Fundador
Historia del fundador san José Marello
Etapas de su vida
JUVENTUD
Ambiente familiar
José Marello, hijo de Vicente y Ana María Viale, nace en Turín el 26 de diciembre de 1844 y es bautizado el mismo día en la iglesia del Corpus Domini. El padre es originario de San Martino Alfieri y la madre de Venaria, administran en Turín un floreciente negocio de quesos, actividad que permite una condición cómoda a la familia. En 1847 nace el segundo hijo, Victorio.
Infancia
Quedó huérfano de madre a los cuatro años, es confiado junto a su hermano Victorio, al cuidado de los abuelos paternos en San Martino Alfieri, en la Provincia de Asti. Frecuenta las escuelas elementales con el maestro don Silvestro Ponzo y el párroco Juan Bautista Torchio que tiene una parte determinante en su formación.
Vocación
A los 12 años, como premio por las buenas calificaciones obtenidas en la escuela, el padre lo lleva a Savona y juntos visitan el Santuario de la Virgen de la Misericordia. En este lugar José intuye que es llamado a la vida sacerdotal y en otoño del mismo año decide entrar en el Seminario, muy a pesar de su padre, que hubiera preferido iniciarlo en la actividad comercial.
EL SEMINARIO
En el seminario menor
De un temperamento franco y disponible, sobresale tanto en el estudio como en el comportamiento; durante los tres años de estudio en el seminario de Asti, José se distingue por su fuerza de voluntad y por una inteligencia brillante. Uno de sus compañeros de estudio, Giacomo Gay, recuerda “perfectamente su bondad juvenil junto a su vivo y profundo ingenio”.
La crisis
En 1859 comienza la segunda guerra de la independencia del Reino de Cerdeña contra Austria: el seminario de Asti es requisado y transformado en un cuartel. José se aloja en una familia de la ciudad. Culmina los estudios filosóficos en la Curia episcopal, pero en el verano de 1892 decide retirarse del Seminario.
Se traslada a Turín donde inicia los estudios comerciales, con gran satisfacción de su padre.
El retorno al seminario
En diciembre de 1863 cae gravemente enfermo de tifus.
Se dirige así a su padre: “Padre, yo hubiera querido continuar los estudios para hacerme sacerdote. Tú no has querido y yo te he obedecido.
Pero la Virgen, mirando los peligros en los que me encuentro, ha escuchado mi oración y está por liberarme. Si permites que siga mi camino, me curaré rápido, si no la Virgen me llevará consigo”.
SACERDOTE
Secretario del obispo
En 1864, completamente restablecido, reanuda los estudios en el Seminario y el 19 de setiembre de 1868 es ordenado sacerdote en la catedral de Asti. Por su inteligencia y por sus grandes capacidades prácticas, el obispo Carlos Savio lo elige como su secretario. Con él podrá profundizar el gobierno pastoral, siguiéndolo en todas sus visitas a las parroquias de la diócesis y en todos sus viajes.
Confesor en el seminario
Volviendo a Asti, sus atenciones son particularmente para el seminario donde tiene a su cargo la enseñanza del catecismo a los alumnos. Por dos años, entre 1881 y 1883, recibe el encargo para ser director espiritual y confesor de los seminaristas. Desde 1881 hasta 1889 es también director espiritual del Instituto Michelerio. Nombrado canónico en 1881 frecuenta asiduamente la catedral para el oficio del coro y para las confesiones.
Concilio Vaticano I
A finales de novembre de 1869, Mons. Carlos Savio se dirige a Roma para el Concilio Vaticano I llevando consigo a su secretario don José Marello. Se hospedan en el Palacio del Quirinal, en ese entonces residencia de verano de los Papas, y conocen al Cardenal Gioacchino Pecci, futuro papa León XIII.
Mons. Savio y don José encontrarán a Pío IX en audiencia privada en la noche de Navidad del mismo año.
Compañía de San José
En 1872, pide al canónigo Juan Bautista Cerruti poder acoger en la iglesia del Gesú la Compañía de San José: “Cada uno tome sus propias inspiraciones de su modelo san José que fue el primero sobre la tierra en cuidar los intereses de Jesús”. De esta iniciativa nace la nueva Compañía de San José con el nombre de Oblatos de San José.
Fundador
La Congregación nace en los ambientes del Instituto Michelerio donde José Marello anteriormente había intentado constituir la primera Compañía de San José, era el 14 de marzo de 1878. Los primeros cuatro jóvenes inician la vida en común. La espiritualidad de la nueva institución se inspira en san José, en su amor a Jesús en el escondimiento y en la operosidad. “Cartujos en casa y apóstoles fuera de casa”.
La Congregación
La nueva familia religiosa crece, humilde y escondida, primero en un orfanato y después en un hospicio. Su compromiso apostólico es la actividad pastoral en las parroquias, en las escuelas, en los colegios y orfanatos, en la enseñanza de la religión, en el servicio a los párrocos, en la asistencia de la juventud, en la dedicación hacia los últimos.
Obispo
Su nombramiento a obispo de Acqui llega improvisadamente, el 23 de novembre de 1888. Apenas tenía 44 años. Su ingreso en la diócesis tiene lugar el 16 de junio de 1889. El episcopado de Marello en Acqui dura seis años: la muerte llega casi de improviso, el 30 de mayo de 1895, en Savona. Durante su episcopado visita todas las parroquias de su diócesis. El contacto directo con la población es para él el primer deber; por donde pasa suscita sentimientos de entusiasmo y fe. En todos los lugares se repite: ¡es un santo!
La diócesis de Acqui
A finales de 1800 la diócesis de Acqui comprende 121 parroquias, con 28 vicarías forenses y una población de al menos 180 000 habitantes. La parte montañosa, hacia la Liguria, aún siendo la más extensa es la menos poblada, por ser intransitable y pobre. Mons. José Marello la recorre toda con los medios y los caminos de entonces, viajando en tren, en carroza y también a caballo.
LA GLORIA
Las virtudes heroicas
“Monseñor Marello se muestra como un pastor celoso, un modelo de virtudes ejercidas con heroicidad, en la sencillez y humildad de lo ordinario. Amaba el escondimiento, pero no podía huir de la admiración por su carácter dulce. Hombre de grande virtud interior y de amor a Dios, estaba abierto a todas las iniciativas de caridad. Para las finalidades de su institución, es hoy considerado como un pionero frente a las instancias actuales” (juicio del V Consultore de la Congregación de los Santos).
La beatificación
El iter para la beatificación de Mons. José Marello comenzó 29 años después de su muerte. El primer proceso ordinario informativo inicia en Asti el 23 de noviembre de 1924 y en Acqui el 22 de diciembre siguiente. Ambos se concluyen en abril de 1928. El 12 de mayo de 1937 se obtiene el decreto de aprobación de los escritos. El 07 de diciembre de 1940 se procede a un examen diocesano suplementario para integrar los testimonios precedentes. Con decreto del 28 de mayo de 1948 se da inicio a la causa de beatificación ante la Congregación de los Ritos y cinco meses después, el 10 de octubre, se inicia en Acqui el proceso apostólico, que se concluye el 21 de abril de 1951. El 12 de junio de 1978, en el año centenario de la Congregación, se obtiene el decreto sobre la heroicidad de sus virtudes: José Marello es Venerable. El 26 de setiembre de 1993, en Asti, en la grande plaza del Palio, Juan Pablo II lo declara beato ante la presencia de los cardenales Ángel Sodano, secretario de Estado de la Santa Sede; Giovanni Saldrini, arzobispo de Turín; Simon Ignatius Pimenta, arzobispo de Bombay; de muchos obispos del Piamonte y de las diócesis donde trabajan los Oblatos de San José. Los fieles presentes son de la diócesis de Asti y de Acqui junto a los peregrinos provenientes de muchas naciones.
La canonización
Ocho años después de la beatificación, el obispo José Marello es declarado Santo por Juan Pablo II, el 25 de noviembre del 2001 en la basílica de San Pedro, en Roma. El milagro aprobado para su canonización aconteció en un pueblo de la Prelatura (ahora diócesis) de Huari, en un distrito de Pomabamba llamado Ranquish en los Andes peruanos. Dos hermanos, Alfredo e Isela Chávez, de 11 y 10 años respectivamente, el 15 de mayo de 1998 son curados instantanea y simultaneamente de una broncopulmonía aguda, después de haber invocado al beato José Marello, patrono de la aldea. Después de 75 años de cuando inició el proceso para la glorificación del obispo Marello, nosotros lo veneramos como protector y guía en el camino de la vida. ¡San José Marello, ruega por nosotros!
(Cf. Acta Apostolicae Sedis 93(2001) pp. 403-405; Ibid 94(2002) pp. 269-274).
Para profundizar la vida y la espiritualidad de san José Marello se recomienda la lectura, entre otras, de las siguientes obras publicadas (para las traducciones en otros idiomas acudir a los cohermanos de las propias provincias o delegaciones):
San Giuseppe Marello, Epistolario, Opera omnia, vol 1, testi critici e note a cura di Severino Dalmaso, Roma 2010.
Pasetti Mario (a cura di), Scritti e insegnamenti del beato Giuseppe Marello, Asti 1980.
Dalmaso Severino, Biografia del beato Giuseppe Marello. Fondatore degli Oblati di San Giuseppe e vescovo di Acqui, (in tre volumi), Città del Vaticano 1997.
Rainero Angelo (a cura di), Briciole d’oro. Itinerario ascetico-spirituale. Un anno con gli insegnamenti di san Giuseppe Marello fondatore degli Oblati di San Giuseppe, Milano 2001.
Bronzini Giocondo (a cura di), Verso la meta. Un anno con san Giuseppe Marello, Roma 2016.
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