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viernes, 8 de julio de 2016
QUÉ HAY QUE HACER CUANDO NOS OLVIDAMOS DE DECIR ALGUNOS PECADOS EN LA CONFESIÓN?
¿Qué hay que hacer cuando nos olvidamos de decir algunos pecados en la confesión?
Suele ocurrir que un penitente olvida, sin intención de ocultarlo, algún pecado grave. En estos casos, ¿qué corresponde hacer?
Por: P. Miguel A. Fuentes, IVE | Fuente: TeologoResponde.org
Pregunta:
Estimado Padre: mi hija mayor acaba de recibir la primera comunión, a raíz de lo cual (por indicación del párroco) los papás de los niños fuimos a confesarnos para poder recibir la comunión junto con ellos. Yo había dejado de ir a misa, de confesarme, de comulgar desde que me casé (un periodo de diez años aproximadamente). El volver a los sacramentos me ha llenado de felicidad, pero he quedado con una espina pues a pesar de haber estado haciendo exámenes de conciencia desde que nos dijeron que íbamos a confesarnos, debido a la cantidad de tiempo pasado entre mi última confesión y ésta, y un poco por los nervios, me olvidé de decir algunos pecados graves (de hecho los recordé varios días después). ¿Cometí otro pecado mayor al comulgar con estos pecados? ¿Cómo arreglo este punto? Espero no haberle quitado mucho de su valioso tiempo y de antemano gracias por su atención.
Respuesta:
Estimado:
Ante todo, no ha cometido un pecado al comulgar puesto que usted lo hizo pensando haber hecho una buena confesión; y de hecho la suya fue una buena confesión, aunque incompleta. Su confesión fue buena porque el no confesar esos pecados no fue deliberado. Para la validez de una confesión, como nos enseña el magisterio de la Iglesia, es obligatorio confesar todos los pecados mortales todavía no perdonados directamente o aún no confesados, con número y especie ínfima (o sea con las circunstancias que cambian la especie – como si uno ha pecado contra la castidad siendo casado o con una mujer casada, debe decirlo porque no se trata de un simple acto de fornicación sino de un adulterio) [1]; en caso de haber hecho mal algunas confesiones pasadas debe también mencionar este pecado (y las comuniones que haya recibido estando en pecado) y también los pecados confesados en ellas, pues al ser inválidas no hubo absolución de los pecados confesados. Ahora bien, también se añade a esta regla que debe uno confesar todos los pecados… de los que tenga memoria después de un diligente examen de su conciencia. Santo Tomás menciona el sabio principio: “In confessione non exigitur ab homine plus quam possit», en la confesión no se exige del hombre más de lo que puede [2].
Suele ocurrir, en particular en confesiones después de muchos años, que un penitente olvida, sin intención de ocultarlo, algún pecado grave. En estos casos, ¿qué corresponde hacer? Dependerá del momento en que le venga a la memoria ese pecado:
(a) si el penitente está todavía en el confesonario, aunque el sacerdote ya le haya dado la absolución, debe acusarse en seguida del nuevo pecado que acaba de acudir a su memoria, y el confesor debe darle nuevamente la absolución (siempre hablamos de un pecado mortal);
(b) si ya se levantó del confesonario, puede hacer una de dos cosas: o volver al confesor, si puede hacerlo sin llamar la atención y decirle que olvidó un pecado; o bien, dejarlo para la siguiente confesión, pudiendo comulgar mientras tanto, ya que el pecado quedó indirectamente absuelto (por olvido inculpable); sólo queda la obligación remanente de hacer que sobre él recaiga de modo directo la absolución.
Este segundo es el caso que está aquí consultado. Por tanto, basta con decir en la próxima confesión lo ocurrido y confesar en esa oportunidad el o los pecados olvidados.
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 8 DE JULIO
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Julio 8
Te sueles quejar de que no tienes fe; es que quizá no sabes ubicarte en la noción de fe y menos aún en la realidad de la fe.
Para creer en Dios, hay que despojarse de sí mismo, hay que reconocerse débil, hay que confesarnos a nosotros mismos nuestra miseria, la poca cosa que somos; como a ti te cuesta hacer esto, por eso tienes tantas dificultades para tener fe.
O tal vez estarás pasando lo que se llama una crisis de fe; estás desalentado; tienes ganas de echarlo todo a rodar. A través de esa crisis, Dios quiere llevarte a creer más profundamente, no con una fe de niño, con una fe sin conciencia y sin responsabilidad, sino con una fe adulta, una fe de compromiso; al fin y al cabo, eso y solamente eso es la fe. Así, cuando la fe parece perdida, puede ser que la tengas más arraigada, más personal, más consustanciada con tu propia vida; cuando parece muerta, puede estar más viva. Ya sabes, solamente cuando ya no tengas nada, cuando sobre todo ya no te tengas a ti mismo, podrás comenzar a tener fe.
“Así hemos visto confirmada la palabra de los profetas, y ustedes hacen bien en prestarle atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el día y aparezca el lucero de la mañana en sus corazones” (1 Pe 1,19)
* P. Alfonso Milagro
LA ORACIÓN "NO SÉ" UN MODO SENCILLO DE REZAR
La oración del "NO SÉ" un modo sencillo de rezar
Puedes ponerte en presencia de Dios y presentar tus no sé a Cristo, escuchando cómo Él te va respondiendo.
Por: P. Guillermo Serra, L.C | Fuente: la-oracion.com
La oración es fácil y difícil a la vez. Es fácil porque es Dios el que toma la iniciativa y a nosotros nos toca responder. Es difícil porque nos gustaría "saber" muchas cosas en esta relación con Dios, pero con humildad tenemos que reconocer que no sabemos. Pero es precisamente en este "no saber" donde encontramos una gran riqueza si dejamos que Jesús nos hable...
Les presento una oración sencilla para poder rezar con humildad aprovechando nuestras debilidades.
1. Mi alma le dice a Jesús: no sé, y Jesús le contesta a mi alma...
Mi alma: no sé qué decir...
Jesús: es que no tienes que decir nada, tan sólo escucha.
Mi alma: no sé cómo comenzar...
Jesús: es que no hay que comenzar lo que inició desde toda la eternidad. Yo te amé con amor eterno.
Mi alma: no sé cómo entrar en presencia de Dios...
Jesús: me tienes dentro, busca bien, eres templo de Dios, haz silencio
Mi alma: no sé qué hacer en la oración...
Jesús: no tienes que hacer nada, sino dejarte mirar por mí, escucharme, lo demás, llega sólo.
Mi alma: no sé cómo escuchar...
Jesús: mi Palabra es eterna, inclínate hacia tu corazón, escúchalo, ahí está grabada
2. La oración del no sé en algunos personajes del Nuevo Testamento
Magdalena: no sé perdonarme...
Jesús: no tienes que perdonarte, Yo te perdono y te levanto con dignidad, porque eres hija de un Rey.
Tomás: no sé cuál es el camino...
Jesús: ¿no ves el camino? Soy Yo, tócame, si te sujetas de mí y caminas a mi lado ya estás en el Camino y llegarás a la Verdad y la Vida.
Felipe: no sé quién es el Padre, no lo veo...
Jesús: quien me ha visto a mí, ha visto al Padre. Yo hago lo que es de su agrado.
Pedro: no sé caminar sobre el agua...
Jesús: fija en mí la mirada y podrás caminar sobre cualquier obstáculo. Si quitas tu mirada, te hundirás.
Samaritana: no sé dónde puedo saciar mi sed...
Jesús: ven a saciarte en mi fuente, Y soy el Agua que salta hasta la vida eterna.
Lázaro: no sé cómo asumir el dolor y la muerte...
Jesús: ¡no temas!, Yo Soy el Médico y la Medicina; la Resurrección y la Vida. El que cree en mí no morirá para siempre.
Zaqueo: no sé cómo llenar el vacío de mi vida...
Jesús: déjame entrar en tu casa y llenarte con mi compañía.
Juan: no sé permanecer de pie junto a la cruz sin sentirme desfallecer...
Jesús: si te caes, yo te sostendré. La fidelidad pasa por la valentía de reconocer que sin mí nada puedes, que tu fuerza soy yo.
Marta: no sé qué hacer con mis cansancios y preocupaciones...
Jesús: siéntate a mis pies, escucha mis Palabras, no te afanes tanto, no necesito que hagas mucho sino que ames mucho.
Buen ladrón: no sé cómo reparar mi daño, devolver lo que he robado...
Jesús: déjame robarte el corazón y llevarlo conmigo al cielo.
3. Ejercicio para la oración:
Puedes ponerte en presencia de Dios y presentar tus no sé a Cristo, escuchando cómo Él te va respondiendo y así, dejar que te llene de su sabiduría. Nosotros no sabemosÉl es la sabiduría infinita que nos ama, nos conoce y nos abraza.
Nos quiere enriquecer y por eso: "si quieres saber algo, no quieras saber algo en nada" (San Juan de la Cruz, Subida al Monte Carmelo)
RELIQUIAS DE SANTA MARÍA MAGDALENA ESTARÁN EN EL JMJ CRACOVIA 2016
Reliquias de Santa María Magdalena estarán en la JMJ Cracovia 2016
Es considerada una apóstol de la misericordia
Fuente: ACI
CRACOVIA, 05 Jul. 16
Durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Cracovia (Polonia) los peregrinos tendrán la oportunidad de venerar las reliquias de Santa María Magdalena, considerada una “apóstol de la misericordia”.
Las reliquias serán expuestas en la iglesia de los Padres Franciscanos Reformados en la calle Reformacka 4 de Cracovia y podrán ser visitadas todas las tardes de la semana que dura la JMJ, del 26 al 31 de julio.
Los organizadores de la JMJ indicaron que las reliquias serán llevadas para que los peregrinos pidan “la gracia de la oración, para experimentar a Cristo en lo más profundo de nuestro corazón. La gracia de la conversión, para permitirle a Dios transformar nuestros corazones, reconciliarnos con Él y ser fortalecidos por Él; y la gracia de ser testigo, de modo que la alegría del don recibido nos llene de alegría en la predicación de los milagros de Dios”
Las reliquias de Santa María Magdalena se conservan en la basílica de Saint Maxime-la- Sainte-Baume, en la región de La Provence a unos 800 kilómetros de París en Francia. Fueron confiadas a los jóvenes de la diócesis de Fréjus-Toulon y serán llevadas a Polonia por un grupo de voluntarios de la orden de los dominicos encargados de custodiarlas.
Según la tradición francesa, poco tiempo después de la Resurrección, María Magdalena llegó a Francia en un barco y predicó el evangelio en lugares como Saintes- Marie-de-la-Mer y Marsella. Después llegó a Sainte-Baume donde decidió vivir como eremita en una gruta.
Allí se entregó a la oración y pedía por todas las personas que conocía y que la buscaban para pedirle ayuda o su compañía. Las reliquias fueron reconocidas como auténticas en 1279 y actualmente la gruta de Sainte-Baume es visitada por cientos de peregrinos.
En el año 2007, el Papa Benedicto XVI habló de esta santa y dijo que “los Evangelios nos informan que las mujeres, a diferencia de los Doce, no abandonaron a Jesús en la hora de la Pasión. Entre ellas se destacó Magdalena, que no sólo presenció la Pasión, sino que también fue el primer testigo y anunciadora del Resucitado”.
El pasado mes de junio el Papa Francisco elevó la memoria de Santa María Magdalena, que se celebra el 22 de julio, al rango de fiesta litúrgica.
Traducido por María Ximena Rondón.
jueves, 7 de julio de 2016
SALMO 79 - QUE BRILLE TU ROSTRO, SEÑOR, Y NOS SALVE
Salmo 79
R/. Que brille tu rostro, Señor, y nos salve
Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece;
despierta tu poder y ven a salvarnos. R/.
Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó,
y que tú hiciste vigorosa. R/.
EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 7 DE JULIO, QUE HAYA PAZ EN ESTA CASA
Que haya paz en esta casa
Tiempo Ordinario
Mateo 10, 7-15. Tiempo Ordinario. La evangelización, en nuestro tiempo, sólo será posible por medio del contagio de la alegría.
Por: H. Gastón Vicuña | Fuente: Catholic.net
Del santo Evangelio según san Mateo 10, 7-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Apóstoles: Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca: curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni otra túnica, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa saludad; si la casa se lo merece, la paz que deseáis vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros. Si alguno no os recibe o no os escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudid el polvo de los pies. Os aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra, que a aquel pueblo.
Oración introductoria
Jesús, creo que estás aquí conmigo, que me escuchas y me hablas al corazón. Creo que todo lo que soy es regalo tuyo y que me amas más que nadie en este mundo. Enséñame a tomarme de tu mano y a vivir más confiado en ti, porque contigo no existe mal alguno. Ayúdame a abrirte mi corazón en esta oración, para aceptar con gozo tu voluntad y amarte en el cumplimiento fiel de tu querer.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Apóstoles: Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca: curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni otra túnica, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa saludad; si la casa se lo merece, la paz que deseáis vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros. Si alguno no os recibe o no os escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudid el polvo de los pies. Os aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra, que a aquel pueblo.
Oración introductoria
Jesús, creo que estás aquí conmigo, que me escuchas y me hablas al corazón. Creo que todo lo que soy es regalo tuyo y que me amas más que nadie en este mundo. Enséñame a tomarme de tu mano y a vivir más confiado en ti, porque contigo no existe mal alguno. Ayúdame a abrirte mi corazón en esta oración, para aceptar con gozo tu voluntad y amarte en el cumplimiento fiel de tu querer.
Petición
Jesús, que sea el apóstol que quieres de mí.
Meditación del Papa Francisco
Jesús, que sea el apóstol que quieres de mí.
Meditación del Papa Francisco
El Señor quiere una Iglesia pobre que evangelice a los pobres. Cuando Jesús envió a los Doce, les dijo: “No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; ni tampoco alforja para el camino; ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento”. La pobreza evangélica es una condición fundamental para que el Reino de Dios se difunda. Las alegrías más hermosas y espontáneas que he visto en el transcurso de mi vida son las de personas pobres, que tienen poco a que aferrarse. La evangelización, en nuestro tiempo, sólo será posible por medio del contagio de la alegría.
Como hemos visto, la Bienaventuranza de los pobres de espíritu orienta nuestra relación con Dios, con los bienes materiales y con los pobres. Ante el ejemplo y las palabras de Jesús, nos damos cuenta de cuánta necesidad tenemos de conversión, de hacer que la lógica del ser más prevalezca sobre la del tener más. Los santos son los que más nos pueden ayudar a entender el significado profundo de las Bienaventuranzas. (S.S. Francisco, Mensaje para la XXIX Jornada Mundial de la Juventud 2014).
Reflexión
Mateo ha grabado en su Evangelio estas instrucciones que Jesús dio a sus discípulos antes de enviarlos por los pueblos a predicar que el Reino de Dios estaba cerca. Los cristianos de todas las épocas han entendido que estas disposiciones no estaban dirigidas sólo a ellos, sino a todo cristiano que, en virtud de su bautismo, es también discípulo del Maestro y enviado a proclamar su mensaje a todos los hombres.
¿Y qué nos dice este pasaje a nosotros, dos mil años después? Las palabras de Jesús siguen siendo tan actuales como entonces, ya que vivimos igualmente en un mundo necesitado de testigos de Dios, que busca desesperadamente dónde está la verdad y el amor. Nosotros, apóstoles de nuestro tiempo, estamos también llamados a entregarnos gratuitamente a nuestros hermanos, en la ayuda desinteresada, el servicio franco y la donación personal sin medida. Jesucristo nos sigue insistiendo en la necesidad de no perdernos en las cosas y los métodos, para que así brille la luz que llevamos en el corazón. Nos previene contra el peligro de no alumbrar este mundo por estar muy distraídos con nosotros mismos. Él quiere que vivamos una vida de amor, de paz, de alegría y confianza en Él, una vida que sencilla y centrada en lo fundamental. Este es el testimonio que transforma, que convierte. Este es el estilo de vida de los primeros cristianos que cambió todo un mundo para Cristo.
"Al entrar en una casa saludad; si la casa se lo merece, la paz que de deseáis vendrá a ella." Ser hombres de misión, de saludo y de paz. Hombres que llevan a Dios en los labios y en el corazón, pero sabiendo que mucho antes que las palabras, es el testimonio de la propia vida lo que convence y lo que arrastra a los demás hacia Dios.
¿Cuál es el testimonio que irradio a los demás? ¿Sé dejar el buen olor a Cristo con mi presencia, testimonio y conversaciones?, ¿o el respeto humano puede más en mí, y no soy capaz de dar ese testimonio que Cristo me pide?, ¿es mi comportamiento distinto frente a Dios y frente a los demás, o soy un hombre auténtico que actúa siempre de cara a Dios?
Propósito
Daré testimonio de mi fe en una entrega alegre a los demás, siendo siempre un sembrador de paz.
Dialogo con Cristo
Jesús, sé que me escuchas y me amas. Quiero oír tu voz en estas palabras del Evangelio. Sé que me llamas a ser tu testigo, a ser más tuyo y menos del mundo. Enséñame a darte siempre el primer lugar en mi vida, y servirte con alegría y desinterés en los demás. Te pido la gracia de nunca defraudar tu amor por mí, sino vivir esta vida que me regalas cumpliendo la misión que me tienes encomendada.
«La misión de todos los apóstoles de Cristo, en todos los tiempos, consiste en ser colaboradores de la verdadera alegría.» Benedicto XVI, Miércoles 10 de septiembre de 2008
Mateo ha grabado en su Evangelio estas instrucciones que Jesús dio a sus discípulos antes de enviarlos por los pueblos a predicar que el Reino de Dios estaba cerca. Los cristianos de todas las épocas han entendido que estas disposiciones no estaban dirigidas sólo a ellos, sino a todo cristiano que, en virtud de su bautismo, es también discípulo del Maestro y enviado a proclamar su mensaje a todos los hombres.
¿Y qué nos dice este pasaje a nosotros, dos mil años después? Las palabras de Jesús siguen siendo tan actuales como entonces, ya que vivimos igualmente en un mundo necesitado de testigos de Dios, que busca desesperadamente dónde está la verdad y el amor. Nosotros, apóstoles de nuestro tiempo, estamos también llamados a entregarnos gratuitamente a nuestros hermanos, en la ayuda desinteresada, el servicio franco y la donación personal sin medida. Jesucristo nos sigue insistiendo en la necesidad de no perdernos en las cosas y los métodos, para que así brille la luz que llevamos en el corazón. Nos previene contra el peligro de no alumbrar este mundo por estar muy distraídos con nosotros mismos. Él quiere que vivamos una vida de amor, de paz, de alegría y confianza en Él, una vida que sencilla y centrada en lo fundamental. Este es el testimonio que transforma, que convierte. Este es el estilo de vida de los primeros cristianos que cambió todo un mundo para Cristo.
"Al entrar en una casa saludad; si la casa se lo merece, la paz que de deseáis vendrá a ella." Ser hombres de misión, de saludo y de paz. Hombres que llevan a Dios en los labios y en el corazón, pero sabiendo que mucho antes que las palabras, es el testimonio de la propia vida lo que convence y lo que arrastra a los demás hacia Dios.
¿Cuál es el testimonio que irradio a los demás? ¿Sé dejar el buen olor a Cristo con mi presencia, testimonio y conversaciones?, ¿o el respeto humano puede más en mí, y no soy capaz de dar ese testimonio que Cristo me pide?, ¿es mi comportamiento distinto frente a Dios y frente a los demás, o soy un hombre auténtico que actúa siempre de cara a Dios?
Propósito
Daré testimonio de mi fe en una entrega alegre a los demás, siendo siempre un sembrador de paz.
Dialogo con Cristo
Jesús, sé que me escuchas y me amas. Quiero oír tu voz en estas palabras del Evangelio. Sé que me llamas a ser tu testigo, a ser más tuyo y menos del mundo. Enséñame a darte siempre el primer lugar en mi vida, y servirte con alegría y desinterés en los demás. Te pido la gracia de nunca defraudar tu amor por mí, sino vivir esta vida que me regalas cumpliendo la misión que me tienes encomendada.
«La misión de todos los apóstoles de Cristo, en todos los tiempos, consiste en ser colaboradores de la verdadera alegría.» Benedicto XVI, Miércoles 10 de septiembre de 2008
HIMNO A JESÚS SACRAMENTADO - SANTO TOMÁS DE AQUINO
HIMNO A JESÚS SACRAMENTADO
POR SANTO TOMÁS DE AQUINO
(Adoro te devote)
Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A Ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte. Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad. En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido. No veo las llagas como las vio Tomas pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en Ti, que en Ti espere y que te ame. ¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de Ti viva y que siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, bondadoso Pelícano, límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero. Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.
SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES A LA VIRGEN DEL CARMEN
Oración a la Virgen del Carmen
Súplica para tiempos difíciles
"Tengo mil dificultades:
ayúdame.
De los enemigos del alma:
sálvame.
En mis desaciertos:
ilumíname.
En mis dudas y penas:
confórtame.
En mis enfermedades:
fortaléceme.
Cuando me desprecien:
anímame.
En las tentaciones:
defiéndeme.
En horas difíciles:
consuélame.
Con tu corazón maternal:
ámame.
Con tu inmenso poder:
protégeme.
Y en tus brazos al expirar:
recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén."
LA VIDA TE SONREIRÁ
La vida te sonreirá
No tomes a la vida como una carrera. No es la vida una competencia hacia una meta de llegada. Dios no quiere que llegues a El por lógica inercia o con apuros fanáticos. No quiere que al final de la vida digas: "solo se trataba de esto y nada más". No.
La vida es más que la suma de seres vivos, la vida es un tesoro compartido, un brillante tiempo que ilumina al universo mismo en cuanto te ha sido dada, porque allí es donde nace la esperanza, donde hay un soplo de vida cálido, un soplo de eternidad.
La vida es la sonrisa de una madre en el recuerdo, es la palabra y la mirada de nuestro padre, llena de comprensión y misterio que nos habla en algún rincón de la memoria. La vida es saber disfrutar y compartir el cariño inmenso que nos rodea cuando estamos en familia. Lo comprobamos en alguna fiesta, cuando nace un nuevo integrante, cuando se casa un pariente. Los ojos llenos de esperanzas, la piel fresca de alegría. La vida es un abrazo temprano a quienes queremos y un beso sincero en el encuentro.
Cuando aprendas a ver el corazón de las cosas, cuando veas con los ojos del alma la razón de lo que no tiene razón, entonces comprenderás que la vida es más que la suma de sus partes, que es la esencia misma bailando en el espacio, cantando en el viento, mojándote en la lluvia, abrigándote en el silencio de una noche fría frente al fuego. Comprenderás que el otro tiene las mismas inquietudes, los mismos miedos ocultos, que también siente respeto por algo, que alberga culpas que no logra sacar, sonrisas que no puede brindar, ganas de ser querido, ¡tantas cosas! .... tantas.... como también tienes tú.
Verás que el otro es parte de tu vida y tú vives porque hay otro que vive para verte, que aprendiste muchas cosas, porque otro te las enseñó. Tus padres, tu escuela, tus amigos, la vida misma. Comprenderás que la vida es siempre un camino que solo se hace al caminar con la mirada franca y un beso lejano esperándonos en algún horizonte. Sabrás que transitamos por un sendero único e irrepetible porque es la huella que vamos haciendo en el mundo, nuestra marca, nuestra señal, que escribimos en los renglones de un relato compartido. Y tan solo de nosotros depende un verso mejor, una gran alegría, una palabra triste, un momento de olvido o una canción de amor, de nosotros depende elegir la forma de mejorar nuestro rumbo y que cada día sea un canto al sol.
La vida es para aprender a amar y a perdonar, a olvidar cuando debemos olvidar, a recordar cuando debemos recordar. La vida es para ampliar los afectos y reflexionar sobre nuestras vivencias, para que pensemos en los frutos de nuestros actos y veamos claramente, sin ningún tipo de adorno ni justificaciones oportunistas lo que hemos hecho en el tiempo y todavía, si podemos, volver sobre nuestros pasos para cambiar alguna situación.
No ocupes tu tiempo en ver solo el aspecto negativo de las cosas... sueña, imagina, planea una salida, invita a alguien a comer a tu casa, da un abrazo y ríete con las personas que sonríen, ama con las personas que aman, alégrate con quienes te alegren el día, haz las cosas simples porque en los simple brilla una pequeña luz que se hace fantástica e inmensa a los ojos de quien atesora ilusiones.
Nunca hagas o digas algo que resulte demasiado duro a alguien solitario, porque aunque a ti te parezca que en circunstancias normales, cualquiera lo tomaría con naturalidad, una persona solitaria podría verse herida mortalmente, pues su mente y su corazón son más sensibles a las influencias del exterior. Trata de llevarle un motivo de felicidad, un minuto de alegría, un momento de amor y te lo agradecerá infinitamente.
Sabes, la felicidad es pariente de la belleza y la belleza es el rostro de la verdad. Cuando descubrimos una verdad, descubrimos algo bello, y lo bello solo puedo regocijarnos en el alma porque la verdad y la belleza son atributos de Dios. No pienses en aquello de que la verdad es "dura", lo duro, feo o desagradable no es la verdad, eso se llama realidad, la que el ser humano crea todos los días con su insistente capacidad de nombrar y clasificar las cosas. La verdad es otra cosa, la verdad es el motivo de la felicidad y la libertad, porque nos libera de fantasmas y dudas al caminar, porque nos hace bellos si la sabemos cuidar, porque es el final del camino al que hemos de llegar.
La vida es un encuentro entre Dios y tú. Disfruta tu tiempo sabiendo que el pasado y el futuro son instantes de una realidad que se actualiza de acuerdo a tu conciencia, la cual se enciende a cada instante e ilumina lo que toca, lo que ve y hasta lo que niega.
Recuerda que la vida es más que la suma de seres vivos, es un tesoro compartido del cual formas parte. Cuando comprendas esto, llenarás tus pulmones vacíos con un soplo de eternidad y serás uno con la vida, y la vida te sonreirá.
YO ESTOY A LA PUERTA
Yo estoy a la puerta
Un hombre había pintado un lindo cuadro. El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor, reconocido artista. Llegado el momento, se tiró el paño que velaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso.
Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le respondía.
Todos admiraban aquella preciosa obra de arte. Un observador muy curioso, encontró una falla en el cuadro. La puerta no tenía cerradura.
Y fue a preguntar al artista:
_“¡Su puerta no tiene cerradura! ¿Cómo se hace para abrirla?“.
El pintor tomó su Biblia, buscó un versículo y le pidió al observador que lo leyera:
Apocalipsis 3, 20:
"He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.”
_”Así es”, respondió el pintor. “Ésta es la puerta del corazón del hombre. Solo se abre por dentro.”
Abramos nuestro corazón al amor, a DIOS.
Cambiemos, aun estamos a tiempo.
SI, EL REÍR REJUVENECE... Y QUÉ POCO REÍMOS!!
Si, el reír rejuvenece... ¡Y qué poco reímos!
¡Qué afortunados quienes tienen un ser amado en cuyo rostro aparece con frecuencia el fulgor maravilloso de la sonrisa!
Por: Ma Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net
¿La risa, la sonrisa? algo que muchos considerarán intrascendente, pero sin embargo es de gran importancia y valor.
Valioso e importante para nuestro caminar por la vida, para nuestro trato con los demás, para nuestro beneficio y hasta para nuestra salud.
La risa y la sonrisa. Según una terapeuta que realizó estudios en los Estados Unidos relativos a los beneficios de la risa para la mente y el cuerpo humano, así como las terapias adicionales a la misma, tales como la respiración consciente, la expresión corporal, el canto y la conversación eran factores importantísimos, aparte de un signo externo de alegría, para prevenir las enfermedades cardiovasculares, calmar los dolores físicos, regular el sistema nervioso y aliviar el stres.
No sabemos que es lo que pensarán los médicos al respecto pero lo que si sabemos todos es que reír es algo que nos deja el alma aligerada, que es una sensación extraordinaria de bienestar y gozo que como algo mágico nos transporta un poco a nuestros tiempos infantiles y por eso el reír rejuvenece. Si, el reír rejuvenece... ¡Y qué poco reímos!
Al sentirnos adultos nos revestimos de una gran austeridad y de una propiedad tan seria y formal que vamos olvidando poco a poco lo que es el reír y podemos decir que pasan días y días sin que la risa vigorice nuestra personalidad y alegre nuestra existencia y la de los demás. Ceño fruncido, mirada torva y reconcentrada, gesto adusto, labios apretados... eso hace daño al corazón y al espíritu.
La Madre Teresa de Calcuta solía decir: "Familia que reza unida, permanece unida" y estamos de completo acuerdo pero también nos atrevemos a decir que : "Familia que ríe unida, permanece unida"
Y reírnos un poco de nosotros mismos es el mejor antídoto para sobrellevar con buen ánimo todos nuestros errores y fallas que como seres humanos tenemos.
Es cierto que no siempre hay motivos para reír, pero de lo que no podemos prescindir es de la sonrisa. La sonrisa no es carcajada, es algo más sutil, es como dice de ella Martín Descalzo: "Si yo tuviera que pedirle a Dios un DON, le pediría que me concediera el supremo arte de la sonrisa. Es lo que más envidio en algunas personas. Es, me parece, la cima de la expresión humana. Debe ser, por ello, muy fácil enamorarse de personas que poseen una buena sonrisa. Y ¡qué afortunados quienes tienen un ser amado en cuyo rostro aparece con frecuencia ese fulgor maravilloso!".
Cuando alguien nos sonríe nos está mandando un mensaje de paz, de equilibrio interior, de dulzura y de amor. Quién sabe amar sonríe fácilmente Las personas amargadas, egoístas, envidiosas, no saben sonreír y mucho menos si son orgullosas.
Reír es bueno para la salud porque la alegría es cosa sana y provechosa. Sonreír es ir derramando un haz luminoso de calor y ternura para los demás, es como un destello del mismo Dios que brota como agua fresca para las almas sedientas que se nos acercan.
Que nuestra sonrisa no sea un gesto forzado, sino algo espontáneo y natural que dará a nuestra personalidad un relieve maravillosamente profundo y humano.
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 7 DE JULIO
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Julio 7
Alguien busca lo que tú tienes; alguien tiene lo que tú buscas; es la interdependencia que Dios ha querido que haya entre los hombres; no somos independientes unos de otros; todos dependemos de todos, todos estamos para todos, todos servimos a todos.
Si no todos servimos para todo, sí todos servimos para algo; y, si no todos podemos ser útiles a todos, sí que todos podemos ser útiles para alguno; de ahí que no nos veamos libres del servicio a la comunidad, por más limitadas que sean nuestras fuerzas y nuestras relaciones humano-sociales.
Alguien busca lo que tú tienes y, en consecuencia, lo puede recibir de ti; y tú estás obligado a dárselo. Alguien tiene lo que tú buscas; y, por lo tanto, de él lo puedes recibir; y él estará dispuesto a dártelo, si tú estás dispuesto a pedírselo, dándole lo que tú tienes.
Da, si quieres que te den; pero da, no porque esperes que te den, sino por el simple gesto de dar, porque valoras a aquel a quien das y te das, porque sabes que él necesita de ti. Dios da y no espera nada de su criatura; imítalo.
“Hagan por los demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes. Si aman a aquellos que los aman, ¿qué mérito tienen?. Porque hasta los pecadores aman a aquellos que los aman. Si hacen el bien a aquellos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores” (lc 6, 31-33)
* P. Alfonso Milagro
miércoles, 6 de julio de 2016
PORQUE ES TARDE
Porque es tarde
Al fin de una jornada agitada de lucha y de trabajo, nada ayuda tanto a restaurar la paz en el alma como una oración llena de confianza en el Señor. En efecto, en él encontramos un refugio seguro, un guardián siempre vigilante, un pastor que nos acompaña con solícito cuidado.
Porque es tarde, Dios mío, porque anochece ya y se nubla el camino,
porque temo perder las huellas que he seguido, no me dejes tan solo y quédate conmigo.
Porque he sido rebelde y he buscado el peligro, y escudriñé curioso las cumbres y el abismo,
perdóname, Señor, y quédate conmigo.
Porque ardo en sed de ti y en hambre de tu trigo ven, siéntate a mi mesa, dígnate ser mi amigo.
¡Qué aprisa cae la tarde...! ¡Quédate conmigo! Amén.
Confiar en Dios que nos ama, es fundamental para aceptar, con ánimo sereno, los contratiempos y dificultades de cada día. Nunca tendrás pruebas superiores a tus fuerzas. El Señor correrá a darte una mano cuando te hundas. Basta que lo invoques con fe y todo redundará para tu mayor bien.
* Enviado por el P. Natalio
EL AMOR TODO LO CREE
El amor todo lo cree
1) Para saber
“El amor todo lo cree”. El Papa Francisco comenta que no se trata de la fe en Dios, sino en la “confianza” que hemos de tener unos de otros. No significa sólo no sospechar que me están mintiendo, sino es más que eso. Esa confianza es una forma de amor y hace posible una relación de libertad. El amor deja en libertad, confía y renuncia a controlarlo todo, a poseerlo. Esa libertad hace espacios de autonomía y permite que la relación se enriquezca y no se vuelva un círculo cerrado.
2) Para pensar
Algunos de los mayores éxitos de la historia en la literatura norteamericana y una de sus novelas más importantes es “La Letra Escarlata”. Su origen fue gracias a la confianza que depositó la esposa en el autor.
Sucedió en los Estados Unidos, a mediados del siglo XIX, cuando Nathaniel Hawthorne llegó a su casa con una gran pena que le confió a su esposa: se sentía un fracasado pues lo habían echado de su trabajo en la aduana, y ya no sabía qué hacer.
Pero su esposa, llamada Sophia, lo sorprendió con una exclamación de alegría:
“¡Muy bien!, ¡Pues ahora puedes dedicarte a escribir tu libro!”, le dijo triunfante.
Su esposo no se reponía en su tristeza y pesimismo:
“Pero si me pongo a escribir, ¿de qué vamos a vivir mientras?”
Su esposa no se inquietó y, para su gran sorpresa, abrió un cajón y sacó una cantidad considerable de dinero. Nathaniel sorprendido le preguntó:
“¿De dónde sacaste eso?”
Sophia le respondió:
“Siempre supe que eras un hombre de talento. Sabía que algún día escribirías una obra maestra. De modo que cada semana, del dinero que me dabas para la casa, ahorraba un poco. Tenemos suficiente para un año entero. Y Tú, ahora, ¡a escribir!”
Así fue que gracias a sus palabras motivadoras en un acto de confianza por parte de su esposa querida logró que su esposo se sobrepusiera al fracaso. Su esposo, Nathaniel Hawthorne, escribió entonces “La Letra Escarlata”. Obra que fue publicada en 1850 y es considerada su obra cumbre. La primera edición mecanizada fue de 2500 volúmenes, y se agotó en diez días. Alcanzó una popularidad poco común hasta entonces.
La obra está ambientada en Nueva Inglaterra de principios del siglo XVII, y relata la historia de Hester, una mujer acusada de adulterio y condenada a llevar en su vestido una letra «A», de adúltera. Hester rechaza revelar la identidad del padre de su hija, y trata de vivir con dignidad en una sociedad injusta e hipócrita. Se tratan los temas del legalismo, el pecado y la culpa.
Pensemos qué confianza les tenemos a las personas cercanas y cómo se la mostramos.
3) Para vivir
La confianza, dice el Papa Francisco, hace posible la sinceridad y la transparencia, “porque cuando uno sabe que los demás confían en él y valoran la bondad básica de su ser, entonces sí se muestra tal cual es, sin ocultamientos”. Cuando alguien sabe que no le creen, que no lo aman de manera incondicional, no dirá sus caídas y debilidades o fingirá lo que no es.
Si en una familia se vive la confianza permitirá que brote la verdadera identidad de sus miembros y hará que se rechacen el engaño, la falsedad o la mentira.
* Pbro. José Martínez Colín
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 6 DE JULIO
LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Julio 6
El hombre no es un ser solitario; al contrario, es un ser esencialmente comunitario, viene de una comunidad, se inserta en una comunidad, vive en la comunidad y ha de ser útil a la comunidad.
Dios quiere que los hombres vivan juntos y juntos trabajen y sufran y gocen y se ayuden y se perfeccionen. Si la obra de Dios es unión entre los hombres, la obra del pecado es separación de Dios y de los hombres; separación de los hombres, porque primero se separan de Dios; separación de Dios, porque se separa de los hombres, así la unión entre los hombres se hace y fortifica en la unión con Dios.
Es el plan comunitario de Dios; ha creado al hombre social; ha hecho con él una sociedad de amor. Así se libera de la auto esclavitud del materialismo individualista, que es tiranía para los demás, y de la quiebra de su formidable anhelo pasional por dar sentido a la vida.
“La perfección del coloquio fraterno no está en el progreso técnico, sino más hondamente en la comunidad que entre las personas se establece, la cual exige el mutuo respeto de su plena dignidad espiritual” (GS 23)
* P. Alfonso Milagro
LA ORACIÓN : EL AMOR ES EL QUE HABLA
La oración: el amor es el que habla
Orar es dejar que hable el amor.¡Cuántas veces le tenemos miedo al amor, no dejamos que el amor hable!
Por: P. Pedro Barrajón, L.C. | Fuente: la-oracion.com
Esta frase del libro de la vida de Santa Teresa nos ayuda a comprender lo que es la oración. Ella encuentra en Toledo a un Padre dominico conocido que no ve desde hace mucho tiempo. Le cuenta bajo secreto de confesión todo lo que le pasa a su alma y las penas sufridas por la reforma del Carmelo.
El religioso la escucha, la consuela y le pide que no deje de pedir por él. Teresa, agradecida, confía al Señor el alma de este sacerdote. Ella va al lugar a donde solía orar y allí se queda "muy recogida, con un estilo "abovado" que muchas veces, sin saber lo que digo, trato". Y añade: "que es el amor que habla" (Libro de la Vida, 34, 8).
Orar es dejar que hable el amor. ¡Cuántas veces le tenemos miedo al amor, no dejamos que el amor hable! Sino que preferimos que hable sólo nuestra razón o nuestra mera capacidad humana de entender las cosas. Muchas veces reprimimos el amor como si fuera muestra de debilidad como si también en la oración tuviéramos que demostrar los fuertes e inteligentes que somos. Sin embargo la oración, sin dejar impedirnos usar nuestro entendimiento, es el momento explayar el corazón, y de dejar que el Amor divino nos inunde y nos queme con sus rayos. En una sociedad más racionalista y secularizada, nos da vergüenza de liberar la parte más noble de nosotros mismos, nuestra capacidad de amar y ser amados. Y vivimos como mutilados, no respirando a pleno pulmón, caminando sólo al ritmo que nos permite nuestras convenciones humanas o nuestro miedo de amar demasiado.
Orar, "es el amor que habla". Santa Teresa cuenta que, dejando al religioso, comenzó a hablar con Dios con toda sencillez, como ella solía hacer, dejando que el amor hablase. No sólo el amor que su alma nutría hacia Dios, sino también "comprendiendo el amor que Dios le tiene a ella". La oración usa un lenguaje de amor. Y el lenguaje de amor es especial, es único, tiene su lógica, su gramática y su sintaxis. Lo entienden los que aman. Basta un gesto, una mirada, un movimiento, una sonrisa. Dejemos que el amor hable en nosotros. Dejemos que el Amor nos hable. Dejémonos conducir por el Espíritu Santo que es la persona de la Trinidad que es el Amor del Padre al Hijo y del Hijo al Padre.
Cuando aprendamos el lenguaje del amor que nos enseña el Espíritu Santo, lenguaje hecho de sencillez y espontaneidad, que cualquiera que tenga un corazón puede aprender, entonces comprenderemos que la oración no es sino un ejercicio de amor, es una expresión de amor, es un grito de amor, es una súplica de amor.
La mística Teresa continua diciendo que el Amor que Dios tiene al alma hace que ésta se olvide de sí y "le parece está en Él". Nada la separa de Él. La sencillez del amor logra el mejor estado de unión. Entonces el alma orante "habla desatinos". Comienza a usar el lenguaje más elevado y puro, el lenguaje del amor, porque, como diría San Juan de la Cruz, "ya sólo en amar es mi ejercicio" (Cántico Espiritual, 95).
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