LA DIFAMACIÓN
Difamar —lo mismo que calumniar— consiste en quitar la buena fama a una persona propagando una falta que no cometió. Es una mentira que causa un daño o menoscabo, a veces gravísimo, en un bien tan apreciado como el buen nombre que alguien goza en la sociedad. La envidia suele ser el origen de este injusto proceder. Va una anécdota:
Un día, el juez pidió a Nasrudín que le ayudara a resolver un problema legal.
— ¿Cómo me sugerirías que castigue a un difamador?
— Córtales las orejas a todos los que escuchan sus mentiras –replicó el sabio sufí.
La respuesta de Nasrudín —en verdad un disparate— sirve para subrayar un aspecto muy descuidado: lo correcto es cultivar la escucha prudente de lo que lesiona la fama de las personas. Debes exigir pruebas fehacientes de testigos honestos. La Biblia narra cómo el profeta Daniel salvó a Susana calumniada por dos ancianos corruptos.
* Enviado por el P. Natalio
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