viernes, 17 de marzo de 2017

SAN PATRICIO, APÓSTOL DE IRLANDA, 17 DE MARZO


Hoy 17 de marzo es fiesta de San Patricio, el Patrono de Irlanda que cambió la historia de Nueva York



 (ACI).- "Yo era como una piedra en una profunda mina; y aquel que es poderoso vino, y en su misericordia, me levantó y me puso sobre una pared”, decía San Patricio, Patrono de Irlanda cuya fiesta se celebra el 17 de marzo. La devoción por el Santo de los irlandeses en Nueva York (Estados Unidos) hizo que esta ciudad se torne todos los años de color verde.

San Patricio nació en Gran Bretaña hacia el 385. Siendo joven fue llevado cautivo a Irlanda. Cuando recobró la libertad siguió el camino del sacerdocio y más adelante llegó a ser Obispo en Irlanda.


En su lenguaje sencillo para evangelizar, solía explicar que así como las tres hojitas de un trébol hacen una hoja, de igual modo el Padre, Hijo y Espíritu Santo forman un solo Dios verdadero.


Sus opositores fueron los magos druidas que creían en dioses paganos y los herejes pelagianos. Sin embargo, San Patricio siguió firme construyendo abadías e iglesias cristianas.

Se dice que un Sábado Santo, cuando San Patricio encendió el fuego pascual, los druidas se lanzaron a apagarlo, pero no lo lograron. Entonces uno de ellos exclamó: "El fuego de la religión que Patricio ha encendido, se extenderá por toda la isla". Esto se cumplió porque convirtió al cristianismo a toda Irlanda.

El Santo formó un clero local, consagró sacerdotes y Obispos.

Al final de su vida escribió las “Confesiones” donde dejó como legado algo cómo se sentía y actuaba en la misión que Dios le había encomendado.

Logró la reforma de las leyes civiles de Irlanda y la legislación fue hecha con los principios católicos. Partió a la Casa del Padre en el año 461 y fue sepultado en Saúl, región de Stragford Lough, donde edificó su primera iglesia.


En Nueva York, una de las tradiciones más antiguas es el desfile por el día de San Patricio o “Saint Patrick’s day” que data desde la época colonial. Los irlandeses, parte del ejército británico, solían vestirse de verde y entonaban canciones típicas al son de gaitas.

Esto ha permanecido en el tiempo y hoy es una de las celebraciones más grandes de la ciudad estadounidense. El color representativo sigue siendo el verde y se mantiene el gran desfile de marcha militar que pasa por la Catedral de San Patricio de Nueva York.


San Patricio y sus enemigos



Sus acérrimos opositores fueron los druidas, representantes de los dioses paganos. También sufrió mucho a manos de los herejes pelagianos, que para arruinar su obra recurrieron inclusive a la calumnia. Para defenderse, Patricio escribió su Confessio. Por fortuna poseemos una colección bastante nutrida de esos escritos, que nos muestra algo de él mismo, como sentía y actuaba.

Circulaba entre los paganos un extraño vaticinio, una profecía, respecto al santo, que Muirchu, su historiador nos transmite textualmente así: "Cabeza de azuela (referencia a la forma aplanada de la cabeza tonsurada) vendrá con sus seguidores de cabezas chatas, y su casa (casulla o casuela, es decir casa pequeña) tendrá un agujero para que saque su cabeza. Desde su mesa clamará contra la impiedad hacia el oriente de su casa. Y todos sus familiares responderán, Amén, Amén". Los augurios agregaban esto todavía: "Por lo tanto, cuando sucedan todas estas cosas, nuestro reino, que es un reinado de idolatría, se derrumbará".

En la evangelización, San Patricio puso mucha atención en la conversión de los jefes, aunque parece ser que el mismo rey Laoghaire no se convirtió al cristianismo, pero si, varios miembros de su familia.

Consiguió el amparo de muchos jefes poderosos, en medio de muchas dificultades y constantes peligros, incluso el riesgo de perder la vida (más de cinco veces) en su trato con aquellos bárbaros. Pero se notaba que había una intervención milagrosa de Dios que lo libraba de la muerte todas las veces que los enemigos de la religión trataban de matarlo. En un incidente que ocurrió en misión, su cochero Odhran, quizás por algún presentimiento, insistió en reemplazar al santo en el manejo de los caballos que tiraban del coche, por consiguiente fue Odhram quien recibió el golpe mortal de una lanza que estaba destinada a quitarle la vida a San Patricio.

No obstante los contratiempos, el trabajo de la evangelización de Irlanda, siguieron firme. En varios sitios de Irlanda, construyó abadías, que después llegaron a ser famosas y alrededor de ellas nacieron las futuras ciudades. En Leitrim, al norte de Tara, derribó al ídolo de Crom Cruach y fue uno de los lugares donde edificó una de las iglesias cristianas. En la región de Connaught, realizó cosas notables. En la población de Tirechan se conservó para la posteridad la historia de la conversión de Ethne y Fedelm, hijas del rey Laoghaire. También existen las narraciones de las heroicas predicaciones de San Patricio en Ulster, en Leinster y en Munster.

Por su santidad, manifiesta en su carácter su lenguaje sencillo al evangelizar y por el don de hacer milagros, San Patricio logró muchas victorias sobre sus oponentes paganos y hechiceros. Ese triunfo le sirvió para que los pobladores de Irlanda se abrieran a la predicación del cristianismo. De hecho hacen referencias en los textos del Senchus Mor (el antiguo código de las leyes irlandesas) a cierto acuerdo concertado en Tara entre los paganos y el santo y su discípulo San Benigno (Benen). Dicen esos libros que "Patricio convocó a los hombres del Erin para que se reunieran todos en un sitio a fin de conferenciar con él. Cuando estuvieron reunidos, se les predicó el Evangelio de Cristo para que todos lo escucharan. Y sucedió que, en cuanto los hombres del Erin escucharon el Evangelio y conocieron como este daba frutos en el gran poder de Patricio demostrado desde su arribo y al ver al rey Laoghaire y a sus druidas asombrados por las grandes maravillas y los milagros que obraba, todos se inclinaron para mostrar su obediencia a la voluntad de Dios y a Patricio".

Hay muchas fantasías sobre las confrontaciones de San Patricio con los magos druidas pero también hay relatos que tienen un trasfondo sin duda histórico. Dicen que un Sábado Santo, cuando nuestro santo encendió el fuego pascual, se lanzaron con toda su furia a apagarlo, pero por más que trataron no lo lograron. Entonces uno de ellos exclamó: "El fuego de la religión que Patricio ha encendido, se extenderá por toda la isla". Y se alejaron. La frase del mago se ha cumplido; la religión católica se extendió de tal manera por toda Irlanda, que hoy sigue siendo un país católico, iluminado por la luz de la religión de Cristo, y que a su vez ha dado muchos misioneros a la Iglesia.


Vida de Santidad



Solo llegaremos a comprender el hondo sentimiento humano que tenía el santo y el profundo amor a Dios que lo animaba, si estudiamos detenidamente sus escritos contenidos en las "Confesiones", la Lorica y la carta a Coroticus de San Patricio. Conoceremos el secreto de la extraordinaria impresión que causaba a los que lo conocían personalmente. Patricio era un hombre muy sencillo, con un gran espíritu de humildad. Decía que su trabajo misionero era la simple actuación de un mandamiento divino y que su aversión contra los pelagianos se debía al absoluto valor teológico que él atribuía a la gracia. Era profundamente afectuoso, por lo que vemos en sus escritos referirse tantas veces al inmenso dolor que le produjo separarse de su familia de sangre y de su casa, a la que le unía un gran cariño. Era muy sensible, le hacía sufrir mucho que digan que trabajaba en la misión que había emprendido para buscar provecho propio, por eso insistía tanto en el desinterés que lo animaban a seguir trabajando.

De sus Confesiones: "Incontables dones me fueron concedidos con el llanto y con las lágrimas. Contrarié a mis gentes y también, contra mi voluntad, a no pocos de mis mayores; pero como Dios era mi guía, yo no consentí en ceder ante ellos de ninguna manera. No fue por mérito propio, sino porque Dios me había conquistado y reinaba en mí. Fue El quien se resistió a los ruegos de los que me amaban, de suerte que me aparté de ellos para morar entre los paganos de Irlanda, a fin de predicarles el Evangelio y soportar una cantidad grande de insultos por parte de los incrédulos, que me hacían continuos reproches y que aun desataban persecuciones contra mí, en tanto que yo sacrificaba mi libertad en su provecho. Pero si acaso se me considera digno, estoy pronto a dar hasta mi vida en nombre de Dios, sin vacilaciones y con gozo. Es mi vida la que me propongo pasar aquí hasta que se extinga, si el Señor me concede esa gracia".


La santidad da frutos

El buen éxito de la misión de San Patricio se debe ante todo a su fe por la que se disponía a cualquier sacrificio y a la inteligente organización que supo crear en esa isla, carente de ciudades y dividida en muchas tribus o clanes, dirigidos por un jefe independiente cada una. El supo adaptarse a las condiciones sociales del lugar, formando un clero local, consagró obispos y sacerdotes y fundo monasterios y pequeñas comunidades cristianas dentro del mismo clan, sin rechazar usos ni costumbres tradicionales. Tuvo la feliz idea de que el obispo de cada región fuera al mismo tiempo el Abad o superior del monasterio más importante del lugar, así cada obispo era un fervoroso religioso y tenía la ayuda de sus monjes para enseñar la religión al pueblo. Las vocaciones que consiguió para el sacerdocio y la vida religiosa fueron muchísimas.

La obra de evangelización pudo progresar rápidamente gracias también a que San Patricio atrajo muchos discípulos fieles, como Benigno quién estaba destinado a sucederle. Siempre fue muy fiel a la Iglesia y, a pesar de la distancia, el santo se mantenía en contacto con Roma. En el año 444 se fundó la iglesia catedral de Armagh (hoy Armoc), la sede principal de Irlanda, dato que está asentado en los "Anales de Ulster". Es probable que no haya pasado mucho tiempo antes que Armagh se convirtiera en un gran centro de educación y administración.

San Patricio, en el transcurso de 30 años de apostolado, convirtió al cristianismo a "toda Irlanda". El propio santo alude, más de una vez, a las "multitudes", a los "muchos miles" que bautizó y confirmó. "Ahí", dice San Patricio, "donde jamás se había tenido conocimiento de Dios; allá, en Irlanda, donde se adoraba a los ídolos y se cometían toda suerte de abominaciones, ¿cómo ha sido posible formar un pueblo del Señor, donde las gentes puedan llamarse hijos de Dios? Ahí se ha visto que hijos e hijas de los reyezuelos escoceses, se transformen en monjes y en vírgenes de Cristo". Sin embargo, como es lógico pensar, el paganismo y el vicio no habían desaparecido por completo. En las "Confesiones", que fueron escritas hacia el fin de su vida, dice el santo: "A diario estoy a la espera de una muerte violenta, de ser robado, de que me secuestren para servir como esclavo, o de cualquier otra calamidad semejante". Pero más adelante agrega: "Me he puesto en manos del Dios de misericordia, del Todopoderoso Señor que gobierna toda cosa y, como dijo el profeta: 'Deja tus cuidados con el Señor y El proveerá la manera de aliviarlos". En esta confianza estaba, sin duda su incansable valor y la firme decisión de San Patricio a lo largo de su heroica carrera. Su fortaleza de no permitir a los enemigos del catolicismo que propagaran por allí sus herejías, fue una de las razones para que Irlanda se haya conservado tan católica.

La obra del incansable misionero dio muchos frutos con el tiempo: Lo vemos en el maravilloso florecimiento de santos irlandeses. Logró reformar las leyes civiles de Irlanda, consiguió que la legislación fuera hecha de acuerdo con los principios católicos, lo cual ha contribuido a que esa nación se haya conservado firme en la fe por más de 15 siglos, a pesar de todas las persecuciones.

Según un cronista de Britania, Nennius, San Patricio subió a una montaña a rezar y hacer ayuno y "desde aquella colina, Patricio bendijo al pueblo de Irlanda y, el objeto que perseguía al subir a la cima, era el de orar por todos y el de ver el fruto de sus trabajos…Después, en edad bien avanzada, fue a recoger su recompensa y a gozar de ella eternamente. Amén". Patricio murió y fue sepultado en el año 461, en Saúl, región de Stragford Lough, donde había edificado su primera iglesia.


LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 16 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 16


Es emocionante leer la confianza y la amistad con la que algunos santos trataron a la Santísima Virgen; su devoción a la celestial Señora era tan íntima y tan sincera, que los llevó a penetrar en la intimidad del Corazón de María.

Nuestra devoción a la dulce Madre del cielo ha de romper los esquemas que nos impiden, o al menos dificultan, llegar a una relación íntima de amor y de trato con ella; nada puede interponerse entre el hijo y la madre, nada puede haber o suceder que el hijo de María la sienta como su Madre, la ame como tal y la trate como tal.
Se dijo que la madre es la mejor amiga de su hijo, que eso suceda y se dé entre la Virgen y nosotros.

Madre de Jesús, tú que eres también Madre de todos los redimidos, y la amiga entrañable de tus hijos, ayúdanos a cultivar la amistad y la fraternidad.


* P. Alfonso Milagro

DOMINGO 19 DE MARZO: DÍA DE ORACIÓN Y SOLIDARIDAD POR LOS DAMNIFICADOS DEL PERÚ


Domingo 19 de marzo: Día de oración y solidaridad por los damnificados del Perú





LIMA, 16 Mar. 17 / 04:16 pm (ACI).- Los obispos de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) hicieron un especial llamado para que el domingo 19 de marzo sea un día de oración y solidaridad con todos los damnificados por las lluvias e inundaciones que golpean estos días al Perú.

Las lluvias y las inundaciones han afectado a los departamentos de Lima, Ica, Huancavelica, Arequipa, Piura, Tumbes y Chiclayo, según datos de Cáritas del Perú.

Hasta el momento los desbordes y las intensas lluvias han dejado 43 muertos y 72 heridos. Según el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), el fenómeno ya afectó a más de 546.000 personas y destruyó 6.500 viviendas, 27 escuelas y un centro de salud.

Ante estos graves hechos, señala un comunicado dado a conocer este jueves, la CEP expresó su “solidaridad y cercanía con todos los hermanos y hermanas que sufren a consecuencia de estos fenómenos naturales, tanto por la muerte de algún ser querido como por la pérdida de todo lo que tenían para vivir”.

Debido a la emergencia actual, los prelados alentaron a todos los peruanos a colaborar “con ayuda material que ha de ser entregada en las zonas más golpeadas de nuestra Patria”.

Asimismo, han invitado a que “este domingo 19 de marzo sea un día de oración y del mismo modo para que nuestros fieles, de todas las parroquias y centros religiosos de nuestra Patria, puedan expresar su generosidad y su amor a Jesucristo en el hermano que sufre”.

Los obispos exhortaron a mantener la “fe que ilumina y fortalece, conservemos la esperanza que alimenta la solidaridad, abramos las puertas de la caridad para que el alivio de tantos necesitados sea pronto y oportuno”.

“Elevamos nuestra oración al Señor y le pedimos por la intercesión de la Virgen María su misericordia y su bondad”, concluyeron.

Ayuda a Piura, una de las zonas más afectadas

Cáritas Piura y Tumbes, con el apoyo de Cáritas del Perú, así como las Parroquias de la Arquidiócesis siguen realizando su cruzada de ayuda a los damnificados.

La ayuda que brindan es básicamente de tres tipos: alimentos, refacción de viviendas y ayuda para evacuar aguas estancadas. Hasta la fecha han distribuido 1500 paquetes de alimentos esenciales.

Para colaborar como voluntario los interesados pueden comunicarse con el teléfono + 51 073 311203; o escribir al correo electrónico: cpiura.administracion@caritas.org.pe


Las donaciones pueden hacerse en las siguientes cuentas a nombre del Arzobispado de Piura:

Banco de Crédito del Perú (soles) - 475-1781584-0-75

Banco de Crédito del Perú (dólares) - 475-1535423-1-11

Caja Piura (soles) - 110-01-2606701

EL NIÑO CAUSA DESASTRES EN PERÚ Y CÁRITAS LANZA CAMPAÑA DE EMERGENCIA


#PrayforPeru: El Niño causa desastres en Perú y Cáritas lanza campaña de emergencia






LIMA, 16 Mar. 17 / 11:31 am (ACI).- Cáritas del Perú lanzó la campaña “Emergencia por huaycos e inundaciones” para ayudar a las decenas de miles de damnificados que han ocasionado las lluvias y desbordes de ríos en diferentes partes del país, sobre todo en la costa norte a raíz del fenómeno de El Niño.

“Desde el pasado 14 de enero, intensas lluvias ocasionaron huaycos (deslizamiento de tierra y rocas) e inundaciones afectando viviendas, vías de comunicación, puentes peatonales e instituciones educativas, causando daños en la vida y la salud de las personas en los departamentos de Lima, Ica, Huancavelica, Arequipa, Piura, Tumbes y Chiclayo”, señaló Cáritas en su sitio web.


Hasta el momento hay 43 muertos, 72 heridos. Según el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), el fenómeno ya afectó a más de 546.000 personas y destruyó 6.500 viviendas, 27 escuelas y un centro de salud.

Por ello, Cáritas del Perú “hace un llamado de solidaridad (…) a fin de aliviar las necesidades más urgentes de los damnificados en Lima, Ica, Arequipa, Lambayeque, Piura y Tumbes”.

Indicó que la ayuda “será canalizada a través de las Cáritas Diocesanas de Chosica, Cañete, Ica, Arequipa, Chulucanas, Piura- Tumbes y Chiclayo quienes están realizando un trabajo activo en las zonas de emergencia”.

En ese sentido, pidieron a la población “donar alimentos no perecibles, agua envasada, artículos de higiene personal, calaminas, materiales de construcción y carpas”.

Asimismo, se pueden hacer aportes económicos a las siguientes cuentas:

BANCO DE CRÉDITO DEL PERÚ

CÁRITAS DEL PERÚ - CAMPAÑA NACIONAL

Cta. Cte.Soles:  193-2236439-0-91

Interbancario CCI:  00219300223643909118


Cta. Cte. Dólares: 193-2238776-1-07

Interbancario CCI:  00219300223877610719

Código SWIFT:  BCPLPEPL

Para más información se puede ingresar al sitio web www.caritas.org.pe

FELIZ VIERNES


miércoles, 15 de marzo de 2017

ORAS POR LOS DIFUNTOS?


¿Oras por los difuntos?




Las almas del Purgatorio no pueden ya hacer nada en su propio favor, porque con la muerte termina el tiempo de expiar y purificarse. Si los vivos no rezan por ellas, quedan abandonadas. Nosotros tenemos el inmenso poder de aliviarlas. Mientras estamos vivos podemos reparar el mal que hayamos hecho. Pero a menudo no le damos importancia.

San Juan Macías, hermano dominico, tenía una gran caridad con las almas del Purgatorio. ¡El obtuvo por sus oraciones (principalmente por la recitación del santo Rosario) la liberación de un millón cuatrocientas mil almas! En retribución, él consiguió para sí mismo las más abundantes y extraordinarias gracias; y esas almas vinieron a consolarlo en su lecho de muerte y a acompañarlo hasta el Cielo. Este hecho es tan cierto que fue insertado por la Iglesia en el decreto de su beatificación.

Cuando las almas benditas son liberadas de sus penas y gozan la beatitud del Cielo, no olvidan a sus amigos de la Tierra: su gratitud no conoce límites. Postradas ante Dios, no cesan de orar por sus bienhechores. Santa Catalina de Bologna dice: "He recibido muchos favores de los Santos, pero mucho más grandes de las almas del Purgatorio". Orar por los difuntos es una excelente obra de misericordia.


* Enviado por el P. Natalio

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 15 DE MARZO DEL 2017


Cada instante, un regalo
San Mateo 20, 17-28. II Miércoles de Cuaresma


Por: H. Balam Loza, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, tuyo soy, para Ti nací, ¿qué quieres de mí? Quiero cumplir tu voluntad en cada momento de mi vida. Tal vez, como tus apóstoles, soy débil y no soy capaz de darte todo. Conozco bien que soy una creatura de barro. Por eso vengo a ponerme delante de Ti, para que seas Tú quien me indique qué es lo que quieres de mí. Yo soy capaz de hacer grandes y heroicas promesas, pero necesito que llenes mi corazón de amor para poder darte con totalidad mi vida.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 20, 17-28
En aquel tiempo, mientras iba de camino subiendo a Jerusalén, Jesús llamó aparte a los Doce y les dijo: “Ya vamos subiendo a Jerusalén y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, que lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; pero al tercer día, resucitará”.
Entonces se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo, junto con ellos, y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: “¿Qué deseas?”. Ella respondió: “Concédeme que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino”. Pero Jesús replicó: “No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán beber el cáliz que Yo he de beber?”. Ellos contestaron: “Sí podemos”. Y él les dijo: “Beberán mi cáliz; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; es para quien mi Padre lo tiene reservado”.
Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: “Ya saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Que no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; así como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida por la redención de todos”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Jesús, ¿cómo vivías con tus discípulos? Quiero contemplar, por un instante esos momentos tan familiares y tan profundos. A veces puedo pensar que eras una persona infatigable, pero ¿cómo eras? Tú, eras el maestro y sin embargo te veo en la última cena lavando los pies de tus discípulos, y dejando a Juan recostarse en tu pecho… y no me es difícil imaginar las largas caminatas, llenas de cordialidad. Puedo pensar, en la paciencia que tendrías al escuchar a tus discípulos y sin duda te reirías, internamente, de la valentía de la madre de los Zebedeos ante tal petición… en fin, no dudo que más que un Señor, serías un gran Amigo.
Y hoy, al arrodillarme delante de la cruz y ver que diste tu vida por mí, veo algo más que una imagen fría, veo a un Dios, a un amigo que lo dio todo por mí, hasta la última gota. Sé que estás aquí para ser mi amigo. Es verdad que mis sentidos no te perciben, pero al igual que tus discípulos puedo gozar de este rato de oración, puedo escucharte, puedo descansar en tu pecho, en tu corazón y gozar de este momento. Te abro mi corazón y te pido ser santo. Sí, es un poco atrevida la petición y no sé si soy capaz de compartir tu sufrimiento, pero Tú has dicho que tocásemos a la puerta y para eso estoy aquí.
Te amo, Jesús, con todo mi corazón, con la sencillez de un niño y estoy aquí para pasar un rato con mi mejor amigo, con el auténtico amigo. No quiero hacer grandes cosas sino quiero vivir cada instante con pasión, hasta la más mínima cosa, pues cada instante es un regalo de tu amor.
Un corazón tibio se encierra en una vida perezosa y sofoca el fuego del amor. El que es tibio vive para satisfacer sus comodidades, que nunca son suficientes, y de ese modo nunca está contento; poco a poco termina por conformarse con una vida mediocre. El tibio reserva a Dios y a los demás algunos “porcentajes” de su tiempo y de su corazón, sin exagerar nunca, sino más bien buscando siempre recortar.[…] Hay una segunda tentación en la que se puede caer, no por ser pasivos, sino por ser “demasiado activos”: es la de pensar como dueños, de trabajar sólo para ganar prestigio y llegar a ser alguien. Entonces, el servicio se convierte en un medio y no en un fin, porque el fin es ahora el prestigio, después vendrá el poder, el querer ser grandes. “Entre vosotros -nos recuerda Jesús a todos- no será así: el que quiera ser grande entre vosotros que sea vuestro servidor”. Así se edifica y se embellece la Iglesia.
(Homilía de S.S. Francisco, 2 de octubre de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a vivir con especial alegría, pues la vida del cristiano es un servir con alegría a ejemplo de Jesús.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ABRIR NUESTRO CORAZÓN AL DON DE DIOS


Abrir nuestro corazón al don de Dios
 Pidámosle a Cristo nos conceda abrir nuestro corazón al don de Dios, y nos permita abrir el nuestro para ser don de Dios para los demás.


Por: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net 




Nuestra vida no es simplemente una serie de circunstancias, una serie de días que van pasando uno detrás de otro, sino que todos los días de nuestra vida son un don de Dios, no sólo para nosotros, sino sobre todo un don de Dios para los demás, para aquellos que viven con nosotros. Un don de Dios que requiere, por parte nuestra, reconocerlo y hacernos conscientes de que efectivamente es un regalo de Dios. Y permitir, como consecuencia, que en nuestro corazón haya un espíritu agradecido por el hecho de ser un don de Dios.

En la historia de la Iglesia, Dios nuestro Señor ha ido dando dones constantemente, y a veces Él se prodiga de una forma particular en algunas circunstancias, por lo demás muy normales, muy corrientes, pero que se convierten de modo muy especial en don de Dios para sus hermanos. Es Él quien decide dar hombres y mujeres a su Iglesia que ayuden a los demás a caminar, que ayuden a los demás a encontrarse más profundamente con Cristo; es Él quien decide hacer de nuestras vidas un don para los demás.

Ciertamente que esto requiere, por parte de quien toma conciencia de ser un don de Dios para los demás, una correspondencia. No basta con decir “yo me entrego a los demás”, “yo soy un don de Dios para los demás”, es necesario, también, estar conscientes de lo que por nuestra parte esto va a suponer. A veces podemos convivir con el don de Dios y no ser conscientes de que lo tenemos a nuestro lado y no ser conscientes de que Dios está junto a nosotros. Podemos estar conviviendo con el don de Dios y no reconocerlo.

Algo así les había pasado a Santiago y a Juan, los hijos de Zebedeo. A pesar de llevar ya tiempo con nuestro Señor, no habían captado el don de Dios. Tanto es así que, justamente después que Cristo les habla de pasión, de muerte y de resurrección, acompañados de su madre, llegan y le dicen a Jesús: “Queremos sentarnos uno a tu derecha y otro a tu izquierda”. Cuando Jesús está hablando de renuncia, de entrega, de sacrificio, de redención, ellos le hablan a Cristo de dignidades, de cargos y de honores.
¡Qué misterio es el hecho de que se puede convivir con el don de Dios y, sin embargo, no reconocerlo! Nuestra vida puede ser una vida semejante a la de los hijos de Zebedeo, que tenían el don de Dios más grande —Cristo nuestro Señor—, y no lo habían reconocido.

El don de Dios, el Hijo de Dios caminaba con ellos, comía con ellos, dormía con ellos, les hablaba, les enseñaba, y ¡no lo habían reconocido! Es necesario tener los ojos abiertos y el corazón dispuesto a acoger el don de Dios, porque nos damos cuenta de que, no solamente Juan y Santiago no habían captado nada del don de Dios que era Cristo para sus vidas, tampoco nosotros mismos, muchas veces, lo hemos captado.

En este Evangelio encontramos una serie de características que tiene que tener nuestro corazón para ser capaz de reconocer el don de Dios: En primer lugar, estar dispuestos a servir a los demás; en segundo lugar, estar dispuestos a beber el cáliz del Señor, y en tercer lugar, estar dispuestos a ir con Cristo, como corredentores, por el bien de los demás.

Corredentor, compañero y servidor son las características del corazón que está dispuesto a reconocer el don de Dios y del corazón que está dispuesto a ser don de Dios para nuestros hermanos. A nosotros, entonces, nos correspondería preguntarnos: ¿Soy yo también corredentor? ¿Tomo yo como mía la misión de la Iglesia, la misión de Cristo, que es salvar a los hombres? ¿Soy compañero de Cristo, es decir, lo tengo frecuentemente en mi corazón, bebo su cáliz, comparto con Él todo? ¿Su vida es mi vida, sus intereses los míos, sus inquietudes las mías? ¿Soy servidor de los demás? ¿Estoy dispuesto a ser de los que sirven, de los que ayudan, de los que colaboran, de los que cooperan, de los que se entregan, de los que dan sin esperar necesariamente una recompensa?

Así como el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida como rescate de muchos, ¿tenemos nosotros la conciencia de que éste debe ser el retrato de nuestra vida: corredentores, compañeros y servidores de Cristo? Esta conciencia, que nos convierte en don de Dios para los demás, es la que nos convierte en colaboradores, en ayuda y en camino de Dios para nuestros hermanos los hombres.

No soñemos pensando que simplemente porque los criterios del Evangelio más o menos se nos emparejen y estemos de acuerdo con ellos, ya por eso tenemos claro el don de Dios. Si no eres con Cristo corredentor, si no eres capaz de beber su cáliz y si no eres con Cristo servidor de tus hermanos, serás lo que seas, pero no me digas que has encontrado el don de Dios, porque te estás engañando.

Cuando el Señor nos llama a la fe cristiana, es para llenarnos de cosas cotidianas y normales, como es cada una de nuestras vidas. En lo cotidiano está el don, no tenemos que buscar cosas extraordinarias ni milagros ni cosas raras.

Pidámosle a Cristo que nos conceda abrir nuestro corazón al don de Dios, pero también pidámosle que nos permita abrir nuestro corazón para que también nosotros, corredentores, compañeros y servidores, sepamos ser don de Dios para los demás.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 15 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 15



Nada hay tan fecundo como la virginidad de María. Solemos presentar a la virginidad como algo estéril, como si la esterilidad fuera una característica de la virginidad. En cambio, en María, conciliamos la fecundidad maternal con el brillo de su límpida virginidad.

Tu vida ha de estar consagrada a Dios, al amor de Dios, en la plenitud de la entrega de una virginidad espiritual: de Dios, todo de Dios, sólo de Dios y para siempre de Dios.

Por eso tu entrega debe obligarte a gastarte por tus prójimos, desvivirte por ellos, sufrir por ellos, morir por ellos.
“Madre, ayúdanos a enseñar la verdad que ha anunciado tu Hijo y a extender el mandamiento del amor” (San Juan Pablo II)



* P. Alfonso Milagro

FELIZ MIÉRCOLES


martes, 14 de marzo de 2017

DIEZ ADIVINANZAS


Diez adivinanzas



Desde pequeños sin duda nos hemos divertido muchas veces proponiéndonos adivinanzas: aguzan el ingenio, concentran la atención dispersa, nos sorprenden siempre, suscitan hilaridad,  y facilitan la memorización. Aquí te ofrezco un racimo de diez jugosos acertijos, atribuidos a santa Teresa de Calcuta.

¿Cuál es el día más bello?... Hoy.
¿Cuál es la cosa más fácil?... Equivocarse.
¿Cuál es el obstáculo más grande?... El miedo.
¿Cuál es el error mayor?... Abandonarse.
¿Cuál es la raíz de todos los males?... El egoísmo.
¿Cuál es la distracción más bella?... El trabajo.
¿Cuál es la peor derrota?... El desaliento.
¿Cuál es el peor defecto?... El mal humor.
¿Cuáles son los mejores profesores?... Los niños.
¿Cuál es la primera necesidad?... Comunicarse.

Para que estos acertijos susciten interés e inviten a pensar es apropiado formular las preguntas a otra persona que no tenga delante las respuestas. Como puedes ver todas las adivinanzas orientan a cultivar actitudes correctas, e invitan a un momento de provechosa reflexión. Te deseo un día agradable.


* Enviado por el P. Natalio

PARA QUÉ SIRVE AYUNAR? 6 RAZONES EN LA VIDA CRISTIANA


¿Para qué sirve ayunar? 
6 razones para considerarlo seriamente en la vida cristiana





 (ACI).- El ayuno es una parte poderosa y fundamental de la vida cristiana pues no solo ha sido predicado por los Padres de la Iglesia y los santos, sino que es un mandato de Dios y fue practicado por Jesús mismo.

En ese sentido, el diácono Sabatino Carnazzo, director ejecutivo y fundador del Instituto de Cultura Católica, consideró que debemos tomar como “estándar” a los que “han corrido la carrera y han ganado” porque “han sido hombres y mujeres de oración y ayuno”.


Por tal motivo, ACI Prensa comparte 6 razones por las que todo católico debe tomar en serio el ayuno para mejorar en la vida de fe.

1. Porque es elegir un bien mayor
“Es la privación del bien, para tomar una decisión por un bien mayor”, explicó el diácono Carnazzo.

Además, destacó que el ayuno es más comúnmente asociado con la abstención de los alimentos, aunque también puede tomar la forma de renunciar a otros bienes como comodidades y entretenimiento.

2. Porque le da equilibrio a la vida espiritual
“Todo el propósito del ayuno es poner el orden creado y nuestra vida espiritual en un equilibrio adecuado”, afirmó el diácono Carnazzo.

Debido a que “como criaturas corporales en un estado posterior a la caída”, es fácil dejar que nuestras “pasiones” busquen los bienes físicos y reemplacen nuestro intelecto.

Según Mons. Charles Pope, Párroco de Holy Comforter / St. Chatolic Church Cipriana en Washington D.C, “ayunar ayuda a hacer más espacio para Dios en nuestra vida”.

3. Porque es el primer paso para tener control sobre uno mismo
“La razón de por qué 2000 años de cristianismo se ha preferido alimentos (para ayunar) es porque la comida es como el aire. Es como el agua, es lo más fundamental”, dijo el diácono Carnazzo.

“Ahí es donde dice la Iglesia 'detenerse aquí, a este nivel fundamental, y ganar control allí'. Es como el primer paso en la vida espiritual”, añadió.

4. Porque es bíblico
El primer ayuno fue ordenado por Dios a Adán en el Jardín del Edén, cuando Dios instruyó a Adán y Eva que no comieran del árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis 2: 16-17), anotó el diácono Carnazzo.

Además, aclaró que esta prohibición divina no era porque el árbol era malo, sino que el fruto estaba destinado “a ser comido en el tiempo correcto y el camino correcto. De la misma manera, nos abstenemos de los bienes creados para que podamos disfrutarlos en el momento adecuado y la manera correcta”.

Por otra parte, al comienzo de su ministerio, Jesús se abstuvo de comer y beber durante 40 días en el desierto y así “revirtió lo que pasó en el Jardín del Edén”, explicó el diácono.

“Como Adán y Eva, Cristo fue tentado por el diablo pero en cambio permaneció obediente al Padre, invirtiendo la desobediencia de Adán y Eva y restaurando nuestra humanidad”, agregó.

5. Porque es poderoso
San Basilio el Grande decía que el ayuno es “el arma de protección contra los demonios. Nuestros Ángeles Guardianes realmente se quedan con aquellos que han limpiado sus almas a través del ayuno”.

Según el diácono Carnazzo el ayuno es poderoso porque permite “dejar a un lado este reino (creado) donde el diablo trabaja” y nos ponemos en “comunión con otro reino donde el diablo no funciona y no puede tocarnos”.

Por su parte Mons.Pope, anotó que “nos recuerda nuestra fragilidad y nos ayuda a ser más humildes. Sin humildad y oración nuestra experiencia de Dios realmente no se puede desbloquear”.

6. Porque lo pide la Iglesia
Las actuales obligaciones de ayuno fueron establecidas en el Código de Derecho Canónico de 1983.

“La Iglesia establece límites claros, fuera de los cuales no se puede considerar que alguien esté practicando la vida cristiana. Es por eso que violar intencionalmente las obligaciones de Cuaresma es un pecado mortal”, sentenció el Diácono Carnazzo.



Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.

VIVIR COMO CRISTO NOS HA ENSEÑADO


Vivir como Cristo nos ha enseñado
Ser coherentes con lo que pensamos, decimos y actuamos, por amor a Cristo.


Por: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net 




Constantemente, Jesucristo nuestro Señor, empuja nuestras vidas y nos invita de una forma muy insistente a la coherencia entre nuestras obras y nuestros pensamientos; a la coherencia entre nuestro interior y nuestro exterior. Constantemente nos inquieta para que surja en nosotros la pregunta sobre si estamos viviendo congruentemente lo que Él nos ha enseñado.

Jesucristo sabe que las mayores insatisfacciones de nuestra vida acaban naciendo de nuestras incoherencias, de nuestras incongruencias. Por eso Jesucristo, cuando hablaba a la gente que vivía con Él, les decía que hicieran lo que los fariseos les decían, pero que no imitaran sus obras. Es decir, que no vivieran con una ruptura entre lo que era su fe, lo que eran sus pensamientos y las obras que realizaban; que hicieran siempre el esfuerzo por unificar, por integrar lo que tenían en su corazón con lo que llevaban a cabo.

Esto es una de las grandes ilusiones de las personas, porque yo creo que no hay nadie en el mundo que quisiera vivir con incongruencia interior, con fractura interior. Sin embargo, a la hora de la hora, cuando empezamos a comparar nuestra vida con lo que sentimos por dentro, acabamos por quedarnos, a lo mejor, hasta desilusionados de nosotros mismos. Entonces, el camino de Cuaresma se convierte en un camino de recomposición de fracturas, de integración de nuestra personalidad, de modo que todo lo que nosotros hagamos y vivamos esté perfectamente dentro de lo que Jesucristo nos va pidiendo, aun cuando lo que nos pida pueda parecernos contradictorio, opuesto a nuestros intereses personales.

Jesús nos dice: “El que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido”. ¡Qué curioso, porque esto parecería ser la contraposición a lo que nosotros generalmente tendemos, a lo que estamos acostumbrados a ver! Los hombres que quieren sobresalir ante los demás, tienen que hacerse buena propaganda, tienen que ponerse bien delante de todos para ser enaltecidos. Por el contrario, el que se esfuerza por hacerse chiquito, acaba siendo pisado por todos los demás. ¿Cómo es posible, entonces, que Jesucristo nos diga esto? Jesucristo nos dice esto porque busca dar primacía a lo que realmente vale, y no le importa dejar en segundo lugar lo que vale menos. Jesucristo busca dar primacía al hecho de que el hombre tiene que poner en primer lugar en su corazón a Dios nuestro Señor, y no alguna otra cosa. Cuando Jesús nos dice que a nadie llamemos ni guía, ni padre, ni maestro, en el fondo, a lo que se refiere es a que aprendamos a poner sólo a Cristo como primer lugar en nuestro corazón. Sólo a Cristo como el que va marcando auténticamente las prioridades de nuestra existencia.

Cristo es consciente de que si nosotros no somos capaces de hacer esto y vamos poniendo otras prioridades, sean circunstancias, sean cosas o sean personas, al final lo que nos acaba pasando es que nos contradecimos a nosotros mismos y aparece en nuestro interior la amargura.

Éste es un criterio que todos nosotros tenemos que aprender a purificar, es un criterio que todos tenemos que aprender a exigir en nuestro interior una y otra vez, porque habitualmente, cuando juzgamos las situaciones, cuando vemos lo que nos rodea, cuando juzgamos a las personas, podemos asignarles lugares que no les corresponden en nuestro corazón. El primer lugar sólo pertenece a Dios nuestro Señor. Podemos olvidar que el primer escalón de toda la vida sólo pertenece a Dios. Esto es lo que Dios nuestro Señor reclama, y lo reclama una y otra vez.

Cuando el profeta Isaías, en nombre de Dios, pide a los príncipes de la tierra que dejen de hacer el mal, podría parecer que simplemente les está llamando a que efectúen una auténtica justicia social: “Dejen de hacer el mal, aparten de mi vista sus malas acciones, busquen la justicia, auxilien al oprimido, defiendan los derechos del huérfano y la causa de la viuda”. ¿Somos conscientes de que lo que verdaderamente Dios nos está pidiendo es que todos los hombres de la tierra seamos capaces de poner en primer lugar a Dios nuestro Señor y después todo lo demás, en el orden que tengan que venir según la vocación y el estado al cual hemos sido llamados?
Si cometemos esa primera injusticia, si a Dios no le damos el primer lugar de nuestra vida, estamos llenando de injusticia también los restantes estados. Estamos cometiendo una injusticia con todo lo que viene detrás. Estaremos cometiendo una injusticia con la familia, con la sociedad , con todos los que nos rodean y con nosotros mismos.

¿No nos pasará, muchas veces, que el deterioro de nuestras relaciones humanas nace de que en nosotros existe la primera injusticia, que es la injusticia con Dios nuestro Señor? ¿No nos podrá pasar que estemos buscando arreglar las cosas con los hombres y nos estemos olvidando de arreglarlas con Dios? A lo mejor, el lugar que Dios ocupa en nuestra vida, no es el lugar que le corresponde en justicia.

¿Cómo queremos ser justos con las criaturas —que son deficientes, que tienen miserias, que tienen caídas, que tienen problemas—, si no somos capaces de ser justos con el Creador, que es el único que no tiene ninguna deficiencia, que es el único capaz de llenar plenamente el corazón humano?

Claro que esto requiere que nuestra mente y nuestra inteligencia estén constantemente en purificación, para discernir con exactitud quién es el primero en nuestra vida; para que nuestra inteligencia y nuestra mente, purificadas a través del examen de conciencia, sean capaces de atreverse a llamar por su nombre lo que ocupa un espacio que no debe ocupar y colocarlo en su lugar.

Si lográramos esta purificación de nuestra inteligencia y de nuestra mente, qué distintas serían nuestras relaciones con las personas, porque entonces les daríamos su auténtico lugar, les daríamos el lugar que en justicia les corresponde y nos daríamos a nosotros también el lugar que nos corresponde en justicia.

Hagamos de la Cuaresma un camino en el cual vamos limando y purificando constantemente, en esa penitencia de la mente, nuestras vidas: lo que nosotros pensamos, nuestras intenciones, lo que nosotros buscamos. Porque entonces, como dice el profeta Isaías: “[Todo aquello] que es rojo como la sangre, podrá quedar blanco como la nieve. [Todo aquello] que es encendido como la púrpura, podrá quedar como blanca lana. Si somos dóciles y obedecemos, comeremos de los frutos de la tierra”.

Si nosotros somos capaces de discernir nuestro corazón, de purificar nuestra inteligencia, de ser justos en todos los ámbitos de nuestra existencia, tendremos fruto. “Pero si se obstinan en la rebeldía la espada los devorará”. Es decir, la enemistad, el odio, el rencor, el vivir sin justicia auténtica, nos acabará devorando a nosotros mismos, perjudicándonos a nosotros mismos.

Jesucristo sigue insistiendo en que seamos capaces de ser congruentes con lo que somos; congruentes con lo que Dios es para nosotros y congruentes con lo que los demás son para con nosotros. En esa justicia, en la que tenemos que vivir, es donde está la realización perfecta de nuestra existencia, es donde se encuentra el auténtico camino de nuestra realización.

Pidámosle al Señor, como una auténtica gracia de la Cuaresma, el vivir de acuerdo a la justicia: con Dios, con los demás y con nosotros mismos.

PAPA FRANCISCO: LA CONVERSIÓN NO LA DA UN HADA CON SU VARITA


Papa Francisco: La conversión no la da un hada con su varita mágica, sino hacer el bien
Por Álvaro de Juana
Foto: L'Osservatore Romano

VATICANO, 14 Mar. 17 / 05:46 am (ACI).- En la homilía que ofreció durante la Misa en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco invitó a la conversión, es decir, a alejarse del mal y tomar el camino del bien. 

El Pontífice aprovechó la Cuaresma para hacer un llamado a la conversión y pidió que “no nos habituemos a vivir en las cosas feas” que “envenenan el alma”.


“No es fácil hacer el bien: debemos aprenderlo, siempre. Y Él nos enseña. ¡Aprended! Como niños. En el camino de la vida, de la vida cristiana se aprende todos los días. Se debe aprender todos los días a hacer algo, a ser mejores cada día. Aprender. Alejarse del mal y aprender a hacer el bien: esta es la regla de la conversión. Porque convertirse no es ir a un hada que con la varita mágica nos convierta. Es un camino. Es un camino de alejarse y de aprender”.

Francisco señaló a continuación lo necesario para alcanzar este camino: “Él, el Señor, aquí dice tres cosas concretas, pero hay muchas otras: buscad la justicia, socorred al oprimido, haced justicia al huérfano, defended la causa de la viuda. Son cosas concretas”.

“Se aprende a hacer el bien con cosas concretas, no con palabras. Con hechos. Por eso Jesús en el Evangelio que hemos escuchado reprueba a esta clase de dirigentes del pueblo de Israel, porque ‘dicen y no hacen’, no conocen lo concreto. Y si no hay concreción, no puede haber conversión”.

Comentando el resto de lecturas de la liturgia del día, el Santo Padre subrayó que Dios ayuda a “caminar juntos” para “explicarnos las cosas, tomarnos de la mano”. De tal forma que el Señor es capaz de “cambiarnos” y de “hacer este milagro”.

“Invito a la conversión, alejaos del mal, aprended a hacer el bien. ‘Pero tengo muchos pecados’. No te preocupes: si tus pecados fuesen como escarlata, se harán blancos como la nieve’. Y este es el camino de la conversión cuaresmal. Simple. Es un Padre que habla, es un Padre que nos quiere, nos quiere mucho. Y nos acompaña en este camino de conversión. Solo nos pide que seamos humildes. Jesús dice a los dirigentes: ‘quien se enaltezca será humillado y quien se humille será enaltecido’”. 


Lecturas comentadas por el Papa:

Primera lectura

Isaías 1:10, 16-20
10 Oíd una palabra de Yahveh, regidores de Sodoma. Escuchad una instrucción de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.
16 lavaos, limpiaos, quitad vuestras fechorías de delante de mi vista, desistid de hacer el mal,
17 aprended a hacer el bien, buscad lo justo, dad sus derechos al oprimido, haced justicia al huérfano, abogad por la viuda.
18 Venid, pues, y disputemos - dice Yahveh -: Así fueren vuestros pecados como la grana, cual la nieve blanquearán. Y así fueren rojos como el carmesí, cual la lana quedarán.
19 Si aceptáis obedecer, lo bueno de la tierra comeréis.
20 Pero si rehusando os oponéis, por la espada seréis devorados, que ha hablado la boca de Yahveh.


Evangelio

Mateo 23:1-12

1 Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos
2 y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos.
3 Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen.
4 Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas.
5 Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto;
6 quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,
7 que se les salude en las plazas y que la gente les llame "Rabbí".
8 «Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar "Rabbí", porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos.
9 Ni llaméis a nadie "Padre" vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo.
10 Ni tampoco os dejéis llamar "Directores", porque uno solo es vuestro Director: el Cristo.
11 El mayor entre vosotros será vuestro servidor.
12 Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 14 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 14



Cuanto pensaba María era santo, cuanto miraba lo santificaba, cuanto tocaba lo purificaba y hacía bueno; tan santa era ella, que comunicaba santidad a todo y a todos.

Es que la santidad, si es verdadera y profunda, es también contagiosa. Por eso cuantos se acercaban a María se sentían mejores y se santificaban, amaban más a Dios y pensaban más en el cielo.

Aquí tienes un medio sumamente fácil y práctico para llegar a la santidad: piensa siempre en María, vive cerca de ella, cobijándote con confianza en su regazo maternal; obra como siempre obró María, ama lo que ella amó, vive por lo que ella vivió, sufre como ella sufrió y goza con lo que ella gozó. Que sea tu vida como un calco de la vida de María.

“Madre de América Latina, has entrado en el corazón de los fieles, vive en estos corazones” (San Juan Pablo II)


* P. Alfonso Milagro
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