Una bella oración para consagrarse a la Virgen de Guadalupe
Redacción ACI Prensa
La devoción a la Virgen de Guadalupe tiene muchísimos devotos en todo el mundo, especialmente en México, donde se apareció en 1531; y en América, continente del que es Emperatriz.
En este 2021 solo México celebra su solemnidad este domingo 12 de diciembre por una concesión del Vaticano, ya que prevalece la celebración del tercer Domingo de Adviento o Domingo de la Alegría.
Sin embargo, y por el gran cariño que le tienen los fieles, habrá más de un sacerdote u obispo que recuerde fuera de México a la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre, y oriente su reflexión al también llamado Domingo de Gaudete, en el que se expresa la alegría de la Iglesia porque Jesús ya está cerca.
En 2020, y cuando se vivía la cuarentena ante la pandemia en muchos lugares del mundo, el Arzobispo de Managua, Cardenal Leopoldo Brenes, lideró un triduo en honor a la Virgen de Guadalupe y ofreció una bella oración de consagración que mantiene toda su actualidad.
“Recibamos a María, Santa María de Guadalupe en nuestro hogar, recemos la oración de consagración en esta visita de nuestra madre, que la vamos a concluir con el rezo del Ave María y también del ‘Bajo tu amparo’”, indicó entonces el Purpurado.
A continuación la Oración de Consagración a la Virgen de Guadalupe:
Santísima Virgen María de Guadalupe, Madre del verdadero Dios por quien se vive.
En estos momentos, como Juan Diego sintiéndonos pequeños y frágiles ante la enfermedad y el dolor, te elevamos nuestra oración y nos consagramos a ti.
Gracias por visitar nuestro hogar. Te suplicamos que te quedes entre nosotros acudimos a tu inmaculado Corazón e imploramos tu intercesión.
Alcánzanos de Tu Hijo la salud y la esperanza, la fortaleza y la serenidad, que nuestros temores se transformen en alegría.
Santísima Virgen María, gran misionera de nuestros pueblos, sé caricia maternal que conforte a los enfermos, y para todos nosotros, Madre, sé presencia y ternura en cuyos brazos todos encontremos seguridad.
De tu mano, permanezcamos firmes e inconmovibles en Jesús, tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Se reza un Ave maría
Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todos los peligros, ¡oh Virgen, gloriosa y bendita!
Amén.
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