Carlo Jovine, perito oficial de la Congregación de las Causas de los Santos, neurólogo en el hospital san Juan Bautista de la Orden de Malta.

El profesor Jovine ha formado parte de la consulta médica encargada por el Vaticana para analizar, desde el punto de vista científico, la extraordinaria sanación de Marcilio Haddad Andrino, ingeniero mecánico nacido en Santos, cerca de San Pablo en Brasil.
En diciembre de 2008, con 35 años, el ingeniero Andrino fue ingresado de urgencia. Había enfermado de imprevisto y presentaba grandes trastornos en la esfera neurológica. Los exámenes especializados habían mostrado la presencia de ocho abscesos cerebrales. Es decir, la presencia de ocho puntos en los que se localizan áreas de infección en el cerebro.

Explica el profesor Jovina que el absceso cerebral es un área purulenta de origen bacterial o viral, que determina la destrucción de los tejidos y la producción de pus dentro del encéfalo.
Después del ingreso en urgencias, el TAC confirmó la gravedad de la patología. El paciente entró en coma y, después de algunos días, apareció también un hidrocéfalo obstructivo, es decir, una obstrucción de las vías del líquido cefalorraquídeo del cerebro, que determinó un cuadro de hipertensión endocraneal.
La situación era tan grave que el cirujano, el profesor Cabral, en presencia de un cuadro clínico en continuo deterioro, con el riesgo de muerte inminente, decidió someter al ingeniero a una intervención de urgencia.

Pero, a este punto, sucedieron una serie de eventos inexplicables.  El paciente, conducido a la sala de operaciones en coma, abrió los ojos, y, entre el estupor de los presentes, preguntó por qué se encontraba allí.

El profesor Cabral, recuperado del estupor y tras constatar la plena lucidez del paciente, decidió no operar y realizar un TAC del encéfalo para entender qué estaba pasando.  
El examen reveló una modificación radical del cuadro patológico preexistente, con la desaparición del hidrocéfalo y la reducción del 70 por ciento de los abscesos cerebrales.  

En pocos días las condiciones de Andrino mejoraron hasta tal punto que el profesor Cabral, constatando las perfectas condiciones clínicas y neurológicas, decidió dar de alta al paciente certificando la ausencia de cualquier rastro de alteraciones precedentes. No había rastro ni de abscesos cerebrales ni del hidrocéfalo.  
Pero la cosa más sorprendente era que el paciente no presentaba ninguna secuela de la grave patología que había padecido. En el paso de pocos días --del 13 de diciembre, fecha de la operación prevista, al 23 de diciembre, día en el que fue dado de alta-- el ingeniero Andrino estaba sanado de forma definitiva y total.

Marcilio Haddad Andrino actualmente conduce, trabaja, tiene dos hijas, es totalmente autónomo y, sobre todo, no presenta consecuencias negativas de ningún tipo. Una sanación que, en relación con la gravedad, el desarrollo y las graves complicaciones asociadas, se resuelve de forma inexplicable del proceso natural de la enfermedad, así como para el conocimiento de la ciencia médica.
Es necesario subrayar que, también en el hipotético caso de una eventual sanación, hubiera necesitado una intervención quirúrgica, una recuperación lenta y hubiera dejado consecuencias. Sin embargo, la sanación se manifestó espontáneamente sin ninguna intervención médica.

“No hay precedentes --explica Jovine--, de un solo absceso cerebral se puede sanar, pero con ocho abscesos cerebrales y un hidrocéfalo agudo, el porcentaje de las muertes es prácticamente del 100 por ciento. De esta concatenación de hechos y de exámenes clínicos, especialistas y periciales, es necesario concluir que nos encontramos frente a un evento científicamente inexplicable, sucedido de forma decisiva, instantánea, duradero y total. Y esto, para la Iglesia, equivale a decir milagro”.

Un milagro que, por la modalidad con las que se manifestó, reconduce a la intercesión de Madre Teresa, la célebre religiosa albanesa protectora de los últimos que vivió y murió con olor a santidad, confirmando, con su vida ejemplar, el “voxpopuli” que, ya en vida, la quería santa.

Pero, ¿qué tiene que ver la Madre Teresa con la sanación inexplicable de Marcilio Haddad Andrino? La mujer del ingeniero brasileño se llama Fernanda y, precisamente mientras las condiciones de su marido empeoraban dramáticamente, se dirigió al padre Elmiran Ferreira, párroco de la iglesia de Nuestra Señora de Aparecida, San Vicente.

El párroco tenía intención de celebrar una misa de conmemoración con las Misioneras de Madre Teresa. Padre Ferreira escuchó lo sucedido y trató de consolar a Fernanda. La entregó un librito de novenas y le dijo que continuara rezando pidiendo la intercesión de la beata Madre Teresa.

La situación se estaba precipitando. Así, la tarde antes de la intervención quirúrgica, el padre Ferreira fue al hospital junto con Fernanda.

El párroco recitó las oraciones y administró el sacramento de la extremaunción. Después de eso, junto con Fernanda, puso junto a la cabeza de Marcilio un santo y una reliquia de Madre Teresa. Poco después se manifestó la sanación.

El prof. Jovina subraya que, aunque él sea creyente, cuando realiza encargos periciales de esta delicadeza y responsabilidad, tiende deliberadamente a despejar todo tipo de sugestión para concentrarse exclusivamente sobre la objetividad científica del caso a examen.

Así fue en 2011, cuando analizó la sanación de sor Normand que estuvo en el origen de la beatificación de Karol Wojtyla, y así ha sido hoy para la sanación del ingeniero Andrino, de la que surgirá la canonización de Madre Teresa.

Y la conclusión es que la objetividad del análisis, basado en evidencias médicas y documentadas, confirma que la sanación del ingeniero Andrino resulta absolutamente inexplicable desde el punto de vista científico.

Estamos en presencia, por tanto, de un evento increíble, que ha dado una prueba ulterior para la santidad de la Madre Teresa. En base a estas circunstancias, el papa Francisco ha reconocido la existencia del milagro, dando vía libre a la canonización de la monja albanesa.

EL SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS, 3 DE ENERO


El Santísimo Nombre de Jesús
Por Abel Camasca



 (ACI).- Cada 3 de enero la Iglesia celebra el Día del Santísimo Nombre de Jesús. “Éste es aquel santísimo nombre anhelado por los patriarcas, esperado con ansiedad, demandado con gemidos, invocado con suspiros, requerido con lágrimas, donado al llegar la plenitud de la gracia”, decía San Bernardino de Siena.

La palabra Jesús es la forma latina del griego “Iesous”, que a su vez es la transliteración del hebreo “Jeshua” o “Joshua” o también “Jehoshua”, que significa “Yahveh es salvación”.


El Santísimo Nombre de Jesús comenzó a ser venerado en las celebraciones litúrgicas del siglo XIV. San Bernardino de Siena y sus discípulos propagaron el culto al Nombre de Jesús. En 1530 el Papa Clemente VII concedió por primera vez a la Orden Franciscana la celebración del Oficio del Santísimo Nombre de Jesús.

San Bernardino solía llevar una tablilla que mostraba la Eucaristía con rayos saliendo de ella y, en el medio, se veía el monograma “IHS”, abreviación del Nombre de Jesús en griego (ιησουσ).

Más adelante la tradición devocional le añade un significado a las siglas: "I", Iesus (Jesús), "H", Hominum (de los hombres), "S", Salvator" (Salvador). Juntos quieren decir “Jesús, Salvador de los hombres”.

San Ignacio de Loyola y los jesuitas hicieron de este monograma el emblema de la Compañía de Jesús.

El Nombre de Jesús, invocado con confianza:

Brinda ayuda en las necesidades corporales, según la promesa de Cristo: "En mi nombre agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien" (Mc. 16,17-18). En el Nombre de Jesús los Apóstoles dieron fuerza a los lisiados (Hch. 3,6; 9,34) y vida a los muertos (Hch. 9,40).

Da consuelo en las pruebas espirituales. El Nombre de Jesús le recuerda al pecador el "padre del hijo pródigo" y el buen samaritano; al justo le recuerda el sufrimiento y la muerte del inocente Cordero de Dios.

Nos protege de Satanás y sus artimañas, ya que el diablo le teme al Nombre de Jesús, quien lo ha vencido en la Cruz.

En el nombre de Jesús obtenemos toda bendición y gracia en el tiempo y la eternidad, pues Cristo dijo: "lo que pidan al Padre se los dará en mi nombre." (Jn. 16,23). Por lo tanto, la Iglesia concluye todas sus oraciones con las palabras: "Por Jesucristo Nuestro Señor", etc. Así se cumple la palabra de San Pablo: "Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos." (Flp. 2,10).

QUERIDOS REYES MAGOS !FELIZ FIN DE VIAJE¡


Queridos Reyes Magos ¡Feliz fin de viaje!
Estamos celebrando el día de la Manifestación del Señor, así que ¡ánimo! El día de encontrar lo que están buscando ha llegado.
Por: P Idar Hidalgo | Fuente: Catholic.net 




Queridos Reyes Magos:

Se muy bien que desde que han visto la estrella aparecer en el firmamento y después de consultar sus mapas de astronómicos, y sobre todo sondear su corazón, se han puesto en camino con gran docilidad para ir al encuentro del Rey hecho niño, del Salvador del Mundo.

Y llevan sus regalos, que han elegido de una manera extraordinaria, Oro, Incienso, y Mirra; porque lo reconocen como Rey, como Dios, y como hombre. Y se han puesto en camino dejándose guiar por aquella estrella, que solo se deja ver por las noches… y les va marcando el rumbo y les va orientando sus pasos.

Y ustedes con gran alegría, venciendo el cansancio y la sed de tanto caminar, el calor y el frío del desierto, han continuado su camino y están por llegar. También venciendo innumerables dificultades, como los engaños de Herodes, que sabiamente han podido burlar, siendo obedientes al ángel.

Estamos celebrando el día de la Manifestación del Señor… así que ¡ánimo! El día de encontrar lo que están buscando ha llegado.

Gracias por su fidelidad, por su obediencia, y por esos regalos que llevan en sus manos. Pero más agradezco el signo que nos regalan a toda la humanidad de que la salvación es para todos los pueblos.

Desde que ha empezado el tiempo de Adviento, he pensado en ustedes, y en la carta que habría de escribirles para pedirles, como lo hice cuando era niño, algunos regalos. Pero el tiempo se ha pasado tan rápido, entre posadas, la Fiesta de Navidad, Fin de año, Fiesta de Nuestra Santísima Madre… que es hasta este momento en la solemnidad de su venida que les escribo mi carta. De todas maneras tengo la confianza que les llegará a tiempo porque le pediré a mi Ángel de la Guarda que se las haga llegar en forma prioritaria.

Les pido, con humildad que me compartan:

La sencillez para saber distinguir en los signos de los tiempos la presencia de la Buena Noticia, para saber observar desde la fe todas la realidades tanto de la tierra como del cielo.

Que puedan compartir conmigo la docilidad a las divinas inspiraciones del alma, y seguir el camino que me marque la estrella. A ustedes los ha guiado una estrella en el cielo, para mi esa estrella que me lleva a Jesús es María, por eso pido tener esa docilidad de ustedes para saber descubrirla en todo momento, para no perder el rumbo que conduce al Salvador de todas las naciones, al Rey de todos los Pueblos.

Valentía para hacerme al camino, para saber dejarlo todo y lanzarme a la aventura de un camino, a desinstalarme con frecuencia para vivir de la fe y no de la seguridad de mis reinos, de mis posesiones. Confiar que, dejando todo, es la única forma de encontrar El Todo.

Obediencia a las guías que tengo en el camino, obediencia a lo que se cree, a lo que se espera, a lo que se ama. Obediencia humilde a las inspiraciones y a los ángeles, especialmente a mi Ángel de la Guarda, para que no pierda el camino, y tenga la alegría de que todo se me ha dado como regalo, confiando y dependiendo totalmente en Aquel que me ha llamado a un encuentro.

Alegría de un encuentro, del encuentro que más se desea: encontrarse con Dios, por eso ese encuentro es una Celebración. Porque es el encuentro de la criatura con su Creador, alegría de encuentro porque es la manifestación de Dios hecho hombre como Dios, como Rey, y como hombre. Quiero, tener esa alegría de encuentro que para mi se realiza en cada Eucaristía, en cada sacramento, en cada encuentro con el más necesitado. Alegría de encuentro, que es una gran celebración, porque cuando el encuentro esta tocado por el amor solo puede ser celebrativo, y toda nuestra vida es encuentro y toda nuestra vida es celebración si lo vivimos en la dimensión del amor.

Abusando de su generosidad, pido la paciencia para seguir en el camino, para que el cansancio no me haga desistir, para que las dificultades no resten el ánimo, para que los obstáculos del camino solo sean oportunidades de crecimiento, que sean retos que me permitan crecer como persona, como cristiano, como discípulo del Maestro.

Que no pierda la esperanza del encuentro, que no pierda la esperanza que la promesa se hará realidad.

Que no pierda la esperanza que en el camino no se anda solo, que ángeles, estrellas y hermanos caminamos juntos. Tener siempre y cada día, la esperanza de que es posible vivir la caridad entre los hermanos que caminamos en comunidad como lo hicieron ustedes, que se acompañaron hasta el final.

Todo lo anterior no lo pido solo para mi, lo pido para poder compartirlo con todos mis hermanos, quiero descubrir en cada hermano a Cristo, quiero descubrirlo especialmente en los más pobres, en los más necesitados, los enfermos, los encarcelados, los que están solos o se sienten solos; quiero reconocer al Rey en aquellos que llevan con humildad la cruz de cada día, en los que se esfuerzan por dar testimonio del amor, en las personas que perdonan y aquellos que se niegan a recibir el perdón, recocerlo en los amigos y también en los enemigos.

Quiero compartir todo lo que les he pedido con todos aquellos que se acerquen a mi vida, y quiero ser yo el que se ponga en camino hacía el encuentro. Me gustaría, ser el primero que tienda un puente por donde el otro se pueda acercar a mi, y por donde yo me pueda acercar a él.

Todo lo que les he pedido, también se los pido para todos mis amigos, familiares y benefactores… para que todos seamos instrumentos de paz. Para que todos busquemos el reino de Dios, sabiendo que si Dios reina en nuestros corazones, reinará en nuestras familias, en nuestras comunidades, en nuestras ciudades, y en nuestras naciones.

Les deseo a ustedes queridos Reyes Magos, feliz fin de viaje. Y me despido agradecido por la ilusión que guardaron en mi cuando era un niño.

Gracias porque un día los espere con la ilusión de niño y hoy los puedo esperar con la ilusión de sacerdote.

Con afecto, en el Señor que buscamos y que encontramos en la Eucaristía.
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