Lecciones para ser una buena suegra
Una vez que los hijos contraen matrimonio, la actitud de los padres ha de ser de acompañamiento y apoyo, no de críticas y comentarios destructivos que perturbarán su armonía
Fuente: arvo.net/ lafamilia.info
Tantos chistes y bromas alrededor del tema de las suegras, puede tener algo de realidad. Pues hay errores cometidos por los padres que pueden terminar dañando la relación matrimonial de sus hijos, sin ser esa su intención.
No cabe duda que es difícil cuando los hijos se van de casa a conformar una nueva familia; no obstante, el mayor deseo de un padre es que sus hijos sean felices, así no sea la vida que se hubiese querido para ellos. Por eso, una vez que los hijos contraen matrimonio, la actitud de los padres ha de ser de acompañamiento y apoyo, no de críticas y comentarios destructivos que perturbarán su armonía.
Principales errores de las suegras
El respeto es el que debe reinar en la relación suegros – nuera/yerno, mantenerse al margen de las decisiones y del modo de vida de los hijos y sus familias. Los siguientes son los principales errores que se deben evitar a toda costa:
- Tratar de tener autoridad en el hogar del hijo.
- Criticar los gustos de la nuera en la decoración de la casa que pertenece - exclusivamente - a la pareja de casados.
- Imponer su propia manera de criar, tratar y educar a los hijos, o sea sus nietos.
- Reclamar mediante comentarios subliminales que el hijo casado siga viviendo en su hogar, pues en el fondo no desea vivir la separación que implica el matrimonio de un hijo.
- Ser cómplice de todos los errores que comete el hijo y entonces se forman como dos bandos: por un lado mamá e hijo(a) y por otro, la esposa(o) quien cada vez se siente más frustrada(o) al no poder ayudar a que su pareja se corrija.
Hacer toda clase de “maromas” para capturar la atención del hijo sin importarle que descuide su propia relación matrimonial.
9 grandes consejos
Los siguientes consejos son extraídos de arvo.net y escritos por Sylvia Villarreal, los cuales son muy acertados para las madres que pronto serán suegras.
No juzgues. Por lo regular desde que conocemos a la pareja de nuestro hijo, nos formamos una idea en nuestra mente de cómo es. Sin embargo, busca la oportunidad para conocerla mejor y no te dejes llevar por cómo crees que ella es, ¡mejor trátala para conocerla más!
Pon siempre de tu parte. Por un momento, ponte en su lugar y piensa que ella/él siempre tratará de agradarte porque eres la mamá de la persona que ama; así es que tú también pon de tu parte para iniciar una verdadera amistad.
No te entrometas. Recuerda que los problemas de pareja son de dos únicamente. No trates de ayudar a solucionarlos porque puede resultar peor, ni mucho menos pongas a tu hijo en contra de su cónyuge. Sólo ellos podrán tomar una decisión de lo que deben hacer.
Dale el lugar que le corresponde. Es verdad que como madres sentimos que merecemos el amor completo de nuestros hijos, sin embargo, debes entender que ahora su pareja tiene prioridad. La idea que dice “si a este mundo no llegaron con esposa(o), primero está la madre”, es totalmente errónea. Así como tú un día lo hiciste, ellos ahora han formado una familia que está antes que nada.
No la hagas quedar mal. Es obvio que con tu experiencia sabes mucho más cosas que tu nuera y te queda mucho más rica la comida o mejor planchada la ropa. Pero no es necesario que se lo recuerdes siempre y mucho menos en público, ¡al contrario! Felicítala cuando decida hornear el pastel de chocolate que tanto le gusta a tu hijo (aunque no haya esponjado perfectamente). De nuevo ponte en su lugar y date cuenta de lo mal que se siente que te digan que te equivocaste, y sobre todo si se trata de tu suegra.
No le des consejos no pedidos. Muchas veces con la intención de ayudar aconsejamos a nuestras nueras/yernos de cómo educar a los hijos y hasta cómo tratar a nuestra pareja, pero no debe de ser así. Ellos son los únicos que tienen la completa autoridad y decisión de saber cómo actuar. Lo mejor es que esperes a que sean ellos quienes te pidan tu opinión.
Cuando algo anda mal... Cuando sientas que tu nuera se ha “pasado de la raya”, actúa inteligentemente y no hagas más grande el problema. Nunca vayas con el chisme a contárselo a tu hijo (es una posición difícil para él). El solo se dará cuenta tarde o temprano de lo que ocurre y sabrá qué hacer.
Propicia un ambiente de cordialidad. Sorpréndelos con una rica cena en casa, o proponiendo actividades juntos: un día de campo, ir de compras (sólo con tu nuera) o ir al cine.
Sé atenta. Cada vez que sientas que tu nuera puede necesitar ayuda (al organizar una fiesta, cuando se encuentra enferma o que acaba de dar a luz) nunca está de más que ofrezcas sinceramente tu apoyo para lo que se requiera e independientemente de la respuesta, siéntete feliz y propicia un ambiente cordial.