Lo que dicen los santos sobre la disposición para asistir a la Santa Misa
El acto más importante del cristiano es sin duda la Santa Misa
Por: Apostolado de la Misa diaria |
El acto más importante del cristiano es sin duda la Santa Misa
Tiene por sí misma un valor tan grande que no hay nada en la creación que valga tanto.
Una sola gota de la Preciosa Sangre contenida en el cáliz podría bastar para salvar millones de mundos más culpables que el nuestro. Esto es así porque siendo la Misa substancialmente el mismo sacrificio de la cruz, aunque incruento, es el mismo Jesucristo, Hijo de Dios, el que como Sacerdote eterno se inmola a sí mismo como Víctima inmaculada y santa a su Padre por la redención del mundo. Por lo tanto, el sacrificio del Calvario tiene un valor infinito en razón de la infinita dignidad de Jesucristo.
En el Sacrificio del Altar es donde, unidos a Cristo sacerdote y víctima, podemos cumplir nuestro deber de adoración y gratitud, donde ofrecemos un sacrificio expiatorio suficiente, donde podemos obtener las gracias que necesitamos.
Es el más perfecto acto de adoración. Nada puede glorificar a Dios tanto y de tan perfecta manera como la Misa.
Es también el más perfecto acto de reparación del pecado, de todos los pecados, la mas perfecta expiación de las ofensas hechas a Dios.
Es mas agradable a Dios que todo lo que le desagradan todos los pecados juntos.
No participemos en la Santa Misa rutinariamente.
Incúlquese con constancia a los jóvenes, que aprendan bien las palabras rituales de la Santa Misa y las pronuncien devotamente para no caer en el defecto de decirlas rutinariamente y con precipitación.
San Juan Bosco
Jesús nos enseña a anonadarnos para asemejamos a Él.
En su forma eucarística, Jesús nos enseña a anonadarnos para asemejamos a Él: la amistad exige la igualdad de vida y de condición; para vivir de la Eucaristía nos es indispensable anonadarnos con Jesús, que en ella se anonada.
San Pedro Julian Eymard
Jesús, dulce y humilde de corazón
La Eucaristía puede quitar todas las enfermedades.
… Por lo tanto, ¿cómo podremos librarnos de esta peste (de la ira)? Bebiendo aquella bebida que tenga virtud para matar gusanos y serpientes que tenemos dentro. ¿Y cuál puede ser, dice, la bebida que tenga esta virtud? La preciosa Sangre de Cristo, si se toma con confianza; puesto que podrá quitar todas las enfermedades; añade a esto el oír atentamente las divinas escrituras; y además añade la limosna; pues sin duda por medio de estas cosas podrán se mortificadas las pasiones que corrompen nuestra alma.
San Juan Crisóstomo
Doctor de la Iglesia
Homilía 4 n.9
La Santa Misa nuestra primera preocupación y nuestra primera acción.
Quienes trabajan manualmente y cuya mente se ha de ocupar en asuntos temporales y externos durante el día, deben hacer de la Santa Misa su primera preocupación y su primera acción, con el fin de no distraerse con facilidad, al asistir a ella, con los pensamientos con que se llenaría su mente si oyeran la santa Misa después de haberse dedicado a lo que es propio de su empleo; así se separa lo santo de lo profano y no se corre el peligro de perder el fruto que se pueda obtener de la práctica más santa de nuestra religión.
San Juan Bautista de la Salle
Instrucciones y oraciones para la Santa Misa,
la confesión y la comunión 1,3,3
Nos divinizamos al contacto del fuego divino.
Honrémoslo con toda pureza espiritual y corporal… Lleguémonos a él con ardiente deseo y recibamos al cuerpo del Crucificado. Y presentando ojos, labios y frente, recibamos la brasa divina, para que el fuego del amor impaciente que hay en nosotros, tomando calor de este carbón encendido, queme nuestros pecados e ilumine nuestros corazones y ardamos y nos deifiquemos con el contacto del fuego divino.
San Juan Damasceno,Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 C.13
Los principales frutos y beneficios del Santo Sacrificio de la Misa
Todos estos son efectos muy importantes; son los bienes y beneficios que la Iglesia pide todos los días a Dios para sus hijos en su sacrificio; y que deben impulsar a los fieles que desean alcanzarlos a asistir asiduamente a ella, incluso los días en que no hay obligación; a no estar en ella sino con las disposiciones necesarias para participar en ella; y a ponerse en disposición de alcanzar todos los días algunas de esas gracias, pidiéndoselas a Dios según la necesidad que de ellas tengan.
San Juan Bautista de la Salle
Instrucciones y oraciones para la Santa Misa,
la confesión y la comunión 1,2,5-10
Cuando Jesús se digne venir a mí en la santa comunión.
Que la Bienaventurada Virgen María, purifique mi cuerpo para que sea el tabernáculo de Jesús, menos indigno de poseerlo cuando se digne venir a mí en la santa comunión.
San Pio de Pietrelcina
No participemos en la Santa Misa rutinariamente.
Incúlquese con constancia a los jóvenes, que aprendan bien las palabras rituales de la Santa Misa y las pronuncien devotamente para no caer en el defecto de decirlas rutinariamente y con precipitación.
San Juan Bosco
Asistir con devoción a la Santa Misa nos da gracias especiales.
Asistir con devoción a la Santa Misa, visitar a Jesús Sacramentado, recibir la Comunión Sacramental o al menos hacerla espiritual, son prácticas de sumo agrado a María y un conducto eficaz para obtener gracias especiales.
San Juan Bosco
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