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jueves, 27 de octubre de 2016
miércoles, 26 de octubre de 2016
SALMO 144, EL SEÑOR ES FIEL A SUS PALABRAS
Salmo
Sal 144,10-11.12-13ab.13cd-14
R/. El Señor es fiel a sus palabras
Que todas tus criaturas te den gracias,
Señor, que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R/.
Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R/.
El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan. R/.
EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 26 DE OCTUBRE DEL 2016
La amistad con Jesús.
Lucas 13, 22-30. Miércoles XXX tiempo ordinario. Ciclo C. La puerta estrecha
Por: H. Balam Loza LC | Fuente: www.missionkits.org
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
¿Maestro, dónde vives? Quiero, Jesús, vivir contigo. Quiero seguirte por donde Tú vayas y escuchar tus palabras que son espíritu y vida. ¿Qué quieres de mí? Me pongo en tus manospara que me lleves a donde Tú quieras. Así como a tus apóstoles los llevaste hasta el martirio así te pido que me lleves a donde Tú quieras. No quiero hacer mi voluntad sino que quiero hacer la tuya. Por eso vengo aquí, para que me hables y me indiques tu voluntad en mi vida. No quiero sino lo que Tú quieres. Si quieres darme un momento de prueba y de desierto, dámelo. Pero si quieres, por el contrario, darme alegrías eso también lo acepto. Quiero estar aquí como un niño, no importa lo que me pidas porque sé que estoy en los brazos de mi Padre.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 13, 22-30
En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: “Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?”.
Jesús le respondió” “Esfuércense por entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: ‘Señor, ábrenos’. Pero él les responderá: ‘No sé quiénes son ustedes’. Entonces le dirán con insistencia: ‘Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas’. Pero él replicará: ‘Yo les aseguro que no sé quiénes son ustedes. Apártense de mí, todos ustedes los que hacen el mal’. Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios.
Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos”.
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Unos piensan en la vida cristiana como un sacrificio, como un decir ¡no!,a todo lo que lleva al pecado. Otros pueden pensar que es un vivir en el éxtasis. Se puede pensar un poco de todo. Pueden venir a la mente una serie de mandamientos, reglas, ritos… Pero ¿qué es lo importante en el cristianismo? ¿Quién es el cristiano auténtico? Puede ayudar aquello que dijo Benedicto XVI de que el cristianismo es el encuentro con una persona. Con Jesucristo mismo. Y entonces se comprende que el cristiano, el verdadero cristiano, es aquel que se ha encontrado con Jesús. Aquel que vive en continua comunicación con Jesús.
Podemos pensar en los discípulos. Ninguno de ellos era perfecto, no se la pasaban en éxtasis, pero eran hombres que seguían a Jesús y lo amaban con un corazón sencillo. A ellos no les faltaron los momentos difíciles, pero tampoco las alegrías. Podemos pensar en las largas jornadas que pasaban con el Señor. Cuántas bromas no les habrá hecho el Señor o cuántos días felices. Sin duda que las celebraciones de las fiestas debían de ser de lo mejor o las largas caminatas serían de lo más interesantes. Pero también había momentos difíciles. Cuántas veces el Señor regaño a Pedro o a Juan, el discípulo amado. Tuvieron que dejar atrás su casa, su dinero, su familia. Y más tarde llegó el anunció de la cruz. Qué duro debió de haber sido ese discurso del Señor… y sin embargo llegó la cruz. Y apenas la vieron, salieron corriendo, se escaparon. Pero cuando se dieron cuenta de su miseria y de su debilidad, supieron acudir al Señor y confiaron plenamente en Él.
Eran hombres normales, con sus flaquezas y sus puntos fuertes. Y estos hombres supieron entrar por la puerta que Jesús les indicaba. Tomaron la cruz, sí, pero no iban solos porque el Señor los acompañaba. Y así también el Señor nos muestra un camino y una cruz. Puede parecer lo más horrible, pero si miramos a nuestro lado y vemos que Jesús va con nosotros, nos daremos cuenta que es lo mejor que nos ha pasado. Cuando nos llegue una dificultad, cuando veamos que hemos pecado y nos avergoncemos de nuestra debilidad, démonos cuenta que el Señor nos está extendiendo el brazo para ayudar a levantarnos. Cuando la enfermedad toque a nuestra puerta no tengamos miedo, sino que descansemos en Jesús, que está ahí para consolarnos en el rostro de un familiar o un amigo.
La cruz y el camino son difíciles, pero no vamos solos. Caminando con Jesús, hasta el suplicio más duro se convierte en alegría como lo fue para el buen ladrón a para el Cireneo.
“No importa saber cuántos, sino que lo importante es que todos sepan cuál es el camino que conduce a la salvación.Tal recorrido prevé que se atraviese una puerta. Pero, ¿dónde está la puerta? ¿Cómo es la puerta? ¿Quién es la puerta? Jesús mismo es la puerta. Lo dice Él en el Evangelio de Juan: “Yo soy la puerta”. Él nos conduce a la comunión con el Padre, donde encontramos amor, comprensión y protección. Pero, ¿por qué esta puerta es estrecha?, se puede preguntar. ¿Por qué dice que es estrecha? Es una puerta estrecha no porque sea opresiva; sino porque nos exige restringir y contener nuestro orgullo y nuestro miedo, para abrirnos con el corazón humilde y confiado a Él, reconociéndonos pecadores, necesitados de su perdón. Por eso es estrecha: para contener nuestro orgullo, que nos hincha”.
(Homilía de S.S. Francisco, 21 de agosto de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Jesús, hoy voy a dedicar un momento, delante del Santísimo para ver cómo vivo mi vida cristiana. ¿Realmente Tú eres mi amigo? ¿O simplemente me esfuerzo por cumplir una serie de normas? No te pido que me hagas perfecto sino que pueda decir que Tú eres mi amigo verdadero.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Amén.
VATICANO DICTA NORMAS PARA SEPULTURA DE MUERTOS, CREMACIÓN Y CONSERVACIÓN DE CENIZAS
Vaticano dicta normas para sepultura de muertos, cremación y conservación de cenizas
Por Álvaro de Juana
VATICANO, 25 Oct. 16 / (ACI).- El Vaticano ha presentado un documento acerca de la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación, elaborado por la Congregación para la Doctrina de la Fe que está presidida por el Cardenal Gerhard Müller.
Con estas nuevas normas incluidas en la instrucción titulada Ad resurgendum cum Christo, se prohíbe algunas prácticas ampliamente difundidas en la actualidad entre los católicos como la conservación de las cenizas en el hogar, esparcir las cenizas del difunto en el mar o usarlas para confeccionar recuerdos.
La cremación es lícita y las cenizas deben conservarse en un lugar sagrado
La Iglesia establece ahora que “cuando razones de tipo higiénicas, económicas o sociales lleven a optar por la cremación, ésta no debe ser contraria a la voluntad expresa o razonablemente presunta del fiel difunto, la Iglesia no ve razones doctrinales para evitar esta práctica, ya que la cremación del cadáver no toca el alma" ni tampoco niega "la doctrina cristiana sobre la inmortalidad del alma y la resurrección del cuerpo”.
El texto precisa que la Iglesia "sigue prefiriendo la sepultura de los cuerpos, porque con ella se demuestra un mayor aprecio por los difuntos; sin embargo, la cremación no está prohibida a no ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana”.
Las cenizas, precisa el texto, "deben mantenerse en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica competente”.
La instrucción establece que la conservación de las cenizas en un lugar sagrado (cementerio) ayuda a evitar "la posibilidad de olvido, falta de respeto y malos tratos, que pueden sobrevenir sobre todo una vez pasada la primera generación, así como prácticas inconvenientes o supersticiosas”.
No se puede conservar las cenizas en el hogar
La Congregación para la Doctrina de la Fe señala que está totalmente prohibida “la conservación de las cenizas en el hogar”. “Sólo en casos de graves y excepcionales circunstancias, dependiendo de las condiciones culturales de carácter local, el Ordinario (obispo), de acuerdo con la Conferencia Episcopal o con el Sínodo de los Obispos de las Iglesias Orientales, puede conceder el permiso para conservar las cenizas en el hogar”.
“Las cenizas, sin embargo, no pueden ser divididas entre los diferentes núcleos familiares y se les debe asegurar respeto y condiciones adecuadas de conservación”, dice también.
No se puede esparcir las cenizas
El Papa Francisco también ha aprobado que “para evitar cualquier malentendido panteísta, naturalista o nihilista, no sea permitida la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma, o la conversión de las cenizas en recuerdos conmemorativos, en piezas de joyería o en otros artículos, teniendo en cuenta que para estas formas de proceder no se pueden invocar razones higiénicas, sociales o económicas que pueden motivar la opción de la cremación”.
¿Por qué estas prohibiciones?
“Siguiendo la antiquísima tradición cristiana, la Iglesia recomienda insistentemente que los cuerpos de los difuntos sean sepultados en los cementerios u otros lugares sagrados”.
El texto recuerda que en 1963 la Santa Sede estableció que “la Iglesia aconseja vivamente la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos”, pero “agregó que la cremación no es contraria a ninguna verdad natural o sobrenatural y que no se les negaran los sacramentos y los funerales a los que habían solicitado ser cremados, siempre que esta opción no obedezca a la negación de los dogmas cristianos o por odio contra la religión católica y la Iglesia”.
Sin embargo, la Congregación para la Doctrina de la Fe destaca que la cremación se ha extendido “notablemente en muchos países” y “al mismo tiempo también se han propagado nuevas ideas en desacuerdo con la fe de la Iglesia”.
El Vaticano también recuerda que “la inhumación (entierro) es en primer lugar la forma más adecuada para expresar la fe y la esperanza en la resurrección corporea”.
“Enterrando los cuerpos de los fieles difuntos, la Iglesia confirma su fe en la resurrección de la carne, y pone de relieve la alta dignidad del cuerpo humano como parte integrante de la persona con la cual el cuerpo comparte la historia”.
La Iglesia advierte por tanto que no puede permitir "actitudes y rituales que impliquen conceptos erróneos de la muerte, considerada como anulación definitiva de la persona, o como momento de fusión con la Madre naturaleza o con el universo, o como una etapa en el proceso de re-encarnación, o como la liberación definitiva de la ‘prisión’ del cuerpo”.
LAS DOS ALFORJAS
Las dos alforjas
En la base de tu crecimiento armónico como persona está el conocimiento de ti mismo, de tus fortalezas y debilidades. Con un ojo en tus virtudes para conservarlas y darles brillo, y con el otro ojo en tus fragilidades para neutralizarlas, afronta con esperanza y firmeza esa labor cotidiana de llegar a realizar el proyecto de Dios sobre tu vida. Una fábula sobre este tema.
Según una fábula, Zeus colocó dos alforjas a cada ser humano: una sobre el pecho y otra, atrás a la espalda. Los hombres, sin excepción, han puesto en la alforja que está a la vista los defectos de las personas conocidas, mientras los defectos propios en la alforja que tienen en la espalda. Por eso somos expertos en debilidades ajenas, y analfabetos en las propias fallas.
El conocimiento de ti mismo es llave de sabiduría, porque desde tu realidad personal puedes crecer y superarte. Epíteto, filósofo griego, escribió que “La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos, la cosa más fácil, hablar mal de los demás”. Conocerte es encontrarte con tus límites y también con tus logros y fortalezas. Ten un tiempo para evaluarte.
* Enviado por el P. Natalio
UN NIÑO ES NUEVO SANTO; SAN JOSÉ SÁNCHEZ DEL RÍO
Un niño es nuevo santo
1) Para saber
El domingo 16 de octubre el Papa Francisco celebró la Misa de canonización de siete nuevos santos de la Iglesia, entre los que se encuentra el niño mexicano José Sánchez del Río, mártir de la guerra cristera.
Las reliquias de los siete nuevos santos, fueron depositadas a los pies de la imagen de la Virgen María en el altar. Las reliquias de San José Sánchez del Río, fueron llevadas por Mauricio Kuri, joven actor que lo interpretó en la película “La Cristiada” y por Jesús Eduardo Gálvez, joven de 15 años de Sahuayo, ciudad natal del santo mexicano. Ambos vestían como Joselito al momento de su muerte.
2) Para pensar
El P. Fidel González es quien se encargó de que se llevara a cabo la canonización de José Sánchez del Río, conocido por muchos como “el niño Cristero” o simplemente por “Joselito”. El Padre Fidel asegura que es un mártir de los derechos fundamentales de la persona porque defendía la libertad de religión. Aunque era un adolescente, iba a cumplir 15 años, tenía la madurez de un joven de 20. Esto se ve en sus respuestas y en el modo en cómo enfrentó su martirio, en un “siglo de los mártires”, como dijo Juan Pablo II, en que mandaron al martirio a unos 27 millones de personas, más que en el resto de la historia del cristianismo.
El sacerdote asegura que el caso de Joselito “es excepcional”. La última tortura que sufrió fue que le desollaron los pies y le hicieron caminar desde la iglesia parroquial donde fue bautizado hasta el cementerio, casi a media noche, al tiempo que dejaba las huellas sangrantes de sus pies en el camino”. Además, “le habían roto la mandíbula y los dientes con la culata de un fusil, y así ensangrentado, gritaba «¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe!»”.
Antes de morir, “escribió una carta a su madre en la que dijo ser consciente de que iba a ser fusilado, confesaba su fe en Cristo y aceptaba esa muerte”. Una vez asesinado, a pesar de prohibirlo, “la gente salió de sus casas a recoger la tierra ensangrentada dejada en el camino por Joselito, y la tumba se convirtió en un imán que el gobierno nunca pudo parar”.
El postulador asegura tener “una lista de unas 300 personas que murieron de forma similar y podrían ser canonizadas mañana mismo”.
3) Para vivir
En el ofertorio de la Misa, participó Ximena Guadalupe Magallón con su madre y su abuela. La curación de Ximena, cuando era apenas un bebé, es el milagro que llevó a los altares a San José Sánchez del Río.
Pero hubo antes un “primer milagro moral” de Joselito, sobre el jefe político responsable de acabar con su vida. Aunque el jefe pertenecía a una buena familia, había perdido su fe, no obstante tener dos hermanas religiosas, una buena esposa y dos hijos, uno de los cuales se ordenó sacerdote y aún vive. Este jefe político, “al final de su vida fue asesinado en un viaje en un tren por un adversario político del mismo partido. Estando moribundo, pidió un sacerdote. Un Sacerdote que viajaba pudo asistirlo espiritualmente en sus últimos minutos de vida”.
Al final de la celebración, y mientras el Papa se retiraba se entonó La Guadalupana, himno dedicado a la Virgen de Guadalupe.
Pbro. José Martínez Colín
CÓMO TOCAR CON FE A DIOS EN LA ORACIÓN?
¿Cómo tocar con fe a Dios en la oración?
Jesús nos dice con claridad que tocarle es amarle, es tener la humildad de confiar en Él, de tratarle con ternura y fe.
Por: P. Guillermo Serra, LC | Fuente: la-oracion.com
La oración es acercarse a Jesús con humildad y tocarlo desde la fe. La oración llena de fe es "la debilidad" de Dios y la fuerza del hombre. Jesús no se resiste a hacer milagros cuando percibe una gran fe. No basta con tocar a Jesús, sino tocarlo con fe y experimentar cómo muchas virtudes, gracias, salen de Él para curar nuestro corazón y cuerpo.
Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que no había podido ser curada por nadie, se acercó por detrás y tocó la orla de su manto, y al punto se le paró el flujo de sangre. Jesús dijo: «¿Quién me ha tocado?» Como todos negasen, dijo Pedro: «Maestro, las gentes te aprietan y te oprimen». Pero Jesús dijo: «Alguien me ha tocado, porque he sentido que una fuerza ha salido de mí». Viéndose descubierta la mujer, se acercó temblorosa, y postrándose ante él, contó delante de todo el pueblo por qué razón le había tocado, y cómo al punto había sido curada. Él le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz». (Lc 8,43-48)
Nuestra propia enfermedad debe ser presentada con fe y esperanza
La mujer hemorroisa sufría desde hacía 12 años esta enfermedad. No había encontrado remedio, se había gastado todo en doctores. Sólo le quedaba una esperanza, ese Jesús del que toda la gente hablaba. Debido a su enfermedad era impura y todo lo que tocase automáticamente se convertía en impuro. Vivía en una soledad total, separada de la sociedad, de su familia, 12 años queriendo "volver a vivir". Esta soledad, necesidad de vivir, de ser alguien, hizo que sin temor se acercase a Jesús. Percibía en Él alguien que podría devolverle la vida, que podría dar sentido a esta enfermedad y poder ser curada.
En la oración nos presentamos también enfermos, débiles, con temores, resistencias, profundas heridas que todavía sangran. Con facilidad buscamos en el mundo diversos “doctores” que nos puedan curar, distracciones, pasatiempos que en el fondo nos dejan igual y nos vamos desgastando. En la oración nos presentamos conscientes de esta debilidad, pero a la vez llenos de fe porque estamos ante el único que nos puede curar de raíz, el que puede devolvernos la vida, dar un sentido profundo y nuevo a nuestra existencia, a nuestra soledad. Este acto de fe y confianza son los pasos necesarios para llegar hasta el Maestro: "Creo en ti Señor, espero en tu amor, confío en ti, quiero amarte para vivir". Presentamos nuestra vida ante Él, nuestra debilidad, enfermedad, con fe y confianza para que Él nos cure.
Acercarse a Jesús con humildad, con la mirada siempre fija en su Amor y ternura
Con gran fe, se acercó a Jesús por detrás, y con delicadeza, consciente de su impureza, se atrevió a tocarle con fe la orla de su manto.
Cuando hay fe y amor, la oración se convierte en un buscar el bien de la otra Persona: acogerle, cuidarlo, amarlo. Esto es lo que hace la hemorroisa. No piensa en sí misma. No quiere "molestar" al Señor: con humildad se acerca por detrás y busca tocar tan sólo el borde de su manto. Esto sería suficiente. La fe no busca evidencia, no quiere tocar a toda costa, palpar como lo hizo Santo Tomás. Basta con un detalle, un gesto cercano y tierno. Es un decirle a Jesús: "no te quiero molestar, sé que me amas y con tocarte el borde del manto, te darás cuenta que te necesito, que estoy aquí, que te amo y que quiero poderte abrazar… pero soy impura, mi alma es impura, necesito que tu amor me purifique y me haga digna de Ti".
Así la hemorroisa buscando el bien de Jesús, el no "hacerle" impuro, logra su propio bien. La oración es buscar al otro para encontrarse con el otro. Es dejarse encontrar buscando. Es rozar su Corazón para encontrase dentro de él.
La fe mueve el Corazón de Jesús y fija su mirada en la humildad
La mujer queda curada al instante. Jesús no espera a que la mujer le diga qué necesita. Así es el Buen Pastor, conoce a sus ovejas, nos conoce y sabe lo que necesitamos incluso antes de que se lo pidamos. Por eso, muchas veces la oración es ponerse en su presencia, quizás experimentando un silencio que no es indiferencia por parte de Jesús, sino un querer expresar ternura, contemplar a su creatura tan amada y admirarla con amor.
Jesús estaba siendo oprimido por la multitud, sin embargo, sintió que una virtud salía de Él y gritó: « ¿Quién me ha tocado? » Los discípulos, asombrados, no entienden esta pregunta. Decenas de personas están agolpadas, se empujan y estrujan a Jesús y sólo una "le ha tocado", aquella que apenas ha rozado el borde de su manto.
Aquí Jesús nos dice con claridad que tocarle es amarle, es tener la humildad de confiar en Él, de tratarle con ternura y fe. De acercarse a Él como un niño a su Padre y estar, sí, estar junto a Él. Muchos estaban más cerca que la mujer, pero no tenían fe, era quizás más bien curiosidad, rutina.
La oración nunca puede ser curiosidad o rutina. No es una actividad para llenarme de ideas o repetir fórmulas aprendidas de memoria. Esto sería como empujar y estrujar a Jesús, como aquel grupo que lo seguía. No, esta mujer nos enseña que para tocar a Jesús hay que tener fe, hay que acudir con confianza, presentarse con humildad y tener ternura hacia Dios. ¡Ah!, y sobre todo, hay que dejarse querer por el Maestro que nos conoce, nos espera y al instante nos abraza con amor.
Queremos tocarte Jesús. Ayúdanos Señor a tocarte con fe.
LANZAN CURSO VIRTUAL SOBRE NULIDAD MATRIMONIAL EN PERÚ
Lanzan curso virtual sobre nulidad matrimonial en Perú
LIMA, 25 Oct. 16 / (ACI).- La Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima (FTPCL), en el marco del convenio de formación en temas jurídicos con la Asociación Peruana de Canonistas, anunció la realización de un curso sobre nulidad matrimonial, que estará disponible en el campus virtual desde el 1 de noviembre, Solemnidad de Todos los Santos.
La nota de prensa señala que este curso responde al llamado del Papa Francisco que estableció la reforma del proceso de nulidad matrimonial para “hacer accesible a las personas cuyos matrimonios han fracasado la posibilidad de poder revisar por medio de la autoridad judicial eclesiástica la validez de su matrimonio”.
El curso está divido en 4 módulos: 1.- ¿Qué es el matrimonio canónico?, 2.- ¿Cuándo es nulo el matrimonio?, 3.- ¿Cuáles son los procesos de nulidad de matrimonio canónico?, 4.- Preguntas frecuentes sobre el proceso de nulidad matrimonial.
El curso estará a cargo de la Dra. María Mercedes Van Der Ree, jueza del Tribunal Eclesiástico de Lima.
El P. Luis Gaspar, Presidente de la junta directiva de la Asociación Peruana de Derecho Canónico, afirma que el curso es “una excelente oportunidad para que los laicos, sacerdotes religiosos, estudiantes de teología, abogados, agentes pastorales, entre otros puedan contar con toda la información que se necesita” sobre el tema.
La idea, comenta, es que “juntos como Iglesia podamos responder a las necesidades de los tiempos, donde la caridad y la Misericordia sean el motor de encuentro de nuestros hermanos que quieren iniciar el proceso de nulidad”.
El también Vicario de Vida y Familia de la Arquidiócesis de Lima afirmó que este curso es el inicio para la creación en las parroquias del servicio jurídico pastoral que el Papa Francisco ha pedido de manera especial en el año de la Misericordia.
“El primer paso que los obispos están llamados a cumplir, es aquel de la creación de un servicio de información, de consejo y de meditación ligado a la pastoral familiar que tendrá como fin acoger a las personas en vistas de la búsqueda preliminar al proceso matrimonial”, dijo.
Más información sobre el curso: derechocanonicoperu@gmail.com y http://www.ftpcl.edu.pe/curso-virtual-nulidad-matrimonial-canonica/
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 26 DE OCTUBRE
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Octubre 26
Cuando el grano de uva es deshecho por la prensa que lo tritura, se convierte en jugo dulce y vitalizador.
Cuando la aceituna pasa por el molino, se hace aceite suave y acariciante.
El dolor nos ayuda a comprender a los demás y sirve como bálsamo sobre los desgarros y heridas de todos.
Es bello vivir una vida difícil, pero con la sencillez del ambiente diario; a cada acto difícil, a cada momento arduo, pongamos el beso de la sencillez.
Las horas más difíciles de nuestra vida son las que mejor nos moldean; las dificultades tallan la verdadera personalidad de cada uno de nosotros.
Así, no te acostumbres a quejarte de las cosas que a diario te suceden; más bien acostúmbrate a ir subiendo la cuesta del cumplimiento de tu deber, repechando sus empinadas laderas y entonando al mismo tiempo un canto a tu cruz.
“Esta es la Alianza que haré con ellos, después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en su corazón y las grabaré en su conciencia, y no me acordaré de sus pecados” (Heb 10,16-17.
* P. Alfonso Milagro
martes, 25 de octubre de 2016
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 25 DE OCTUBRE
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Octubre 25
No es difícil ser valiente, sentirse valiente, cuando todo va saliendo bien; y aún tampoco es difícil sentirse valiente mientras se está en la lucha. Es que la lucha templa los aceros del espíritu.
Pero sentirse valiente en la derrota, eso ya no es tan fácil.
Sentirse con ánimo de seguir adelante cuando todo se derrumbó, cuando todo salió mal, eso es propio solamente de los verdaderos valientes.
Sentirse con fuerzas y ánimo aún en la propia derrota, está reservado a los hombres auténticos, que han puesto su confianza en Dios, que de la derrota más humillante son capaces de hacer surgir la más espléndida victoria.
No te olvides de que las grandes victorias pueden estar muy cercanas a las grandes derrotas; está en ti y en Dios el que la derrota se convierta en victoria.
“No pierdan ahora la confianza, a la que está reservada una gran recompensa. Ustedes necesitan constancia para cumplir la voluntad de Dios y entrar en posesión de la promesa” (Heb 10,35-36). Hay que tener también paciencia en nuestros mismos fracasos, en las mismas derrotas y caídas, Dios permite todo eso en nuestra vida, invitándonos a mantenernos en la humildad.
* P. Alfonso Milagro
EL EVANGELIO DE HOY MARTES 25 DE OCTUBRE DEL 2016
No se puede anunciar el evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida.
Lucas 13, 18-21. Martes XXX tiempo ordinario, Ciclo C. El grano de mostaza.
Por: H. Manuel Frutos LC | Fuente: www.missionkits.org
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, enciende mi corazón con el fuego de tu amor a fin de que, amándote en todo y sobre todo, pueda obtener aquellos bienes que no puedo por mí mismo ni siquiera imaginar y que has prometido Tú a los que te aman. Dios todopoderoso y eterno, Tú que lo puedes todo, aumenta mi fe, aumenta mi esperanza y aumenta mi caridad; y, para conseguir tus promesas, concédeme amar tus preceptos. Por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 13, 18-21
En aquel tiempo, Jesús dijo: “¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? Se parece a la semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció y se convirtió en un arbusto grande y los pájaros anidaron en sus ramas”. Y dijo de nuevo: “¿Con qué podré comparar al Reino de Dios? Con la levadura que una mujer mezcla con tres medidas de harina y que hace fermentar toda la masa”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Qué importante es que seamos esa semilla de mostaza que se entierra, que desaparece, para que se convierta en un árbol frondoso. El Reino de Dios es semejante a una semilla de mostaza. Esta parábola tan sencilla compara dos momentos de la historia de la semilla: cuando es enterrada (los inicios modestos) y cuando se hace un árbol (el milagro final). Por tanto, Jesús a través de este relato nos explica el crecimiento extraordinario de una semilla que se entierra en el propio jardín, a lo que sigue un crecimiento asombroso al hacerse un árbol. Al igual que esta semilla, el Reino de Dios tiene también su historia: el Reino de Dios es la semilla enterrada en el jardín, lugar que en el Nuevo Testamento indica el lugar de la agonía y de la sepultura del mismo Jesús; pero le sigue después el momento del crecimiento en el que llega a ser un árbol abierto a todos.El Reino de Dios, no se va a concretar, no se va a realizar en otro lugar o ambiente más que en lo concreto de la vida de cada uno. Es semilla en este jardín, es levadura en esta harina. El Reino de Dios se juega aquí, por eso el Papa Francisco nos recuerda constantemente que no se puede anunciar el evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida. Quien nos escucha y nos ve, debe poder leer en nuestros actos eso mismo que oye de nuestros labios y dar gloria a Dios.
¿Con qué poder comparar el Reino de Dios? Nos interroga el evangelio de hoy. Se parece a un poco a la levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa. El Reino de Dios es semejante a la levadura. La levadura se esconde en tres medidas de harina. Es suficiente meter una pequeña cantidad de levadura en tres medidas de harina para conseguir una gran cantidad de pan. Jesús anuncia que esta levadura, escondida o desaparecida en las tres medidas de harina, después de un tiempo, hace crecer la masa.
San Francisco de Asís decía a sus hermanos: “Prediquen el evangelio y si fuese necesario también con las palabras, prediquen con la vida, el testimonio, la incoherencia de los fieles y de los pastores entre lo que dicen y lo que hacen, entre la palabra y el modo de vivir, mina la credibilidad de la Iglesia”. Nuestro testimonio en la sociedad, mi testimonio concreto de vida coherente cristiana puede ser a mis propios ojos insignificante, mi fidelidad a Cristo y a su Evangelio puede parecerme poco e incluso inútil para la sociedad a la que nos enfrentamos cada día, pero el testimonio de la fe es valioso, cada detalle es importante, también el pequeño y humilde testimonio, también ése escondido de quien vive con sencillez su fe en lo cotidiano de sus relaciones con la familia, el trabajo, la amistad.Hay santos de cada día, santos ocultossuele decir el Papa Francisco, una especie de clase media de la santidad.
Que seamos capaces de construir cada día el Reino de Dios con una vida coherente, con una vida acorde a las exigencias del Evangelio, con una vida donde vayamos puliendo cada día todo aquello que son asperezas, para que nuestra fe sea realmente una forma de vida, para que nuestra fe sea como dice el autor del libro de los hebreos: “La seguridad de lo que no vemos y la certeza de lo que esperamos”.
“Jesús, cuando envía a sus discípulos para que lo precedan en las aldeas, les recomienda: “Digan primero: ‘¡Que descienda la paz sobre esta casa!’… ‘Curen a sus enfermos’”. Todo ello quiere decir que el Reino de Dios se construye día a día y ofrece ya en esta tierra sus frutos de conversión, de purificación, de amor y de consolación entre los hombres. ¡Es una cosa linda! Construir día tras día este Reino de Dios que se va haciendo. No destruir, construir.¿Con qué espíritu el discípulo de Jesús deberá desarrollar esta misión?”
(Homilía de S.S. Francisco, 3 de julio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Pediré al Señor poder comprender mejor a los demás, saber colocarme en su situación, y cuando se me presente en el día de hoy alguna situación no juzgarles.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Amén.
SALMO 18, DICHOSOS LOS QUE TEMEN AL SEÑOR
Salmo
Sal 18,2-3.4-5
R/. Dichosos los que temen al Señor
Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.
Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R/.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.
CÓMO ALCANZAR EL REINO DE DIOS? PAPA FRANCISCO DA ALGUNAS CLAVES
¿Cómo alcanzar el Reino de Dios? Papa Francisco da algunas claves
Foto: L'Osservatore Romano
VATICANO, 25 Oct. 16 / (ACI).- Una vez más, el Papa Francisco dedicó su homilía en la Misa matutina de Santa Marta a hablar de la ley pero también habló del Reino de Dios y de lo que esto significa para todo cristiano.
El Reino de Dios “está en camino hacia la esperanza”, “en camino hacia la plenitud”. Pero “se hace todos los días, con la docilidad del Espíritu Santo que es lo que une nuestra pequeña levadura o la pequeña semilla a la fuerza y lo transformará para hacer crecer”. Y si no se camina uno se convierte en rígido y “la rigidez nos hace huérfanos, sin Padre”.
Francisco dijo que la ley “es para la vida, para ayudar a hacer el Reino, a hacer la vida” y explicó que el Reino de Dios “quizá es una estructura toda bien hecha, toda en orden, organigramas bien hechos”, bromeó. Sin embargo, “esto no sucede en el Reino de Dios porque con él sucede los mismo que puede suceder con la ley: el ‘fijismo’, la rigidez”. “La ley es para ‘caminarla’, el Reino de Dios está en camino. No está parado. Es más: el Reino de Dios ‘se hace’ todos los días”, aseguró.
El Santo Padre explicó que “en el camino sucede la transformación” y para que el Reino de Dios crezca se debe tener una actitud distinta a la rigidez. “¿Cuál es la actitud que el Señor nos pide a nosotros para que el Reino de Dios crezca y sea pan para todos y habite también en todos?”. “La docilidad”, respondió. “El Reino de Dios crece con la docilidad a la fuerza del Espíritu Santo. La haría deja de ser harina y se convierte en paz porque es dócil a la fuerza de la levadura”, dijo comparándolo con el Reino de Dios.
Por tanto, “el hombre y la mujer dóciles al Espíritu Santo crecen y son dones para todos”. “También la semilla es dócil para ser fecundo, y pierde su identidad de semilla y se convierte en otra cosa, mucho más grande: se transforma”.
“El rígido solo tiene dueños, no un padre. El Reino de Dios es como una madre que crece y fecunda, se dona a sí misma para que los hijos tengas alimento y habitación, según el ejemplo del Señor”, añadió el Pontífice.
“Hoy es un día para pedir la gracia de la docilidad del Espíritu Santo. Muchas veces nosotros somos dóciles a nuestros caprichos, a nuestros juicios”. “Será la docilidad al Espíritu Santo la que nos hará crecer y transformar como la levadura y la semilla”.
¿CUÁL ES EL PECADO CONTRA EL ESPÍRITU SANTO?
¿Cuál es el pecado contra el Espíritu Santo?
Este pecado corta todas las vías para el arrepentimiento y la vuelta a Dios
Por: P. Miguel A. Fuentes, IVE | Fuente: TeologoResponde.org
Pregunta:
Me interesaría saber cuál es el pecado contra el Espíritu Santo. He sentido hablar sobre él en una reunión, pero no entiendo a qué se refiere.
Respuesta:
Estimado amigo:
La expresión “pecado contra el Espíritu Santo” está tomada del Evangelio, en el cual leemos en Mt 12,32:
Todo pecado y blasfemia se perdonará a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu Santo no será perdonada. Y al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que la diga contra el Espíritu Santo, no se le perdonará en este mundo ni en el otro.
Hay que tener en cuenta que estas palabras las pronuncia Cristo después que los fariseos intentan desacreditar sus milagros diciendo que los obra por el poder de Beelzebul, Príncipe de los demonios (Mt 12,24). Algunos Santos Padres, como Atanasio, Hilario, Ambrosio, Jerónimo y Crisóstomo, consideraron que este pecado es aquella blasfemia que atribuye las obras del Espíritu Santo a los espíritus diabólicos (como ocurre en el episodio relatado en el Evangelio). San Agustín enseñó, en cambio, que este pecado es cualquier blasfemia contra el Espíritu Santo por quien viene la remisión de los pecados. Muchos otros después de San Agustín lo identificaron con todo pecado cometido con plena conciencia y malicia (y se llamaría “contra el Espíritu Santo” en cuanto contraría la bondad que se apropia a esta divina Persona).
Santo Tomás, complementando estas tres interpretaciones señaló que el “pecado contra el Espíritu Santo” es todo pecado que pone un obstáculo particularmente grave a la obra de la redención en el alma, es decir, que hace sumamente difícil la conversión al bien o la salida del pecado; así:
(1) Lo que nos hace desconfiar de la misericordia de Dios (la desesperación que excluye la confianza en la misericordia divina) o nos alienta a pecar (la presunción, que excluye el temor de la justicia).
(2) Lo que nos hace enemigos de los dones divinos que nos llevan a la conversión: el rechazo de la verdad (que nos lleva a rebatir la verdad para poder pecar con tranquilidad) y la envidia u odio de la gracia (la envidia de la gracia fraterna o tristeza por la acción de la gracia en los demás y por el crecimiento de la gracia de Dios en el mundo).
(3) Y finalmente, lo que nos impide salir del pecado: la impenitencia (la negativa a arrepentirnos y dejar nuestros pecados) y la obstinación en el mal (la reiteración del propósito de seguir pecando).
Evidentemente a este pecado no se llega de repente, sino después de haberse habituado en el pecado. La malicia de este pecado implica muchos otros pecados que van deslizando al hombre hasta rechazar la conversión. Dice Nuestro Señor que este pecado no será perdonado ni en este mundo ni en el otro (Mt 12,32). No quiere decir esto que este pecado no “pueda” ser perdonado por Dios, sino que de suyo no da pie alguno para el perdón (corta todas las vías para el arrepentimiento y la vuelta a Dios). Sin embargo, nada puede cerrar la omnipotencia y la misericordia divina, que puede causar la conversión del corazón más empedernido así como puede curar milagrosamente una enfermedad mortal.
CREER SOLO EN DIOS
Creer solo en Dios
Es justo y bueno confiarse totalmente a Dios y creer absolutamente lo que El dice. Sería vano y errado poner una fe semejante en una criatura.
Por: P. Pedro Barrajón, L.C. | Fuente: la-oracion.com
"Cuando el hombre ora se sitúa de frente a Dios. En realidad siempre estamos en su presencia pero pocas veces somos realmente conscientes de que Él está allí. El hombre orante ejercita la fe como una adhesión personal a Dios (Catecismo Iglesia Católica, 150). La adhesión personal requiere que el hombre comprometa su inteligencia y que acepte lo que Dios ha revelado como verdadero, precisamente porque Dios lo ha revelado. Claro que cuando el hombre ora ejerce su inteligencia para entender con su mente lo que Dios le quiere decir, pero es también necesario que él abra todo su corazón porque el lenguaje de Dios es un lenguaje que va "de corazón a corazón" (Cor ad cor loquitur: el corazón habla al corazón).
No hay que despreciar este aspecto más "intelectual" de la oración, pero tampoco hay que reducirlo a él. Es preciso llegar a un sano equilibrio. La oración siempre es relación y una sana relación humana no comprometemos sólo la inteligencia sino el afecto, la voluntad, las emociones, la corporalidad, todo nuestro ser. Lo mismo sucede con Dios. Es importante tratar de entender lo que Dios nos revela, guiados por la sabia mano del Magisterio pero es igualmente importante que la relación con Él sea integral e incluya toda nuestra persona.
Por otra parte la relación con Dios, aunque tiene muchos aspectos análogos a la relación interpersonal humana, por otra parte es especial y única. Puede ser legítimo a veces dudar de lo que nos dice una persona por motivos diversos. Jamás lo será en el caso de Dios porque Él, siendo la verdad, no puede caer en falsedad e inducirnos a nosotros en error. Por ellos, llevados de su mano, nos sentimos seguros de que no nos podrá conducir a la mentira, sino que nos guiará siempre hacia la verdad sobre nosotros, sobre el mundo, sobre Él mismo. Así, con Él, tenemos esa experiencia de la que hablaba San Agustín, del "gozo de la verdad". Quien vive en la verdad y de la verdad, vive un gozo puro y especial que no puede vivir quien vive con el demonio, padre de la mentira. Por ello el hombre de Dios irradia alegría, gozo y paz.
"Es justo y bueno confiarse totalmente a Dios y creer absolutamente lo que El dice. Sería vano y errado poner una fe semejante en una criatura" (CIC, 150). Podemos dar a otras personas una cierta confianza, pero sería vano poner en otra persona una confianza semejante a la que ponemos en Dios. El marido puede dar una confianza total a la mujer y viceversa. Es justo y sobre esta mutua confianza surge la alianza matrimonial, pero tal confianza siempre podrá estar minada por los límites e imperfecciones propios de una creatura. En cambio tales límites no existen en la relación con Dios, Verdad Absoluta que no aplasta con la luz de su verdad, sino que cura, ilumina, transforma y alegra el corazón del hombre.
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