Los cinco minutos de María
Octubre 20
Fíjate en la vida de la Virgen María; ella nunca se quejó de que su divino Hijo hubiera tenido que nacer en una cueva y ser acostado en un pesebre, ni de que ella tuviera que vivir como una de las más pobres mujeres de Israel. No se quejó por ver a su Hijo Jesús perseguido por las autoridades y aun condenado a muerte y crucificado para salvar a los hombres.
María aceptó plenamente el plan de Dios, aunque para ella fuera dolorosísimo y humillante. Aceptemos nosotros en todo la voluntad de Dios.
Madre y Señora nuestra, enséñanos a rezar de corazón: “hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.
* P. Alfonso Milagro
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