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lunes, 21 de septiembre de 2020
SANTORAL DE HOY LUNES 21 DE SEPTIEMBRE DE 2020
domingo, 20 de septiembre de 2020
NO TEMAS, YO TE PROTEJO
“No temas, yo te protejo”
Un tema recurrente en la Biblia es la protección amorosa de Dios que está contigo, te defiende y asiste porque te ama. Esta idea se ve expresada con variadas imágenes: Dios es el guardián vigilante del hombre cuya sombra te libra de los ardores del sol y de los maleficios de la luna (S. 121). Es como un ala protectora, como un pastor solícito, como un alcázar fortificado, etc.
Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo, mi alcázar, mi libertador (18). Él te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás. Su brazo es escudo y armadura (91). El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu alma; el Señor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre (121). El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? (27). Tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría que si abundara en trigo y en vino. En paz me acuesto y enseguida me duermo, porque tú solo, Señor, me haces vivir tranquilo (4). Bendice, alma mía, al Señor y no olvides nunca sus beneficios (103).
“Descarguen en el Señor todas sus inquietudes, pues él se ocupa de ustedes”. Si lees y meditas la Biblia, encontrarás esta exhortación y otras semejantes. Te ayudarán a fortalecer tu confianza en Dios que te ofrece refugio “a la sombra de sus alas mientras vienen calamidades” de cualquier clase y magnitud. “No temas, contigo estoy. Yo te amo”, te asegura Dios.
* Enviado por el P. Natalio
TRABAJAR EN LA VIÑA - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 20 DE SEPTIEMBRE DE 2020
Trabajar en la viña
Eran las semanas últimas de la vida de Jesús, cuando en sus enseñanzas muestra más claramente que su mensaje es para todos y que, precisamente por culpa de los jefes religiosos del pueblo de Israel, pueblo que había sido elegido por Dios, sería puesto al mismo nivel o estaría por detrás de otros muchos venidos a la fe después.
Esto es algo de lo que Jesús nos enseña en esta parábola. Para muchos sorprende el final. Esto suele pasar en varias parábolas. A veces habla Jesús de forma sorpresiva para que se capte mejor el mensaje que quiere darnos. Por de pronto Jesús no está hablando de relaciones económicas o laborales. Cuando alguien se sorprende o se escandaliza, es porque no ha comprendido el sentido del Reino de Dios. Nosotros tenemos un concepto de justicia que no es lo mismo que la justicia de Dios.
Hoy en la primera lectura el profeta Isaías, hablando de parte de Dios, nos dice: “mis pensamientos no son vuestros pensamientos, mis caminos no son vuestros caminos”. Él mismo nos dice que los caminos de Dios son más altos, como los planes de Dios son más altos. Claro que debemos trabajar para tener justicia; pero no debemos quedarnos ahí, sino que por encima está la caridad, y la fraternidad, la generosidad, la gratuidad, el compartir. Hay quienes sólo hacen tratos con la fórmula: “te doy para que me des”. Y normalmente somos muy mezquinos, porque somos egoístas.
Hoy nos enseña Jesús que Dios llama a todos. A veces se le escucha de pequeño, a veces en la juventud o de mayor o en la vejez. Lo importante es decirle que sí mientras haya tiempo, “mientras es de día”. Para el que responde a su llamada, Dios es generoso, sin que lo merezcamos, porque la salvación es un don de Dios. Si Dios nos da lo suficiente e infinitamente más ¿Por qué vamos a juzgar su acción con los demás?
Esta parábola en primer lugar estaba dirigida a los jefes judíos que no veían bien el hecho de que Jesús tratase con igual o más benevolencia a los publicanos y pecadores. Quizá cuando esto escribía san Mateo tenía muy en cuenta algunas disputas que había entre los judeocristianos y los paganos recién convertidos. A algunos judíos convertidos no les parecía bien que se tratase igual a los paganos recién convertidos. Sobre esto tuvo que hablar y escribir bastante san Pablo. Es la envidia y mezquindad que Jesús había lamentado: la del hermano mayor del “hijo pródigo”, la de Judas ante el “despilfarro” de María, la hermana de Lázaro, o el fariseo Simón cuando ve a Jesús perdonar a la pecadora, o como Jonás que se lamenta cuando Dios perdona a la ciudad de Nínive. La justicia de Dios no es como la humana sin amor. Él no hace cálculos, sino que ama, como quiere que hagamos nosotros.
Nosotros calculamos demasiado, como aquel sacerdote y el levita de la parábola del buen samaritano; pero éste no calculó y fue alabado por Jesús. Hoy los últimos de la parábola tampoco calculan, sino que se fían del dueño, y esta confianza les valió una buena recompensa. Igual que los que habían trabajado mucho sin tanta confianza. Por eso, en el trabajo que hacemos por el Reino de Dios, no se trata de calcular cuánto premio tendremos, sino de trabajar con amor y confiar en Dios, que es mucho más espléndido de lo que pensamos. No se trata de recibir un sueldo, como los que sólo saben pedir por su salvación, aunque no es que sea malo, sino que lo importante es que el “Reino de Dios venga sobre nosotros” y las demás intenciones que Jesús nos enseñó en el Padrenuestro. Después el premio vendrá por añadidura.
Ante esta parábola, nuestra actitud cristiana debe ser de agradecimiento, alabando al Señor por su bondad y magnanimidad. A todos nos da una esperanza de eternidad feliz, aunque no hay que estar obsesionados con el final. Lo importante es trabajar en el oficio que tengamos, sabiendo que el trabajo es una colaboración con Dios para llevar al mundo adelante, hasta la mayor plenitud posible; pero sabiendo que esa plenitud será verdad, si el mensaje de amor y de paz nos llena el corazón.
(Padre Silverio Velasco)
HOY SE INICIA LA NOVENA A LOS SANTOS ARCÁNGELES MIGUEL, GABRIEL Y RAFAEL
Hoy se inicia la novena a los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
Redacción ACI Prensa
El 29 de septiembre la Iglesia celebrará la Fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, quienes aparecen en la Biblia con misiones importantes de Dios.
Por ello, aquí una novena en honor de estos tres amigos del cielo que tienen la tarea de defender al hombre en la lucha contra los planes del demonio.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amén.
Oración inicial
Dios todopoderoso y eterno, bendito y alabado seas por toda la eternidad. Que todos los ángeles y los hombres que has creado te adoren, te amen y te sirvan, Dios Santo, Dios Fuerte, Dios Inmortal.
Y tú, María, reina de los ángeles, medianera de todas las gracias, todopoderosa en tu oración, recibe bondadosamente la oración que les dirigimos a los arcángeles y hazla llegar hasta el Trono del Altísimo para que obtengamos gracia, salvación y auxilio. Amén.
Oración a los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael:
San Miguel Arcángel, tú eres el Príncipe de las milicias celestiales, el vencedor del dragón infernal, has recibido de Dios la fuerza y el poder para aniquilar por medio de la humildad el orgullo de los poderes de las tinieblas. Te imploramos, suscita en nosotros la auténtica humildad del corazón, la fidelidad inquebrantable, para cumplir siempre la voluntad de Dios, la fortaleza en el sufrimiento y las necesidades, ayúdanos a subsistir delante del tribunal de Dios.
San Gabriel Arcángel, tú eres el ángel de la Encarnación, el mensajero fiel de Dios, abre nuestros oídos para captar los más pequeños signos y llamamientos del corazón amante de nuestro Señor; Permanece siempre delante de nuestros ojos, te imploramos, para que comprendamos correctamente la Palabra de Dios y la sigamos y obedezcamos y para cumplir aquello que Dios quiere de nosotros. Haznos vigilantes en la espera del Señor para que no nos encuentre dormidos cuando llegue.
San Rafael Arcángel, tú eres el mensajero del amor de Dios. Te imploramos, hiere nuestro corazón con un amor ardiente por Dios y no dejes que esta herida se cierre jamás para que permanezcamos sobre el camino del amor en la vida diaria y venzamos todos los obstáculos por la fuerza de este amor.
Ayudadnos hermanos grandes y santos, servidores como nosotros delante de Dios. Protegednos contra nosotros mismos, contra nuestra cobardía y tibieza, contra nuestro egoísmo y nuestra avaricia, contra nuestra envidia y desconfianza, contra nuestra suficiencia y comodidad, contra nuestro deseo de ser apreciados. Desligadnos de los lazos del pecado y de toda atadura al mundo.
Desatad la venda que nosotros mismos hemos anudado sobre nuestros ojos, para dispensarnos de ver la miseria que nos rodea, y poder mirar nuestro propio yo sin incomodarnos y con conmiseración.
Clavad en nuestro corazón el aguijón de la santa inquietud de Dios, para que no cesemos jamás de buscarlo con pasión, contrición y amor.
Buscad en nosotros la Sangre de Nuestro Señor que se derramó por nosotros. Buscad en nosotros las lágrimas de vuestra Reina vertidas por nuestra causa. Buscad en nosotros la imagen de Dios destrozada, desteñida, deteriorada, imagen a la cual Dios quiso crearnos por amor.
Ayudadnos a reconocer a Dios, a adorarlo, amarlo y servirlo. Ayudadnos en la lucha contra los poderes de las tinieblas que nos rodean y nos oprimen solapadamente.
Ayudadnos para que ninguno de nosotros se pierda, y para que un día, gozosos, podamos reunirnos en la felicidad eterna. Amén.
(Se dicen las intenciones de la novena y se rezan tres Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Invocaciones finales
San Miguel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros.
San Rafael, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros.
San Gabriel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros. Amén.
TESTIMONIOS HISTÓRICOS MUESTRAN QUE EL PADRE PÍO HABLABA IDIOMAS QUE NO SABÍA
Testimonios históricos muestran que el Padre Pío hablaba idiomas que no sabía
Redacción ACI Prensa
Diversos testimonios históricos muestran que el querido Padre Pío de Pietrelcina, cuya fiesta se celebra el próximo 23 de septiembre, tenía el don de la xenoglosia, es decir que era capaz de hablar y escribir idiomas que no sabía.
El sitio web PadrePio.it recuerda lo dicho por el director espirituales del santo sacerdote, el P. Agostino da San Marco in Lamis, que en 1912 indicó que el Santo de los estigmas “no sabe ni griego ni francés”.
En febrero de ese año y tras recibir cartas en el segundo idioma, el sacerdote le preguntó al Padre Pío: “¿Quién te ha enseñado francés?”, a lo que el santo respondió: “a su pregunta sobre el francés respondo con Jeremías… nescio loqui” (Ay, no lo sé hablar).
El 20 de septiembre de ese mismo año, el Padre Pío le dijo al P. Agostino lo siguiente: “los celestes personajes no dejan de visitarme y hacerme pregustar la emoción de los beatos. Y si la misión de nuestro ángel custodio es grande, la del mío es más grande teniendo que hacer de maestro para explicar otras lenguas”.
En su Diario, el P. Agostino explicó también que en 1911 el Padre Pío escribió una respuesta a una postal en correcto francés, sin errores ortográficos.
En el libro “Dichos y anécdotas del Padre Pío”, el P. Constantino Capobianco escribió que el hermano de Angela Serritelli que vivía en Estados Unidos llevó a su hija a San Giovanni Rotondo para que recibiera la comunión de manos del santo sacerdote. La chica no hablaba italiano y el Padre Pío no hablaba inglés, por lo que hizo que la acompañara una mujer de nombre María Pyle.
“Padre, he acompañado a la nieta de Angelina para que se confiese”, dijo la mujer. “Está bien”, dijo el Padre Pío, a lo que la mujer respondió: “Padre, estoy aquí para ayudarla porque la muchacha no entiende italiano”, a lo que el santo contestó: “María, te puedes ir porque estas son cosas que las vemos ella y yo”.
Luego de la confesión, la muchacha le explicó que el Padre Pío le habló en inglés y por eso pudieron entenderse.
En su Diario, el P. Agostino recuerda que el 21 de enero de 1945 le contaron que “en 1940 o 1941 vino con el Padre Pío un sacerdote suizo que habló en italiano con el Padre. Antes de irse, el sacerdote le encomendó a una enferma y el Padre respondió en alemán: ‘ich werde sie an die gottliche Barmherzigkeit’ (la encomiendo a la Divina Misericordia). El sacerdote se quedó maravillado del hecho y lo contó a la persona que lo hospedaba”.
PAPA FRANCISCO: ESTAS SON LAS DOS ACTITUDES DE DIOS HACIA SU PUEBLO
Redacción ACI Prensa
Foto: Vatican Media
En su comentario previo al rezo del Ángelus, el Papa reflexionó sobre dos actitudes de Dios: la llamada y la recompensa. Estas dos actitudes las explica Jesús en el Evangelio en la parábola de los trabajadores llamados a trabajar por el dueño de la viña.
Sobre la llamada, el Pontífice explicó que en la parábola evangélica se narra cómo “el dueño de la viña sale en cinco ocasiones a la plaza y llama a trabajar para él: a las seis, a las nueve, a las doce, a las tres y a las cinco de la tarde. Es conmovedora la imagen de este dueño que sale varias veces a la plaza a buscar trabajadores para su viña”.
Según el Santo Padre, “ese dueño representa a Dios, que llama a todos y llama siempre. A cualquier hora. Dios actúa así también hoy: nos sigue llamando a cada uno, a cualquier hora, para invitarnos a trabajar en su Reino. Este es el estilo de Dios, que hemos de aceptar e imitar. Él no está encerrado en su mundo, sino que ‘sale’ continuamente a la búsqueda de las personas, porque quiere que nadie quede excluido de su plan de amor”. “Dios siempre está en salida, buscándonos”.
Del mismo modo, “también nuestras comunidades están llamadas a salir de los varios tipos de ‘fronteras’ que pueden existir, para ofrecer a todos la palabra de salvación que Jesús vino a traer. Se trata de abrirse a horizontes de vida que ofrezcan esperanza a cuantos viven en las periferias existenciales y aún no han experimentado, o han perdido, la fuerza y la luz del encuentro con Cristo”.
“La Iglesia debe ser como Dios: siempre en salida. Y cuando la Iglesia no está en salida, se enferma de las muchas enfermedades que tenemos en la Iglesia. ‘¿Y por qué estas enfermedades en la Iglesia?’. ‘Porque no está en salida’. Es cierto que cuando uno sale está el peligro de un accidente. Pero es mejor una Iglesia accidentada por salir a anunciar el Evangelio que una Iglesia enferma de cerrazón. Dios sale siempre, porque es Padre, porque ama. La Iglesia debe hacer lo mismo, siempre en salida”.
La segunda actitud del dueño de la viña en la parábola evangélica, que representa a Dios, es “su modo de recompensar a los trabajadores. Se pone de acuerdo con los primeros obreros, contratados por la mañana, para pagarles ‘un denario’. En cambio, a los que llegan a continuación les dice: ‘Os daré lo que sea justo’. Al final de la jornada, el dueño de la viña ordena que a todos les sea dada la misma paga, es decir, un denario”.
“Quienes han trabajado desde la mañana temprano se indignan y se quejan del dueño, pero él insiste: quiere dar el máximo de la recompensa a todos, incluso a quienes llegaron los últimos. Y aquí se comprende que Jesús no está hablando del trabajo y del salario justo, sino del Reino de Dios y de la bondad del Padre celestial”.
De hecho, subrayó el Pontífice, “Dios se comporta así: no mira el tiempo y los resultados, sino la disponibilidad y la generosidad con la que nos ponemos a su servicio. Su actuar es más que justo, en el sentido de que va más allá de la justicia y se manifiesta en la Gracia. Donándonos la Gracia, Él nos da más de lo que merecemos”.
“Y entonces, quien razona con la lógica humana, la de los méritos adquiridos con la propia habilidad, pasa de ser el primero a ser el último. En cambio, quien se confía con humildad a la misericordia del Padre, pasa de último a primero”, concluyó el Papa Francisco.
EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 20 DE SEPTIEMBRE DE 2020
Lecturas de hoy Domingo 25º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Hoy, domingo, 20 de septiembre de 2020
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (55, 6-9):
Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras esté cerca; que el malvado abandone su camino, y el criminal sus planes; que regrese al Señor, y él tendrá piedad; a nuestro Dios, que es rico en perdón. Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos –oráculo del Señor–. Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros, mis planes que vuestros planes.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 144
R/. Cerca está el Señor de los que lo invocan
Día tras día, te bendeciré, Dios mío
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor y merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza. R/.
El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R/.
El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (1,20c-24.27a):
Cristo será glorificado en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero, no sé qué escoger. Me encuentro en ese dilema: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros. Lo importante es que vosotros llevéis una vida digna del Evangelio de Cristo.
Palabra de Dios
Evangelio de hoy
Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo (20,1-16):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido." Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado." Él les dijo: "Id también vosotros a mi viña." Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros." Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno." Él replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?" Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.»
Palabra del Señor
«¿(...) vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?»
Rev. D. Jaume GONZÁLEZ i Padrós
(Barcelona, España)
Hoy el evangelista continúa haciendo la descripción del Reino de Dios según la enseñanza de Jesús, tal como va siendo proclamado durante estos domingos de verano en nuestras asambleas eucarísticas.
En el fondo del relato de hoy, la viña, imagen profética del pueblo de Israel en el Primer Testamento, y ahora del nuevo pueblo de Dios que nace del costado abierto del Señor en la cruz. La cuestión: la pertenencia a este pueblo, que viene dada por una llamada personal hecha a cada uno: «No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros» (Jn 15,16), y por la voluntad del Padre del cielo, de hacer extensiva esta llamada a todos los hombres, movido por su voluntad generosa de salvación.
Resalta, en esta parábola, la protesta de los trabajadores de primera hora. Son la imagen paralela del hermano mayor de la parábola del hijo pródigo. Los que viven su trabajo por el Reino de Dios (el trabajo en la viña) como una carga pesada («hemos aguantado el peso del día y el bochorno»: Mt 20,12) y no como un privilegio que Dios les dispensa; no trabajan desde el gozo filial, sino con el malhumor de los siervos.
Para ellos la fe es algo que ata y esclaviza y, calladamente, tienen envidia de quienes “viven la vida”, ya que conciben la conciencia cristiana como un freno, y no como unas alas que dan vuelo divino a la vida humana. Piensan que es mejor permanecer desocupados espiritualmente, antes que vivir a la luz de la palabra de Dios. Sienten que la salvación les es debida y son celosos de ella. Contrasta notablemente su espíritu mezquino con la generosidad del Padre, que «quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad» (1Tim 2,4), y por eso llama a su viña, «Él que es bueno con todos, y ama con ternura todo lo que ha creado» (Sal 145,9).
SANTORAL DE HOY DOMINGO 20 DE SEPTIEMBRE DE 2020
Lorenzo Han I-hyong, Santo Catequista Mártir, 20 de septiembre |
Adelpreto de Trento, Beato Obispo y mártir, 20 de septiembre |
Juan Carlos Cornay, Santo Sacerdote y Mártir, 20 de septiembre |
Teresa Cejudo Redondo, Beata Mártir Laica, 20 de septiembre |
María Teresa de San José, Beata Virgen y Fundadora, 20 de septiembre |
Francisco de Posadas, Beato Sacerdote, 20 de septiembre |
Eustaquio, Santo Mártir Laico, 20 de septiembre |
José María de Yermo y Parres, Santo Presbítero y Fundador, 20 de septiembre |
103 mártires de Corea, Santos Memoria Litúrgica, 20 de septiembre |