domingo, 26 de enero de 2014

INTENTA


Intenta


Cierra los ojos por algunos minutos
y deja tus pensamientos volar por sitios de amor.
No podemos cambiar el mundo,
ni quitar todo el dolor de la tierra,
ni tener ya resueltos todos nuestros problemas,
pero podemos a cada minuto
mirar con ojos del amor a cada cosa.

Si pensamos que todo es pasajero,
miraremos con cariño lo negativo
que te encamina a la elevación y perfección,
y luego observaremos con felicidad
el cambio del mal en bien,
de tristezas en alegrías.

Lo que hoy nos hace sonreír
fueron las cosas que nos hicieron llorar ayer.
Nuestras faltas de hoy también son las alegrías
de mañana. Las personas se van,
los amores se pierden en el tiempo,
los problemas se solucionan,
hasta el mismo sol se va cada noche
para renacer al día siguiente.

No te quedes en el medio del camino,
sigue adelante sin rendirte. Intenta,
porque allá al final... algo te espera!.

EL EVANGELIO DE HOY: 26.01.2014

Autor: P. Sergio A. Córdova LC | Fuente: Catholic.net
¡Esa luz maravillosa!
Mateo 4, 12-23. Tiempo Ordinario. Estamos en tinieblas cuando no tenemos a Cristo, cuando nos encontramos lejos de Él a causa del pecado y del egoísmo.
 
¡Esa luz maravillosa!
Del santo Evangelio según san Mateo 4, 12-23

Cuando oyó Jesús que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea.
Y dejando Nazaret, vino a residir en Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí; para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: ¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, allende el Jordán, Galilea de los gentiles! El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido. Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado». Caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron. Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 


Oración introductoria

Cristo, hoy vuelve a resonar en mi corazón tu invitación: «Sígueme». Conoces mi debilidad para perseverar en la fidelidad a tu llamado, por eso te ofrezco esta oración, que pido ilumines con tu gracia, para que sea el medio para fortalecer mi voluntad para ser fiel y corresponder a tanto amor que me has dado.

Petición

Espíritu Santo, ilumina mi entendimiento para conocer tu voluntad divina sobre mí, inflama mi corazón para amarla con pasión, y da fuerza a mi voluntad para cumplirla con alegría y generosidad.

Meditación del Papa Francisco

Hay mucho que aprender de esta actitud de los pescadores. Una iglesia que da espacio al misterio de Dios; una iglesia que alberga en sí misma este misterio, de manera que pueda maravillar a la gente, atraerla. Sólo la belleza de Dios puede atraer. El camino de Dios es el de la atracción.
A Dios, uno se lo lleva a casa. Él despierta en el hombre el deseo de tenerlo en su propia vida, en su propio hogar, en el propio corazón. Él despierta en nosotros el deseo de llamar a los vecinos para dar a conocer su belleza. La misión nace precisamente de este hechizo divino, de este estupor del encuentro. Hablamos de la misión, de Iglesia misionera. [...]
Las redes de la Iglesia son frágiles, quizás remendadas; la barca de la Iglesia no tiene la potencia de los grandes transatlánticos que surcan los océanos. Y, sin embargo, Dios quiere manifestarse precisamente a través de nuestros medios, medios pobres, porque siempre es él quien actúa. (S.S. Francisco, 27 de julio de 2013).

Reflexión

Homero, el gran poeta griego, nos narra en la Ilíada la epopeya de la guerra de Troya. Y, después de la destrucción de la ciudad de Príamo, nos cuenta en la Odisea todas las aventuras que tuvo que pasar Ulises, otro de los héroes aqueos, en su penoso viaje de retorno a casa, a Ítaca, donde le esperaba su fiel esposa Penélope, su hijo Telémaco y toda su servidumbre. En una de sus travesías tiene que viajar hasta el mismo Hades, el lugar de los muertos, para consultar al adivino Tiresias, que tenía su morada en el más allá. El poeta latino Virgilio reproduce este mismo tema en el libro VI de la Eneida, cuando hace descender a Eneas al sombrío mundo de ultratumba. Al igual que Homero, nos pinta un paraje oscuro y tenebroso, metiéndonos en ese ambiente enrarecido, onírico y surrealista. Es el lugar de las sombras, en donde nunca brilla la luz del sol.

En todos los pueblos de la antigüedad encontramos como una "mística" de la luz, y su guerra contra las tinieblas son un común denominador en todas las religiones y culturas de antaño. Más aún, los fenómenos luminosos aparecen fuertemente cargados de un carácter sagrado y casi siempre la misma divinidad es como una personificación de la luz. En el milenario país de los faraones, por ejemplo, Rah -el dios Sol- era el señor de todo el universo. Entre los sumerios y los babilonios, se consideró a Enlil y Marduk como una encarnación de la luz, en su lucha contra el caos y las tinieblas. En la religión de Zarathustra, Ormuz era el dios bueno –luz- en contra de las fuerzas malignas de Ahrimán. Los griegos divinizaron a Eos y a Helios, y Zeus, Apolo y Atenea, envueltos siempre en la luz, estuvieron entre sus dioses más venerados. Los romanos heredarían el "panteón" griego –el conjunto de los dioses- latinizando sólo sus nombres: Aurora, Júpiter, Minerva, etc.; y, en época tardía, introduciendo el culto, de origen oriental, al dios Mitra y al "Sol Invictus".

Así pues, todas las civilizaciones indoeuropeas –entre las que se encuentran también los pueblos germanos y célticos– lo mismo que las culturas americanas y del Extremo Oriente, han considerado las tinieblas como un símbolo del mal y de la muerte. Y a la luz y al fuego ha estado siempre unida la idea de la belleza, del bien y de la vida.

Por eso, no en vano, desde los primeros versículos del Génesis se nos presenta a Dios creando de la nada a todas las cosas. Y no es de extrañar que lo primero que crea es la luz. Y enseguida separa la luz de las tinieblas. "...Y vio Dios que la luz era buena" (Gen 1, 3-4).

La luz eléctrica es un descubrimiento relativamente reciente. Hace apenas dos siglos ésta no existía, y, cuando se ocultaba el sol, la gente tenía que arreglárselas a oscuras para remediar sus necesidades más fundamentales. Pero a nosotros, los hijos de nuestro tiempo, nacidos en el mundo de la tecnología, esto no nos dice casi nada, y no tiene apenas sentido.

Se cuenta que, en una ocasión, un profesor tirolés volvió de una excursión por la montaña. Eran las diez de la mañana y él ya había terminado su aventura. Había caminado toda la tarde del día anterior y había pasado la noche en una cima de las Dolomitas. Los turistas, extrañados, le dijeron: "Pero, ¡válgame Dios! ¿Por qué va a la montaña de noche? ¿No le basta la luz del día?". Él sonrió y respondió con buen humor: “Es precisamente la luz la que interesa. La gente de la ciudad no sabe lo que es la luz. Cuando se levantan, el sol está ya alto en el cielo. Y, al anochecer, cuando ya comienza a oscurecer, aprietan un interruptor y encienden las lámparas eléctricas. ¡Qué pueden saber de la luz! En la montaña todo es distinto. Se llega a la cima cuando todo está a oscuras. A las tres de la madrugada aparece el primer resplandor. Es de una belleza que no se puede describir, y cada cinco minutos cambia el color de los glaciares que se ven a lo lejos. La luz se refleja en el aire, como si estuviera iluminado por diversos reflectores. Antes de las cinco, el sol aparece en el horizonte y todo es luminosísimo, de una belleza incomparable. Quien no lo ha visto nunca, no lo puede imaginar”.

Entonces me acordé de lo que contó un amigo mío. Fue de visita a Tierra Santa, hace ya varios años. Y una parte muy importante del tour consiste en subir el monte Sinaí de noche para estar en la cima a la hora del amanecer. Desde allí se contempla un espectáculo maravilloso: el nacer del sol con todos sus colores y la belleza indescriptible de la luz. Es como asistir a una nueva teofanía de Dios, como cuando se aparecía a Moisés en el monte santo.

Otro amigo mío, canadiense, me contó una experiencia inolvidable. Le encantaba levantarse a las tres y media de la mañana. Al principio pensé que estaba un poco loco. Pero enseguida me explicó por qué lo hacía así. Porque es la hora en que se pueden contemplar las auroras boreales. "¡Es algo increíble y fuera de serie!" –me dijo emocionado-. Es una impresión vivísima, de imponderable hermosura y grandiosidad. La fuerza de la luz y la variedad de los colores, la majestuosidad del firmamento y el juego de los astros en el cielo justificaban de sobra el sacrificio de la madrugada.

Yo creo que, a la luz de estas sencillas experiencias humanas, podemos atisbar un poquito el significado de la Sagrada Escritura que hoy pone el Señor a nuestra consideración: "El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo; se gozan en tu presencia como se gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín". Este es el mismo texto que la Iglesia proclama en su liturgia en la Misa de Nochebuena. Es el profeta Isaías, anunciando el gozo indescriptible del nacimiento del Salvador.

Estamos en tinieblas cuando no tenemos a Cristo, cuando nos encontramos lejos de Él a causa del pecado, del egoísmo y de los vicios del mundo. Pero se disipan todas las tinieblas de nuestro corazón cuando tenemos a Cristo, y nuestro interior se inunda de luz, de alegría y de plenitud: “Yo soy la Luz del mundo. El que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn 8, 12).

Propósit

Ojalá que siempre vivamos al lado de Jesucristo. Entonces la luz y el gozo irradiarán a todos los que convivan con nosotros. Y entonces podremos ser, de verdad, auténticos cristianos, seguidores de Aquel que es la Luz del mundo.



  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Sergio Cordova LC 

    sábado, 25 de enero de 2014

    PREGÚNTAME



    PREGÚNTAME

    Señor, si un día estuviera sofocado, agobiado, harto de la vida, con deseos de desaparecer, de morir, insatisfecho conmigo mismo y con el mundo a mi alrededor... 

    Pregúntame si quiero cambiar la mesa puesta por los restos que tantos buscan en la basura; 

    Pregúntame si quiero cambiar mis pies por una silla de ruedas; 

    Pregúntame si quiero cambiar mi voz, por las señas; 

    Pregúntame si quiero cambiar el mundo de los sonidos por el silencio de los que no oyen nada; 

    Pregúntame si quiero cambiar el diario que leo y después echo a la basura, por la miseria de los que van a buscarlo para hacerse con él una manta; 

    Pregúntame si quiero cambiar mi salud, por las enfermedades de tanta gente;

    Pregúntame si quiero cambiar la luz por las tinieblas; 

    Pregúntame hasta cuándo no reconoceré tus bendiciones, para hacer de mi vida un himno de alabanza y gratitud y decir, todos los días, desde el fondo de mi corazón:

    ¡Gracias Señor por este nuevo día!

    EL PENSAMIENTO DEL DÍA


    UN GRAN DÍA



    UN GRAN DÍA

    Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que hacer antes de que el reloj marque la medianoche. Tengo responsabilidades que cumplir hoy. 

    Soy importante. Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener. 

    Hoy puedo quejarme porque el día esté lluvioso o puedo dar gracias a Dios porque las plantas estén siendo regadas gratis. 

    Hoy me puedo sentir triste porque no me queda más dinero o puedo estar contento de que mis finanzas me empujen a planificar mis compras con inteligencia y me guían lejos del derroche. 

    Hoy puedo quejarme de mi salud o puedo regocijarme de que estoy vivo. 

    Hoy puedo lamentarme de todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido. 

    Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas o puedo celebrar que las espinas tienen rosas. 

    Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas amistades.

    Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo que hacer.

    Hoy puedo llorar porque no tengo un amor al cual abrazar, o simplemente pensar que en algún sitio hay alguien que está esperándome... 

    Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos. 

    Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar o puedo sentirme honrado porque El Señor me ha dado un techo para mi mente, cuerpo y alma. 

    Hoy se presenta ante mi este día esperando a que yo le dé forma, y aquí estoy, el escultor que tiene que darle forma. 

    Lo que suceda hoy depende de mí, yo debo escoger qué tipo de día voy a tener. 

    Ten un gran día, a menos que tengas otros planes. 

    HOY Y NO MAÑANA


    HOY Y NO MAÑANA

    Prefiero que compartas conmigo unos pocos minutos ahora que estoy vivo y no una noche entera cuando yo muera.

    Prefiero que estreches suavemente mi mano ahora que estoy vivo, y no apoyes tu cuerpo sobre mí cuando yo muera.

    Prefiero que hagas una sola llamada ahora que estoy vivo y no emprendas un inesperado viaje cuando yo muera.

    Prefiero que me regales una sola flor ahora que estoy viva y no me envíes un hermoso ramo cuando yo muera.

    Prefiero que elevemos al cielo una oración ahora que estoy vivo y no una misa cantada y celebrada cuando yo muera.

    Prefiero que me digas unas palabras de aliento ahora que estoy vivo y no un desgarrador poema cuando yo muera.

    Prefiero escuchar un solo acorde de guitarra ahora que estoy vivo, y no una conmovedora serenata cuando yo muera.

    Prefiero me dediques una leve plegaria ahora que estoy vivo y no un político epitafio sobre mi tumba cuando yo muera.

    Prefiero disfrutar de los mas mínimos detalles ahora que estoy vivo y no de grandes manifestaciones cuando yo muera.

    Prefiero escucharte con un poco de nerviosismo diciendo lo que sientes por mí, ahora que estoy vivo, y no un gran lamento porque no lo dijiste a tiempo, y ahora estoy muerto.


    EL EVANGELIO DE HOY: 25-01-2014

    Autor: Noé Patiño | Fuente: Catholic.net
    Conversión de Pablo
    Marcos 16, 15-18. Fiesta de la Conversión San Pablo. No esperemos más, convirtámonos en esos apóstoles resucitados.
     
    Conversión de Pablo
    Del santo Evangelio segú san Marcos 16, 15-18


    En aquel tiempo se apareció Jesús a los Once y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.

    Oración introductoria

    Señor, permite que esta meditación me marque el camino para seguir el gran ejemplo de la vida del apóstol san Pablo, que una vez que experimentó tu amor ya no hubo nada ni nadie que lo apartará de su misión. En este nuevo año quiero sepultar a ese hombre viejo que hay en mí para dejarme conquistar por tu amor.

    Petición

    Señor, concédeme que mi testimonio comunique la alegría de mi fe.

    Meditación del Papa Francisco

    Una Iglesia cerrada es lo mismo: es una Iglesia enferma. La Iglesia debe salir de sí misma. ¿Adónde? Hacia las periferias existenciales, cualesquiera que sean. Pero salir.
    Jesús nos dice: "Id por todo el mundo. Id. Predicad. Dad testimonio del Evangelio". Pero ¿qué ocurre si uno sale de sí mismo? Puede suceder lo que le puede pasar a cualquiera que salga de casa y vaya por la calle: un accidente. Pero yo os digo: prefiero mil veces una Iglesia accidentada, que haya tenido un accidente, que una Iglesia enferma por encerrarse.
    Salid fuera, ¡salid! Pensad en lo que dice el Apocalipsis. Dice algo bello: que Jesús está a la puerta y llama, llama para entrar a nuestro corazón. Este es el sentido del Apocalipsis. Pero haceos esta pregunta: ¿cuántas veces Jesús está dentro y llama a la puerta para salir, para salir fuera, y no le dejamos salir sólo por nuestras seguridades, porque muchas veces estamos encerrados en estructuras caducas, que sirven sólo para hacernos esclavos y no hijos de Dios libres? En esta "salida" es importante ir al encuentro; esta palabra para mí es muy importante: el encuentro con los demás. (S.S. Francisco, 18 de mayo de 2013).

    Reflexión:

    Nos encontramos en el monte de los olivos, en el mismo lugar donde cuarenta días antes, Jesús era entregado por uno de sus discípulos y donde todos los demás le abandonaron. Pero las cosas han cambiado y ya no son los mismos apóstoles de antes, la Resurrección los ha cambiado. Y Jesús se da cuenta de esto, por eso, les da una nueva misión: predicar el evangelio a todos los hombres, suscitar la fe, transmitir la salvación mediante el bautismo: he aquí la misión de los apóstoles después de la Resurrección. Y nosotros católicos somos hoy en día esos apóstoles resucitados.

    Es verdad que en nuestras vidas hemos abandonado a Cristo muchas veces, pero eso a Jesús no le importa. Él nos llama a predicar el evangelio como volvió a llamar a los apóstoles y como un día llamó a san Pablo, cuya conversión celebramos hoy. San Pablo persiguió a los apóstoles y quería borrar el nombre de Jesús de Nazareth de la faz de Israel. Pero Jesús resucitado le convierte de un perseguidor a un precursor de la Buena Nueva y en un apóstol apasionado de este Cristo a quien perseguía. Jesús nos manda a predicar el Evangelio y es el primero que nos da ejemplo convirtiendo al más "temido" de todos los judíos.

    La conversión infundió en Saulo una fe que lo hace ser misionero incansable; enciende en su alma un ardor de caridad que le obliga a transmitir a los demás la verdad que ha encontrado; le da la fuerza para ser tanto de palabra como de obra un ferviente testimonio del evangelio. Ahora bien, ¿qué nos diferencia a nosotros de san Pablo? Tenemos la misma fe, la misma caridad, la misma doctrina, el mismo Dios... Pero nos falta su amor apasionado a Cristo, que le llevó a considerar todo basura y estiércol comparado con Cristo.

    Propósito

    Hoy es un día de conversión. No esperemos más, convirtámonos en esos apóstoles resucitados y pidamos esa fe y ese amor que convirtió a san Pablo para que nos convierta también a nosotros en luz y fuego en medio de la oscuridad del mundo.

    Diálogo con Cristo 

    Señor, ¡quiero ser un san Pablo para mi familia y el mundo de hoy! Quiero dejarme conquistar por la fe para lograr mi transformación interior y poder llegar a decir, por la gracia que me das, que ya no vivo yo sino que es Cristo quien vive en mí. Quiero dejar el afán por el aparecer, por el bienestar, por las posesiones, por el éxito pero, sobre todo, teniendo en cuenta que mi vida cristiana no se resume en negaciones sino en la entrega, por amor, a los demás. 

    viernes, 24 de enero de 2014

    OPORTUNIDADES


    Oportunidades


    Un hombre recibió una noche la visita de un ángel, quien le comunicó que le esperaba un futuro fabuloso: se le daría la oportunidad de hacerse rico, de lograr una posición importante y respetada dentro de la comunidad y de casarse
    con una mujer muy hermosa.

    Ese hombre se pasó la vida esperando que los milagros prometidos llegasen, pero nunca lo hicieron, así que al final murió solo y pobre. Cuando llegó a las puertas del cielo vio al ángel que le había visitado tiempo atrás y protestó:
    "Me prometiste riqueza una buena posición social y una bella esposa. ¡Me he pasado la vida esperando en vano!".

    - "Yo no te hice esa promesa"- replicó el ángel- "Te prometí la oportunidad de riqueza, una buena posición social y una esposa hermosa".
    El hombre estaba realmente intrigado. "No entiendo lo que quieres decir", confesó.

    - "¿Recuerdas que una vez tuviste la idea de montar un negocio, pero el miedo al fracaso te detuvo y nunca lo pusiste en práctica?". El hombre asintió con un gesto.
    - "Al no decidirte unos años más tarde se le dio la idea a otro hombre que no permitió que el miedo al fracaso le impidiera ponerla en práctica. Recordarás que se convirtió en uno de los hombres más ricos del reino".
    - "También recordarás", prosiguió el ángel, "aquella ocasión en que un terremoto asoló la ciudad, derrumbó muchos edificios y miles de personas quedaron atrapadas en ellos. En aquella ocasión tuviste la oportunidad de ayudar a encontrar y rescatar a los sobrevivientes, pero no quisiste dejar tu hogar sólo por miedo a que los muchos saqueadores que habían te robasen tus pertenencias. Así que ignoraste la petición de ayuda y te quedaste en casa".
    El hombre asintió con vergüenza.
    - "Esa fue tu gran oportunidad de salvarle la vida a cientos de personas, con lo que hubieras ganado el respeto de todos ellos", continuó el ángel.
    - "Por último, recuerdas aquella hermosa mujer pelirroja, que te había atraído tanto? La creías incomparable a cualquier otra y nunca conociste a nadie igual.
    Sin embargo, pensaste que tal mujer no se casaría con alguien como tú y para evitar el rechazo, nunca llegaste a proponérselo".
    El hombre volvió a asentir, pero ahora las lágrimas rodaban por sus mejillas.
    - "Sí, amigo mío, ella podría haber sido tu esposa", dijo el ángel. "Y con ella se te hubiera otorgado la bendición de tener sanos y hermosos hijos y multiplicar la felicidad en tu vida".

    A todos se nos ofrecen a diario muchas oportunidades, pero muy a menudo, como el hombre de la historia, las dejamos pasar por nuestros temores e inseguridades. Pero tenemos una ventaja sobre el hombre del cuento.  Aún estamos vivos.

    OTRA PÁGINA EN TU VIDA


    Otra página en tu vida 


    Tu has escrito ya muchas páginas 
    en el libro de tu vida; 
    unas son tristes y otras alegres; 
    unas limpias y claras, 
    otras borrosas y oscuras. 

    Pero aún queda una página en blanco, 
    la que vas a escribir este día. 
    Te falta por llenar la página de hoy, 
    piensa y quiere que esta sea 
    la página más bella y la más sincera. 

    Cada mañana al despertar, 
    recuerda que aún has de llenar 
    la mejor de tus páginas, 
    la que dirá lo mejor 
    que estás escribiendo con tu propia vida. 

    Piensa que siempre te falta por escribir 
    la página más bella.

    EN UNIÓN CON LAS ALMAS DEL PURGATORIO


    Autor: Oscar Schmidt | Fuente: www.reinadelcielo.org
    En unión con las almas del Purgatorio
    Rezar por ellas es un ida y vuelta, nosotros pedimos por ellas mientras que interceden por nosotros.

    En unión con las almas del Purgatorio
    ¡Cuantos misterios esconde la Voluntad de Dios!. Y muchos de ellos sólo se nos revelarán cuando ya sea tarde para corregir nuestro rumbo, y no nos quede otra opción más que someternos a la Justicia de Dios. ¡Si pudiéramos hablar con las almas purgantes, cuantos consejos nos darían!. Ellas nos enseñarían que la diferencia más grande entre el infierno y el Purgatorio radica en que mientras en el fuego eterno las almas blasfeman y rechazan a Dios (llevando al infinito el rechazo y odio que tuvieron en vida), en el Purgatorio las almas buscan y desean a Dios. Y es ese el mayor castigo: no tener a Dios. Pero también es el mayor consuelo el saber que lo tendrán, luego de purificarse y ser almas dignas de estar en el Reino, en Su Presencia por toda la eternidad. 

    Ellas nos dirían que no desperdiciemos la gracia de poder hacer que el sufrimiento sirva para evitar la purificación por la que ellas pasan, ya que mientras en vida las buenas obras, el amor y el dolor suman y preparan el alma, en el Purgatorio solo queda sufrir y esperar el momento de subir al Cielo. ¡Que desperdicio el nuestro!. Ellas nos ven malgastar nuestro día en banalidades que luego deberemos pagar, sometidos a la Justicia Perfecta de Dios. Y que nos dirían nuestros ángeles custodios, viendo que vamos camino al sufrimiento, como niños que irresponsablemente juegan al borde del precipicio, inconscientes del peligro que los acecha. Las almas purgantes y los ángeles son testigos de nuestros errores, y con enorme amor ruegan a Dios para que cambiemos nuestro rumbo y busquemos a Jesús, que lo deseemos con un corazón que reconoce que sólo Dios cuenta. 

    Imaginen que inútil aparece para estas almas todo nuestro superficial mundo, nuestras preocupaciones, mientras tenemos tiempo y la oportunidad de mostrarle a Dios que podemos entrar a Su Reino por el camino del Amor Perfecto, esto es, por medio de la fe, la esperanza y la caridad. 

    En el Purgatorio se ama, se ama sin limites, y se arrepiente el alma de tanta ceguera vivida en la vida terrenal. Ellas esperan el consuelo de María y de San Miguel, de los ángeles que acuden en su apoyo, recordándoles que después del sufrimiento tendrán la gloria de llegar al gozo infinito. Allí se pide oración: cuando ellos reciben el amor de los que aun estamos aquí hecho alabanza a Dios, no sólo se consuelan sino que acortan su sufrimiento. Y lo devuelven cuando llegan al Cielo, intercediendo por quienes los supieron ayudar a disminuir sus sufrimientos. 

    ¿Quieres hacer un buen negocio, el mejor de todos?. Une tu alma a las de las almas purgantes, ora por ellas, siente que estás unido a su dolor y las consuelas, mientras ellas adquieren la luminosidad que les permita subir a la Gloria. Verás entonces que los dolores de aquí adquieren un significado distinto, son un trampolín para el crecimiento del alma, te hacen sentirte unido a Dios, trabajando para El. Pocas obras son tan agradables a Jesús y María como la oración de quienes se unen espiritualmente a las almas purgantes. Es un ida y vuelta, un fluir de alabanzas que sube y baja, y que ayuda tanto a unos como a otros. 

    Un día se escuchó, durante la segunda guerra mundial, una multitud aplaudiendo y aclamando en la iglesia de Santa María de la Gracia, en San Giovanni Rotondo. Pero a nadie se vio allí, por lo que los pocos que estaban presentes preguntaron a San Pío de Pietrelcina que había ocurrido. El les dijo: “he estado rezando durante muchos días por los soldados que mueren en el campo de batalla, y una multitud de ellos ha venido a agradecerme porque han salido del Purgatorio y han entrado al Cielo”. La oración de Pío, poderoso intercesor ante Dios, les había acortado el sufrimiento. 

    Oremos por las almas purgantes, porque serán ellas las que intercederán por nosotros cuando tengamos que purificar nuestra alma. Y serán entonces ellas las que nos darán la bienvenida al Cielo, cuando Dios en Su Infinita Misericordia nos conceda esa Gracia. 

    ¡Trabajemos por ello, tenemos nuestra vida para lograrlo, ese es el sentido de nuestra presencia aquí!. 

    ORACIONES A SAN FRANCISCO DE SALES, 24 DE ENERO



    ORACIONES A SAN FRANCISCO DE SALES 


    Oración 

    Glorioso San Francisco de Sales,  vuestro nombre porta la dulzura del corazón mas afligido; 
    vuestras obras destilan la selecta miel de la piedad; 
    vuestra vida fue un continuo holocausto de amor perfecto 
    lleno del verdadero gusto por las cosas espirituales, 
    y del generoso abandono en la amorosa divina voluntad. 
    Enséñame la humildad interior, 
    la dulzura de nuestro exterior, 
    y la imitación de todas las virtudes que has sabido copiar 
    de los Corazones de Jesús y de María. Amén 


    A Francisco de Sales se le considera también patrón de los sordomundos 

    **************



    EL EVANGELIO DE HOY: 24.01.2014

    Autor: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net
    Elección de los doce apóstoles
    Marcos 3, 13-19. Tiempo Ordinario. Cada construcción en el mundo tiene sus cimientos. En la Iglesia... son doce apóstoles.
     
    Elección de los doce apóstoles
    Del santo Evangelio según san Marcos 3, 13-19


    Subió al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él. Instituyó Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios. Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro; a Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el mismo que le entregó.

    Oración introductoria

    Jesús, gracias por también pensar en mí, por llamarme y buscarme para que en este momento de oración pueda experimentar tu amor. No dejes que te defraude, dame tu gracia para poder escucharte y cumplir con tu voluntad, siempre.

    Petición

    Ayúdame, Señor, quiero quedarme contigo, permite que sea fiel a mi vida de gracia.

    Meditación del Papa Francisco

    La misionariedad no es sólo una cuestión de territorios geográficos, sino de pueblos, de culturas e individuos independientes, precisamente porque los "confines" de la fe no sólo atraviesan lugares y tradiciones humanas, sino el corazón de cada hombre y cada mujer.
    El Concilio Vaticano II recuerda que la tarea misionera, la tarea de ampliar los confines de la fe es un compromiso de todo bautizado y de todas las comunidades cristianas. Este mandato confiado por Jesús a los apóstoles no es un aspecto secundario de la vida cristiana sino un "aspecto esencial". (S.S. Francisco, 6 de agosto de 2013, carta del papa Francisco por la Jornada Mundial de las Misiones).

    Reflexión

    Cada construcción en el mundo tiene sus cimientos. Ninguna casa puede mantenerse en pie sin fundamentos sólidos. Es por eso que antes de iniciar a construir hay que cavar lo más profundo posible para poner una base sólida a la construcción. Y si se quiere una torre, entonces hay que escarbar muy profundamente para tener un buen cimiento.

    Lo mismo quiere hacer hoy Cristo. Su misión es salvar a la humanidad, pero sabe que con una vida tan corta no lo puede hacer. Por eso decide edificar una ciudad, en la que puedan encontrarle en cualquier momento del día. Por eso, después de una noche de oración en diálogo personal con su Padre, pone los primeros fundamentos a su proyecto.

    Allí están. Son doce, y hasta hoy se encuentran bien cimentadas esas bases. Se prolongan en la persona del Santo Padre y de todos los Cardenales y Obispos, quienes son los sucesores directos de los primeros apóstoles. En ellos está puesto todo el peso de la ciudad de Dios, y a ellos hay que acudir cuando se necesite. Son los cimientos de la Iglesia. Nos representan a Cristo y hay que seguirlos con fe.

    Propósito

    Que mi testimonio de vida lleve a los demás a un encuentro con Cristo.

    Diálogo con Cristo

    Señor, ayúdame a reemprender siempre el camino, quiero ser tu discípulo y misionero y para ello necesito ser fiel, cada día, en los detalles, en las cosas pequeñas, que valen mucho para construir la fidelidad, y por medio de ella, la santidad. Renueva mi decisión de apoyarme siempre en Ti más que en mis propias fuerzas. Que acuda siempre a mis compromisos, a mi formación, a mi dirección espiritual, dispuesto a dejarme moldear por Ti.

    jueves, 23 de enero de 2014

    EL AMOR Y LOS DETALLES


    El amor y los detalles
    Autor:  Padre Justo López Melús


    El amor se manifiesta sobre todo en los pequeños detalles. Y es que cuando hay amor hay detalles, y cuando no hay detalles es que no hay amor. Un corazón sensible no admite extravagancias ni faltas de respeto. Un caballero, por ejemplo, no permite que se burlen de su madre, y no tiene reparos humanos en mostrarle cariño.

    Cuenta el cardenal Suenens que en una ocasión acompañaba al rey Balduino por una carretera secundaria. Conducía el rey, él era el único pasajero. De repente dio un brusco frenazo. Al pasar cerca de un pueblo vio una imagen de la Virgen sobre un pedestal, pero alguien había tenido el mal gusto de profanarla poniéndole en la cabeza un casco militar. El rey se bajó del coche, quitó el casco y lo tiró a una zanja. Luego cogió el volante y arrancó sin comentarios, como la cosa más natural del mundo.

    PRESENCIA SILENCIOSA DE MARÍA


    Presencia silenciosa de María
    Padre Tomás Rodríguez Carbajo



    Hay muchas maneras de hacerse presente, esa presencia puede hacerse notoria de formas muy variadas, con palabras, con gestos y también con silencios. ¡A veces una palabra sin decir comunica más que muchas palabras pronunciadas!.
    ¡La presencia del silencio! María en esta materia es especialista. Pocas cosas nos dicen los Evangelios de María y ¡Cuántas nos podrían haber dicho!.
    María habló en silencio, en contemplación con su Hijo con quien estaba íntimamente unida y de manera peculiar durante el tiempo de embarazo.
    María tuvo la oportunidad de extasiarse al contemplar a su Hijo pequeño en su regazo. 
    Poco sabemos de los años de infancia de Jesús. ninguna madre se queda muda ante su pequeño, cuando lo contempla ¡Qué no le diría María!. Las madres en estas circunstancias hablan de forma hiperbólica, María diciendo lo mismo se ceñía a la realidad, por ejemplo, diciéndole mi rey, mi tesoro.
    En la vida pública de Jesús su presencia se hacía silenciosa y si habla por necesidad en algún momento, como en Caná, de inmediato su presencia se hace silenciosa. 
    La presencia de María entre los seguidores de Jesús no se hacía notoria por su parte, pero sí al reconocerla alguno de la muchedumbre, ya que quería darse el gustazo de comunicarlo a bombo y platillo para que no pasase desapercibida.
    María siempre supo estar en su puesto desde la discreción, sencillez, silencio, sin que pasase por alto su presencia para animar y alentar a quien pasaba por dificultades como Jesús en la Pasión camino del Calvario y en el Gólgota.
    La presencia de María en el silencio cargado de dolor denota la catadura espiritual que tenía y une su dolor al de su Hijo sin aspavientos.
    La huella que ha dejado en los Evangelios ha sido silenciosa y casi anónima, pero rica en personalidad, pues, estaba presente allí donde se requería.
    La sencillez humana de María se descubre en el silencio de la vida cotidiana.
    Si nos acercamos a María para aprender y no sólo para admirarla, la contemplamos en su vida de Nazaret oculta y sencilla, allí aprenderemos la sublime lección del silencio que nos comenzó a dar con la humildad de su origen y después siguió con la sencillez de su existencia, sin connotaciones sociales, sino como la “humilde esclava” del Señor.
    La presencia silenciosa de María sigue en la Iglesia donde sus devotos se sienten seguros y tranquilos, porque están bajo la protección. 

    JESÚS TE NECESITO



    Jesús te necesito


    Un hombre había pintado un lindo cuadro. El día de la presentación
    al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor, reconocido artista.

    Llegado el momento, se tiró el paño que revelaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso. Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le respondía. Hubo discursos y elogios. Todos admiraban aquella preciosa obra de arte.

    Un observador muy curioso, encontró una falla en el cuadro. La
    puerta no tenía cerradura. Y fue a preguntar al artista: "Su puerta no tiene cerradura, ¿Cómo se hace para abrirla?" "Así es," respondió el pintor.
    "Porque esa es la puerta del corazón del hombre. Sólo se abre por
    el lado de adentro"
    ¡Solamente repite esta frase y verás como se mueve Dios!
    "Señor Jesucristo te amo y te necesito, ven a mi corazón por
    favor".

    EL PENSAMIENTO DEL DÍA


    JESÚS ES TU CASA


    Jesús en tu casa


    Un día estaba un joven en su casa y alguien tocó la puerta. Al abrir como sorpresa encontró al diablo, quien lo agarró del pelo, lo pateó, lo golpeó y se luego se fue.
    Y dijo el muchacho ¿que debo hacer?
    De pronto cuando el diablo se había marchado vio pasar a Jesús y pensó...
    ¡Si Él estuviera en mi casa el diablo no podría entrar!

    Entonces lo invitó a pasar y le mostró la casa y le dijo, puedes venir mañana cuando el diablo pase por aquí...?

    Y Jesús le dijo que sí.
    Al día siguiente el diablo volvió a tocar la puerta y ya Jesús estaba dentro de la casa.

    El muchacho muy tranquilo abrió la puerta y el diablo volvió a darle una golpiza.
    Entonces el muchacho muy molesto le reclamó a Jesús que por qué no hizo nada por defenderlo, y Él le dijo: No hice nada porque no estoy en mi casa, sólo estoy de visita.

    El muchacho pensó un poco y lo invitó a vivir en su casa, le mostró su cuarto y dijo: -Vas a seguir viviendo aquí, éste será tu cuarto. Y Jesús aceptó.
    Como era ya costumbre, al día siguiente tocaron nuevamente la puerta y era otra vez el diablo, el joven muy confiado abrió la puerta, pues ya Jesús vivía en su casa, y el diablo nuevamente le dio la golpiza.

    El joven molesto fue donde Jesús y dijo: Ya vives en mi casa, ¿qué más deseas para defenderme?
    Y Jesús contestó: -Yo sólo vivo en tu casa y habito en mi cuarto. Mientras no estés en mi cuarto no te puedo defender.

    Entonces el joven reflexionó un poco y dijo:
    -Te regalo mi casa, de hoy en adelante ésta es tu casa. Yo estaré aquí como un invitado si me lo permites... Y así fue.

    Al otro día tocan nuevamente la puerta, pero esta vez no fue el joven quien abrió la puerta, pues ya no era él dueño de la casa. Al abrir Jesús la puerta el diablo se disculpó pues pensó que se había equivocado de casa.

    miércoles, 22 de enero de 2014

    EL EVANGELIO DE HOY: 22.01.2014

    Autor: Gaspar Guevara | Fuente: Catholic.net
    Curación de un enfermo en sábado
    Marcos 3, 1-6. Tiempo Ordinario. Cumplir con la obligación, pero no olvidar el amor y la misericordia.
     
    Curación de un enfermo en sábado
    Del santo Evangelio según san Marcos 3, 1-6

    En aquel tiempo, entró Jesús en una sinagoga y había un hombre que tenía la mano paralizada. Los fariseos estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle. Dice al hombre que tenía la mano seca: «Levántate ahí en medio». Y les dice: «¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?» Pero ellos callaban. Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende la mano». Él la extendió y quedó restablecida su mano. En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra él para ver cómo eliminarle.

    Oración introductoria

    Señor, cuántas veces me encuentro tullido como el hombre del que habla el Evangelio. Soy un lisiado en el campo del espíritu. Sin tu gracia estoy imposibilitado para obrar el bien. Aumenta mi docilidad para escuchar tu voz en esta oración.

    Petición

    Señor, no permitas que sea nunca causa de tu tristeza. Ayúdame a amarte de manera concreta y real mediante la virtud de la caridad.

    Meditación del Papa Francisco

    La renovación antes de todo es en nuestro corazón, porque a veces pensamos que ser cristianos significa hacer esto o aquello. Pero no es así.
    Ser cristianos significa dejarse renovar por Jesús con esta vida nueva. Yo soy un buen cristiano, todos los domingos voy a misa de 11, hago esto y aquello... como si fuera una colección. Pero la vida cristiana no es un collage de cosas. Es una totalidad armónica, armoniosa, y la hace el Espíritu Santo. Renueva nuestro corazón, nuestra vida y nos hace vivir de una manera diversa, pero en un estilo que incluye la totalidad de la vida.
    No se puede ser cristiano a pedazos, part-time. ¡El cristiano part-time no funciona! Todo, todo el tiempo a tiempo pleno. Esta renovación la hace el Espíritu Santo. Ser cristiano al final no significa hacer cosas pero dejarse renovar por el Espíritu Santo. (S.S. Francisco, 6 de julio de 2013, homilía en Misa matutina en Santa Marta). 

    Reflexión

    Hace pocos días tuve una tertulia muy interesante. Mi amigo Óscar, oftalmólogo de profesión, comenzó a describirnos apasionadamente el mecanismo del ojo humano: la pupila, el iris, la retina... Agustín -mi otro amigo que completaba el grupo- no disimulaba su desinterés mirando distraídamente fuera de la ventana.

    -¿En qué estás pensado, Agustín? ¿Te parece aburrida la conversación?-inquirió Óscar.

    -No, no. Para nada. Más aún, me distraje pensando ¿de qué serviría ese maravilloso mecanismo que es el ojo si no existiera la luz?

    Pienso que la pregunta del bueno de Agustín nos venga muy bien para el evangelio de este día. Ningún otro personaje en los evangelios ha recibido semejante requisitoria por parte de Jesús como los fariseos. Pero, ¿cuál es el motivo por el cual Jesús los «miró con ira»? ¿es que acaso hay algo malo en cumplir las leyes? Para nada. El mismo Jesús recordará que las leyes van cumplidas y respetados los que las enseñan, y recuerda a sus oyentes: «haced lo que os digan, pero no imitéis su conducta (a los fariseos, claro está)» (Mt. 23) Es aquí donde nos ayuda la pregunta de Agustín: no basta la gran perfección y ejercitación del ojo humano, no que existan tantas cosas por ver si no está de por medio la luz; de manera análoga, no basta la Ley de Moisés sin la Luz que es Cristo que le da su plenitud y sentido. Seamos hijos de la luz y obremos siempre en la luz de Cristo.

    Propósito

    Evitar los convencionalismos y responder, con generosidad, a las necesidades de los demás.

    Diálogo con Cristo

    Señor, ¿seré fiel hoy a tu llamada o como los fariseos rechazaré en la práctica tu mensaje?
    Padre mío, ¡que nunca me canse de hacer el bien! Hazme comprender que mi misión se resume en vivir tu amor mediante la práctica auténtica y generosa de la caridad, que mi tarea no es otra que la de predicar y dar a conocer tu amor. Dame la fuerza para empeñarme en esta tarea sin distraerme con otras cosas. 

    HABLAR CON DIOS ES ORAR

    Autor: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net
    Hablar con Dios es orar
    En la búsqueda y la necesidad de encontrar a Dios, la oración es el medio propicio para ello.
    Hablar con Dios es orar
    El mundo nos empuja. Aturdidos corremos sin parar. Empieza el día y la angustia de las prisas nos consume y cuando termina el día una fatiga especial se incrusta en nuestro ser y ya no damos para más. Pero el hombre tiene algo más que hacer.

    Está comprobado que el ser humano tiene tanta necesidad y urgencia de alimento espiritual como corporal.

    De ahí la razón imprescindible de buscar algo que no nos haga caminar o correr con los ojos puestos en la tierra, en lo material y encontremos unos momentos( que es muy poco) para dedicárselos a Dios por medio de la oración. Decía Santa Teresita del Niño Jesús en una simple respuesta de lo que es la oración: "La oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de reconocimiento y de amor tanto desde dentro de la prueba como desde dentro de la alegría".

    ¿Y por qué los hombres y mujeres ya no rezan?. Los jóvenes porque piensan que es un algo "pasado de moda", los adultos porque, como acabamos de decir, no tenemos tiempo, corremos demasiado y los más viejos porque se les ha enfriado el corazón y, aquejados de malestares propios de su edad, solo se miran a sí mismos y no tienen mas que ese afán.

    "Como un acto de amor y adoración hacia aquel del que proviene la maravilla que es la vida. De hecho, la plegaria representa el esfuerzo del hombre para comunicarse con un ser invisible, creador de cuanto existe, suprema sabiduría, fuerza y belleza, Padre y Salvador de cada uno de nosotros."

    "Los simples sienten a Dios con tanta naturalidad como el calor del sol o el perfume de una flor. Empero ese Dios, tan abordable para aquel que sabe amar, se oculta a quién no sabe sino comprender."

    "El cristianismo puso a Dios al alcance del hombre. Le dio un rostro. Se convirtió en nuestro Padre, nuestro Hermano, nuestro Salvador. Al trasformarse en hábito la plegaria comienza a actuar sobre el carácter. El contacto con Dios impregna paz."

    Muchos otros conceptos valiosos encontramos en el escrito de este autor de "El poder de la plegaria".

    La oración o plegaria no tiene que ser complicada. Ha de ser sencilla y natural. Ha de brotar del corazón. En la búsqueda y la necesidad de encontrar a Dios, la oración es el medio propicio para ello.

    Dios busca al hombre, lo llama y en la plegaria está la respuesta del hombre a Dios. Sea corta o larga, sencilla o elevada, la plegaria debe ser algo parecido a la conversación de un niño con su padre.

    También las fórmulas recitadas muchas veces maquinalmente son, de alguna manera, una plegaria.

    Si tenemos tiempo para tantas cosas ¿cuál es la razón para no tener tiempo para Dios? Tal vez sea porque en el subconsciente existe un miedo de entablar una relación con El, porque esa relación nos compromete a un cambio en nuestro cómodo estilo de vida.

    "Piensa en Dios más a menudo de lo que respiras", decía el filósofo griego Epicteto. Si no tenemos costumbre de orar, empecemos HOY.





  • Preguntas o comentarios al autor
  • Ma. Esther de Ariño 

    martes, 21 de enero de 2014

    EL PENSAMIENTO DEL DÍA


    AMIGOS DE DIOS



    Amigos de Dios
    Fuente: Amigos de Dios
    Autor: Josemaría Escrivá de Balaguer


    Allá por los primeros anos de la década de los cuarenta, iba yo mucho por Valencia. No tenia entonces ningún medio humano y, con los que -como vosotros ahora- se reunían con este pobre sacerdote, hacia la oración donde buenamente podíamos, algunas tardes en una playa solitaria. Como los primeros del Maestro, ¿recuerdas? Escribe San Lucas que, al salir de Tiro
    con Pablo, camino de Jerusalén, "nos acompañaron todos con sus mujeres y niños a las afueras de la ciudad, y arrodillados hicimos la oración en la playa".

    Pues, un día, a ultima hora, durante una de aquellas puestas de sol
    maravillosas, vimos que se acercaba una barca a la orilla, y saltaron a tierra unos hombres morenos, fuertes como rocas, mojados, con el torso desnudo, tan quemados por la brisa que parecían de bronce. Comenzaron a sacar del agua la red repleta de peces brillantes como la plata, que traían arrastrada por la barca. Tiraban con mucho brío, los pies hundidos en la arena, con una energía prodigiosa. De pronto vino un niño, muy tostado
    también, se aproximo a la cuerda, la agarro con sus manecitas y comenzó a tirar con evidente torpeza. Aquellos pescadores rudos; nada refinados, debieron de sentir en su corazón estremecerse y permitieron que el pequeño colaborase; no lo apartaron, aunque mas bien estorbaba.

    Pensé en vosotros y en mi; en vosotros, que aun no os conocía y en mi; en ese tirar de la cuerda todos los días, en tantas cosas. Si nos presentamos ante Dios Nuestro Señor como ese pequeño, convencidos de nuestra debilidad pero dispuestos a secundar sus designios, alcanzaremos mas fácilmente la meta: arrastraremos la red hasta la orilla, colmada de abundantes frutos,
    porque donde fallan nuestras fuerzas, llega el poder de Dios.

    EL EVANGELIO DE HOY: 21.01.2014

    Autor: José de Jesús González | Fuente: Catholic.net
    La observancia del sábado
    Marcos 2, 23-28. Tiempo Ordinario. Dios ha querido un día de descanso para compartirlo y darnos la paz del alma.
     
    La observancia del sábado
    Del santo Evangelio según san Marcos 2, 23-28


    Caminando Él a través de las mieses en día de sábado, sus discípulos, mientras iban, comenzaron a arrancar espigas. Los fariseos le dijeron: Mira, ¿cómo hacen en sábado lo que no está permitido? Y les dijo: ¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad y sintió hambre él y los suyos? ¿Cómo entró en la casa de Dios, bajo el pontificado de Abiatar, y comió de los panes de la proposición, que no es lícito comer sino a los sacerdotes, y los dio asimismo y a los suyos? Y añadió: El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado. Y dueño del sábado es el Hijo del hombre.

    Oración introductoria

    Jesucristo, dame el don de poder encontrarme contigo en esta oración. Muchas veces me dejo influenciar por el qué dirán, por la rutina, la apatía… perdiendo así la verdadera esencia que debe caracterizar mis actos, por eso te pido que renueves mi fe y acrecientes mi esperanza para salir de esta meditación con un amor renovado, sincero, total.

    Petición

    Jesús, ayúdame a ser un fiel seguidor tuyo, a ser radical en tu seguimiento, a vivir con coherencia de vida y con caridad para con todos.

    Meditación del Papa Francisco

    "Jesús es el centro. Jesús es el Señor". Esta palabra no siempre la entendemos bien, Jesús no es un señor tal o cual sino el Señor, el único Señor.
    Los fariseos del Evangelio de hoy que ponían el centro de su religiosidad en tantos mandamientos. También hoy, si no está Jesús al centro, estarán otras cosas. A este respecto hay que recordar que un mandamiento es válido si viene de Jesús: yo hago esto porque el Señor quiere que yo haga esto. Pero si como soy un cristiano sin Cristo, hago esto y no sé por qué lo debo hacer. Otros son los cristianos sin Cristo, los que solamente buscan devociones. Si tus devociones te llevan a Jesús, está bien. Pero si tu permaneces ahí, algo no va bien.
    También hay cristianos sin Cristo que buscan cosas un poco raras, un poco especiales, que van detrás de las revelaciones privadas, mientras que la Revelación ha concluido con el Nuevo Testamento. (S.S. Francisco, 7 de septiembre de 2013, homilía en Misa matutina en Santa Marta). 

    Reflexión

    Cuentan que en un reino no muy lejano, había un rey, famoso por su grande amor y misericordia a su pueblo. Tan grande era este amor, que un buen día decidió establecer un día de descanso (sabbat) para todos sus súbditos. Pero no sólo eso, sino que quería estar con ellos y que gozaran de su presencia y de su grande amor. Por ello, tuvo la feliz idea de que no sólo fuera un día de descanso en el que el pueblo no trabajara, sino que sería un día dedicado a convivir y compartir con su rey. Ofreció pues un gran banquete a diversas horas del día, pues tal era la cantidad de su súbditos y la grandeza de su amor por ellos. Y en cada uno de estos banquetes, el rey estaba presente para escuchar atentamente a sus súbditos y satisfacer sus necesidades, para animarles y fortalecerlos.

    Pues bien, ¿qué ha hecho por nosotros el Rey de reyes, para cada uno de sus fieles del Reino de los cielos? Algo parecido, pero infinitamente más grande. Desde la creación, instituyó el "día de descanso" en el que admiró la bondad y la belleza de su creación. Y como Él es "dueño del sábado" (esto es, del descanso o día del descanso), lo ha querido compartir con nosotros para darnos el verdadero descanso, la paz del alma. Es por ello que de manera especial, el domingo (el "Día del Señor" -Dominus-), se nos ofrece en alimento en el Gran Banquete Eucarístico, y dispone a sus sacerdotes para otorgar a quienes lo necesiten su perdón y la reconciliación para poder participar de su Mesa Sagrada.

    Este es el gran significado y realidad del "Día del Señor": vivir en Cristo y alegrarnos en Él por la paz y la salvación que nos ha venido a traer. ¿Puede hacer algo más por nosotros nuestro gran Rey?

    Propósito

    Revisar y, si es necesario, rectificar cuál es mi actitud ante los mandamientos. ¿Son un deber o medios para crecer en el amor?

    Diálogo con Cristo

    Hazme, Jesús, un hombre coherente que no tema a las dificultades, que no deserte de su misión, que no trate de ocultar su egoísmo o sensualidad en posturas aparentemente coherentes pero faltas de compromiso y de auténtica virtud. Ayúdame, Señor, a ser sincero en tu seguimiento.Cuántas veces el respeto humano me puede hacer callar mi condición de cristiano; por eso he de mantenerme cerca de Ti, para tener las fuerzas de vivir de cara a Ti, sin temer ir contra corriente. 

    lunes, 20 de enero de 2014

    CAMINARÉ


    Caminaré 

    Caminaré siempre en tu presencia
    por el camino de la vida.
    Te entrego, Señor, mi vida, hazla fecunda.
    Te entrego mi voluntad, hazla idéntica a la tuya.
    Caminaré a pie descalzo,
    con el único gozo
    de saber que eres mi tesoro.
    Toma mis manos, hazlas acogedoras
    Toma mi corazón, hazlo ardiente.
    Toma mis pies, hazlos incansables.
    Toma mis ojos, hazlos transparentes.
    Toma mis horas grises, hazlas novedad.
    Hazte compañero inseparable de mis caídas y tribulaciones 
    Y enséñame a gozar en el camino
    de las pequeñas cosas que me regalas,
    sabiendo siempre ir más allá
    sin quedarme en las cunetas de los caminos.

    Toma mis cansancios, hazlos tuyos.
    Toma mis veredas, hazlas tu camino.
    Toma mis mentiras, hazlas verdad.
    Toma mis muertes, hazlas vida.
    Toma mi pobreza, hazla tu riqueza.
    Toma mi obediencia, hazla tu gozo.
    Toma mi nada, haz lo que quieras.
    Toma mi familia, hazla tuya.
    Toma mis pecados.
    Toma mis faltas de amor, 
    mis eternas omisiones, 
    mis permanentes desilusiones, mis horas de amarguras.

    Camina, Señor, conmigo;
    Acércate a mis pisadas.
    Hazme nuevo en la donación,
    alegría en la entrega
    gozo desbordante al dar la vida,
    al gastarse en tu servicio. 
    Amén 
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