Los cinco minutos de María
Octubre 6
A medida que rezamos “Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros”, experimentamos su presencia maternal. Ella se transforma en el canal de la gracia que nos hace hijos de Dios y miembros de la Iglesia.
Vivamos constantemente su presencia santa confiando en que ella, con su poderosa intercesión, nos hará vivir la gracia de Dios, el amor del Padre celestial.
Ella es el don más precioso que Dios nos ha regalado con su Hijo Jesús.
Santa María, mujer sencilla del pueblo y Madre de Dios, ruega por nosotros y renueva nuestra confianza y nuestro deseo de ser fieles al Señor.
* P. Alfonso Milagro
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