IN MEMORIAM
+ PADRE MARCOS TRUJILLO REAÑO OSJ
Padre Marcos... siete días que ya no estás no nosotros, Dios te llevó a su lado, por más conclusiones que saquemos, ya estaba escrito. Te vi por última vez en el Seminario, tu enorme sonrisa al verme quedará en mi memoria, llevaba de regreso a mi hijo, siempre me decías mamá gallina,… y si que costó, lágrimas y tristezas... Por Antonio me decías deja libre al chico, no te metas en sus decisiones que el camino del Seminario no es fácil, REZA y REZA por tu hijo, por Daniel al que dijiste que sería un rebelde sin causa jajaja, me orientabas como lidiar en sus crisis de adolescente.... gracias por ayudarme con tu oración, gracias por que siempre estabas pendiente de mis hijos, como un Padre espiritual, aconsejándoles y rezando por ellos.
Nuestra amistad era inquebrantable, siempre en silencio, amistad sincera y leal... tú siempre ayudándome con tu oración y palabras cuando sentía que mis fuerzas terminaban. Te llevas todas nuestras conversaciones, mis preocupaciones, mis tristezas, mis caídas, mis logros, siempre decías que busque mi felicidad y la de mis hijos, y así fue.... encontré el rumbo en mi vida, aunque la gente no entienda, yo si me entendía y Dios también. Extraño escucharte en tus Misas Virtuales, tus homilías que eran bien controvertidas jajaja... con Daniel te escuchábamos y te aplaudíamos, siempre sincero y directo, a veces te pasabas de la raya, pero eras tú!!! original, sencillo y humilde!!! un hombre lleno de valores, de amor a Cristo y a la Virgen, lleno de amor por su Congregación, obediente cuando te ordenaban misiones, que parecían imposibles, pero San José siempre te ayudaba y Dios sonreía desde el cielo viéndote trabajar por su Iglesia. Alegre y jovial, acogías a todas las personas por igual, no sentías distinción, te hiciste querer por todos nosotros, tu sonrisa reflejaba sinceridad y tu mirada reflejaba el amor de Dios.
Gracias por permitir trabajar contigo, de conocer a un gran ser humano, que me puso en la raya porque estaba desorientada, eran cosas de Dios, había buscado ayuda y no encontraba la persona idónea en quien confiar, ahora ya no estás...
Me apena enormemente no haber sabido a tiempo que te encontrabas mal, sabías que yo estaba ocupada con la Semana Santa de mi colegio, no quisiste interrumpir mi labor, Dios me mantuvo ocupada para no sentirme triste por ti... no quiero imaginar más como fue tu sufrimiento y el saber que ya estaba cercana la muerte.. pero tú no temías a la muerte, siempre valiente!!!!
Ahora estás gozando de la presencia de Dios, junto a la Virgen, a Cristo que tantas veces predicabas con fervor y amor, junto a tus seres queridos. Te habrás encontrado con San José, con San José Marello, que emoción... la vida eterna...
Mi gran amigo, mi Padre querido, te voy a extrañar ! y prometo seguir tus consejos y seguir hacia la meta. Es inevitable sentir tristeza porque ya no te veremos ni escucharemos, pero se que estas feliz!!!!!
Reza por nosotros desde el cielo. Te queremos! Te extrañaremos!