miércoles, 2 de febrero de 2022

IMÁGENES DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR














 

HOY LA IGLESIA CELEBRA LA JORNADA MUNDIAL DE LA VIDA CONSAGRADA, MIÉRCOLES 02 DE FEBRERO DE 2022



Hoy la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada

Redacción ACI Prensa

Foto: Congregación Religiosa Oblatos de San José - Provincia del Perú



Hoy 2 de febrero, Fiesta de la Presentación del Señor, la Iglesia también celebra la XXVI Jornada Mundial de la Vida Consagrada instituida por el Papa San Juan Pablo II en 1997.

“La vida consagrada, caminando juntos” es el lema que alienta la jornada de este año, cuya Misa será presidida por el Papa Francisco a las 5:30 p.m. (hora Roma) en la Basílica de San Pedro, y contará con la asistencia de miembros de los institutos de vida consagrada y de las sociedades de vida apostólica.

El Cardenal João Braz de Aviz y Mons. José Rodríguez Carballo, prefecto y secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, respectivamente, afirmaron en una carta que la jornada será “una ocasión de encuentro marcada por la fidelidad de Dios, que se manifiesta en la perseverancia gozosa de numerosos hombres y mujeres” consagrados y consagradas.

Asimismo, recordaron las palabras del Papa Francisco, quien dijo el 11 de diciembre de 2021 que “la vida consagrada nace en la Iglesia, crece y puede dar frutos evangélicos solo en la Iglesia, en la comunión viviente del Pueblo fiel de Dios”.

En la jornada de 2021, el Papa Francisco se refirió a la sequedad espiritual que afecta a muchos consagrados ante las expectativas defraudadas y frustraciones durante su misión.

Advirtió que “la tristeza interior en nosotros consagrados es un gusano que nos come desde dentro. Huid de la tristeza interior”; y animó a los consagrados a “ser pacientes con nosotros mismos y esperar con confianza los tiempos y los modos de Dios: Él es fiel a sus promesas”.

En la Jornada de 2020, el Papa Francisco dijo que los consagrados son “el gran tesoro en la Iglesia”, porque “siguen de cerca al Señor al profesar los consejos evangélicos” que son la pobreza, la castidad y la obediencia.

Además, el Pontífice recordó que la vida consagrada es un “don de amor” inmerecido del Señor que hay que acoger “con los brazos abiertos”; e invitó a los consagrados a “saber ver la gracia” recibida en la vocación en la historia personal, “no sólo en los grandes momentos de la vida, sino también en las fragilidades, en las debilidades, en las miserias”.

Cabe recordar que el 26 de enero de 2019, durante su visita a Panamá por la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa Francisco presidió una Misa con los sacerdotes, religiosos y consagrados.

En esa ocasión, el Santo Padre recordó algunas de las causas que provocan cansancio en los consagrados: “Desde largas horas de trabajo que dejan poco tiempo para comer, descansar y estar en familia, hasta ‘tóxicas’ condiciones laborales y afectivas que llevan al agotamiento y agrietan el corazón”. “Todas reclaman, como grito silencioso, un pozo desde donde volver a empezar”, dijo.

Frente a ello, el Pontífice alentó a los consagrados a recuperar “la pasión de enamorados” de su vocación y “volver sin miedo al pozo fundante del primer amor, cuando Jesús pasó por nuestro camino, nos miró con misericordia, nos pidió seguirlo”.

“Al decirlo recuperamos la memoria de aquel momento en el que sus ojos se cruzaron con los nuestros, el momento en que nos hizo sentir que nos amaba y no solo de manera personal sino también como comunidad”, agregó.


Vida consagrada en el mundo

Algunos datos importantes sobre las personas que decidieron consagrar su vida al servicio de Dios.

La vida consagrada está conformada por todos los bautizados que se consagran a Dios a través del rito de profesión o el de consagración de vírgenes. Estos fieles se comprometen a vivir la pobreza, castidad y obediencia, a través de emisión de votos o promesas.

Los fieles que responden a la vocación de la vida consagrada integran los institutos de vida contemplativa (varones y mujeres en comunidades claustrales), institutos de vida apostólica (congregaciones religiosas masculinas y femeninas, sociedades de vida apostólica), institutos seculares, orden de las vírgenes consagradas y nuevas formas de vida consagrada.

Según un informe estadístico de la Iglesia Católica publicado en octubre de 2021 por la agencia vaticana Fides, en el mundo hay 5.364 obispos, 414.336 sacerdotes, 48.238 diáconos permanentes, 50.295 religiosos no sacerdotes y 630.099 religiosas.

La Iglesia cuenta con 582 miembros de institutos seculares masculinos y 20.913 miembros de institutos seculares femeninos. El número de seminaristas mayores, diocesanos y religiosos es de 114.058 y 96.990 son los seminaristas menores, diocesanos y religiosos.

El Año de la Vida Consagrada comenzó el 30 de noviembre del 2014 y concluyó el 2 de febrero de 2016 en Roma en presencia de unos seis mil religiosos y religiosas. 

HOY ES LA FIESTA DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR, CUANDO LA VIRGEN ESCUCHÓ UNA DOLOROSA PROFECÍA



Hoy es la fiesta de la Presentación del Señor, cuando la Virgen escuchó una dolorosa profecía

Redacción ACI Prensa


Cada 2 de febrero la Iglesia Universal celebra la Fiesta de la Presentación del Señor Jesús en el Templo, en la que se recuerda el encuentro de la Sagrada Familia con Simeón y Ana; encuentro que simboliza el abrazo del Señor con su pueblo.

En este día también se recuerda la purificación ritual de la Santísima Virgen María después de haber dado a luz al Salvador.


La ley de Moisés

Según la antigua costumbre del pueblo de Israel, al nacer un primogénito este debía ser llevado al Templo para su presentación cuarenta días después de haber nacido. Así hicieron María y José con el niño Jesús, cumpliendo con lo ordenado por la Ley de Moisés. Por eso, la Iglesia cuenta 40 días después del día de Navidad (25 de diciembre) para celebrar la Presentación del Señor (2 de febrero). "Los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor" (Lc 2, 22).


Las profecías de Simeón y Ana

Al llegar al Templo, los padres de Jesús con el niño en brazos se encuentran con Simeón, el anciano al que el Espíritu Santo prometió que no moriría sin antes ver al Salvador del mundo. Fue el mismo Espíritu quien puso en boca de este profeta que ese pequeño niño sería el Redentor y Salvador de la humanidad: “Este niño está destinado a provocar la caída de muchos en Israel, y también el ascenso de muchos otros. Fue enviado como una señal de Dios, pero muchos se le opondrán. Como resultado, saldrán a la luz los pensamientos más profundos de muchos corazones, y una espada atravesará tu propia alma” (Ver Cántico de Simeón: Lc 2,22-40).

“También aquel día se encontraba en el Templo la hija de Fanuel, de la Tribu de Aser, llamada Ana. Ella era una mujer de edad muy avanzada; había enviudado solo siete años después de haberse casado y permaneció así hasta los 84 años. Ana andaba día y noche en el Templo, adorando a Dios, ofreciendo ayunos y oraciones. Ella, al ver al niño, lo reconoció y empezó a proclamar a todos los que esperaban la redención de Jerusalén que la Salvación había llegado” (Lc 2, 36-40)





 La presentación del Señor


Aunque esta fiesta del 2 de febrero cae fuera del tiempo de navidad, es una parte integrante del relato de navidad. Es una chispa de fuego de navidad, es una epifanía del día cuadragésimo. Navidad, epifanía, presentación del Señor son tres paneles de un tríptico litúrgico.

Es una fiesta antiquísima de origen oriental. La Iglesia de Jerusalén la celebraba ya en el siglo IV. Se celebraba allí a los cuarenta días de la fiesta de la epifanía, el 14 de febrero. La peregrina Eteria, que cuenta esto en su famoso diario, añade el interesante comentario de que se "celebraba con el mayor gozo, como si fuera la pascua misma"'. Desde Jerusalén, la fiesta se propagó a otras iglesias de Oriente y de Occidente. En el siglo VII, si no antes, había sido introducida en Roma. Se asoció con esta fiesta una procesión de las candelas. La Iglesia romana celebraba la fiesta cuarenta días después de navidad.

Entre las iglesias orientales se conocía esta fiesta como "La fiesta del Encuentro" (en griego, Hypapante), nombre muy significativo y expresivo, que destaca un aspecto fundamental de la fiesta: el encuentro del Ungido de Dios con su pueblo. San Lucas narra el hecho en el capítulo 2 de su evangelio. Obedeciendo a la ley mosaica, los padres de Jesús llevaron a su hijo al templo cuarenta días después de su nacimiento para presentarlo al Señor y hacer una ofrenda por él 1.

Esta fiesta comenzó a ser conocida en Occidente, desde el siglo X, con el nombre de Purificación de la bienaventurada virgen María. Fue incluida entre las fiestas de Nuestra Señora. Pero esto no era del todo correcto, ya que la Iglesia celebra en este día, esencialmente, un misterio de nuestro Señor. En el calendario romano, revisado en 1969, se cambió el nombre por el de "La Presentación del Señor". Esta es una indicación más verdadera de la naturaleza y del objeto de la fiesta. Sin embargo, ello no quiere decir que infravaloremos el papel importantísimo de María en los acontecimientos que celebramos. Los misterios de Cristo y de su madre están estrechamente ligados, de manera que nos encontramos aquí con una especie de celebración dual, una fiesta de Cristo y de María.

La bendición de las candelas antes de la misa y la procesión con las velas encendidas son rasgos chocantes de la celebración actual. El misal romano ha mantenido estas costumbres, ofreciendo dos formas alternativas de procesión. Es adecuado que, en este día, al escuchar el cántico de Simeón en el evangelio (Lc 2,22-40), aclamemos a Cristo como "luz para iluminar a las naciones y para dar gloria a tu pueblo, Israel".

lunes, 31 de enero de 2022

¿POR QUÉ EL VATICANO SE LLENÓ DE GLOBOS DE COLORES ESTE DOMINGO 30 DE ENERO?

 



 ¿Por qué el Vaticano se llenó de globos de colores este domingo?

POR DIEGO LÓPEZ MARINA | ACI Prensa

Noticias por email

 Crédito: Vatican Media


Después del rezo del Ángelus este domingo, el Papa Francisco saludó personalmente a un grupo de niños que participaban en la “Caravana de la Paz” organizada por Acción Católica Juvenil de la Diócesis de Roma, quienes lanzaron al cielo decenas de globos de colores.

La caravana, que se realiza desde hace 43 años el último domingo del mes de enero, convoca a jóvenes y niños de las parroquias y escuelas católicas de Roma con el fin de subrayar la necesidad de vivir en un mundo de paz y solidaridad.

Este año, debido a la pandemia de COVID-19, solamente participó un pequeño grupo de niños, jóvenes, padres, educadores y sacerdotes.

Mientras observaba el ascenso de los globos, el Papa Francisco dijo: “Es un signo de esperanza que los jóvenes de Roma nos traen hoy”.

“Su lema es ‘Remendemos la paz’. ¡Bonito eslogan! ¡Es importante! Hay una gran necesidad de ‘remendar’, desde nuestras relaciones personales, hasta las relaciones entre estados. ¡Gracias!”, dijo el Papa ante los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.

En un mensaje dirigido al Santo Padre por representes de Acción Católica Juvenil de Roma se aseguró que, “a pesar de las dificultades del momento”, el grupo no se desanima, “y con nuestros amigos conectados desde casa, ¡queremos gritar nuestro deseo de paz!”.

“Remendar la paz es como unir a todos los pueblos, crear hermandad y decir no a las guerras. Se necesita tiempo para crear la paz, pero si se crea, es difícil romperla”, señala el mensaje.

La agrupación contó que, como cada año, a sus miembros les gusta ocuparse “en primera persona apoyando proyectos solidarios”.

“En esta ocasión decidimos asomarnos a Egipto, para ayudar a los amigos de la Asociación Niño Jesús de El Cairo Onlus, en la construcción de un hogar para niños y jóvenes llamado Oasi della Pietà, mientras que en nuestra diócesis iremos a apoyar la taller de serigrafía artesanal promovido por Cáritas de Roma”, describe el grupo.

Finalmente, los representantes agradecieron al Papa Francisco “por enseñarnos que la paz es todo ser amigos sin pensar en las diferencias, estar juntos, divertirse y mantenerse unidos incluso cuando se trata de discutir”.

“Tu ejemplo para nosotros los niños es realmente precioso y junto a ti podremos ‘remendar la paz’  en nuestra ciudad y en el mundo entero. Querido Papa, nunca olvides que la Acción Católica de Roma siempre ora por ti y que te quiere mucho”, concluyeron.

HOY CELEBRAMOS A SAN JUAN BOSCO, PADRE Y MAESTRO DE LA JUVENTUD, 31 DE ENERO



San Juan Bosco, padre y maestro de juventud, no se encerró en la sacristía, destaca Papa

POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa

 Don Bosco. Foto: Dominio público





Con ocasión de la memoria litúrgica de San Juan Bosco que la Iglesia Católica celebra cada 31 de enero, el Papa Francisco señaló que “no se encerró en la sacristía, sino que salió a la calle a buscar a los jóvenes, con esa creatividad que le caracterizó”.

El Santo Padre destacó el ejemplo de pastoral juvenil que caracterizó al fundador de los Salesianos con un mensaje a través de su cuenta oficial de Twitter @Pontifex_es

En el día de su canonización, el entonces Papa Pío XI resaltó que don Bosco fue “apóstol de la juventud, completamente entregado a la gloria de Dios y a la salvación de las almas”.

Además, al finalizar el rezo del Ángelus dominical el 30 de enero, el Santo Padre saludó a los salesianos y salesianas y les agradeció por “tanto bien que hacen en la Iglesia”.

El Papa relató que siguió por televisión la Misa que el Rector Mayor, P. Ángel Fernández Artime, presidió el domingo en el Santuario de María Auxiliadora [en Turín] y añadió “recé con él por todos”.

“Pensemos en este gran Santo, padre y maestro de la juventud. No se encerró en la sacristía, no se encerró en sus cosas. Salió a la calle para buscar a los jóvenes, con esa creatividad que lo caracterizó. ¡Muchas felicidades a todos los salesianos y a las salesianas!”, afirmó el Papa ante los numerosos fieles reunidos en la Plaza San Pedro del Vaticano.

San Juan Bosco, conocido como don Bosco, murió el 31 de enero de 1880, tras una vida entregada a la educación y formación de los jóvenes. 

IMÁGENES DE SAN JUAN BOSCO, 31 DE ENERO


















 

FELIZ SEMANA!!!





 

domingo, 30 de enero de 2022

PEQUEÑAS MISERIAS... SOMOS ASÍ - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 30 DE ENERO DE 2022



Pequeñas miserias… somos así


Cuando alguien nos resulta agradable o simpático, todo lo que haga o diga (aunque sea una barbaridad o un disparate) hasta nos puede parecer bueno y noble. Por el contrario, cuando una persona se nos pone “entre ceja y ceja” aunque nos diga una gran verdad o realice grandes maravillas, nos suele resultar difícil encomiar o valorar su labor. Nada, de lo que nos diga, logrará disipar ciertas dudas. Somos así. Las cosas, según quien las hace y las mentiras… las damos por buenas o malas, falsas o verdaderas. ¿Por qué somos así? 

A Jesús, en el inicio de su misión, le ocurrió algo parecido. Enseguida le recordaron que, aquel que había nacido entre pajas, bajo la mirada de los humildes José y María, poco o nada podía aportar. Y, mucho menos, dar lecciones a nadie cuando todos sabían que no precisamente había nacido en alta alcurnia. Jesús, desde el principio, padeció en propia piel la dureza del corazón y la obstinación de los suyos. Y es que, muchas veces, es más difícil llevar un mensaje a los de la propia casa que a aquellos que viven en la de enfrente. 

Pero, Jesús, se abrió paso entre aquella muchedumbre que, admirando o criticando, le señalaban con el dedo. La Iglesia, en muchas situaciones (en relevos episcopales, sacerdotales, ministerios realizados generosamente por muchos laicos) también padece este tipo de escenarios. ¿Pero este obispo no es así o de aquella manera? ¿Qué nos va a decir este sacerdote cuando todos sabemos que…? ¿Cómo puede repartir la comunión aquel seglar o leer la lectura aquel otro laico?

Si, hermanos. Tenemos un gran defecto: nos gusta, de entrada, recordar las pequeñas miserias de algunas personas (que tal vez ante los ojos de Dios no son dificultades para entrar en el Reino de Dios) y somos capaces de obviar otro tipo de actitudes que, a la luz del Evangelio, son mucho más esenciales y reprochables. Por ello mismo, el Señor, nos invita a ser más receptivos a la Gracia. No podemos escudarnos ni excusarnos en nuestros juicios para quedarnos donde estamos. Para no progresar en nuestro conocimiento de Dios o en la fidelidad a Jesucristo.

Hoy, al escuchar el Evangelio de este domingo, también nos debe hacer reflexionar sobre otro punto. ¿Por qué a la Iglesia se le niega hasta el pan y el agua en muchos lugares de Occidente y, a otras religiones o sensibilidades espirituales, se les abre de par en par todas las puertas? Los estereotipos que, en diversas ocasiones, funcionan por Internet, la prensa oral, visual o escrita, nos insisten siempre en la misma dirección: “¿No es esta la Iglesia poderosa, incomprensiva, intolerante, autoritaria, insolidaria, etc., etc.?

En el fondo, y es verdad, subyace un problema de fondo: la Iglesia, aún con sus defectos y carencias, necesidad de perfección y de purificación, sigue levantándose en medio de la gran sinagoga del mundo para recordarnos que, tal como camina nuestra sociedad, vamos a tierra de nadie. ¿No será que, por eso mismo, tratan de denigrarla aquellos que desean un mundo a su antojo, sin profetas ni contrarios con un sistema que nos inyecta el veneno letal del vivir sin Dios, sin religión, sin moral o principios cristianos? 

Qué importante es que, la Iglesia, en medio de incomprensiones y empujones (como el mismo Cristo lo vivió en propias carnes) sepa abrirse paso en medio del griterío y del poder mediático para seguir cumpliendo su misión. Y, esa Iglesia, somos nosotros. No lo olvidemos.


(P. Javier Leoz) 

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