LA
ORACIÓN DEL PADRE PÍO.
Reflexión: El padre Pío repetía con frecuencia: Se busca a Dios en los
libros, pero se lo encuentra en la oración. Si hoy no se cree, se debe a la
falta de oración. Más se ora, más aumenta la fe y se encuentra a
Dios.
El
padre Gabriel Amorth, amigo e hijo espiritual del padre Pío, dijo: “El padre
Pío, cuanto más avanzaba en edad, más sentía la necesidad de aumentar la
oración. La necesidad de la oración le era sugerida por la conciencia de saberse
indigno, se sentía un gran pecador, con el riesgo de poder perder la fe. Por
ello ha sido siempre un gran pedigüeño de oración. Yo sabía que sí quería verlo
iluminado de gozo, no tenía más que decirle: “Padre rezo por
usted”.
El
padre Pío se había definido a sí mismo: Un fraile que ora. Sus biógrafos lo
definen como a san Francisco de Asís. “Un hombre hecho oración”.
Los
continuos llamados del Papa Pío XII a la oración para que terminara la guerra,
encontraron en el padre Pío una respuesta concreta. Él fundó sus ya famosos
grupos de oración, que definió: “Semilleros de fe, hogares de amor en los cuales
Cristo mismo está presente cada vez que se reúnen para la oración bajo la guía
de sus directores espirituales”.
La
oración principal que se reza en estos grupos, es el santo rosario y una breve
reflexión sobre algún mensaje espiritual y los ejemplos de la vida santa del
padre Pío.
Pronto
tuvieron mucha difusión en Italia y en todo el mundo. El mismo Santo Padre, Juan
Pablo II, dijo que los grupos de oración son una de las herencias espirituales
más preciosas que nos dejó el santo.
Oremos: Dios todopoderoso y eterno, que nos diste en san Pío de
Pietrelcina un modelo insigne de oración, haz que nuestra vida transcurra en una
constante y ferviente unión contigo, que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.
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