LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
26 mayo
Ser cristiano es una cosa muy seria, nada fácil y muy comprometida.
Si el mundo se gobierna por el egoísmo, el cristiano sabe que debe amar a su prójimo como a sí mismo.
Si el mundo vive impregnado de malintencionados, el cristiano ha de vivir en una fuerte transparencia de conciencia.
Si en el mundo predomina el amor a la mediocridad y la sensualidad, el cristiano recuerda que Jesucristo le exige una vida de abnegación de sí mismo.
Si el mundo se rige por la violencia, el cristiano es gobernado por la paciencia.
El mundo es el odre viejo cargado de pasiones, gastado por sus excesos, roto por sus ambiciones, y el cristiano es el comprometido, que no puede coartarse, ni limitarse por la estrechez del odre viejo del mundo.
P. Alfonso Milagro
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