sábado, 31 de mayo de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 31 DE MAYO DEL 2014

Autor: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net
La Visita de María a su prima Isabel
Lucas 1, 39-56. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
 
La Visita de María a su prima Isabel
Del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-56

En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor! Y dijo María: Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia - como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos. María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.

Oración introductoria

María, hoy concluye el mes dedicado a honrarte. Gracias por tu compañía. Gracias por tu amor, tu calor y tu cercanía de Madre. Pongo en tus manos este momento de oración, ayúdame a hablar con tu Hijo, a alabarlo y glorificarlo, como lo hacías Tú.

Petición

María, condúceme hacia la transformación completa en Jesucristo.

Meditación del Papa Benedicto XVI

El relato evangélico de la Visitación nos muestra cómo la Virgen, después de la anunciación del Ángel, no retuvo el don recibido, sino que partió inmediatamente para ayudar a su anciana prima Isabel (...) El Magníficat no es el cántico de aquellos a quienes les sonríe la suerte, de los que siempre van "viento en popa"; es más bien la gratitud de quien conoce los dramas de la vida, pero confía en la obra redentora de Dios. Es un canto que expresa la fe probada de generaciones de hombres y mujeres que han puesto en Dios su esperanza y se han comprometido en primera persona, como María, para ayudar a los hermanos necesitados. En el Magníficat escuchamos la voz de tantos santos y santas de la caridad (...) Quien permanece por largo tiempo cerca de las personas que sufren, conoce la angustia y las lágrimas, pero también el milagro del gozo, fruto del amor. Benedicto XVI, 11 de febrero de 2010.

Reflexión

Cuando era niño escuché esta frase dedicada a María: Mujer, eres tan grande y tanto vales que quien quiere una gracia y no recurre a ti, pretende volar sin alas. Desde ese día, grabé la frase en mi corazón pues vi en ella todo el cariño que puede tener una madre por sus hijos.

La escena de este evangelio está llena de sencillez, y al mismo tiempo, de un significado muy profundo. Es el encuentro de dos mujeres, una anciana y otra joven; una a punto de tener un hijo, y otra llevando al mismo Dios en su seno. Y de ese abrazo surgió una frase que repetimos diariamente en el rezo del Avemaría (“bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”), y un hermoso canto llamado el “Magníficat”, porque en latín empieza con esta palabra.

¿Y qué nos dice María en su canción?
Primero habla de Dios, porque para ella es lo más importante en su vida. Le llama Señor, Santo y Salvador. Luego cuenta su experiencia; de humilde jovencita de Nazaret a la más grande de todas las mujeres porque ha permitido que Dios haga con ella su obra. La tercera mirada de María es hacia los hombres, sobre todo a los pobres por quienes muestra una dedicación especial. A continuación nos dice que la promesa que hizo el Señor con Abrahán, va a cumplirse con el nacimiento del Mesías, es decir, de su Hijo Jesús.

Propósito

Llevar la Buena Nueva del Evangelio a un enfermo o a un necesitado.

Diálogo con Cristo 

Jesús, quiero terminar esta oración consagrándome a María. Quiero imitarla en ese abandono total a la voluntad santísima de Dios, en su fe fuerte, en su esperanza inquebrantable y en su caridad ardiente. No permitas nunca que me separe de mi madre María, porque ella es quien educa mi corazón en la escucha y en la generosidad, para saber ser humilde y dócil a las luces del Espíritu Santo.





  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Pedro García Cmf 

    EL MAGNIFICAT


    viernes, 30 de mayo de 2014

    GIFS DE JESÚS TE AMA




































































    LA SOMBRA DEL ASNO



    La sombra del asno


    Demóstenes echaba en cara los errores a los atenienses. Un día, que les estaba hablando en una  plaza pública, recibió un abucheo fenomenal. “¡Sólo dos palabras para contaros la historia de 
    un asno”, gritó. Y la multitud le dejó hablar.

    “Había una vez, prosiguió Demóstenes, un viajante que alquiló un asno para  ir de Atenas a Megara y el dueño del asno le acompañó en el viaje. A mediodía buscaron la sombra  de un árbol para sentarse a comer y como no había ninguno, el dueño del animal se sentó a la sombra  del asno.

    -Te he alquilado el asno, pero no su sombra de modo que el asno sigue perteneciéndome –  explicó el propietario.

    -De ninguna manera. Me has alquilado el burro entero con todas sus circunstancias, replicó el  viajante”.

    Al llegar a este punto, Demóstenes se calló. Los asistentes gritaron : “¿Y qué ocurrió  después?” Y el orador preguntó: “¿Os interesa más oír hablar de la sombra de un asno que de 
    vuestros propios intereses?

    PARÁBOLA DE LA VERDAD Y LA LIBERTAD



    Parábola de la verdad y la libertad
    Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

    Los corazones de los discípulos se encendían de santo orgullo. Veían que los judíos convertidos ante las palabras del Maestro, se acercaban a él  entusiasmados y sin vergüenza de ser vistos por sus compinches.

    El Maestro les decía: Manteneos fieles a mi palabra, seréis mis discípulos, entenderéis la verdad y la verdad os hará libres.

                Maestro, ¿cómo puede ser eso? Sabe que somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie.

    Esta es la cuestión. Antes de verse implicados en la novedad que el Maestro traía consigo, querían saberlo todo a la perfección.

    -    Sí, amigos. No le deis más vueltas a la cabeza. La verdad es la que traigo de parte de mi Padre celestial. Yo no hablo por cuenta propia. Transmito sus palabras. Las mismas que creyó Abrahán.

    -     ¿Las mismas? Sí, acudid a la Escritura. Toda ella  se refiere a mi venida al mundo. Yo soy el Mesías. Lo tenéis delante. Es la verdad. Todo el que cree en mi, es un ser libre.¿ Qué?  ¿Le tenéis miedo a los otros judíos santones e hipócritas?

    -    Y los dejó pensativos.

    Hoy, Maestro, hay gente que piensa que seguirte a ti es perder  la libertad. Y es todo lo contrario. Tu seguimiento supone estar en la verdad y ésta lleva aneja la libertad, que es respuesta al bien y a la novedad de vida que nos propones. 

    ¿ Sigues al Maestro con libertad?

    ORACIÓN DEL MAESTRO: Padre, ¡cuánto cuesta meter en la cabeza y  en el corazón de esta gente que yo soy tu enviado, el que todos esperan. Pero, ¡ qué pena!, creían que ibas a enviarme como un guerrillero o caudillo para que acabase con todos sus enemigos. Y, al verme tan normal, no me creen. Pero, gracias, Padre porque no me desanimo nunca.


    FLORECILLAS A MARÍA: 30 DE MAYO

    FLORECILLAS A MARÍA
    Flor del 30 de mayo: María Reina de la Paz

    Meditación: “Reina de la Paz,…da al mundo la Paz en verdad, en la Justicia y en la Caridad de Cristo” (Pío XII, 1942, Consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María). “Ella dio a Luz al Príncipe de la Paz” (Isaías 9,5). La Paz, bendición del Salvador, no es la del mundo, pues el seguirle es persecución (conforme a Mateo 10,34-39). Es la Paz del corazón que quita la angustia y el temor, es fruto del Espíritu de Dios que habita en nuestro corazón y nos anticipa la alegría de la esperanza de quien a Dios da su alma (conforme a Juan 14,26-28). En Fátima, María nos prometió que “al final mi Corazón Inmaculado triunfará y vendrá un tiempo de Paz”. Todo está cercano, pero Dios está esperando al hombre, para que vuelva a Su lado, para que haga la paz con El. Sometiéndose a Su Santa Voluntad, haciendo penitencia por los pecados de ésta pobre tierra que está desierta, y oración para reparar y volver todos al Padre Celestial. Confesemos nuestros pecados para tener un corazón sano y ofrezcamos la Santa Comunión por la conversión.

    Oración: ¡Oh María, Reina de la Paz!. Enséñanos a orar y reparar a través de tu Inmaculado Corazón, para así alcanzar la Redención, trayendo a la tierra el Reino de Dios. Amén.

    Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

    Florecilla para este día: Ayuno en reparación de los pecados y las ofensas al Santísimo Sacramento del Altar.

    EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 30 DE MAYO DEL 2014

    Autor: H. Esteban M. Castro | Fuente: Catholic.net
    De la tristeza a la alegría
    Juan 16, 20-23. Pascua. Si estoy convencido de que Dios está cerca de mí, en lo hondo del corazón reina una alegría que es mayor que todos los sufrimientos.
     
    De la tristeza a la alegría
    Del santo evangelio según San Juan 16, 20-23

    Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo. La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo. También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar. Aquél día no me harán más preguntas. Les aseguro que todo lo que pidan al Padre, él se lo concederá en mi Nombre. 

    Oración introductoria

    Señor Jesús, con razón me dijiste que habría de llorar y lamentarme en esta tierra. ¿Sabes? Cuando he intentado serte fiel, he sufrido muchas veces a manos de mi egoísmo y mi sensualidad, o a manos de los hombres que no creen en ti. Sin embargo, Señor, tu palabra me sostiene. Sé que ves mi esfuerzo. Sé que estás a mi lado. Gracias, Señor.

    Petición

    Señor Jesús, ayúdame a reconocer detrás de todo lo que me pasa, bueno o malo, tu mano amorosa que me quiere llevar a la eternidad. Dame fuerza para llevar la cruz que me has dado con una sonrisa en los labios, sabiendo que tú marchas delante de mí con tu cruz.

    Meditación del Papa Francisco

    Jesús mismo "se llenó de alegría en el Espíritu Santo". Su mensaje es fuente de gozo: "Os he dicho estas cosas para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría sea plena". Nuestra alegría cristiana bebe de la fuente de su corazón rebosante. Él promete a los discípulos: "Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría". E insiste: "Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón, y nadie os podrá quitar vuestra alegría". Después ellos, al verlo resucitado, "se alegraron". El libro de los Hechos de los Apóstoles cuenta que en la primera comunidad "tomaban el alimento con alegría". Por donde los discípulos pasaban, había "una gran alegría", y ellos, en medio de la persecución, "se llenaban de gozo". Un eunuco, apenas bautizado, "siguió gozoso su camino", y el carcelero "se alegró con toda su familia por haber creído en Dios". ¿Por qué no entrar también nosotros en ese río de alegría? (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 5). 

    Reflexión 

    Por la gracia de Dios, nosotros hemos tenido la suerte de conocer a Cristo. Caminamos a su lado, caminamos de su mano. Sin embargo, hay muchas personas a nuestro derredor que no lo conocen o lo han dejado de tener presente en sus vidas. No tenemos que ir muy lejos. Posiblemente nuestros propios padres, hermanos o amigos caminan tristes por no ver al Señor que los guía, que los carga en brazos cuando ya no pueden más.

    Nosotros lo vemos y ello nos da la felicidad. Sus pies nos enseñan por dónde caminar, sus manos nos ayudan a cargar con nuestros dolores, su aliento nos da fuerza para seguir adelante, sus heridas gloriosas nos dan salvación.

    Propósito

    Hoy hablaré con una persona sobre el amor que Dios nos ha tenido y cómo las contrariedades de nuestra vida se vuelven más llevaderas si lo vemos siempre a nuestro lado.

    Diálogo con Cristo

    Señor, gracias porque no me has abandonado en este valle de lágrimas a merced del diablo. Tú has bajado del cielo para enseñarme el camino que lleva al cielo, has muerto para mostrarme que no es esta vida lo importante sino alcanzar con ella el paraíso, y te has quedado en la Eucaristía para ser mi alimento y mi sostén.

    Perdóname, Señor, perdón por mi ceguera; pues muchas veces me desanimo, me canso bajo el peso de la cruz. ¡Oh, qué sería de mí si tu no estuvieras a mi lado!

    Dame valor para dar testimonio de ti ante los hombres que me encuentre, y ayúdame a mostrarles la alegría de vivir de cara a ti.



    Una persona alegre obra el bien, gusta de las cosas buenas y agrada a Dios (Pastor de Hermas, Mand. 10, 1)



  • Preguntas o comentarios al autor
  • H. Esteban M. Castro 

    SAN JOSÉ MARELLO, OBISPO Y FUNDADOR DE LA CONGREGACIÓN DE LOS OBLATOS DE SAN JOSÉ , MAYO 30


    San José Marello, OSJ
    Mayo 30

    Apóstol de los jóvenes y Fundador de los Oblatos de San José

    Nuestro Padre Fundador nació el 26 de diciembre de 1844 en Turín (Italia). Tuvo una niñez bastante común con una vida arraigada en la fe sencilla, humilde y de mucho servicio al prójimo tal como lo aprendió de sus padres. A los 10 años fue acólito en su Parroquia y a los 12 años, en 1856, el 31 de octubre, pide ingresar al Seminario Menor de Asti con la intención de hacerse sacerdote.

    De joven seminarista, despliega gran sensibilidad ante las necesidades de su entorno social, pastoral y espiritual de su tiempo. Se prepara con el entusiasmo y empeño más atento para lograr ser otro Cristo en el ejercicio de la caridad.
    Se ordena Sacerdote a los 24 años, el 19 de setiembre de 1868 en la Catedral de Asti por la imposición de manos de Mons. Carlos Savio quien lo elige su secretario el 21 de octubre del mismo año.

    Participa, como secretario de su Obispo en el Concilio Vaticano I, desde el 21 de noviembre de 1869 hasta el verano de 1870. Funda la Compañía de San José el 14 de marzo de 1878. El 4 de noviembre de 1884, traslada a sus primeros hijos espirituales de la Obra Michelerio al hospicio de Santa Clara, que se convirtió en la Casa Madre de la Congregación.

    Es nombrado Obispo de Acqui el 23 de noviembre de 1888. Al año siguiente, es consagrado Obispo, el 17 de febrero, en la ciudad de Roma; y tomó posesión canónica de su diócesis el 16 de junio. Desempeñó una labor apostólica inmensa en bien de sus feligreses. Muere santamente el 30 de mayo de 1895, en la ciudad de Savona. Tras su deceso es llamado "Mártir de de los pobres", "perla de Obispo", "Pastor insigne", "Apóstol de los jóvenes". Es canonizado el 30 de mayo de 2001.

    ALGUNOS ASPECTOS DE SU VIDA
    Retorno al Seminario

    En diciembre de 1863 se enfermó gravemente de tifus. Le dijo a su padre: “Papá, yo hubiera querido continuar con los estudios para hacerme sacerdote. Tú no has querido y yo te he obedecido. Pero la Virgen viendo los peligros en los que me encuentro, ha escuchado mi oración y está por liberarme. Si tú consientes que yo siga mi camino, me curaré rápidamente, de otro modo, la Virgen me llamará a sí”.


    Sacerdote, nuestro modelo de vida

    Al inicio de 1864, completamente restablecido, reinició los estudios en el Seminario y el 19 de setiembre de 1868 fue ordenado sacerdote en la Catedral de Asti. Por su inteligencia y por sus grandes capacidades prácticas, el obispo Monseñor Carlos Savio lo escogió como su secretario. Con él tuvo la oportunidad de conocer el gobierno de la Diócesis, acompañándolo en todas sus visitas a las parroquias de la Diócesis y en todos sus viajes.

    Confesor en el seminario

    En Asti, su preocupación particular era el Seminario, donde daba lecciones de catecismo. Durante dos años, entre 1881 y 1883, recibe el encargo de director espiritual y confesor de los seminaristas. De 1881 a 1889 fue también director espiritual en el Instituto Michelerio. Ya nombrado canónigo en 1881 frecuentó asiduamente la catedral para el oficio litúrgico del coro y para las confesiones.

    Concilio Vaticano I

    A fines de noviembre de 1869, Monseñor Carlos Savio fue a Roma para participar en el Concilio Vaticano I y llevó consigo a su secretario. Se alojó en el palacio del Quirinale, por entonces residencia de los papas, y conoció al cardenal Gioacchino Pecci, futuro Papa León XIII. Monseñor Savio y el Padre Marello tuvieron un encuentro con el Papa Pío IX en audiencia privada la noche de navidad del mismo año.

    Fundador

    El 14 de marzo de 1878 nació la Congregación en los locales del Instituto Michelerio donde el Padre José Marello había intentado construir la primera Compañía de San José. Los primeros cuatro jóvenes iniciaron la vida común. La espiritualidad de la nueva institución se inspira en San José, en su amor a Jesús, en el ocultamiento y en la laboriosidad: «Cartujos en casa y apóstoles fuera de casa».


    La Congregación

    La nueva familia religiosa se desarrolló, humilde y desapercibida, primero en un orfanatorio y luego en un hospicio. Su labor apostólica fue la actividad pastoral en las parroquias, en las escuelas, colegios y orfanatos, en la enseñanza de la religión, en el servicioProcesion en Lima
    a los párrocos, en el cuidado de la juventud, en la dedicación a los más humildes.

    Obispo
    Su nombramiento como obispo llegó improvisadamente el 23 de noviembre de 1888. Tenía apenas 44 años. El ingreso a su Diócesis tuvo lugar el 16 de junio de 1889. Su servicio episcopal en Acqui duró seis años, la muerte llegó también repentinamente el 30 de mayo de 1895, en Savona. Durante su gobierno pastoral visitó todas las parroquias. El contacto directo con la población era para él su primer deber. Por donde pasara suscitaba sentimientos de entusiasmo y de fe. En todos lados se repetía: “¡Es un santo!”.

    LA GLORIA

    Las virtudes heroicas 
    «Mons. Marello aparece como un pastor celoso, un modelo de virtudes practicadas con heroicidad, en la simplicidad y humildad de todos los días. Amaba la vida desapercibida, aunque no podía evitar ser admirado por su carácter dulce. Hombre de grandes virtudes y de un gran amor a Dios, estaba abierto a todas las iniciativas de caridad» (juicio de los consultores de la Congregación para la Causa de los Santos).

    Beatificación
    Manteniéndose después de su muerte la fama de su santidad, testimoniada con numerosas gracias obtenidas, se iniciaron los procesos informativos. El 28 de mayo de 1948 se introdujo la Causa de Beatificación y el 12 de junio de 1978, en presencia del Papa Pablo VI, se leyó el decreto sobre la heroicidad de sus virtudes. Juan Pablo II lo proclamó Beato en Asti Capilla de Ranquish
    el 26 de septiembre de 1993, presentándolo a los Pastores del Pueblo de Dios, a sus Oblatos y a los fieles, como ejemplo y modelo de caridad hacia todos, y de incansable y silenciosa labor en favor de los jóvenes y de los marginados.

    Canonización
    Ocho años más tarde, con un decreto solemne del 18 de diciembre del 2000, el Santo Padre Juan Pablo II declaró que "ha sido probado el milagro obrado por Dios por la intercesión del Beato José Marello, Obispo de Acqui, Fundador de la Congregación de los Oblatos de San José: es decir, la curación improvisa, completa y duradera de los niños Alfredo e Isila Chávez León, sanados ambos simultáneamente de broncopulmonía con fiebre alta, disnea y cianosis en pacientes con desnutrición crónica". Por tanto, el 25 de noviembre de 2001, al día siguiente del Sínodo de los Obispos, fue canonizado por el Papa Juan Pablo II quien recordó que el lema de vida del nuevo santo era « Proteger los intereses de Jesús ».

    ORACIONES A SAN JUAN DIEGO


    Oración a San Juan Diego

    Gracias por el mensaje evangelizador que con humildad nos has entregado.

    Tus nos recuerdas que la V. Santísima de Guadalupe es la Madre del Verdadero Dios por quien se vive y es la portadora de Jesucristo que nos da el Espíritu Santo, que vivifica a la Iglesia.

    Tu nos recuerdas que Santa María de Guadalupe es también nuestra Madre amorosa y compasiva.

    Gracias al obediente cumplimiento de tu misión, sabemos que Santa María  de Guadalupe nos ha colocado en su corazón.

    Gracias Juan Diego por este mensaje que nos fortifica en la Paz, en la Unidad y en el Amor de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.








     Oración a Juan Diego

    San Juan Diego, estrella maravillosa de Dios.
    Santidad comprobada desde tu nacimiento, modelo insigne de humildad y pureza, rectitud y sencillez marcaron tu vida.

    La inocencia fuè tu estandarte, y tanta y tan bella es tu alma que la más blanca y celestial doncella, nuestra Madre siempre Santa te escogió para dar al mundo Su hermosísima imagen.

    Hoy te suplico me concedas por su intercesión de Jesucristo Nuestro Señor la gracia de la santidad para mí y para toda mi familia la raza humana. 

    Ruega por nosotros San Juan Diego Para que seamos sanados, salvados y liberados del maligno y de todas sus amenazas y persecuciones, para que seamos programados por el Espíritu Santo, y alcancemos salud del alma, de la mente y del cuerpo, progreso material y espiritual; y que al final de esta vida seamos dignos por tu intercesión de la Patria Celestial.
    Amén.

    San Juan Diego intercede por nosotros.
    Santa María de Guadalupe ruega al Señor Jesús por nosotros.



    3 credos a Nuestra Señora de Guadalupe en honor y por todas las intenciones de San Juan Diego.

    jueves, 29 de mayo de 2014

    TU PASADO, TU PRESENTE Y TU FUTURO


    OREMOS A LOS PIES DEL SAGRARIO


    ...DÓNDE ENCONTRAR LA PAZ.


    ...DÓNDE ENCONTRAR LA PAZ.

    Muchos vivimos tiempos difíciles. Algunos porque luchan duramente - y a veces infructuosamente - por su subsistencia, otros porque viven acechados por la violencia, y algunos por no encontrar paz de espíritu.

    El cuento:

                Se cuenta que un rey ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera describir en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero hubo solo dos que realmente le gustaron.

                La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos los que miraron esa pintura pensaron que reflejaba la paz perfecta.

                La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se veía para nada pacífico. Pero cuando el rey observó cuidadosamente, vio tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca y en ese arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido.

                El rey escogió la segunda pintura. "Porque, -explicó- paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas esas cosas permanezcamos en calma dentro de nuestro corazón.

                "Este es el verdadero significado de la paz."

                La paz no puede ser hallada en sitio alguno, fuera de uno mismo. Cuando el ser humano logra que la paz reine dentro de sí mismo, puede hacerla reinar en el mundo entero".

    ¿QUÉ NOS HACE MEJORES PADRES?



    ¿Qué nos hace mejores padres?


    Los buenos padres no le dan a su hijo todo lo que necesita,
    le enseñan que él es capaz de conseguir lo que quiere.

    Los buenos padres no buscan hacer feliz a su hijo,
    le enseñan que la felicidad depende de cada uno.

    Los buenos padres no le dan oportunidades a su hijo,
    le enseñan a buscarlas, a crearlas y a aprovecharlas.

    Los buenos padres no le dan a su hijo lo mejor para que sea feliz,
    le enseñan a disfrutar y a encontrar lo mejor, aún en lo más sencillo.

    Los buenos padres no le enseñan a su hijo a superar siempre a los demás, le enseñan a superarse a sí mismo.

    Los buenos padres no le enseñan a su hijo a decir todo lo que piensa, le enseñan que lo que pensamos no es la verdad absoluta y que debemos ser cautelosos al expresar nuestras opiniones, teniendo en cuenta los sentimientos de los demás.

    Los buenos padres no le resuelven los problemas a su hijo,
    le enseñan a asumir responsabilidad y a aprender de sus errores.

    Los buenos padres no le enseñan a sus hijos a evitar los fracasos,
    le muestran que el fracaso es parte del camino hacia el éxito.

    Los buenos padres no convencen a su hijo de su importancia en la sociedad, le enseñan que sirviendo se volverá importante para ella.

    Los buenos padres no le enseñan a su hijo a ser crítico y resentido ante las injusticias, le enseñan a contribuir en paz y a construir la justicia.

    "TODO TIENE UNA RAZÓN DE SER"


    "TODO TIENE UNA RAZÓN DE SER"

    Algunas veces las personas llegan a nuestras vidas y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa porque debe de ser así para servir un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quienes somos en realidad, para enseñarnos lo que deseamos alcanzar.

     Tú no sabes quienes son estas personas, pero cuando fijas tu ojos en ellos sabes y comprendes que ellos afectarán tu vida de una manera profunda.

     Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero en realidad entiendes que si no superas estas cosas nunca hubieras realizado tu potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón. Todo pasa por una razón en la vida. Nada sucede por casualidad o por la suerte... enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o de puras tonterias, todo ocurre para probar los límites de tu alma. Sin estas pequeñas pruebas la vida sería como una carretera recién pavimentada, suave y lisa. Una carretera directa sin rumbo a ningún lugar, plana cómoda y segura, más empañada y sin razón.

     La gente que conoces afectan tu vida, las caídas y los triunfos que tú experimentas crean la persona que eres. Aún se puede aprender de las malas experiencias. Es más, quizas sean las más significativas en nuestras vidas.

     Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón le das las gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar, la confianza y a tener más cuidado de a quien le abres tu corazón.


    Si alguien te ama, ámalos tu también no porque ellos te aman sino porque te han enseñado a amar y a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas pequeñas de la vida. Haz que cada día cuente y aprecia cada momento además de aprender de todo lo que puedas, porque quizás más adelante no tengas la oportunidad de aprender lo que tienes que aprender de este momento. Entabla una conversación con gente que no hayas dialogado nunca y actualmente escúchalos y presta atención.

     Permítete enamorarte, liberarte y poner tu vista en un lugar bien alto. Manten tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho de hacerlo. Repítete a ti mismo que eres un individuo magnífico y créelo, sino crees en ti mismo nadie más lo hará tampoco.

     Crea tu propia vida, encuéntrala y luego vívela....

    FLORECILLAS A MARÍA: 29 DE MAYO


    FLORECILLAS A MARÍA
    Flor del 29 de mayo: María, Reina del Santísimo Rosario

    Meditación: “Dios te salve, llena eres de gracia, el Señor es contigo” (Lucas 1,28). El Arcángel San Gabriel fue quien comenzó el Rosario, pero el Espíritu Santo nos ha manifestado a través de los místicos que todo lo que proviene de la boca de los enviados celestiales (ángeles, santos y la misma Virgen) viene de la Voz de Dios, de tal modo que el mismo Dios fue quien lo inició. A María, la Reina de nuestro corazón, la Reina de las rosas, presentémosle como regalo un ramo de Avemarías. La oración a María, Medianera e Intercesora, va dirigida por su medio a Dios; le pedimos “ruega por nosotros pecadores” para que su oración se una a la nuestra y le de valor. Ella siempre responde ”ruego por vosotros pecadores”, ya que la oración es el diálogo sublime de la pobre criatura con su Señor. Nuestra oración, en manos de María, es presentada ante el Trono de Dios como un delicado perfume, entregado por la criatura más perfecta que existió, ¿y qué no puede obtener ése Purísimo Corazón del Corazón del Amor…?.

    Oración: ¡Oh María, Reina del Santo Rosario!. Enséñanos a rezar de corazón como lo hiciste vos, y a prestar eterna alabanza a nuestro Señor. Amén.

    Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

    Florecilla para este día: Rezar un Rosario pidiendo se derrame sobre nosotros el Espíritu Santo, y por las intenciones de la Virgen.

    HACIA NUESTRA PROPIA ASCENSIÓN

    Autor: Padre Nicolás Schwizer | Fuente: Retiros y homilías del Padre Nicolás Schwizer
    Hacia nuestra propia ascensión
    Algún día nos encontraremos en el cielo, lo mismo que ahora estamos reunidos en la tierra.
     
    Hacia nuestra propia ascensión
    ¿Cómo está Cristo con nosotros, en nuestra tierra?

    Cristo está presente. Cristo está aquí, en la tierra, con nosotros, y ya no nos abandonará jamás. Está presente en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía. Está presente en la comunidad cristiana. Está presente en nuestro corazón que es un templo de Cristo y del Dios Trino

    La Ascensión del Señor, nos quiere revelar algo más que su presencia invisible en medio de nosotros. Nos revela cómo se va a acabar nuestro destino, nuestra vida terrenal. Creo que ésta es una pregunta que nos inquieta a todos. Y la fiesta de la Ascensión del Señor nos da la respuesta: nuestro final será una ascensión.

    Algún día nos encontraremos en el cielo, lo mismo que ahora estamos reunidos en la tierra. Nuestra presencia en cada misa dominical, no hace más que prefigurar, anunciar y preparar esa gran asamblea final en torno al Señor. Al final de la misa la vida nos dispersará; pero será solo algo transitorio, hasta que llegue la hora de nuestra ascensión final.

    Todo es transitorio: alegrías, tristezas, bienes...
    Porque todo lo que pasa aquí abajo en esta tierra es transitorio. Cuántas veces nos desanimamos por cualquier contrariedad, cualquier sufrimiento y cruz, diciendo: no es posible que Dios exista y permita estas cosas; no es posible que Dios dirija nuestra vida y que la transforme de esta manera. Sí, es verdad que las cosas no nos resultan siempre fáciles. Pero esperemos, tengamos paciencia, no juzguemos hasta haber visto el final. Porque sabemos ya por experiencia que después de la Pasión y del Calvario viene siempre la Resurrección y la Ascensión.

    Por eso, toda tristeza es transitoria. Somos desgraciados, pero solamente por un tiempo breve.

    ¿Por qué recé y no me escuchó Dios? Porque Dios se reserva el derecho de darme muchas cosas y mucho mejores que las que yo me atreví a pedirle.
    ¿Por qué sigo enfermo, sin fuerzas? Porque pronto quedaré curado para siempre.
    ¿Por qué tengo que lamentar la muerte de una persona querida?

    ¿O por qué la vida me separa de los únicos con quienes me gusta vivir? Porque pronto me encontraré reunido para siempre.

    También la alegría, toda alegría de este mundo, es pasajera. Los hijos saben que no pueden tener siempre consigo a sus padres. Los padres saben también que no guardarán para siempre a sus pequeños. Y lo mismo la mujer a su marido, el marido a su mujer, y así todas las personas que se aman. No existe más que un solo lugar definitivo en el que nos juntaremos para siempre, y este sitio no está aquí abajo en esta tierra.

    Lo mismo con nuestros bienes: No podemos llevarlos con nosotros: los perderemos todos. Algún día, nuestras manos se abrirán para entregarlos todo. Hoy todavía estamos a tiempo de abrirlas para ofrecerlos libremente. Porque todo lo que no ofrezcamos a Dios, lo vamos a perder.

    Llevar el mundo a Dios. En todas las Misas, ofrecemos un poco de pan, un poco de vino – en representación de nosotros mismos, de nuestras vidas, de nuestros trabajos, de nuestros bienes. Y el sacerdote tomará todo esto y luego lo consagrará llevándolo al mundo de Dios.

     Así en cada una de nuestras Misas, un poco de nuestro mundo pasa a formar parte del mundo del otro mundo.
     En cada una de las Misas, tiene lugar la ascensión de un poco de tierra al cielo.
     En cada una de las Misas, los cristianos, estamos invitados a elevarnos, a separarnos un poco de la tierra, a dar un paso hacia el mundo de Dios.

    Preguntas para la reflexión

    1. ¿He pensado en mi propia ascensión?
    2. ¿Qué me costaría dejar hoy: mis bienes…?
    3. ¿Vivo como si nunca fuera a dejar este mundo? 

    HIMNO A JESÚS SACRAMENTADO


    Himno a Jesús Sacramentado


    Te adoro con devoción, Dios escondido,
    oculto verdaderamente bajo estas apariencias.
    A ti se somete mi corazón por completo,
    y se rinde totalmente al contemplarte.
    Al juzgar de ti se equivocan
    la vista, el tacto, el gusto,
    pero basta el oído para creer con firmeza;
    creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios;
    nada es más verdadero que esta Palabra de verdad.

    En la Cruz se escondía solo la Divinidad,
    pero aquí se esconde la humanidad;
    sin embargo, creo y confieso ambas cosas,
    y pido lo que pidió el ladrón arrepentido.

    No veo las llagas como las vio Tomás,
    pero confieso que eres mi Dios:
    haz que yo crea más y más en ti,
    que en ti espere y que te ame.

    ¡Memorial de la muerte del Señor!
    Pan vivo que da la vida al hombre:
    concede a mi alma que de ti viva,
    y que siempre saboree tu dulzura.

    Señor Jesús, Pelícano bueno:
    límpiame a mí, inmundo, con tu Sangre,
    de la que una sola gota puede liberar
    de todos los crímenes al mundo entero.

    Jesús , a quien ahora veo oculto,
    te ruego que se cumpla lo que tanto ansío:
    que al mirar tu rostro cara a cara,
    sea yo feliz viendo tu gloria.

    Así sea.

    DÉJAME VER TU GRANDEZA... SEÑOR


    Déjame ver tu grandeza, Señor.


    Señor:
    Me acaricias con la brisa,
    me besas con la luz del sol,
    me meces en las olas de Tus playas,
    me mimas con las gotas de la lluvia,
    me consuelas con Tu Palabra,
    me perdonas en el Sacramento de la Reconciliació n
    y me das Vida con la Eucaristía.

    ¡Si supiéramos la grandeza del Sagrario!
    Te das por amor en la Eucaristía,
    Te inmolas constantemente por mí.
    Aumenta mi amor por Tí
    y déjame ver Tu Grandeza
    y sentir Tu Amor.
    ¡Amén!

    EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 29 DE MAYO DEL 2014

    Autor: Alejandro Carrión | Fuente: Catholic.net
    Se transformará en alegría
    Juan 16, 16-20. Pascua. Cuando la belleza y la verdad de Cristo conquistan nuestros corazones, experimentamos la alegría de ser sus discípulos.
     
    Se transformará en alegría
    Del santo Evangelio según San Juan 16, 16-20

    Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver». Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: «¿Qué significa esto que nos dice: «Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver?». Decían: «¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir». Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: «Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: «Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver». Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo. 

    Oración introductoria 

    Jesús mío, Tú, que eres tan grande, me conoces, conoces mi corazón, mis virtudes y mis debilidades. Tú sabes que hay muchas cosas en mi corazón que me inquietan y me acongojan. Todo ello te lo ofrezco para encontrar en ti mi alegría.

    Petición

    Padre bueno, te pido me des fuerza para enfrentar todas las dificultades que encuentro en mi vida; aumentes mi fe, para que crea en tu palabra; aumentes mi esperanza para que me abandone en ti y confíe plenamente que nada me separará de tu amor

    Meditación del Papa Francisco

    El Espíritu Santo que guía a la Iglesia, y a cada uno de nosotros, a la Verdad plena. En nuestros días, marcados por el relativismo, es necesario preguntarnos como Pilato: ¿Qué es la Verdad?. La Verdad con mayúsculas no es una idea que nosotros nos hacemos o consensuamos, sino una persona con la que nos encontramos. Cristo es la Verdad, que se ha hecho carne. Y el Espíritu Santo hace posible que lo reconozcamos y lo confesemos como Señor.
    El Espíritu Santo nos recuerda las palabras de Jesús y las imprime en nuestros corazones. Él es la ley inscrita en nuestro interior, donde tomamos las decisiones. El Espíritu Santo, además, nos lleva a la inteligencia de la Verdad completa. Él es quien suscita el sentido de la fe en los creyentes creando una comunión, cada vez más profunda, con Cristo. Mediante el Espíritu Santo, el Padre y el Hijo hacen morada en nosotros. (S.S. Francisco, 15 de mayo de 2013). 

    Reflexión 

    El cristianismo es el camino de la alegría. Al igual que en la vida de Jesús, los cristianos encontramos muchas cruces en nuestro camino, por que es estrecha la puerta y angosto el camino que lleva a la Vida. Un camino arduo; pero, sobretodo, lleno de alegría, de la alegría profunda de poseer a Dios, de tener el triunfo y la bienaventuranza final asegurada.

    Propósito

    Me esforzaré por dejar de lado toda crítica y queja sobre las dificultades de mi día y le daré gracias a Dios por acompañarme este día.

    Diálogo con Cristo

    Jesús, hoy no te quiero pedir me quites mis cruces, es más te las quiero agradecer. Te las agradezco por que sé que Tú me las has dado por que sabes que yo puedo con ellas, por que sabes que con ellas me puedo unir a ti, y ahí es donde me doy cuenta de que no pesan las cruces y sólo queda la alegría de saberme tu amado.


    El camino de Dios es de renuncia, de mortificación, de entrega, pero no de tristeza o de apocamiento(San José María Escrivá, Amigos de Dios, 128)



  • Preguntas o comentarios al autor
  • Alejandro Carrión 

    miércoles, 28 de mayo de 2014

    COMER EN FAMILIA


    COMER EN FAMILIA


    Comer, como tantas otras necesidades de nuestro cuerpo, se puede satisfacer de varias maneras: a solas, como mera necesidad fisiológica; socialmente, ajustándose a las normas de la urbanidad; finalmente, en familia, como cristianos, como conviene a hijos de Dios que saben y confiesan que el Padre del cielo es quien nos da el pan nuestro de cada día.
    Comer es una necesidad de nuestro organismo. La auténtica tradición judeocristiana le encontrará a la necesidad orgánica de comer una forma que satisface los tres niveles: el orgánico, el social y el cristiano: comer en familia. Es casi un sacramento, vale decir, una forma de hacer presente a Jesús resucitado en medio de nosotros. Comer en familia, al menos una vez al día, eleva esa necesidad material de comer a un acto social y cristiano; se convierte en una sinfonía de arpegios y melodías prácticamente celestiales. 

    Comer en familia: No se trata ya de un acto privado y egoísta de engullir rápidamente alimentos como quien en contados minutos llena el tanque de su automóvil, sino de poner en artística ejecución a la orquesta más humana y divina que haya creado Dios: la familia. El comedor era y debería volver a serlo, el lugar más importante de la casa. El centro del hogar, que recoge bajo un mismo techo y alimenta con un mismo pan a todos los miembros de una familia. La vida moderna, con sus distancias entre oficina, colegio y hogar; sus múltiples faenas y ruidos, su caótica escala de intereses, acaba con el comedor, con la comida en familia y, lamentablemente, va acabando hasta con la familia. 

    Cada hogar, si quiere volver a ser tal, deberá imponerse el deber de sentarse todos los días a la mesa, por lo menos, una vez al día y, ciertamente, en fin de semana. Todos sentados al tiempo, sin afanes, radio, televisión, teléfono móvil ni redes sociales,  sin partidos de fútbol, prensa ni revista que distraigan la atención ni el ritmo de la vida en familia. Todos sentados a la mesa aprendiendo cultura y urbanidad, oyendo las tradiciones familiares, y oyéndose mutuamente lo que cada uno hace, sufre y goza. Allí, sentados a la mesa, se deben hacer las deliberaciones y tomar las grandes y pequeñas decisiones de familia. Así, los hijos aprenden a deliberar y decidir, y a caer en la cuenta de que son importantes en la familia. La vida en familia da seguridad a los hijos, los aparta de los vicios y las malas compañías, les ayuda a despejar sus dudas religiosas y morales, les compensa las fatigas del día. Recuerden cómo fuimos educados los que ya peinamos canas. Comimos juntos y crecimos juntos. Al calor de los "viejos" bebimos tradiciones, cultura y amor. Comimos y oramos juntos antes de lanzarnos a la vida, como hombres, a cumplir la misión que nos asignó el Señor. Jamás se nos ocurrió la fuga hacia el licor, la droga, la calle o la perdición. El hogar, el dulce hogar, nos educó y nos defendió. Padres de familia: si quieren formar hijas e hijos seguros, libres de todo mal, educados y valiosos, vuelvan a comer en familia.

    Autor: Alfonso Llano Escobar, S. J.
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