miércoles, 24 de febrero de 2021

CUARESMA: 40 DÍAS PARA LA RECONCILIACIÓN

 



 Cuaresma: 40 días para la reconciliación

Tiempo litúrgico que recuerda los cuarenta días que Jesús pasó en el desierto. Es un tiempo de reconciliación

Por: Teresa Vallés | Fuente: Catholic.net



Origen y significado de la fiesta

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua.

Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

La Cuaresma dura 40 días, comienza el Miércoles de Ceniza y termina el Jueves Santo.

También cabe decir que la liturgia considera el Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de resurrección, toda una celebridad junta llamada "Triduo Pascual".

Inicialmente, la Cuaresma iba desde el Primer Domingo de Cuaresma al Jueves Santo, pero a raíz de una reforma litúrgica, se descontaron los domingos por considerarlos pascuales y no penitenciales. Para "cuadrar", se añadió a la cuaresma los días que van del Miércoles de Ceniza hasta el Primer Domingo de Cuaresma. De esta manera salen los 40 días. Actualmente, y lo repito de nuevo, la Cuaresma va desde el Miércoles de Ceniza hasta el Jueves Santo

A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.

En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo.

El pecado nos aleja de Dios, rompe nuestra relación con Él, por eso debemos luchar contra él pecado y esto sólo se logra a través de la conversión interna de mente y corazón.

Un cambio en nuestra vida. Un cambio en nuestra conducta y comportamiento, buscando el arrepentimiento por nuestras faltas y volviendo a Dios que es la verdadera razón de nuestro existir.

La Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos.

La Cuaresma es un camino hacia la Pascua, que es la fiesta más importante de la Iglesia por ser la resurrección de Cristo, el fundamento y verdad culminante de nuestra fe. Es la buena noticia que tenemos obligación de difundir.

En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.

La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.

En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.


El ayuno y la abstinencia en la Cuaresma

El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día.

La abstinencia consiste en no comer carne.

Son días de abstinencia y ayuno el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.

La abstinencia obliga a partir de los catorce años y el ayuno de los dieciocho hasta los cincuenta y nueve años de edad.

Con estos sacrificios, se trata de que todo nuestro ser (alma y cuerpo) participe en un acto donde reconozca la necesidad de hacer obras con las que reparemos el daño ocasionado con nuestros pecados y para el bien de la Iglesia.

El ayuno y la abstinencia se pueden cambiar por otro sacrificio, dependiendo de lo que dicten las Conferencias Episcopales de cada país, pues ellas son las que tienen autoridad para determinar las diversas formas de penitencia cristiana.


Cómo vivir la Cuaresma

1.-Arrepintiéndome de mis pecados:

Pensar en qué he ofendido a Dios, Nuestro Señor, si me duele haberlo ofendido, si realmente estoy arrepentido. Este es un muy buen momento del año para llevar a cabo una confesión preparada y de corazón. Revisa los mandamientos de Dios y de la Iglesia para poder hacer una buena confesión. Ayúdate de un libro para estructurar tu confesión. Busca el tiempo para llevarla a cabo.


2. Luchando por cambiar:

Analiza tu conducta para conocer en qué estás fallando. Hazte propósitos para cumplir día con día y revisa en la noche si lo lograste. Recuerda no ponerte demasiados porque te va a ser muy difícil cumplirlos todos. Hay que subir las escaleras de un escalón en un escalón, no se puede subir toda de un brinco. Conoce cuál es tu defecto dominante y haz un plan para luchar contra éste. Tu plan debe ser realista, práctico y concreto para poderlo cumplir.


3. Haciendo sacrificios:

La palabra sacrificio viene del latín sacrum-facere, que significa “hacer sagrado”. Entonces, hacer un sacrificio es hacer una cosa sagrada, es decir, ofrecerla a Dios por amor. Hacer sacrificio es ofrecer a Dios, porque lo amas, cosas que te cuestan trabajo. Por ejemplo, ser amable con el vecino que no te simpatiza o ayudar a otro en su trabajo. A cada uno de nosotros hay algo que nos cuesta trabajo hacer en la vida de todos los días. Si esto se lo ofrecemos a Dios por amor, estamos haciendo sacrificio.


4. Haciendo oración:

Aprovecha estos días para orar, para platicar con Dios, para decirle que lo quieres y que quieres estar con Él. Te puedes ayudar de un buen libro de meditación para Cuaresma. Puedes leer en la Biblia pasajes relacionados con la Cuaresma.


Sugerencias para vivir la Cuaresma:

Rezar la Oración de Cuaresma

Padre nuestro, que estás en el Cielo, durante esta época de arrepentimiento, ten misericordia de nosotros.

Con nuestra oración, nuestro ayuno y nuestras buenas obras, transforma nuestro egoísmo en generosidad.

Abre nuestros corazones a tu Palabra,

sana nuestras heridas del pecado,

ayúdanos a hacer el bien en este mundo.

Que transformemos la obscuridad y el dolor

en vida y alegría.

Concédenos estas cosas por Nuestro Señor Jesucristo.

Amén.

____________________

Contar a los niños el sentido de la Cuaresma de una forma amena para que la entiendan y se motiven a cumplir con los propósitos del calendario de Cuaresma. Educarles en el sentido espiritual, sobre todo.

Leer en los Evangelios el relato de la Pasión de Cristo.

ASÍ COMO JONÁS FUE SEÑAL PARA LOS NINIVITAS, ASÍ LO SERÁ EL HIJO DEL HOMBRE PARA ESTA GENERACIÓN



 «Así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación»

Fr. Roger J. LANDRY

(Hyannis, Massachusetts, Estados Unidos)




Hoy, Jesús nos dice que la señal que dará a la “generación malvada” será Él mismo, como la “señal de Jonás” (cf. Lc 11,30). De la misma manera que Jonás dejó que lo arrojaran por la borda para calmar la tempestad que amenazaba con hundirlos —y, así, salvar la vida de la tripulación—, de igual modo permitió Jesús que le arrojasen por la borda para calmar las tempestades del pecado que hacen peligrar nuestras vidas. Y, de igual forma que Jonás pasó tres días en el vientre de la ballena antes de que ésta lo vomitara sano y salvo a tierra, así Jesús pasaría tres días en el seno de la tierra antes de abandonar la tumba (cf. Mt 12,40).

La señal que Jesús dará a los “malvados” de cada generación es su muerte y resurrección. Su muerte, aceptada libremente, es la señal del increíble amor de Dios por nosotros: Jesús dio su vida para salvar la nuestra. Y su resurrección de entre los muertos es la señal de su divino poder. Se trata de la señal más poderosa y conmovedora jamás dada.

Pero, además, Jesús es también la señal de Jonás en otro sentido. Jonás fue un icono y un medio de conversión. Cuando en su predicación «dentro de cuarenta días Nínive será destruida» (Jon 3,4) advierte a los ninivitas paganos, éstos se convierten, pues todos ellos —desde el rey hasta niños y animales— se cubren con arpillera y cenizas. Durante estos cuarenta días de Cuaresma, tenemos a alguien “mucho más grande que Jonás” (cf. Lc 11,32) predicando la conversión a todos nosotros: el propio Jesús. Por tanto, nuestra conversión debiera ser igualmente exhaustiva.

«Pues Jonás era un sirviente», escribe san Juan Crisóstomo en la persona de Jesucristo, «pero yo soy el Maestro; y él fue arrojado por la ballena, pero yo resucité de entre los muertos; y él proclamaba la destrucción, pero yo he venido a predicar la Buena Nueva y el Reino».

La semana pasada, el Miércoles de Ceniza, nos cubrimos con ceniza, y cada uno escuchó las palabras de la primera homilía de Jesucristo, «Arrepiéntete y cree en el Evangelio» (cf. Mc 1,15). La pregunta que debemos hacernos es: —¿Hemos respondido ya con una profunda conversión como la de los ninivitas y abrazado aquel Evangelio?

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 24 DE FEBRERO DEL 2021



 Lecturas de hoy Miércoles de la 1ª semana de Cuaresma

Hoy, miércoles, 24 de febrero de 2021



Primera lectura

Lectura de la profecía de Jonás (3,1-10):

EL Señor dirigió la palabra a Jonás:

«Ponte en marcha y ve a la gran ciudad de Nínive; allí les anunciarás el mensaje que yo te comunicaré».

Jonás se puso en marcha hacia Nínive, siguiendo la orden del Señor. Nínive era una ciudad inmensa; hacían falta tres días para recorrerla. Jonás empezó a recorrer la ciudad el primer día, proclamando:

«Dentro de cuarenta días, Nínive será arrasada».

Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde el más importante al menor.

La noticia llegó a oídos del rey de Nínive, que se levantó de su trono, se despojó del manto real, se cubrió con rudo sayal y se sentó sobre el polvo. Después ordenó proclamar en Nínive este anuncio de parte del rey y de sus ministros:

«Que hombres y animales, ganado mayor y menor no coman nada; que no pasten ni beban agua. Que hombres y animales se cubran con rudo sayal e invoquen a Dios con ardor. Que cada cual se convierta de su mal camino y abandone la violencia. ¡Quién sabe si Dios cambiará y se compadecerá, se arrepentirá de su violenta ira y no nos destruirá!».

Vio Dios su comportamiento, cómo habían abandonado el mal camino, y se arrepintió de la desgracia que había determinado enviarles. Así que no la ejecutó.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 50,3-4.12-13.18-19


R/. Un corazón quebrantado y humillado,

tú, Dios mío, no lo desprecias


V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,

por tu inmensa compasión borra mi culpa;

lava del todo mi delito,

limpia mi pecado. R/.


V/. Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,

renuévame por dentro con espíritu firme.

No me arrojes lejos de tu rostro,

no me quites tu santo espíritu. R/.


V/. Los sacrificios no te satisfacen:

si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.

El sacrificio agradable a Dios

es un espíritu quebrantado;

un corazón quebrantado y humillado,

tú, oh, Dios, tú no lo desprecias. R/.



Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,29-32):

EN aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús,

y él se puso a decirles:

«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.

La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.

Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».


Palabra del Señor




«Aquí hay algo más que Salomón (...); y aquí hay algo más que Jonás»

Rev. D. Antoni CAROL i Hostench

(Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)


Hoy, el Evangelio nos invita a centrar nuestra esperanza en Jesús mismo. Justamente, Juan Pablo II ha escrito que «no será una fórmula lo que nos salve, pero sí una Persona y la certeza que ella nos infunde: ‘¡Yo estoy con vosotros!’».

Dios —que es Padre— no nos ha abandonado: «El cristianismo es gracia, es la sorpresa de un Dios que, satisfecho no sólo con la creación del mundo y del hombre, se ha puesto al lado de su criatura» (San Juan Pablo II).

Nos encontramos empezando la Cuaresma: no dejemos pasar de largo la oportunidad que nos brinda la Iglesia: «Éste es el tiempo favorable, éste es el día de la salvación» (2Cor 6,2). Después de contemplar en la Pasión el rostro sufriente de Nuestro Señor Jesucristo, ¿todavía pediremos más señales de su amor? «A aquel que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que nos hiciéramos justicia de Dios en Él» (2Cor 5,21). Más aún: «El que ni a su propio Hijo perdonó, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con Él todas las cosas?» (Rom 8,32). ¿Todavía pretendemos más señales?

En el rostro ensangrentado de Cristo «hay algo más que Salomón (...); aquí hay algo más que Jonás» (Lc 11,31-32). Este rostro sufriente de la hora extrema, de la hora de la Cruz es «misterio en el misterio, ante el cual el ser humano ha de postrarse en adoración». En efecto, «para devolver al hombre el rostro del Padre, Jesús debió no sólo asumir el rostro del hombre, sino cargarse incluso del “rostro” del pecado» (Juan Pablo II). ¿Queremos más señales?

«¡Aquí tenéis al hombre!» (Jn 19,5): he aquí la gran señal. Contemplémoslo desde el silencio del “desierto” de la oración: «Lo que todo cristiano ha de hacer en cualquier tiempo [rezar], ahora ha de ejecutarlo con más solicitud y con más devoción: así cumpliremos la institución apostólica de los cuarenta días» (San León Magno, papa).

MEDITACIÓN DE CUARESMA - DÍA 8 - 24 DE ENERO

 


 UNA REFLEXIÓN PARA CADA DÍA 

DE LA CUARESMA 2021



ORACIÓN INICIAL  PARA CADA DÍA

Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte.

PEDIRTE la gracia de darme más cuenta de que Tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la Misa ese sacrificio.


Y AGRADECERTE con obras lo mucho que me amas: ¡ Tuyo soy, para ti nací ! ¿Qué quieres, Señor, de mí?   



Día 8º. 24 de febrero

Dios no se asusta de mí. Quizá hayas visto la película "Tarzán en Nueva York". Describe las divertidas aventuras de Tarzán y Chita cuando son trasladados en avión desde la selva a la ciudad de los rascacielos, donde todo les llena de asombro y les ocurren mil peripecias.

Chita protagoniza una de las sorpresas: al llegar a la habitación del hotel ve reflejada su fea cara sobre el gran espejo del armario. El susto fue tan descomunal que, lanzando un terrible bramido presa de pavor, salió corriendo: no se imaginaba que aquel feísimo "monstruo" que ha visto en la habitación es su propia imagen reflejada en el espejo.

La escena acaba bien: Chita se refugió en los brazos de Tarzán, que la cogió con afecto, calmándola con sus caricias. Y es que Tarzán quería a Chita como era: con sus pelos negros y largos, su rostro de irracional y su mirada extraviada.

Dios nos quiere a cada uno de nosotros infinitamente más: sabe mejor que nadie cómo somos; conoce nuestros fallos; no ignora que somos miserables y que tenemos muchos defectos. Nos conoce mucho mejor que podemos conocernos a nosotros mismos, y tiene en cuenta nuestras cosas buenas y nuestros deseos de mejorar.

Dios no se asusta de nuestras fealdades.

Gracias, Dios mío, porque me quieres a mí y a cada uno más que todas las madres del mundo puedan querer a sus hijos; no te asustas ante nuestras torpezas, ni ante nuestras miserias, y nos acoges con un cariño infinitamente mayor que el que tenía Tarzán a Chita. El problema es que cuando yo voy descubriendo lo feo que soy (mis limitaciones, fallos, miserias, etc) me puedo "medio asustar" y pensar que no me es posible ser santo, que no puedo estar cerca de ti, entonces puedo desanimarme, olvidarme de que Tú me quieres como soy, y alejarme de Ti. Que no me pase esto, Señor. Si alguna vez me alejo de Ti, volveré corriendo a tu lado contándote lo que me pasa.

Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has leído. Después termina con la oración final.


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

No me mueve, mi Dios, para quererte

el cielo que me tienes prometido,

ni me mueve el infierno tan temido

para dejar por eso de ofenderte.


Tú me mueves, Señor; muéveme el verte

clavado en la Cruz y escarnecido.

Muéveme ver tu cuerpo tan herido

muévenme tus afrentas y tu muerte.


Muéveme, en fin, tu amor, de tal manera,

que aunque no hubiera cielo, yo te amara,

y aunque no hubiera infierno, te temiera.


No me tienes que dar porque te quiera;

pues aunque lo que espero no esperara,

lo mismo que te quiero te quisiera.




Texto del P. José Pedro Manglano Castellary

MEDITACIÓN DE CUARESMA - DÍA 7 - 23 DE FEBRERO



 UNA REFLEXIÓN PARA CADA DÍA 

DE LA CUARESMA 2021



ORACIÓN INICIAL  PARA CADA DÍA

Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte.

PEDIRTE la gracia de darme más cuenta de que Tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la Misa ese sacrificio.


Y AGRADECERTE con obras lo mucho que me amas: ¡ Tuyo soy, para ti nací ! ¿Qué quieres, Señor, de mí?   




Día 7º. 23 de febrero

Pecado. Siempre que hablo del pecado, sobre todo del pecado mortal, viene a mi mente el triste recuerdo de una tragedia que presencié un día. Un niño de unos tres años corría por el césped del jardín de su casa, perseguido por su madre: "¡Ven aquí, Jimmy!", gritaba ésta. "¡No atravieses el seto!". Pero Jimmy no le hizo ningún caso. Traspasó el seto y sorteó hábilmente los automóviles estacionados en la calzada, hasta que un coche que pasaba le lanzó por los aires. Su cuerpecillo roto fue a caer casi en brazos de su madre.

Dejando aparte el hecho de que Jimmy era demasiado joven para responder de sus actos, la escena recuerda mucho la actitud de Dios con los pecadores. "¡Ven aquí, ven aquí!", grita ansiosamente, con su gracia, cuando un alma corre hacia el pecado. Pero el pecador, ajeno a todo lo que no sea su deseo, hace oídos sordos a la voz de Dios y sale voluntariamente al encuentro de la muerte. La estupidez es un elemento siempre presente en el pecado.

Señor, no quiero ofenderte, pero a veces me olvido de Ti y, cuando llega el momento me vence la estupidez. Perdona, Señor, desde ahora con tu gracia odiaré el pecado, también los pequeños, y te pediré perdón por ellos en la confesión.

Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has leído. Después termina con la oración final.



ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

No me mueve, mi Dios, para quererte

el cielo que me tienes prometido,

ni me mueve el infierno tan temido

para dejar por eso de ofenderte.


Tú me mueves, Señor; muéveme el verte

clavado en la Cruz y escarnecido.

Muéveme ver tu cuerpo tan herido

muévenme tus afrentas y tu muerte.


Muéveme, en fin, tu amor, de tal manera,

que aunque no hubiera cielo, yo te amara,

y aunque no hubiera infierno, te temiera.


No me tienes que dar porque te quiera;

pues aunque lo que espero no esperara,

lo mismo que te quiero te quisiera.




Texto del P. José Pedro Manglano Castellary

AÑO DE SAN JOSÉ - DÍA 24 DE FEBRERO



 Año de San José

San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

 

Febrero 24

San José, pastor universal de la Iglesia, solicita a tu inmaculada esposa que envíe almas ardientes de jóvenes decididos a ser seguidores y ministros del que se dio del todo por nosotros. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)

AÑO DE SAN JOSÉ - DÍA 23 DE FEBRERO



 Año de San José

San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

 

Febrero 23

Dice el Concilio Vaticano II que la familia es el primer “seminario”, pues una familia animada con espíritu de fe, caridad y piedad, ayuda a fomentar las vocaciones sacerdotales y religiosas. Bendice san José con este espíritu a todas las familias cristianas para que se susciten nuevas vocaciones. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf)

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lunes, 22 de febrero de 2021

ORACIÓN CONTRA EL CORONAVIRUS

 


ORACIÓN CONTRA EL CORONAVIRUS


Señor Jesús, nuestro Médico Divino, te pedimos que nos guardes y protejas del coronavirus y de todas las enfermedades letales. Ten piedad de todos los que han muerto. Sana a todos los que están enfermos. Ilumina a todos los científicos que están buscando un remedio. Fortalece y protege a todos los asistentes sanitarios que están ayudando en estos momentos a los enfermos. Dales la victoria a todos los responsables civiles que están intentando limitar el contagio, y dale la paz a todos los que tienen miedo y están preocupados, especialmente los ancianos y las personas en situación de riesgo. Que tu Preciosa Sangre sea nuestra defensa y salvación. Por tu gracia, transforma el mal de la enfermedad en estos momentos de consolación, crecimiento en la fe y esperanza. Amén


EL MOMENTO DE CAMBIAR


 

 El momento de cambiar

Autor: Vicki Silver



Hay un momento en la vida, en que comprendes que ha llegado el tiempo de cambiar, y si no lo haces, nada jamás podrá cambiar. Comprendes que si al fracasar, no tienes el coraje de comenzar de nuevo, la vida seguirá sin ti.

La dicha no nos acompaña siempre y nuestra vida a veces se torna diferente de lo que nos imaginamos. No siempre nuestros días brindan lo que esperamos.

Sin comprender por qué, a veces toman rumbos tan imprevisibles que ni en tus sueños se hubieran asomado. Pero igual, si no te animas a escoger un camino, o a realizar un sueño, estás en gran peligro de vagar sin rumbo y perderte.

Más bien que preguntarte con mil ansias por qué tu vida se ha tornado como es ahora, acepta el camino abierto que te espera. Olvídate de lo que fue, no te confundas. Eso ya pasó. Sólo el presente importa. El pasado es ya una ilusión, y el futuro todavía no existe. Pero vivimos hoy.

Mide tus pasos uno a uno, sin perder la fe, guardando tu valor y confianza.

Con tu frente alta, no temas soñar, ni mirar las estrellas. Un poco más de paciencia, tu vigor volverá y encontrarás tu vía. Una senda más bella y serena de lo que has soñado te llevará adonde quieras que te lleve, cumpliendo todos tus deseos.

No pierdas confianza en tus fuerzas, y toma esa nueva vía. Verás que está llena de alegría, de aventuras y deleite como en tus sueños no imaginaste.

SIGNOS DE MADUREZ

 



 Signos de madurez



Madurar es dejar atrás algo a lo cual estuvimos apegados y de lo cual nos cuesta desprendernos; es atrevernos una vez más y estar dispuestos a ser diferentes  de  lo que fuimos ayer; es desarrollarnos y evolucionar desde adentro. Cuando decidimos cambiar una actitud negativa, estamos creciendo. Cuando decidimos corregir un error, estamos madurando.

Me sorprende cómo celebran nuestros jóvenes la llegada de sus 18 años: emborrachándose, fumando, con grandes fiestas, frecuentando lugares del todo impropios. Se presentan como adultos en la sociedad, rompiendo sus leyes. Cuando un joven aborigen de la tribu Maui de las islas del Pacífico llega a la mayoría de edad, las cosas son diferentes. Se le somete a una prueba, para comprobar si es realmente maduro, adulto, y capaz de llevar una vida responsable, y de formar una familia. El joven tiene que construir una piragua con sus propias manos y navegar, totalmente solo, por más de 500 kilómetros de mar abierto, hasta una lejana isla, de la cual debe traer una flor exótica de vuelta a casa. Debe sortear todo tipo de peligros. 

El conocimiento de ti mismo, de tus fortalezas y debilidades, está en la base de tu maduración armónica como persona. Con un ojo en tus virtudes para conservarlas y darles brillo, y con el otro ojo en tus debilidades para neutralizarlas, afronta con esperanza y firmeza esa labor cotidiana de llegar a realizar el proyecto de Dios sobre tu vida.


* P. Natalio


MEDITACIÓN DE CUARESMA - DÍA 22 DE FEBRERO



 UNA REFLEXIÓN PARA CADA DÍA 

DE LA CUARESMA 2021


ORACIÓN INICIAL  PARA CADA DÍA

Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte.

PEDIRTE la gracia de darme más cuenta de que Tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la Misa ese sacrificio.

Y AGRADECERTE con obras lo mucho que me amas: ¡ Tuyo soy, para ti nací ! ¿Qué quieres, Señor, de mí?   


Día 6º. 22 de febrero

A Dios le afecta todo, porque lo ve todo. Felipe, uno de los apóstoles, era amigo de Natanael, y le dice a éste que quiere presentarle a Jesús, porque era el Hijo de Dios. Natanael duda mucho que un carpintero de un pueblucho como Nazareth, pudiese ser el Mesías. Pero Felipe se lo presenta, y con una frase de Jesús, Natanael se convirtió. Y ésta fue la frase: CUANDO ESTABAS DEBAJO DE LA HIGUERA, TE VÍ.

Algo habría hecho Natanael debajo de la higuera. No sabemos qué. Lo había hecho a solas, algo que nadie sabía. Pero resulta que, a pesar de haberse asegurado para estar solo, resulta que Jesús le vio. Y alguien que ve lo que sólo yo sé y hago, ése tiene que ser Dios. Por eso le contesta Natanael a Jesús: Tú eres el Hijo de Dios.

Esta mañana cuando te has despertado, Dios te estaba viendo. Y lo que has pensado cuando ese amigo te ha dicho tal cosa, Dios lo ha visto. Y eso que has guardado para que no te lo pidiesen, Dios te lo ha visto. Y ese esfuerzo por sonreír a ése que te cae mal, Dios lo ha visto... Y COMO DIOS VE TODO LO TUYO, TODO LO TUYO LE AFECTA.

Dios mío, que me dé cuenta de que todo el día y toda la noche estoy en Tu presencia. ¡Cuántas alegrías puedo darte en un día! ¡y cuánto dolor puedo causarte también en un día! ¡Creo que me ves y que me oyes! Gracias, y auméntame la fe.

Continúa hablándole a Dios con tus palabras


ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA

No me mueve, mi Dios, para quererte

el cielo que me tienes prometido,

ni me mueve el infierno tan temido

para dejar por eso de ofenderte.


Tú me mueves, Señor; muéveme el verte

clavado en la Cruz y escarnecido.

Muéveme ver tu cuerpo tan herido

muévenme tus afrentas y tu muerte.


Muéveme, en fin, tu amor, de tal manera,

que aunque no hubiera cielo, yo te amara,

y aunque no hubiera infierno, te temiera.


No me tienes que dar porque te quiera;

pues aunque lo que espero no esperara,

lo mismo que te quiero te quisiera.


Texto del P. José Pedro Manglano Castellary

AÑO DE SAN JOSÉ - DÍA 22 DE FEBRERO



Año de San José

San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

 

Febrero 22

Ante la gran escasez de operarios a la mies, suscita corazones generosos de sacerdotes y consagrados para que prediquen a los hombres la palabra de Dios, y les comuniquen la gracia divina guiándolos como auténticos pastores por los caminos de la vida eterna. Amén.

(P. Florentín Brusa, cmf) 

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 22 DE FEBRERO DEL 2021 - CÁTEDRA DEL APÓSTOL SAN PEDRO



 Lecturas de hoy La Cátedra del apóstol san Pedro

Hoy, lunes, 22 de febrero de 2021



Primera lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (5,1-4):

A los presbíteros en esa comunidad, yo, presbítero como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que va a manifestarse, os exhorto: Sed pastores del rebaño de Dios que tenéis a vuestro cargo, gobernándolo no a la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere; no por sórdida ganancia, sino con generosidad; no como déspotas sobre la heredad de Dios, sino convirtiéndoos en modelos del rebaño. Y cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona de gloria que no se marchita.


Palabra de Dios


Salmo

Sal 22,1-3.4.5.6


R/. El Señor es mi pastor, nada me falta


El Señor es mi pastor, nada me falta:

en verdes praderas me hace recostar;

me conduce hacia fuentes tranquilas

y repara, mis fuerzas;

me guía por el sendero justo,

por el honor de su nombre. R/.


Aunque camine por cañadas oscuras,

nada temo, porque tú vas conmigo:

tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.


Preparas una mesa ante mí,

enfrente de mis enemigos;

me unges la cabeza con perfume,

y mi copa rebosa. R/.


Tu bondad y tu misericordia

me acompañan todos los días de mi vida,

y habitaré en la casa del Señor

por años sin término. R/.



Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (16,13-19):

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»

Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»

Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»

Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»

Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.»


Palabra del Señor






Hoy se celebra la festividad de la Cátedra de San Pedro

Redacción ACI Prensa



Cada 22 de febrero, la Iglesia celebra la fiesta de la Cátedra de San Pedro, celebración que se remonta al siglo IV, cuyo sentido es honrar al primado y autoridad del Apóstol Pedro, el primer Papa de la Iglesia.

Esta celebración recuerda la potestad conferida por Cristo a quien es cabeza de la Iglesia cuando dijo, tal como lo relatan los Evangelios: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella".

La palabra "cátedra" significa “asiento” o “trono”, de la que se derivan otros vocablos como “catedral”; es decir, la “cátedra” designa a la iglesia donde un obispo tiene un “trono”, desde el cual gobierna y predica. Sinónimo de “cátedra” es también "sede" (asiento o sitial): la "sede" es el lugar simbólico desde donde un obispo gobierna su diócesis. Por ejemplo, la Santa Sede es la “sede” del Obispo de Roma, el Papa.

Hoy, la cátedra o sede que se conserva en la Basílica de San Pedro, en Roma, fue donada por Carlos el Calvo al Papa Juan VIII en el siglo IX, con motivo del viaje de su coronación, en épocas en las que el Papa cumplía con la función de ratificar el poder político. En el caso de Carlos el Calvo, el Papa lo coronó emperador romano de Occidente. Este trono se conserva como reliquia, siendo una magnífica composición barroca, obra de Gian Lorenzo Bernini, quien la talló entre 1656 y 1665. La obra de Bernini está enmarcada por pilastras. En el centro se sitúa el trono de bronce dorado, en cuyo interior se encuentra la silla o sede de madera, decorada con un relieve representando la “traditio clavum” o "entrega de llaves". El trono se apoya sobre cuatro estatuas de bronce, que representan a cuatro doctores de la Iglesia. En primer plano, San Agustín y San Ambrosio, por la Iglesia latina; y San Atanasio y San Juan Crisóstomo, por la Iglesia oriental. Por encima del trono aparece un sol de alabastro decorado con estuco dorado rodeado de ángeles que enmarca una en la que está representada una paloma de 162 cm de envergadura, símbolo del Espíritu Santo. Es la única vidriera coloreada de toda la Basílica de San Pedro.

La sede o trono que se conserva como objeto físico, en realidad es la expresión simbólica de la grandeza del poder espiritual de Dios en la tierra, que el cada sucesor de Pedro expresa, además, de evocar la enseñanza de quien es cabeza de la Iglesia y conduce al Pueblo de Dios por el sendero de la historia. “Cátedra” es aún hoy sinónimo de “magisterio” o “enseñanza”. Cuando el Papa habla, enseña, conduce, consuela, guía al rebaño de Dios, y muestra a todos que la Iglesia peregrina hacia su destino final: el encuentro con su Creador.

Todos los años en esta fecha, el altar monumental que acoge la Cátedra de San Pedro permanece iluminado durante el día con docenas de velas y se celebran numerosas misas desde la mañana hasta el atardecer, concluyendo con la Misa del Capítulo de San Pedro.

Pidamos por intercesión de San Pedro por el Papa Francisco y por los obispos, para que en todo permanezcan fieles al Evangelio y lo anuncien libre de toda mancha al mundo entero.

PAPA FRANCISCO RECUERDA REVELACIONES DE LA DIVINA MISERICORDIA A SANTA FAUSTINA



Papa Francisco recuerda revelaciones de la Divina Misericordia a Santa Faustina

POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa




El Papa Francisco recordó que hace noventa años Jesús se manifestó a Santa Faustina Kowalska y le confió el mensaje de la Divina Misericordia.

Al finalizar el rezo del Ángelus dominical este 21 de febrero, el Santo Padre saludó desde la ventana del palacio apostólico a los peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro y dedicó un mensaje especial a los fieles polacos.

“Hoy mi pensamiento va al Santuario de Płock, en Polonia, donde hace noventa años el Señor Jesús se manifestó a Santa Faustina Kowalska, confiándole un mensaje especial de la Divina Misericordia”, dijo el Papa.

En esta línea, el Pontífice recordó que “a través de San Juan Pablo II, ese mensaje ha llegado a todo el mundo” y añadió que el mensaje de la Divina Misericordia “no es otro que el Evangelio de Jesucristo, que murió y resucitó de entre los muertos, quien nos da la misericordia del Padre”.

“Abramos a Él nuestro corazón, diciendo con fe: Jesús, en Ti confío”, invitó el Santo Padre.

Santa Faustina Kowalska relató que tuvo la primera revelación de la Divina Misericordia el 22 de febrero de 1931 estando sola en su habitación en el convento de Plock.

La escena de dicha revelación y las palabras que escuchó escritas en su diario (Diario I, sesiones 47, 48 y 49) en donde cuenta que Jesús le pidió que pintara una imagen suya, fiel a la imagen que se mostraba ante ella, vestido de blanco y que de su corazón emanasen haces de luz roja y blanca y la imagen debía contener la inscripción: “Jesús, en Ti confío”.


Devoción de San Juan Pablo II

En 1967, el entonces Cardenal Karol Wojtyla presidió la sesión solemne que puso punto final al proceso diocesano que recopiló los datos y testimonios sobre la vida de Santa Faustina Kowalska, vidente del Señor de la Divina Misericordia.

En noviembre de 1980, San Juan Pablo II, publicó su carta encíclica titulada “Dives in Misericordia”, sobre la misericordia divina, en la que animó a los fieles a regresar la mirada al misterio del amor misericordioso de Dios.

“Es conveniente ahora que volvamos la mirada a este misterio: lo están sugiriendo múltiples experiencias de la Iglesia y del hombre contemporáneo; lo exigen también las invocaciones de tantos corazones humanos, con sus sufrimientos y esperanzas, sus angustias y expectación", escribió entonces.

Años después, el Papa Juan Pablo II beatificó en 1993 y canonizó en el año 2000 a Santa Faustina, justamente en el segundo domingo de Pascua. Durante la ceremonia de canonización declaró que cada segundo domingo de Pascua se celebraría en toda la Iglesia el Domingo de la Divina Misericordia.

En 2002 el Santo Padre viajó al Santuario de la Misericordia Divina en Cracovia (Polonia) en donde consagró el mundo a Jesús de la Divina Misericordia.

“Dios, Padre misericordioso, que has revelado tu amor en tu Hijo Jesucristo y lo has derramado sobre nosotros en el Espíritu Santo, Consolador, te encomendamos hoy el destino del mundo y de todo hombre”, fueron algunas de las palabras de su oración.

San Juan Pablo II murió el 2 de abril de 2005, la noche previa al Domingo de la Divina Misericordia de aquel año, Fiesta de la Misericordia que él instituyó siguiendo el pedido de Jesucristo a Santa Faustina.

El Papa Benedicto XVI beatificó a Juan Pablo II el 1 de mayo de 2011, en el segundo domingo de Pascua, y el Papa Francisco lo canonizó el 27 de abril de 2014, también Fiesta de la Misericordia. 

CONOCE LAS REVELACIONES QUE CONFIÓ JESÚS A SANTA FAUSTINA SOBRE LA DIVINA MISERICORDIA


 

Conoce las revelaciones que confió Jesús a Santa Faustina sobre la Divina Misericordia

Redacción ACI Prensa

Crédito: Alexey Gotovskiy (ACI Prensa)




Desde 1931 Santa Faustina Kowalska recibió una serie de mensajes de Jesús sobre la devoción a la Divina Misericordia, y que luego escribió en un diario de más de 600 páginas para revelarlos a un mundo necesitado del amor de Dios.

¿Es posible no escuchar lo que Jesús dijo a través de Santa Faustina acerca de su Misericordia y cuál debe ser la respuesta del hombre? Benedicto XVI dijo en una ocasión: “Es un mensaje realmente central para nuestro tiempo: la Misericordia como la fuerza de Dios, como el límite divino contra el mal del mundo”.

En ese sentido el National Catholic Register presenta 17 datos que Jesús reveló a Santa Faustina Kowalska sobre la Divina Misericordia en distintas partes de los 6 cuadernos de sus revelaciones privadas. Todos los cuadernos fueron compilados en un solo diario que contiene 1828 numerales.


1. La Fiesta de la Misericordia será un refugio para todas las almas

“Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio para todas las almas y especialmente para los pobres pecadores. En ese día se abren las profundidades de mi Misericordia. Yo derramo un océano entero de gracias sobre aquellas almas que se acercan a la fuente de Mi Misericordia. El alma que irá a la Confesión y recibirá la Sagrada Comunión obtendrá el perdón completo de los pecados y el castigo. Ese día todas las compuertas divinas a través de las cuales la gracia fluye se abren. Que nadie tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como el escarlata”. (Diario, 699)


2. No existirá paz sino a través de la Misericordia de Dios

“La humanidad no tendrá paz hasta que se vuelva con confianza a Mi Misericordia”. (Diario, 300)


3. Cuando el mundo reconozca la Misericordia Dios será señal de los últimos tiempos

“Que toda la humanidad reconozca Mi Misericordia insondable. Es una señal para los tiempos finales. Después vendrá el día de la justicia”. (Diario, 848)


4. La justicia de Dios es inminente cuando su Misericordia es rechazada

“El que se niega a pasar por la puerta de mi Misericordia debe pasar por la puerta de mi justicia...” (Diario 1146)


5. La Fiesta de la Misericordia podrá ser la última oportunidad para que muchos se salven

“Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de Mi Misericordia. Si no adoran Mi Misericordia, morirán para siempre”. (Diario, 965)


6. Dios es el mejor de todos los Padres

“Mi Corazón desborda con gran Misericordia para las almas, y especialmente para los pobres pecadores. Si solo pudieran entender que yo soy el mejor de los Padres para ellos y que para ellos es que la Sangre y el Agua fluyeron de Mi Corazón como de una fuente llena de Misericordia”. (Diario 367)


7. El primer domingo después de Pascua se celebrará la Fiesta de la Misericordia

“Estos rayos protegen las almas de la ira de Mi Padre. Bienaventurado el que habitará en su refugio, porque la mano justa de Dios no lo tomará. Deseo que el primer domingo después de Pascua sea la Fiesta de la Misericordia”. (Diario, 299)


8. Dios quiere que todos se salven

“Hija mía, escribe que cuanto mayor es la miseria de un alma, mayor es su derecho a mi Misericordia; (Exhorta) a todas las almas a confiar en el abismo insondable de Mi Misericordia, porque quiero salvar a todos”. (Diario, 1182)


9. Los más pecadores tienen más derecho a la Misericordia de Dios

“Cuanto mayor es el pecador, mayor es el derecho que tiene a mi Misericordia. Mi Misericordia se confirma en toda obra de Mis manos. El que confía en mi Misericordia no perecerá, porque todos sus asuntos son míos y sus enemigos serán destrozados en la base de mi escabel”. (Diario 723)


10. La confianza en la Misericordia de Dios de los más grandes pecadores debe ser total

“(Que) los grandes pecadores confíen en mi Misericordia. Tienen derecho ante otros a confiar en el abismo de Mi Misericordia. Hija mía, escribe acerca de Mi Misericordia hacia las almas atormentadas. Las almas que hacen un llamado a Mi Misericordia me deleitan. A tales almas les doy aún más gracias de las que piden. No puedo castigar ni aun al más grande pecador si hace un llamado a Mi compasión, pero al contrario lo justifico en Mi insondable e inescrutable Misericordia”. (Diario, 1146)


11. Dios ofrece perdón completo a quien se confiese y comulgue en la fiesta de la Misericordia

“Quiero conceder un perdón completo a las almas que irán a la Confesión y recibirán la Santa Comunión en la Fiesta de Mi Misericordia”. (Diario, 1109)


12. No debe existir miedo de acercarse a la Misericordia de Dios

“Que el alma débil y pecaminosa no tenga miedo de acercarse a Mí, ya que aunque tuviera más pecados que grano de arena en el mundo, todos se ahogaran en las profundidades inconmensurables de Mi Misericordia”. (Diario, 1059)


13. La Misericordia de Dios debe ser adorada y la imagen venerada

“Exijo la adoración de Mi Misericordia a través de la solemne celebración de la Fiesta y de la veneración de la imagen que está pintada. Por medio de esta imagen concederé muchas gracias a las almas. Es para ser un recordatorio de las exigencias de Mi Misericordia, porque incluso la fe más fuerte es inútil sin obras”. (Diario, 742)


14. Las almas recibirán gracias que no podrán contener e irradiarán a otras

“Di a todas las personas, hija Mía, que yo soy el Amor y la Misericordia. Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la lleno de tal abundancia de gracias que no puede contenerlas dentro de sí, sino que las irradia a otras almas”. (Diario, 1074)


15. La imagen de la Divina Misericordia es fuente de numerosas gracias

“Ofrezco a la gente un vaso con el cual deben seguir viniendo por gracias a la fuente de la Misericordia. Ese barco es esta imagen con la firma: ‘Jesús, yo confío en Ti’”. (Diario, 327)


16. Al venerar la imagen se recibe la protección de Dios en la vida y sobre todo en la muerte

“Prometo que el alma que venerará esta imagen no perecerá. También prometo la victoria sobre sus enemigos ya aquí en la tierra, especialmente a la hora de la muerte. Yo lo defenderé como Mi propia gloria”. (Diario, 48) 

“A las almas que propagan la devoción a Mi Misericordia, las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa (protege) a su niño recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellas Juez sino Salvador misericordioso. En esa última hora, un alma no tiene nada con que defenderse excepto mi Misericordia. Feliz es el alma que durante su vida se sumergió en la Fuente de la Misericordia, porque la justicia no la tendrá”. (Diario, 1075)

FELIZ SEMANA





 

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