Autor: P. Sergio Córdova LC | Fuente: Catholic.net Zaqueo un "pez gordo" | |
Lucas 19,1-10. Tiempo Ordinario. Zaqueo le promete a nuestro Señor un cambio radical de vida y de comportamiento. | |
Del santo Evangelio según san Lucas 19, 1-10 Habiendo entrado en Jericó, atravesaba la ciudad. Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico. Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: "Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa." Se apresuró a bajar y le recibió con alegría. Al verlo, todos murmuraban diciendo: "Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador." Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: "Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo." Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido." Oración introductoria Señor, Tú dijiste que habías venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido. Jesús, yo soy uno de ésos. Sin Ti, nada puedo, estoy perdido. Ven, Señor, que esta oración renueve en mí todo lo que está decaído, corrija todo aquello que necesito cambiar, transforme lo que haya en mi vida que no sea conforme a tu Evangelio. Petición Jesús, dame la astucia para saber buscarte y la generosidad para poder imitar a Zaqueo, que supo corresponder a tu amor al poner sus bienes a tu servicio. Meditación del Papa Francisco Luego viene un segundo momento: la fiesta. El Señor hace fiesta con los pecadores. Se celebra la misericordia de Dios, que cambia la vida. Después de estos dos momentos, el estupor del encuentro y la fiesta, viene el trabajo diario, el anuncio del evangelio. Este trabajo debe ser alimentado con el recuerdo de aquel primer encuentro, de aquella fiesta. Y esto no es un momento, es un tiempo: hasta el final de la vida. La memoria. ¿Memoria de qué? ¡De aquellos hechos! ¡De ese encuentro con Jesús que cambió mi vida! ¡Cuando tuvo misericordia! Que ha sido muy bueno conmigo y también me dijo: “¡Invita a tus amigos pecadores, para que hagamos fiesta!”. Ese recuerdo le da fuerza a Zaqueo para seguir adelante. “¡El Señor me ha cambiado la vida! ¡Me encontré con el Señor!”. Recordar siempre. Es como soplar sobre las brasas de aquella memoria, ¿verdad? Soplar para mantener el fuego, siempre. (cf S.S. Francisco, 5 de julio de 2013). Reflexión Hoy aparece en escena un personaje impresionante. Y no precisamente por su estatura, pues era un hombre muy bajito. Pero era jefe de publicanos y un famoso recaudador de impuestos. Ya sabemos quiénes y qué reputación tenían los publicanos en los tiempos de Jesús. Eran colaboracionistas del régimen opresor. Y, por tanto, eran considerados como traidores y enemigos de Israel, pues se encargaban de sacar el dinero a la gente para entregarlo al invasor: al César y a los odiosos romanos. Pero, además, éste es –como solemos decir— “un pez gordo”. Casi casi como un “padrino” de publicanos. Era obvio, pues, que el pueblo judío lo despreciara. Sin embargo, tiene la curiosidad de un niño y no duda en encaramarse en una higuera del camino por donde iba a pasar Jesús. A pesar de su aparente o supuesta maldad, todavía le queda algo de esa sana ingenuidad y sencillez que se necesita para creer. Sabe prescindir de su categoría y de su condición social, y no teme hacer el ridículo con tal de ver a Jesús. En el fondo, parece no es tan malo, pues está dispuesto a ver y a hablar a Jesús, si le es posible, sin importarle la opinión de los demás. Este jefe de publicanos se llamaba Zaqueo. Nuestro Señor, que con su fina observación ya se había dado cuenta de lo que estaba sucediendo a su alrededor, quiso recompensar con largueza aquel gesto de interés de ese hombrecillo. Jesús se detiene a saludarlo por el camino. Pero no sólo. Él mismo se autoinvita a comer a su casa: “Baja pronto, Zaqueo –le dice el Señor— porque hoy tengo que hospedarme en tu casa”. Tener amistad con un personaje tan poco prestigioso no acarrarearía buena fama a nuestro Señor. Pero Jesús nunca se preocupó de los comentarios de la gente, y menos cuando se trataba de salvar a las almas para llevarlas a Dios. Es curioso el lenguaje que usa nuestro Señor: “Hoy tengo que hospedarme en tu casa”. Como si se tratara de una obligación. En todo caso, era un deber de su amor redentor. Aquel día Jesús entraría a la casa de Zaqueo porque había sonado para él la hora de la salvación. “Te compadeces de todos porque todo lo puedes –nos dice el libro de la Sabiduría—; cierras los ojos a los pecados de los hombres para que se arrepientan. Amas a todos los seres y no odias nada de lo que has hecho. A todos perdonas porque son tuyos, Señor, amigo de la vida” (Sab 11, 24-27). Estas palabras están tomadas de la primera lectura de este domingo. Pero, además, es uno de los textos que usa la Iglesia el miércoles de Ceniza para invitar a todos los cristianos a la conversión y al acercamiento a Dios a través de los sacramentos. Zaqueo –nos refiere el evangelista— bajó enseguida del árbol y lo recibió muy contento en su casa. Tenía fama de pecador público, pero, en el fondo de su corazón, era mucho mejor que tantos fariseos, que se sentían “perfectos”. Al menos, este Zaqueo, como tantos otros publicanos y pecadores, tenía la sencillez de corazón suficiente para acoger a Jesús sin prevenciones y espíritu crítico –como lo hacían muchos de los fariseos y saduceos— y tenía las disposiciones interiores necesarias para recibir la salvación que Jesús le traía. Por eso, nuestro Señor pronunció aquellas palabras tan fuertes contra los dirigentes religiosos de Israel: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas, guías ciegos, que no entráis vosotros en el Reino de los cielos, y que impedís entrar a los que querrían hacerlo!” (Mt 23,13). Y en otra ocasión pronunció esta dura sentencia: “Yo os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el Reino de los cielos” porque, a pesar de sus muchos pecados, ellos sí supieron acoger con humildad el mensaje y la salvación de Jesús, cosa que aquéllos no hicieron. Y, lo más hermoso de todo, es ver la actitud tan sincera de Zaqueo, que le promete a nuestro Señor un cambio radical de vida y de comportamiento. Puesto en pie, como para dar mayor solemnidad a su promesa, le dice a Jesús: “Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más”. De verdad que ha sonado la hora de la salvación para este hombre, como nuestro Señor le confirma: “Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también éste es hijo de Abraham. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido”. Ésta es siempre la actitud de nuestro Señor. Ésa es su misión. Para eso se encarnó y se hizo hombre, y para eso vino al mundo: para perdonar y no para juzgar; para salvar y no para condenar. Por eso era siempre comprensivo e infinitamente misericordioso con todos, especialmente con los extraviados. Ninguno de nosotros podemos dudar, pues, del amor y del perdón que Jesús nos concede en el sacramento de la penitencia. Propósito ¡Qué dicha y qué consuelo saber que contamos con un Redentor de tanta bondad y misericordia! Y los sacerdotes son sus representantes e intermediarios para darnos la salvación que Dios nos ofrece. Ojalá que, a partir de hoy, acudamos con más confianza al sacramento de la reconciliación, en donde Jesús nos espera con los brazos abiertos para acogernos y “cenar con nosotros”, como lo hizo aquel hermoso día con Zaqueo. |
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domingo, 3 de noviembre de 2013
EL EVANGELIO DE HOY: 03.11.2013
viernes, 1 de noviembre de 2013
LA ESPERANZA DEL CIELO
Autor: Ramiro Pellitero Iglesias | Fuente: Fluvium.org La esperanza del Cielo | |||
La unión con Cristo no nos permite vivir en las nubes | |||
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EL EVANGELIO DE HOY: 02.11.2013
Autor: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu | |
Lucas 23, 44-46. 50. Fieles Difuntos. El dos de Noviembre es la fiesta y el recuerdo de los que nos precedieron en el paso a la otra vida. | |
Del santo Evangelio según san Lucas 23, 44-46. 50. 52-53; 24, 1-6 Era casi el mediodía, cuando las tinieblas invadieron toda la región y se oscureció el sol hasta las tres de la tarde. El velo del templo se rasgó a la mitad. Jesús, clamando con voz potente, dijo: "¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!". Y dicho esto, expiró. Un hombre llamado José, consejero del sanedrín, hombre bueno y justo, presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Lo bajó de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro excavado en la roca, donde no había puesto a nadie todavía. El primer día después del sábado, muy de mañana, llegaron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado. Encontraron que la piedra ya había sido retirada del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Estando ellas todas desconcertadas por esto, se les presentaron dos varones con vestidos resplandecientes. Como ellas se llenaron de miedo e inclinaron el rostro a tierra, los varones del dijeron: "¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí; ha resucitado". Oración introductoria Jesucristo, hoy que celebramos a los difuntos, te pido la luz para poder contemplar, con mi corazón y con mi mente, el misterio de tu pasión, muerte y resurrección. Acompáñame muy de cerca en esta oración para que me identifique con tus sentimientos y sepa imitar tu seguimiento fiel a la voluntad del Padre. Petición Jesús, dame la gracia de seguirte con disponibilidad a donde quieras llevarme, incluso si me llevas hasta la cruz y al desprendimiento de mí mismo. Meditación del Papa Francisco Encuentran la tumba vacía, el cuerpo de Jesús no está allí, algo nuevo ha sucedido, pero todo esto todavía no queda nada claro: suscita interrogantes, causa perplejidad, pero sin ofrecer una respuesta. Y he aquí dos hombres con vestidos resplandecientes, que dicen: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, ha resucitado”. Lo que era un simple gesto, algo hecho ciertamente por amor – el ir al sepulcro –, ahora se transforma en acontecimiento, en un evento que cambia verdaderamente la vida. Ya nada es como antes, no sólo en la vida de aquellas mujeres, sino también en nuestra vida y en nuestra historia de la humanidad. Jesús no está muerto, ha resucitado, es el Viviente. No es simplemente que haya vuelto a vivir, sino que es la vida misma, porque es el Hijo de Dios, que es el que vive. Jesús ya no es del pasado, sino que vive en el presente y está proyectado hacia el futuro, Jesús es el “hoy” eterno de Dios. (S.S. Francisco, 30 de marzo de 2013). Reflexión El dos de Noviembre es la fiesta y el recuerdo de los que nos precedieron en el paso a la otra vida. ¡Cuántos reos del Purgatorio escapan al cielo el dos de noviembre! Pero muchos se quedan, muchos aún necesitan purgar, aprender a fuerza de dolor que la sensualidad y soberbia a quienes sirvieron no eran su felicidad; con el dolor de la espera, del amor que siente ganas de volar al cielo y aún no puede, tienen que purificarse en humildad, pureza y mansedumbre. Pero este dolor tiene final; dolor fatal el otro, el que no termina, el que siempre está comenzando y doliendo, como el sufrimiento agudo, terrible que llega de improviso. El Infierno es un dolor que eternamente comienza. Fuimos de noche al Cementerio de Tenancingo; se veía con dificultad, porque las velas junto a los sepulcros estaban agotándose, pero olía a perfume de muchas flores: nardos, rosas, claveles, azucenas. Un cementerio cristiano nunca es triste, es un bosque de cruces sobre las lápidas que infunden perpetua y profunda paz a ese lugar; imágenes cristianas sobre las tumbas además de la cruz, parecen guardianes seguros de cada difunto; todo el cariño a los seres queridos muertos se resume en los epitafios y en las flores. El cementerio el dos de Noviembre es un bellísimo jardín que reúne a las familias, recoge todas las flores de los jardines y eleva al cielo las más bellas oraciones. |
ORACIÓN POR NUESTROS SERES QUERIDOS DIFUNTOS
ORACIÓN POR NUESTROS
SERES QUERIDOS DIFUNTOS
Oh buen Jesús, que durante toda tu vida te compadeciste de los dolores ajenos, mira con misericordia las almas de nuestros seres queridos que están en el Purgatorio. Oh Jesús, que amaste a los tuyos con gran predilección, escucha la súplica que te hacemos, y por tu misericordia concede a aquellos que Tú te has llevado de nuestro hogar el gozar del eterno descanso en el seno de tu infinito amor. Amén.
Concédeles, Señor, el descanso eterno y que les ilumine tu luz perpetua.
Que las almas de los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz. Amén.
EL EVANGELIO DE HOY: 01.11.2012
utor: P Clemente González | Fuente: Catholic.net Las bienaventuranzas | |
Mateo 5, 1-12. Solemnidad de Todos los Santos. Debe ser para nosotros un día de paz y alegría. | |
Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos posseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros. Oración introductoria Señor, dichoso soy porque hoy puedo dirigirme a Ti para que me ilumines y ayudes a vivir con alegría las bienaventuranzas, camino seguro para la salvación eterna y la felicidad en mi día a día. Petición Jesús, dinos cómo asemejarnos más a ti. ¡Parece que nada te turba! Dinos, Queremos ser santos, estar contigo en el Cielo. Meditación del Papa Francisco La comunión de los santos va más allá de la vida terrena, va más allá de la muerte y dura para siempre. Esta unión entre nosotros va más allá y continúa en la otra vida. Es una unión espiritual que nace del Bautismo, no se trunca con la muerte, sino que, gracias a que Cristo ha resucitado, está destinada a encontrar su plenitud en la vida eterna. Hay un vínculo profundo e indisoluble entre los que todavía son peregrinos en este mundo, entre nosotros, y los que han cruzado el umbral de la muerte a la eternidad. Todos los bautizados en la tierra, las almas del Purgatorio y todos los beatos que están ya en el Paraíso forman una única gran Familia. Esta comunión entre tierra y cielo se realiza sobre todo en la oración de intercesión. Queridos amigos, tenemos esta belleza, la memoria de la fe: es una realidad nuestra, de todos, que nos hace hermanos, que nos acompañamos en el camino de la vida, y nos vamos a encontrar de nuevo, allí arriba, en el Cielo. Vayamos por este camino con confianza, con alegría. SS Francisco, 30 de octubre de 2013. Reflexión La conmemoración de todos los santos debe ser para nosotros un día de paz y alegría; Cristo, que el día de su Ascensión regresó a la morada definitiva, no lo hizo solo. Fue el primero de un gran cortejo que por su gracia seguirían todos los santos. Nosotros también somos miembros de ese honorable cortejo, somos Cuerpo Místico y herederos del tesoro de la Iglesia que es la Comunión de los Santos, a través de la cual queda establecido un vínculo constante y recíproco de amor entre los bienes que reciba cualquier miembro. ¡Cuántas gracias y dones nos alcanzarán los santos mediante su intercesión! ¡cuántos hermanos, algunos de ellos conocidos, y otros en el más absoluto anonimato, profundizaron en Cristo y caminaron junto a Él hacia la Patria! La misma senda que encontraron ellos ante sus pies, la encontramos nosotros en nuestros días, unas veces llana y otras empedrada. Dispongámonos a emprender este viaje. El Camino es sólo uno, Cristo. No necesitamos equipaje, sólo unas instrucciones que Él mismo nos entregó allá en la montaña, donde nos subió, una vez más, para mostrarnos el corazón del Evangelio, el programa de vida de todo cristiano: las Bienaventuranzas. Me pregunto si lo que escucharon los discípulos allá en lo alto del monte, era lo que esperaban oír. Cristo, que ya les había conquistado con sus enseñanzas y sus sanaciones, había despertado en ellos una especie de añoranza, añoranza de felicidad, de dicha, de paz, en definitiva, de Dios. "Jesús, dinos cómo asemejarnos más a ti. ¡Parece que nada te turba! Dinos, ¿dónde está ese Reino del que tanto nos hablas? ¿Cómo podemos encontrarlo? ¿Dónde se halla?" Los que seguían a Cristo habían experimentado su amor y sentían la inquietud de buscar el Reino de Dios. Nosotros, detengámonos en este punto y preguntémonos: ¿cuánto conozco yo a Jesús? ¿Le sigo de modo que despierte en mí el deseo de buscar el Reino de Cristo? ¿Me maravillan su presencia, sus palabras, sus acciones? Para poder profundizar en las bienaventuranzas hay que subir primero la montaña siguiendo a Cristo. No se escoge un camino ascendente si no es porque realmente, en la cumbre, se espera alcanzar el éxito. Por eso, me imagino la sorpresa de sus discípulos al escuchar las pautas para alcanzar tan deseado éxito, ¡nada que ver con sus expectativas! Y es que el Reino de Cristo no es de este mundo; para hallarlo, tenemos que vencer al mundo. Cristo ya lo ha hecho y es el auténtico Bienaventurado. Propósito Hoy en especial, meditaré las bienaventuranzas, camino seguro para el Cielo y pediré a los santos, a todos, que me ayuden a seguir su ejemplo para ofrecer mi vida, sacrificios, alegrías, a Dios. Diálogo con Cristo Señor, ayúdame a meditar sobre la vida eterna. Mi humanidad no se siente atraída por las bienaventuranzas. Lo que ofreces es maravilloso, pero los espejismos del mundo fácilmente atrapan mi empeño. Quiero vivir con el espíritu de las bienaventuranzas para transformarme y renovar a mi familia y a mi entorno social, haz que no tenga otra ilusión que la de ser santo. |
PRIMER VIERNES DEL MES NOVIEMBRE DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
PRIMER VIERNES DEL MES DE NOVIEMBRE
Breve Consideración
Jesús a su hija Margarita María de Alacoque: "Así herido como me ves, me han puesto varias almas, que me acaban de maltratar por una Comunión indigna: han hecho revivir todos los dolores de mi Pasión. !Y son almas escogidas! !Mira la herida que me infieren los de mi casa y de mi pueblo! Los otros, los extraños, se conforman con flagelarme, pero éstos !ay!, lastiman mi Corazón que no ha cesado de amarles un instante".
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, ten piedad de nosotros.
R: Cristo, ten piedad de nosotros.
V: Señor, ten piedad de nosotros.
R: Señor, ten piedad de nosotros.
V: Cristo, óyenos.
R: Cristo, óyenos.
V: Cristo, escúchanos.
R: Cristo, escúchanos.
V: Dios, Padre celestial,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Hijo, Redentor del mundo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Dios Espíritu Santo,
R: ten piedad de nosotros.
V: Trinidad Santa, un solo Dios,
R: ten piedad de nosotros.
V: Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre.
R: Ten piedad de nosotros.
V: Corazón de Jesús, formado por el Espíritu Santo en el
seno de la Virgen María, R/.
Corazón de Jesús, unido substancialmente al
Verbo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, de majestad infinita, R/.
Corazón de Jesús, templo santo de Dios, R/.
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo, R/.
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del cielo, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor, R/.
Corazón de Jesús, hoguera ardiente de caridad, R/.
Corazón de Jesús, asilo de justicia y de amor, R/.
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, R/.
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes, R/.
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza, R/.
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones, R/.
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros
de la sabiduría y la ciencia, R/.
Corazón de Jesús, en quien habita toda la plenitud
de la divinidad, R/.
Corazón de Jesús, en quién el Padre halló sus
complacencias, R/.
Corazón de Jesús, en cuya plenitud todos hemos recibido, R/.
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados, R/.
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia, R/.
Corazón de Jesús, rico para todos los que te invocan, R/.
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad, R/.
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados, R/.
Corazón de Jesús, despedazado por nuestros delitos, R/.
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte, R/.
Corazón de Jesús, traspasado por una lanza, R/.
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra, R/.
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra, R/.
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores, R/.
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan, R/.
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren
y esperan, R/.
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos, R/.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: perdónanos, Señor.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: óyenos, Señor.
V: Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R: ten piedad y misericordia de nosotros.
V: Jesús, manso y humilde de corazón,
R: haz nuestro corazón semejante al Tuyo.
V: Sagrado Corazón de Jesús,
R: en Vos confío.
V: Sagrado Corazón de María,
R: salvad el alma mía.
V: Jesús y María os quiero con toda mi alma,
R: salvad almas y salvad el alma mía.
ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN
DE JESÚS PARA UNA GRAVE NECESIDAD
Oh Divino Jesús que dijiste: «Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca encuentra, y a quien llama se le abre». Mírame postrado a tus plantas suplicándote me concedas una audiencia. Tus palabras me infunden confianza, sobre todo ahora que necesito que me hagas un favor:
(Se ora en silencio pidiendo el favor)
¿A quién he de pedir, sino a Ti, cuyo Corazón es un manantial inagotable de todas las gracias y dones? ¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas de la clemencia y generosidad divinas? ¿A dónde he de llamar sino a la puerta de ese Corazón Sagrado, a través del cual Dios viene a nosotros, y por medio del cual vamos a Dios?
A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús, porque en Ti encontramos consuelo, cuando afligidos y perseguidos pedimos protección; cuando abrumados por el peso de nuestra cruz, buscamos ayuda; cuando la angustia, la enfermedad, la pobreza o el fracaso nos impulsan a buscar una fuerza superior a las fuerzas humanas.
Creo firmemente que puedes concederme la gracia que imploro, porque tu Misericordia no tiene límites y confío en que tu Corazón compasivo encontrará en mis miserias, en mis tribulaciones y en mis angustias, un motivo más para oír mi petición.
Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza con que oró el centurión romano en favor de su criado; de la confianza con que oraron las hermanas de Lázaro, los leprosos, los ciegos, los paralíticos que se acercaban a Ti porque sabían que tus oídos y tu Corazón estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.
Sin embargo... dejo en tus manos mi petición, sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo; y que, si no me concedes esta gracia que te pido, sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma; y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera, desde otro ángulo, con más espíritu de fe.
Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.
Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón misericordioso. Amén.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre.
Sacratísimo Corazón de Jesús, en Vos confío. (3 veces).
UNDECIMA PROMESA QUE SE CUMPLE EN EL MES DE NOVIEMBRE:
Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre grabado en mi Corazón y jamás será borrado de el.
UNA PALABRA DE MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE A SUS HERMANOS LOS ASOCIADOS:
"No os arredren las contradicciones en la obra de amor y sacrificio por el Corazón de Jesús... El mismo Salvador me ha asegurado que reinará a pesar de las oposiciones, y no obstante sus enemigos. !Oh, sí!, el infierno no podrá nada en contra de este último esfuerzo de Jesús. !Ánimo, pues, y apresuremos la victoria de su Sagrado Corazón!
Un Padrenuestro y Avemaría por los agonizantes y pecadores.
ACTO DE CONSAGRACIÓN
SE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN
Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para simpre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.
Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.
Haz también de mi corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén
Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (Tres veces)
Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.
San José, Ruega por nosotros.
Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.
jueves, 31 de octubre de 2013
DÍA DE LOS FIELES DIFUNTOS - 02 DE NOVIEMBRE
Los Fieles Difuntos
2 de Noviembre
"Una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre
su recuerdo se evapora. Una oración por su alma, la recibe Dios."
-San Agustín
"Cada uno se presentará ante el tribunal de Dios para
darle cuenta de lo que ha hecho, de lo bueno y de lo malo."
- Santa Biblia
Las tres Iglesias: Se llama Iglesia a la asociación de los que creen en Jesucristo. La Iglesia se divide en tres grupos. Iglesia triunfante: los que ya se salvaron y están en el cielo (los que festejamos ayer). Iglesia militante: los que estamos en la tierra luchando por hacer el bien y evitar el mal. E Iglesia sufriente: los que están en el purgatorio purificándose de sus pecados, de las manchas que afean su alma.
El Catecismo de la Iglesia Católica, publicado por el Papa Juan Pablo II en 1992, es un texto de máxima autoridad para todos los católicos del mundo y dice cinco cosas acerca del Purgatorio:
1ª. Los que mueren en gracia y amistad de Dios pero no perfectamente purificados, sufren después de su muerte una purificación, para obtener la completa hermosura de su alma (1030).
2ª. La Iglesia llama Purgatorio a esa purificación, y ha hablado de ella en el Concilio de Florencia y en el Concilio de Trento. La Iglesia para hablar de que será como un fuego purificador, se basa en aquella frase de San Pablo que dice: "La obra de cada uno quedará al descubierto, el día en que pasen por fuego. Las obras que cada cual ha hecho se probarán en el fuego". (1Cor. 3, 14).
La Santísima Virgen María3ª. La práctica de orar por los difuntos es sumamente antigua. El libro 2º. de los Macabeos en la S. Biblia dice: "Mandó Juan Macabeo ofrecer sacrificios por los muertos, para que quedaran libres de sus pecados" (2Mac. 12, 46).
4ª. La Iglesia desde los primeros siglos ha tenido la costumbre de orar por los difuntos (Cuenta San Agustín que su madre Santa Mónica lo único que les pidió al morir fue esto: "No se olviden de ofrecer oraciones por mi alma").
5ª. San Gregorio Magno afirma: "Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni en este mundo ni en el otro, es señal de que hay faltas que sí son perdonadas en el otro mundo. Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían sin perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecemos misas, oraciones y limosnas por su eterno descanso".
De San Gregorio se narran dos hechos interesantes. El primero, que él ofreció 30 misas por el alma de un difunto, y después el muerto se le apareció en sueños a darle las gracias porque por esas misas había logrado salir del purgatorio. Y el segundo, que un día estando celebrando la Misa, elevó San Gregorio la Santa Hostia y se quedó con ella en lo alto por mucho tiempo. Sus ayudantes le preguntaron después por qué se había quedado tanto tiempo con la hostia elevada en sus manos, y les respondió: "Es que vi que mientras ofrecía la Santa Hostia a Dios, descansaban las benditas almas del purgatorio". Desde tiempos de San Gregorio (año 600) se ha popularizado mucho en la Iglesia Católica la costumbre de ofrecer misas por el descanso de las benditas almas.
La respuesta de San Agustín: a este gran Santo le preguntó uno: "¿Cuánto rezarán por mí cuando yo me haya muerto?", y él le respondió: "Eso depende de cuánto rezas tú por los difuntos. Porque el evangelio dice que la medida que cada uno emplea para dar a los demás, esa medida se empleará para darle a él".
¿Vamos a rezar más por los difuntos? ¿Vamos a ofrecer por ellos misas, comuniones, ayudas a los pobres y otras buenas obras? Los muertos nunca jamás vienen a espantar a nadie, pero sí rezan y obtienen favores a favor de los que rezan por ellos.
SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS - 1 DE NOVIEMBRE
Solemnidad de Todos los Santos
1 de noviembre
"Gocémonos todos en el Señor,
al celebrar esta fiesta en honor
de todos los Santos, de cuya
solemnidad se alegran los Ángeles,
y ensalzan al Hijo de Dios".
La Solemnidad
La Iglesia nos manda echar en este día una mirada al cielo, que es nuestra futura patria, para ver allí con San Juan, a esa turba magna, a esa muchedumbre incontable de Santos, figurada en esas series de 12,000 inscritos en el Libro de la Vida, - con el cual se indica un número incalculable y perfecto, - y procedentes de Israel y de toda nación, pueblo y lengua, los cuales revestidos de blancas túnicas y con palmas en las manos, alaban sin cesar al Cordero sin mancilla. Cristo, la Virgen, los nueve coros de ángeles, los Apóstoles y Profetas, los Mártires con su propia sangre purpurados, los Confesores, radiantes con sus blancos vestidos, y los castos coros de Vírgenes forman ese majestuoso cortejo, integrado por todos cuantos acá en la tierra se desasieron de los bienes caducos y fueron mansos, mortificados, justicieros, misericordiosos, puros, pacíficos y perseguidos por Cristo. Entre esos millones de Justos a quienes hoy honramos y que fueron sencillos fieles de Jesús en la tierra, están muchos de los nuestros, parientes, amigos, miembros de nuestra familia parroquial, a los cuales van hoy dirigidos nuestros cultos. Ellos adoran ya al Rey de reyes y Corona de todos los Santos y seguramente nos alcanzarán abundantes misericordias de lo alto.
Esta fiesta común ha de ser también la nuestra algún día, ya que por desgracia son muy contados los que tienen grandes ambiciones de ser santos, y de amontonar muchos tesoros en el cielo. Alegrémonos, pues, en el Señor, y al considerarnos todavía bogando en el mar revuelto, tendamos los brazos, llamemos a voces a los que vemos gozar ya de la tranquilidad del puerto, sin exposición a mareos ni tempestades. Ellos sabrán compadecerse de nosotros, habiendo pasado por harto más recias luchas y penalidades que las nuestras. Muy necios seríamos si pretendiéramos subir al cielo por otro camino que el que nos dejó allanado Cristo Jesús y sus Santos.
Los Santos
La Sagrada Biblia llama "Santo" a aquello que está consagrado a Dios. La Iglesia Católica ha llamado "santos" a aquellos que se han dedicado a tratar de que su propia vida le sea lo más agradable posible a Nuestro Señor.
Hay unos que han sido "canonizados", o sea declarados oficialmente santos por el Sumo Pontífice, porque por su intercesión se han conseguido admirables milagros, y porque después de haber examinado minuciosamente sus escritos y de haber hecho una cuidadosa investigación e interrogatorio a los testigos que lo acompañaron en su vida, se ha llegado a la conclusión de que practicaron las virtudes en grado heroico.
Santo DomingoPara ser declarado "Santo" por la Iglesia Católica se necesita toda una serie de trámites rigurosos. Primero una exhaustiva averiguación con personas que lo conocieron, para saber si en verdad su vida fue ejemplar y virtuosa. Si se logra comprobar por el testimonio de muchos que su comportamiento fue ejemplar, se le declara "Siervo de Dios". Si por detalladas averiguaciones se llega a la conclusión de que sus virtudes, fueron heroicas, se le declara "Venerable". Más tarde, si por su intercesión se consigue algún milagro totalmente inexplicable por medios humanos, es declarado "Beato". Finalmente si se consigue un nuevo y maravillosos milagro por haber pedido su intercesión, el Papa lo declara "santo".
Santa Ana y San Joaquín con Jesús y San Juan BautistaPara algunos santos este procedimiento de su canonización ha sido rapidísimo, como por ejemplo para San Francisco de Asís y San Antonio, que sólo duró 2 años. Poquísimos otros han sido declarados santos seis años después de su muerte, o a los 15 o 20 años. Para la inmensa mayoría, los trámites para su beatificación y canonización duran 30, 40,50 y hasta cien años o más. Después de 20 o 30 años de averiguaciones, la mayor o menor rapidez para la beatificación o canonización, depende de que obtenga más o menos pronto los milagros requeridos.
Los santos "canonizados" oficialmente por la Iglesia Católica son varios millares. Pero existe una inmensa cantidad de santos no canonizados, pero que ya están gozando de Dios en el cielo. A ellos especialmente está dedicada esta fiesta de hoy.
La Santa Biblia afirma que al Cordero de Dios lo sigue una multitud incontable.
Santa María MagdalenaEn el cielo están San Chofer de bus y Santa Lavandera de ropa. San Mensajero y Santa Secretaria. Santa Madre de familia y San Gerente de Empresa. San Obrero de construcción y San Agricultor. San Colegial y Santa Estudiante. Santa Viuda, Santa Solterona, Santa Niña y Santa Anciana. San Sacerdote, San Obispo, San Pontífice, San Limosnero, San Celador, Santa Cocinera, San Arrendatario y San Millonario, y muchos más que amaron a Dios y cumplieron sus deberes de cada día.
Señor Jesús: que cada uno de nosotros logremos formar también parte un día en el cielo para siempre del número de tus santos, de los que te alabaremos y te amaremos por los siglos de los siglos. Amén.
Esta es la voluntad de Dios: Que lleguemos a la santidad.
ORACIÓN AL SACRATÍSIMO CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS
Oración al Sacratísimo
Corazón Eucarístico de Jesús
Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, Yo Confío inmensamente en Tu Misericordia. Te pido humildemente que me des la fe que necesito para abandonarme a tu Infinita Misericordia, por que ya se han agotado mis recursos humanos y ahora sólo me cabe volverme con confianza a tu Infinita Compasión, porque sé que TU no desoirás mi súplica. Aquí estoy Señor a tus pies pidiendo con fervor arregles todas mis cosas y problemas, según tu Amor y beneplácito divino, que sé, será lo mejor para mí, concédeme lo que te estoy pidiendo, si es para bien de mi alma.
¡Toma Señor! Mi problema.
¡Toma, mi corazón ! Yo confío en Tí, Corazón Eucarístico de Jesús.
¡Yo Confío en Tí Corazón Eucarístico de Jesús!
¡Yo Confío en Tí Corazón Eucarístico de Jesús!
EL EVANGELIO DE HOY: 31.10.2012
Autor: P Clemente González | Fuente: Catholic.net Herodes quiere matarle | |
Lucas 13, 31-35. Tiempo Ordinario . La voluntad de Dios es, a fin de cuentas, lo único que nos cuenta en esta vida. | |
En aquel mismo momento se acercaron algunos fariseos, y le dijeron: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte». Y él les dijo: «Id a decir a ese zorro: Yo expulso demonios y llevo a cabo curaciones hoy y mañana, y al tercer día soy consumado. Pero conviene que hoy y mañana y pasado siga adelante, porque no cabe que un profeta perezca fuera de Jerusalén. «¡Jerusalén, Jerusalén!, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina su nidada bajo las alas, y no habéis querido! Pues bien, se os va a dejar vuestra casa. Os digo que no me volveréis a ver hasta que llegue el día en que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!» Oración introductoria Gracias, Padre, por mostrarme la pasión y la valentía con las que debo cumplir tu voluntad. Te suplico con humildad que aumentes mi fe y mi esperanza. Petición Padre Santo, te pido que no rechase tu Amor, que esté siempre cerca de Ti como los polluelos a la gallina. Que mi libertad sea siempre elegirte a Ti. Meditación del Papa Francisco Podemos caminar cuanto queramos, podemos edificar muchas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, algo no funciona. Acabaremos siendo una ONG asistencial, pero no la Iglesia, Esposa del Señor. Cuando no se camina, se está parado. ¿Qué ocurre cuando no se edifica sobre piedras? Sucede lo que ocurre a los niños en la playa cuando construyen castillos de arena. Todo se viene abajo. No es consistente. Cuando no se confiesa a Jesucristo, me viene a la memoria la frase de Léon Bloy: “Quien no reza al Señor, reza al diablo”. Cuando no se confiesa a Jesucristo, se confiesa la mundanidad del diablo, la mundanidad del demonio. Caminar, edificar, construir, confesar. Pero la cosa no es tan fácil, porque en el caminar, en el construir, en el confesar, a veces hay temblores, existen movimientos que no son precisamente movimientos del camino: son movimientos que nos hacen retroceder. (S.S. Francisco, 14 de marzo de 2013). Reflexión Este pasaje está situado en la última subida de Cristo hacia Jerusalén. Sabe que va allí para morir de la manera más horrible. Sin embargo va decidido y declara que debe seguir adelante hoy, mañana y pasado porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén, es decir, tiene interés en llegar a tiempo a la cita que tiene con la muerte, en la que dará gloria a su padre y nos mostrará su amor. Ante esta premura no le importan los poderes políticos (Herodes que lo amenaza de muerte) ni sociales. (los fariseos que le invitan a irse de sus dominios) Durante la persecución religiosa en España, en el año de 1936, un grupo de milicianos llegó a un convento de carmelitas descalzas con la orden de subir a todas las monjas a un camión y llevarlas a fusilar. La sorpresa de los soldados fue mayúscula cuando escucharon a la madre superiora comunicar a las religiosas que "estos señores nos llevan al cielo porque nos van a hacer mártires, como los primeros cristianos" y acto seguido ver a las monjas felicitarse alegremente porque recibían el mayor don de Dios. A los ojos de Cristo eran de las pocas que habían entendido lo que significa amar a Dios hasta dar la vida por él. Cristo va subiendo a Jerusalén decidido; lleva prisa. En otro pasaje del Evangelio se nos dirá que en este su último viaje «iba delante de los discípulos». No tiene miedo, sino premura. Sabe que la voluntad de Dios es, a fin de cuentas, lo único que nos cuenta en esta vida, y sabe que muchos cristianos a lo largo de la historias sabrán renunciar a muchas cosas, incluso a su vida misma, por cumplir fielmente la voluntad de Dios. Jesús está loco, porque es el amor. Por eso todo amor que se precie ha de llevar un dosis de locura e incomprensión. Locura porque lo que se hace no tiene sentido desde el punto de vista humano, parece ir en contra de lo natural y de lo que es razonable. Incomprensión porque no sólo va a estar teñido de un color que las personas que no entiendan, sino que provocará sorpresa por lo desconocido que es y desatará todo tipo de opiniones desde las risas y tachaduras de tontos hasta las más incisivas y violentas. Jesús con su vida provoca, ha llegado la hora de preguntarse qué pasa con nuestra vida, que reacción provocamos en los demás, ojalá que la respuesta no sea indiferencia. Propósito Repetir el versículo del Evangelio durante el día: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! para estar conciente que quiero estar siempre cerca de Dios. |
miércoles, 30 de octubre de 2013
VIRGEN MARÍA, SALUD DE LOS ENFERMOS
VIRGEN MARÍA, SALUD DE LOS ENFERMOS
María lleva en sus manos y en su corazón la salud, tan necesaria para vivir en plenitud. Por eso, uno de los momentos en que más se invoca a María por parte de todos sus hijos es en la enfermedad. Uno de los momentos en que más necesitamos invocar a María es en los momentos de dolor. Y cuando más se acerca a sus hijos como buena madre es en esos dolorosos momentos...
Salud de los enfermos del alma. Sabe curar enfermedades del cuerpo, pero sobre todo del alma. Ella sabe otorgar algo tan grande como la salud, la paciencia y el amor en la enfermedad. Como buena Madre está a la cabecera de sus hijos enfermos. Y sobre todo en la hora de la muerte. Todos los buenos cristianos mueren en brazos de su Madre, de María. Y morir así, no es triste, todo lo contrario. Cada uno de nosotros nos preparamos la propia muerte. Si queremos morir en brazos de María, digámoselo.
QUIERO SEGUIRTE SEÑOR
Quiero seguirte Señor
No siempre eres tú mi tesoro, Señor. No siempre te tengo en el centro de mi vida. sin embargo, quiero luchar para optar cada vez más por ti. Quiero descubrirte y tenerte como el único y más preciado tesoro de mi vida.
QUIERO SEGUIRTE, SEÑOR
No siempre eres tú mi Señor. Las riquezas, el tener, el consumo... me atraen demasiado y me acostumbran a lo cómodo, lo fácil. Sé que seguirte exige sacrificio, que dejarme llevar por esos señores me alejará irremediablemente de ti. Quiero ser libre y tenerte como único Señor.
QUIERO SEGUIRTE, SEÑOR
Las preocupaciones de la vida diaria me quitan mucho tiempo para dedicarme a ti. Prefiero los estudios, el trabajo, los momentos de diversión, de descanso... Los prefiero a estar un rato contigo. Pero he descubierto que mi única preocupación debes ser tú.
QUIERO SEGUIRTE, SEÑOR
Cuántas veces se me va la lengua, Señor. Cuántas veces critico y destruyo a las personas con el veneno de mis juicios. Quiero dejar la crítica y la condenación. Quiero salvar a las personas, quiero luchar por ellas, quiero amar en vez de condenar.
QUIERO SEGUIRTE, SEÑOR
Quiero seguirte por el camino que me pidas. Si deseas que forme una familia cristiana la formaré; si me pides que me consagre para seguirte más fielmente desde la vida religiosa, lo haré.
QUIERO SEGUIRTE, SEÑOR
Quiero amar, Señor. Quiero pensar en los demás. Quiero que los que me rodean se sientan queridos por mí y felices por lo que hago. Quiero sembrar felicidad por donde vaya.
QUIERO SEGUIRTE, SEÑOR
¿QUÉ ES LA SOLEDAD?
¿Qué es la soledad?
Amigo mío, después de pensarlo un rato quiero decirte
que la soledad es una cosa que me gustaría que tu nunca
conocieras.
Porque la soledad amigo, es la cosecha de las malas
acciones que se siembran a lo largo de la vida.
La soledad es cuando tu tienes mucho que decir
y no hay nadie que te escuche.
La soledad es cuando tu no tienes a quien querer
y no hay quien te quiera.
Por eso se buen hijo. Buen hermano. Buen padre
y un magnífico amigo. Jamás traiciones a nadie
ni de acción ni de pensamiento y jamás conocerás
LA SOLEDAD
EL EVANGELIO DE HOY: 30.10.2013
Autor: P . Clemente González | Fuente: Catholic.net La puerta estrecha | |
Lucas 13, 22-30. Tiempo Ordinario. Nuestra salvación es don que hay que pedir con consatancia y fe a Dios. | |
En aquel tiempo Jesús atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Él les dijo: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. «Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: "¡Señor, ábrenos!" Y os responderá: "No sé de dónde sois." Entonces empezaréis a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas"; y os volverá a decir: "No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!" «Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos. Oración introductoria Padre, ayúdame a aceptar tu Palabra y a comprender que no es posible alcanzar la santidad si mi vida está dominada por la ley del menor esfuerzo. Guía esta oración, ayúdame a guardar el silencio necesario para saber escucharte. Petición Señor, ayúdame a cambiar el mal en bien, el odio en amor, la venganza en perdón. Meditación del Papa Francisco Nuestros ojos son los del alma y necesitan prepararse para ver el rostro maravilloso de Jesús. Hay que preparar el oído para poder sentir las cosas bellas, las palabras bellas. Y principalmente preparar el corazón para amar más porque en el camino de la vida el señor hace esto valiéndose de las pruebas, las consolaciones, tribulaciones, y con todas las cosas buenas. Todo el camino de la vida es un camino de preparación. Existe el peligro de no reconocer una perspectiva de eternidad, de perder esta dimensión fundamental de nuestra vida y del camino de fe. Y que alguien podrá decir: “Pero padre, yo fui a lo de un filósofo y me dijo que todos estos pensamientos son una alienación, que nosotros estamos alienados, que la vida es esta, lo concreto, y el más allá no se sabe que cosa sea...”. Algunos piensan así, pero Jesús nos dice: “Tengan fe en mí, lo que yo te digo es la verdad, yo no estafo, yo no te engaño”(S.S. Francisco, 26 de abril de 2013). Reflexión El hombre siempre ha andado a la búsqueda de la seguridad, de evitar riesgos y de tener todo bajo control. Prácticamente hoy día no existe ninguna institución de humana que no tenga algún contrato con una compañía de seguros de vida. Buscamos una seguridad para nuestra vida que a veces se convierte en una obsesión. Dicho esto, más de alguno podría preguntarse pero, ¿qué asegura la vida eterna? Ya desde los tiempos de Jesús los hombres buscaban esta seguridad y Cristo no la niega, pero es claro: “esforzaos” porque nos es fácil alcanzarla. El secreto para encontrar la paz en Jesús la encontramos en una respuesta que Él da a una pregunta similar cuando dice: “Para los hombres (la salvación) es imposible pero para Dios todo es posible”. Por tanto, el secreto lo encontramos en la fe. Nuestra salvación es don que hay que pedir con consatancia y fe a Dios. No cabe duda que también depende de nuestras obras pero es ante todo un don de Dios. No nos cansemos por tanto de luchar, de estar atentos, de orar porque cuando menos lo pensemos nos llegará la hora de dar cuentas. Propósito Confiemos en la gracia de Cristo y ayudemos al triste a confiar en Él. Diálogo con Cristo Jesús, el camino está claro, pero siento que me falta fuerza para realmente querer recorrer esa senda que lleva a tu Reino, cruzar esa puerta estrecha que implica negarme a mí mismo. Dame la luz para comprender que sólo hay ese camino por lo que debo convertirme en un instrumento dócil y confiado en tu voluntad. |
martes, 29 de octubre de 2013
FALLECIMIENTO DE PADRE IGNACIO LARRAÑAGA
FALLECE PADRE IGNACIO LARRAÑAGA,
a los 84 años de edad
MÉXICO D.F., 28 Oct. 13 / 01:02 pm (ACI).- Los capuchinos de Chile informaron que el conocido sacerdote franciscano Ignacio Larrañaga falleció esta mañana en México, luego de una larga vida marcada por una vida pastoral profunda como predicador, escritor, director espiritual, organizador de conferencias, cursos y retiros. Uno de sus apostolados más grandes fue el te los Talleres de Oración y Vida (TOV).
Los capuchinos de Chile señalan a través de su cuenta de Facebook que "esta mañana ha partido a la casa del Padre nuestro hermano Ignacio Larrañaga, conocido por sus libros espirituales y la fundación de los Talleres de Oración y Vida".
El sacerdote, explican, "se encontraba en México, dando retiros y conferencias, cuando en la madrugada de hoy fue encontrado ya sin vida".
"Cuando tengamos más detalles de sus funerales, les informaremos por estos medios. Encomendamos a vuestra oración a nuestro hermano que tanto bien ha hecho a la Iglesia", concluyen.
Biografía
El Padre Ignacio Larrañaga, sacerdote franciscano, capuchino de origen español. Nació en Loyola el 4 de mayo de 1928. Fue ordenado sacerdote en Pamplona y desarrolló por algunos años su ministerio sacerdotal en su país de origen.
Enviado a Chile, desde muy joven, ha desarrollado una obra pastoral inmensa, como predicador, escritor y organizador de conferencias, cursos, retiros.
En el año 1965 fundó, el Centro de Estudios Franciscanos y Pastorales para América Latina (CEFEPAL), desarrollando a lo largo de una década una intensa actividad animadora en la línea franciscana y en la renovación conciliar en diversos países de América Latina y España.
En 1974 en Brasil, inició un método de evangelización llamado "Encuentro de Experiencia de Dios", de seis días de duración que llevó a cabo durante 23 años, en los que participaron decenas de miles de personas, delegando después esa tarea evangelizadora a matrimonios de distintos países, que hoy día prosigue.
Desde el año 1984 inició la obra, considerada más importante de su vida: los Talleres de Oración y Vida (TOV), a cuya fundación y consolidación dedicó aproximadamente diez años, escribiendo para su eficaz funcionamiento, dos libros fundamentales: el ‘Manual del Guía TOV’ y ‘Estilo y Vida de los Guías’ y grabando siete casetes con la misma finalidad.
El Padre Larrañaga es asimismo autor de 16 libros que han alcanzado numerosas ediciones y han sido traducidos a 10 idiomas. Entre sus escritos destacan "Muéstrame tu rostro", "El hermano de Asís", "El pobre de Nazaret", "Salmos para la vida", "El silencio de María", "Del sufrimiento a la paz", "El matrimonio feliz"
lunes, 28 de octubre de 2013
EDUCAR
Educar
No educas cuando impones tus convicciones,
Sino cuando suscitas convicciones personales.
No educas cuando impones caminos,
Sino cuando enseñas a caminar.
No educas cundo impones el sometimiento,
Sino cuando despiertas el coraje de ser libres.
No educas cuando impones tu autoridad,
Sino cuando cultivas la autonomía del otro.
No educas cuando impones la uniformidad,
Sino cuando respetas la originalidad que diferencia.
No educas cuando impones a Dios,
Sino cuando lo haces presente con tu vida.
INVOCACIÓN A LA CONFIANZA
Invocación a la confianza
Autor: A. Pangrazzi
Ayúdame Señor, a creer que detrás de las nubes está el Sol; que los desnudos árboles de otoño volverán a vestirse de hojas, si tengo la paciencia de esperar.
Ayúdame Señor, a comprender que para alcanzar la cima de la montaña hay que atravesar el largo valle. Que la vela difunde su luz a base de consumirse poco a poco.
Ayúdame Amado Señor, a desprenderme de las pretendidas seguridades que no puedo tener y que me hacen tan inseguro; ayúdame a comprender que mis temores aumentan mi inquietud y mi impaciencia.
Ayúdame Señor, a aceptar mis limitaciones.
Confío en tí como un niño que se siente seguro en brazos de su madre.
Ayúdame a caminar por donde no puedo ver sabiendo que tú estás ahí conmigo.
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