Los cinco minutos de María
Noviembre 28
El ángel saludó a María como “llena” de gracia. Dios concedió a la que iba a ser Madre de su Hijo esa plenitud de gracia desde el primer instante de su existencia, pero esa gracia también creció hasta alcanzar un grado que no puede llegar a comprender la mente humana.
Los cristianos también estamos llamados a crecer en la gracia y en la virtud, expandirlas y comunicarlas.
María, Virgen fiel, concédenos crecer en gracia y ser fieles administradores de los dones recibidos para bien del Reino de Dios.
* P. Alfonso Milagro
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