FRENTE AL SEMÁFORO
Semáforo 06
ESTALLA LA BOMBA
“Vamos a renovar aquellos bonitos tiempos de la antigüedad, cuando el sacerdocio se consideraba inestimable entre los pueblos por la muy viva fe y la profunda caridad.” (San José Marello)
Fue durante el regreso, mientras el tren corría hacia Asti. Después de un largo silencio, José lanzo la bomba.
- Papá, quiero entrar al seminario.
- ¿Qué dices? Prorrumpió el padre sorprendido por esas palabras jamás pensadas. - ¡Estas bromeando! ¿Verdad?
- No, papá, no es una broma; me has entendido muy bien. Quiero entrar al seminario y ser sacerdote.
Papá Vincenzo sentía una lucha fuerte en sí mismo. No, no podía ser… tantos planes había hecho sobre este muchacho, no iba a caer al suelo todo, así no más, jadeando, tenía los ojos cerrados.
- ¿De dónde has sacado esas ideas? ¿Quién te la ha metido en la cabeza?
- Hace tiempo que lo estoy pensado, y hoy día es como si la virgen me hubiera dicho que me apurase.
- Pero, ¿no te das cuenta que me lo malogras todo? Yo pensaba volver a Turín y empezar otra vez, ahora que eres ya grande; tu eres todo para mí. Tu tan inteligente, ¿hacerte sacerdote? Y, ¿Qué esperas tú de eso? José podía decir tantas cosas, prefirió no decir más. Sabía que su padre era hombre honesto, y que nunca lo violentaría…; era cuestión de darle tiempo.
La noche aclaro las ideas de todos. José esperaba con ansias la respuesta del padre. ¿Y si se lo negase? Temprano bajo de su dormitorio y busco a papá: había salido muy temprano. Quizás no estaba dispuesto a darle el consentimiento personalmente…
La abuelita le dio las últimas noticias. Tu padre, dijo, esta mañana estaba de mejor humor: hemos conversado…; en fin te da la libertad de hacer lo que desees, con tal que lo pienses bien, antes de…. Lleno de alegría José fue de prisa a la iglesia: quería decírselo al párroco, sin esperar más. Y lo supo el pueblo: ¡una alegría para todos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario