LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
8 agosto
La misión del cristiano es evangelizar: construir, edificar, hacer surgir una comunidad cristiana allí donde todavía no exista; dar a conocer al Señor, proclamar la fe y el mensaje del Señor en los campos todavía vírgenes de luz o desorientados por destellos de falsas luces.
Y allí donde ya se predicó el Evangelio, allí donde ya se conoce al Señor, la misión consistirá en profundizar, robustecer, estabilizar esa comunidad de fe.
Es decir, que la misión es muy amplia; abarca a todo el mundo; no queda limitada ni por espacios, ni por fronteras, ni por ideologías de ninguna especie.
Pero si esto es así, se deduce que estamos obligados, por fidelidad a nuestra misión, a incursionar en lugares, comunidades, profesiones, gremios, empleos, sociedades, áreas... en las que urja formar una comunidad cristiana o potenciarla, si es que ya existe.
P. Alfonso Milagro
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