Presencia de Dios
Los que trataron a la Madre Teresa de Calcuta se asombraban de la energía que desplegaba y transmitía.
Cuando le preguntaban cómo se sentía tan vital, no obstante los años y sus quebrantos de salud, ella se remitía a Dios.
Sus fuerzas las hallaba en la comunión diaria con Cristo, comía Pan de Vida, en la oración y en la presencia de Dios.
La Madre Teresa, como todos los buenos creyente de todas las religiones, afirmaba convencida:
"Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilo".
Confesión que cambia la vida cuando es una convicción y una vivencia constante.
La clave está en una permanente presencia de Dios para sí dar buenos frutos de amor.
¿Lo ves? De ti depende dedicar buen tiempo a lo espiritual para estar bien.
Es cuestión de ser fiel a prioridades en un mundo vacío. Ojalá puedas decir "tengo siempre presente al Señor..."
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