jueves, 22 de abril de 2021

IN MEMORIAM - PARA TI + PADRE MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ - SACERDOTE PARA SIEMPRE


IN MEMORIAM 

+ PADRE MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ


 Padre Marcos... siete días que ya no estás no nosotros, Dios te llevó a su lado, por más conclusiones que saquemos, ya estaba escrito. Te vi por última vez en el Seminario, tu enorme sonrisa al verme quedará en mi memoria, llevaba de regreso a mi hijo, siempre me decías mamá gallina,… y si que costó, lágrimas y tristezas... Por Antonio me decías deja libre al chico, no te metas en sus decisiones que el camino del Seminario no es fácil, REZA y REZA por tu hijo, por Daniel al que dijiste que sería un rebelde sin causa jajaja, me orientabas como  lidiar en sus crisis de adolescente.... gracias por ayudarme con tu oración, gracias por que siempre estabas pendiente de mis hijos, como un Padre espiritual, aconsejándoles y rezando por ellos.

Nuestra amistad era inquebrantable, siempre en silencio, amistad sincera y leal... tú siempre ayudándome con tu oración y palabras cuando sentía que mis fuerzas terminaban. Te llevas todas nuestras conversaciones, mis preocupaciones, mis tristezas, mis caídas, mis logros, siempre  decías que busque mi felicidad y la de mis hijos, y así fue.... encontré el rumbo en mi vida, aunque la gente no entienda, yo si me entendía y Dios también.  Extraño escucharte en tus Misas Virtuales, tus homilías que eran bien controvertidas jajaja... con Daniel te escuchábamos y te aplaudíamos, siempre sincero y directo,  a veces te pasabas de la raya, pero eras tú!!! original, sencillo y humilde!!! un hombre lleno de valores, de amor a Cristo y a la Virgen, lleno de amor por su Congregación, obediente cuando te ordenaban misiones, que parecían imposibles, pero San José siempre te ayudaba y Dios sonreía desde el cielo viéndote trabajar por su Iglesia. Alegre y jovial, acogías a todas las personas por igual, no sentías distinción, te hiciste querer por todos nosotros, tu sonrisa reflejaba sinceridad y tu mirada reflejaba el amor de Dios.

Gracias por permitir trabajar contigo, de conocer a un gran ser humano, que me puso en la raya porque estaba desorientada, eran cosas de Dios, había buscado ayuda y no encontraba la persona idónea en quien confiar, ahora ya no estás... 

Me apena enormemente no haber sabido a tiempo que te encontrabas mal, sabías que yo estaba ocupada con la Semana Santa de mi colegio, no quisiste interrumpir mi labor, Dios me mantuvo ocupada para no sentirme triste por ti... no quiero imaginar más como fue tu sufrimiento y el saber que ya estaba cercana la muerte.. pero tú no temías a la muerte, siempre valiente!!!!

Ahora estás gozando de la presencia de Dios, junto a la Virgen, a Cristo que tantas veces predicabas con fervor y amor, junto a tus seres queridos. Te habrás encontrado con San José, con San José Marello, que emoción... la vida eterna...

Mi gran amigo, mi Padre querido, te voy a extrañar ! y prometo seguir tus consejos y seguir hacia la meta. Es inevitable sentir tristeza porque ya no te veremos ni escucharemos, pero se que estas feliz!!!!!

 Reza por nosotros desde el cielo. Te queremos! Te extrañaremos!





miércoles, 21 de abril de 2021

¿QUIÉN NOS SEPARARÁ DEL AMOR DE CRISTO?


¿QUIÉN NOS SEPARARÁ DEL AMOR DE CRISTO?


Romanos 8,35-39

 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Acaso las pruebas, la aflicción, la persecución, el hambre, la falta de todo, los peligros o la espada? Como dice la Escritura: Por tu causa nos arrastran continuamente a la muerte, nos tratan como ovejas destinadas al matadero. Pero no; en todo eso saldremos triunfadores gracias a Aquel que nos amó .Yo sé que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni las fuerzas del universo, ni el presente ni el futuro, ni las fuerzas espirituales, ya sean del cielo o de los abismos, ni ninguna otra criatura podrán apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor."


+ P. Marcos Trujillo Reaño OSJ




LA EXPERIENCIA DE DIOS ES UNA FUGAZ SENSACIÓN DEL AMOR VERDADERO



 LA EXPERIENCIA DE DIOS ES UNA FUGAZ SENSACIÓN DEL AMOR VERDADERO


La vida con Dios es vida de amor verdadero que se experimenta en unos instantes sublimes de luz interior, pero que dejan huellas imborrables de eternidad en el corazón del hombre; la condición básico para tener esa experiencia divina es vivir con normalidad la propia existencia, esto es, amar y ser amado, dar y recibir agradecidamente, servir y ser servido humildemente, aceptar y ser aceptado bondadosamente, respetar y ser respetado honradamente, ser alegría y sonrisa equilibradamente, en resumen, ser tú mismo.

Toda persona libre, inteligente y reflexiva es capaz de vivir la experiencia de Dios, incluso al margen de cualquier religión, lo único necesario es tener la mente y el corazón abiertos, libre de cualquier prejuicio, es decir, una persona de «limpio corazón»: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios». En efecto, una auténtica experiencia de Dios no es de gente privilegiada o selecta, sino de los que acogen el don de Dios con gratitud y gratuidad. No hay reglas ni métodos, ni fórmulas prediseñadas, menos estructuras o estrategias, pues, Dios se revela a quien quiere, como quiere y donde quiere; por tanto, toda persona es potencialmente capaz de tener la experiencia de Dios.

Al final, nada ni nadie existe ni existiría sin Dios, esto no se trata de libertad sino de subsistencia del ser, es decir, en Dios nos movemos y existimos. Ahora bien, es otra cosa, la respuesta positiva o negativa que pueda dar cada individuo, ahí es cuando talla nuestro libre albedrío, por eso, hay personas que se dicen ser: creyentes o no creyentes. Lo cual, no agrega ni quita, absolutamente, en nada a la existencia de Dios.

Dios por amor crea el universo, por amor da la vida, y por amor nos ofrece la Vida Eterna; queda en el hombre descubrir esa presencia divina en su propia existencia, sabiendo que esa experiencia espiritual es tan fugaz e instantánea, como una sombra de luz, pero que deja huellas de eternidad para la vida. Nunca te dejes arrebatar de tu vida la auténtica espiritualidad: vivir con Dios, por Dios y para Dios. Sé tú mismo cada día.


 (Marcos) 25/02/2018


+ P. Marcos Trujillo Reaño OSJ


EL QUE VENGA A MÍ, NO TENDRÁ HAMBRE



 «El que venga a mí, no tendrá hambre»

Fr. Gavan JENNINGS

(Dublín, Irlanda)



Hoy vemos cuánto le preocupan a Dios nuestro hambre y nuestra sed. ¿Cómo podríamos continuar pensando que Dios es indiferente ante nuestros sufrimientos? Más aún, demasiado frecuentemente "rehusamos creer" en el amor tierno que Dios tiene por cada uno de nosotros. Escondiéndose a Sí mismo en la Eucaristía, Dios muestra la increíble distancia que Él está dispuesto a recorrer para saciar nuestra sed y nuestro hambre.

Pero, ¿de qué "sed" y qué "hambre" se trata? En definitiva, son el hambre y la sed de la "vida eterna". El hambre y la sed físicas son sólo un pálido reflejo de un profundo deseo que cada hombre tiene ante la vida divina que solamente Cristo puede alcanzarnos. «Ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna» (Jn 6,39). ¿Y qué debemos hacer para obtener esta vida eterna tan deseada? ¿Algún hecho heroico o sobre-humano? ¡No!, es algo mucho más simple. Por eso, Jesús dice: «Al que venga a mí no lo echaré fuera» (Jn 6,37). Nosotros sólo tenemos que acudir a Él, ir a Él.

Estas palabras de Cristo nos estimulan a acercarnos a Él cada día en la Misa. ¡Es la cosa más sencilla en el mundo!: simplemente, asistir a la Misa; rezar y entonces recibir su Cuerpo. Cuando lo hacemos, no solamente poseemos esta nueva vida, sino que además la irradiamos sobre otros. El Papa Francisco, el entonces Cardenal Bergoglio, en una homilía del Corpus Christi, dijo: «Así como es lindo después de comulgar, pensar nuestra vida como una Misa prolongada en la que llevamos el fruto de la presencia del Señor al mundo de la familia, del barrio, del estudio y del trabajo, así también nos hace bien pensar nuestra vida cotidiana como preparación para la Eucaristía, en la que el Señor toma todo lo nuestro y lo ofrece al Padre».

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 21 DE ABRIL DE 2021



Lecturas de hoy Miércoles de la 3ª semana de Pascua

Hoy, miércoles, 21 de abril de 2021



Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (8,1-8):

AQUEL día, se desató una violenta persecución contra la Iglesia de Jerusalén; todos, menos los apóstoles, se dispersaron por Judea y Samaría.

Unos hombres piadosos enterraron a Esteban e hicieron gran duelo por él.

Saulo, por su parte, se ensañaba con la Iglesia, penetrando en las casas y arrastrando a la cárcel a hombres y mujeres.

Los que habían sido dispersados iban de un lugar a otro anunciando la Buena Nueva de la Palabra. Felipe bajó a la ciudad de Samaría y les predicaba a Cristo. El gentío unánimemente escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía, y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 65,1-3a.4-5.6-7a


R/. Aclamad al Señor, tierra entera


Aclamad al Señor, tierra entera;

tocad en honor de su nombre,

cantad himnos a su gloria.

Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!». R/.


«Que se postre ante ti la tierra entera,

que toquen en tu honor,

que toquen para tu nombre».

Venid a ver las obras de Dios,

sus temibles proezas en favor de los hombres. R/.


Transformó el mar en tierra firme,

a pie atravesaron el río.

Alegrémonos en él,

que con su poder gobierna enteramente. R/.


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (6,35-40):


EN aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:

«Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis.

Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.

Esta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día.

Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día».


Palabra del Señor 



«Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna»

Rev. D. Joaquim MESEGUER García

(Rubí, Barcelona, España)



Hoy, Jesús se presenta como el pan de vida. A primera vista, causa curiosidad y perplejidad la definición que da de sí mismo; pero, cuando profundizamos, nos damos cuenta de que en estas palabras se manifiesta el sentido de su misión: salvar al hombre y darle vida. «Ésta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día» (Jn 6,39). Por esta razón y para perpetuar su acción salvadora y su presencia entre nosotros, Jesucristo se ha hecho para nosotros alimento de vida.

Dios hace posible que creamos en Jesucristo y nos acerquemos a Él: «Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera; porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado» (Jn 6,37-38). Acerquémonos, pues, con fe a Aquel que ha querido ser nuestro alimento, nuestra luz y nuestra vida, ya que «la fe es el principio de la verdadera vida», como afirma san Ignacio de Antioquía.

Jesucristo nos invita a seguirlo, a alimentarnos de Él, dado que esto es lo que significa verlo y creer en Él, y a la vez nos enseña a realizar la voluntad del Padre, tal como Él la lleva a cabo. Al enseñar a los discípulos la oración de los hijos de Dios, el Padrenuestro, colocó seguidas estas dos peticiones: «Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día». Este pan no sólo se refiere al alimento material, sino a sí mismo, alimento de vida eterna, con quien debemos permanecer unidos día tras día con la cohesión profunda que nos da el Espíritu Santo.

FELIZ MIÉRCOLES





 

martes, 20 de abril de 2021

IMÁGENES DE GIFS DE LA VIRGEN MARÍA





























 

¿QUIÉN CONOCE A DIOS SINO AQUEL QUE AMA A SU PRÓJIMO?



 ¿QUIÉN CONOCE A DIOS SINO AQUEL QUE AMA A SU PRÓJIMO?



El amor al prójimo es la medida del amor pleno a Dios, no hay conocimiento de Dios sin la aceptación libre del prójimo como obra maravillosa del Creador. Dios por amor va creando a cada persona y lo ama total e incondicionalmente, por tanto, amar a cada individuo es visibilizar el amor de Dios en la tierra: "Nadie puede decir con honestidad amo a Dios a quien no ve ni siente, si odia o rechaza a su prójimo a quien puede ver y sentir". En efecto, el auténtico amor a Dios se manifiesta en el sincero amor a las personas. Cualquier tipo de odio o venganza es destruir la idea de Dios en tu corazón y tu mente, es el peor ateismo práctico. La avaricia y la codicia que atenta contra la justicia es arruinar el rostro de Dios en cada persona. La envidia y el egoísmo son la mejor manera de negar la bondad y gratuidad de de Dios. La lujuria y la gula oscurecen el alma y cuerpo de la persona que le impiden gozar de la belleza de Dios. La pereza y la corrupción son las causas de la duda y la ausencia de Dios en la vida de los individuos y pueblos.

El conocimiento de Dios pasa por el conocimiento del hombre mismo, pues cada individuo ha sido creado "a imagen y semejanza de Dios". En este sentido, nadie puede negar la existencia de Dios, mientras exista algún ser inteligente en la tierra. Entonces, ¿por qué existen personas que rechazan el amor, rechazan a Dios en sus vidas, no confían en su prójimo? Simplemente, la malicia y la falta de rectitud de intención del ser humano, y porque la libertad y la voluntad les permite tomar esa actitud, lo cual, no significa que deja de existir el amor o deja de estar Dios, o no haya confianza entre las personas; tanto el amor, la existencia de Dios y la confianza entre seres humanos estará presente en la historia hasta el fin de los tiempos. No obstante, que la misma Palabra de Dios nos dice: "maldito el hombre que pone su confianza en otro hombre". ¿A qué e refiere? Es decir, cuando desconfías de Dios para poner toda tu confianza en otro ser tan débil como tú.

Mientras tanto, aquí en la tierra, los seres humanos tendremos ese deseo inagotable de querer conocer, amar y servir a Dios en cada acontecimiento de nuestra vida. Los creyentes vivimos con generosidad de corazón, es para valientes vivir con fe, porque, necesitamos perseverancia, constancia, entrega total, sacrificio y servicio, darnos sin medida por pura gratuidad: "Lo que han recibido gratis, denlo gratis". Qué mayor gratuidad que la propia vida, es de enamorados de Dios desgastar la vida por los demás sin esperar recompensa ni gratitud; en efecto, sólo los de corazón gigante son capaces de amar a Dios con libertad desde el amor sincero al prójimo.

Por consiguiente, dedicar el tiempo al progreso y la formación de la conciencia recta de los demás es la mejor forma de amor a Dios, porque, en cada conciencia se revela la "Voz de Dios". Nada ni nadie, por tanto, podrá apagar la sed de verdad, la sed de justicia, la sed de amor, la admiración por la belleza, la sed de bondad, etc., pues Dios es plenitud de la existencia de cada persona. Todos los placeres simplemente son pequeñas chispas o vibras de la plenitud de goce divino. Por eso, cada placer es un agujero que nos transporta a la misma presencia de Dios. Nada de lo que racionalmente es bueno puede contradecir la presencia y la grandeza de Dios, nada de lo que le hace feliz a las personas puede ser ajeno al proyecto divino. Todo lo que nos pasa de bien es pura gratuidad de Dios. Alguien dirá ¿dónde queda mis méritos personales? Justamente en tu capacidad de respuesta positiva y generosa, porque, al final, "Dios derrama su gracia indistintamente para justos e injustos, buenos y malos", lo que marca la diferencia es la capacidad de respuesta y apertura a ese don gratuito de Dios. En cierto sentido, Dios no puede actuar por ti, eres tú el forjador de tu propio destino, pues Dios ya hizo lo suyo al darte la vida y llenarte de sus dones. Por lo mismo, conocer, amar y servir a Dios depende sólo de ti y de nadie más.

No es necesario ver, ni sentir, ni tocar a Dios para vivir con dignidad, basta vivir con plenitud cada momento, sabiendo que Dios todo lo abarca, todo lo penetra ya que en "él nos movemos y existimos", sin más. Es decir, vive la vida como si mañana dejaras de existir en este mundo; no esperes al mañana para conocer, amar y vivir en Dios, hoy, ya puedes vivir tu eternidad: ama sin medida con Dios, sirve con alegría a Dios, corresponde con generosidad de corazón a la gracia, responde con altruismo y fe a cada iniciativa divina, entonces sí eres un auténtico creyente, un verdadero héroe de Dios en la tierra. Tu vida sólo depende de ti porque Dios lo estableció así desde sus orígenes, Dios no puede desdecirse en sus Planes para él tu vida es perfecta y maravillosa. Por tanto, no dejes de vivir con alegría cada momento de tu tiempo, no vaya ser que sea muy tarde cuando te hayas dado cuenta. Dios te ama sin más.

+ P. Marcos Trujillo Reaño OSJ

 (Marcos) 


10 julio 2019




PIENSA QUE PUEDES Y PODRÁS

 


Piensa que puedes y podrás


Según pienses y sientas en tu corazón, así serás y así te irá en la vida. Sabiduría tuya será elegir los pensamientos habituales que estarán en la base de tus decisiones y conductas. También debes ser prudente para que no se instalen en tu mente ideas negativas que erosionen tus aspiraciones profundas. 

Si piensas que estás vencido, vencido estás. Si piensas que no te atreves, no lo harás. Si piensas que te gustaría ganar, pero que no puedes, no lo lograrás. Porque en el mundo encontrarás que el éxito comienza con la voluntad del hombre. Todo será como tú pienses. Porque muchas carreras se han perdido antes de empezar. Y muchos cobardes han fracasado antes de haber empezado su trabajo. Piensa en grande y tus hechos crecerán. Piensa en pequeño y quedarás atrás. Tienes que estar seguro de ti mismo antes de intentar ganar un premio. La batalla en la vida no siempre la gana el más fuerte o el más ligero. Tarde o temprano el hombre que gana es aquel que cree poder hacerlo.

La tarea de tus meditaciones consiste en evaluar tus pensamientos habituales, para descartar toda negatividad: tristeza, ansiedad, rabia, odio, abatimiento; y por otra parte, cultivar las actitudes positivas: confianza, serenidad, fortaleza, paciencia, amor. Ánimo, decídete por la reflexión.


* Padre Natalio

 

EL SEÑOR ES MI PASTOR, NADA ME FALTA



Salmo 23

R/. El Señor es mi pastor, nada me falta.


El Señor es mi pastor, nada me falta:

en verdes praderas me hace recostar;

me conduce hacia fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas. 

R/. El Señor es mi pastor, nada me falta


Me guía por el sendero justo,

por el honor de su nombre.

Aunque camine por cañadas oscuras,

nada temo, porque tú vas conmigo:

tu vara y tu cayado me sosiegan. 

R/. El Señor es mi pastor, nada me falta


Preparas una mesa ante mí,

enfrente de mis enemigos;

me unges la cabeza con perfume,

y mi copa rebosa. 

R/. El Señor es mi pastor, nada me falta


Tu bondad y tu misericordia

me acompañan todos los días de mi vida,

y habitaré en la casa del Señor

por años sin término. 

R/. El Señor es mi pastor, nada me falta 

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 20 DE ABRIL DE 2021



 Lecturas de hoy Martes de la 3ª semana de Pascua

Hoy, martes, 20 de abril de 2021



Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (7,51–8,1a):

EN aquellos días, dijo Esteban al pueblo y a los ancianos y escribas:

«¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo, lo mismo que vuestros padres. ¿Hubo un profeta que vuestros padres no persiguieran? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del Justo, y ahora vosotros lo habéis traicionado y asesinado; recibisteis la ley por mediación de ángeles y no la habéis observado».

Oyendo sus palabras se recomían en sus corazones y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijando la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo:

«Veo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios».

Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos dejaron sus capas a los pies de un joven llamado Saulo y se pusieron a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación:

«Señor Jesús, recibe mi espíritu».

Luego, cayendo de rodillas y clamando con voz potente, dijo:

«Señor, no les tengas en cuenta este pecado».

Y, con estas palabras, murió.

Saulo aprobaba su ejecución.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 30,3cd-4.6ab.7b.8a.17.21ab


R/. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu


Sé la roca de mi refugio,

un baluarte donde me salve,

tú que eres mi roca y mi baluarte;

por tu nombre dirígeme y guíame. R/.


A tus manos encomiendo mi espíritu:

tú, el Dios leal, me librarás.

Yo confío en el Señor.

Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. R/.


Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,

sálvame por tu misericordia.

En el asilo de tu presencia los escondes

de las conjuras humanas. R/.



Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Juan (6,30-35):

EN aquel tiempo, el gentío dijo a Jesús:

«¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”».

Jesús les replicó: «En verdad, en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo».

Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan».

Jesús les contestó: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás».


Palabra del Señor





«Es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo»

Rev. D. Joaquim MESEGUER García

(Rubí, Barcelona, España)



Hoy, en las palabras de Jesús podemos constatar la contraposición y la complementariedad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento: el Antiguo es figura del Nuevo y en el Nuevo las promesas hechas por Dios a los padres en el Antiguo llegan a su plenitud. Así, el maná que comieron los israelitas en el desierto no era el auténtico pan del cielo, sino la figura del verdadero pan que Dios, nuestro Padre, nos ha dado en la persona de Jesucristo, a quien ha enviado como Salvador del mundo. Moisés solicitó a Dios, a favor de los israelitas, un alimento material; Jesucristo, en cambio, se da a sí mismo como alimento divino que otorga la vida.

«¿Qué señal haces para que viéndola creamos en ti? ¿Qué obra realizas?» (Jn 6,30), exigen incrédulos e impertinentes los judíos. ¿Les ha parecido poco el signo de la multiplicación de los panes y los peces obrada por Jesús el día anterior? ¿Por qué ayer querían proclamar rey a Jesús y hoy ya no le creen? ¡Qué inconstante es a menudo el corazón humano! Dice san Bernardo de Claraval: «Los impíos andan alrededor, porque naturalmente, quieren dar satisfacción al apetito, y neciamente despreciar el modo de conseguir el fin». Así sucedía con los judíos: sumergidos en una visión materialista, pretendían que alguien les alimentara y solucionara sus problemas, pero no querían creer; eso era todo lo que les interesaba de Jesús. ¿No es ésta la perspectiva de quien desea una religión cómoda, hecha a medida y sin compromiso?

«Señor, danos siempre de este pan» (Jn 6,34): que estas palabras, pronunciadas por los judíos desde su modo materialista de ver la realidad, sean dichas por mí con la sinceridad que me proporciona la fe; que expresen de verdad un deseo de alimentarme con Jesucristo y de vivir unido a Él para siempre.

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